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UNA CAMPAÑA DE SANDÍA EXTRAORDINARIA

Así definen la pasada temporada de sandía en la Cooperativa Nuestra Señora de Peñarroya en Argamasilla de Alba (Ciudad Real), donde la línea de exportación jugó un papel esencial.

Un Ejercicio Sin Precedentes

Ni la climatología adversa de principios de año, ni el incremento de costes de hasta un 30% lograron empañar la pasada campaña de sandía. Las elevadas temperaturas que se registraron en los diferentes destinos europeos que importan esta fruta durante la época estival ayudaron a obtener un alto nivel de demanda desde el inicio de la campaña. En melón, por su parte, la demanda, principalmente nacional, fue menor, aunque lineal, logrando al menos repercutir los costes, según señala el presidente de Peñarroya, Ramón Lara, que ostenta un 50% de cada cultivo.

Incertidumbre En El Riego

Para esta campaña la superficie de cultivo

SE REQUIERE UN 20% MÁS DE AGUA DE RIEGO ESTA TEMPORADA se mantiene, quizás algo más elevada en sandía, aunque las lluvias que se registran en Europa no están igualando el nivel de demanda de exportación del año pasado. Pero lo más significativo hasta el momento es que hay cierta incertidumbre en si los productores de la zona tendrán agua al final del ciclo de cultivo, teniendo en cuenta que

“es necesaria más agua esta temporada al no haber llovido, al menos un 20% más, y tener los terrenos más secos de lo normal”, declara Lara.

NUEVOS PROYECTOS

La cooperativa Nuestra Señora de Peñarroya tiene previsto iniciar una colaboración con el Grupo AN, uno de los grandes del sector hortofrutícola, cuya apuesta actual se centra en ampliar su oferta de melón y sandía. Se prevé que en poco tiempo puedan estar trabajando juntos.

Final De Campa A

Para el gerente de Agromancha, Juan Ángel

Gutiérrez, los productores de melón y sandía de La Mancha difícilmente podrán “llevar la campaña a término” teniendo en cuenta que no ha llovido desde enero y que agotarán la dotación asignada antes de tiempo ya que “para esta campaña hará falta más agua”, poniendo en peligro el final de la temporada. “Tampoco sería beneficioso que lloviera de ahora en adelante ya que puede poner en riesgo el cultivo”, añade. Aun así, esperan tener un mayor rendimiento con respecto al año anterior, en el que hubo una merma importante al inicio de campaña.

La necesidad de disponer de mayor cantidad de agua para garantizar el desarrollo del cultivo, unido a la falta de lluvias, hace temer que pueda no haber disponibilidad suficiente para toda la temporada.

LA SITUACIÓN DE INCERTIDUMBRE OBLIGA A TOMAR DECISIONES DÍA A DÍA Y NO PODER PLANIFICAR A LARGO PLAZO

Pr Ximos Proyectos

Tras el objetivo de seguir manteniéndose en el mercado, en Agromancha buscan estar al nivel de las exigencias actuales. Para ello, están modernizando las instalaciones, incorporando nueva maquinaria y acometiendo una ampliación que les va a permitir tener más capacidad de volumen y mejor servicio. Además, tienen previsto implantar la norma IFS para sus almacenes con el fin de garantizar con este sello la calidad de sus producciones de cara al mercado de exportación, y quiere recuperar la certificación bajo el sello de la IGP Melón de la Mancha en algunas producciones “por tener una oferta más diferenciada para sus clientes”.

Incertidumbre

El gerente de Agromancha trabaja con la sensación de que el sector vive en una gran incertidumbre, obligándole a tomar decisiones día a día, y sin trazar un plan a largo plazo: “La normativa de restricción de materias activas que nos obliga a aplicar más tratamientos, la escasez de agua y falta de soluciones, la subida de insumos y un millón de factores más nos hace ir apagando fuegos y no ser capaces de pensar en el futuro”, sentencia.

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