La naturaleza es sabia y con la vida nos regala el más grande de los tesoros, una madre. No importa el lugar ni las circunstancias en las que demos nuestro primer aliento, no importa si nacemos ricos, pobres, en un palacio de cristal o un pesebre, todos nacemos de una madre. Una mujer que nos ama tanto que nos cuida sin habernos conocido, y nos recibe con paciencia y delicadeza para ayudarnos a crecer y madurar. Con su manto nos cobija en cada etapa de nuestras vidas, nos abraza con un sabio consejo o nos regala una sonrisa cuando nuestro caminar se torna difícil. Celebrando este amor infinito, le dedicamos esta edición especial a todas las madres de Puerto Rico, que día a día se dedican a amar a sus hijos y les regalan el mayor de los regalos, su vida entera.
¡Feliz Día de las Madres!
Alex Fernández