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Y a lo que sigue… L
a Cuarta Transformación va viento en popa. Salvo en Coahuila donde tuvo un revés, a causa de su propia desorganización a la hora de armar el cuadro con el candidato, y, hay que decirlo, debido también a que el estado norteño estaba contento con el PRI y con el trabajo realizado por el gobernador Riquelme.
Con el Estado de México se cumplió el pronóstico, le ganó Delfna Gómez Álvarez con el 50.13 % a Alejandra Del Moral Vela que alcanzó el 44.3%.
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La diferencia fue de 8.3%, lejos de los dos dígitos que se anunciaban, pero más que sufciente para que la abanderada de Morena, el PT y el PVEM, se alzara con la victoria.
¿Qué fue lo que pasó?
Los politólogos desmenuzan este suceso con muchos argumentos y observaciones, porque se trataba de la elección a gobernadora (no hubo candidatos varones) del principal estado del país en cuanto a electores con 12 millones 395,763, de los que por cierto solo acudieron a las urnas 6 millones 214,217, es decir el 50.13%. Les dio fojera salir a votar ¡¡a 6 millones de mexiquenses!!
¿Qué pasó con eso? El manejo de cifras que se dio en los últimos meses con las encuestas que se manejaron, pudo haber infuido, porque se insistía mucho en que pronosticaban como vencedora a Delfna por 20 puntos o más. Esto, seguramente desanimaba a muchos electores que no le encontraban sentido a presentarse en las urnas porque veían difícil que su voto cambiara el resultado. Sin duda que el manejo de las cifras de las encuestas, fue parte de la estrategia de los asesores o dirigentes de Morena.
Pero también fue que los asesores o dirigentes de la coalición del PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza, no estudiaron muy bien los resultados de encuestadoras como RUBRUM y La Encuesta MX, porque de Enero a Mayo en sus levantamientos nunca pasaron de 11 puntos, en la diferencia entre una candidata y la otra. Y hubo fechas en las que la distancia llegó a ser sólo de 4 puntos como en el caso de RUBRUM, en la encuesta levantada el 22 de abril, que registró 39.1% Alejandra y 43% Delfna.
Por su parte La Encuesta MX, el 15 de febrero registró 40.1% Alejandra por 46.9% Delfna; el 15 de abril hubo 45.7% para Alejandra y 50.6% Delfna, y el 03 de mayo fueron 44.5% de Alejandra por 51.1% para Delfna, menos de 7 puntos. Y esos porcentajes fueron los más cercanos al resultado fnal que fue de 52.65% de Delfna por 44.3% de Alejandra, es decir, el 8.3%.
Esas dos encuestadoras fueron las que más se aproximaron al resultado fnal.
Simplemente no hicieron la tarea los consejeros o asesores de los partidos perdedores. Y después de 94 años de predominio pierde el PRI.
No se puede decir que desaparece, porque de cualquier manera alcanzó una cifra importante de votos, de alrededor de dos millones, pero necesitarán trabajar duro para lo que se viene en el año 2024.
Ahora bien, se ha criticado mucho al gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, porque poco o nada hizo por apoyar a la candidata de su partido.
No se sabe, pero ya se sabrá, si recibió del Presidente López Obrador alguna promesa de cargo importante o embajada de alto nivel, en su momento, o si hubo alguna advertencia de carpeta de investigación.
Ni quien le pueda creer que él lo único que hizo fue velar porque hubiese unas elecciones limpias y en un marco de paz y seguridad, que las hubo ciertamente.
Los políticos tienen muchos recursos para dar apoyo a sus candidatos, sin caer en el riesgo de cometer algún delito electoral, así que, evidentemente Alfredo Del Mazo acabó con la presencia del PRI en el Estado de México como el partido dominante.
Lo que haya habido en su caso, ya se sabrá antes de que termine el año.
Otro factor que indudablemente infuyó para que ganara Morena y sus achichincles, es todo el dinero que el gobierno de López Obrador reparte entre el pueblo bueno y sabio a través de los programas sociales.
Ese sigue siendo un peso enorme, porque la gente no quiere ser malagradecida y más que eso, no quiere correr el riesgo de que le quiten sus pensiones, becas, apoyos o como se llamen. En ese temor de que los despojen de lo que reciben, radica lo que tienen que aguantar por temas como la inseguridad con sus levantamientos, desapariciones forzadas y masacres, la falta de medicamentos, el pésimo servicio médico que reciban, que no es de Dinamarca y ni siquiera de Iztacalco.
Se viene ahora todo lo relacionado con la sucesión presidencial, con Marcelo Ebrard que la quiere a como dé lugar, con Claudia Sheinbaum con aires de “Es para mi”, con Adán Augusto que está a las caiditas y con Ricardo Monreal que ya está más calmado y que sabe que no le va a tocar pero, aun que diga que no, seguro que no le caería mal el gobierno de la CDMX.
De Fernández Noroña y Manuel Velasco ni para qué perder el tiempo.
CARLOS MENDOZA SEPÚLVEDA