Los otros editores
El Gaviero
PEDRO J. MIGUEL Y ANA SANTOS
LA PARTE LÚDICA DE LA POESÍA EN ALMERÍA, Y FUERA DE LAS REDES COMERCIALES DE DISTRIBUCIÓN, SE HAN ENCOMENDADO SÓLO AL DIABLO (LA TIRADA DE CADA TÍTULO ES DE 666 EJEMPLARES) PARA PODER CONTINUAR CON UN PROYECTO EDITORIAL QUE NACIÓ DE LA MANO DE LUIS DE GÓNGORA Y UNO DE SUS VERSOS DE LA FÁBULA DE POLIFEMO Y GALATEA. DE AHÍ “ROBARON” EL NOMBRE PARA UNA REVISTA, “SALAMANDRIA”, QUE DURANTE DIEZ AÑOS PUBLICÓ CIENTOS DE POEMAS SIGUIENDO EL ESPÍRITU DE LAS ANTIGUAS JUSTAS POÉTICAS. FERNANDO PALMERO
¿Qué hay de “Salamandria” en el origen de El Gaviero? Ana Santos: Con “Salamandria” aprendimos, por un lado, a desarrollar la parte lúdica de la literatura, y en la parte de edición, la anarquía en el diseño, porque cada número era completamente distinto en función de los temas propuestos. Pero llegó un momento en que la revista empezó a crecer. En el último número, con el que cerramos de forma redonda el proyecto, y por eso la revista tiene forma circular, había 200 colaboraciones. El Gaviero nació porque a muchos autores que colaboraban con nosotros no nos apetecía publicarles sólo un pequeño texto o un par de páginas, sino hacer algo más amplio. Y tienen claro que se quieren dedicar sobre todo a la poesía. Pedro J. Miguel: Sí, pero además nos interesa la poesía de autores vivos, consagrados o no, pero actuales, porque hay muchas editoriales que se dedican sobre todo a publicar a escritores clásicos cuyos derechos ya están libres, que es muy intere-
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sante como trabajo de recuperación, pero a nosotros nos gusta más dar a conocer gente nueva. Tenemos dos libros que ejemplifican perfectamente nuestra línea. El primero es de Martín Espada, un poeta que desciende de portorriqueños, pero que vive en Massachusetts dando clases de Literatura, y hace una poesía social que le ha acarreado algunos problemas en EE.UU. Antes de ser profesor era abogado de inmigrantes con problemas de desahucio, por eso una parte de los poemas de su libro pertenece a lo que él llama poesía jurídica. El otro libro es de una chica palestina que se llama Fatena Al-Gurra, que vive como refugiada en un centro de acogida de Bélgica, desde que tuviera que huir de Gaza por pertenecer a Al-Fatah. Cuando Ha-
“NOS INTERESAN LOS AUTORES VIVOS, CONSAGRADOS O NO. EN EL GAVIERO NOS GUSTA DAR A CONOCER GENTE NUEVA” 70
mas entró en la Franja, empezaron a amenazarla a ella y a su familia y se tuvo que ir de allí. Pero no solamente publican a poetas vivos, sino que además les encargan textos. ¿Cómo se lo toman los escritores? A.S.: Bueno, en “Salamandria” ya habíamos jugado a eso, e incluso hay autores que dicen que ya no podrían escribir sin que le encargasen los textos. La colección “Cartoné”, que es de relatos y novela corta, es casi toda de encargo, y además se ha creado una línea que ni siquiera nosotros habíamos pensado. El primer libro de la colección es de Pedro Casariego Córdoba, que fue lo último que escribió antes de su muerte. El segundo es Tus muertos, de Juan Pardo Vidal, y el siguiente Muertos SA, de Luis García Jambrina, por lo que no nos quedó más remedio que dedicar la colección a la muerte, y a Fernando Sánchez Calvo le encargamos directamente un libro sobre muertos, que tituló Muertes de andar por casa. P.J.M.: El encargo está en los orígenes mismos de la literatura, por placer ha escrito poca gente. Todos sabemos cómo se dan la mayoría de los premios, cuando el libro no está escrito todavía, y eso se puede considerar también literatura por encargo. Y si me pongo en plan profesor pedante y nos vamos a Gonzalo de Berceo, que es el primer poeta de nombre conocido de la literatura española, sus libros son encargos de los monasterios donde residía. A nosotros, del encargo nos interesa sobre todo la parte lúdica, como en las justas poéticas en las que participaban Góngora y Quevedo, en las que les proponían un tema ridículo y ellos escribían un soneto maravilloso. ¿Por qué utilizan tanta variedad de formatos? A.S.: A cada libro, y en general a cada autor, creemos que es mejor hacerle un traje a medida, eso de ir a Zara y comprar lo que llevan todos está bien, pero si te pueden hacer el traje a medida, mucho mejor. Los editores lo que queremos es que los autores se sientan lo más a gusto posible,
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por eso, a pesar de que las colecciones son las mismas, para cada autor hacemos algo que lo diferencia. ¿Cómo se toman los distribuidores y los libreros el hecho de que cambien tanto de formato? A.S.: Los distribuidores no se lo toman porque no tenemos distribuidores, lo hacemos nosotros directamente. Cuando empezamos a plantearnos la posibilidad real de montar El Gaviero, preguntamos a muchísimos colegas, y tenemos que agradecer mucho a editores como Kepa Murua, de Bassarai, y a Chus Visor, que nos dieron muchos consejos en su momento, y todos coincidían en que el problema era la distribución, con lo que nosotros decidimos saltarnos el problema. Evidentemente podemos hacerlo porque ya está la Red, sin Internet no sería posible. Aunque es verdad que para muchos libreros no es fácil trabajar con nosotros, hay otros que confían en nuestro catálogo, y además somos cons-
cientes de que con la tirada que tenemos (666 ejemplares por título) no podemos estar en todas partes, sólo en sitios que sepa-
Pedro J. Miguel, de espaldas, y Ana Santos, editores de El Gaviero.
“LA COLECCIÓN DE RELATOS Y NOVELA CORTA ES CASI TODA DE ENCARGO. Y HAY AUTORES QUE NOS LO AGRADECEN”
De la “scifipoesía” a “La guerra de las galaxias” ener los pies en la tierra es una ilusión. Un engaño masivo atenaza a la especie humana. Dejad el redil y buscad el motivo que os justifica, la materia oscura que todo contamina: la poesía”. Así comienza el manifiesto con el que Ana Santos y Pedro J. Miguel reivindican una nueva manera de entender la poesía: la scifipoesía, o poesía de ciencia ficción, un intento de “engañar a la gente joven para que pierda el miedo a la poesía”, según Pedro J. Miguel, porque “cuando con mis alumnos empiezo a hablar de poesía se ponen todos bajo aviso de que va a ser un coñazo, y no se dan cuenta de que la poesía está en muchos textos que ellos no piensan que son poéticos, por ejemplo en la publicidad, en el cine, en muchas de las canciones que escuchan, en muchos carteles hay poesía visual… Y por eso decidimos poner en marcha esta colección. Y bueno, porque somos unos frikis de la ciencia ficción”. Y si quedase alguna duda sobre esto
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último, basta con acercarse a las páginas de Que la fuerza te acompañe. Proyecto de trilogía poética, un divertido homenaje a la saga de George Lucas del que, por una única vez, se editaron 1.977 ejemplares, año en el que se estrenó la primera entrega de la serie. Recogiendo el espíritu de las justas poéticas, una herencia que está en el origen de su pasión literaria, decidieron encargar a 21 poetas de distinta procedencia y formación (otros declinaron la invitación porque no habían visto la película) un poema que tuviese como eje principal un personaje, un paisaje o un episodio épico de La guerra de las galaxias. Participaron, entre otros, Raúl Quinto, Elena Medel, Antonio Lucas, Rafael Espejo, Basho Bin-Ho, Lara Cantizani, Ana Gorría, Luis Alberto de Cuenca, Alejandra Vanesa o Estíbaliz Espinosa, y, según afirma Ana Santos, se optó por la edición bilingüe “para que lo pudiera leer George Lucas, al que se lo mandamos, pero nunca nos contestó”.
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mos que nos van a cuidar, porque imagínate estos libros en una gran superficie, sufrirían bastante. ¿Se han planteado la posibilidad del libro digital? A.S.: Bueno, lo nuestro es el papel, el diseño y los distintos formatos, el buen contenido y el buen continente, pero aun así no podemos alejarnos ni escapar de los tiempos. P.J.M.: Las nuevas y las viejas tecnologías tienen que estar confabuladas para que la gente lea. A.S.: Sí, yo creo que se mantendrán los dos formatos, porque el e-book va a ser cómodo para algunas cosas, para la investigación por ejemplo, porque no sólo se ahorran costes, sino espacio y tiempo. Yo no creo que el libro vaya a desaparecer fulminantemente, porque el libro no es sólo el texto, es la forma que le des, la textura del papel… En la música ocurre lo mismo, además del CD hay otros contenidos añadidos que se editan en papel y en los que el diseño es fundamental. P.J.M.: De todas formas, a lo largo de la Historia, cuanto más difíciles se le han puesto las cosas, mejor ha sido para el libro. Cuantos más retos tiene, cuanto más prohibido ha estado más leía la gente. Si las nuevas tecnologías provocan que el libro se convierta en un producto de serie b, eso va a ser bueno para el libro, como para el vinilo, que a la larga va a resucitar. ¿Cómo se explican la aparente contradicción entre unos índices de lectura tan bajos y unos de producción editorial tan altos? A.S.: La producción la marcan
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Los otros editores el propio sistema de distribución y la dinámica de los grandes grupos. También es verdad que hay mucha gente que quiere escribir y que ahora las nuevas tecnologías permiten hacer libros de manera más barata. Además, hoy es muy fácil editar sin necesidad de ser editores literarios, que es lo que somos nosotros. ¿Cómo logran sobrevivir en un mercado que parece buscar sólo el best seller? A.S.: Primero, porque yo creo que sabemos dónde estamos. Cuando decides publicar poesía, hacerlo con formatos como los que editamos nosotros y sacar sólo 666 ejemplares es porque sabemos dónde nos hemos metido y a quién queremos llegar. Y ésa es la clave para sobrevivir. En nuestro caso, ayuda también el que hemos trabajado como gestores culturales organizando actividades en Andalucía y Madrid, hemos trabajado para institucio-
“A LO LARGO DE LA HISTORIA, CUANTO MÁS DIFÍCILES SE LE HAN PUESTO LAS COSAS, MEJOR HA SIDO PARA EL LIBRO” nes y entidades privadas, y esa gestión hasta ahora ha servido también de apoyo, porque de momento llevamos poco tiempo y tenemos sólo 50 títulos en el catálogo. Además, maquetamos y editamos para otros, porque es difícil, aunque no imposible, vivir de la poesía. PJ.M.: Pero aparte de saber dónde estamos y que tenemos un sistema de producción que hace que los libros lleguen con dificultad, lo que pretendemos es que los libros se vendan, o sea que los autores sean conocidos, que sus obras sean conocidas y divulgar la poesía y la literatura.
Estoy convencido de que hay muchas editoriales para las que el único objetivo es publicar el libro, no venderlo, y si tienen que quemar entera la edición, les da igual, porque priman intereses particulares con el autor, como que éste se pague la edición, deshacerse de dinero negro, o dar un premio en un hotel muy lujoso que salga en las noticias y hacer publicidad de la editorial, y si luego el libro no se vende, eso da igual. Como profesor, creo que lo que tenemos que hacer es cuidar mucho más la figura del lector desde la infancia, para educar a los niños como lectores para que luego en el Bachillerato no tengamos que obligar a leer libros, porque no se les ha educado desde pequeños. La lengua y la literatura han ido, con los años, perdiendo peso horario en los distintos planes de estudios, y la lectura se ve, inevitablemente, perjudicada con esto.
Buen gusto y delicadeza odo en los libros de El Gaviero, escribía Juan Bonilla en El Mundo hace casi cinco años, “rezuma buen gusto y delicadeza, la mano del artesano orgulloso que quiere lo que hace y contagia ese aprecio a aquellos para los que lo hace (quizá porque esencialmente lo hace para sí mismo). Los libros de poemas que publica El Gaviero (…) son exactos ejemplos de lo que debería ser siempre un libro de poemas: todo en ellos está cuidado con extrema atención”. Y no sólo los libros de poemas, también los de ensayo, los carteles que editan, las postales ilustradas, las colecciones de relatos… Porque Ana Santos y Pedro J. Miguel no editan sólo porque de algo
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hay que vivir, sino que es su pasión por la literatura, y especialmente por la poesía, la que les ha llevado hasta la edición, una actividad a la que se enfrentan con la misma frescura que cuando empezaron a dirigir revistas en la Universidad de Alcalá de Henares, allá por los noventa, de donde ambos son originarios. De momento cuentan con siete colecciones, la mayoría de ellas de poesía, pero también de relato y novela corta, como “Cartoné”, donde puede leerse, entre otros títulos, el último relato escrito por Pedro Casariego Córdoba, Qué más da, o de ensayo, como “Hule negro”, donde el poeta y traductor José María Alvarez ha publicado el libro Sobre Shakespeare. Pe-
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ro la poesía es, sin lugar a dudas, el principal género de El Gaviero, que puede presumir de contar entre su nómina de autores con firmas como las de Javier Corcobado, que ha reunido su poesía completa en el volumen Yo quisiera ser un perro; la del joven escritor donostiarra Harkaitz Cano, que ha publicado Alguien anda en la escalera de incendios; la de la joven poeta cordobesa Elena Medel (Vacaciones), la del poeta salmantino José Antonio González Iglesias (Olímpicas), la de la almeriense Begoña Callejón (Cenicienta en sangre) o la del propio Juan Bonilla, que ha publicado, en la colección “Salamandria”, Libro de los gatos sensatos de la vieja zarigüeya de T.S. Eliot, bellamente ilustrado por Laia Arqueros.