Fotos: Ministerio de Turismo / Flickr
PEDERNALES La actividad principal es recorrer atractivos naturales como cascadas, bosques, cuevas, valles y sitios arqueológicos. Entre ellos, está el cerro Pata de Pájaro, que con 860 metros de altura sobre el nivel del mar es una de las mayores elevaciones de la Costa ecuatoriana. Otro atractivo son las reservas de bosque MacheChandul y Punta Palmar. En este último, en 1736, la Misión Geodésica Francesa, liderada por Charles María De La Condamine, colocó el primer punto de referencia para la medición del arco que determina la forma del planeta. Ahí quedó grabada sobre una piedra, la posición exacta donde cruza la línea equinoccial. Mar adentro se puede apreciar el avistamiento de las ballenas jorobadas que llegan a las cálidas aguas del Pacífico ecuatoriano para aparearse. Este evento conmovedor ocurre entre los meses de junio a septiembre, fechas ideales para los turistas de la Sierra. Las playas del norte de Manabí son amplias y, prácticamente, vírgenes. Su mar de aguas serenas y cálidas, adornadas muchas por sembríos de palmeras que brindan un singular paisaje a su perfil costero. Al sur de Pedernales, está Punta Los Frailes, donde anidan y descansan una diversidad de aves marinas. 4
BAHÍA DE CARÁQUEZ
COJIMÍES
JAMA
Si usted es aficionado a la pesca deportiva o al descanso veraniego, Cojimíes es el sitio adecuado Gracias a las bondades naturales, parte de su costa está rodeada de manglares. Recorrer esta zona es abrazarse con la naturaleza, tiene un hermoso corredor de palmeras de unos 20 kilómetros y en sus playas se puede practicar cualquier actividad deportiva o, simplemente, caminar acompañado por la brisa del mar, el calor de los rayos solares o la sombra de un apacible atardecer. En los humedales de Juananú hay una diversidad de aves de fácil avistamiento, así como de monos aulladores. Otras opciones son: la playa Cañaveral y la reserva ecológica de Mache-Chandul, con sus bosques nativos.
Sitio obligado de visita es la galería JamaCoaque, donde se puede observar restos arqueológicos de las tribus asentadas en el área en siglos pasados. Pero, si prefiere un buen cebiche en la playa de la comuna El Matal puede degustar ese delicioso plato de cualquier marisco. Para quienes prefieren arena, mar y sol, en Jama se encuentra el balneario de Tasaste con su famoso “arco del amor”, una formación rocosa natural e ícono turístico de la zona. Entre Jama y Pedernales, se sitúa el bosque seco Lalo Loor, de 150 hectáreas, con especies endémicas, 70 variedades de árboles, 200 especies de aves, 27 especies de orquídeas y 70 especies de anfibios.
En la pintoresca Bahía, se encuentra uno de los sitios arqueológicos más importantes de la Costa ecuatoriana: Chirije, ubicado en el sector El Pajonal. A este lugar se accede en vehículo (siempre y cuando la marea esté baja), por vía marítima o caminando por la playa. El turista puede hospedarse en el complejo comunitario situado en lo alto de la montaña. El lugar está rodeado por 238 hectáreas de bosque seco y fue el hogar de habitantes precolombinos. Bahía es una de las ciudades costera más lindas de Manabí por estar en una estrecha península rodeada de una cadena de montañas. En la cima de la pintoresca urbe hay un mirador, desde donde se puede apreciar la desembocadura o estuario del río Chone, lo majestuoso del océano Pacífico y el imponente puente Los Caras, estructura que une el centro con el norte de la provincia. En Bahía también se asienta “Isla Corazón”, un refugio de manglares de más de 50 hectáreas de superficie y en cuyo interior anidan las más grandes fragatas del Pacífico Sudamericano. 5