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ARTE JOSÉ MARÍA LUZÓN

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HOROSCOPOS

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José María Luzón: La sabiduria

Entrar en la Real Academia de San Fernando es un acto de catarsis cultural. Ya el edificio es majestuoso, sólido. Su interior es un viaje al arte, en estado puro. Soy citado por Luzón, que me recibe en una estancia discreta, pero que en sus paredes lucen obras pictóricas de alta graduación. José María Luzón es su Director. Luzón es un hombre de aspecto sabio, que él no considera. Nos sentamos en una mesa oval y éste escritor se siente como en un cálido entorno de sabiduría.

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Desde luego no voy a enumerar la historia de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Es demasiado prolijo. Y de un ámbito diferente.

Me presento ante un arqueólogo. Sólido y lleno de experiencia en el manejo de la museísticas y las enseñanzas, Y le inquiero acerca de las variadas profesiones académicas de los variados afanes de los responsables de los museos. Él no considera importante esa importante esa situación, aunque admite estar en cierta humilde ventaja al ser arqueólogo.

Frente a mi hay un lienzo donde se representa el “Juicio de Paris”. Y Luzón me indica que todo el Arte pivota en los antiguos. Me comenta que las representaciones corporales no han variado substancialmente desde la antigüedad. Las posturas, los escorzos, las físicas inclinaciones, son un continuo.

Conocedor de la historia de la institución que dirige, presume de lo que institución alberga.

Foto: Antonio Terán y Pando

Nos centramos en las reproducciones en yeso de obras clásicas.

-Antiguas, antiguas… de tres siglos anteriores…En Milán o en la Academia de Brera, tienen algunas piezas, como los

fragmentos de la Columna Trajana…¡Pero es que nosotros

tenemos 1300!

-Siempre habrá gente que quiera contemplar el Arcimboldo al natural, pero las nuevas tecnologías lo pueden presentar a nivel de pincelada.

Luzón apuesta definitivamente por los medios, las herramientas digitales. Y dirige en esa dirección en futuro de la Institución.

1300 piezas, de las más antiguas, expuestas-no todas, naturalmente- en sus espacios expositivos.

Luzón está orgulloso del patrimonio que maneja.

Es difícil resumir en estas páginas la transmisión del conocimiento que José María Luzón irradia.

-El mayor visitante de nuestras colecciones virtuales es México. Por encima de los europeos o los norteamericanos,

-A veces las visitas se disparan, eso ha ocurrido con el San Juan Bautista de Alonso Cano. Bueno, la gente entra en nuestra página para estudiar un solo cuadro. Esto nos ha pasado con el “ Concierto de pájaros” una obra que en un

solo día concitó a 1500 personas.

Conoce perfectamente la historia de la Real Academia, hasta los más mínimos detalles. Armado de una memoria imbatible, relata los avatares de la Institución, puntualmente.

¿Es la Real Academia un Museo? Bueno, entre otras cosas. Creada en 1752, la pintura, la arquitectura, la escultura y el grabado se consideraron estudios reglados. Por tanto, la Real Academia es un crisol de enseñanza obviamente.

Ubicada en el sobrio Palacio de Goyeneche, obra de José de Churriguera, más tarde transformado por Diego de Villanueva entre 1715 y 1774, José María Luzón, sostiene sobre sus hombros la enorme responsabilidad de dirigir una institución enorme.

-Visitar un museo no es solo venir a verlo…Nosotros tenemos una afluencia de público, muy superior a la presencial, con la digitalización, tenemos hasta dos millones de visitas on line. Una conferencia, de las que se celebran en la Academia, puede convocar…60, 70 personas. Pero si esa conferencia está on line, accesible en el tiempo es de gran importancia.

Hay varias Academias de Bellas Artes en España. Y las relaciones entre ellas y la de San Fernando son fluidas, Luzón no percibe los celos entre Academias o Museos, por tener ciertas obras, De hecho los Museos y las Academias están muy conectados, en el entramado del Instituto de España.

-Algunas diferentes escuelas se han ido separando de la Real Academia. Comenzando por la Arquitectura, que pasa con documentación a la Escuela Superior de Arquitectura de la Complutense. Lo mismo ocurre con la Facultad de Bellas Artes. ¿Qué queda? Pues quedan los archivos, las donaciones…

-Se incorpora la Música, que ha sido muy importante. Y tenemos documentación muy importante de grandes

músicos.

La Real Academia es un centro de investigación. Y poco a poco la Real Academia va tomando su carácter en ese sentido. Y las antiguas salas docentes se transforman en salas expositivas.

Luzón es un hombre que desborda conocimientos y resulta inútil concentrar su conocimiento en humildes páginas. Es desbordante. Culturalmente volcánico. Pero en un pausado respetuoso discurso.

Le pregunto por el futuro. Y lo tiene claro. Crece al comentarme.

-Ahora los Museos no tienen público presencial. Eso se ha perdido. Mi idea es que durante estos dos o tres años, por venir, hagamos trabajo interno. Estudio de colecciones, catalogación…y apostando mucho por herramientas dig-

itales. Necesitamos un trabajo interno. ¡Claro que segui-

mos organizando conferencias! Pero ¿Que ha pasado con las actividades escolares? Tenemos que prepararnos para nuevos retos. Para dentro de tres cuatro años.

(En agradecimiento a María de los Ángeles Solís, que sin su intervención, ésta entrevista no hubiera podido tener lugar. Gracias.)

Cuando le inquiero que cuadro se llevaría en un incendio catastrófico, no parece ser el Arcimboldo.

-¿Y por qué no “Susana y los viejos”? Del Arcimboldo no sabemos nada. Del de Rubens, conocemos todo: cuando se pintó, cuando llegó, como…Sabemos quiénes fueron sus propietarios, las familias nobles que lo lucieron…hasta que llegó a la Academia, en 1778. Fue el primer cuadro que compró la

Academia.

Como buen arqueólogo los orígenes le importan. Considerando que establece un hilo conductor entre la antigüedad y el arte hasta el XVIII, el origen, la excavación es punto determinante. En cuanto a la Música, de cuyo corpus, la Academia tiene verdaderas joyas, Luzón me comenta la “museización” de la misma. Un proyecto enorme, extremadamente interesante y que excede estas páginas.

Le pregunto acerca del Arte Contemporáneo. Muchos artistas de nuestros días son Académicos. Luzón se decanta por los artistas orientales, o al menos, los que se muestran en Oriente. Aunque se pide y nos pide paciencia para ver cómo se consolida esta tendencia oriental.

El Conocimiento. La apreciación de conversar con alguien que es asistido por la ingente memoria y el ingente bagaje de cultura. Vuelvo a recorrer, de vuelta, las galerías graníticas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y tengo cierta nostalgia. Cuando tu entorno es un monumento, te sientes pequeño y humilde. Pero esperanzado. Sabiendo que hay personajes como José María Luzón y el equipo que le asiste, que custodian la enorme Cultura que nos rodea.

Soy un privilegiado. He pasado en dos horas de solo mirarme al ombligo y creer oír crecer la hierba a esponjarme en la infinita sensación de que hay gente que custodia la Cultura, como José María Luzón. Tras de mi quedan sus archivos, sus partituras, sus Goyas, sus Rubens…en fin, un Universo artístico, histórico y docente fuera de serie.

Texto Antonio Terán y Pando

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