Nº 60 MARZO

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jose ramón betancort atchen pounapal carlos reyes esther vega augusto vives pepa sosa nicolás melián fabio carreiro christian hansen daniel l. fleitas

gustavo tejera oceanográfica luis miguel coloma francis pérez mario m. relaño tarekode rut hernández

MARZO MAYO 2021

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Editorial Uno de enero de 2021. Amanecía y las calles arrastraban una luz casi desértica. La inquietante calma me obligó a caminar despacio, observando los edificios con atención, como quien teme una inminente emboscada. El silencio adherido a las fachadas transmitía un aspecto casi enfermizo. Yo, mirando cada ventana, trataba de averiguar si en los hogares las familias dormían o se ocultaban... En fin, un mal año. Entonces me crucé con ella. Se trataba de una mujer enmarcada apoyada en un contenedor de basura. Miré alrededor y crucé la acera para contemplarla. A juzgar por el estado de su lienzo, habría dicho que se trataba de una mujer de unos cuarenta años. Su gesto altivo no lograba ocultar su tristeza, y por su mirada deduje que a lo largo de toda su vida sumó más amantes que amigos. Ahí me la encontré, sola, entre cinco cajas de cartón y un colchón usado. Volví a mirarla. ¿Era una mala amante o una mal amada? ¿Quién es capaz de abandonar un cuadro en Año Nuevo? Ahora era ella quien me observaba. Por un instante me sentí deseado, así que comencé a retirar los restos de basura para rescatarla. Volví a mirar alrededor y continué mi camino. Cuando el sol iluminó casi por completo la playa, me descalcé y caminamos juntos hasta a la orilla. Sentados en silencio recordé la primera vez que una mano adolescente giró con ternura mi cabeza para ofrecerme sus labios; me besó junto a la luna, cercados por las estrellas y frente al mar.

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EDITOR y DIRECTOR Fernando Barbarin REDACCIÓN María Larumbe

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El chispear con el que mueren las olas me hizo suspirar, así que me incorporé, retiré la arena del marco y la contemplé por última vez. Alfonsina regresó al mar. Zarpó sin despedirse; empapada en salitre se desnudó dejando tras de sí una bella estela de pigmentos desordenados. El maquillaje borró las últimas pinceladas unidas por el olvido. Navegó hasta que se deshicieron las costuras y pudo al fin liberarse del marco que la oprimió durante tantos años. El lienzo deshidratado entró definitivamente en coma, y sus ingrávidos sueños se tiñeron de azul. A lo lejos escuchaba cómo su corazón de escamas golpeaba con certeza las olas más fieles. Luego todo quedó en calma, y clavando mis pies junto a la orilla cerré con fuerza los ojos para no sumergirme con ella. Al abrirlos, la espuma arrastró el viejo bastido hasta mis tobillos. No eran los restos de un naufragio, no hubo ninguna tragedia; ella no me pidió ayuda, ni yo se la llegué a pedir. Ese día dormí con un poema empapado entre las manos; mi cuerpo a merced de las sábanas se sumergía en su búsqueda. Buceé, pero tan solo hallé galeones, cofres y sirenas. Arte en la basura, basura en el arte.

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El Cabildo de Lanzarote, con las pymes y los autónomos


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SUMARIO

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Son pocas las civilizaciones, culturas, países o imperios que no hayan sucumbido a la fascinación de los poderes de las aves.

MAREA >

PANCHO LASSO >

Íñigo Castañedo · 11

Pase sin llamArT· 17

Esta pequeña historia surgió a raíz de una pregunta por parte de uno...

108 años de un brillante ejemplo social, artístico, sentimental...

ARTÍCULO >

DESDE EL RINCÓN >

Miguel Ángel Sánchez · 12

José Ramón Betancort Mesa · 20

El mar no es una fuente inagotable de recursos y se empieza a notar.

Raro es el niño o la niña que, cuando se le pide que pinte un paisaje, no dibuje un árbol.

MI ISLA >

CAPTURA >

Volver a sentirme · 14

Atchen Pounapal · 22

La vida tira de mí y no quiero irme. Mis dedos dejan surcos en tu arena...

Remitió la tempestad y la luz se asoma tímida a la línea del horizonte...

ORILLAS >

ABC SUB >

TarekOde · 15

La pasada navidad · 23

Las flores se cuelan bajo las grietas de mi hogar

Recogió los platos, apagó la vela y así daba la Navidad por terminada...

SALITRE >

ALMACENADA >

Rut Hérnandez · 16

Adriana Sandec · 25

Sobre una superficie dorada, nueva, lisa y brillante pulo, limo, hiero...

Descubrí que a pesar de conocer varias disciplinas artísticas y encontrar fascinación...

Esther Vega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28

MAR Y ARTE · 31

Augusto Vives . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

Espacio de intercambio artístico donde el punto de referencia para el desarrollo creativo es el mar.

Pepa Sosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30

Prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos, ilustraciones e imágenes incluidos en esta publicación sin permiso por escrito del editor.

Nicolás Melián . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 Fabio Carreiro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 Christian Hansen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 Daniel L. Fleita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34



ESTE

TÍTULO CON EL QUE EMPIEZO ESTA PEQUEÑA HISTORIA SURGIÓ A RAÍZ DE UNA PREGUN-

TA POR PARTE DE UNO DE LOS NIÑOS A LOS QUE ESTABA DANDO UNA CHARLA SOBRE LAS AVES DE

LANZAROTE.

Me preguntó, — ¿Por qué las aves? — ¡Buena pregunta!— le pude contestar. De esta sencilla y tan importante pregunta, surgió otra reflexión que venía precedida por comentarios que había escuchado anteriormente a través de personas que, con desprecio y/o desconocimiento hacia la naturaleza o las especies que encontramos en Lanzarote, se dirigían a ellas con el muy típico y rancio “eso no sirve para nada” o “es solo esto o aquello”. ¿Para qué sirven las aves?, si es que le podemos asignar algún tipo de vago propósito como si de un simple utensilio se tratara. Empezando por algunos aspectos científicos, todas esas especies que muchas veces clasificamos a la ligera como horribles, feas, asquerosas o inútiles por el mero hecho de ser muy comunes, han llegado hasta nuestros días porque han evolucionado durante miles o millones de años. La humilde gallina (Gallus gallus) pertenece a una de las familias más antiguas que existen, solo por detrás de los avestruces (Fam. Ratitae) y alguna especie no voladora como el kiwi (Apteryx mantelli); hablamos de más de sesenta millones de años. El ser humano desciende de la familia de los primates, de donde hace unos dos

“La humilde gallina (Gallus gallus) pertenece a una de las familias más antiguas que existen ”

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“Son pocas las civilizaciones, culturas, países o imperios que no hayan sucumbido a la fascinación de los poderes de las aves.” millones de años bajó de un árbol y ya nos creemos poseedores de la capacidad de discriminar o despreciar un ser vivo. Humildad. Las aves nos dan la oportunidad de poder contemplar como multitud de especies, en armonía, conviven en un solo lugar con las características que las identifican. Aves nidificantes—migratorias, residentes, migratorias de aquí y de allá, sin preguntar de dónde vienes y adónde vas. Solo compartiendo el espacio, resaltando aún más la belleza del lugar al ver juntas diferentes formas, tamaños, colores, orígenes y destinos. Convivencia. Son pocas las civilizaciones, culturas, países o imperios que no hayan sucumbido a la fascinación de los poderes de las aves. Los primeros pobladores del continente americano, en el norte, creían que la creación del universo y las diferentes formas de vida se debían a Thunderbird, un ser mitológico que con el batir de sus alas formaba truenos y relámpagos con capacidad de crear o destruir. Las líneas de Nazca, en Perú, representan varios grupos faunísticos de gran tamaño realizados en el suelo y que en su mayor parte solo se pueden ver desde el aire. El de las aves es de los grupos más destacados con varias figuras como el colibrí, el alcatraz o el cóndor. Hoy en día solo se puede hipotetizar sobre su origen y función, pero el impacto que sufrió esta cultura tuvo que ser muy importante para llevar a cabo semejantes representaciones. Siguiendo el hilo del párrafo anterior, las religiones se ven influenciadas por las aves en muchos de sus relatos, como referencia de lo extraordinario o divino de sus facultades. En el Corán se hace referencia a ellas en varios de sus versos, destacando la capacidad de vuelo o la formación de bandos como alegoría a la unidad de un pueblo. En la religión cristiana estas referencias son constantes y variadas. Arcángel (también mencionado en el Corán pero sin representación gráfica ya que está prohibido) es un mensajero, representado con alas. Ángeles y demonios, los “Putti” (niños alados confundidos con los querubines) forman parte de la esencia de las religiones. Muchas de ellas son heredadas, tergiversadas y/o mezcladas con otras creencias como las deidades griegas o precedentes de culturas paganas. En occidente, destacan la mitología griega y romana como ejemplo de estas representaciones aladas: Pegaso (caballo alado), Hermes o Mercurio, Eros o Cupido, Himeneo, etc. En oriente y el sudeste asiático, Garuda es la figura más relevante. Creencias. Para los antiguos egipcios el dios Horus era representado por un hombre con cabeza de halcón (Fam. Falconidae), vinculando esta divinidad a la realeza y a la protección del Bajo Egipto de las calamidades. Los primeros pobladores de la Isla de Pascua, los nativos Rapa—Nui, celebraban una competición, el “Tangata 8

manu” (hombre—pájaro). Consistía en recoger el primer huevo de la temporada de cría del Charrán sombrío (Onychoprion fuscatus), proclamando Tangata manu al ganador y convirtiéndose en, casi, una divinidad. Esta condición beneficiaba a su clan en los derechos de recolectar huevos y pollos de estas y otras aves. Supervivencia. A lo largo de la historia, en ocasiones tan devastadoras como las guerras, muchos ejércitos, empezando por las legiones romanas, acogieron el águila (Fam. Accipritidae) como emblema de fortaleza y poder. Actualmente se usa el distintivo del águila en casi todos los ejércitos del mundo, para condecorar o establecer la escala de mando a la que pertenece. Aunque de origen cristiano, la paloma (Columba livia) con una rama de olivo en el pico, es aceptadA universalmente, como símbolo de unión, respeto y paz. En muchos aspectos de nuestra humilde existencia, las aves son la referencia. La llegada a la vida se representa con la cigüeña (Ciconia ciconia) como símbolo de la fertilidad, relacionada ésta con la llegada del buen tiempo al regreso de sus migraciones en primavera. Para la muerte, en regiones como en el Tíbet y Norte de la India, se deja la reencarnación y el trasporte de los espíritus a cargo de los buitres (Fam. Accipritidae) para poder elevarlos a los cielos en una ceremonia denominada “byagtor” (entierro celestial), donde el cuerpo se convierte en una simple carcasa vacía. Así en Egipto, era el Ibis sagrado (Threskiornis aethiopicus) el mensajero entre el dios Toh y el pueblo. En ocasiones, según la mitología griega, podemos resurgir de las cenizas como el ave Fénix. En el caso de las almas errantes de los marinos perdidos en la mar, se mantiene la esperanza en los albatros (Fam. Diomedeidae). Así reza un poema que podemos encontrar en el Cabo de Hornos: "Soy el albatros que te espera en el final del mundo. Soy el alma olvidada de los marinos muertos que cruzaron el Cabo de Hornos desde todos los mares de la tierra. Pero ellos no murieron en las furiosas olas, hoy vuelan en mis alas, hacia la eternidad, en la última grieta de los vientos antárticos". Sara Vial

Existencia. Por supuesto, el arte no escapa al influjo de las aves. El mismo Picasso realizó un dibujo de una paloma, que a la postre, sería usado en el Congreso Mundial por la Paz en 1949, después de la Segunda Guerra Mundial. El Bosco con “El Jardín de las Delicias” o Rubens con “Eolo”, expresan la admiración por las aves en


Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus). El único “zarapico”, como le llamaban antaño a las aves costeras o limícolas, que nidifica en Lanzarote. Es un ejemplo de cómo nuestras costas han sucumbido a la presión humana. Hace un siglo nidificaba por toda nuestra costa, hoy en día sólo quedan una pocas parejas.

Rabijunco etéReo (Phaethon aethereus). Esta espectacular especie es una muestra de los cambios que se producen en nuestra biodiversidad. Unas llegan y otras desaparecen. En este caso, es una especie pelágica (desarrolla casi toda su vida en el mar) que ha llegado a nuestra isla en las últimas décadas.

GoRRión moRuno (Passer hispaniolensis). Nos acompañan con su presencia y reclamos en nuestros jardines y calles. Mal llamadas comunes por su abundancia, no dejan de ser seres vivos que han evolucionado durante milenios. Algunas especies similares están desapareciendo de las ciudades sin saber por qué.

PaRdela cenicienta (Calonectris borealis). La especie pelágica más reconocida en la isla, aunque existen otras cinco especies que nidifican en nuestras costas pero con menores poblaciones. Recorre cada año miles de kilómetros antes de llegar para nidificar donde ponen un único huevo. Llegan a vivir más de treinta años.

avutaRda—HubaRa (Avutarda—Hubara). La especie esteparia más grande del Jable y llanos de la isla. En la época de reproducción, el macho despliega todos sus encantos para atraer a las hembras. Un espectáculo.


leChuza (tyto alba). Su actividad nocturna, el desconocimiento y falsas creencias han hecho de ella un símbolo del mal. nada más lejos de la realidad. es una auténtica salvadora de plagas de ratas y ratones.

estas telas. Canciones, poemas, películas, libros… Inspiración. Hoy en día, todavía se siguen escuchando historias sobre la influencia de ver una u otra especie de ave. En la antigüedad se asociaba con la mala suerte o la maldad el ver un búho. Sin embargo, la “coruja” o lechuza (Tyto alba) era símbolo de buenas nuevas; aunque en Lanzarote todavía se relaciona con todo lo contrario, como el “alcairón” o alcaudón (Lanius meridionalis) cuando reclama: “Alcaudón de Dios, ¿qué noticias traes?, si son mías, mándate a mudar, y si no, déjate estar” Folclore. Ya comentamos que numerosas son las historias, cuentos y leyendas que existen en la historia de la humanidad relacionadas con las aves. En este sencillo texto tan solo se han expresado algunas de ellas, muchas son las que se quedan en el tintero. En este sentido, se ha querido dar una interpretación de cuán importante puede ser una parte de la naturaleza para nuestra especie, desde un punto de vista personal. Incluso, de las que aquí se citan, varias de ellas tienen diversas interpretaciones, por lo que se multiplican las moralejas y lecciones que de ellas podemos aprender. En este infinito repertorio, nosotros también podemos crear

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nuestras historias y darle el significado que queramos. Simplemente hay que dejarse llevar; los límites los ponemos nosotros y nuestra imaginación. Dejaré para el final uno de los aspectos esenciales que han dado las aves a la humanidad. Ese que ha hecho que en la mitología griega Ícaro quisiera volar como los pájaros, tan alto como ellos. Esa misma condición que hizo que Leonardo Da Vinci inventara diversos artilugios y máquinas para conseguir lo imposible. Todavía nos devanamos los sesos por conseguir volar, por vencer la gravedad, por flotar en el aire indefinidamente, por sentirnos libres como pájaros. Las aves no han tenido un mayor efecto, desde nuestros orígenes, que el de soñar. Sigamos soñando. TEXTO Y FOTOGRAFÍAS GUSTAVO TEJERA Técnico Superior de Educación y Control Ambiental Ornitología Miembro del GOHNIC (Grupo de Ornitología e Historia Natural de las islas Canarias)

www.researchgate.net/profile/Gustavo_Tejera


> marea

íñigo castañedo www.elmonoinfinito.es

POÉTICA CIENTÍFICA Llueve ligeramente, y el sonido de las gotas marca la cuenta atrás, apresurada y caótica, de un despegue hacia Marte.

extracientífica. Funcionó. Veinticuatro horas más tarde mi jefe se lo entregaba al ministro como si fuera suyo.

Despido con la mano la lanzadera espacial en la que viajan los gestores políticos y los financieros más exitosos de mi país. Son los primeros. “Para dar ejemplo”, dijeron. Mientras tanto, despacio, pero sin descanso, el sol se hace más grande cada día. Estoy con mi hija Alicia. Ella también les dice adiós.

—Papi hace calor, ¿vamos a la marea?

Hace algunos meses, cuando nadie siquiera imaginaba que este viaje fuera necesario o incluso posible, llegó el virus. Y, milagrosamente, la vacuna. Recuerdo que en un principio los primeros iban a ser los ancianos y los sanitarios. Luego descubrieron a algunos representantes vacunándose... y, ante las protestas... llegó la noticia que anunciaba la alteración del orden de la vacunación, aprobado por decreto—ley un sábado por la noche, en plena final de la Copa Nacional de Fútbol. Primero, los representantes del pueblo. Estaba acabando de leerlo, cuando sonó mi móvil. Era la madre de Alicia, llorando. —Hola Ernesto. Han llamado de la gestión de vacunas. Han cambiado el número de vacunación de Alicia. La han retrasado 20.000 puestos. Por lo de los representantes. ¿Puedes hacer algo? Mi hija pertenecía a un grupo de riesgo alto. Aun así no me apresuré. Dos palabras resonaban en mi cabeza, como si me pidieran paciencia: justicia poética.

El día en el que el presidente nos llamó, el calor empezaba a ser preocupante. Nos preguntó si estábamos seguros. Es una cuestión de datos y números, le dijimos. El sol se agotará en doce meses. Luego aumentará su radio en 175 millones de kilómetros y fundirá los tres primeros planetas del sistema solar. Marte, sin embargo... Contactaron con los grandes visionarios del viaje espacial. No sería posible sacar a 7.500 millones de personas del planeta en 6 meses. —Claro, mi amor. Voy enseguida. Prepara las toallas. Has tomado... ¿Quiénes podrían salvarse? Se optó por evitar la anarquía y dar al pueblo una versión amable. La elaboré yo: el calentamiento se debía a un fenómeno natural que se repetía cada 150.000 años. Y luego la tierra se enfriaría de nuevo. No se mencionó la evacuación. En secreto se negoció un cupo en cada nave para los representantes. De nada serviría salvar a gente sin gobierno. El resto de plazas se sacaría a subasta, de tal forma que con los beneficios se pudieran seguir construyendo naves mientras el aumento de la temperatura lo permitiera. Nunca hizo falta sacar las plazas fuera de la primera instancia de decisión. —¡Papá, sí! Qué pesado. ¿Puedes o no?

Unos días después, ocurrió lo que mi intuición me había prometido. Como miembro del ESTEC (Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial) descubrí una ambigüedad en los datos de combustión del sol. Investigué y llegué a la conclusión de que el consumo del combustible solar se había acelerado repentinamente de forma exponencial. Seguí investigando. Recordé lo poco que había estudiado la ciencia primitiva. El Kalabtun maya, las Kalpas hindúes... No quise seguir. Era fundamental no saber más de la cuenta. Soy científico. No podía actuar de forma subjetiva. Pero otros sí podían si sus instintos bajos eran más fuertes que su amor a la ciencia. Y puse a prueba esa hipótesis: elaboré un dossier con todo lo averiguado y lo guardé asegurándome de que mi jefe me pudiera ver. Luego comenté mi preocupación con un colega ambicioso del ESTEC, y le expliqué que el dossier estaba escondido porque no quería que nadie me robara el hallazgo, y faltaba una comprobación

Había decidido dejar cada cosa en su sitio: se van los individuos peor adaptados para convivir, y por ello, los que mejor se adaptan para sobrevivir. Dentro de aproximadamente 250 días es probable que ocurran dos cosas. La primera: el sol volverá a enfriarse. Ocurre cada Kalpa, cada Kalabtun. La versión que elaboré para calmar al pueblo era la buena. Yo no mentí, entonces. La segunda: las naves que han despegado hacia Marte habrán pasado el punto de no—retorno y ya no tendrán suficiente combustible para regresar. Sólo el necesario para llegar a su destino, y entonces recibirán la noticia: el sol se enfría. Los que nos quedamos, conviviremos. Ellos sobrevivirán en Marte.

—Claro que puedo. 11


> artículo

miguel ángel sánchez

HACIA UN MUNDO SIN PECES l mar no es una fuente inagotable de recursos y se empieza a notar. El 52% de los recursos globales pesqueros están plenamente explotados, el 16% están sobreexplotados y el 7%, agotados, según datos de la FAO.

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El mar no es una fuente inagotable de recursos y se empieza a notar. El 52% de los recursos globales pesqueros están plenamente explotados, el 16% están sobreexplotados y el 7%, agotados, según datos de la FAO. El problema de la sobreexplotación pesquera reside en la inexistencia de pronósticos realistas durante décadas. Como ejemplo ilustrativo, en 1866, Thomas Henry Huxley, biólogo británico y defensor acérrimo de las teorías darwinistas de la evolución, negó que las capturas pesqueras pudiesen tener un efecto apreciable sobre la abundancia de especies marinas. Huxley, como otros que le sucedieron, descartó el avance tecnológico como factor de riesgo en la explotación de nuestros mares. Pocos aventuraban que, tras aquellos barcos de vela decimonónicos, surgirían enormes buques como los que hoy esquilman los océanos. Hace más de cien años, la actual situación de las especies marinas era impensable. En la actualidad, la situación de los mares de hace 150 años parece irrepetible. El aumento incontrolado de la población mundial es responsable, en parte, de este agotamiento de los mares. El número de capturas de especies marinas ha crecido con el número de habitantes del planeta. Desde los años 60, la población mundial ha crecido más del doble, de 3.000 millones a casi 7.000, y esta situación repercute en la explotación de los recursos que tenemos a nuestro alcance. Si en los ’60 el número de capturas pesqueras representaba unos cuarenta millones de toneladas anuales, esta cifra se ha transformado en 120 millones en la actualidad. A diferencia del número de capturas, la población de las especies marinas no aumenta con el paso de los años. Las poblaciones de peces de consumo cada vez son menores por la proliferación descontrolada de los arrastreros modernos. Cada vez hay más barcos y menos peces. Con sentido común,

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se puede afirmar que no hay futuro en un modelo en el cual sólo el 20% de las especies son explotadas con moderación. Ni hay futuro en un modelo en el cual un tercio de las capturas son devueltas al mar, en su mayor número muertas. Los medios de captura son ineficaces porque aniquilan especies no demandadas y especímenes que no han llegado a su tamaño adulto. Además, la pesca con pesos, plomadas y redes de fondo puede devastar hábitats marinos, como ya está ocurriendo en el Atlántico Norte, y caladeros, como el situado frente a las costas del Sáhara Occidental. El empleo de la acuicultura, es decir, la cría de especies en piscinas para su consumo, mejora ligeramente la situación, pero no la soluciona. El ejemplo más mediático de la sobreexplotación está protagonizado por el atún rojo. Numerosas organizaciones, como WWF Adena, han denunciado la “alarmante tendencia” al colapso comercial y ecológico de esta especie mediterránea y atlántica destinada, en su mayor parte, a la elaboración de sushi. Se ha demostrado científicamente que si no cambia la situación, el atún rojo está condenado a la extinción; sin embargo, y ante todo pronóstico, los Estados presentes en la última reunión de CITES (Convención del Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) rehusaron la posibilidad de añadir al atún rojo en la lista de especies protegidas. Japón, nación importadora del 80% del atún capturado, ejerció de lobby y convenció uno a uno a los países firmantes de la convención. Ante estas decisiones, de poco sirve el conocimiento de la situación. El atún rojo no es la primera especie propuesta como animal protegido de capturas. Sin ir más lejos, en el último mes, la anchoa del Cantábrico ha vuelto a los mercados de todo el mundo después de cinco años de veda. Ante el peligro de extinción de este preciado pescado, las autoridades internacionales prohibieron su pesca durante un lustro. El control de las capturas o la prohibición de pesca de determinados pescados parece ser el único remedio efectivo para salvar los mares del agotamiento. Pero si el modelo pesquero actual no es rediseñado en su totalidad, estas medidas preventivas sólo serán parches temporales a un problema del que somos responsables.



> mi isla

luis miguel coloma http://islaflipica.blogspot.com

Marisa garcía Maderal

Volver a sentirte La vida tira de mí y no quiero irme. Mis dedos dejan surcos en tu arena y mis manos sangran aferrándose a tus rocas, pero al final la noche me lleva. Solo quedan el rumor de las olas y el viento acariciando las dunas. Siento cómo me alejo y la luz se va ahogando.

empieza poco a poco a traspasarla, pero es con la luna llena cuando puedo volver a verte. Se asoma a una de mis ventanas sin cortinas y su reflejo sobre el espejo de la bajamar me permite adivinar tus formas.

Llevo mucho tiempo habitando en la oscuridad absoluta de tu olvido. Llueve dentro de mí. Durante años. Lento. Persistente. De los surcos de mi piel cuarteada brota musgo. Ya se han borrado mis huellas en tu suelo y las palabras que te dije al oído yacen amontonadas, desordenadas, al borde de la marea. Entre la arena seca, piedras, trozos de red y alguna caracola.

Luces temblorosas, sombras susurradas, formas sutiles. Sin recordarte apenas, te siento. Sin entenderte, revivo sensaciones. Liberado de las ataduras del recuerdo, vuelvo a enamorarme de ti. De tu luz, tu sonrisa y de tu cuerpo. De tus colores y tus sombras. De tu sol y de tus tempestades. Como la primera vez. Como un adolescente, limpio de cicatrices. Me vuelvo a enamorar de ti porque no sabía que no podía, y en ese desconocimiento febril, puedo.

En la llanura insondable de mi memoria empiezan a formarse agujeros. Las orugas del olvido devoran día y noche. Engullen feroces mis momentos de felicidad, el dolor y la vergüenza, rostros de seres queridos, nombres, amores furtivos, pesadillas, sueños y fantasías. La luz del amanecer

Y de nuevo te camino sin cansarme. Y vuelvo a reír sin límite ni pudor. Y a soñar día y noche. Asimilé por fin que el amor no necesita comprensión ni memoria. Que todas las anclas llevan cadenas y las etiquetas, cuerdas. Que a la luz te acostumbras y es imposible volver a encender si no apagas antes.

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> orillas

FotogRaFía Y Poema: taRekode w w w. t a re ko d e . co m

Las flores se cuelan bajo las grietas de mi hogar cada día cientos de ellas Secas agitadas por las corrientes de los pasillos llegan donde me hago visible y visten las esquinas de la casa hueca Acometen los segundos muertos de tu deserción La cama sola, el sueño pequeño las ausencias Al abrir para huir de este panteón ellas con pétalos incandescentes con pistilos agrietados me embisten devolviéndome al nicho Más tarde fumo al verlas poderosas expandirse por el universo plano del humo de las habitaciones enarbolando su bandera seca y mezquina el perfume agrio la sal yodada TarekOde. Therapy. El bramido de la ternera. Ediciones Idea 2015

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> salitre

ILUSTRACIÓN TEXTO: Rut heRnández · Instagram: @azul_metileno_verde_malaquita @ruthernandeztoledo

TÉCNICA: AGUAFUERTE / 16CM X 12CM.

LA HERIDA Sobre una superficie dorada, nueva, lisa y brillante, pulo, limo, hiero, cubro, quemo, muerdo, entinto, mancho, arrastro, ciego, ilumino, prenso... demasiado limpia, demasiado sucia, demasiado brillante, demasiado mate, demasiado cerca, demasiado lejos…. Sobre una superficie sin brillo, usada, rayada y mate, pulo, limpio, enjabono, cubro, rayo, muerdo, vuelvo a herirla, seco, limpio a fondo, entinto, arrastro y emborrono, salpico y limpio de nuevo… prenso... demasiado sucio, demasiado, mate, demasiado, grande… demasiado, lista, demasiado, guapa,

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demasiado arrogante, demasiado alta, demasiado, extravagante, demasiado intimidante. Sobre una superficie, sin brillo, trabajada y manchada, pulo, cubro, rayo con más fuerza y abrillanto con más ahínco, entinto en rojo, rojo sangre, rojo vida, arrastro y vuelvo a entintar, arrastro y más petróleo… prenso… lloro, es perfecta… ahora es perfecta... ya nadie la hiere, pule y cubre, ya nadie la emborrona y limpia, ya nada la hiere. Demasiado lista, demasiado guapa, demasiado arrogante...ya está fuera de mi alcance, ya no está.


> pancho lasso

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1 Roberto Casañas “Sin título” / 2 José Mª Del Corral “Rumbo al paraíso” / 3 Penélope Pérez “Mundo sensible, mundo inteligible” 4 Sergio Molina “No pares” / 5 Ángel Bosa Mendoza “Todo mal” / 6 Mariola Acosta “Des-stress”

Pase sin llamAr T 108 AÑOS DE LA ESCUELA DE ARTE PANCHO LASSO. 108 AÑOS DE UN BRILLANTE EJEMPLO SOCIAL, ARTÍSTICO, SENTIMENTAL INCLUSO. 108 AÑOS SIN QUE NADIE NECESITE LLAMAR ANTES DE ENTRAR.

Las instalaciones de la Escuela, mágicas, a la vez que tan extrañas de suyo —creación pura, destilada, encorazonada de los arquitectos Spínola y Trapero—, cuentan con unas excelentes condiciones para la formación y la creatividad de sus habitantes. Porque habitar es el verbo que define, en esencia, esta escuela, de una fortaleza magmática. Lo dicho, 108 años. El diseño de los espacios y la estrecha conexión de estos con sus zonas libres, íntegramente ajardinadas, devienen una isla en una isla, un horizonte propio, ajeno a la dureza que destilan muchos centros denominados educativos. Esas condiciones favorecen la vida, en su humana amplitud, generan un impacto positivo en la ética y la estética de los ciudadanos, porque de polis se

trata al describir esta Escuela, y los forma y nos conforma atentos, comprometidos con nuestro espacio, cada vez menos público. Mantenemos orgullosos la herencia que hemos recibido. Los principios del espíritu con el que surgieron las Escuelas de Artes y Oficios, inspirados en la filosofía de la “Institución Libre de Enseñanza”, frente a la actual moda en que la educación recuerda a las sociedades distópicas de la ficción, centros educativos sobrecargados de normas, interminables burocracias, espacios cerrados, miradas vigilantes… Entendemos que la educación no es meramente una transmisión de contenidos —no de saberes—; se trata de afinar, precisamente, la mirada, un mirar que sea nuestro, y eso solo se consigue en un

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alejandro rodríguez

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> pancho lasso

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Con—vivir arte; respirar arte; 10

Con—versar arte 11

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entorno libre, abierto, no manipulado. La Escuela de Arte sostiene una intensa actividad cultural, tanto para su alumnado, como para quien entre sin llamar. Esas muestras, de eminente carácter artístico, cuentan con un espacio propio en el centro, espacio siempre abierto, por definición, a la comunidad, en el que contemplar el trabajo que se realiza desde aulas y talleres, así como de las exhibiciones colectivas e individuales de los artistas que solicitan difundir su obra desde nuestra

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Escuela, caso de la exposición que nos ocupa, realizada por docentes de esta Escuela. Con—vivir arte; respirar arte; con—versar arte, puesto que de una conversación se trata la misma y profunda educación, y ello es que se educa la sensibilidad artística y personal en permanente, sugerente, arriesgada acaso, manera de mirar. Pocas veces un centro educativo fue un lugar tan abierto.


> pancho lasso

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des—a[ r] stres A partir de un juego de palabras y de una chapa de madera de 61x80 cm, el profesorado de la Escuela de Arte Pancho Lasso se ha unido al reto creando una obra artística empleando las más variadas técnicas. Enfrentarse a una tabla de madera, como a una hoja en blanco, e impregnarla con la particular concepción del arte, siempre ha sido una tarea difícil. Más aun en estos tiempos extraños, en los que intentamos superar el estrés que provoca un desastre como el que estamos viviendo. Palabras, óleos, esculturas, fotografías, performance... variedad de técnicas en estas obras, que más de veinte docentes han querido crear, fundamentalmente, para proponer un diálogo con sus alumnos y alumnas, con sus compañeros y con cualquier ciudadano de corazón intenso. Partiendo, como no puede ser de otra manera, del lenguaje más universal: el artístico.

7 Tania Súarez “Monstruas”

13 Julián Bermúdez “Sin título”

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Julia Sosa “En tierra extraña”

8 Moisés Gutiérrez “Azul”

14 Mario Delgado “Animalitos”

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Silvestre Zerpa “Zit—Art”

9 Mª Estrella Fernández “Confusión”

15 Hugo Pitti “Apocalipsis”

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José María Ibáñez “Sin título”

10 Zertan Zij “Un poco de luz”

16 Pepe Vera “Sobre tí”

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11 Jesús Mª Pérez “Sin título”

17 Sonia Hernández “No me des la chapa”

Carmen Gloria Morales “A natural disaster, naturally”

12 Juan Carlos Álvarez “La falla”

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en Lanzarote había referente en su paisaje; pero que yo deseaba. Y, a día de hoy, todavía arrastro.

Fotografia de Víctor Medinadelli

Raro es el niño o la niña que, cuando se le pide que pinte un paisaje, no dibuje un árbol. Incluso, siendo de Lanzarote, seguramente en su recreación paisajística aparecerá un árbol. En nuestro imaginario cultural y visual occidental, la presencia del paisaje verde con árboles, arbustos, plantas, césped y flores es una realidad recurrente e incuestionable que nos trasciende, aunque vivamos en un páramo. Nos traiciona nuestro subconsciente que añora y sueña con el recuerdo de un paraíso lejano en el tiempo. De pequeño, yo también tenía la misma sensación y hacía lo mismo. Dibujaba y pintaba paisajes verdes, quizás hechizado por un deseo cultural y antropológico que nunca he visto cumplido en mi propio territorio insular, sino de manera transitoria. Hay tres lápices de colores de las cajas de crayones Alpino de los escolares que siempre se gastan o que misteriosamente desaparecen en las aulas: el celeste, el rojo y, sobre todo, el verde césped. Yo no sé la cantidad de lápices verde césped que habré gastado en mi vida desde que estaba en la escuela de La Marina, donde estudié, hasta la actualidad. No podemos echarle la culpa a la influencia televisiva o audiovisual, porque les garantizo que yo no la tuve hasta bien pasada la adolescencia. Fue más la influencia literaria e ilustrada de los cuentos infantiles que leía y la de los libros de textos escolares los que forjaron, al menos en mí, esa aspiración cierta de identificar siempre un paisaje con la presencia verde de una vegetación y una flora de la que apenas 20

Fauna: 1er Premio Marcos González

Este desajuste paisajístico local con el imaginario cultural de lo verde, hizo que siempre deseara cualquier referente vinculado a mi contexto territorial, que me recordara el mundo vegetal y húmedo del que en la isla no podía disfrutar. Me encantaba ver las plantas del patio de mi madre y el de las vecinas de Valterra. Me quedaba bobo mirando aquellos jardines arbolados que hoy han desaparecido de los patios de las casas donde crecían ficus, acacias, falsos pimenteros, palmeras y otras especies que daban sombra y permitían que bajo ellas crecieran otro tipo de plantas, como las capas de la reina, los pampaules, las cintas, las azucenas, los periquitos, las calas, las teresitas, las hojas manchadas e infinidad de vegetación doméstica. Por eso, creo firmemente que desde pequeño, tanto yo como otras muchas personas de esta isla, arrastramos una querencia vieja a desear ver la isla verde.

Este año hemos tenido la suerte de tener varios episodios de lluvias generosas que han posibilitado que Lanzarote se vista literalmente con un manto de verde maravilloso, salpicado de campos de flores silvestres, junto a un estallido de la flora endémica que, poco a poco, ha ido reconquistando territorio, como no ocurría desde hacía muchos siglos, verbigracia de la desaparición del pastoreo que casi esquilmó y redujo a unos pocos reductos la vegetación propia de la isla. Así, el tajinaste, la margarita y el cerrajón de Famara, junto al tajasnoyo, las tojias, las yesqueras, los bejeques, las tabaibas o los veroles, entre otras especies, han ido progresivamente avanzando hacia lugares donde jamás se recordaba que habían estado. Una prueba de esta expansión vegetal maravillosa la podemos ver en el Jable, que tras el abandono de la agricultura y del pastoreo, ha ido recuperando año a año el aspecto que debió tener antes de la llegada de los primeros aportes de población humana a la Isla. Y esto, aunque muchos no lo compartirán conmigo, es una maravilla. Es un auténtico regalo ver como el Jable y otras partes del territorio insular, recuperan su aspecto paisajístico verde, anterior a la presencia humana en Lanzarote. Tampoco comparto, y aquí me voy a ganar muchas enemistades, esa campaña institucional que le ha declarado la guerra a la introducción de plantas, arbustos y árboles foráneos en los espacios ajardinados y en entornos humanizados de nuestro paisaje no urbano. Y todo ello, en beneficio de introducir en dichos espacios ajardinados especies autócto-


> Desde el rincón nas, que muchas veces no prosperarán tras ser plantadas en recintos artificiales, por no ser el entorno natural propio o tener que soportar condiciones ambientales que no son las más recomendables (estrés hídrico, insolación excesiva, sin protección del viento, contaminación...). Se ha empezado así en la jardinería pública a desterrar, ridículamente, la presencia de piteras, plantas crasas, adelfas, acacias, hibiscos, buganvillas y un montón de especies vegetales más, por no ser autóctonas, mientras que por otra parte se siguen plantando hasta el cansancio flamboyanes o palmeras caribeñas, sin que tenga esto último mucha concordancia con lo anteriormente expuesto.

josé Ramón betancoRt mesa

Arrecife, conocido como el Parque Viejo. ¿Existe una explicación lógica, que no sea la pura desidia y el más absoluto desinterés municipal por cuidar o dar vida a los árboles que han acabado convertidos en pura leña de lo secos y abandonados que están? Pareciera que estamos condenados a no poder disfrutar jamás de un gran parque arbolado en una ciudad como Arrecife.

Han pasado casi todos los grupos políticos por las instituciones y ningún grupo de gobierno ha apostado de forma seria, profesional, comprometida y generosa por dotar a una ciudad como Arrecife de un espacio verde con sombra de árboles y áreas de césped donde descansar, hacer deporte, pasear, pasar la tarde leyendo o simplemente estar. A ello hay que unirle el Luego quedan, presas en un limbo institucional y medioamafán criminal de talar árboles que dan sombra en cualquier biental normativo extraño, varios millares de pobres palmeras esquina o calle de la ciudad, siguiendo el alegato de causar canarias que fueron plantadas a mansalva en las últimas cuamolestias a la ciudadanía, del coste de mantenimiento que tro décadas y que ahora se encuentran abandonadas a su acarrean o del gran consumo de agua que llevan asociados, suerte, secas, sin ser tratadas fitosanitariamente o sin recibir siendo la única solución aportada la de regadío alguno para su supervivencia. Y crear espacios ajardinados con rofe y esto sí que es un verdadero atentado “Este año hemos plantas autóctonas e incorporándose, ambiental en toda regla. La no existencia tenido la suerte de de forma hortera, el uso de gravas blande una normativa clara, junto a la política cas y también la combinación horrorode dejación, abandono y falta de regadío, tener varios sa de selecciones de rofes negros y están provocando que miles y miles de episodios de lluvias morados. palmeras de la isla estén muriéndose. Y esto sí que es una vergüenza medioamgenerosas que han Por todo ello, cuando me preguntan biental, paisajística e institucional de la posibilitado que qué me parece que la vinagrera herreque nadie se responsabiliza. ¿Qué pasará ña esté invadiendo zonas volcánicas y cuando la tregua de la humedad de las Lanzarote se vista malpaíses de Lanzarote, respondo que últimas lluvias acabe para estas palmeras? literalmente con un me encanta. Así, sin anestesia y sin Pues que asistiremos a la progresiva muertapujos. Que me encanta que esa espete de más ejemplares de palmeras, ante la manto de verde cie vegetal se extienda y salpique de mirada cómplice y anestesiada de la ciumaravilloso” verde la isla. Personalmente, su predadanía lanzaroteña. De forma paralela, sencia no me parece una invasión al otro asunto absurdo es la fiebre por elimiser una planta de nuestro entorno macaronésico. Otra cosa nar el poco césped natural que aún queda plantado en los completamente distinta es lo del rabo de gato, pues su expanjardines públicos, argumentándose el enorme coste de agua sión perjudica el crecimiento de especies autóctonas. y de mantenimiento que acarrea, reconvirtiéndolo en las rotondas y zonas verdes por la colocación de puras moqueMientras la incompetencia política e institucional y cierto talitas de plástico verde. ¿Qué será lo siguiente, poner ramos de banismo ambientalista que solo desea que arraigue la vegetaflores artificiales de colorines comprados en las tiendas chición endémica en nuestros jardines, sigan condicionando el nas para no tener que regarlas? Me encantan esos momentafuturo de los espacios verdes insulares, jamás veremos áreas zos de la jardinería institucional. de césped y árboles que den sombra en nuestros espacios urbanos, porque eso solo generará para ellos gastos de mantenimiento y consumo excesivo de agua, además de prostituir el Mientras tanto, la promesa política de crear parques y jardiconcepto de paisaje ajardinado tradicional de Lanzarote. Y nes arbolados sigue siendo una utopía lejana en la isla. El hasta aquí podemos leer. legítimo deseo de tener un área verde con césped y con árboles que den sombra y fresco en los espacios urbanos es Resumiendo, a los que nos gusta poder disfrutar de espacios una auténtica quimera en esta isla. Alguien que venga de verdes en la isla, que no sean los odiosos campos de golf, no fuera y vea sin anestesia nuestros parques pensará que debenos queda otra que esperar estoicamente a los años de lluvia mos ser una ciudadanía que odia a los árboles en los despopara ver un paisaje verde en Lanzarote, como el que hemos blados y desatendidos jardines que hay en Lanzarote. podido disfrutar este año. Pongamos como ejemplo el Parque Ramírez Cerdá de 21


> captura

atchen PounaPal

Textil y lana / 2,00m x 2,00m / Fotografía BRUTO estudio

PAISAJE MARINO Hay en el paisaje atlántico dos tercios de litoral que se confunden en el delgado borde espumoso de la mar con la arena levantada por la ola. Sin llegar a saber dónde empieza la playa y dónde termina la mar es paisaje de cien paisajes, unas veces espejo de mercurio y otras aquelarre de crestas blancas o exhibición de una calma incendiada, adula y atemoriza ante diferentes miradas. Observo el horizonte con ojos nuevos cada día ya que ninguno de los dos somos el mismo y sin embargo parece que casi nos reconocemos. Nos reencontramos en el recuerdo de la niñez, inocente, de cuclillas en la orilla atento a cómo una concha vacía era revolcada mil veces, resistiendo al baile erosivo de los callaos. Viendo el constante ir y venir de la ola como una metáfora antigua pasaron años y ahora aquí estamos, totalmente rodeados por 22

océano de delgadas cintas plateadas. Apenas una membrana mínima que nos separa de lo desconocido, de los terrores marinos, sombras serpenteantes entre las piedras, erizos de agujas largas que competían con el pánico de la posibilidad de ahogarse. Cada día contemplamos este constante espejismo del horizonte rectilíneo, solo oculto por la calima o por una noche sin luna. Esta línea, aunque interrumpida por otra isla o las montañas la sabemos infinita, la conocemos intangible y a pesar de su frágil existencia está siempre presente, eterno límite entre dos azules, reflejándose uno en el otro. Las olas de esta y otras orillas en su incesante volver crearon costumbre, haciendo en el pensamiento océano más allá del océano.


FOTO: FRancis PéRez www.francisperez.es TEXTO: maRio m. Relaño http://hisaetuvalu.wix.com/mariomrelano

© I love the sea by Francis Pérez

> abc sub

LA PASADA NAVIDAD Recogió los platos, apagó la vela y así daba la Navidad por terminada. Su cena había consistido en una lata de albóndigas calentadas en un hornillo y dos naranjas. Fuera seguía nevando, aunque mañana pareciera que ese paisaje blanco ya no era necesario una vez acabadas las fiestas. Hacía mucho más frío del que le habían dicho antes de venir , y su única estufa era el fuego que hacía con la leña encontrada y el par de mantas con las que se cubría. Cuando estaba en su país, veía en la televisión escenas de las fiestas europeas y siempre las envidió. Todo resultaba ser alegre en la propaganda televisiva. Este su segundo año en Europa se había dado cuenta que no todo era tan bonito, o al menos no todos lo vivían así. Es más, nada de lo que había vivido este tiempo tan lejos de casa había sido bueno, aunque la decisión de venir había sido suya y solo suya. Aún continuaba con las pesadillas, a pesar del tiempo transcurrido, recordando la horrible travesía desde el continente africano a Europa. Tras tres meses escondidos en el desierto les embarcaron en una barcaza a motor, a él y a otros veintitantos desconocidos más, tras el desembolso previo de tres mil euros. Era noche clara de luna y parecía que cada una de las estrellas se reflejaba en el mar. Se sentía feliz. Era el tramo final para cumplir su sueño.

Las aguas estaban muy tranquilas y solo se oía el motor de la barcaza cuando comenzó su recorrido hacía un destino incierto. Tras un día y una noche ya recorridos, cuando la sed le rascaba la garganta, el mar se agitó con virulencia al comienzo de una negra tormenta. Tras las embestidas de las olas contra las maderas, el motor dejó de sonar. Todos se agarraron de la mano y se miraron aterrados. Fueron unas horas, no sabría decir cuántas, de gran agitación. El chaval que estaba agarrado con sus dos manos a la madera, no resistió la sacudida y cayó por la borda. Nadie intentó ayudarle. Hubiera sido un suicidio. Tras él varios más también cayeron al mar, entre los gritos de todos, los golpes de las olas y el fuerte viento. Al amanecer, el mar de repente se calmó. Unos débiles rayos de sol penetraban entre las nubes ahora menos oscuras. Se hizo el silencio. Todos mojados temblaban de frío. Respiraban con ansia. Nadie habló durante horas, nadie hasta que alguien levantó la voz señalando tierra. Entonces, una minoría gritó y la mayoría lloraba. Remando con sus propias manos, alcanzaron la orilla. Solo eran la mitad de los que habían iniciado el trayecto. Corrió, corrió hasta separarse lo suficiente del mar. Nunca más quería volver a verlo. Dos años después, malvivía en una ciudad del centro, sin papeles, sin trabajo y sin una paga. Dos años después no vive mejor de lo que vivía, pero tampoco puede regresar. 23



> almacenada

Adriana

adRiana sandec

Sandec

Adriana Sandec muestra “Miradas en la sombra” en El Almacén

¿Qué te ha llevado a embarcarte en el proyecto "Miradas en la sombra"? Descubrí que a pesar de conocer varias disciplinas artísticas y encontrar fascinación en cada una de ellas, la fotografía me terminó de cautivar. No solo porque me permitía materializar más rápido y eficazmente mis ideas, sino por el poder que tiene como herramienta de comunicación. En estos últimos años me di cuenta de que la fotografía sería la única disciplina que me ayudaría a salir de mi zona de confort y, en medio de esa exploración, encontré un nuevo propósito. Nunca quise crear fascinación con el arte, yo solo intentaba mejorar algo de mí que me hacia estar inconforme todo el tiempo. Y con “Miradas en la sombra” lo estoy consiguiendo, porque es un proyecto que me ha permitido alejarme de todos los aspectos formales, estéticos y técnicos para llevarme a algo más emocional, natural e intuitivo. Metodológicamente, ¿cómo desarrollas el proceso de creación fotográfica asociado a cada mujer? Es un proyecto en desarrollo desde hace dos años, que tiene como base un estudio de campo extenso, ya que mis fotografías no son tomadas en el mismo momento de conocer a las mujeres, sino

cuando ya creo un vínculo con ellas que me permita sacar la cámara sin que estorbe o incomode. Ese tiempo no puede medirse, puede durar meses e incluso años y no todas van aceptar que les tomes una foto, por muy bien que te lleves con ellas. Así pues es un proyecto que implica más que llegar a realizar un retrato. Debido a la pandemia, el año pasado tuve que frenar en seco. Incluso este año con la distancia social y las mascarillas que han condicionado tanto nuestras relaciones humanas, he tenido que modificar mi proceso varias veces. ¿Qué te reporta como creadora un proyecto como este? Ha mejorado mi empatía y mi comunicación con las personas que están fuera de mi zona de confort. Todo prejuicio queda a un lado cuando la finalidad es descubrir, no una versión ni un pasado, sino crear un vínculo en el presente con ellas, empezar desde cero. Afuera, hay muchas mujeres que están en la sombra, que incluso tienen una historia muy dura, que son juzgadas cada día por su aspecto físico y/o psicológico. Desamparadas por la sociedad, tengo esperanza en mi proyecto para poder cambiar un poco esa relación. Porque sé que el arte puede ser usado para mejorar nuestras relaciones humanas.

Entrevista: Pepe Betancort / Área de Cultura del Cabildo de Lanzarote. · Fotografía: Carlos Reyes

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Augusto Vives

Pepa Sosa

Nicolás Melián

Fabio Carreiro

Christiah Hansen

Daniel L. Fleitas

Esther Vega

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esta sección es Posible gRacias al PatRocinio de:

La sección “MARTE, mar y arte” ofrece un espacio de diálogo para artistas canarios o residentes en Canarias, cuyas obras estén inspiradas en el mar. Aquí tienen cabida las diferentes disciplinas artísticas que habitan en las islas.


ESTHER VEGA

“LA VENTANA DE ENOA”

Desde la ventana observo la orilla La misma orilla que nos une cuando atravesamos su umbral Las islas en medio del mar enigmáticas silencian y ocultan secretos. Los volcanes duermen Las montañas a lo lejos detienen los vientos, mientras, el mar y la arena reclaman su lugar. Desde la ventana escucho el murmullo de las olas descubro la soledad y el silencio, no siento miedo. Siempre el mismo paisaje inédito… Esther Vega Castro

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AUGUSTO VIVES

“ECOPEZ. KITS DE PECES. MODELO: SARDINA.” Tus baños en la marea, ya no serán iguales con ECOPEZ. Crea tu propio banco de peces alrededor de tus baños. ECOPEZ: la solución a un mar sin peces.

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PEPA SOSA

“TÁLAMO" La memoria de la caracola. El mar no acaba en el horizonte, el tiempo tampoco.

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NICOLÁS MELIÁN

“ARQUITECTURA DEL AGUA” FOTOGRAFÍA Una balandra francesa llamada “La Verite¨ se hundió en Port Etienne. Mi abuelo paterno, compró los palos de esa balandra al armador francés. Puso a flote la balandra y se la llevó a Portonao. Allí le puso el nombre de su mujer, Inés.

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FABIO CARREIRO

UNA TARDE EN BUENAVISTA DEL NORTE a Candelaria Villavicencio en la plaza ningún fuego ningún viento solo una sombra alegre y el relato de una casa con ventanas torcidas

en el bar nadie dejó la huella que seguimos entre muros y plásticos de invernaderos entre cardones y estiércol hasta la playa rocosa donde un torpe ulises batalló contra el océano donde circe nos sedujo con un rescoldo del mar y brevas de su huerto donde penélope cansada de esperar (y aflojada por las cervezas) resolvió un asesinato y nos invitó después a un viaje en furgoneta por la pasión y los desprendimientos en busca de la historia de la verdad

bajo jirones de nubes el mar el mar refugio de peces es hora de descubrir la soledad de alcanzar la orilla amable donde el viento horada rocas talla y pule el risco hasta ver de nuevo el mar detrás detrás del sueño es hora de respirar la libertad la arena dulce del silencio

LA MAREA CRECIENTE alrededor del castillo la marea sumerge descubre el ardor de cuatro jinetes esquivos no cruzaron estepas estos caballos de fuel sus largos cuellos sus herraduras vigilan el mar ante las olas crecientes hacia lo inexplorado trotarán un día un día trotarán hacia trotarán hacia un horizonte de ausencias trotarán hacia la luna

LA GRACIOSA, 2019 “Premio de Poesía Inocencia Páez 2019”

sobre las olas al límite del aliento una isla enredada en luz se precipita hacia la noche barcos de sal desatan nudos del tiempo rescatan del agua una tierra incierta azul cada vez más cerca

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EL MAR, EL MAR Esta tarde ensordece el rugido de nuestro viejo mar con alzheimer que no recuerda nuestros nombres, ni los de aquellos que se hunden cada día en él con sus pies negros como el agua pero que clama siempre por Ulises, por Penélope, por Circe en cada ola…


CHRISTIAN HANSEN

“FIN DE LA CALIMA” Famara, caja llena de sorpresas, lugar en donde nuevos paisajes y formaciones nacen de la nada.

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DANIEL L. FLEITAS

“SIN TÍTULO” “Estoy en guerra con lo obvio”. William Eggleston

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Diseño: www.fernandobarbarin.com


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