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El hábito de comenzar lo que está pendiente

Todos queremos muchas cosas o, bueno, al menos la mayoría, es lo mínimo que debería pasar contigo si estás vivo, si aspiras a cosas más grandes, si no es así, realmente pregúntate si estás vivo. El punto es que querer no sirve de nada si no está acompañado de la acción enfocada hacia el logro de lo que queremos alcanzar.

POR LAURA O BIOHACKER / EXPERTA EN DESARROLLAR HÁBITOS DE ALTO DESEMPEÑO PERSONAL

¿Sabes por qué sigues postergando lo que deberías hacer para lograr mejores resultados en tu vida?, ¿para alcanzar esas grandes cosas que en el fondo quieres? El hábito de posponer todo proviene de la comodidad, del conformismo, de la baja autoestima, de la ausencia de propósito en la vida, de la falta de voluntad y del uso inadecuado del miedo.

Ahora bien, adicional a estas causas raíces, las distracciones que están a la orden del día juegan también un papel importante en la dilación de las cosas más convenientes para nuestra vida; así que evitar las distracciones tiene un poder determinante en tus resultados y es la razón por la que te invito a analizar cuánto tiempo diario estás dedicándole a las distracciones que te sacan del enfoque y te dan la excusa perfecta para no empezar aquellas cosas que quieres y necesitas hacer.

Muchas veces incluso las labores cotidianas de la casa te sirven de justificación, y no te estoy diciendo que sean tareas menos importantes o que no sean exigentes, lo que quiero decirte es que si te das 3 horas diarias para hacerlo, te tardarás 3 horas, si te das 1 hora, será 1 hora, eres tú quien tiene el control y no las circunstancias. Sea lo que sea aquello a lo que te aferres para no iniciar ese proyecto que tienes en mente, esa rutina que sabes que te hará bien, ese hábito que te llevará a un siguiente nivel, sólo recuerda que el tiempo es un recurso limitado y que, por mucho que no seas realmente consciente de ello, no te harán devoluciones de tiempo ni podrás comprar horas extra cuando mires atrás y te arrepientas por lo que no hiciste.

Deja de querer, soñar y desear, y comienza a hacer, a persistir y aprender, usa tu tiempo para invertirlo en ti y en tu crecimiento, y la abundancia, la salud, la plenitud y los resultados poderosos retornarán como consecuencia, comienza hoy. No tomar decisiones también es una decisión y puede ser la más nefasta de todas, saca de tu mente la idea de que no hacer nada te protege, en el hábito de no comenzar lo pendiente, te estás encerrando en tu propia frustración y agotamiento, pon el control de tu vida en tus acciones, no en tus abandonos. Los deseos y las intenciones son inservibles sin el poder de la acción.

No creo que pienses que de la apatía, la pasividad, el rencor y la pereza puede resultar algo abundante, eso es tanto como pensar que puedes lograr el cuerpo soñado sin ir al gimnasio o alimentarte bien, tanto como pretender aprender a cocinar sin untarte en la cocina, tanto como esperar salud cuando tus hábitos te conducen a lo contrario.

Cuando incorporas en tu vida el hábito de comenzar lo que está pendiente no solo te pones en pie para lograr lo que quieres, sino que desarrollas mayor seguridad y confianza en ti mismo, porque te demuestras que eres capaz de cumplirte, que eres leal a ti, que puedes confiar en ti, lo que hace que desarrolles como consecuencia el amor propio. Es obvio, si haces lo que te conviene, encontrarás más y mejores resultados en menos tiempo, y tu seguridad y confianza irán de la mano en esa escalera de creación.