EDITORIAL Cuando alguien te pregunta si quieres tener hijos, instintivamente imaginas a un precioso bebé balbuceante entre tus brazos. Nadie visualiza a un adolescente lleno de granos encerrándose en su habitación de un portazo al grito reivindicativo:
– Yo no he elegido nacer –. Y es cierto; nadie de nosotros hemos elegido nacer. Es más, salvo excepciones, tampoco elegimos morir. Desde la adolescencia, la vida, la muerte y el espacio infinito son los tres conceptos que cuanto más los pienso... menos siento que existo. Si miro el cielo y no encuentro final, me encojo. Ante el silencio que envuelve un cuerpo sin vida, me pierdo. Cuando un bebé me mira fijamente y sonríe, me encuentro. Estas son para mí las tres grandes incógnitas de la vida y tengo la certeza de que para esta ecuación, jamás encontraré la respuesta en iglesias, sinagogas, mezquitas, pirámides, templos o pagodas. En esta triangulación de espacio, vida y muerte navegamos a la deriva arrastrados y dirigidos por la corriente. Yo diría que precisamente esas tres grandes
incógnitas son imprescindibles para poder seguir caminando. Las falsas respuestas desdibujan el camino y quienes las ofrecen tienen intereses más de orden social, ético o político. Esos oradores que promulgan desde sus púlpitos historias fantasiosas y delirantes no dudan en golpear con sus escrituras a quienes sueñan y luchan por un mundo más justo. Yo no creo en nada y nada comprendo, pero eso me reconforta. No podría vivir sabiendo que el cielo tiene techo, porque enloquecería pensando que hay tras él y, de igual manera no podría vivir sabiendo que tras mi muerte realmente existe algo porque la curiosidad me mataría. Puedo imaginar al fervoroso creyente al final de su vida agarrado a la cabecera de la cama intentando desesperadamente no dejar este mundo y al más ateo arrodillado, encomendándose a cualquier dios ante la presencia de la parca. Supongo que si desde niño me hubieran hablado de Jesucristo sería cristiano, y si lo hubieran hecho de Mahoma musulmán. Pero lo cierto es que si me los encontrara hoy a los dos sentados sobre mi cama seguiría sin creer en ellos. Comprendo la irracional necesidad de creer en algo o alguien, pero no soporto a quienes de manera interesada adroctrinan mediante sedación a esos necesitados. A dios.
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SUMARIO
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reportaje
C.A.S Pastinaca Hace ahora veinte años nace el club de actividades subacuáticas Pastinaca uno de los clubes de buceo más antiguos de la isla de Lanzarote.
MI ISLA >
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Vergüenza y orgullo · 18
Descubrí una vez que lo que ocurre en mi vida, día a día, es pura ficción.
Localización de diferentes actividades en la conservación y cuidado del medio ambiente
2NU2 >
Gegrorio Cabrera · 12
Alegranza · 20
Espacio para la muestra de obra realizada por los alumnos y alumnas de la escuela
l principio, la navegación se realizaba a bordo de embarcaciones muy básicas y rudimentarias...
ABC SUB >
N CAPTURA >
Francis & Mario · 13
Ermelinda Martín Duarte · 21
Cuando muera quiero ser una estrella. Sólo las personas que aman de verdad...
El planeta Tierra está cubierto por los océanos y mares en una proporción...
MENSAJE PARA... >
N FICHA >
Ismael Lozano Latorre · 16
Marrajo · 22
Dora aparcó el coche en el arcén de la carretera y la brisa marina, cargada de recuerdos...
Son potentes nadadores, probablemente los más rápidos entre los tiburones...
KDD >
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FOTO DENUNCIA >
Luis Miguel Coloma · 10
DIARIO ATLÁNTIDA>
18
6
EXPOSICIÓN>
Colecctivo de artistas· 17
Carasquehabitaronelmar · 24
Grupo de artistas, en la búsqueda de un constante estimulo lleno de emociones
La exposición da luz a gasterópodos fosilizados hallados en el interior de algunos barrancos...
MAR Y ARTE · MAR Y ARTE · MAR Y ARTE · MAR Y ARTE · MAR Y ARTE · MAR Y ARTE · MAR Y ARTE · MAR Y ARTE · MAR Y ARTE · MAR Y ARTE · MAR Y ARTE · MAR Y ARTE ·
PINTURA > Ernesto Acosta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 FOTOGRAFÍA > Ildefonso Aguilar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 FOTOGRAFÍA > Usua Ibarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
MAR Y ARTE · 27 Espacio de intercambio artístico donde el punto de referencia para el desarrollo creativo se genera en torno al mar.
FOTOGRAFÍA > Simone Rüssli . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 PINTURA > Vanessa Rodríguez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 FOTOGRAFÍA > Alejandra Mencel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
C.A.S PAStinACA 20 años de ilusión
S UCEDIÓ
UN DÍA CUALQUIERA DE UNA SEMANA CUALQUIERA .
EL ENCUENTRO FUE FORTUITO Y CASUAL . VEZ QUE HABLABA CON
“N INO ”. YO
E RA
LA PRIMERA
S ATURNINO G ONZÁLEZ A RROCHA
ERA UN JOVEN BUCEADOR CON POCA EXPERIEN -
CIA PERO HAMBRIENTO DE
A ZUL ,
NITRÓGENO Y AVENTURAS .
Nos conocíamos de vista, crecimos en barrios cercanos, él era jovial, alegre y con gran carisma; una de esas personas que te marcan para siempre. Fue un encuentro breve junto “al Mercantil”, pero bastó con ese instante. Se habló del Pastinaca, de compañerismo, de salidas de buceo y de amistad. Valores que con el tiempo han cimentado el espíritu del Club de actividades subacuáticas Pastinaca. A finales del 93 el buceo en Lanzarote era aún minoritario. Solamente unos pocos centros de buceo como Safari Diving actuaban desde “Playa Chica” para el deleite del turista que visitaba la isla. Sin embargo, para el buceador local era caro bucear con los precios de una empresa de buceo. A finales de ese año un grupo de soñadores se reunieron para crear un club de buceo donde poder cargar botellas y, sobre todo, poder compartir experiencias y sueños.
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Nació así el club de actividades subacuáticas Pastinaca que, junto al C.A.S Lanzarote, conforman hoy en día los dos clubes de buceo más antiguos de la isla de Lanzarote. Fueron tiempos duros, tiempos de imaginación, de inventiva y de aprovechamiento de cualquier recurso. Los compresores de la época eran precarios, de bajo rendimiento y eternamente lentos para llenar las botellas. Vestíamos trajes multicolor “Nemrod”. Botellas de 15 litros y los MK de Scubapro eran frecuentes para “ir profundo”. Máscaras de grandes dimensiones y las eternas aletas stratos de la mítica marca italiana Technisub hoy absorbida por el gigante Agualung también eran habituales. Era una época en la que muchos buceadores buscábamos nuestros límites; horas y horas en el azul, picados, cuevas, nocturnas, el coral rojo y grandes bichos como el legendario “Freddy”, un mero de grandes dimensiones. Pero pronto eso no fue suficiente, teníamos sed de aventuras y comenzamos a mirar hacia el norte de la isla. Se sucederían dos veranos mágicos entre 1995 y 1996 en los que realizaríamos algunas de las mejores inmersiones de nuestra vida a bordo del Jorge Luis, un pequeño barco de pesca transformado en barco de línea por sus propietarios la
Y surgió la Marina de Arrecife; casi sin darnos cuenta hemos empresa Líneas marítimas Romero. Sin duda el túnel del Roque del Este estará siempre entre nue- ido haciéndonos cómplices de los problemas de este singustros mejores recuerdos: la fauna, su impresionante origen lar lugar, corazón de una ciudad que nunca la ha respetado. volcánico y sobre todo, el recuerdo del grupo humano que Entrábamos en el 97 cuando, conocedores de la realidad se adentró en el azul ese día. Sin embargo, la sumergida de la ciudad, planeamos “Años y años de un un cambio de conciencia y la necesihistoria del C.A.S Patinaca continuó evolucionando. De nuevo sería Nino uno de los dad de actuar para tratar de redimir voraz desarrollo primeros compañeros en alertar sobre los en parte el inmenso daño causado. problema del mar: pocos peces y muy localizaAños y años de un voraz desarrollo económico habían dos, pero sobre todo una increíble densidad de económico habían dañado severadañado severamente mente los fondos de nuestro litoral. erizo Diadema antillarum. Surge así la necesidad de hacer algo, afloran Comenzamos valorando cuál era el los fondos de las inquietudes sobre los problemas de nuestro estado de un ecosistema herido y mar, los proyectos se suceden... y nace el senhumillado en lo más profundo. nuestro litoral” timiento del Pastinaca como algo más que un Durante estos años y con la fe que club de buceo. nos mueve, hemos llevado a cabo una decena de limpiezas Pero no hay gloria sin sufrimiento. Casi sin avisar, sin des- submarinas, sacando cientos de toneladas de basura y ayupedirse y con un “hasta mañana” tras una inmersión en dando a la progresiva transformación de un entorno tan “Playa Chica” Nino nos dejó para siempre. Sólo quedó el bello y rico en biodiversidad. consuelo de saber que siempre estaría a nuestro lado en la A pesar de todo nunca ha sido suficiente. Siempre abiertos a buscar nuevas vías de actuación y comunicación, no lucha, en los reveses y en las alegrías del C.A.S Pastinaca.
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hemos dejado de colaborar con las principales instituciones insulares, como el Cabildo Insular de Lanzarote o el Ayuntamiento de Arrecife. Hemos traspasado incluso las fronteras insulares colaborando con la vice–consejería de pesca a través de la empresa Gesplan. El proyecto de control de las poblaciones del erizo Diadema antillarum, la localización de poblaciones de la seba fina (nanozostera noltii), las bolas del charco de San Ginés, limpiezas submarinas en la reserva marina de los Islotes, la colaboración en el estudio de nuevas especies para la ciencia en la marina de Arrecife con Leopoldo Moro, la lucha contra las petroleras, Oceanográfica y la guía de buceo de Lanzarote ,así como muchos otros proyectos, han marcado profundamente nuestra trayectoria y nuestra historia. El mar de lava, ese fondo rocoso y caprichoso sumergido en lo más profundo de nuestra realidad insular, nutre de alimento y protección a una fauna desconocida, singular y multicolor que solamente “los hombres y mujeres que pueden volar”, tienen la suerte de contemplar. El Open fotosub Lanzarote mar de lava se ha transformado en estos últimos años en una de las apuestas más decididas
de este club para salvaguardar la riqueza de una isla marcada por el aislamiento geográfico, la soledad y los elementos. Un apuesta decidida hacia las personas, el esfuerzo colectivo y el amor común por nuestro entorno natural. Traspasando fronteras, acercándonos a nuestras islas hermanas y compartiendo con todos este concepto de vivir y amar el buceo y lo que representa por encima de todo. Atrás quedan cuatro sedes sociales, más de 800 socios que han pertenecido en algún momento a este club, proyectos, ideas y objetivos cumplidos. Momentos felices y amargos llenos de satisfacción o de dolor. Gracias a esos locos que un día creyeron en una idea y fueron capaces de hacerla realidad, gracias a todos los que, ante todo, nos han ayudado a construir estos veinte años de sentimientos y de amor por la naturaleza y el mar. “Now we’re free”... ahora ya somos libres y volaremos para siempre en el azul de nuestro querido océano creyendo en aquello que amamos. Porque un día sin darnos cuenta todo comenzó... Rafael Mesa, Presidente del C.A.S Pastinaca 9
isla
Montaje: Nicolás Melián
mi
Luis Miguel Coloma
MIENTRAS DUERMES... Descubrí una vez que lo que ocurre en mi vida, día a día, es pura ficción. Una irrealidad perfectamente articulada y entrelazada en un equilibrio perfecto con las supuestas vidas de mis allegados, y que se extiende hasta el infinito como una tela de araña interminable. Pensaba que sólo ocurre en mi vida lo que percibo durante ese tiempo en el que supuestamente estoy despierto, con los ojos abiertos, o sueño que lo estoy.
¿Qué es entonces lo auténtico? ¿Lo que pienso, o lo que siento? A veces todo se aclara y se distingue precisamente cuando cierras los ojos. La intuición se convierte en un sabio piloto automático cuando limitas y sesgas esa fuente de confusión que es la mente. A ella se refirió el gran genio Francisco de Goya con la brillante afirmación de que “el sueño de la razón produce monstruos”. ¡Y qué monstruos!
Porque tal vez lo real sea todo aquello que sucede cuando la oscuridad funde en un igual la noche, el cielo y el mar, como un amable espacio entre paréntesis. Un útero confortable y protector que reconforta y restablece para poder volver a afrontar la irrealidad de cuando sueño que estoy despierto.
Prefiero ese no–lugar con fronteras difusas e indefinidas como el agua. Ese espacio en el que flotas en un estado de felicidad ingrávida, entre miles de millones de puntos luminosos de colores, como si te sumergieras en la densidad placentera de la noche. Mar o cielo, plancton o constelaciones… Una oscuridad acogedora, que no genera temor sino paz. ¿Por qué habría de preferir dolor y tormento? ¿Acaso me corresponde alguna culpa por existir?
Pienso, creo, sé... Definitivamente, la mente está sobrevalorada. Le hemos otorgado la supremacía absoluta sin reparar en su vulnerabilidad. Pensamos que a través de ella podemos controlarlo todo, pero a veces nos juega malas pasadas. Nos hace creer cosas con una precisión y definición impresionantes y caemos sin remisión. En ocasiones, la mente puede resultar como una habitación llena de espejos. Nos muestra agua en el desierto y oasis con palmeras en medio del sórdido asfalto, generándonos dudas desgarradoras.
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Amanece en este útero conceptual y siento que vuelve a tocarme soñar que estoy despierto. Pasar al otro lado de la realidad. Del yin al yang, y así permanentemente. Tránsito necesario para asimilar el contraste de la propia existencia e interactuar con la irrealidad de otras. Para generar karma haciendo vibrar la infinita tela de araña. Dentro de unas horas volveré a cerrar los ojos para despertar.
Dise単o: www.fernandobarbarin.com
diarioatlantida.com es un proyecto periodístico y social creado por su director Gregorio Cabrera
“Mujer de negro en fondo blanco” anta claridad alrededor, toda esa luz derramada sobre la alfombra de cenizas de Lanzarote y ella, sin embargo, se mueve entre oscuridades. El sol, siempre vanidoso porque sabe que allá abajo hay quienes incluso le adoran como a un Dios, refleja su imagen dorada sobre la misma sal que cuartea la piel de la mujer. El capataz de las salinas es un hombre bueno, ensimismado a veces, alto y flaco como un tabobo. Por una especie de encanto, le sale hablar en verso, incluso cuando imparte las órdenes. Los dueños, por su parte, no han considerado oportuno comprar botas para las mujeres que cada día entierran sus pies en el salitre. No son tiempos de lujo. Al menos no para ellas. Llegan con las primeras luces del día. Se van con las últimas. Al hacerlo dejan otro gran montón de oro blanco a sus espaldas. Allá van de regreso al hogar esos seres mágicos. La vida les entrega tinieblas y ellas las convierten en destellos, en brasas con las que otros se calentarán sin dar las gracias. Vuelven... Queda el pueblo en lo alto, apenas treinta casas, por supuesto blancas. Como ocurre siempre, una figura negra se separa del grupo justo antes de alcanzar el pedregoso sendero de vuelta. Ninguna echa la vista atrás. La furtiva escena se repite desde hace años. El atardecer es un incendio tan violento que en breve solo quedarán las cenizas de la noche. Ella, envuelta en su traje oscuro, se mimetiza con las sombras y con las lavas retorcidas, fantasmales, almas dolientes petrificadas. De noche cazan a veces las leonas. De noche caza ella. Las pardelas anidan en las cuevas del rompiente. Escucha su canto quejoso, que suena a mal presentimiento. Las aves se dirigen hacia el mar, en busca de peces para alimentar a sus pollos. Quizás hagan doscientos kilómetros de ida y vuelta hasta dar con un hirviente manto de sardinas frente a la vecina costa del Sáhara. La mujer viene a lo mismo, a por comida. Aguardan en el nido dos niños y una niña. No puede alimentarlos con el jornal de salinera. Se agacha ante la hura y encuentra un huevo que guarda con extremado mimo en el bolsillo del delantal. Se aleja. Da la espalda a unos cantiles que no son otra cosa que el viejo campo de batalla entre el fuego y el mar. Deja atrás un océano
T
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que arrastra en cada ola recuerdos que se depositan en las orillas de su corazón, igual que los maderos tras un naufragio. El llanto del más pequeño la recibe al abrir la puerta. La abuela ha amasado gofio y lo ha mezclado con fiscos de queso de cabra. En este lugar no saben qué es el pan. Algo han oído, pero posee para ellos el sabor de lo imposible. Es sábado. Hay baile y por las ventanas se cuelan las hebras del cantarín sonido de un timple acompañado de unas voces bañadas en ron y vino de pata. “No llores más marinera, que tu marido vendrá, si no es para Nochebuena, será para Carnaval…” Las criaturas apuran el gofio, el queso y dos huevos sancochados, uno de pardela, otro de la gallina. Ella apenas come. Apaga el quinqué. Para ella hace tiempo que se acabaron las noche de baile. Los viudos sí van y hasta sacan a bailar a las muchachas casaderas, pero está mal visto que lo hagan las viudas. Se equivocaba la copla. Su marido no regresó. Ella se quedó hilvanando desvelos. Mediado el siglo él zarpó enrolado en un barco pesquero con rumbo a la costa africana. Cayó al mar en esas aguas turbias que se besan con el desierto. Los marineros no sabían nadar. No tienes tiempo de aprender cuando te embarcan desde chico. Ella pudo hundirse también. Pero como tantas mujeres, no lo hizo. Además, sacó a flote a todos los que se quedaron a su lado, a la deriva. Se dejó la piel –literalmente– en las salinas, pescó con una caña rematada con el cuerno de una cabra al anochecer, cegó cangrejos de palmo y medio de tamaño con una antorcha para tener algo más que gofio ese día, plantó, cosechó, ordenó, amasó, dio calor, crió, lloró, rió, abrazó, se enfadó, soñó y despertó, se desengañó, se ilusionó, soportó miradas que no siempre fueron compasivas, bajó y subió barrancos y montañas, fue la muchacha enlutada, el negro sobre la blanca sal, la mujer sola en el sur, del sur, del sur. Y cada paso que dio lo agradecen los que estuvieron bajo su manto y los que vinieron después. Fue su ejemplo imperecedero de mujer en el mundo, en su espacio, en su esquinita atlántica. Y sí, la sal sigue estando allí, antes cegadora, tan reluciente hoy como su memoria. La vida le dio cruz. Ella devolvió cara. Malos vientos soplaron. Se apagó su vela. Y entonces ella alumbró un universo. Gregorio Cabrera, Periodista y director de www.diarioatlantida.com
ABCSUB
FOTO: FRANCIS PÉREZ www.uwatercolors.com TEXTO: MARIO M. RELAÑO http://hisaetuvalu.wix.com/mariomrelano
SILENCIO Y COLOR "Cuando muera quiero ser una estrella. Sólo las personas que aman de verdad son como estrellas, y su luz sigue brillando sobre nosotros después de que se hayan ido. Enséñame a vivir para que sea una estrella" –dijo el Principito. ¿Qué tienen las estrellas?, pensé un día. ¿Qué son las estrellas? ¿Por qué siempre han de ser las estrellas? Lucen en un cielo que nosotros creemos oscuro. Algunas nacen de día, la mayoría de noche, pero nuestros insignificantes ojos sólo son capaces de verlas cuando, agotados del largo día, comienza a oscurecer. No por ello mueren todas al despuntar el día, claro; la mayoría reaparece cada noche cuando lo ordena la luna. Pero siempre me sugieren que despierto no sé dónde. Camino solo y sin un rumbo que explique mi presencia aquí, ni siquiera un dónde voy. Miro al cielo y veo una estrella roja. Pero este cielo es extraño, parece tener una piel de reflejos y olas. Ahora lo veo claro, este cielo no es un cielo, es el mar. Me pregunto entonces si esta estrella ha caído al mar. Pero, ¿por qué no es dorada?... – ¿Por qué no me regalas un cielo? –escucho en alguna parte. La estrella no se mueve. ¿Y si acaso es un reflejo del cielo en lugar de haberse caído? El cielo es un espejo para el mar. El mar es del color del cielo, seguía yo con mis elucubraciones. – No, no soy ejemplar robado al cielo –vuelvo a escuchar. No le pertenezco. Por eso quiero un cielo. ¡Quiero que me regales un cielo! La estrella, roja en la mayor parte de su cuerpo, habla mientras permanece sumergida en este mar que tan grande veo desde la orilla. Miro al cielo y busco al Principito, pues estoy seguro de que algo de todo esto tiene que ver con él. En el cielo su planeta permanece vacío, con sus dos volcanes activos, el otro volcán dormido y la rosa coqueteando con toda la galaxia.
– No sabes lo que estás pidiendo. No creo que debas salir del mar para ocupar un mínimo espacio en el inmenso cielo –intento explicarle. Allí tan sólo serás una más de tantas que hay ya. Por el contrario llenas este mar de color, eres toda una atracción y aquí consigues ser reina de tantos y tantos seres que te rodean. Aquí eres tú.
– ¡Ayúdame, por favor! ¡Quiero un cielo! –sigue reclamándome la estrella.
– Creo que el que debe pedirte un favor soy yo –se me ocurre decir. ¿Me dejas ser tu Principito?
Ella calla.
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Mensaje para
una botella Ismael Lozano Latorre
DORA Y EL LAMENTO DEL RISCO Dora aparcó el coche en el arcén de la carretera y la brisa marina, cargada de recuerdos, la hizo estremecer cuando sus pies se hundieron en la arena. ¡Cuántos sentimientos le hacían temblar al llegar a esa costa! ¡Cuántas promesas de amor flotaban en el aire adormeciendo sus sentidos! Si miraba las nubes todavía era capaz de ver su velo surcando el cielo, el sonido de un bandoneón la acompañaba mientras sus pupilas se cargaban de destellos. Tana, con el ceño fruncido, la observaba sin comprender qué hacían allí mientras sus manos, traviesas, jugueteaban con un reproductor de música que su abuela le había regalado. – ¿A qué hemos venido, mamá? –le preguntó sin entender por qué su madre seguía sumida en un trance eterno. – Quería que vieses la playa –le contestó con dulzura. El niño, molesto, le dio una patada a una lata que había tirada en el suelo. El paraje no podía ser más desolador: agua turbia agitada por las olas, arena manchada de alquitrán decorada con pescados muertos ¡Aquello era un vertedero! ¿Qué interés tenía aquel paisaje para que alguien quisiera verlo? La basura se amontonaba, arrastrada por el viento. – ¡Esto es asqueroso! –bramó enfadado–. Vámonos a casa... Aquí me aburro. Dora, mirando el risco con nostalgia, sonrió. Los Noruegos, abandonados, descansaban a sus pies. Todo el mundo se había ido, ya no quedaba nadie allí, sólo madre e hijo que contemplaban anonadados los restos del desastre. –Famara antes era el paraíso– le explicó, intentando que a través de sus palabras aquel paisaje cambiara ante sus ojos–. Era un lugar mágico de agua cristalina y arena dorada, un regalo del cielo y hasta los dioses nos envidiaban por bañarnos en esta playa. – ¿Aquí? –la interrogó el niño sin dar crédito a sus palabras, como si pensara que al meter el pie en el mar, pudiesen desintegrársele los dedos. – Sí, Lanzarote antes era una isla muy popular, millones de turistas venían cada año para contemplar nuestras costas y disfrutar del magnífico regalo que la naturaleza nos había hecho a los conejeros. Tana, pensando que le estaba mintiendo, asintió por no llevarle la contraria. El odiaba Lanzarote, sólo era un trozo de roca que surgía del océano cubierta de alquitrán. Allí no vivía nadie, sólo nostálgicos y trabajadores de las plataformas petrolíferas ¿Qué sentido tenía ir allí
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de vacaciones? Si no fuese porque su abuela se resistía a separarse de esas costas marchitas, ellos jamás habrían acudido a esa playa. – ¿Qué pasó mamá? –le preguntó curioso–. ¿Por qué se ensució todo? Dora acaricio su flequillo y dejó que el rumor de las olas acariciara su piel. – La avaricia Tana, la avaricia de algunos hombres y decisiones desacertadas, errores monumentales y comisiones que nadie debió cobrar jamás. Esta isla fue vendida por el oro negro, el petróleo enriqueció algunos bolsillos y terminó cubriendo muchos sueños de alquitrán. El niño, observando como algunos peces se retorcían en la arena exhalando su último aliento, sintió como la tristeza se apoderaba de él. ¿Qué era eso que escuchaba? ¿Era posible que estuviera oyendo llorar al risco? – Pero mamá, ¿por qué? –insistió desolado– ¿cómo permitieron esto? ¿por qué en vez de petróleo no usaron el sol y el viento que habrían salvado las playas? Dora, que todavía no se acostumbraba a que el lugar donde había pasado su juventud se hubiese convertido en un desierto, suspiró pensando que la voz de los niños es la más inocente, pero a veces, la más sensata. – Los adultos, a veces, son muy complicados –le contestó sabiendo que era imposible dar una explicación coherente–. Piensan en el pan de hoy olvidándose del de mañana, porque el del futuro, se lo comerán otros y sólo piensan en sí mismos. Tana agarró su mano y dejó que sus dedos lo acariciaran calmándole la hiel. – Mucha gente se manifestó para intentar impedirlo – continuó apenada–. Pero por desgracia, sus voces no fueron escuchadas. Las protestas se vuelven mudas cuando hay grandes cifras escritas en papel; variables como la opinión del pueblo o preservar la naturaleza pierden peso cuando lo importante es llenar las arcas. Su hijo, entristecido, la abrazó. Su madre parecía tan frágil y vulnerable en ese momento que tenía miedo a que se deshiciese con el próximo soplo del viento. – No quiero ver esto mamá –le confesó con lágrimas en las mejillas–. Vámonos de aquí, por favor. Dora, besando su frente con ternura, negó con la cabeza. – No, Tana –le reprendió con dureza–. Hay que mirar las consecuencias para aprender de ellas. Quizás, si los que permitieron este desastre lo hubieran hecho, todavía esta isla tendría esperanza y podríamos perseguir el amanecer.
...fotografia & salitre Lanzarote se ha convertido en un placer para este grupo de artistas, que con la fotografía buscan un constante estímulo lleno de emociones. Sus “kedadas” son puro reflejo artístico de cómo cada componente se expresa a través de nuestros paisajes y gentes, generando así un amplio escaparate de la isla que sin duda no pasa desapercibido en la red.
Villar www.lanzarotephotografika.com
Suárez
www.flickr.com/groups/kdd_lanzarote
www.facebook.com/KddLanzaroteFotografia 17
.. VERgUENZA FotogrAFĂA: rAFA mesA
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Residuos y objetos lanzados al mar
y
y
ORGULLO
Campaña de limpieza de la playa de Famara, llevada a cabo por la asociación “YO LIMPIO FAMARA”.
Rocío Manzanares Gilibert “Sin título” 1º CFGS Fotografía
Noelia Elorza Ahijado “Sin título” CFGM Moldeado y Vaciado Artístico Relieve decorativo Molde perdido sobre modelo de arcilla, reproducido en escayola y pátina imitación a bronce
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sin titulo
Foto y texto: Ermelinda Martín Duarte
El planeta Tierra está cubierto por los océanos y mares en una proporción del 70% aproximadamente. Curiosidad o no, nosotros, los seres humanos estamos conformados por la misma proporción hídrica. No sólo los isleños llevamos el mar en lo más profundo de nuestro ser, sino que todos estamos compuestos por los mismos elementos que “son” el mar. Y no sólo los del mar, sino también los de la tierra, los del aire o los del Sol. Sea ciencia, ilusión, o verdad, lo cierto es que formamos parte intrínseca de un Todo, una extraordinaria ecuación que es tan sencilla que no somos capaces de entender ni de resolver… O, tal vez, esté resuelta ya porque nunca hubo tal ecuación. Quizás la respuesta está escondida en el “aceptar” que
todos somos “lo” mismo; tú y yo, y el mar, y el viento que mece su superficie, y el Sol que lo hace reverberar. Nosotros, que lo miramos. Él, que nos mira; nosotros, que nos vemos en él y él que se ve a sí mismo en nuestros ojos. ¿Dónde radica, entonces, la diferencia de elementos? ¿Dónde se diferencia el motivo de existir tanto del mar como del tuyo o del mío? Yo disfruto observándole y “sé” que él disfruta viéndome, viéndote. Sólo se me ocurre que esto se podría sintetizar diciendo que todo cuanto existe “es” para relacionarnos “disfrutándonos”, sin hacernos daño. Porque ahora entiendo que, si le hago daño a lo que me rodea, instantáneamente me lo estoy auto–infligiendo. Y tan sólo por estar hecha del mismo material, de mar, tierra, aire y Sol.
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Marrajo ESPECIES MARINAS DE CANARIAS Primera aleta dorsal bien desarrollada Ojos negros y grandes
Color azul oscuro en el dorso y blanco en la región ventral
Cabeza acabada en rostro cónico Aletas traseras reducidas Aleta caudal con forma de media luna
BIOLOgíA Y ECOLOgíA Son potentes nadadores, probablemente los más rápidos entre los tiburones, que no dudan en acercarse a la costa para capturar peces y cefalópodos. Generalmente, se observan en solitario en superficie. Es un gran predador; los ejemplares grandes pueden alimentarse de pequeños cetáceos, de otros tiburones, de peces espada y de peces vela. Son ovovivíparos, realizando partos de hasta 18 individuos. Tienen interés para las pesquerías industriales, en especial en los mercados asiáticos, donde se consumen sus aletas y aceites. Cuando es capturado puede realizar saltos fuera del agua.
FUENTE: “Guía visual de Especies Marinas de Canarias” OCEANOGRÁFICA DIVuLGACIóN, EDuCACIóN y CIENCIA.
www.oceanografica.com
CURIOsIdAdEs A pesar de su agresiva figura, no está constatado ningún ataque mortal en Canarias; sin embargo, en otras aguas, es el responsable de ataques, no provocados, a nadadores y embarcaciones. En particular, puede abalanzarse sobre las capturas transportadas por los pescadores submarinos.
Protección en Canarias: Ninguna Pesca indiscriminada, pesca industrial Peligrosidad: Por proximidad 22
Longitud máx.: 4m. Rango de profundidad: 0 a 500 m.
Ahora, el mar. Al borde, la verdad. Ahora, el mar, donde hallar mi lugar. Al borde, la verdad. Olas sonidos y soledad. Entristecida mirada reflejos de lágrimas saladas. Dónde hallar mi verdad, ahora, aquí en el mar.
“Carasquehabitaronelmar” exposición de fotografías y palabras de Rosendo López La exposición da luz a gasterópodos fosilizados hallados en el interior de algunos barrancos de Gran Canaria. A través de la palabra se narra el impulso que motiva al autor a reflejar el paso del tiempo, la intervención del mar en nuestras vidas y la necesidad de estar atentos a su cuidado.
ocasión, la participación de personas y entidades fusionan sus propuestas, usando el mar como nexo común. La joven bodega Vulcano de Lanzarote apadrinará cada una de las iniciativas invitando a degustar sus caldos en cada acto. Entre ellos destaca el trabajo de Javier Alonso en su documental: Canarias Submarina, cuya proyección se podrá ver el jueves 10 de abril.
Los gasterópodos (Gastropoda, del griego γαστήρ gaster, "estómago" y ποδη poda, "pie") constituyen la clase más extensa del filo de los Moluscos. Los gasterópodos constituyen la clase de moluscos con más variantes, siendo los únicos entre los moluscos que penetraron incluso en el hábitat de la tierra firme y su empresa se vio coronada por el éxito. El manto, y por lo tanto la concha, crecen como en los monoplacóforos a partir de un primer foco dorsal en todas direcciones, dando lugar a una concha en forma de cazuela que cubre al cuerpo blando por la parte dorsal y que progresa en su crecimiento por los bordes con escaso aumento del diámetro, por lo cual se origina una concha tubular. La concha rodea la masa visceral y sus diferentes órganos, por su cara ventral permite la salida al exterior de un musculoso pie reptante y de la cabeza.
Revista NU2, estará presente con una importante muestra de sus publicaciones en este encuentro.
“Carasquehabitaronelmar” motiva las sinergias que el autor pone en marcha con cada una de sus exposiciones. En esta
“Carasquehabitaronelmar” se podrá visitar en el espacio expositivo del Hotel Miramar en la capital de Arrecife, del 4 de abril al 2 de mayo.
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“Visiones del mar” se celebrará el viernes 25 de abril. Una mesa donde se ofrecerán las visiones de cada uno de los protagonistas y sus vivencias sobre el mar. La mesa contará con la participación de Antonio Corujo, e Iñigo Feijoó, entre otros. “Cata a ciegas” llegará el sábado 26 de abril de la mano de Vulcano queriendo acercan los matices de sus caldos al sonido y la visión del mar desde la terraza de Miramar. La arrecifeña librería El Puente expondrá veinte títulos de libros que tienen el vino y el mar como referencia. Todos los actos darán comienzo a las 20.30 horas.
mareas Abril
Mayo
Junio
ERNESTO ACOSTA
“Mar_y_Luna” Hoy es una noche plena de Mar y Luna llena . el Mar bravo y la luna sueña. La Luna en el cielo es mágica y el Mar es fantasía.
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ILDEFONSO AGUILAR
“ESTruCTuraS_EFÍMEraS” Huellas del paso del hombre, su presencia en el paisaje, restos pasajeros y frágiles que el tiempo duerme y que, lentamente, sólo nos dejará su memoria.
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USOA IBARRA EL NAVEGANTE SIN RUMBO Era un especialista de las puñaladas y de la sátira. De hecho, algunos compañeros de navegación le tenían hasta miedo. Sin embargo, Marcos tan solo era un ignorante que confundía su falta de educación y empatía con la informalidad, lo que le llevaba a no sentir pudor alguno cuando se pasaba horas despedazando con su grotesca lengua a quien osaba rebatirle. Nadie se libraba de sus latiguillos y pedradas lingüísticas. Para Marcos era normal hacer lo que le venía en gana, mostrarse rudo y dominar la situación, porque al menos en el barco no encontraba rival, así que él pensaba que su gamberrismo era interpretado por los demás como un gesto de liderazgo. Sin embargo, Marcos era capaz de agotar los nervios más pacientes con sus machaconas “gracietas” hasta el punto de expulsar de su lado al más samaritano de sus compañeros. Nuestro protagonista parecía un caso perdido hasta que un día disfrutando de unos días de permiso en la diminuta Isla de Turón le ocurrió algo que enmudeció su ira para siempre. Aquella experiencia vital que le transformó ocurrió de noche y en una callejuela estrecha donde Marcos se topó de frente con un anciano que al cruzarse con él le dijo: “¡Chico! ¿Quieres saber si eres una persona apreciada? No te costará nada, es gratis”. Marcos, que de entre sus pocas cualidades sí poseía una inmensa curiosidad, aceptó el reto confiado en que aquel anciano no iba a poder dañarle. “Está bien”, dijo el anciano. “Te voy a hacer tres pruebas que demostrarán qué tipo de persona eres y si los demás te aprecian. Lo único que te pido es que escuches con atención mis consejos y los practiques”. Marcos asintió mostrando un inusual talante colaborador. “La primera prueba consiste en que con esta tiza dibujes en el suelo un árbol. Puede ser como tú lo desees o imagines”. Marcos cogió la tiza y comenzó a dibujar un árbol de tronco exuberante, pero sin apenas ramas y con una copa muy estrecha. Era un árbol desproporcionado. El anciano observó que el árbol carecía de raíces. A continuación le pidió que dibujara una casa, y sin apenas reflexión, éste dibujó una casita pequeña y alejada de aquel árbol que en primer plano parecía aún más amorfo. El anciano se fijó en que la rodeó de una valla, que no dibujó ventanas ni tejado, y que de la puerta
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nacía un camino sinuoso en dirección al árbol. Por último, el anciano le pidió a Marcos que chasqueara los dedos lo más rápido que pudiera con su mano más hábil hasta llegar al número cinco y que inmediatamente después se dibujara una “Q” en la frente. Marcos que cada vez se sentía más violento e incómodo con aquellos extraños ejercicios, siguió las órdenes, porque quería descubrir si todo aquello había sido una pérdida de tiempo o una broma pesada. Al terminar las tres pruebas el anciano extendió sus manos hacia Marcos, pero éste no reaccionó. Permaneció inmóvil y con una expresión entre la extrañeza y el malestar que impulsó al anciano a comenzar a hablar en tono suave y calmado. “Querido amigo, tienes dos virtudes que me parecen dignas de mención. Una es la curiosidad que te ha llevado a aceptar mi extraño ofrecimiento y la segunda es tu amor propio. En el tronco de tu árbol veo que eres una persona rígida y obstinada, individualista e inmadura. Este tronco simboliza tu personalidad. Al mismo
tiempo tu árbol tiene una copa que se va estrechando y que es un indicativo de que te sientes oprimido y descontento. Las raíces son la fuente de la vida y el hecho de que tú no las hayas dibujado me indica que tienes muchas carencias emocionales. Con respecto a la casa tengo que decirte que al dibujarla tan pequeña estás simbolizando que vives alejado emocionalmente del mundo exterior. Tu nivel de desconfianza en los demás se evidencia en el vallado. Al no dibujar ventanas das a entender que has estado tan sobreprotegido que nunca te paras a pensar qué consecuencias tienen tus actos. El camino sinuoso es síntoma de que no te dejas ayudar, porque eres una persona demasiado orguJose Luis Fernández llosa para aceptar que otros te aporten soluciones. Y por último la prueba de la “Q” es otro ejemplo de que estás centrado en ti mismo hasta el punto de que la letra la has dibujado para que tú la pudieras leer, es decir, no te importan las necesidades de los otros y mucho menos te preocupa su bienestar. Creo que con el perfil que te acabo de describir no puedo asegurar que seas una persona que los demás estimen en exceso”. Marcos se quedó petrificado, confundido y terriblemente angustiado. Las palabras del anciano le habían devuelto una imagen de sí mismo que nunca había visto reflejada. No había sido capaz de verse en el espejo de la verdad, porque su propia vanidad se lo había impedido. ¡Estaba tan preocupado en escuchar el eco de su voz que no había reparado en su soledad! El ver tan claramente sus errores le había sumido en una profunda tristeza que le resultaba impropia. Mientras Marcos observaba perplejo los dibujos, asombrado de que esos simples trazos hubieran descubierto tanto sobre su mundo interior, el anciano continuó hablando:
“Querido amigo, lo único que debes hacer a partir de ahora es no olvidar que cuando uno está encima de una barca no basta con guardar el equilibrio, sino que siempre hay que tener claro a dónde quiere llegar. A partir de ahora, ya sabes cuál debe ser tu rumbo. Si no cultivas virtudes, será imposible que te puedan apreciar. En tus manos está que llegues a buen puerto”. El anciano abrazó a un hombre noqueado por las palabras y continuó su camino. Cuando al día siguiente Marcos llegó al barco para embarcar de nuevo rumbo a Copiñón se colocó en la proa y miró uno a uno a sus compañeros. Recordó lo injusto que había sido con sus críticas y se dio cuenta de cómo su manera de expresarse había moldeado en el grupo una actitud de rechazo generalizada hacia su persona. Durante años había arrancado de su corazón la generosidad para con los demás, proyectando indiferencia y hostilidad. De la abundancia del corazón habla la boca, y de la suya había emanado demasiada ignorancia y provocación. “¿Cómo podré cambiar?” le preguntó entre sollozos al anciano antes de perderle de vista. “No creo que quieras arrancar lágrimas de los ojos de los demás cuando tú mismo te has dado cuenta del amargo rastro que dejan las huellas del dolor. Tu cambio llegará cuando te hayas familiarizado a escuchar a los demás, porque ellos son tu rumbo.” Durante el viaje a casa, más o menos durante tres meses, Marcos no habló, solo observó y escuchó activamente. Agudizó sus sentidos para conocer y comprender a sus compañeros. Coleccionó sus virtudes y defectos y gracias a todos ellos, al llegar al añorado puerto de Copiñón, Marcos pudo aprender por fin la moraleja de aquel viaje interior: uno puede estar solo en la isla de los sentimientos, pero si quiere ser rescatado necesita siempre de los demás. Al bajar del barco, Marcos dirigió la mirada hacia sus compañeros, bajó la cabeza y siguió mudo durante muchos meses más, llenando su mundo interior con las voces de otros, con las experiencias de muchos anónimos que le fueron acompañando en un viaje que deseaba que nunca acabara, porque era el viaje más enriquecedor de su vida. Era simplemente la oportunidad que le brindaba la vida de navegar a través de la marea emocional de otros corazones.
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SIMONE RÜSSLI
“DOS_En_ una_CHaLana”
Monica Klingler y Simone Rüssli a la deriva en el Charco San Ginés. Fotografía: Patrick Germanier Performance del Encuentro de Arte de Acción en el espacio público de Arrecife “Lo que lleva el viento II” 2013 Documentación del festival: http://lasconejeras.blogspot.com
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VANESSA RODRÍGUEZ
“SIn_TÍTuLO” Como es adentro, es afuera
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ALEJANDRA MENCEL
“buzO_y_aTunES” Necesito del mar porque me enseña: no sé si música o conciencia, no sé si es la ola o un ser profundo... Estoy mirando, sintiendo, con la mitad del alma en el mar, y la mitad del alma en la tierra, y con las dos mitades del alma miro al mundo... Pablo Neruda
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Dise単o: www.fernandobarbarin.com
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