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FRESA ONUBENSE
Tras la inaguración reciente de las nuevas instalaciones en Policoro, Italia, profundizamos con Nova Siri el camino que está recorriendo y analizamos la realidad actual del sector de berries.
¿Cuáles son ahora mismo los retos a los que se enfrenta Nova Siri?
La innovación es fundamental para afrontar los retos del presente y del futuro, en un sector como el fresero, que tiene que hacer frente a los cambios climáticos actuales y a las nuevas normativas más estrictas sobre el uso de agroquímicos.
El clima de las zonas mediterráneas de producción ha sufrido profundos cambios en los últimos años, con inviernos muy fríos y veranos largos y sin lluvias, con fenómenos extremos cada vez más frecuentes. La campaña que acaba de tener lugar ha puesto de manifiesto como la evolución climática puede repercutir negativamente en el cultivo de la fresa. Desde la plantación de las plántulas en las instalaciones, hasta la producción y comercialización de las frutas. De hecho, las altas temperaturas de los meses de otoño afectaron al enraizamiento de las plantas, con elevadas tasas de mortalidad y el consiguiente retraso en la entrada en producción, el periodo de cosecha, por tanto, se concentró en unos pocos meses.
La Rusticidad Es Uno De Los Pilares En Los Que Se Basa Nuestro Programa De Mejora Gen Tica
En el caso de las fresas, la sostenibilidad de la innovación varietal como factor de desarrollo de la producción y el consumo, ¿hacia dónde está trabajando Nova Siri?
La rusticidad es uno de los pilares en los que se basa nuestro programa de mejora genética, ya que las plantas tolerantes a distintos tipos de suelo y patógenos representan una verdadera ventaja competitiva para los productores, tanto en términos de sosteni- bilidad medioambiental como económica. De hecho, los productores pueden utilizar menos agroquímicos, de acuerdo con las directivas europeas. Además, las plantas con estas características también permiten hacer frente a las anomalías climáticas y racionalizar el uso de los recursos hídricos.
Otra piedra angular de nuestra actividad de mejora genética es también la búsqueda de cultivos precoces y productivos, capaces de hacer frente a la demanda del mercado de la fresa, que ya no es tan estacionalizado como antes. En nuestra oferta, de hecho, hay cultivos de fresa que son complementarios entre sí en cuanto al tiempo de maduración, lo que permite a los productores presidir el mercado hasta 9 meses al año.
¿Hacia dónde está tomando la evolución del sector de la fresa en el mercado mediterráneo?
A nivel mundial, se trata de un sector en crecimiento, con un aumento de los volúmenes producidos y del consumo en la última década. Además, el comercio a nivel mundial también está creciendo, caracterizado por un aumento de los precios del producto fresa, tanto en la importación como en la exportación, señal de un proceso de mejora de la oferta de fresas.
La zona mediterránea representa el 18% de la producción mundial de fresas. En la última década, el crecimiento más importante en términos de producción se ha producido en Egipto (+95%), Grecia (+83%) y Turquía (+66%), que representan los principales actores de esta zona junto con España (+14%), Marruecos (+20%) e Italia (-15%).
Huelva es una de las zonas productoras más importantes de Europa, pero algunas voces apuntan a una necesaria renovación varietal, ¿estás de acuerdo?
La región fresera andaluza vive un momento de transición. La ventaja competitiva de la que ha disfrutado Huelva en la última década se ve cada vez más limitada por el crecimiento en el mercado europeo de otros países productores del norte de África.
Aunque la renovación varietal ya está en marcha, hay dos factores que penalizan el cultivo de la fresa española: la reducción de mano de obra procedente de países como Marruecos y la competencia que ejerce en el mercado la oferta fresera de nuevos actores de la cuenca mediterránea.