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El medio ambiente está directamente ligado a la salud
from POLÍTICA 658
Degradación del ambiente, grave amenaza para la salud
POR LORENA RIVERA
La pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2, de origen todavía desconocido y por lo mismo sin una vacuna para inmunizar a la humanidad, no sólo nos tiene con el alma en un hilo, con muchos temores y poca certidumbre, sino también nos está poniendo a prueba y en nuestro lugar. O bueno, eso se esperaría de toda esta histórica experiencia aún sin final en el horizonte. La enfermedad COVID-19, a través de los análisis de los científicos, está arrojando datos vinculados estrechamente con la degradación del ambiente y la pérdida de ecosistemas. De entre los más recientes podemos resaltar el estudio “Coronavirus SARS-CoV-2, contaminación atmosférica y riesgos a la salud” elaborado por 15 investigadores mexicanos, en el cual participó la doctora María Amparo Martínez Arroyo, directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. El estudio alertó que los altos índices de contaminación de las ciudades son una amenaza para sus habitantes, pues en el contexto del COVID-19 desencadenan complicaciones graves e incluso la muerte. Si bien esta pandemia ha frenado las actividades productivas e industriales no esenciales, lo cual ha ayudado a que los niveles de contaminantes hayan disminuido por lo que, junto con el distanciamiento social, las personas están menos expuestas a una pésima calidad del aire, lo cual evita contagios exponenciales y complicaciones. El simple hecho de vivir con mala calidad del aire continuamente ocasiona padecimientos tanto en el sistema respiratorio como en el cardiovascular. A nivel global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que más de siete millones de per- sonas mueren al año debido a la exposición a la mala calidad del aire. Y si ve detenidamente esa cifra y se compara con las muertes hasta el momento por el COVID-19, es de proporciones de una pandemia. Otros dos estudios realizados por separado en Estados Unidos e Italia también revelaron que las altas tasas de mortalidad por COVID-19 se correlacionan con niveles muy altos de contaminación del aire de acuerdo con el diario británico The Guardian. Así, la mala calidad del aire en las grandes y medianas metrópolis ha puesto en potencial vulnerabilidad a sus habitantes frente a la pandemia por coronavirus. Si bien en estos momentos en muchísimas ciudades del mundo ha mejorado la calidad del aire, debido a que las actividades productivas e industriales están paradas, cabe preguntarnos, saliendo de la pandemia, ¿cómo le vamos a hacer para reactivar las economías sin degradar el ambiente? Una respuesta es dar un mayor impulso a la sostenibilidad y fortalecer la resiliencia. Pero lo más importante, como señaló la doctora Martínez Arroyo, debemos ver a esta pandemia no como un evento aislado, sino como todo un ecosistema: “Eso ayudará a que en eventos posteriores como éste, con otros virus, porque seguirá habiendo, tengamos prevención sanitaria y ambiental. Si no tomamos en cuenta el ambiente, este tipo de eventos nos van a pegar más fuerte”. Y fue muy puntual al indicar que es nuestra obligación ver cómo nos desarrollamos, pues con el deterioro ambiental y el cambio climático será muy probable que aparezcan pandemias de este tipo en donde sea. México