Edición 108 Mundo Acuicola

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Director Claudio Berkhoff A. info@mundoacuicola.cl

Contenidos

Staff Periodístico Pedro Barra Léniz Periodista pbarra@mundoacuicola.cl Carlos Chuquín Cámac Periodista, Corresponsal Perú c.chuquin@mundoacuicola.com Contenidos Técnicos Katherine Silva Acevedo Ingeniero Acuícola - Editor Técnico ksilva@mundoacuicola.cl Acuicultura y acuiponía: El cultivo sustentable de trucha arcoíris comienza a tomar fuerza en el norte de Chile Durante nuestra gira por el norte del país, nos llamaron especialmente la atención tres proyectos que buscan cultivar la trucha arcoíris Oncorhynchus mykiss. Uno en Copaquilla, comuna de Putre, Región de Arica y Parinacota, que desarrolla la Universidad Arturo Prat; otro en el cerro Falda Verde, comuna de Chañaral; y un tercero, y quizás el más conocido, en la comuna de Vicuña, Valle del Elqui. Págs. 22 - 31

Área Comercial Katherine Silva Acevedo Asistente Comercial E-Mail: ksilva@mundoacuicola.cl Producción Pablo Andrés Vera Diseño y Diagramación Hilda Montecinos M. Corrector de Pruebas Columnistas Cristian Sepúlveda

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Búsqueda de actinobacterias marinas: Biodescubrimientos capaces de combatir patógenos resistentes Págs. 6 - 9

Biólogo Marino, Universidad Católica del Norte

Felipe Rivera

Sociólogo, Universidad Católica del Norte

Rodolfo Infante

MSc en Acuicultura U. de Stirling, Escocia

Comité Asesor Adolfo Alvial Director CORFO Región de los Lagos

Alejandro Buschmann

Presidente de la Asociación Internacional de Algas marinas ISA (International Seaweed Asociation)

Iniciativa UST-UCN: El inédito proyecto que busca identificar a los patógenos que afectan a los mitílidos en Chile Págs. 10 - 11

Alicia Gallardo

Subdirectora de Acuicultura Sernapesca

Cristian Olivares

Director Tutor Comité Acuícola Armasur

Germán Merino

Académico del Departamento de Acuicultura UCN Director Aquacultural Engineering Society

Juan Barile

Profesor Adjunto de la Escuela de Acuicultura UCT

Roberto Neira

Académico y genetista U. de Chile

Sandra Bravo Fish Vet Group y Aquagestión: Laboratorios en la zona sur, nuevas instalaciones para el servicio de la industria acuícola Págs. 14 - 17

Proyecto FIA: Los avances chilenos para introducir harina de insectos al alimento de los peces Págs. 34 - 35

Instituto de Acuicultura UACh

Soledad Zorzano Gerente Atared


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cuicultura de pequeña escala e integrada con otras actividades productivas. Eso es lo que actualmente está impulsando un grupo de emprendedores e investigadores en el norte de Chile y que, entre los meses de junio y julio, pudimos conocer en terreno. En nuestra expedición por el norte, nos llamó poderosamente la atención una corriente distinta a los grandes cultivos salmoneros del sur de nuestro país y que considera pequeños módulos de producción, que pretenden ayudar a diversificar la economía de las zonas áridas de Chile. Se sabe que la escasez de agua es un problema en la macrozona norte, por lo que el uso racional de los recursos es una prioridad a la hora de realizar cualquier actividad agroalimentaria. En ese sentido, la acuicultura asoma como una actividad que podría proveer de alimentos saludables a las comunidades más lejanas de las cinco regiones más desérticas del país. Por ello, es valorable el esfuerzo que están realizando diferentes instituciones, desde la Región de Arica y Parinacota hasta la Región de Coquimbo, a través de proyectos vinculados con la acuicultura de pequeña escala. De alguna manera, podría tratarse de una nueva alternativa de producción, que pretende implementar cultivos de peces y otras especies acuáticas, de forma paralela a otras actividades, que sea sostenible en el tiempo y que se desarrolle en armonía con su entorno. Fue así como, tras caminos de difícil acceso y no exentos de dificultades, llegamos hasta la quebrada de Copaquilla, comuna de Putre, Región de Arica y Parinacota. Allí se lleva a cabo uno de estos proyectos, a cargo de la Universidad Arturo Prat, el cual ha logrado demostrar la factibilidad de cultivar truchas en zonas precordilleranas, con lo que comunidades aymaras podrían tener una nueva actividad que, a diferencia de la agricultura por sí sola, les dé sustento económico durante todo el año. Un aspecto a destacar, de esta propuesta, es el esfuerzo que realizan los involucrados en el programa quienes, cada semana, deben llegar hasta un lugar de difícil acceso, a gran altitud (casi tres mil metros sobre el nivel del mar), con la finalidad de seguir llevando adelante uno de los cultivos acuícolas más extremos de nuestro

país. Un poco más al sur, en la comuna de Chañaral, Región de Atacama, pudimos observar otra iniciativa novedosa del Centro Cridesat, de la Universidad de Atacama. Se trata del desarrollo de un sistema de cultivo acuapónico de peces y hortalizas, utilizando agua de atrapaniebla y energías limpias, lo cual representa todo un hito a nivel mundial. Aspectos a destacar de esta propuesta son el trabajo codo a codo con los sindicatos de atrapanieblas y el esfuerzo del equipo de trabajo de este proyecto por ascender -también por huellas y sinuosos caminos- de manera constante, hasta la cima del cerro Falda Verde, lugar donde se ubican los sistemas atrapanieblas. En la parte final de nuestro recorrido, nos trasladamos hasta las instalaciones de la Granja Agro-Acuícola Diaguitas, cultivo acuapónico de truchas y hortalizas, que además alberga árboles frutales y una estación de apicultura. Allí conocimos los logros y dificultades de este exitoso proyecto que han podido llevar delante, de manera particular, los investigadores de la Universidad Católica del Norte, Germán Merino y Elisabeth von Brand. Dicho cultivo ha dado pie a desarrollar otras iniciativas, de carácter experimental, como es el caso de un liceo en la localidad de Alto del Carmen, Región de Atacama. Así fue como, tras observar en terreno estas iniciativas, pudimos comprobar que sí es posible cultivar especies acuáticas en zonas con escasez de agua, en lugares apartados, sin medicamentos y de manera amigable con el entorno. No nos queda más que felicitar a quienes, con pasión y empuje, han logrado levantar estas empresas, lo que nos hace soñar con una nueva forma de realizar acuicultura en nuestro país. Finalmente, el llamado es a la autoridad, para ajustar y/o flexibilizar la normativa para este tipo de iniciativas. No puede ser que, a un cultivo de pequeña escala, muchas veces artesanal, se le pongan piedras en el camino o se le realicen las mismas exigencias que a los cultivos acuícolas de escala industrial.

Claudio Berkhoff A. Director

Editorial

Cambiando el paradigma de la acuicultura chilena

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Artículo Técnico Búsqueda de actinobacterias marinas: 6

Biodescubrimientos capaces de combatir patógenos resistentes La Dra. Beatriz Cámara, junto a su equipo de investigación del Laboratorio de Microbiología Molecular y Biotecnología Ambiental, del Departamento de Química & Centro de Biotecnología de la Universidad Técnica Federico Santa María, de Valparaíso, en conjunto con investigadores de la Universidad de Gothenburg (Suecia), trabajan en la “Detección y caracterización de genes relacionados con la síntesis de compuestos bioactivos presentes en bacterias de los sedimentos marinos de la costa chilena: la búsqueda de nuevos agentes antimicrobianos”, proyecto que está en ejecución hasta 2017.

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as actinobacterias de origen marino, presentan una amplia variedad de metabolitos secundarios que presentan diferentes actividades biológicas, pudiendo ser utilizadas como antibióticos, antifúngicos y antitumorales, de ahí la importancia por descubrir nuevas bacterias (biodescubrimientos), con el objetivo de encontrar nuevos antibióticos capaces de combatir patógenos resistentes. Precisamente, ésta búsqueda lidera la Dra. Beatriz Cámara junto a su equipo de investigación del Laboratorio de Microbiología Molecular y Biotecnología Ambiental, del Departamento de Química & Centro de Biotecnología de la Universidad Técnica Federico Santa María, de Valparaíso, en conjunto con el equipo de investigadores de la Universidad de Gothenburg (Suecia) liderado por el Dr. Edward Moore, quienes actualmente trabajan en la “Detección y caracterización de genes relacionados con la síntesis de compuestos bioactivos presentes en bacterias de los sedimentos marinos de la costa chilena: la búsqueda de nuevos agentes antimicrobianos”, proyecto que se encuentra en ejecución hasta 2017. Se trata de una colaboración entre investigadores de ambas nacionalidades, cuya parte del proyecto, contempla muestrear sedimentos marinos en la bahía de Valparaíso, con la finalidad de aislar actinobacterias e identificar su potencial para producir compuestos antibacterianos. Para conversar sobre la búsqueda de nuevas actinobacterias, nos comunicamos con la Dra. Beatriz Cámara, Química Industrial de la Universidad Técnico Federico Santa María (UTFSM), Doctorada en Universidad de Braunschweig, Alemania, postdoctorada en Imperial College, Londres (2008-2010), actualmente investigadora asociada del Laboratorio Microbio-

logía Molecular y Biotecnología Ambiental, dirigido por el Dr. Michael Seeger (Departamento Química & Centro de Biotecnología UTFSM). Al respecto, la Dra. Beatriz Cámara nos cuenta que a partir de sedimentos marinos se comienzan a aislar las actinobacterias, para eso se utilizan distintos medios de cultivo, luego, se comienza a seleccionar colonias de bacterias para poder aislarlas, “cuando tu rastreas primero el sedimento marino, después tienes que empezar a picar una por una las colonias de bacterias para poder aislarlas y dejarlas puras, a partir de ahí uno puede empezar a trabajar con estas bacterias para poder utilizar técnicas moleculares para identificarlas, amplificar un gen específico que se utiliza para filogenia. Eso se manda a secuenciar, para luego, con base de datos, decir qué bacteria es”, nos explica.


Al respecto, la Dra. Beatriz Cámara nos cuenta que a partir de sedimentos marinos se comienzan a aislar las actinobacterias, para eso se utilizan distintos medios de cultivo, luego, se comienza a seleccionar colonias de bacterias para poder aislarlas, “cuando tu rastreas primero el sedimento marino, después tienes que empezar a picar una por una las colonias de bacterias para poder aislarlas y dejarlas puras, a partir de ahí uno puede empezar a trabajar con estas bacterias para poder utilizar técnicas moleculares para identificarlas, amplificar un gen específico que se utiliza para filogenia. Eso se manda a secuenciar, para luego, con base de datos, decir qué bacteria es”, nos explica.

Aislamiento de actinobacterias

En cuanto a los estudios realizados por el equipo de investigación, en uno de ellos se analizaron seis muestras provenientes de sedimentos de la bahía de Valparaíso, que fueron tomadas a tres profundidades diferentes, en el sector faro Punta Ángeles y de playa Torpederas. Éstas fueron inoculadas en cinco diferentes medios de cultivo, logrando aislar 68 cepas bacterianas, del phyllum Actinobacteria, identificando 18 géneros, tales como: Aeromicrobium, Agro-

coccus, Arthrobacter, Brachybacterium, Corynebacterium, Dietzia, Flaviflexus, Gordonia, Isoptericola, Janibacter, Microbacterium, Mycobacterium, Ornithinimicrobium, Pseudonocardia, Rhodococcus, Streptomyces, y Tessaracoccus. Además, un aislado formó una nueva rama filogenética relacionado con la familia Nocardiopsaceae. Se lograron identificar, además, siete subórdenes y 16 familias: Actinomycetaceae, Corynebacteriaceae, Dermabacteraceae, Dietziaceae, Gordoniaceae, Intrasporangiaceae, Microbacteriaceae, Micrococcaceae, Mycobacteriaceae, Nocardiaceae, Nocardioidaceae,

Nocardiopsaceae, Promicromonosporaceae, Propionibacteriaceae, Pseudonocardiaceae, y Streptomycetaceae, siendo los más abundantes, los géneros Rhodococcus, Dietzia, y Gordonia, todos ellos pertenecientes al suborden corynebacterineae. En el sector de faro Punta Ángeles, se encontró la mayor cantidad actinobacterias, logrando aislar 52, en comparación con 16 aislados del sector playa Torpederas. En este sentido, en sector del faro, a una profundidad de 19,2 metros se encontró la mayor cantidad de aislamientos, obteniendo 42 cepas de actinobacterias de 10 géneros.

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particular, que se llama Streptomyces, que fueron las primeras actinobacterias conocidas por producir, por ejemplo, la estreptomicina. En los años 50 había un grupo, en el laboratorio de Waksman (de EEUU), ellos descubrieron la estreptomicina, producida por una de la tierra. Son comúnmente aisladas de tierra y de ahí empezó la época dorada de la búsqueda de los antibióticos y muchos se encontraron a partir de este tipo de microorganismos, de las Streptomyces”.

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Se evaluó la actividad antimicrobiana de estos aislados específicos, demostrando la capacidad de inhibir crecimiento de bacterias Gram positivas y Gram negativas. En conclusión, se pudo comprobar que los sedimentos marinos pueden albergar una gran diversidad de Actinobacterias cultivables, en este caso, de la costa de Valparaíso, destacando su potencial para la producción de compuestos biológicamente activos. Estos biodescubrimientos, son de suma importancia ya que pueden, en el futuro, ser capaces de combatir patógenos resistentes. Respecto a la biodiversidad de actinobacterias encontradas, la Dra. Cámara nos dice: “La diversidad actinobacterial en nuestro estudio es relativamente alto, cuando se considera el número de géneros versus el número de cepas de actinobacterias aisladas, una posible explicación de esta diversidad se puede deber a las características de surgencia presente en la bahía de Valparaíso”.

- ¿Considera que faltan antibióticos en el mundo y por qué?

“Absolutamente, tenemos el gran problema de las bacterias patógenas que son resistentes a los antibióticos que son conocidos hoy en día y no tenemos cómo combatirlos y, por eso, tenemos la necesidad de buscar nuevos tipos de antibióticos”.

- ¿Cree que se pueden descubrir nuevos antibióticos en el mar?

“Absolutamente, el lugar que tiene la mayor biodiversidad de todo el mundo, es el mar, y es en gran parte desconocida esa diversidad. Por supuesto que si lo vemos a nivel de microorganismo, hay muchos microorganismos de los que no sabemos nada y que puede que sean capaces de producir los nuevos antibióticos del futuro”.

- ¿Por qué se pone énfasis en actinobacterias?

“Las actinobacterias se conocen mucho porque hay un género de ellas, en

- ¿Por qué buscan en lugares remotos o con poca investigación?

“El propósito de buscar en lugares remotos es porque en lugares únicos, tienen nichos de biodiversidad única, entonces ahí es un buen potencial para buscar nuevas especies de microorganismos que pueden, probablemente, producir nuevos compuestos”.

- ¿Qué nos puede ofrecer Chile en este ámbito?

“Mucho, nos ofrece mucho. El cuento va en que nosotros seamos capaces de aprovechar eso y tener eso como potencial del país. Tenemos muy buenos científicos a lo largo de nuestro país y necesitamos fortalecer nuestro país en ese sentido. Tenemos buenos microbiólogos, entonces que participemos nosotros en las investigaciones. Nosotros somos capaces de aislar bacterias, somos capaces de identificar y hacer las cosas. Es eso”.

- Chile tiene características especiales de biodiversidad ¿por qué encuentra que es interesante tener esta variedad de geografía única?

“Teniendo esta diversidad geográfica tan amplia, glaciares, desiertos, fiordos, costa. La costa chilena es enorme, tenemos una costa gigante, la que hemos empezado a muestrear, la Antártica. Y cuáles son los potenciales biotecnológicos, una bacteria que es capaz de crecer a 4 grados no es lo mismo que otra que tienes que hacer crecer a 30 grados, que necesitas energía (se requiere más recursos). Pero si tienes enzimas que trabajan a temperaturas bajas, significa que tienes un potencial ahí, significa que ese producto va a ser más cotizado. En ese sentido, yo considero que tenemos mucho potencial y que tenemos que explotarlo nosotros los chilenos”. Katherine Silva, Mundo Acuícola


El próximo 12 de agosto:

Con foco en Floraciones de Algas Nocivas se realizarán VII Jornadas de Investigación en Salmonicultura El evento se realizará en el Hotel Cumbres de Puerto Varas y estará dirigido a profesionales del área de la salud, medio ambiente, empresas del sector, servicios públicos competentes, investigadores, estudiantes y público general.

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l próximo 12 de agosto en el Hotel Cumbres de Puerto Varas se llevarán a cabo las VII Jornadas de Investigación en Salmonicultura, organizadas por el Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal) y auspiciado por el Earth Observatory de la Universidad de Columbia. Para esta ocasión las jornadas abordarán las Floraciones de Algas Nocivas (FAN) y sus efectos en la acuicultura. Este fenómeno trata de floraciones que provocan un efecto negativo sobre la salud humana, la acuicultura, el turismo u otra actividad económica y en el mes de marzo de este año afectaron fuertemente a la salmonicultura en la región de Los Lagos, provocando la muerte de miles de peces. El gerente general de Intesal, Alfredo Tello, celebró la realización de este encuentro agregando que “estos fenómenos ocurren en todas partes del mundo y afectan fuertemente a la salmonicultura, como lo pudimos ver este año en la región de Los Lagos. Es por esto que es importante reunirnos en estas Jornadas de Investigación para que, junto con expertos nacionales e internacionales, podamos analizar estos eventos y darlos a conocer a los distintos actores afectados”, aseveró. Entre los expositores invitados se encuentran el oceanógrafo y biólogo marino de la Universidad de Concepción, Alejandro Clément, quien es gerente general de la consultora ambiental Plancton Andino SpA, lugar en el que se ha dedicado al estudio de la marea roja, oceanografía y fitoplancton

de los canales de las regiones australes de Chile. Otro de los expositores invitados es el director de Coastal Ocean Institute y científico senior del departamento de biología en el Instituto Oceanográfico de Woods Hole, Donald M. Anderson. Este científico -doctorado en ciencias acuáticas en MIT- ha basado sus estudios en marea roja y FAN, participando activamente en la organización e implementación de programas nacionales e internacionales para su estudio. El profesor de botánica acuática, Gustaaf Hallegraeff, también expondrá en esta edición. Hallegraeff ha dedicado su vida a estudiar el impacto de las FAN en la salud humana, las pisciculturas, crustáceos y las industrias; y su estimulación por la eutrofización costera, condiciones climáticas inusuales, y la propagación global. Este experto fue galardonado el año 2014 con el premio Yasumoto de la Sociedad Internacional de Algas Nocivas (ISSHA) y el 2004 con el premio Eureka por Estudios del Medio Ambiente. Por otra parte, al evento también asistirán los investigadores de la Columbia Earth Observatory, quienes expondrán en distintos paneles. Este año, las jornadas estarán dirigidas a profesionales del área de salud, medio ambiente, operaciones y producción de las empresas del sector salmonicultura, servicios públicos competentes e investigadores y estudiantes. Para conocer más detalles del evento visite www.intesal.cl o escriba a xrojas@intesal.cl.

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Mitilicultura Iniciativa UST-UCN:

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El inédito proyecto que busca identificar a los patógenos que afectan a los mitílidos en Chile Iniciativa se presentó en la sede Puerto Montt de la U. Santo Tomás. Se realizará un catastro de parásitos y de condiciones biológicas de los mejillones, a través de 4 estaciones de muestreo, con el importante apoyo del CEFAS Reino Unido.

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n inédito proyecto, a nivel nacional, es el que se presentó el viernes 3 de junio en Puerto Montt. Se trata de la iniciativa denominada “Evaluación del estado sanitario de los mitílidos del sur de Chile”, que será ejecutada por la Universidad Católica del Norte (UCN), apoyada por el Centro Acuícola y Pesquero de Investigación Aplicada -CAPIA- de la Universidad Santo Tomás (UST), sede Puerto Montt. Fue precisamente en este último lugar donde se dio el vamos al proyecto financiado por el Fondef Idea, de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica -CONICYT-. Según lo explicado por Karin Lohrmann, investigadora de la Universidad Católica del Norte y directora del proyecto, el objetivo del estudio es conocer el estado sanitario de los mejillones, provenientes tanto de bancos naturales como de cultivo, para contribuir a la protección del patrimonio acuícola nacional. Para ello, se realizará un catastro de parásitos y de condiciones biológicas de los mejillones, a través de 4 estaciones de muestreo, con el importante apoyo del Centre for Environment, Fisheries and Aquaculture (CEFAS) del Reino Unido. Dicha institución es el laboratorio de referencia en enfermedades de animales acuáticos en Gran Bretaña, entidad que posee una vasta experiencia en el estudio de peces, ostras, mitíli-

dos, ostiones, entre otras especies. Así, por medio de la histopatología, se van a comparar todos los parámetros posibles. Todo esto después de realizar un primer muestreo prospectivo para determinar cuántos mejillones, de qué centros de cultivo y de qué bancos naturales se extraerán los mitílidos. De acuerdo con lo señalado por Lohrmann, durante el período de la investigación se analizarán unos 1.200 ejemplares de áreas del mar interior de Chiloé y Calbuco. “A simple vista es difícil distinguir cuándo un mitílido está enfermo, hasta cuándo se está muriendo y es difícil tratarlo. Por ello es relevante estudiar las características de un estado saludable óptimo de estas especies, a fin de poder actuar frente a un eventual riesgo que

pueda correr este recurso, para que la autoridad a cargo de resguardar este patrimonio natural tome las medidas que sean necesarias”, indicó. Otro de los objetivos del proyecto será generar y mantener colecciones de referencia de parásitos y de las condiciones patológicas de los mejillones. Todo lo anterior será complementado por la transferencia desde el CEFAS británico de técnicas de diagnóstico modernas, para ser aplicadas a enfermedades de difícil detección, lo cual incluye la capacitación en la técnica de hibridación in situ para detectar el protozoo Martelia sp. Además, como un cuarto objetivo del proyecto se espera implementar un apoyo virtual permanente desde el CEFAS británico.


Línea base para un sistema de vigilancia

Desde el sector gubernamental, Marcela Lara, jefa del Departamento de Salud Animal de Sernapesca, calificó como muy importante esta iniciativa, señalando que el primer objetivo es “tener una línea base, con resultados interesantes, para en el futuro implementar un sistema de vigilancia de enfermedades de mitílidos”. Por su parte, el rector de la sede Puerto Montt de Universidad Santo Tomás, Eugenio Larraín, valoró el apoyo de los servicios públicos a la hora de desarrollar el proyecto y la posibilidad de generar redes entre universidades, en el marco de este tipo de proyectos. “El hecho de unir investigadores de distintas casas de estudio, con diferentes especialidades, es muy relevante para obtener buenos resultados. Y lo que queremos es optimizar los recursos económicos a través de esta unión entre universidades”, aseveró Larraín. El directivo señaló que el rol de Universidad Santo Tomás, en esta iniciativa, se enfocará en una relación directa con las zonas de cultivo, con las empresas mitilicultoras y con los pescadores artesanales, para de esa forma obtener muestras de los centros productores y

de los bancos naturales. “Realizaremos los muestreos y los enviaremos a Coquimbo, para su posterior análisis histológico, lo cual se hará en conjunto entre los investigadores de ambas universidades (UST y la UCN). Y, en la parte final del proyecto, evaluaremos la posibilidad de establecer en el futuro una vigilancia sanitaria de los mitílidos, que es muy relevante para la sustentabilidad de esta industria”, puntualizó el rector de

la Universidad Santo Tomás, sede Puerto Montt. Finalmente, Cristian Lagos, subdirector del Programa de Acuicultura de Fondef-Conicyt, enfatizó la importancia de la actividad mitilicultora como industria exportadora y centrada en las Mipymes, añadiendo que el proyecto presentado en Puerto Montt es el primero que generará información base para detectar las enfermedades de los mitílidos”.

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Empresas

AquaVision cierra su versión 2016 instando a la colaboración de la industria acuícola

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a undécima versión de AquaVision, conferencia acuícola líder en el mundo, desarrollada entre el lunes 13 y el miércoles 15, en Stavanger, Noruega, fue oficialmente finalizada por Steven Rafferty, Managing Director del Grupo Skretting y miembro del Comité Ejecutivo de Nutreco. Agradeciendo la participación

de más de 375 asistentes, provenientes de 35 países, Rafferty comentó que no debiera existir ninguna duda de que la acuicultura contribuirá de manera importante para la producción de alimentos nutritivos a una población que se estima alcance los 9.000 millones de personas hacia el año 2050, instando, además, a que la industria sea más transparente en cuanto a sus acciones y

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ambiciones. Rafferty enfatizó en la importancia de que todos los actores de la industria se esfuercen en colaborar más para asegurar que todos están haciendo un buen trabajo y para mejorar globalmente la reputación de la acuicultura. “Estamos en las mismas aguas y no podemos trabajar solos. Es nuestra obligación cuidar esta industria entre todos, y esto ha sido uno de los temas que más se discutieron durante esta AquaVision y muchas otras de las que hemos realizado anteriormente”. Uno de los aspectos más apremiantes que requiere la atención de la industria es su respuesta a la megatendencia global de la resistencia antimicrobiana (AMR por sus siglas en inglés). Rafferty hizo eco de la petición hecha por KnutNesse, CEO de Nutreco, al inicio de AquaVision 2016 para generar mayor colaboración en toda la cadena de valor de la industria acuícola en la búsqueda de la reducción del uso de antibióticos. “En Skretting y Nutreco vemos esto como un punto crítico. Llamo a todos a que participen, vean lo que están haciendo en relación a los antibióticos y trabajen en conjunto para mejorar esta situación”, dijo Rafferty.

Melinka contará con cámara hiperbárica para el tratamiento de enfermedades del buceo

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partir del mes de agosto la comuna de Las Guaitecas contará con la tan esperada cámara hiperbárica que beneficiará a los más de 470 pescadores artesanales de Melinka y Repollal, que sufren, o pueden llegar a verse afectados, por las enfermedades y accidentes del buceo. La cámara más cercana se encuentra en la comuna de Quellón y, la verdad es que todos los accidentes, o mal de presión, hoy en día se suscitan en la comuna de Las Guaitecas, por lo que era necesario tener una cámara hiperbárica al servicio de nuestros trabajadores del mar”, señaló Cristian Alvarado Oyarzo, Alcalde de la comuna insular. El personal de la posta de Melinka será capacitado en la utilización de esta cámara, y una enfermera especializada en este tema, permanecerá de forma estable en la comuna, con el fin de poder prestar una atención las 24 horas de ser necesario. Para esto el municipio de Las Guaitecas firmará un convenio de colaboración con el Servicio de Salud de Aysén y la empresa Diver Chile. Actualmente la cámara se encuentra en Valparaíso y ya cuenta con los permisos de la Armada, a la espera del permiso del Servicio de Salud, para estar llegando a la Isla la segunda semana de julio, para ser inaugurada la primera semana de agosto.


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os fundadores del Laboratorio Pathovet, Ricardo Ildefonso, Natalia Soria-Galvarro y Marco Rozas, apostaron por cambiar el paradigma en el diagnóstico de enfermedades para peces de cultivo. En tres años de trabajo ya cosechan los frutos de esta apuesta, ganándose un espacio en el mercado y siendo recientemente reconocidos como uno de los 50 casos de innovación destacados por Corfo. Esta selección compila 50 emprendimientos chilenos que han logrado proponer y desarrollar con éxito nuevos conceptos en sus campos específicos. “Es el resultado de un intenso y disciplinado trabajo en equipo que nos ha permitido desarrollar y validar el prototipo y, lo más importante, que ya se convirtió en un servicio de laboratorio que es utilizado rutinariamente en el mercado para el que fue desarrollado”, señala Rozas, gerente de Laboratorio Pathovet, emprendimiento incubado por Austral Incuba, incubadora de negocios de la Universidad Austral (UACh) apoyada por Corfo. Según explica este emprendedor científico, Pathovet es un laboratorio emergente inserto en el nicho de mercado de los servicios de diagnóstico de enfermedades en acuicultura que, en tres años, se ha ganado un espacio en el mercado promoviendo una propuesta de valor innovadora y diferenciadora de la gestión sanitaria en acuicultura. “Ésta se basa en focalizar nuestra actividad en la respuesta de los peces más que en

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los patógenos. De esta manera, hemos desarrollado varios indicadores cuantitativos y predictivos con aplicación práctica a la toma de decisiones sanitarias y productivas de nuestros clientes, las que pretenden aportar a optimizar la gestión sanitaria y el control de enfermedades en nuestra industria”. En esta línea, todos los servicios de este laboratorio complementan y amplían el foco tradicional del diagnóstico basado en la detección de patógenos, aportando a comprender y predecir los mecanismos de respuesta del

hospedero, pensando en la población de animales sobrevivientes más que en la mortalidad y, en consecuencia, potenciando la medicina preventiva más que la curativa. En estos momentos, Pathovet está ejecutando un nuevo proyecto InnovaChile de CORFO de la Línea de Validación y Empaquetamiento de Innovaciones, denominado “Validación y empaquetamiento técnico-comercial de nuevos servicios de expresión génica basados en sets RT-qPCR Mútiples para evaluar el estado fisiológico de salmones en cultivo”.

Salmonera chilena alcanza categoría más alta en certificación de Buenas Prácticas de Acuicultura

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Empresas

Laboratorio de diagnóstico acuícola entre los 50 casos de innovación destacados por Corfo

a reciente certificación BAP (Best Aquaculture Practices) de las operaciones de la Piscicultura Curarrehue de Los Fiordos, ubicada en la región de La Araucanía, se suma a las ya obtenidas por la Planta de Alimentos Pargua, la Planta de Procesos Quellón y 13 centros de cultivo de la empresa, que, actualmente, certifica bajo este estándar todas las etapas del ciclo productivo. El estándar comprende una revisión exhaustiva del cumplimiento de criterios ambientales, inocuidad, trazabilidad, salud y bienestar animal, relaciones laborales y relaciones con la comunidad. Sady Delgado, gerente general de Los Fiordos, destacó que “estamos muy contentos con este reconocimiento que confirma el compromiso de nuestra compañía con la producción sustentable. Las cuatro estrellas de BAP y nuestros 13 centros de cultivo certificados en ASC ratifican nuestro liderazgo a nivel mundial en sustentabilidad y cuidado del medio ambiente.


Acuicultura

Fish Vet Group y Aquagestión:

Laboratorios en la zona sur, nuevas instalaciones para el servicio de la industria acuícola

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n esta edición, quisimos conocer y recorrer las instalaciones de dos nuevas infraestructuras que, en menos de un año, se han puesto a disposición de la industria acuícola. Se trata de Fish Vet Group y Aquagestión que, con la cons-

trucción de modernos edificios, muestran su confianza en el repunte de un sector de gran relevancia económica para la zona sur de nuestro país. A continuación, un resumen de las principales novedades que pudimos recoger en nuestra visita a ambas empresas.

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Puerto Montt:

Tecnología de punta y personal de primera línea es la apuesta de Fish Vet Group en Chile Desde el año pasado, Fish Vet Group está presente en Puerto Montt. El laboratorio de servicios para la industria acuícola, de origen británico, aterrizó en Chile este año y lo hizo implementando la más avanzada tecnología. Perteneciente al grupo Benchmark Holding del Reino Unido, Fish Vet Group está orientado a la acuicultura como foco de su negocio, con instalaciones en Irlanda, Escocia, Islandia, Estados Unidos, Chile y, próximamente, Brasil. La infraestructura de Fish Vet Group, ubicada en Puerto Montt, cuenta con 1.200 metros cuadrados construidos, con un edificio diseñado por completo para albergar instalaciones para salud animal. De esa forma, existen áreas de contención, que evitan la contaminación cruzada y ayudan a mantener la bioseguridad de las instalaciones. Por ejemplo, muestras de reproductores ingresan por un área distinta de las muestras de rutina sanitaria. En el caso de las últimas, las que son de mar se procesan en un lugar distinto a las muestras de agua dulce, lo que permite mantener la sustentabilidad del proceso, especialmente en meses de invierno, cuando se presenta un alto flujo de muestras para screening. Hoy en día el laboratorio cuenta con un staff de 8 profesionales, contingente que se espera duplicar a fines de 2016. En las instalaciones de la compañía, ubicadas en el Parque San Andrés de Puerto Montt, nos reunimos con Javier Moya, gerente general de Fish Vet Group Chile, quien nos comentó que este es el primer laboratorio internacional de salud de peces que se instala en Chile, por lo que los estándares de las instalaciones están basados en las directrices de su

casa matriz. “Hay una inversión muy importante en lo que es equipamiento y en implementación de nuevas tecnologías”, señala Moya. En lo que es biología molecular, por ejemplo, el laboratorio cuenta con una plataforma de Roche denominada Flow de PCR, que es un set de 4 robots que procesan las muestras desde la recepción hasta la entrega de resultados de forma automática, casi sin intervención humana. “Eso, nos permite hoy entregar resultados después de 6 a 8 horas, por cada batch de muestras, además de entregar la confiabilidad de que cada batch es 100% reproducible, con calidad asegurada en términos de eficiencia, sin riesgo de contaminación cruzada. Incluso, la plataforma da la posibilidad de pasar de 96 a 364 muestras, con lo que cada 6 ó 7 horas se pueden sacar 364 análisis a la vez. Al ser automatizado, nos permite trabajar con menos personal, pero mucho más calificado para operar en las partes críticas. Este sistema es el único que hay en Latinoamérica y es una apuesta fuerte del grupo por la industria nacional”, indica el gerente general de la firma, quien añade que “la empresa ve al mercado chileno hacia el futuro. Porque si bien hay un período de crisis actual, toda esta inversión está pensada en una industria que es sustentable y que se va a levantar”.


Otra área en la que Fish Vet Group realizó una inversión importante es en la de histopatología. Un 80% de los análisis de este tipo que se efectúan en Escocia, por ejemplo, son realizados por Fish Vet Group, lo que permite tener una red de histopatólogos de 22 profesionales, a nivel global, quienes, vía online, pueden analizar los distintos casos de Chile. De esa forma es posible realizar reuniones clínicas online y analizar con los otros profesionales de Fish Vet Group los casos que sean más complejos o impliquen algún análisis más profundo. “Esto se hace a través de una plataforma de Leica, sistema que tiene la gracia de ser semiautomatizado, lo que permite procesos muestras de histología en 24 horas, lo cual puede ser una ventaja para las compañías de la industria. Este sistema se basa en cortes histológicos que son digitalizados por un scanner, con imágenes que pesan 5 gigas cada una, las cuales se almacenan en un servidor en red, el cual está disponible, tanto para el cliente como para que los histopatólogos de Fish Vet Group alrededor del mundo que puedan revisar dicha carpeta. Así, un profesional de Chile puede solicitar a uno de Noruega que revise los casos. “Lo que queremos entregar es una asesoría y un apoyo a los departamentos de salud veterinarios de las empresas acuícolas. El laboratorio tiene toda esta infraestructura como parte del apoyo, pudiendo tener esta interacción con profesionales de Europa, quienes tienen conocimiento de enfermedades que aún no están presentes en Chile. El gran aporte nuestro, hoy en día, es poder traer información desde otros países a Chile, con un acceso bastante fluido. Nuestros clientes tienen la libertad de contactar a nuestros patólogos en otros países, pedir segundas opiniones, lo cual hoy es mucho más fácil”, sostiene Moya. Además, Fish Vet Group posee personal de apoyo en terreno, de tal forma de brindar cierta autonomía a los centros de cultivo para evaluar la condición sanitaria de sus peces.

- ¿Cómo ha sido el interés de la industria por contar con los servicios de Fish Vet Group?

“Hay mucho entusiasmo de las compañías por trabajar con nosotros. En general, las áreas técnicas de las compañías conocen el trabajo de Fish Vet Group fuera de Chile y, por lo tanto, existe la intención de trabajar con ese modelo”.

- ¿Qué tipo de servicios están entregando a la industria acuícola?

“Hay que pensar que la construcción de este laboratorio partió en septiembre de 2015, el edificio fue entregado en enero de este año y, en marzo ya estaba 100% operativo. Desde ese mes hemos comenzado a recibir muestras, en la medida que el laboratorio ha ido finalizando cada una de las etapas de validación, en cada una de sus áreas, por parte de la autoridad. Tenemos un programa de servicios bastante amplio y de aquí a diciembre tenemos contemplado completar sobre 300 plataformas de análisis para la industria. Sin embargo, ya está implementado todo lo que es biología molecular, cultivo celular, microbiología y todos los servicios más generales para la acuicultura. Y, a medida que nos acerquemos a fin de año, vamos a ir incorporando todo el resto de los chequeos, como es el caso de patógenos no tan recurrentes”.

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Aquagestión y FAV Recalcine: 16

Un parque tecnológico para la acuicultura y la industria de los alimentos del sur de Chile Visitamos las instalaciones de Aquagestión, compañía que, desde fines del año pasado, posee todos sus departamentos en su nuevo edificio de la Ruta 5 Sur. En dicho lugar también está la nueva infraestructura del Laboratorio FAV Recalcine. La novedad es que aparte de las oficinas comerciales de FAV, dichas instalaciones también poseen un laboratorio de desarrollo para elaborar productos biológicos, además de un centro experimental para evaluar dichos productos.

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n diciembre de 2015, Aquagestión inauguró sus nuevas instalaciones de caso 5.000 M2. Dicho edificio, ubicado en el kilómetro de la Ruta 5 Sur, es compartido junto al Laboratorio FAV Recalcine, ya que ambas empresas son controladas por Abott Laboratories. La idea de Abott Laboratories fue concentrar todas sus áreas en un mismo lugar. Así es como hoy en día Aquagestión posee todos sus departamentos en las instalaciones de la Ruta 5 Sur: Área de Medio Ambiente, Área de Salud, Área de Inocuidad, Área de Cromatografía de Trazas, Área de I+D, más el área de Capacitación. Visitamos las instalaciones ubicadas en Puerto Varas y conversamos con Eduardo de la Fuente, gerente general de Aquagestión, quien nos comentó que “el que todas las áreas se encuentran en un mismo edificio nos ayuda a ser más eficientes, hacer sinergia entre las áreas y poder ofrecer a los clientes un servicio mucho más integrado, con mayor valor”. Así es como hoy en día, en las instalaciones de Aquagestión se realizan análisis de alimentos como erizos, centollas, alimentos preparados, entre otros. Una de las novedades de la firma perteneciente a Abott Laboratories es la implementación de un sistema capaz de determinar la presencia de la temida Listeria monocytogenes en cada punto de una planta de proceso de alimentos. “Secuenciamos la Listeria, le otorgamos una identificación y con ello podemos determinar, en cada planta, la ruta de contaminación del patógeno. Con esa herramienta, las empresas han podido reducir considerablemente la presencia de Listeria monocytogenes. Todo eso lo hemos logrado con la implementación de técnicas de biología molecular”, nos explica Eduardo de la Fuente.


Otra de las ventajas que posee el Área de Cromatografía de Trazas de Aquagestión es que dispone del único equipo cromatógrafo líquido masa-masa de la zona. Mediante dicho equipamiento es posible realizar análisis de toxinas marinas para la industria de los mitílidos, según la normativa de la Unión Europea, que comenzó a regir desde el año pasado. “Como laboratorio privado, somos los únicos que tenemos montada la técnica hoy en día. Además, con esta técnica podemos realizar los análisis de oxitetraciclina para la industria del salmón”, agrega el gerente general de Aquagestión.

Laboratorio FAV Recalcine

La segunda apuesta de Abott Laboratories es la instalación del Laboratorio FAV Recalcine, en el edificio contiguo a Aquagestión. La novedad es que aparte de las oficinas comerciales de FAV, dichas instalaciones también poseen un laboratorio de desarrollo para elaborar productos biológicos, además de un centro experimental para evaluar dichos productos. Para Eduardo de la Fuente, gerente general de Aquagestión, esto reafirma la sinergia entre una empresa de servicios y otra de productos. “Compartimos transversalmente la mayoría de los clientes del sector acuícola. La idea es tener aquí un parque tecnológico para la acuicultura y la industria de los alimentos”, nos comenta Eduardo de la Fuente. De esa manera, en las nuevas instalaciones de FAV Recalcine, se pueden elaborar algunos productos a escala piloto, probarlos y posteriormente llevarlos a una producción industrial. Para ello, el edificio cuenta con cinco salas de prueba habilitadas con estanques con flujo de agua dulce y/o salada, según los requerimientos de las pruebas a realizar.

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Investigación Taller:

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Estudian impacto del cambio climático en recursos como el chorito, loco, jurel y macroalgas Investigadores de la PUCV y de la U. Santo Tomás difundieron resultados del proyecto “Identificación, caracterización y vulnerabilidad al Cambio Climático de hábitats esenciales asociados a recursos hidrobiológicos de importancia económica en Chile”.

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nvestigadores de la Escuela de Ciencias del Mar (ECM) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y del Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático de la Universidad Santo Tomás realizaron, el 1 de julio, el taller de difusión de resultados del proyecto “Identificación, caracterización y vulnerabilidad al Cambio Climático de hábitats esenciales asociados a recursos hidrobiológicos de importancia económica en Chile” (FIPA N°2014-25). “La protección de hábitats esenciales es un reto para la producción pesquera a largo plazo ya que la gestión de los recursos se debe realizar mediante un enfoque ecosistémico y precautorio. Para la investigación pesquera, las variables oceanográficas cumplen un rol importante en la modelación de la distribución y abundancia de peces en el océano”, afirma el Dr. Claudio Silva, académico de la ECM e investigador responsable del proyecto. El estudio se centró en especies que conforman pesquerías con características distintas desde el punto de vista geográfico, de la posición en la cadena trófica, de aspectos socio-económicos y de manejo. Entre los recursos analizados están el jurel (Trachurus murphyi) que se distribuye frente a Chile; la anchoveta (Engraulis ringens) de la zona centro-sur; las macro algas pardas (Lessonia, Macrocistys), de la macrozona norte; el loco (Concholepas concholepas), a nivel nacional y, el chorito (Mytilus chilensis) de la zona sur. Para generar una matriz de conocimiento e información de variables oceanográficas y ambientales respecto del hábitat esencial asociado a los recursos pesqueros mencionados, y elaborar modelos conceptuales y predictivos se llevó a cabo una exhaustiva recolección e investigación bibliográfica, sistematizada mediante un programa informático de última generación. En total, se generaron 601 referencias para los distintos recursos pesqueros estudiados, además de bases de datos históricas de las pesquerías y del medio ambiente, necesarias para elaborar los modelos predictivos.


Los resultados de los modelos predictivos indican que, para el jurel, el efecto del aumento de temperatura y de la leve disminución de la productividad primaria lo favorecería, aumentando su hábitat esencial (más apto) hacia el año 2055, mientras que, para la anchoveta de la zona centro-sur, el impacto sería extremadamente negativo, perdiendo un 93% de su hábitat apto. En el caso del loco se predice una mantención de su hábitat esencial a lo largo de la costa de Chile y un leve aumento en idoneidad hacia áreas costeras localizadas más al sur de los 35°S. Para el chorito, el aumento en la temperatura del mar se reflejaría en un incremento en la idoneidad ambiental hacia el sur del país (latitudes > 42°S), mientras que para las macro algas pardas se proyecta una mantención del hábitat esencial. “Los resultados obtenidos permiten tener una primera visión global de cómo las pesquerías se han ido desarrollando en el tiempo y de cómo el ambiente y el accionar del ser humano afectan y afectarán la distribución espacial de los recursos. Son herramientas útiles para tomar decisiones y acciones en pos de la sostenibilidad de los recursos y del medio ambiente marino”, explica el Dr. Silva.

Este proyecto de investigación, implementado por investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y de la Universidad Santo Tomás, ha sido financiado con aportes del Fondo de Investigación Pesquera y Acuicultura del Gobierno de Chile. Los resultados de los modelos predictivos son herramientas e insumos importantes para asesorar en la elaboración del Plan de Adaptación al Cambio Climático que desarrollan el Ministerio del Medio Ambiente y la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de Chile. El cambio climático está afectando y/o modificando algunas características fundamentales de los océanos, las costas y los ecosistemas. La temperatura, los patrones de corriente oceánica, la productividad primaria, la acidez, el contenido de oxígeno y otras condiciones están cambiando y generando un

impacto en las funciones, la distribución y los ciclos de desarrollo de las especies, así como en las relaciones que se establecen entre ellas. Conclusiones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) establecen que los extremos se profundizan y que las zonas oceánicas más salinas aumentan su salinidad, mientras que las menos salinas se vuelven cada vez más dulces.

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Salmonicultura

Junio:

Publican informe de uso de antimicrobianos en salmoneras detallado por empresas Sernapesca destacó que, por primera vez, desde que se realiza este reporte, se incluye la información desagregada por empresas. Organización de conservación marina Oceana valoró el nuevo informe, pero llamó a transparentar datos sobre la cantidad y tipo de antibióticos utilizados por cada firma y centro de cultivo, ya que los contenidos proporcionados resultan insuficientes para analizar a cabalidad el real funcionamiento de la industria.

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Según lo establecido en la Ley General de Pesca y Acuicultura, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) publicó el viernes 10 de junio el “Informe sobre uso de antimicrobianos en la salmonicultura nacional”, año 2015. Además, por primera vez, desde que se realiza este reporte, se incluye la información desagregada por empresas. Así lo explicó el Director Nacional de Sernapesca, José Miguel Burgos, quien subrayó la importancia de publicar la información sobre el uso de antibióticos en la salmonicultura. “Existe una creciente preocupación, por parte de la ciudadanía, respecto de los procesos productivos de esta industria, y nos parece importante corresponder a ese interés con la mayor transparencia”, indicó.

De este modo, el informe, que se publica desde el 2011 (con datos desde el 2005 en adelante), ya no contará sólo con información de los tratamientos antibióticos desagregada por especies, fase de cultivo, tipo de enfermedad, agrupación de concesiones y regiones, entre otros, sino también el uso de antimicrobianos separada por empresa de cultivo en mar. En ese sentido, Burgos valoró que 22 de las 25 empresas con centros de cultivo en mar, hayan accedido a entregar esta información, y manifestó su confianza en que para las siguientes versiones de este reporte, puedan contar con el 100% de la industria.

Índice de consumo

El informe consigna que el año pasado se observó una mantención de los niveles de uso de antimicrobianos, respecto al año 2014. Sin embargo, debido a una menor cosecha el período anterior (109 mil toneladas menos, aproximadamente) se produjo un aumento del denominado “índice de consumo”, que es el porcentaje de antibióticos por tonelada

de biomasa cosechada. Con los datos preliminares de la cosecha de salmónidos del 2015, este indicador alcanzó el 0,066%, el más alto desde el 2007. El informe señala, entre otros aspectos, que durante el año 2015, se mantiene la tendencia de uso de los años anteriores, con una participación marginal de flumequina, eritromicina y amoxicilina y una mayor participación de florfenicol y oxitetraciclina, representando en conjunto el 98% de los antimicrobianos utilizados por la industria. Además, sostiene que durante el año pasado, el 96% de los antimicrobianos utilizados en la industria se administraron en centros marinos y el 4% en centros de agua dulce, manteniéndose la relación respecto al año 2014. En cuanto al consumo de antimicrobianos en las distintas Agrupaciones de Concesiones de Salmónidos (ACS) de la región de Los Lagos, de Aysén y Magallanes, durante el año 2015, el consumo promedio por ACS en la región de Los Lagos fue de 12,4 toneladas; en la región de Aysén de 7,5 toneladas y, en la región de Magallanes, fue de 1,5 toneladas.


Anuncio de SalmonChile

Informe se valora, pero sería insuficiente

La organización de conservación marina Oceana valoró el nuevo informe del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) sobre el uso de antibióticos en las salmoneras chilenas en 2015, pero llamó a transparentar datos sobre la cantidad y tipo de antibióticos utilizados por cada firma y centro de cultivo, ya que los contenidos proporcionados resultan insuficientes para analizar a cabalidad el real funcionamiento de la industria.

“El reciente informe publicado por Sernapesca es, sin duda, un inédito avance. Al comparar estas 22 empresas vemos que existen algunas que, por tonelada de salmón producido, utilizan hasta 10 veces más antibióticos que otras. Sin embargo, aún faltan datos que permitan evaluar el funcionamiento de la industria con la rigurosidad necesaria”, señaló Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva interina de Oceana. Según la ONG, la cifra de antibióticos publicada en el “Informe sobre uso de Antimicrobianos en la Salmonicultura Nacional 2015”, evidencia el aumento progresivo y desmedido en el uso de antimicrobianos, alcanzando, este año, un récord histórico de 660 gr de antibiótico por tonelada de biomasa producida, lo que implica un aumento del doble de lo utilizado hace 5 años. Para la organización, si bien el reporte incluye por primera vez datos más detallados de 22 de las 25 compañías que poseen centros de cultivo en el mar, constituyendo el 88% de las empresas, todavía falta desglosar el origen por firma y centro de cultivo de las 63 toneladas restantes de la cifra global de 557 toneladas de antimicrobianos. Las empresas que no accedieron a entregar información fueron Invermar, Ice Val y Salmones de Chile S.A., indicó Oceana.

En la misma línea de Sernapesca y lo que solicitan otras organizaciones, el sector salmonero anunció, a principios de junio, que entregará las cifras de consumo de antibióticos por empresas productoras. En este contexto, la industria, a través de SalmonChile, se encuentra preparando un reporte de sustentabilidad del sector, el cual no sólo incluirá las cifras de uso de antibióticos, sino otras informaciones que también pueden ser de interés público referente a la actividad. Asimismo, se convocará a una mesa de trabajo con terceros organismos, para analizar estas informaciones. “La industria del salmón entiende las demandas de las comunidades por conocer estas cifras, en ese contexto y como una forma de escuchar y hacerse cargo de esta problemática, la industria pondrá a disposición información al respecto”, explica Felipe Sandoval, presidente de SalmonChile A.G. A juicio del gremio, es importante recalcar que en Chile, el uso de antibióticos en la industria acuícola está regulada por el Reglamento de medidas de protección, control y erradicación de enfermedades de alto riesgo para las especies hidrobiológicas también conocido como Reglamento Sanitario para la Acuicultura (RESA) y normado por el Servicio Nacional de Pesca. Asimismo, de acuerdo con lo subrayado por la entidad gremial, los antibióticos utilizados no están listados en la lista de fármacos críticos de la OMS para consumo humano, y su uso se realiza de acuerdo a las normas internacionales y las recomendaciones de la OIE, respecto de su uso exclusivamente terapéutico y en beneficio del bienestar animal. Los antibióticos utilizados están 100% aprobados en los mercados de destino.

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Acuicultura y acuiponĂ­a:

El cultivo sustentable de trucha arcoĂ­ris comienza a tomar fuerza en el norte de Chile


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Durante nuestra gira por el norte del país, nos llamaron especialmente la atención tres proyectos que buscan cultivar la trucha arcoíris Oncorhynchus mykiss. Uno en Copaquilla, comuna de Putre, Región de Arica y Parinacota, que desarrolla la Universidad Arturo Prat; otro en el cerro Falda Verde, comuna de Chañaral; y un tercero, y quizás el más conocido, en la comuna de Vicuña, Valle del Elqui.

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omo muchos se habrán enterado, por nuestra página web y redes sociales, desde fines del mes de junio y hasta mediados de julio de este año, Mundo Acuícola realizó una extensa gira por el norte de Chile. El objetivo principal era observar, en terreno, los avances de los distintos proyectos relacionados con la acuicultura que hoy se llevan a cabo en el Norte Grande y el Norte Chico de nuestro país. Y después de recorrer las cinco regiones de esa macrozona, podemos afirmar que, desde Arica y Parinacota,

hasta la Región de Coquimbo, actualmente existe una nueva corriente a nivel experimental, que pretende hacer acuicultura sustentable y sostenible, aprovechando al máximo los recursos naturales, pero al mismo tiempo, resguardando el uso del agua y la energía. En ese sentido, nos llamaron especialmente la atención tres proyectos que buscan cultivar una especie que, en el sur del país, se produce a escala industrial, pero de una forma bastante diferente a como se realiza en las regiones más australes del país: la trucha arcoíris Oncorhynchus mykiss.


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El primero de ellos se ubica en Copaquilla, comuna de Putre, Región de Arica y Parinacota. Se trata de una iniciativa desarrollada por la Universidad Arturo Prat y que se levantó con aportes del Gobierno Regional, a través del Fondo de Innovación a la Competitividad (FIC) por $180 millones. En ese lugar, hace casi dos años, se levantó un cultivo de trucha arcoíris en sistemas de recirculación, como alternativa sustentable y de desarrollo productivo para comunidades precordilleranas. El proyecto hoy demuestra que la actividad acuícola, en dichas zonas, es factible, por lo que se busca continuar con la iniciativa a través de una segunda etapa. Una semana después, nos trasladamos hasta la comuna de Chañaral, lugar donde conocimos el Proyecto FIC 1405 – Falda Verde “Desarrollo de un sistema de cultivo mixto sustentable de peces y hortalizas utilizando agua de atrapaniebla y energías limpias en sector Falda Verde, comuna de Chañaral – Región de Atacama”.

Finalmente, el sábado 9 de julio llegamos hasta la comuna de Vicuña, en el Valle del Elqui. Allí recorrimos las instalaciones de la Granja Agro-Acuícola Diaguitas, emplazamiento de un cultivo acuapónico, donde truchas crecen sin necesidad de medicamentos y se comercializan de manera directa a los visitantes de la zona quienes, ademá, tienen la posibilidad de adquirir otros productos, como miel y hortalizas. Un aspecto relevante radica en el hecho que los alevines de trucha, para estos tres proyectos, son originarios de la piscicultura Río Blanco Federico Albert Taupp, que es administrada por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y que no utiliza antibióticos ni otros fármacos para producir estos peces. De ahí que, actualmente, quienes dirigen estos proyectos, en el norte de Chile, estén impulsando el establecimiento de una barrera sanitaria que impida la llegada de truchas del sur de Chile o de países vecinos, como Perú. Esto, para evitar el arribo de enfermedades o de ejemplares tratados con medicamentos.


Copaquilla, el cultivo de truchas ubicado a mayor altitud en Chile La primera visita de Mundo Acuícola a un cultivo de truchas en el norte se efectuó el jueves 30 de junio. Ese día, junto a Renzo Pepe Victoriano, investigador de la Universidad Arturo Prat y director del proyecto “Cultivo de trucha arcoíris en sistemas de recirculación como alternativa sustentable y de desarrollo productivo para comunidades precordilleranas de la Región de Arica y Parinacota”, nos trasladamos hasta la quebrada de Copaquilla, localidad ubicada a 85 kilómetros de la capital de dicha región, sector geográfico que es parte de unos de los principales puntos turísticos de la comuna de Putre. Como director de la iniciativa, Pepe subraya la principal conclusión de los dos años que duró el proyecto: es que la trucha arcoíris se puede cultivar con éxito en la precordillera de la región. “Pasamos por distintos pasos, incluso con resultados que no esperábamos, pero hay que destacar lo positivo. La idea es en unos dos o tres años tener una producción constante de truchas cultivadas en la región”, asevera el investigador, quien agrega que “esto nos da el puntapié inicial para poder decir que puede haber cultivo de trucha en la zona. No me cabe la menor duda que esta especie puede liderar el cultivo de especies acuícolas continentales”. En el marco de la iniciativa se obtuvieron parámetros y variables críticas de cultivo, tales como porcentajes de sobrevivencia e índices de crecimiento, información que será muy relevante para el desarrollo exitoso de la acuicultura de trucha arcoíris en la precordillera. Tal como pudimos observar en terreno, las instalaciones constan de una sala de incubación y alevinaje para la mantención de 40 mil ovas y la producción de 20 mil alevines. Además, cuentan con una unidad de recirculación para producir 5 mil truchas de 500 gramos.

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Cultivo en lugar extremo

Uno de los aspectos que llaman la atención de esta iniciativa es la altitud en la que está ubicada, a casi tres mil metros sobre el nivel del mar, lo que la convierte en la piscicultura de recirculación, a pequeña escala, a mayor altura en Chile. Todo un hito para un proyecto que busca dar el puntapié inicial para desarrollar tecnológicamente el cultivo comercial de trucha arcoíris en el extremo norte de nuestro país. Además, el traslado de los alevines desde la Región de Valparaíso, lugar donde se ubica la piscicultura Río Blanco (a 50 kilómetros al interior de Los Andes), hasta Copaquilla fue toda una odisea, en la que las 5 mil truchas tuvieron que soportar un viaje, por tierra, de más de 42 horas. Un trayecto bastante duro para los peces y se efectuó en el mes de octubre de 2015, en un camión con control de temperatura, para así mantenerla lo más estable posible. En las primeras cuatro horas se controlaban los parámetros (temperatura y oxígeno) cada una hora, posteriormente cada 3 y las últimas doce horas cada 4, manteniendo los niveles de temperatura entre los 9,7ºC (con las que salieron de la piscicultura de Río Blanco) y los 13ºC (con las cuales llegaron, que era similar a los estanques del Centro de Cultivo de Copaquilla). De la misma forma, se mantuvo el oxígeno alto durante todo el transporte (por sobre los 15 mg/l). En el marco del mismo proyecto, se elaboraron protocolos de cultivo de trucha (incubación, alevinaje y engorda) en precordillera, se capacitó a agricultores en el cultivo, se diseñó un plan de negocios y modelo productivo. La idea es desarrollar un nuevo polo económico para los productores de la zona, ya que la agricultura otorga dividendos por seis meses, mientras los otros meses deben bajar a Arica para poder crear nuevos ingresos.


Otra de las actividades planificadas, en el marco del proyecto, era la de realizar una prueba de productos en el mercado regional. Fue así como la trucha cosechada en Copaquilla tuvo una excelente aceptación entre los clientes y chefs de destacados restaurantes de la región. Durante nuestra estadía en Arica, conversamos con Javiera Valencia, chef del restaurant Varo’s, de esa ciudad, cuya especialidad son los pescados y mariscos. La profesional indicó que es novedoso contar con pescado proveniente de acuicultura en la misma región de Arica y Parinacota. “Cuando llegó el producto fue una idea bastante atractiva, ya que no es común en la zona. Y, cuando empezamos a probar esta trucha nos dimos cuenta que es un pescado muy versátil, que soporta altas temperaturas, como cocciones nulas en el caso del cebiche o un sashimi en caso del sushi. Además, la suavidad del pescado es un atributo atractivo para quienes gustan de comer pescado, pero no tan intenso. Por otra parte, es un pescado azul que no tiene tanta intensidad en el sabor, como el atún o la albacora, que a veces son muy fuertes para algunas personas”, señaló la chef a Mundo Acuícola.

En cuanto a la aceptación del público, Javiera Valencia indicó que hay preparaciones que han sido muy elogiadas, como es el caso de la moqueca. “La trucha hace mucho más suave a preparaciones con crema y con eso se destaca mucho más el pescado. Y yo, como cocinera, que lo tiene que aceptar antes que llegue al público, quedé encantada con el producto”. Cabe señalar que el proyecto para cultivar truchas en la zona precordillerana de Copaquilla se enmarca dentro de la “Estrategia para el desarrollo de la acuicultura en la Región de Arica-Parinacota 2015-2024”, zona donde la acuicultura ha sido reconocida como una actividad con potencial económico, dicha zona puede tener protagonismo en esa diversificación. Porque si bien, hasta la fecha, los cultivos acuícolas regionales solo han alcanzado niveles exploratorios, existen excelentes condiciones ambientales en el norte para impulsar cultivos de moluscos, peces y algas. El proyecto “Estrategia para el desarrollo de la acuicultura en la Región de Arica-Parinacota 2015-2024” se desarrolla con aportes del Fondo de Innovación para la Competitividad, FIC.

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Falda Verde, el cultivo de truchas con agua de atrapanieblas 28

Luego de un extenso trayecto por los alrededores de Chañaral, el miércoles 6 de julio logramos observar el desarrollo de un sistema de cultivo mixto sustentable de peces y hortalizas, utilizando agua de atrapaniebla y energías limpias. Se trata de una iniciativa financiada con recursos del Fondo de Innovación para la Competitividad FIC 2014-2015 del Gobierno Regional de Atacama y aportes de Minera Mantos Copper. El proyecto, que se denomina “Falda Verde, desarrollo de un sistema de cultivo mixto sustentable de peces y hortalizas, utilizando agua de atrapaniebla y energías limpias”, es ejecutado por los profesionales del Centro Regional de Investigación y Desarrollo Sustentable de Atacama, CRIDESAT y se ubica en el sector del cerro del mismo nombre, en la comuna de Chañaral, Región de Atacama. Durante la visita, en primera instancia, llegamos hasta las cercanías de la playa Pan de Azúcar, para enfilar hacia los faldeos del Cerro Falda Verde, sitio donde se ubica el cultivo acuapónico de peces y vegetales como lechugas, berros, Aloe vera, acelgas y orégano. Allí se encuentran los mil ejemplares de trucha de la especie arcoíris, también provenientes de la piscicultura de Río Blanco de Los Andes, de unos 250 a 300 gramos de peso, las cuales están en seis estanques con sistema de recirculación. Guiados por Pablo Ávalos, jefe del centro de cultivo acuapónico; Hugo Streeter, presidente de la Agrupación de Atrapanieblas de Chañaral y gestor de la iniciativa, además de profesionales del Cridesat UDA, logramos ver los, hasta ahora, promisorios avances del proyecto. Posteriormente, y tras serpentear senderos y ascender escarpadas pendientes, logramos llegar a la cima del Cerro Falda Verde, lugar donde se ubican los atrapanieblas, desde donde desciende gran parte del agua utilizada en el cultivo acuapónico, ubicado varios cientos de metros más abajo. “Todos nuestros estanques, tuberías y filtros los llenamos con 50 metros cúbicos de agua, la cual hacemos recircular, pero el agua con fecas, proveniente de los peces, se va refrescando con agua de atrapaniebla. Así, se genera un nivel de recirculación de aproximadamente un 60% y un 40% de agua de

refresco, aunque el objetivo es llegar a un 80% de agua de recirculación y un 20% de agua de refresco”, nos explica Pablo Ávalos, de Cridesat. En decir, se trata de un proyecto que le da un valor agregado al agua que produce la Agrupación de Atrapanieblas de Chañaral. “Se ha registrado una producción de hasta 10 mil litros de agua al mes desde que iniciamos las pruebas, que fue el mes de junio de este año. La idea del proyecto es cuantificar esa producción de agua durante los 15 meses de duración de la iniciativa, en su primera etapa (que finalizó el mes pasado), para en una segunda etapa instalar otros 20 atrapanieblas, para tener mayor producción de agua y validar la tecnología de recirculación”, complementa el jefe del centro de cultivo, quien agrega que el objetivo de la iniciativa es fomentar una cultura de Innovación y emprendimiento en el sector acuícola y agrario de la comuna de Chañaral, Región de Atacama, mediante la implementación de este sistema de cultivo mixto sustentable de peces y hortalizas, utilizando agua de alta pureza proveniente de atrapanieblas, además de energías limpias. “Queremos producir trucha con agua de excelente calidad, conectada directamente con el cielo. Es una zona geográfica donde el tema hídrico es un problema importante y por eso el foco de este proyecto es en el agua. Creemos que es un cultivo único a nivel mundial y es una presión técnica para nosotros. La idea es que el proyecto no se pierda en el tiempo y genere un impacto en la zona”, comenta Pablo Ávalos, jefe del centro que ya ha recibido varias visitas de la prensa nacional y extranjera, por lo novedoso del sistema. En cuanto a la segunda parte del proyecto, ésta considera la instalación de más atrapanieblas, paneles fotovoltaicos, además de la capacitación de los beneficiarios del proyecto, quienes ya han sido instruidos en técnicas de desove, incubación, manejo, bioseguridad y traslado de truchas, por profesionales de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. “No queremos competir con otros productores de trucha. Queremos que nuestro producto se diferencie del resto por su proceso”, finaliza Ávalos.


Diaguitas, la granja biointegrada que cultiva truchas y hortalizas de forma sustentable En la última escala de nuestra gira por el norte, llegamos hasta el valle del Elqui para observar un cultivo acuapónico que se logró levantar de los temporales que azotaron al norte de nuestro país el año pasado. Allí pudimos ver cómo truchas de la especie arcoíris pueden crecer sanas, sin medicamentos ni enfermedades, en un entorno que llama la atención para cualquier visitante. Se trata de la granja Agro-Acuícola Diaguitas, ubicada en la localidad del mismo nombre, en la comuna de Vicuña, Región de Coquimbo. En ese lugar conversamos con Germán Merino y Elizabeth von Brandt, un matrimonio de investigadores de la Universidad Católica del Norte que, el año 2012, decidió dar un giro en sus vidas. En esa fecha comenzaron a concretar lo que hoy es el cultivo acuipónico más exitoso de nuestro país. Y lo mejor de todo, lo han realizado de manera amigable con el entorno. Porque según la pareja de investigadores y emprendedores, un aspecto relevante es que no se han visto en la necesidad de medicar a los peces a lo largo de cada ciclo productivo. De esa forma, este emprendimiento familiar, que en sus comienzos fue cofinanciado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), hoy desarrolla un sistema de cultivo biointegrado, con tecnologías eficientes en el uso del agua y energía. Todo comenzó con un cultivo lo más artesanal posible, como nos comenta don Germán, quien recalca que “la idea era que cualquier profesional relacionado con la acuicultura pueda observar el sistema y diga que también lo puede hacer. Es decir, algo no muy complejo ni muy lejano, con producciones manejables, donde los animales gozan de una mejor salud. Hasta ahora, no nos hemos visto en la necesidad de medicar a las truchas”, dice Merino, quien postula que desde un comienzo se propusieron implementar “un cultivo bioecológico, donde lo que uno conoce como conta-

minación, se convierte en un nutriente”. Un sistema que llama la atención del visitante, ya que mientras visitamos la granja, pudimos observar el interés del público por conocer el cultivo, mientras aprovechaban de adquirir algunos de los productos de la granja. Pero no ha sido fácil el camino. El año pasado, con motivo de los temporales que afectaron a la zona norte de Chile, la granja se vio seriamente afectada, perdiendo el 100% de la producción de camarón de río que tenían en ese entonces y el 80% de la producción de truchas. “Eso nos generó un retroceso en lo que habíamos logrado hacer. Pensamos incluso cerrar el centro, pero vino la gente de FIA, con la cual partimos el proyecto y ellos nos estimularon a continuar, apoyándonos con recursos”, co-

menta el matrimonio. Así, con mucho esfuerzo, Germán y Elisabeth lograron levantarse nuevamente y repuntar en su producción acuipónica. De hecho, en agosto deberían ingresar unos siete mil juveniles de camarones de unos dos centímetros.

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A pesar de las dificultades, la granja hoy produce truchas, lechugas, berros, menta, apio, naranjas, tomates, además de productos apícolas. Todo eso con el mínimo uso de agua y energía eléctrica. Y es que los propietarios de este centro acuipónico se han preocupado del más mínimo detalle, con tal de realizar una actividad sustentable y sostenible. Así, la granja cuenta con paneles solares, mientras que el riego de los frutales se realiza con el agua proveniente de los estanques de las truchas. Cabe señalar que las excreciones de los peces contienen 13 de los 16 elementos esenciales que requieren los vegetales, por lo que a las plantas solo deben suplementar potasio, fierro y calcio. Además, cuentan con una unidad apícola para la producción de miel, propóleo y polen, donde las abejas beben del agua que circula por las hortalizas y polinizan los frutales de la misma granja. Esto porque desde octubre 2014 Agro-Acuícola Diaguitas ha estado desarrollando, junto con el reconocido Laboratorio Vicente Ferrer de La Serena, la incorporación de la actividad apícola a su sistema de acuiponía. Los resultados se pueden observar hoy con abejas que se han biointegrado al sistema a través del aporte continuo y permanente de agua que requieren para la adecuada operación de sus panales. Y, como la granja Diaguitas posee varios árboles frutales como limones, naranjos, manzanos, ciruelos, damascos, duraznos, guayabas, además de alfalfa, se favorecen la producción de miel floral. Es decir, todo un círculo virtuoso de producción agro-acuícola. La granja agro-acuícola Diaguitas tiene una capacidad máxima para producir 16 mil truchas de 500 gramos. Sin embargo, justo cuando estaban alcanzando ese peak el 2015, el temporal del año pasado disminuyó considerablemente la biomasa de sus estanques. Es así como, hoy en día, mantienen 6 mil ejemplares, mientras dentro de este año esperan ingresar otras 5 mil truchas más al sistema. “Nuestro sistema tiene ocho estanques, de los cuales tres de ellos tenemos con reproductores (de entre uno a tres kilos) y los restantes cinco están con animales en distintas tallas, distribuidos en forma escalonada. Los más pequeños tienen entre 200 a 300 gramos, mientras los más grandes están pesando entre los 500 y 600 gramos”, puntualiza Merino. Con respecto a lo que viene para más adelante, don Germán indica que ya se adjudicaron un proyecto Corfo para producir ovas en la misma granja, de una manera sencilla, con la idea de abastecer al mismo centro o a otros cultivos similares en el norte de Chile.


Modelo integrado Para Germán Olivares, encargado de la piscicultura Río Blanco, Federico Albert Taupp e investigador de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, resulta interesante desarrollar en Chile un modelo de cultivo acuícola, a pequeña escala, como elemento ancla para otras actividades y subproductos, ya sean agrícolas, de turismo u otros. Es decir, un sistema que integre a agricultores y pescadores, dependiendo de la zona donde se proyecte el cultivo. “Uno de los grandes costos de la acuicultura es el alimento de los peces, pero para eso es importante formar cooperativas, de

tal manera de bajar los precios por un mayor volumen de compra, o bien, elaborar alimento orgánico entre varias regiones o macrozonas”, explica Olivares. Para el investigador, uno de los grandes desafíos para el futuro de la acuicultura a pequeña escala es que todos los actores, ya sean Subpesca, instituciones de educación superior, seremis y productores, se sienten a la mesa y aborden las diferentes problemáticas de la actividad en conjunto. Lo anterior, porque uno de los problemas que pudimos constatar, durante nuestra gira por el norte, es la

aplicabilidad de una normativa que se implementó post crisis del virus ISA, a pequeños productores, como es el caso de los centros que visitamos durante el viaje, o la misma piscicultura Río Blanco, desde donde provienen los peces que allí se cultivan. “Como piscicultura de investigación, por cada movimiento que realicemos debemos generar un análisis de virus ISA, que tiene un costo y debe ser realizado por un veterinario certificado, que hay que traerlo desde el sur, lo cual sale carísimo, para vender 50 mil ó 100 mil peces”, sostiene Olivares.

Pedro Barra Léniz. , Mundo Acuícola

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Investigación Buque científico Abate Molina

25 años de investigación Pesquera y Acuícola 32

El buque chileno, de investigación científica, Abate Molina, en la actualidad está cumpliendo 25 años de funcionamiento, se encuentra vigente y en pleno funcionamiento gracias a un plan de mantención y mejoras que ha permitido elevar sus capacidades técnicas y estructurales a estándares internacionales hasta 2025.

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a Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) en conjunto con el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), celebraron en Valparaíso, el aniversario número 25 del buque de investigación científica Abate Molina, embarcación de propiedad de Subpesca y administrada desde sus inicios por IFOP. El Abate Molina, desde su recalada en 1991, realiza importantes estudios sobre los recursos marinos chilenos, dicha información permite contar con datos relevantes para la toma de decisiones que regulan el sector, velando por el resguardo, la conservación y la sustentabilidad de los recursos nacionales. La ceremonia comenzó con las palabras del embajador de Japón en Chile, Sr. Naoto Nikai quien, en nombre de su país, alabó la importante labor del buque científico donado por su Japón, hace 25 años, e indicó que “el hecho de que el Abate Molina siga vigente después de 25 años bajo la administración de IFOP, es de gran aprecio”. Acto seguido, el director ejecutivo del IFOP, Sr. Leonardo Núñez, manifestó su orgullo por la labor ininterrumpida del Abate Molina, durante estos 25 años, y destacó que “ha sido una tremenda oportunidad reunir a tantas generaciones alrededor del buque Abate Molina, desde la génesis hasta los tiempos modernos, donde ya ha pasado un cuarto de siglo”. Posteriormente, luego de un reconocimiento de IFOP al gobierno de Japón, el Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Sr. Raúl Súnico, manifestó que “el buque Abate Molina es el principal generador de insumos de investigación científica para la toma de decisión de asignaciones de cuotas pesqueras, por lo que gran parte de la sustentabilidad de los recursos pesqueros del país dependen de lo que haga el Abate Molina, de sus científicos y de la tripulación que opera en él”. “Hoy, el Abate Molina no navega solo. Se ha incorporado el buque Cabo de Hornos, realizando investigación de punta también, además, hemos encargado la construcción de un nuevo buque de investigación orillero -de una eslora de 20 metros- que nos va a permitir una investigación en las 5 mi-

llas y en los mares interiores del sur austral chileno, nuevas embarcaciones que van a formar parte del sistema de investigación pesquero del país”, agregó. Cabe destacar que el buque científico Abate Molina, fue donado por el gobierno de Japón en 1990, para realizar investigación pesquero oceanográfica de alto nivel, en su diseño participaron ingenieros y profesionales chilenos y japoneses que establecieron los requerimientos con equipamiento de última generación para la época, considerando la mejor tecnología disponible de detección acústica para la evaluación de recursos e investigación oceanográfica y de pescas de investigación, así como, equipos de navegación y comunicaciones satelitales. El buque se encuentra vigente y en pleno funcionamiento, gracias a un plan de mantención y mejoras que ha permitido elevar sus capacidades técnicas y estructurales a estándares internacionales hasta 2025.


Leonardo Núñez, director ejecutivo de IFOP:

“Realizamos más de 11 cruceros al año, no sólo para evaluar el estado de los recursos, sino que también para recopilar las condiciones oceanográficas en la costa de Chile” En el marco del aniversario número 25 de funcionamiento del buque científico Abate Molina, entrevistamos al Sr. Leonardo Núñez, director ejecutivo del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), entidad encargada de administrar el buque desde sus inicios hasta la actualidad. - ¿En qué consiste, en la práctica, administrar el buque científico Abate Molina? “La administración del buque consta de varios elementos, el primero es la mantención y operación del buque, desde el punto de vista de la máquina propiamente tal, la infraestructura y, muy especialmente, de los equipos científicos que están a bordo que son equipos de alta tecnología que requieren mucha especialización y son de alto costo.” “En segundo lugar agenciamiento, que significa toda la entrada y salida de los puertos, todos los trámites que están referidos y los temas logísticos que son de mucha precisión, la mantención del petróleo a bordo, recarga de petróleo y alimentación para la tripulación”. “El abate Molina es una de las plataformas de investigación científica, la otra es el Cabo de Hornos que está administrado por la Armada. Nosotros hacemos travesías anuales que van de Arica a Puerto Montt.” “Realizamos más de 11 cruceros al año, no sólo para evaluar el estado de los recursos, sino que también para recopilar las condiciones oceanográficas en la costa de Chile. Con esta información se generan informes técnicos, los cuales son analizados en los comités científicos para determinar los niveles de explotación de los recursos pesqueros”. - ¿Cuál es el rol estratégico que cumple el Abate Molina? “En el presente, es ejecutar los muestreos que se requieren para cumplir con el programa de investigaciones permanentes que realiza el IFOP, para la administración de los recursos pesqueros del país”. - ¿Qué tipo de investigación realiza el Abate Molina? “Fundamentalmente dos. Una es oceanográfica, es decir, medir todas las variables que determinan o que describen la dinámica del océano y, por otro lado, mantener todo el registro que nos permiten estructurar el estado de las pesquerías, fundamentalmente el estado de los recursos, es decir, nivel de biomasa, distribución y abundancia”. - ¿Cuál es la vida útil del Abate Molina? “En la actualidad se realizó una renovación de su vida útil hasta el 2025”. - ¿En qué consistió la modernización? “En el 2011, se hicieron unas modernizaciones de equipamiento electrónico, que tiene que ver con comunicaciones registro satelital y equipos de detección acústica, multifrecuencia y multihaz. Se hicieron algunas modificaciones para mejorar el bienestar de la tripulación, en términos de habitabilidad y anualmente se aplica un riguroso plan de mantención”. - ¿A qué se refieren cuando dicen que el Abate Molina es un buque científico con calidad de estándar mundial? “Por su tamaño, las características de su equipamiento, autonomía y, además, posee un motor con características silenciosas, por ejemplo, permite, que las evaluaciones hidroacústicas, no estén perturbadas por la vibración, propia del desplazamiento de los buques”.

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Investigación Proyecto FIA:

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Los avances chilenos para introducir harina de insectos al alimento de los peces En el sur de Chile se está prospectando la posibilidad de introducir harina de insectos a la dieta de los salmónidos. Esto a través de un proyecto patrocinado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), en el cual trabajaron varias empresas del rubro. El siguiente paso es lograr el escalamiento comercial de esta materia prima, para poder llegar con la harina de insecto a alimentar peces o aves. También será fundamental poder entender qué otras características funcionales tiene esta materia prima.

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l viernes 17 de junio se presentaron en Puerto Varas los primeros resultados del proyecto que busca introducir el uso de harina de insectos en el alimento de salmónidos. Se trata de la iniciativa “Desarrollo de alimento a base de harina de insectos para salmones y trucha: Primera alimentación”, que es impulsada por las empresas Montana, Biomar y Patagón, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA). Durante la actividad, Claudio Tapia, jefe de Desarrollo Aqua y Pesca de Montana, mostró las características nutricionales de harina de insectos para la elaboración de dietas de salmones y truchas. Según Tapia, la capacidad antimicrobiana de la harina de insectos aún no ha sido bien evaluada en peces, aunque ya se están realizando estudios para identificar dichas propiedades. El profesional de Montana enfatizó que, por costos o disponibilidad, el uso de la harina de pescado

El jefe de Desarrollo Aqua y Pesca de Montana indicó que la producción de harina de larvas de insecto en Chile se encuentra en fase de desarrollo, por lo que aún se están definiendo especies, etapas de desarrollo, dietas y optimizando tecnologías. En cuanto al desarrollo de este proyecto, se espera que, en un plazo de uno a dos años, esté disponible comercialmente la harina para el alimento de peces, en especial, para dietas de agua dulce. Posteriormente, Fernando Norambuena, investigador de Biomar, presentó los resultados en crecimiento de alevines de salmón del Atlántico, alimentados con distintas proporciones de harina de insectos, en reemplazo de harina de pescado. Las pruebas se realizaron en Castro, Chiloé, y se evaluaron dos tipos de harina de insectos, con distintos niveles de inclusión en el alimento. Pasados los primeros 20 días, los peces fueron evaluados en distintos parámetros y se obtuvieron buenos resultados de crecimiento. Sin embargo, el estudio no

es cada vez más inviable en la acuicultura. “Publicaciones recientes demuestran el potencial de la harina de insectos para ser aplicada con éxito en la nutrición de peces”, señaló Claudio Tapia, quien, además, destacó las propiedades nutricionales de la harina que se logró producir en el marco del proyecto. Entre éstas destacan su alto porcentaje proteico (53,3%), elevado contenido de lípidos (32%), su aporte de ácidos grasos EPA y DHA.

se pudo continuar por problemas con las instalaciones donde se realizaron las pruebas. A juicio de Norambuena, son necesarios más estudios que apunten a la funcionalidad de la materia prima y la posible interacción entre la harina de insecto y la salud de los peces. El especialista también realizó un repaso de la producción de harina de insecto en otros países, señalando que se espera que productores de la Unión Europea logren producir unas 7 mil toneladas, por día, el año 2017.


Enseguida, Claudio Pavez, de la consultora P@tagón, dio a conocer un prototipo de producción y escalamiento comercial en la utilización de harina de insectos en alimentación de salmónidos. El profesional mostró casos exitosos de producción de harina de insecto en Europa, como, por ejemplo, la empresa Bioflytech, de Alicante, España, o de instituciones en Holanda, que están tratando de desarrollar proteínas para consumo humano. En cuanto al prototipaje para producir insectos dípteros en el sur de Chile, Pavez expuso que se requerirían instalaciones para elaborar 100 toneladas de harina de insectos por año, en una infraestructura de 3.500 m2. Por su parte, Cristian Emhart, fundador de la empresa Flies for Food (F4F), mostró los beneficios asociados al cultivo a escala masiva, que posicionan a la mosca soldado negro como candidato ideal para producir harina de insecto en esta zona del país. Según Emhart, se espera que el próximo año, la firma que lidera pueda comenzar, en Puerto Montt o Puerto Varas, la construcción de las instalaciones para producir entoproteína (harina de insecto). Por último, Alfredo Ugarte y Felipe Callejas, socios de ISIKE Entomología Aplicada, mostraron los beneficios de la larvaterapia, explicaron la importancia de los insectos polinizadores y visualizaron a la harina de insecto como el alimento del futuro.

Lo que viene tras el proyecto

Finalizado el seminario, conversamos con Claudio Tapia, de Montana, quien comentó a Mundo Acuícola que el siguiente paso es lograr el escalamiento comercial de esta materia prima, para poder llegar con la harina de insecto a alimentar peces o aves. “Esta fue solo una etapa experimental y ahora se necesita un mayor volumen, lo cual se puede generar entre distintos actores”, precisó el jefe de Desarrollo Aqua y Pesca de Montana. En segundo lugar, Tapia aseveró que es fundamental poder entender qué otras características tiene esta materia prima. “No solo es una fuente de proteínas o lípidos. También puede ser una fuente funcional que pueda fortalecer el sistema inmune de los peces. Pero para eso se necesita una investigación de mayor profundidad”, subrayó.

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Salmonicultura Rodolfo Infante Espiñeira MSc en Acuicultura, U. de Stirling, Escocia infante.espineira@gmail.com

¿Salmonicultura o Ganadería?

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Una industria que se debate entre vacas flacas, lomos de toro y patas de vaca

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n medio de una muy lenta recuperación de la crisis sistémica que experimenta la industria del salmón, existe pesimismo y desesperanza por la ausencia de caminos claros para superarla y hacer el aprendizaje necesario que evite se repita, poder mitigar al máximo su impacto e iniciar una industria renovada y sustentable, un relato que hemos visto replicado en el tiempo, una y otra vez. Todo indica, que deberemos esperar… sentados, pues no se visualiza un cambio verdadero sin la necesaria catarsis intra industria, que hemos postergado en cada oportunidad que ameritamos implementarla. Seguimos tan preocupados de justificar, a través de factores exógenos, la abismante diferencia entre nuestros costos de producción con los del principal país competidor, Noruega, que no hemos tenido la claridad ni la modestia suficiente para aceptar que buena parte de la génesis de tales diferencias, parece originarse en el propio seno de nuestra actividad y en el modelo productivo que hemos establecido como apropiado para Chile, así como en las estrategias de marketing y ventas de nuestros productos en el exterior. En esta área aparecen los primeros “patas de vaca” de la industria. Hemos desarrollado una creatividad extraordinaria para culpar a otros de nuestros ripios e ineficiencias, para invisibilizarlas y así auto-convencernos que los culpables están siempre en la vereda de enfrente: la sobre regulación sanitaria, los noruegos, la fluctuación del dólar, los noruegos, el precio del salmón (hoy muy bueno), los sindicatos, los noruegos, la comunidad que nos da

la espalda, las enfermedades, los noruegos, el mercado, el clima, los desastres naturales, la Copa América Bicentenario, los noruegos, el Caso Jubilación Millonaria en Gendarmería, los noruegos, las coimas pesqueras, en fin, la lista podría ser increíble e interminable, por supuesto sin olvidar a los noruegos. No nos confundamos: la pérdida de competitividad de la industria salmonera obedece mayoritariamente a variables de responsabilidad interna y no externa, como se nos quiere presentar, lo cual, si se analiza con altura de miras, es una excelente noticia pues la solución también vendrá desde la propia industria y sólo dependerá de nosotros, no de los noruegos. Resulta que ahora son los “lomos de toro” los que tienen a la industria en época de “vacas flacas”, cuando de verdad son los “patas de vaca” los que la han empujado a tal condición. La respuesta para fortalecer la industria cae por simple lógica : Mantengamos algunos de los “lomos de toro” en su lugar y saquemos a los “patas de vaca” de la salmonicultura chilena. Tarea nada de fácil debido a su creciente número, amplia distribución y alto poder de decisión dentro de ella. Convengamos que sí es verdad que muchos de esos “lomos de toro” deben estudiarse y modificarse para destrabar el estancamiento de la industria. Pero no podemos olvidar que otros tantos fueron levantados entusiastamente, en conjunto, entre la autoridad y los propios privados, sin embargo, cuando afectaron la operación y el bolsillo de algunos, deben ser eliminados para que la industria vuelva a ser próspera. Tampoco nos acordamos que otros “lomos de toro” se hicieron regulando en base

a excepciones de empresas/personas por sobre las generalidades de la industria en su conjunto o el bien común. La competitividad de la salmonicultura no puede basarse en acomodar las reglas del juego cuando la aplicación de éstas incomoda y/o impacta las finanzas de algunos; normalmente de los más influyentes, sector donde coincidentemente, se concentra la mayor parte de los “patas de vaca”. Los ejemplos son abundantes, reiterados y conocidos, pero rara vez ventilados. Un ejemplo clásico fueron las restricciones a las ovas importadas por la presencia del ISA-HPR0, hasta que tal condición se instaló en la piscicultura nacional. Entonces, convenientemente, ya no revestía el riesgo sanitario previamente pregonado de manera holocáustica. Para nadie es un misterio que periódicamente la regulación debe revisarse y readecuarse a los nuevos tiempos y al bien común … al bien de todos, pero dentro de los límites de la prudencia y la decencia, para evitar la pérdida de credibilidad que hemos ido incubando, cultivando, y que se ha enraizado de manera amplia en nuestra idiosincrasia nacional. Sigamos: el cambio de emplazamientos marinos de cultivo no generará un fortalecimiento sustentable de la condición sanitaria en la industria per sé, sino que solamente un pequeño y efímero paréntesis productivo, un veranito de San Juan como el vivido con la expansión de la actividad salmonera hacia el sur austral en años pasados. Se debe modificar tanto la forma como la cantidadde peces a producir, pero principalmente la forma de hacerlo, nuestro sui generis modelo productivo chilensis.


¿Cuánto más sabemos hoy respecto de la dinámica de corrientes oceánicas en las zonas definidas como aptas para el cultivo de peces que nos permitan establecer una nueva y mejorada administración para relocalizar las concesiones? Muy poco. Tampoco parece ser razonable que los reproductores vuelvan o permanezcan en el mar, pues irremediablemente aumentará el riesgo sanitario en la producción de ovas, punto de partida del ciclo de cultivo donde deben extremarse medidas de resguardo. Así, toda la responsabilidad de la detección de enfermedades se traspasará otra vez a la instancia final del screening, un retroceso en el aseguramiento del riesgo que debilitará la sustentabilidad sanitaria, donde el éxito/fracaso recaerá, ineludiblemente, en la capacidad analítica y de pesquisa (o de fortuna) que tengan los laboratorios de ictiopatología; ciertamente una apuesta arriesgada donde la pérdida de credibilidad nacional vuelve a aflorar. Aquí debemos hacer un obligado paréntesis a la luz de los hechos que conocimos hace unos meses atrás y que pasaron inadvertidos debido a otros avatares de la industria. En ése entonces, la autoridad sanitaria investigó y sancionó a un conocido laboratorio de ictiopatología, por incurrir en gravísimas faltas a la ética, a lo legal y moral, que afectaron la condición sanitaria de la industria, poniéndola en jaque en su conjunto, por un mezquino beneficio propio y de sus coludidos y contratantes: ¡Ellos son otros de los “patas de vaca” que queremos fuera de nuestra actividad para que ésta pueda avanzar en la salida de esta crisis y de las que vendrán! Otra sombra permanente que se cierne sobre nuestra actividad es el desmedido uso de antibióticos, que año tras año va en un desenfrenado aumento y que se transforma en el argumento perfecto para que nuestra competencia nos anule con un mínimo de esfuerzo. Basta de seguir esgrimiendo los desgastados argumentos que el salmón exportado sale cumpliendo todas las normas de tolerancia máxima de presencia de antibióticos y otros compuestos nocivos para el consumo humano … es una perogrullada el sólo decirlo; o que aquí tenemos SRS y en Noruega no … otra mirada básica y pusilánime del problema. A cambio de ello, mejoremos la eficiencia de las vacunas y dejemos de lado el escepticismo de los avances de la genómica aplicada disponible a través de ovas más resistentes. Sigamos la senda de aquellas empresas que sí han sido capaces de bajar sistemáticamente el uso de antibióticos, como Nova Austral, Camanchaca, Los Fiordos

y otras. Aplaudamos la nueva actitud de mostrar las cifras de uso de fármacos de la manera más transparente posible, pues para mejorar hay que primero reconocerse enfermo y no ocultar nuestros vicios o males. Para finalizar este recuento, faltaba el “bonus track 2015/16 de los patas de vaca”, al pulverizar todos los récores nacionales de infracciones a la SMA por parte de empresas producto-

hacer las rectificaciones que nos alineen con la comunidad. Otro dato positivo antes de terminar: “Felipe el Bueno”, de la mencionada asociación, reconoció e hizo un público mea culpa, en una sesión editorial de un conocido medio de comunicación acuícola, respecto de toda la responsabilidad histórica de la industria y del conglomerado que los agrupa en el actual divorcio con la comunidad. También

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ras de salmón. Triste galardón que no nos puede dejar indiferentes si queremos que esta industria avance, sea un ejemplo, respetada y defendida por su comunidad. No tratemos de neutralizar hechos tan graves como los mencionados, con acciones aisladas de limpieza de playas, si las playas siempre han estado limpias, hasta que la acuicultura (salmones y choritos) las ensuciaron. ¿No será mejor hacer campañas internas para no ensuciar las playas? Tratemos de terminar esta columna con algo esperanzador, como una luz destellando al final del túnel. A comienzos de julio, la gremial que aglutina a los salmoneros organizó un seminario, asesorado por la empresa Tironi y Asociados, para hacer una catarsis interna destinada a reconocer qué hemos hecho mal, resultando en el divorcio de la industria con la comunidad donde nos desempeñamos. Ciertamente un avance, aún cuando tres décadas tardío, pero avance si nos lo tomamos con seriedad y humildad, como una oportunidad para

se comprometió a trabajar duro para revertir esta situación, lo cual es digno de aplaudir, tanto por su valentía como por su ánimo de resarcir el daño ocasionado para la sana y necesaria convivencia entre la industria y el entorno donde ésta se desarrolla: ¡Bien Felipe! Entonces, si hacemos un resumen, no es de extrañarse que buena parte de las variables que han gatillado la actual crisis en la industria del salmón tengan muchos componentes endógenos, lo cual es una excelente noticia pues las soluciones para su superación también las encontraremos al mejorar nuestras prácticas internas. Trabajemos duro sin lamentarnos para dejar atrás las “vacas flacas”, no nos justifiquemos con los “lomos de toro” y desenmascaremos a los “patas de vaca” para devolver a nuestra industria del salmón el sitial de honor que se merece como motor de la economía sur austral. Los noruegos nada tienen que ver con nuestra incompetencia.


Opinión: 38

Nuevo reglamento de acuicultura en áreas de manejo: Acciones para trascender en su implementación Por Cristian Sepúlveda, Biólogo Marino, Director del “Programa de Acuicultura en Áreas de Manejo de la Región de Coquimbo”, Universidad Católica del Norte; y Felipe Rivera, Sociólogo, Coordinador de Organizaciones del “Programa de Acuicultura en Áreas de Manejo de la Región de Coquimbo”, Universidad Católica del Norte.

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esde hace algunos meses contamos con un nuevo reglamento (Decreto Supremo N° 96) que regula, pero no necesariamente incentiva, la realización de actividades de acuicultura en áreas de manejo y explotación de recursos bentónicos (AAMERB) a lo largo de los 4.200 km de costa nacional. Esta innovación fue precedida por una serie de talleres sectoriales organizados, a nivel regional, por el ejecutivo, durante el año 2015, para difundir la propuesta de dicho reglamento, que entró en vigencia a contar del 28 de enero de este año, mediante su publicación en el Diario Oficial remplazando, luego de 10 años, el decreto anterior (D.S. 314 del 2004). Desde enero a la fecha, hemos visto los aciertos y ajustes necesarios para que la nueva normativa sea mejor que la anterior y, de paso, se cumpla. Esta situación está siendo liderada por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura y abordada tanto por el Servicio Nacional de Pesca como, de manera paulatina, por la autoridad marítima local (gobernaciones marítimas y capitanías de puerto) y el Servicio de Evaluación Ambiental,

entre otros. Sin embargo, también han sido las organizaciones de pescadores artesanales que habían incursionado en estos asuntos y los profesionales a cargo de los trámites e implementación, los que hemos tenido que adecuar lo necesario para asumir las nuevas condiciones; todo con el fin de ir armonizando heterogéneamente, en cada uno de los territorios, el nuevo reglamento para viabilizar la obtención de los respectivos decretos de autorización. El desafío sigue siendo enorme, si se considera que las 800 AMERBs, decretadas, representan más de 120.000 hectáreas y, de ellas, el 40% tienen potencial para cultivos marinos de pequeña escala. Esta situación, a juicio de expertos, es un elemento estratégico para nuestro país, no solo como un espacio a utilizar para la producción de alimentos, sino también por el enorme efecto que podría esperarse, en el largo plazo, en el empleo y calidad de vida de las más de 30.000 mujeres y hombres que están relacionadas a estas zonas. Entonces, la pertinencia de mejorar el desempeño de las AMERBs, de manera compatible con la acuicultura, a pequeña escala, de incorporar estas ac-

tividades para complementar el ingreso de los pescadores artesanales, de avanzar en acortar la desigualdad, de crear proteína marina para mercados locales y, de generar empleos con mayor estabilidad, entre otros desafíos, son los argumentos que nos convocan y nos permiten hoy contar con un reglamento que ha incluido aprendizajes significativos. Sin embargo, el “cómo hacerlo” sigue siendo un punto de divergencia de miradas contrapuestas que están nutridamente descritas en la literatura dedicada al dilema entre la inversión v/s los procesos de implementación.


Por ello, insistimos en, al menos para la zona centro norte de Chile, comprender de manera particular los procesos socio-organizacionales que se gestan a partir del desarrollo de estas actividades, ya que aquí reside el factor sustancial para el éxito de su incorporación en el sector artesanal, y no esperar que sólo la inversión en estudios, líneas de cultivos, boyas, fondeos y semillas, o el nuevo marco normativo, resuelvan por sí solos este desafío comunitario que plantea la actividad. Por esta razón, la administración comunitaria necesaria para este quehacer, requiere del capital social y la acción colectiva suficiente para asumir el desafío y, en consecuencia, éstos deben ser estimulados y fortalecidos, a fin de que los grupos humanos, que componen las asambleas interesadas en estos asuntos, se apropien paulatinamente de este reto. Es muy probable que estos grupos deban transitar etapas consecutivas para una transferencia tecnológica efectiva con réditos sociales significativos, que implican en un inicio, capacitaciones y acompañamientos, pero para que se genere la adopción y adsorción tecnológica son necesarios esfuerzos de mayor alcance, si se considera como objetivo el cambio de actitud y conducta de pescadores artesanales. En este sentido, creemos que la figura de acuicultura experimental en áreas de manejo, que considera el reglamento, amplía el horizonte cuando se considera al grupo humano dentro de esa experimentación y no sólo se refiere a la especie de interés, a la tecnología de cultivo o a las condiciones biofísicas del emplazamiento. La figura de acuicultura experimental en el reglamento, es obligatoria para peces endémicos, pero voluntaria para el resto de las especies que considera el cuerpo legal. Así entonces, las organizaciones de pescadores que deseen comenzar con estos asuntos, por primera vez, e independiente de la especie de cultivo, debiesen considerarla como un paso obligatorio, dado que: 1) La autorización es por dos años renovable, 2) no exige caracterización prelimi-

nar de sitio (estudio que a veces es más caro que el propio emprendimiento), 3)

permite la prospección comercial, 4) se exime de entregar estadísticas mensuales al Sernapesca, y 5) si no funciona el emprendimiento, la organización puede volver a sus asuntos sin mayores inconvenientes. En consecuencia, esta figura legal se transforma en una plataforma habilitante, que pone a prueba la primera barrera para la sostenibilidad de estas actividades comunitarias: el grupo humano. Luego de este paso necesario, y experimentados los sistemas de cultivos, los aspectos biológico-productivos y el comienzo de los asuntos humanos, se está en condiciones de comenzar la segunda etapa de la acuicultura en áreas de manejo, la cual implica mayores costos y compromisos por parte de las organizaciones, tales como: aspectos de escalabilidad, caracterización preliminar de sitio, iniciación de actividades comerciales y entrega de información mensual, por nombrar algunos. Todo ello requiere de un grupo humano que haya sorteado cada una de las dificulta-

des en los procesos de experimentación tecnológica. Con todo, creemos que se avanza y que el desafío no pasa de moda. La red de AMERBs, operativas a lo largo de nuestras costas, no sólo constituyen un bien escaso que favorece los medios de vida de las comunidades costeras, sino también son un apoyo a la conservación marina, y, por tanto, necesitan ser fortalecidas para que, en el mediano plazo, al menos el 50% de las 800 decretadas puedan quedar operativas; en este escenario, las actividades de acuicultura, en su interior, son una vía probable. Quizás sea posible pensar en un “Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala” (INDESPA), que considere extensionistas acuícolas, por región, que acompañen este proceso de apropiación sociocultural local de tecnologías de cultivo artesanales; con ello se otorgaría mayores certezas al proceso de desarrollo en las AMERBs, que solo la inversión y tercerización de capacitaciones puntuales. Ahora que contamos con un nuevo reglamento, que en el fondo refleja una institucionalidad que aprende y, a la espera de la ley de bonificación al repoblamiento y cultivo de algas, estamos desafiando el deber ser como país y conduciendo acciones concretas que se hagan cargo de los actuales desafíos y que trasciendan a los gobiernos de turno, como dijo el Ministro Céspedes. En este sentido, proponemos apostar a los procesos adaptativos de implementación gradual de estas actividades en AMERBs, acompañada por extensionistas acuícolas, que de paso podría abrir nichos para la incorporación de los egresados de las carreras de las Ciencias del Mar que, desde hace varios años, “no están de moda”, por así decirlo. Si bien la tentación de hacer inversiones tradicionales, mediante las fuentes de financiamiento sectoriales, es lo que se ha venido haciendo en la pesca artesanal, hoy tenemos la oportunidad de cambiar el foco y, en este sentido, esperamos no caer en la tentación de lo que describe Robinson y Torvik (2003), en su artículo de los Elefantes Blancos, sobre la inversión pública en infraestructura y la conveniencia de su existencia a costa de los réditos sociales de apostar por los procesos.

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Ciencia

Difunden proyecto que busca implementar sistemas RAS en caletas pesqueras

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on la asistencia de parte importante de los actores involucrados, a mediados de junio se realizó el seminario de difusión del proyecto “Acuicultura en Sistemas de Recirculación: Innovación Tecnológica para el Aumento de la Competitividad de las Caletas de Pescadores Artesanales de la Región de Valparaíso”, en Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Esta iniciativa, implementada por la Escuela de Ciencias del Mar de la PUCV y financiada con aportes del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de Valparaíso 2015, busca innovar en las caletas de pescadores de la región, a través de la implementación de sistemas de recirculación de agua para la acuicultura marina RAS (por su sigla en inglés, Recirculating Aquaculture System), principalmente para el cultivo de peces chilenos. El proyecto y sus avances, la acuicultura marina y sus desafíos en Chile, el desarrollo sustentable en zonas costeras y los sistemas multitróficos integrados para la acuicultura, fueron las temáticas que abordaron las charlas dictadas por los investigadores de la Escuela de Ciencias del Mar, Jaime Orellana, Felipe Hurtado, Exequiel González y Silvia Gómez. En la jornada informativa del proyecto, también denominado “Caletas Innovadoras”, tuvo como fin dar a conocer los principales aspectos relacionados con el proyecto con miras a definir un marco operativo que permita, en un futuro

cercano, plasmar esta iniciativa en un proyecto piloto en una caleta de la región. Próximamente realizaremos este seminario en otras provincias”, explicó el Dr. Jaime Orellana, director de “Caletas Innovadoras”.

Identifican mecanismo genético para obtener peces más grandes en acuicultura

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n artículo publicado en la revista Hormones and Behaviour por un equipo de científicos liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, explica el mecanismo genético que permite criar peces más grandes sin que aumente su grasa corporal. Estos resultados ayudarán a profundizar en la investigación de los factores que controlan el crecimiento y la eficiencia alimenticia de los peces cultivados y abrirán nuevas vías hacia la sostenibilidad de los sistemas de producción animal, según los expertos. “Al bloquear el sistema hormonal en el pez cebra se modifican los sistemas neuronales que regulan la saciedad, por lo que estos animales podrían comer más. Cuando se alimentan con la misma cantidad de comida que los peces no modificados, su peso aumenta hasta en un 60% y crecen un 15% más en longitud, demostrando una mayor eficiencia alimenticia”, explica el investigador del CSIC José Miguel Cerdá, del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal. Las mejoras en la eficiencia alimenticia, las estrategias de alimentación y el crecimiento de las especies cultivadas suponen en la actualidad una prioridad en el campo de la acuicultura, ya que de ello depende su

sostenibilidad y la disponibilidad de pescado en el mercado a precios asequibles. El mecanismo identificado en el estudio se basa en la inhibición del sistema hormonal de melanocortinas. “Este sistema también controla la pigmentación dorso ventral de los peces, por lo que los especímenes transgénicos son fácilmente identificables”, añade el investigador del CSIC Josep Rotllant, del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo. Esta característica los distingue de los salmones transgénicos cuya comercialización sin etiquetado especial fue aprobada a finales de 2015 por el gobierno de Estados Unidos. “Además, a diferencia de los peces cebra de nuestro trabajo, los salmones transgénicos necesitan comer mucho para crecer más y su aspecto es el mismo que el de sus congéneres no modificados”, comenta Cerdá. En este estudio también han participado la U. de Vigo, el Instituto de Bioquímica y Fisiología Evolutiva de San Petersburgo (Rusia), los Institutos Noruegos de Alimentación, Pesquerías e investigación en Acuicultura de Noruega y la U. de Vanderbilt (EE.UU.).


Ciencia

BioMar lanza alimento para peces con Omega 3 de origen marino a partir de microalgas

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ecientemente se anunció que un ingrediente proveniente de algas con un alto contenido adicional de Omega-3 de origen marino, estaba siendo probado para su uso en alimentos para peces. Este ingrediente asegura a la acuicultura un mayor acceso a fuentes de ácidos grasos esenciales de Omega-3. Es así como, el Grupo BioMar está ahora lanzando un alimento para peces que contiene ácidos grasos de origen marino a partir de microalgas. Los ácidos grasos esenciales extraídos de las microalgas están disponibles ahora y, por primera vez, en cantidades significativas, provenientes de una fuente sustentable que no se basa en la pesca extractiva. Este nuevo ingrediente desarrollado por TerraVia Holdings (NASDAQ: TVIA) (TerraVia) y Bunge Limited (NYSE: BG) (Bunge), y que será suministrado a BioMar, es producido en su planta de producción de aceites renovables en Brasil. El lanzamiento de alimentos que contienen microalgas ofrece a la industria nuevas oportunidades para el desarrollo sustentable. La producción anual de aceite de pescado rico en Omega-3, es de apenas un millón de toneladas y no se espera que la oferta mundial de Omega-3 proveniente de la pesca aumente. Por lo tanto, el Grupo BioMar considera al ingrediente proveniente de algas como un factor de cambio que será de vital importancia, para el desarrollo futuro de la industria acuícola para el cultivo de peces.

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na iniciativa financiada por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) de la Región de Valparaíso busca levantar información y realizar mediciones del potencial de energía undimotriz en el archipiélago de Juan Fernández, para crear una estrategia energética con el fin de desarrollar este tipo de ERNC en comunidades costeras e insulares. En el caso puntual del archipiélago, el precio del diesel es un 27% más alto que en el continente, siendo una alternativa limpia con mayores posibilidades de competir. “Algunas de las ventajas de este tipo de energía limpia es que es previsible, lo que asegura una mayor eficiencia y, a diferencia de la eólica o la solar, es continua. Si bien se está comenzando a estudiar, desarrollar e implementar, el escenario es positivo y Chile tiene un potencial envidiable a nivel mundial. Además, en el caso de Juan Fernández y otras localidades insulares del país, su implementación es factible por el alto precio que tiene la energía debido al costo de traslado”, explicó la líder de energías marinas de Fundación Chile, Carolina Cuevas. Recientemente, los expertos de

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Impulsan la energía marina en archipiélago de Juan Fernández

Fundación Chile realizaron talleres y reuniones con la comunidad de Robinson Crusoe para dar a conocer el diagnóstico y potencial del archipiélago sobre esta energía limpia, además de generar diálogos para conocer los desafíos energéticos de la localidad. Los encuentros contaron con la presencia de personeros de la Armada, la Municipalidad, el Sindicato de pescadores, encargados de la

planta energética y comunidad en general. El proyecto es financiado con el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) de Valparaíso y es ejecutado por Fundación Chile, en conjunto con el Instituto Nacional de Hidráulica, REDE, con potencial, I2D, Technik, Bentos, Directemar de la Armada, Municipalidad de Juan Fernández y Carnegie.


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