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DISEÑANDO LA HOJA DE RUTA PARA AFRONTAR LAS CONSECUENCIAS DE LA SEQUÍA
Las empresas preparan medidas para afrontar los efectos de la falta de agua, entre ellas, reducir la superficie de cultivo, diversificar la producción hacia otras zonas y optimizar al máximo el riego con tecnología; y exigen infraestructuras a las Administraciones.
En nuestra sección Los Directivos Hablan, hemos querido abordar el problema de la sequía. Las empresas productoras de frutas y hortalizas no pierden de vista esta grave problemática y las consecuencias que están padeciendo, a pesar de que en algunas zonas como el sureste peninsular están acostumbrados históricamente a cultivar con escasez de recursos hídricos. Todo ello está incrementando aún más los costes de explotación y confección, además de mermar los volúmenes de producción.
Designing The Road Map To Face The Consequences Of The Drought
The companies are preparing measures to face the effects of the lack of water, among them, reducing the cultivated area, diversifying production towards other cultivation areas and maximizing irrigation with technology; and they demand infrastructures from the Administrations.
In our section Managers Speak, we wanted to address the problem of drought. Fruit and vegetable producing companies do not lose sight of this serious problem and the consequences they are suffering, despite the fact that in some areas such as the southeast of the peninsula they have historically been accustomed to cultivating with scarcity of water resources. All of this is further increasing operating and manufacturing costs, as well as reducing production volumes.
For this reason, they ask the Administrations to act urgently to promote “true national water planning by governments to guarantee food production”. They request more irrigation infrastructure. In parallel, they are reducing the cultivated area and diversifying production towards other cultivation areas, as more urgent measures.
Por ello, solicitan a las Administraciones que actúen con urgencia para impulsar “una verdadera planificación hídrica nacional por parte de los Gobiernos para garantizar la producción de alimentos”. Solicitan más infraestructuras de riego, despolitizando el uso de los trasvases, dando un impulso a la regeneración de aguas y potenciando la desalación, eso sí, abaratando el coste, que sigue siendo muy elevado.
En paralelo, ya han comenzado a diseñar su propia hoja de ruta para afrontar los efectos de la sequía: están reduciendo la superficie de cultivo y diversificando la producción hacia otras zonas, como medidas más urgentes. Asimismo, continúan acelerando su política de sostenibilidad para optimizar el uso del riego y reducir la huella hídrica de sus cultivos, gracias a la tecnología, además de apostar por nuevos materiales genéticos más resistentes al estrés hídrico.