Revista de responsabilidad social universitaria

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El Centro de Estudios y Servicios en Pedagogía y Familia de la Universidad Pedagógica Nacional

Responsabilidad

ISSN 2323-0185

Social Universitaria Revista No. 1 de Responsabilidad Social Universitaria

El Observatorio de

Bienestar y

Responsabilidad Social Universitaria

¿Qué es la

Responsabilidad

Social Universitaria?1


Vicerrectoría Administrativa y Financiera División de Bienestar Univesitario Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria Revista de Responsabilidad Social Universitaria de la Universidad Pedagógica Nacional No. 1 Volumen 1, diciembre 2012

Rector

Juan Carlos Orozco Cruz

Vicerrectorìa Administrativa y Financiera María Ruth Hernández Martínez

Jefe División de Bienestar Universitario Edwin Gonzalo Vargas

Director Centro Cultural Gabriel Betancourt Mejía - Extensión cultural Órizon Perdomo Guerrero

Editor Académico

Carlos J. Cabanzo Carreño

Coordinador

Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria

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Contenido Pag Editorial Dossier

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¿Qué es la Responsabilidad Social universitaria? Francois Vallaeys

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Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria de la UPN.

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Hacia una definición común de la RSU en Colombia. Francisco J. Mejía Pardo. Director de Extensión, Universidad del Rosario

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Proyectos, Experiencias y Buenas prácticas

Centro de familia y pedagogía de la universidad Pedagógica Nacional. Andrés Gaitán, Facultad de Educación , UPN

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Perfiles de responsabilidad social universitaria

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Notas de impacto

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Reseña de artículo: La Responsabilidad Social Universitaria, por, Guillermo Hoyos Vásquez. Pleno Nacional Universitario, 2005*

Eventos y agendas

Eventos y actividades a promover durante la presente vigencia Documentos sobre articulación y proyección del observatorio

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Editorial La Revista de Responsabilidad Social Universitaria es un proyecto cuyo objetivo

principal es el de poner a disposición de la sociedad una lectura sobre la manera como diferentes instancias, diferentes voces y diferentes subjetividades perciben el papel de las instituciones de educación superior –IES- a propósito del su que hacer y de cotidianidad en términos del impacto social que se les exige. Se pretende desde este espacio, poner sobre la mesa la amplia variedad de miradas que existen en torno al rol que se cumple en la construcción de Nación, subrayando a la educación como eje transversal de socialización y constitución del ethos cultural, político y ético que soporta a las instituciones educativas. En términos de la Universidad Pedagógica Nacional, esta revista quiere aportar un granito de arena en la comprensión que desde diferentes espacios académicos y no académicos se hace apropósito de la responsabilidad y el compromiso social que tiene la Educadora de Educadores. La doble connotación de formar y trascender de manera directa al escenario educativo a través de los docentes que se constituyen como agentes educativos de primer orden en sus aulas, remite a la necesidad de hacer visible el desarrollo de políticas que dentro y fuera del Alma mater vayan transformando el aprendizaje y la enseñanza desde una perspectiva interdisciplinaria, inclusiva y democrática. Por esta razón, se pone a disposición de las comunidades universitarias y educativas en general, disertaciones que se van configurando como una silueta de contornos diversos y multidisciplinarios sobre temas que tocan con las comunidades científicas y del conocimiento, poniendo en relieve la impronta misional que nos compete: investigación, docencia y extensión.

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El primer ensayo, del profesor François Vallaeys, funge el oficio de apertura hacia un campo todavía en construcción. La Responsabilidad vista desde las universidades como “…una reflexión de la institución académica sobre sí misma en su entorno social, un análisis de su responsabilidad y sobre todo de su parte de culpabilidad en los problemas crónicos de la sociedad, dejando de pensarse como una burbuja de paz y racionalidad en medio de la tormenta en que se debate
el “Titanic planetario”, como llama Edgar Morin a nuestro “barco Tierra”, esa lujosa nave tecnocientífica pero sin rumbo”. El segundo documento, de Carlos J. Cabanzo Carreño, tiene que ver con la experiencia del Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria, que se constituye como un espacio de interlocución y de apoyo a propósito de este tema en la Universidad Pedagógica, y que cuenta con un estructura que da cuenta de sí mismo como un sistema de caracterización, investigación, evaluación e información y comunicación. Luego, el Doctor Francisco Mejía, realiza una disertación que trasciende al tipo de prácticas que se dan en términos de la gestión y la extensión en el escenario de la responsabilidad. Para esto acude a una reflexión que va desde los indicadores a los valores, pasando por la revisión de los primeros desde la vida universitaria y desde la ética que hace parte de su accionar como parte importante de la sociedad.


En el quinto documento, el profesor de la facultad de Educación de la UPN, Andrés Gaitán, hace referencia al Centro de Pedagogía y Familia, como experiencia académica, investigativa y de apoyo al tema de las relaciones sociales que por momentos parecen transitar en escenarios conflictivos, y que por tanto requieren de la Institución como instancia de apoyo e intervención.

Finalmente, se hace en la sección de Perfiles de Responsabilidad Social Universitaria, una breve referencia al filósofo Guillermo Hoyos Vásquez quien ha sido abanderado en nuestro país de una mirada humanizante de la gestión universitaria desde la perspectiva de la ética; constituyéndose así, como uno de los pensadores filosóficos y políticos más importantes en materia de política pública educativa en nuestro país.

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¿Qué es la

Responsabilidad

Social Universitaria? Por François Vallaeys Pontificia Universidad Católica del Perú fvallaeys@pucp.edu.pe Se habla mucho en los últimos tiempos de la “responsabilidad social” como de una dimensión ética que toda organización o institución debería tener como visión y promover en su actividad diaria. Hace buen tiempo que el mundo empresarial ha acogido y desarrollado la idea, pero la reflexión acerca de la responsabilidad social recién empieza a darse en el ámbito universitario. Quisiéramos en lo que sigue aportar una contribución al nuevo debate, definiendo el concepto de modo no reduccionista, y sin caer en la trampa de plagiar la definición empresarial de Responsabilidad Social (la Universidad no es, ni debe ser una empresa). También quisiéramos fijar el “horizonte de radicalidad” si se puede decir, hacia el cual debería caminar todo esfuerzo académico e institucional, si pretendemos practicar la Responsabilidad Social Universitaria de modo responsable, y no como mera receta cosmética1.

1. La Responsabilidad Social Empresarial Antes de presentar un modelo de lo que es la Responsabilidad Social Universitaria, nos parece interesante analizar primero brevemente el concepto de Responsabilidad Social Empresarial, más difundido en la actualidad, y que nos ilustra mucho sobre el

tipo de enfoque que se busca en la idea de “responsabilidad social” en una organización moderna. Lo primero que se afirma hoy acerca de la Responsabilidad Social Empresarial es que va más allá del altruismo2. No quiere ser filantropía pura (la clásica donación caritativa que no tiene relación alguna con la actividad de la empresa), tampoco filantropía interesada (la donación caritativa del producto de la empresa para promocionarlo y abrir nuevos mercados) que no son sostenibles en el tiempo, no guardan relación con la acción misma de la organización, y no tienen una visión integral de la sociedad y de la ubicación de la organización en ella. Desde luego, la Responsabilidad Social Empresarial es un conjunto de prácticas de la organización que forman parte de su estrategia corporativa, y que tienen como fin evitar daños y/o producir beneficios para todas las partes interesadas en la actividad de la empresa (clientes, empleados, accionistas, comunidad, entorno, etc.), siguiendo fines racionales y que deben redondear en un beneficio tanto para la organización como para la sociedad. El Libro Verde de la Unión Europea la define cómo: “concepto por el cual las empresas deciden contribuir voluntariamente a mejorar la sociedad y a preservar el medio ambiente. A través

Este artículo aparace inicialmante en la página WEB de la Pontificia Universidad Católica del Perú -en PALESTRA, Portal de Asuntos Públicos de la http://palestra.pucp.edu. pe/index.php?id=111 de la misma Universidad- y se publica con el permiso del Dr. Fracois Vallaeys. Se agradece enormemente la gentileza de esta prestigiosa institución educativa y del Maestro Vallaeys.”

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1 El autor es profesor de filosofía en la PUCP y la Universidad Ruiz de Montoya. Especializado en temas de ética aplicada al desarrollo, liderazgo y gestión organizacional, es además consultor en temas de Responsabilidad Social Universitaria en la Iniciativa Interamericana de Etica, Capital Social y Desarrollo (BID), dirigida por Bernardo Kliksberg. Ha participado recientemente en el Foro Internacional: “La formación en Etica para el Desarrollo y la Responsabilidad Social Universitaria” organizado por el BID y la Universidad Autónoma de Nuevo León, en la ciudad de Monterrey (México). Es autor de un curso virtual “¿Cómo enseñar Etica, Capital Social y Desarrollo en la Universidad?” para capacitar a docentes universitarios en estos temas. Dicho curso es iniciativa del BID y se dicta desde el portal de la OEA. 2 Hay mucha literatura disponible sobre el tema de Responsabilidad Social Empresarial, pero nos parece útil señalar un muy interesante trabajo uruguayo sobre un “Manual de primeros pasos” para instituir la responsabilidad social en una empresa: http://www.deres.org.uy/archivos/docs/manual.pdf


suyo, las empresas se conciencian del impacto de su acción sobre todos y expresan su compromiso de contribuir al desarrollo económico, a la vez que a la mejora de la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, de la comunidad local donde actúan y de la sociedad en su conjunto” . Otra definición reza: “La Responsabilidad Social Empresarial la entenderemos cómo la acción conjunta de toda la empresa concienciada (trabajadores, directivos y dueños) del papel que tiene ésta como unidad de negocio que crea valor y que pervive en un espacio del que se lucra.

Concientización en el plano social (de ayuda a los más desfavorecidos y de respeto a los consumidores), ambiental (de sostenibilidad y responsabilidad con el medio ambiente) y económico (de prácticas leales, transparentes en el manejo de sus finanzas y de inversiones socialmente responsables). Es decir, la Empresa Buena” .

• Aspecto laboral: cumplimiento de las normas de trabajo, respeto al trabajador en todos los niveles jerárquicos y puesta en marcha de códigos de conducta y principios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

• Aspecto ambiental: respetando el medio ambiente y usando sellos de calidad ecológica, o alusión directa al consumidor de cómo se obtuvo el producto, o se prestó el servicio.

• Aspecto económico: elaboración de cuentas transparentes y públicas, e inversiones socialmente responsables (utilizando criterios éticos y de exclusión, a la hora de invertir).

3 http://europa.eu.int/comm/off/green/index_es.htm 4 Ver artículo La empresa buena: http://www.iigov.org/dhial/?p=46_05

Según Alejandra Ospina, autora de ese mismo artículo, los ámbitos de la Responsabilidad Social Empresarial cubren 4 aspectos:

• Aspecto social: invertir un porcentaje de las ganancias en proyectos que ayuden a mejorar el nivel de vida de personas sin recursos. O tener proyectos de vinculación a colectivos desfavorecidos.

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2. La Responsabilidad Social en general Entonces, después de este breve recuento de la noción de Responsabilidad Social Empresarial, podemos destacar varias características de mucha utilidad para la Responsabilidad Social Universitaria: - La Responsabilidad Social se desarrolla cuando una organización toma conciencia de sí misma, de su entorno, y de su papel en su entorno. Presupone la superación de un enfoque egocéntrico. Además, esta conciencia organizacional trata de ser global e integral (incluye tanto a las personas como al ecosistema, tanto a los trabajadores como a los clientes) y, a la vez, “contagiarse” en todas las partes de la organización (todas las personas de la organización deben de poder acceder a ese nivel de conciencia). - Esta toma de conciencia está ligada a preocupaciones tanto éticas como interesadas. Se trata de una voluntad ética e interesada a la vez de hacer las cosas “bien” para que todos los beneficiarios internos y externos de los servicios de la organización estén “bien”. La ética, entonces, no aparece como freno al interés egoísta de la organización sino al contrario como empuje para su provecho. Así se crea una articulación pocas veces practicada entre ética y eficacia. - En base a esta articulación, se definen ciertos principios y valores como parámetros de acción “buena” para la organización. Se incluyen estos en la estrategia global y el funcionamiento rutinario de la organización, para que impregnen todos los ámbitos de las acciones de la organización y sus consecuencias (ámbitos económicos, sociales, laborales y ambientales). Así la acción colectiva de la organización se concibe como un todo complejo regulado y respondiendo por las exigencias y necesidades de todos los afectados potenciales .

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- La definición de lo que es “bueno” hacer o dejar de hacer depende de una negociación o diálogo entre los interesados y afectados por los servicios de la organización, o de una anticipación de los intereses de los afectados (sobre todo cuando estos no pueden participar realmente del debate, como por ejemplo las generaciones futuras). Así la ética practicada es:

-Una ética servicial y de responsabilidad por las consecuencias de las acciones emprendidas -Una ética del diálogo y consenso entre todos los participantes y afectados - Una ética democrática y solidaria entre todos los participantes y afectados, en igualdad de condición para reivindicar el respeto de sus intereses propios, igualmente válidos (se trata, en la medida de lo posible, de favorecer a todos por igual) -Una ética de la complejidad, que necesita una visión holista y global de todos los aspectos “entretejidos” (complexus) de los cuales la organización participa. - Una ética regulativa para la autoorganización: servir los intereses de todos permite corregir permanentemente los errores (retroalimentación) y asegurar la sostenibilidad y el equilibrio de la organización (cualquier interés desatendido terminaría, a la larga, por afectar el funcionamiento de la organización).

A partir de este marco general, podemos ahora tratar de pensar lo que debe ser la Responsabilidad Social Universitaria.

5 Está demás decir que la Responsabilidad Social implica el respeto del marco legal. Como es obvio que “hay que cumplir con la ley”, nos interesamos aquí sólo por la parte “voluntarista” de la Responsabilidad Social, la que define acciones más allá de lo que exige la ley.


3. La Responsabilidad Social Universitaria Al igual que la Empresa que ha debido superar el enfoque filantrópico de la inversión social (como gasto extra) para entenderse a sí misma bajo el nuevo paradigma de la Responsabilidad Social, la Universidad debe tratar de superar el enfoque de la “proyección social y extensión universitaria” como “apéndices” bien intencionados a su función central de formación estudiantil y producción de conocimientos, para poder asumir la verdadera exigencia de la Responsabilidad Social Universitaria. Todo parte, en nuestra opinión, de una reflexión de la institución académica sobre sí misma en su entorno social, un análisis de su responsabilidad y sobre todo de su parte de culpabilidad en los problemas crónicos de la sociedad, dejando de pensarse como una burbuja de paz y racionalidad en medio de la tormenta en que se debate el “Titanic planetario”, como llama Edgar Morin a nuestro “barco Tierra”, esa lujosa nave tecnocientífica pero sin rumbo . La verdad es que todos los líderes que hoy gobiernan las instituciones públicas y privadas que dirigen a este Titanic salen de las mejores Universidades y aplican a diario ciencias y tecnologías aprendidas ahí, que sin embargo crean y reproducen el mal desarrollo en el cual la mayor parte de la humanidad trata de sobrevivir. La relación entre la crisis del saber tecnocientífico hiperespecializado (fragmentado) y su ceguera crónica concerniente a los efectos globales que engendra por un lado, y la crisis social y ecológica mundial por otro lado, tiene que ser el punto de partida para una reforma universitaria de responsabilización social que no sea meramente cosmética, sino una profunda reflexión sobre el significado social de la producción de conocimiento y la formación profesional de líderes en la era de la ciencia.

Ver E. Morin, “ESTAMOS EN UN TITANIC”: http://www.iadb.org/etica/Documentos/dc_mor_estam.doc

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Después de reconocer de que no sólo se trata de reformar a las malas políticas, sino también a los malos conocimientos y epistemologías que la Universidad contribuye en producir y transmitir, y que inducen estas malas políticas, cada Universidad podrá empezar a elaborar su propio diagnóstico y reforma. La Responsabilidad Social Universitaria exige, desde una visión holística, articular las diversas partes de la institución en un proyecto de promoción social de principios éticos y de desarrollo social equitativo y sostenible, para la producción y transmisión de saberes responsables y la formación de profesionales ciudadanos igualmente responsables . El esquema siguiente puede ayudar a visualizar el carácter global y central de la reforma universitaria deseada: La profundidad y la radicalidad de la reforma puede asustar, pero no debemos olvidar que el proceso puede ser gradual y empezar por cambios organizacionales sencillos. Además, muchos de los elementos de la reforma de responsabilización social están ya presentes en la mayoría de nuestras Universidades (como por ejemplo la investigación interdisciplinaria, la articulación en ciertos cursos de la docencia con la proyección social , el desarrollo de los métodos pedagógicos del Aprendizaje Basado en Problemas y el Aprendizaje Basado en

Proyectos , etc.) salvo que de modo desarticulado y sin perspectiva institucional integrada. Para precisar orientaciones estratégicas generales de responsabilización social universitaria, es provechoso enfocar 4 líneas de acción institucional:

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En lo que concierne la Gestión interna de la Universidad: La meta es orientarla hacia la transformación de la Universidad en un pequeña comunidad ejemplar de democracia, equidad (supresión de las segregaciones y corrección de los privilegios), transparencia (política y económica), y hacer de ella un modelo de desarrollo sostenible (política de protección del medio ambiente, uso de papel reciclado, tratamiento de los desechos, etc.). Será pertinente utilizar herramientas empleadas ya por las empresas para lograr niveles de calidad como la norma SA 8000 por ejemplo, o el Balance social . Hacer de la Universidad una comunidad socialmente ejemplar, es beneficiarse de una doble fuente de aprendizaje: el estudiante aprende en la Universidad su carrera, pero también aprende de la Universidad los hábitos y valores ciudadanos. Más que los cursos de ética, cuyo impacto actitudinal es discutible, es la práctica cotidiana de principios y buenos hábitos comunes que forma las personas en valores.

7 Como ejemplo de Responsabilidad Social Universitaria en América Latina, existe la muy interesante experiencia chilena: “Universidad construye país” , que agrupa varias Universidades alrededor de un proyecto que se basa en una visión integral de Responsabilidad Social dentro de la Universidad (cubriendo los aspectos de Gestión, Docencia, Investigación y Extensión): http://www.construyepais.cl 8 Es preciso resaltar como los cursos de PROSODE (Proyección Social Derecho) de la Facultad de Derecho de la PUCP constituyen un perfecto ejemplo de integración entre la docencia y el voluntariado con fines sociales, que puede servir de modelo para diseñar nuevas metodologías de enseñanza. Ver: http://www.pucp.edu.pe/unid/facul/ derecho/prosode/index.htm 9 Para un buen análisis del método de enseñanza basado en proyectos, ver: http://www.sistema.itesm.mx/va/dide/documentos/inf-doc/proyectos.PDF 10 Sin duda, estas herramientas de gestión deberían ser rediseñadas especialmente para la Universidad. Será preciso crear por ejemplo un Balance Social Universitario.

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2 En lo que concierne la docencia: La meta es de capacitar a los docentes en el enfoque de la Responsabilidad Social Universitaria y promover en las especialidades el Aprendizaje Basado en Proyectos de carácter social, abriendo el salón de clase hacia la comunidad social como fuente de enseñanza significativa y práctica aplicada a la solución de problemas reales. Aquí se trata de ser creativos, y de imaginar (no sólo a través de prácticas profesionales sociales, sino también en los cursos teóricos de cada carrera) cómo el estudiante puede aprender lo que tiene aprender haciendo cosas socialmente útiles y formándose como ciudadano informado y responsable. Esto fomentará la creación de talleres de aprendizaje en las facultades, mayor articulación entre las disciplinas (por la necesidad de un enfoque multi e interdisciplinario para tratar los problemas sociales), y mayor articulación entre la docencia, la investigación y la proyección social.

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En lo que concierne la investigación: La meta es de promover la investigación para el desarrollo, bajo todas las formas posibles. Por ejemplo, una estrategia posible es que la Universidad firme convenios de hermanamiento con distritos urbanomarginales o rurales e invite a los departamentos de las diversas carreras a desarrollar investigaciones interdisciplinarias aplicadas con dichas localidades. Así, investigadores y docentes se encuentran trabajando sobre la misma problemática en el mismo lugar desde sus especialidades respectivas, creando una sinergia de saberes, y la interdisciplinariedad deja por fin de ser el “elefante blanco” del cual todos hablan pero que nunca nadie ha podido domar y montar.

4 En lo que concierne la proyección social: La meta es de trabajar en interfaz con los departamentos de investigación y los docentes de las diversas facultades para implementar y administrar proyectos de desarrollo que puedan ser fuente de investigación aplicada y recursos didácticos para la comunidad universitaria. Dejando atrás la marginalización institucional de estas iniciativas voluntarias humanitarias, por la debilidad de su vínculo con la formación profesional y la didáctica universitaria, la idea es de lograr una integración de la proyección social en el corazón de la institución, gracias a una Dirección Académica de Responsabi-

lidad Social Universitaria que gestione las iniciativas estudiantiles y docentes, y pueda controlar su calidad. Inútil de precisar que tal unión estrecha entre proyección social, docencia e investigación resultará sin duda en el aumento significativo del voluntariado estudiantil, puesto que el alumnado habrá podido aprovechar de un aprendizaje basado en proyectos durante su formación. La articulación entre las líneas de acción institucional y las diversas carreras que propone cada Universidad se formula a través de los diferentes tipos de ejes temáticos que el campo del desarrollo ofrece, y que las ONGs y Organizaciones Internacionales han puesto en la agenda social: desarrollo humano y calidad de vida, desarrollo económico, desarrollo tecnocientífico sostenible, desarrollo ciudadano y de la democracia, desarrollo de capacidades y cultural, etc. Tantos temas que pueden interesar a todas las carreras universitarias posibles, desde las ingenierías hasta las artes plásticas, pasando por la psicología o la educación. El siguiente cuadro matriz puede ayudar a visualizar las múltiples posibilidades de acciones de Responsabilidad Social Universitaria: Este cuadro, originalmente concebido con el equipo de trabajo de la DAPSEU de la PUCP, dirigida por el Dr. Luis Bacigalupo, junto con el autor, puede servir de matriz para formular y evaluar la calidad y la riqueza de iniciativas de Responsabilidad Social Universitaria en la medida en que un proyecto logre abarcar el máximo posible de casillas del cuadro, logre enriquecer y complejizar sus componentes. Por ejemplo: una práctica profesional de estudiantes de educación en un Centro Educativo de un barrio marginal (componente: docencia + desarrollo de capacidades) puede desembocar en una iniciativa de generación de empleo juvenil (proyección social + desarrollo económico), con investigación de estudiantes ingenieros en métodos alternativos de recojo y reciclaje de desechos en el barrio (investigación + desarrollo sostenible), promoción por la facultad de sociología de un consejo municipal juvenil con alumnos de dicha escuela asesorados por estudiantes de un curso de la carrera (docencia + proyección social + democracia), y finalmente dar lugar a un convenio institucional entre la Universidad y el Centro Educativo (gestión + desarrollo humano + desarrollo de capacidades). Las posibilidades de integración entre las inicia-

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Líneas de Acción RSU Gestión de la calidad organizacional, vida institucional

Docencia, pedagogía, formación académica

Investigación, producción de conocimientos

Proyección social, voluntariado

Ejes temáticos Ayuda humanitaria, asistencia Desarrollo humano Sostenible calidad de vida y bienestar Desarrollo económico generación de empleo Desarrollo tecnocientífico sostenible, protección del medioambiente Democracia capital social y ciudadanía Desarrollo de capacidades, desarrollo cultural

tivas de enseñanza, investigación y proyección social son casi infinitas, sólo conviene brindar el apoyo institucional adecuado a las personas creativas de cada claustro universitario, y cuidar del retorno permanente de las acciones sociales emprendidas hacia el mejoramiento de la formación académica y profesional de la comunidad universitaria, única medida que garantice la continuidad a largo plazo de la dinámica de Responsabilidad Social Universitaria.

4. Diagnóstico institucional: El currículo oculto de la Universidad Si la Universidad ha tardado tanto (en relación con la empresa privada) en poner a la Responsabilidad Social en su agenda, es por múltiples razones que no podemos detallar aquí, pero debemos sospechar por lo menos la existencia de resistencias institucionales arraigadas con las que, sin duda, la reforma de Responsabilidad Social Universitaria tiene que liderar y componer. En ese sentido, un diagnóstico institucional para la Responsabilidad Social Universitaria es una de las primeras tareas que se tiene que realizar, pensando (1) que ninguna organización, de por su misma existencia y 11 APPLE, M. W. (1986): Ideología y currículo. Madrid. Akal.

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modo de funcionar, es éticamente neutral sino que invita sus usuarios a legitimar una serie de comportamiento y hábitos de vida, y (2) que buena parte de estos valores promovidos espontáneamente no lo son de modo consciente sino “oculto”, sin relación necesaria con el discurso público que las autoridades de la organización declaran como autodefinición del conjunto. El concepto de “currículo oculto” es una herramienta útil para poder reconocer en qué medida la enseñanza académica participa (es decir “sufre de” y a la vez refuerza), de modo muchas veces inconsciente, en la reproducción de las injusticias y patologías del mundo actual, participación que sólo se puede negar desde la ingenua y falsa autonomización de la institución educativa de su contexto social. Apple ha definido el concepto de “currículo oculto” como “el conjunto de normas y valores que son implícitamente pero eficazmente enseñados en las instituciones escolares y de las que no se acostumbra a hablar en las declaraciones de fines y objetivos de los profesores” 11. Su percepción precisa un análisis hermenéutico, casi psicoanalítico, de los procesos educativos,


poniendo en evidencia los sentidos ocultos de lo que se muestra en los currículos declarados. Parte del convencimiento de que todo discurso educativo se basa en supuestos implícitos que a menudo el propio discurso ignora. Por ello el currículo oculto se revela sobretodo en las ausencias, las omisiones, las jerarquizaciones, las contradicciones y los desconocimientos que presenta el mismo currículo oficial y la práctica diaria docente que, se supone, lo realiza; al igual que los deseos inconscientes de una persona se revelan ante todo en los actos fallidos cotidianos. Más allá del solo contenido curricular de las asignaturas, la noción se refiere al ethos general oculto de la institución académica, los aspectos de la vida cotidiana, tanto administrativa y organizacional como pedagógica, que no están abiertamente formulados y explicitados, pero existen y tienen efectos actitudinales y valorativos que condicionan el normal proceso de aprendizaje de los estudiantes. Así, se trata de develar una especie de pedagogía invisible estrechamente relacionada con la ejecución de rutinas en la institución, rutinas intersubjetivas que legitiman, de manera sutil y no tan sutil, prejuicios, valores poco defendibles, discriminaciones, etc. ¿Qué valores promueve efectivamente mi institución académica en la educación de los estudiantes? ¿qué comportamientos y actitudes incentiva la vida cotidiana en mi Universidad? ¿qué discriminaciones y jerarquizaciones operan silenciosamente las asignaturas y currículos de las carreras enseñadas en mi casa de estudios? La búsqueda de coherencia moral entre el discurso (las declaraciones de principios de la Misión y Visión) y la práctica académica e institucional es la meta de este diagnóstico. Por ejemplo, he aquí una serie de realidades académicas muy comunes que promueven la “desenseñanza” de los valores ligados a la solidaridad, el desarrollo equitativo y sostenible y la promoción del Capital Social: •

Los “ghettos” universitarios entre estudiantes ricos y pobres en países como los nuestros donde, por falta de recursos públicos, los estudios más prestigiados se impartan en Universidades privadas caras. Desde la vestimenta hasta el color de la piel, permiten a los jóvenes reconocerse entre pares y autoatribuirse posi-

ciones jerárquicas entre universitarios de primer, segundo o tercer nivel. Aquí, la Universidad reproduce de por sí la fragmentación y dominación social. •

La metáfora del sujeto aislado, individualista, acultural y anhistórico, en lucha permanente contra sus semejantes en un espacio social “darwiniano”, como un modelo para pensar la sociedad y la racionalidad del homo economicus en las asignaturas dominadas por el “individualismo metodológico” de la epistemología de la “economía pura”.

La verticalidad y unidireccionalidad de las prácticas pedagógicas en las cuales el profesor sabio imparte su ciencia a los estudiantes ignorantes, estos últimos debiendo devolverle sus tareas para ser calificadas por él solo, desde el poder que le confiere su saber.

La no-transparencia y la no-participación en la organización y planificación de la vida académica y universitaria, que hace que el estudiante (y el profesor?) no puede pensarse en su casa de estudios como un ciudadano activo sino sólo como un súbdito o un cliente, y no tenga otra opción que la resignación o el reclamo.

El no contar con una política de gestión sostenible de la institución, tanto en la elección de los proveedores como en el cuidado del entorno en la vida cotidiana de la organización, desde un enfoque ecologista. ¿De qué sirven los discursos sobre el cuidado del medio ambiente si la Universidad no sabe obligarse a usar papel reciclado?

La visión general instrumental de la educación superior, considerada esencialmente como medio para el aprendizaje de una ocupación profesional, que restringe la currícula de las carreras a las asignaturas estrictamente técnicas ligadas directamente (se supone) con la especialidad enseñada.

Podemos constatar que los ámbitos de análisis del currículo oculto son múltiples y sutiles, pasando desde los contextos socio-históricos generales, los símbolos sociales vinculantes, los contenidos

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explícitos enseñados, las actitudes de los profesores, los detalles de la vida cotidiana universitaria, etc. Por eso tienen razón los líderes del movimiento chileno de Responsabilidad Social Universitaria “Universidad construye país” en enfocar sus acciones a todos los niveles de la Gestión, la Docencia, la Investigación y la Extensión universitarias. Cuatro ámbitos nos parecen decisivos, desde el punto de vista de la pedagogía invisible, para determinar la calidad de los valores efectivamente promovidos por la Universidad:

• Primero, el contenido y la articulación entre los

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contenidos de las asignaturas de las diversas carreras propuestas en la Universidad. Estudiar la malla curricular, analizar qué saber se transmite, permite revelar los olvidos y las jerarquizaciones/ discriminaciones ocultas que definen cómo se entiende y valora el saber y su relación con la sociedad. Permite también plantear el problema de la trans e inter disciplinariedad de las profesiones enseñadas. El enfoque de Etica y Desarrollo, por ejemplo, ayuda a criticar la falta de interrelación entre las especialidades, los departamentos y las facultades de la institución, falta de articulación que termina afectando la calidad misma del profesional formado y su capacidad para entender los problemas de desarrollo en forma global y lúcida. En particular, el análisis crítico de la malla curricular debe ayudar a determinar en qué medida el estudiante beneficia de una formación a la vez humanista y científica, es decir, en qué medida él puede reflexionar y utilizar sus conocimientos especializados en problemas generales meta-disciplinarios de orden ético, como los del desarrollo, el futuro del planeta, la democracia, la equidad, etc. No necesariamente significa que debemos de incluir más asignaturas humanísticas en las diversas carreras, pero sí un espíritu lúcido e ilustrado que sepa poner en tela de juicio el saber, situarlo en diversos contextos y utilizarlo de modo pertinente. Se trata aquí de responder a la pregunta: ¿Nuestro plan de estudios permite realmente al estudiante formarse técnica y éticamente en enfoques complejos y visión holística para pensar la articulación responsable de su profesión con los problemas de desarrollo del país o más bien forma a expertos especializados que se desentienden del entorno de su especialidad, sólo aplican de modo acrítico los conocimientos que han aprendido con criterios simplificadores de la realidad y practican una “inteligencia ciega” (E. Morin)?

• Segundo, los métodos de enseñanza y la cultura

docente practicada en la institución educativa. Analizar cómo se transmite el saber que se transmite permite diagnosticar cómo el estudiante se relaciona globalmente con lo que aprende. Este aspecto, muy relacionado con lo anterior, permite anticipar cómo el futuro profesional se comportará frente al saber que habrá adquirido, reproduciendo el comportamiento que sus profesores habrán tenido con él. Una relación vertical entre profesor y estudiante, sin posibilidad de intercambio simétrico entre las personas fijadas en sus roles y funciones jerarquizadas, enseña de modo permanente, aunque invisible, que el saber es un poder para quien lo detiene, poder que le permite ordenar a los demás como superior, poder que es provechoso conservar para mantener su propio status social y fuente de reconocimiento. Así, la cultura docente y los métodos pedagógicos empleados (más ligados al prestigio del docente como la “clase magistral”, o más ligados al aprendizaje del alumno como el método de la solución de problemas por ejemplo) influyen mucho sobre el ethos institucional y la ética realmente enseñada. La pregunta es: ¿Nuestra Universidad enseña que el saber se comparte entre ciudadanos autónomos y activos para el mejoramiento de la vida o que el saber es un instrumento de poder que otorga privilegios a quienes lo detienen sobre los demás?

• Tercero, la vida organizacional de la Universidad, sus estatutos y costumbres, su clima laboral y sus relaciones interpersonales. Permite analizar en qué medida la comunidad universitaria se vive a sí misma como una pequeña democracia o al contrario como una sociedad jerarquizada, autoritaria, sin transparencia ni diálogo, sirviendo así de modelo de vida colectiva para el estudiante. De este modo, se puede percibir qué tipo de Capital Social impregna a los estudios de los jóvenes y cómo se les reconoce o no el estatuto de ciudadanos activos dentro del claustro universitario. En particular, se debe diagnosticar en qué medida la Universidad facilita las iniciativas estudiantiles (voluntariado y actividades de promoción de la vida universitaria) y los hace partícipe de las decisiones que les afectan directamente. La pregunta es: ¿Nuestra Universidad, en su funcionamiento diario, forma realmente a estudiantes ciudadanos iguales y responsables que aman la democracia y


pueden volverse líderes del desarrollo de su país o más bien a profesionales egocéntricos, atomizados, acostumbrados a relaciones jerárquicas y que entienden a la vida común en términos de lucha de poder, dominación y autoritarismo?

• Cuarto, la autorrepresentación producida por la

Universidad, visible tanto en sus campañas publicitarias, su estrategia de marketing, como en los símbolos que sus integrantes imaginan e instituyen, como para identificarse y distinguirse de las demás Universidades del entorno. Los símbolos y representaciones imaginarias sociales son constitutivos de la legitimidad y existencia de toda institución social, como Castoriadis nos lo enseñó.12 Ninguna institución humana puede dejar de autorrepresentarse, y asimismo, representar a su entorno, calificar y juzgarlo. Hay que entender que esta especie de “clausura simbólica” organizacional que instituye una Universidad como ésta y no otra, y con un determinado “afecto” para sus miembros (esta emoción especial indescriptible que produce la pertenencia a la institución), es de suma importancia para la cultura y los hábitos (el ethos) que sus integrantes asumen y reproducen, porque determina el tipo de reconocimiento social que van a valorar y buscar en el futuro. El enfoque de Responsabilidad Social Universitaria permite valorar la calidad ética de los símbolos e ideales que los integrantes de una institución académica producen y reproducen, como miembros de ella y como seres sociales en general. Permite también fiscalizar y poner en tela de juicio a campañas publicitarias discriminadoras o reduccionistas que entran en conflicto con el discurso “oficial” (siempre bueno!) de la institución, y promueven vacíos éticos como “el éxito”, “ser el mejor”, “resaltar”, etc. La pregunta es: ¿Nuestra Universidad, a través de sus campañas publicitarias, su autorrepresentación y valores, promueve una visión de la sociedad como “casa común” donde todos dependen de todos, y una visión del significado de la vida y formación humana desde la participación solidaria del ser humano como agente de desarrollo social o más bien promueve la representación de la sociedad y del otro13 en términos darwinianos de lucha y competencia y entiende el sentido de la vida del ser humano como la persecución individual del éxito per-

sonal a pesar de, y muchas veces contra los demás? El estudio de estos cuatro aspectos medulares, ¿Qué saber se transmite?, ¿Cómo se transmite?, ¿En qué ambiente general se transmite? y ¿Cómo nos representamos a nosotros mismos transmitiéndolo?, así como el empleo de las herramientas de investigación sociológicas y psicológicas idóneas, deben de permitir responder a la pregunta central: ¿Qué ética, qué forma de vida y valores transmitimos realmente a nuestros estudiantes? En la diferencia entre el currículo intencional (tal como lo proclama la institución) y el currículo realmente aprendido por el estudiante (tal como egresa de la institución), se encuentra el currículo oculto (lo que se transmite sin saberlo en la institución) que debemos conocer y controlar en la medida de lo posible. La Universidad no podrá escapar de este doloroso autoexamen, si tiene que ser responsable de sí misma y de su impacto social en nuestro frágil entorno latinoamericano, continente que sigue siendo el más desigual del mundo, y en el cual la democracia, desgraciadamente, no ha terminado de convencer plenamente a la gente. Queremos resaltar que la “proyección social y extensión universitaria” no nos parece en cuanto tal un ámbito tan decisivo (sólo secundario) para ser estudiado dentro de la problemática del ethos universitario oculto. La razón es que se trata justamente de “extensión”, de “proyección”, es decir de apéndices que no son, en general (y desgraciadamente) fundamentales en el funcionamiento de la institución, sino que, al contrario, pueden servir fácilmente de máscara de Responsabilidad Social para esconder mejor una formación básica orientada hacia la promoción de un profesional individualista en un entorno “darwiniano”. Recordando que el análisis del currículo oculto se parece a un trabajo psicoanalítico de estudio de los olvidos, actos fallidos, discriminaciones solapadas, debemos desconfiar un poco de las buenas acciones solidarias emprendidas (y muy publicitadas) desde la proyección social universitaria, sobre todo si estas tienen una muy débil relación con las asignaturas de los programas y los métodos de evaluación de los estudiantes. Es decir que un diagnóstico de

12 Ver C. Castoriadis, (1997): El Avance de la insignificancia, Ed. EUDEBA, Bs. As. 13 Esta definición del otro estructura el vínculo social: ¿el otro es aquel que limita mi libertad o más bien que la permite y extiende al infinito? ¡He aquí una linda pregunta para organizar un debate con nuestros alumnos!

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los problemas éticos de una Universidad no debe dejarse seducir necesariamente por este tipo de acciones con fines sociales. Un correcto uso de la “proyección social y extensión universitaria” forma más bien parte de la solución a los problemas éticos en la enseñanza universitaria, cuando se quiere realmente enseñar a través de proyectos de desarrollo.

5. la Responsabilidad Social Universitaria como nuevo contrato social para la Universidad Finalmente, para dibujar la visión a largo plazo que se quiere instituir con la Responsabilidad Social Universitaria, queremos indicar algunas ideas que podrían servir de modelo para diseñar un nuevo “contrato social” entre la Universidad y la sociedad. Los diversos puntos que planteamos para este “nuevo contrato social” sólo pretenden estimular la propia reflexión y nutrir el debate entre académicos, responsables universitarios, estudiantes y la sociedad civil. Conviene que cada Universidad y cada grupo docente diseñen su propia política de acción en relación con su propia identidad y contexto social. Queremos proponer 3 grandes ejes para este nuevo contrato social universitario: (1) la responsabilidad social de la ciencia, (2) la formación a la ciudadanía democrática, (3) la formación para el desarrollo. Nos parecen ser las nuevas propuestas imprescindibles para superar la crisis institucional, darle de nuevo un sentido histórico a la aventura universitaria y promover una verdadera Responsabilidad Social Universitaria. Cabe resaltar que ciertas Universidades, en algún modo, han ido espontáneamente fomentando tales cambios en los últimos tiempos, pero lo que deberíamos buscar ahora es un consenso más amplio para poder “firmar” oficialmente este “pacto social” con la sociedad moderna latinoamericana.

5.1. Garantizar la Responsabilidad Social de las Ciencias Debemos reconocer que, hasta ahora, después de dos siglos de desarrollo de la democracia moderna, hemos fracasado en controlar el poder de las

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tecnociencias, lo que nos ha conducido entre otros a los problemas ecológicos globales que todo el mundo conoce, y al incremento del poder tecnocrático, menos visible pero tan peligroso para la democracia. La ciencia nunca fue neutral, pero nunca fue menos neutral como ahora. Históricamente, la ciencia moderna nació y se desarrolló en Europa occidental contra el Estado aristocrático y su asociación con el dogmatismo religioso. Pero hoy en día, ya no se trata de proteger a las ciencias del Estado, sino al revés de proteger el Estado, la sociedad y el planeta del poder peligroso de las ciencias. K.O. Apel, como muchos otros intelectuales desde hace décadas, nos advierte de “la urgente necesidad de una nueva fundamentación racional, filosófica, de la ética en la época de la ciencia” 14, porque, por primera vez desde el nacimiento del homo faber, la acción humana es capaz de suprimir definitivamente toda acción futura. Esta nueva visión que el hombre tiene de sí mismo y de su poder, precisamente del poder de su saber, implica una nueva definición de la responsabilidad a escala planetaria, que no puede sin más ser concebida en el marco de las morales tradicionales vigentes. Las ciencias son el punto arquimédico de esta ética planetaria: en buena cuenta, son ellas que inventan los nuevos problemas de la agenda ética (contaminación, riesgos nucleares, manipulaciones genéticas, etc.) y, al mismo tiempo, necesitamos de ellas para darle solución a estos problemas. Es por lo tanto necesario someter la actividad científica a un control moral, social y político. La sociedad democrática debe recuperar poder sobre la producción y el uso del saber tecnocientífico, controlar el destino de la ciencia que está ahora íntimamente ligado al destino de la humanidad15 . Y, desde un punto de vista ético, no es justo que los afectados por el avance científico (es decir todos nosotros) no puedan opinar acerca de las decisiones fundamentales que comprometen su vida y futuro. Un lugar estratégico para instituir y promover la responsabilidad social de la ciencia es justamente la Universidad, porque es el lugar de convergencia entre la producción del saber científico (la investigación), la reproducción de este sab-

14 K.O. APEL (1980) Notwendigkeit, Schwierigkeit und Möglichkeit einer philosophischen Begründung der Ethik im Zeitalter der Wissenschaft, en Libro de homenaje a Constantino Tzatzo, Atenas. Trad. castellana en Estudios Eticos, Barcelona, Alfa, 1986. 15 Esta claro que la situación social actual de las ciencias no puede razonablemente hacer temer un impedimento del avance científico por culpa de este control ciudadano. Ya no estamos en la situación del siglo XVI. Sólo grupos muy marginales (entonces poco operantes en el debate) podrían querer un cese unilateral de la investigación científica


er (transmisión de los conocimientos y formación de los ciudadanos profesionales que socializan las ciencias y tecnologías) y la información del gran público sobre el quehacer científico (la Universidad es un espacio social abierto al debate público). Implica reconocer que no hay ninguna disyunción entre ciencia, ética y política, que nunca la hubo, y que por lo tanto, la actividad científica es una actividad social como cualquiera (ni neutral, ni inocente) que, más que cualquier otra, necesita hoy ser cuidadosamente pensada y decidida, porque afecta a todos los ciudadanos del mundo y a la misma biosfera. Para eso, se necesita el gigantesco esfuerzo de información ciudadana acerca de los cambios, potencialidades y riesgos de los inventos tecnocientíficos, para que la vigilancia ciudadana de la ciencia pueda ser real y racional. No es el Estado él que puede realizar esta tarea directamente, ni los medios de comunicación privados solos, sino la Universidad (tanto privada como pública), en su doble papel de productora de ciencia y educadora del individuo social científico, articulando sus esfuerzos con la sociedad civil, las empresas y el sector público. La Universidad tiene la responsabilidad social de promover el debate, facilitarlo, conducirlo y enriquecerlo, dando al público ciudadano los medios para informarse, reflexionar y juzgar y a las empresas los conocimientos adecuados para aplicar su propia Responsabilidad Social. El pluralismo y la racionalidad de los académicos pueden servir de garantía para que este debate sea todo lo transparente y libre posible. La organización de conferencias, mesas redondas, seminarios en donde se encuentran juntos científicos comprometidos en difundir los resultados de sus investigaciones de modo comprensible, estudiantes en formación profesional y el público en general, es el modelo de esta Responsabilidad Social Universitaria para con la culturización científica de la ciudadanía y la culturización ciudadana de la ciencia. Pero debe ser obviamente complementado por acciones estratégicas de difusión de la información científica pertinente y de formación continua de las personas a la comprensión crítica de la actividad científica. El contrato social mencionado, en ese sentido, coloca a la Universidad en una nueva posición. Ya no tiene que defender a la ciencia contra el Es-

tado, sino a la sociedad contra/con la ciencia. Así adquiere un nuevo papel público, aquel de velar por los intereses sociales en la misma actividad científica.

5.2. Promover la formación a la ciudadanía democrática El otro gran fracaso de la democracia moderna fue también su incapacidad en entregarles a las personas el uso racional de sus derechos ciudadanos. Desde la publicación de la primera Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789, los derechos humanos no han dejado de cobrar mayor fuerza en el mundo, pero los derechos del ciudadano se quedaron más estancados. En muchos casos, la situación actual testimonia de una reducción de la actividad ciudadana a la mera dimensión puntual del derecho a voto, con muy poco control sobre la selección de los candidatos, los procesos electorales cada vez más costosos y contaminados por la acción de los medios de comunicación, y el cumplimiento de estos candidatos una vez elegidos. La situación se vuelve incluso dramática para los derechos ciudadanos cuando pasamos de la problemática nacional a la problemática mundial, en la cual las decisiones importantes se toman sin ningún poder de fiscalización por parte de los pueblos. Queda en la vida cotidiana la mera actividad del ciudadano-consumidor de servicios y productos privados y públicos, con su pobre derecho a quejarse y “hacer valer sus derechos”, pero sin posibilidad de orientar y controlar el futuro de la vida común, es decir sin posibilidad de ejercer la actividad ciudadana autónoma en cuanto tal. En cuanto a la actividad de opinar, ella ha sido confiscada desde hace buen tiempo por las agencias encuestadoras que, por un lado, atomizan a los individuos reducidos a su sola opinión privada emitida inmediatamente, y, por el otro lado, controlan con el manejo de los temas y las preguntas de las encuestas el tipo de respuestas posibles. Estamos muy lejos de la actividad política de formación de una opinión ilustrada común en base a un debate argumentado, tal como se anhelaba en el “Siglo de las Luces”. Pero esta actividad ciudadana de fomento de una opinión ilustrada no es inmediata. Implica formación, información, capacidad de juicio, diálogo, razonamiento, decisión, militancia, toda una serie de actividades humanas propiamente racionales,

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públicas y políticas que no son naturales sino complejas y necesitan de un aprendizaje, y un aprendizaje a la vez libre (sino no tiene sentido) y común (sino no tiene eficacia)16 . Uno de los espacios sociales más propicios para cumplir con esta formación de adultos responsables ciudadanos es la Universidad17. Es un espacio privilegiado para la formación ciudadana, el enriquecimiento de la capacidad de reflexión y decisión juiciosa ciudadana, en un mundo en el cual la gran mayoría de los medios de comunicación ha demostrado su incompetencia para hacerlo, por no tener ni la voluntad, ni la independencia de criterio frente a los poderes económicos y políticos, ni el conocimiento suficiente, ni la capacidad formativa que tienen los docentes universitarios. Curiosamente, podemos darnos cuenta que, en nuestras sociedades dichas democráticas, falta un verdadero espacio público de aprendizaje y ejercicio ciudadanos. Obviamente, la tarea específica de formar ciudadanos informados, capaces de reflexión y diálogo, significa que la Universidad debe abrirse mucho más a la educación del adulto, la formación continua y la facilitación de espacios de debate y reflexión ciudadana, ilustrados sin ser especializados (cultura humanística y no cultura científica). Otra vez, esta meta de Responsabilidad Social Universitaria se ve en parte realizada en todos los congresos y seminarios abiertos al público, con exposiciones breves, sencillas y sintéticas de expertos comprometidos en difundir la información pertinente y útil a la ciudadanía. Pero falta incluir esta meta de la educación a la ciudadanía en la políticainstitucional de las Universidades y el currículo de sus diversas carreras. Ciertamente se podrá objetar que confiar a la Universidad la tarea de formación ciudadana de sus estudiantes y, más allá, de su sociedad, es tomar el riesgo de hacerla caer en el activismo político y el adoctrinamiento de sus estudiantes. Este temor es legítimo, pero creemos justamente que es la situación actual de pseudo neutralidad universitaria que constituye, desde la perspectiva del currículo oculto, el peor activismo político (porque solapado) y el peor adoctrinamiento (porque invisible

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y negado en cuanto tal). Al contrario, un espacio abierto y declarado de debate ciudadano sobre los problemas sociales de la agenda no tardará en denunciar los desvíos, sesgos e intentos de “recuperación”. Toda la estrategia responsable de la Universidad debe orientarse en cuidar los procedimientos de la formación y debates ciudadanos, es decir la implementación del “espacio público” del debate, la misma dinámica permitiendo luego que los argumentos los más universalizables, con el tiempo, alcancen el consenso mayoritario. Lo único que debemos temer, en ese sentido, es de promover una Universidad donde se declara: “aquí no se hace política, sólo formación científica”, porque esta es la más peligrosa posición política posible, posición positivista cientificista que, negando ser una “posición”, desde la altura de su pretendida neutralidad axiológica, impide de antemano cualquier crítica contra ella, y reconduce al primer peligro mencionado de una actividad científica no fiscalizada.

5.3. Educar al estudiante como un agente de desarrollo El tercer gran fracaso de la democracia moderna es de no haber podido todavía suprimir los privilegios sociales, reducir las grandes iniquidades y asegurar una calidad de vida decente y autónomamente decidida para la mayoría de la población mundial, dentro del respeto de las diferencias culturales. La democracia avanza, pero la pobreza y la injusticia siguen presente. Sin embargo, los últimos estudios sobre los procesos de desarrollo eficientes tienden a resaltar la importancia del capital humano y del capital social en las experiencias exitosas18. Por lo tanto, no es utópico pensar que el principal pilar de un desarrollo sostenido y sostenible sea la formación de los profesionales con un enfoque de desarrollo social. Todo lo que nos falta es el sentimiento de urgencia para que esta meta reoriente rápidamente la formación académica actual centrada en una profesionalización que instrumentaliza al estudiante y al docente, les desvincula de la vida común para hacerles anhelar el patético “éxito personal” de la sociedad de consumo.

16 La carencia de una institución social que cumpla con esta tarea explica por qué los derechos humanos han tenido tanta promoción y los derechos ciudadanos tan poca: no se necesita aprender a ser humano, pero sí a ser ciudadano. 17 La escuela primaria y secundaria son esenciales para la formación ciudadana del joven, pero sólo la Universidad puede iniciar en los debates políticos complejos a adultos con derecho de voto y responsabilidad jurídica. 18 Ver sobre este tema la biblioteca digital de la Iniciativa Interamericana de Capital Social, Etica y Desarrollo del BID: www.iadb.org/etica y en particular los trabajos de B. Kliksberg.


La Universidad juega aquí otra vez un papel central. Su Responsabilidad Social debe ser de orientar la formación general y especializada del estudiante hacia la promoción del desarrollo justo y sostenible, creando así un nuevo perfil del egresado universitario: •

Un estudiante preocupado por las injusticias a su alrededor y con voluntad de comprometerse en acciones concretas. Un estudiante que haya podido desarrollar su propia capacidad solidaria en acciones de voluntariado conducidas desde la Universidad.

Un estudiante informado, capaz de contextualizar su saber especializado en vista a la solución de los problemas cruciales de su sociedad.

Un estudiante capaz de escuchar, intercambiar y entrar en empatía con el otro, es decir que haya podido beneficiar de experiencias sociales formativas a nivel emocional. Un estudiante formado a la ética del diálogo.

Un estudiante promotor de democracia y participación, que sabe ser ciudadano, es decir que “sabe gobernar y ser gobernado” como decía Aristóteles. Esto obliga por supuesto la Universidad a instituir la problemática del desarrollo como tema transversal prioritario en todas las carreras y darse los medios para formar a sus profesores en el enfoque, reintegrando los saberes en el marco de la solución de problemas de desarrollo. También obliga a una nueva relación al saber:

Integrar la cultura humanista con la cultura científica, en cuanto es la primera la que le da sentido, sintetiza, ubica y vigila a la segunda.

Formar equipos de docentes e investigadores en comunidades de innovación capaces de autoaprendizaje interactivo en base a problemas complejos.

“Desfetichizar” el saber enseñando al estudiante no sólo el dato informativo, sino cómo se llegó a este dato, es decir enseñandole a conocer el conocimiento.

Reconocer la diferencia entre informar y formar: la información ya no es el privilegio de los expertos y profesores en la hora del “google. com”, pero Internet no es una Universidad!

El nuevo contrato social conduce a nuevas relaciones en el aula: • Incentivar una cultura docente más democrática, basada en la facilitación del autoaprendizaje del estudiante19. • Promover nuevas técnicas pedagógicas como el ABP (Aprendizaje Basado en Problemas), el aprendizaje lúdico y el aprendizaje basado en proyectos. • Organizar el aula como un espacio social que puede ser en gran medida confiado a los estudiantes para la responsabilidad de su autogestión. • Combinar el trabajo presencial con el uso de los TICs y el aula virtual, etc.

5.4. Buenas razones para firmar este contrato social Existen muchas buenas razones que pueden convencernos de firmar este nuevo contrato social entre la Universidad y la sociedad. Si la sociedad no firma este contrato social, está condenada a perder poco a poco la democracia en beneficio del poder tecnocrático de los expertos. La especialización y complejización de las diversas esferas de la vida pública hace que es cada vez más difícil para la población de votantes entender cuáles son las soluciones razonables y eficaces a los problemas sociales y políticos que se presentan. Si la política se vuelve un asunto de especialistas y expertos, es obvio que no podemos racionalmente encomendar a un pueblo “ignorante” elegir a los expertos “sabios” que velaran por el bien público. Si no existe una “institución puente” entre la sociedad civil y la administración de la “cosa pública” (República) capaz de cubrir de algún modo la brecha y educar al ciudadano, el mismo paradigma de la democracia representativa está en peligro. Si la sociedad no firma este contrato social, arriesga seguir con la inestabilidad social que, en ciertas

19 Ver el artículo : La Universidad como espacio de aprendizaje ético, de Miquel Martínez Martín, María Rosa Buxarrais Estrada y Francisco Esteban Bara: http://www. campus-oei.org/valores/monografias/monografia03/reflexion02.htm

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situaciones de crisis, puede generar movimientos populares irracionales, oscurantistas, y muy violentos, que fácilmente derrumban a la democracia siempre frágil. Por eso, las democracias actuales no pueden comprarse el lujo (inmoral además) de un pueblo “ignorante” en la era de la tecnociencia y la globalización. No sólo existen argumentos económicos en contra, sino también políticos y geoestratégicos. No nos olvidemos de que en el mismo país de Kant y Humboldt, el pueblo fanatizado se puso bajo las ordenes de un Führer; que Yugoslavia se derrumbó bajo los brotes incontrolables del odio racista; que nuestros pueblos hambrientos de América Latina no pocas veces han aplaudido los golpes militares que sepultaban a la democracia; que un movimiento terrorista tan sangriento como Sendero Luminoso nació en Perú de la marginación y discriminación social de pequeños universitarios provincianos mal formados. Debe de existir una institución y un lugar de formación y autoaprendizaje al debate público y la expresión, pacífica pero eficaz, de los problemas sociales y políticos, un espacio de formulación de propuestas de progreso social consensual, que pueda jugar un papel fundamental de regulador de las tensiones sociales mediante el razonamiento, la argumentación y la invención de soluciones adecuadas para el desarrollo equitativo y sostenible. Si la sociedad no firma este contrato social, arriesga perder globalmente el control sobre su futuro por una actividad tecnocientífica descontrolada, sin límites y que aliene sistemáticamente el poder político, incapaz de tener la iniciativa en el diseño de políticas públicas, sino sólo capaz de gestionar a duras penas los nuevos problemas que la tecnociencia acelerada le inventa a diario. Arriesga perder el control ciudadano sobre las medidas globales necesarias al mantenimiento de los grandes equilibrios ecológicos. No nos olvidemos de que el control ecológico del planeta no necesariamente tiene que hacerse

dentro del marco de la democracia. Una dictadura ecológica mundial es perfectamente pensable a priori. Es necesario instituir una responsabilidad social de la ciencia que pueda anticipar y controlar los riesgos a futuro de tal o cual aplicación tecnológica. Si la sociedad tiene interés en firmar el contrato social, es obvio que la Universidad también, por las mismas razones. De lo que se trata en realidad es de dotar a la organización social actual de un sistema inmunológico pensante que pueda relacionar Ciencia con Cultura humanista y Democracia participativa, fomentando así una cultura general de paz y de desarrollo equitativo y sostenible: Esta nueva función social de la Universidad le permitiría además reencontrar el significado y la legitimidad sociales perdidos desde que entró en crisis el paradigma de Humboldt. Así, puede escapar del peligro de volverse una mera institución mercantil de capacitación profesional, reencontrarse con el interés estudiantil mediante nuevos enfoques y métodos de enseñanza, reequilibrar su papel político tendido entre la revolución y el sometimiento, reequilibrar también su relación con su entorno social, abriéndose ampliamente a la sociedad civil, pero no para adaptarse a ella sino para culturizarla según sus valores y principios endógenos. Y quizás lo más importante, reencontrar un ethos legítimo para seguir inventándose en su segundo milenio de existencia. Así es que se puede formular el Nuevo contrato social entre la Universidad y la Sociedad en estos términos: “Tú, Sociedad, me garantizas autonomía y recursos, y yo, Universidad, te doy (1) más Democracia a través de la formación de estudiantes y ciudadanos responsables, (2) más Ciencia responsable, lúcida y abierta a la solución de los problemas sociales de la humanidad, y (3) mejor Desarrollo equitativo, innovador y sostenible, con profesionales competentes y comprometidos.”

Bibliografía

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Edgar Morin, “ESTAMOS EN UN TITANIC”: http://www.iadb.org/etica/Documentos/dc_mor_estam.doc APPLE, M. W. (1986): Ideología y currículo. Madrid. Akal. C. Castoriadis, (1997): El Avance de la insignificancia, Ed. EUDEBA, Bs. As. K.O. APEL (1980) Notwendigkeit, Schwierigkeit und Möglichkeit einer philosophischen Begründung der Ethik im Zeitalter der Wissenschaft, en Libro de homenaje a Constantino Tzatzo, Atenas. Trad. castellana en Estudios Eticos, Barcelona, Alfa, 1986. B. Kliksberg. Iniciativa Interamericana de Capital Social, Ética y Desarrollo del BID: www.iadb.org/etica María Rosa Buxarrais Estrada y Francisco Esteban Bara. La Universidad como espacio de aprendizaje ético, de Miquel Martínez Martín: http://www.campus-oei.org/valores/ monografias/monografia03/reflexion02.htm


El Observatorio

de Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria Carlos Cabanzo Carreño Coordinador del Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria, UPN ccabanzo@pedagogica.edu.co La Universidad Pedagógica Nacional se encuentra en uno de los momentos más interesantes de su historia. Por una parte, en torno a lo que podría llamarse un cambio estructural que soporta las transformaciones, permitiéndole apropiarse de los espacios sociales desde los cuales se ha ido posicionando históricamente. Desde aquí, temas como el de la reforma curricular, la acreditación institucional y curricular, el Plan Estratégico, el Plan de Desarrollo y el Proyecto Educativo Institucional dibujan la silueta de las nuevas redes, relaciones sociales, representaciones e imaginarios sobre los que se sustenta la Institución para el presente y el futuro. Desde este escenario se hace necesario acentuar el rol de la educación superior como elemento de inclusión e integración de las sociedades en general a los procesos de desarrollo económico y social. Por esto, el Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria -proyecto de Bienestar Universitario- surge con el objetivo de fortalecer los importantes lazos de la Universidad con la sociedad, a la que siempre ha respondido a través de su esencia y fundamento: la educación de educadores. Pretende, de un lado, dar cuenta del bienestar de la comunidad universitaria en su más amplio contexto -formación y calidad de vida- y, de otro, generar espacios de reflexión y acción enfocados hacia su entorno y las bases sociales de las cuales procede, en la perspectiva de su carácter público y estatal; además de contribuir a la formación de sujetos responsables en y desde sus acciones.

¿Qué es Responsabilidad Social Universitaria? Como campo del conocimiento y de acción de las instituciones universitarias, el tema de la Responsabilidad Social Universitaria -RSU- es reciente, por ello es necesario hacer un par de precisiones. La primera tiene que ver con el ser y deber ser que las instituciones educativas y la Universidad Pedagógica Nacional desarrollan, como parte de sus objetivos enmarcados en su Misión y Visión, y que involucran un amplio compromiso social de cara al país y a la fundamentación de Latinoamérica como construcción identitaria. Es decir, que si bien el tema de la RSU está concretando sus fronteras, nuestra Universidad, en sus más de 50 años de historia, cuenta con una infinita gama de políticas institucionales educativas que dan cuenta de su trayectoria en proyección social y responsabilidad ante las exigencias que se le plantean desde la sociedad.

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Por otra parte, la novedad de la RSU, en términos de sus ejes temáticos y principios formales, se presenta como una oportunidad para construir los parámetros sobre los cuales se fundamenta, a nivel nacional e internacional. La RSU se refiere, esencialmente, al impacto que tienen las acciones de las instituciones de educación superior -IESdentro de su propia institución y sobre el entorno dentro del cual se desempeña la labor formativa. De tal manera que la responsabilidad trasciende las fronteras naturales que, a manera de claustros, campus e instalaciones, se consideraban como el nicho natural de las mismas. FrançoisVallaey (2009), uno de los promotores más importantes de esta apuesta social, la define como “una nueva política de gestión, (…) cuidando de los impactos y efectos colaterales que se generan a diario adentro y afuera de la institución, responsabilizándose por las consecuencias sociales inducidas por el mismo funcionamiento de la organización. La Responsabilidad Social su política de calidad ética; orientada hacia el desarrollo humano sostenible; basada en el diagnóstico y la gestión de todos los impactos y efectos colaterales que el funcionamiento de dicha organización puede generar, tanto hacia dentro como hacia fuera de sí misma, cuidando que dichos impactos sean positivos, mitigando, reduciendo y suprimiendo paulatinamente todos los malos efectos diagnosticados; haciendo esto en diálogo con los diferentes grupos interesados en el buen desempeño de la organización y la solución de los problemas descubiertos; manteniendo una coherencia entre la misión institucional declarada y la práctica efectiva de la institución”. En el plano de lo formal, la RSU responde a un marco de sugerencias hechas por convenios internacionales que apuntan a lograr un desarrollo equitativo sobre todo de las clases sociales que se han visto más vulnerables ante los procesos desiguales generados por el desarrollo del las lógicas de mercado del capitalismo mundial. Entre estos encontramos los Objetivos del Milenio y las Metas Educativas, 2021: La educación que queremos para la generación de los Bicentenarios, en el contexto del acuerdo alcanzado en la XVIII Conferencia Iberoamericana de Educación, celebrada en El Salvador en el 2008.

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En el contexto local, encontramos los derechos consagrados en la Constitución Política de 1991, la Ley 115 de 1994, el Plan Decenal de Educación 1995-2005. Todos ellos desde la perspectiva de los Derechos Humanos Universales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como los suscritos a nivel mundial en pro de los Derechos Culturales, de Género y de la Mujer y la Infancia en alto grado de vulnerabilidad. Desde el contexto internacional se han venido generando espacios de trabajo, Comités, que están desarrollando el tema de la RSU. La organización International StandarOrganization -ISO-, ha venido articulando este proceso a nivel global, lo que se materializará en la norma ISO 26000. Para el caso colombiano, el Instituto Colombiano de Normas Técnicas -ICONTEC- desarrolló la Guía Técnica Colombiana GTC 180, en aras de formalizar y brindar marcos de entendimiento que comprometan a las entidades educativas con un quehacer ético.

¿Qué es el Observatorio de Bienestar y RSU? Desde el Observatorio se pretende apoyar dinámicas de construcción de ciudadanía, contribuir al desarrollo de políticas públicas mediante la formación, generación y socialización de nuevos conocimientos; ser un Observatorio crítico de la realidad social y dar apoyo y participación a las iniciativas que llevan a cabo las redes sociales. Por ello, desde la impronta del bienestar y la calidad de vida de la comunidad universitaria, y de la so-


ciedad en general, se busca generar dinámicas que fortalezcan la investigación social, la cooperación nacional e internacional en proyectos sociales, fundamentados en los ejes de Derechos Humanos y Convivencia, Familia, Medio Ambiente, Proyección Social y Voluntariado Universitario, entre otros. El Observatorio de Bienestar y RSU fundamenta sus acciones en cuatro sistemas principalmente: investigación, caracterización, evaluación y sistematización de la información y comunicación. Esto, respondiendo a dos ejercicios diferentes y complementarios. Se busca darle un orden lógico al proceso, de tal manera que se haga sostenible en el tiempo, y permitir que se consolide como referente institucional, que apoye las acciones de políticas tendientes a mejorar los estados de bienestar de la comunidad a la que pertenecemos, teniendo como referencia el acercamiento a la responsabilidad social que le es inherente.

Por otra parte, entendiendo que la construcción social del ethos universitario de la UPN no es, de ninguna manera, externa a sus prácticas, a su día a día, a sus referentes y representaciones sociales más cercanas, el Centro de Investigaciones del Observatorio realiza un ejercicio de caracterización de estudiantes admitidos desde el 2006, en donde se abordan temas como su condición socioeconómica y demográfica, su familia, tendencias políticas, manejo de la sexualidad, consumo de sustancias psicoactivas, manejo de situaciones conflictivas, toma de decisiones, tendencias religiosas y manejo del tiempo libre.

Adicionalmente, se realizaron tres investigaciones que involucran a la comunidad universitaria: la primera, Representaciones sociales y percepciones alrededor del consumo de sustancias psicoactivas en la UPN, que es una semblanza de los imaginarios que estudiantes, funcionarios y docentes tiene sobre el tema en la vida universitaria; la segunda, Ocio y tiempo libre, representaciones e imaginarios en la UPN; y la tercera, en proceso, es un estudio correlacional-descriptivo sobre la población universitaria que ingresó a la institución entre los años 2006 y 2009, involucrando a 5498 estudiantes de la UPN.

Se apoyaron tres trabajos de investigación de la Facultad de Educación: la investigación docente Bienestar el Aula. ¿Qué me hace sentir bien en el salón de clase?; y las tesis de grado El bienestar y la formación integral desde cuatro grupos informales de estudiantes en la UPN y sus prácticas comunicativas, de las estudiantes de Psicología y Pedagogía, Jenny Paola Escobar y Ruth Angélica Ballesteros, y La formación de identidad pedagógica de los estudiantes de Psicopedagogía.

El Observatorio lidera la elaboración de propuestas e instrumentos que han soportado la evaluación de las acciones de la DBU en los programas institucionales. Entre las más importantes se encuentran: Propuesta de construcción de indicadores de Bienestar Universitario para el factor de Bienestar del Consejo Nacional de Acreditación; Bienestar Universitario para los CERES de la UPN en las regionales

Experiencias más importantes del Observatorio de Bienestar y RSU Por iniciativa rectoral, desde el 2008, la UPN hace parte del Observatorio de Responsabilidad Social -ORSU-, en el que se articulan aproximadamente 40 universidades de todo el país, contando como aliados estratégicos con Unesco-Iesalc y Universia, entre otras. Allí hemos aportado mostrando dos experiencias relevantes: la del Centro de Pedagogía y Familia, coordinado por el profesor Andrés Gaitán, y la Formación de tutores en el contexto de la resignificación de sujetos en condición de confinamiento carcelario -Buen Pastor y La Modelo-, coordinado por la profesora Marisol Betancourt del Departamento de Psicología y Pedagogía. •

Contamos con la participación de estudiantes, docentes y proyectos de la UPN en 4 encuentros académicos de responsabilidad social y en el I Foro de Voluntariado Estudiantil Universitario; donde se lograron importantes contactos con empresas privadas, ONG y universidades, que aportarán al fortalecimiento de los proyectos de nuestra alma máter. Coordinamos el Comité Editorial del Observatorio de Responsabilidad Social Universitaria, donde participan alrededor de 30 IES, además de AUSJAL y Unesco-Iesalc.

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de La Chorrera, Puerto Asís y Guapi; Políticas de Bienestar Universitario para Posgrados Virtuales del ITAE; Documentos de trabajo para Acreditación de Pregrados y Posgrados de la UPN. •

En términos de articulación inter e intra institucional, se apoyó y organizó, de manera conjunta con el grupo Trayectos y Aconteceres del Departamento de Biología, el I Seminario Interuniversitario de Sexualidad, generando un proceso de articulación que permitió una lectura multicultural de diferentes instituciones educativas y de otros órdenes alrededor del tema.

Se participó en la constitución de la Red Sin Trabas Distrital, en el diseño de los Lineamientos de Política Distrital para la Prevención del Consumo de Sustancias Psicoactivas y en la creación de la Mesa Juvenil Distrital de Prevención de Consumo de Sustancias Psicoactivas, actividades en las que participan más de 35 universidades, ONG, grupos y colectivos de jóvenes.

El Observatorio representa a la UPN en la Mesa Interuniversitaria de Derechos Humanos, en donde se tratan tópicos tendientes a garantizar los derechos de la comunidad universitaria en contextos conflictivos, como parte de un equipo interinstitucional en donde también participan, la Defensoría del Pueblo, la Personería Distrital, la Secretaría de Gobierno, el Ministerio del Interior, la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad Distrital y el Colegio Mayor de Cundinamarca.

Tres experiencias investigativas

Representaciones sociales y percepciones alrededor del consumo de sustancias psicoactivas en la UPN

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Esta propuesta tiene como fin hacer un ejercicio comprensivo e interpretativo en torno al fenómeno del consumo de sustancias psicoactivas en la UPN en dos campos, tomando como base el campo conceptual de las representaciones sociales como área de investigación, privilegiando el acerbo discursivo de los miembros de la comunidad universitaria desde tres roles básicos de tipificación: docentes, funcionarios y estudiantes; pero haciendo referencia permanente a la condición general de comunidad universitaria

El tema del consumo de sustancias psicoactivas, domina, ahora más que nunca, la atención de las sociedades que transitan en los albores del siglo XXI, al socaire del capitalismo tardío, de la globalización y de las transformaciones culturales que le son propias. Las universidades, reflejo dinámico y sincrético de la realidad de las entidades sociopolíticas a la cual pertenecen, están inmersas en la necesidad de conocer los factores de riesgo y protección, las visiones de futuro y la utopías, los imaginarios y representaciones desde los cuales sus comunidades estructuran el tejido social desde la identidad de estos grupos humanos. es un fenómeno social que ocupa páginas enteras en torno a la investigación, comunicación e información sobre sus particularidades. No existe, por fortuna, una definición que abarque los niveles o aproximaciones, y los términos con los que se señala son de diversa índole. Con ello, se permite un rango amplio de interpretaciones que sin restarle seriedad a las investigaciones que se realicen, ofrece un marco móvil pero coherente con la necesidad de respeto y responsabilidad sobre las comunidades a que toca. Por ende, desde aquí, cuando se habla de sustancias psicoactivas lo hacemos pensando en sustancias que han venido siendo producidas por el ser humano desde un cierto tipo de uso que está mediado desde la legalidad o la ilegalidad por relaciones sociales que varían de una cultura a otra.


El consumo, en este documento, más que una relación entre el individuo y la sustancia como tal, trata de hacer una lectura desde el hecho mismo y el entorno de percepciones que lo rodean. Es decir, por una parte, desde el discurso que desde la no experticia, desde la opinión y el sentido común se tiene sobre el tópico. No se trata de generar una teoría o un estado del arte sobre los consumos o sobre el de sustancias psicoactivas en particular; se trata de hacer un desglose de la mirada que desde la cotidianidad se tiene en torno al fenómeno. Es decir, nos situamos frente a la percepción que generan conjuntamente los dos campos: el consumo y la sustancia. Las representaciones sociales, los imaginarios que se configuran alrededor de la materia van dotando de sentido la reflexión y las acciones de los diferentes actores sociales. El estatus que puedan adquirir como parte de la cotidianidad y el juego de roles, determina el conjunto de agendas formales e informales que atraviesan el las actitudes, sensaciones y comportamientos de los miembros de la comunidad universitaria.

Ocio y tiempo libre: representaciones y percepciones de desde la UPN Este trabajo tiene como meta contribuir a una lectura inicial de los hábitos y dinámicas de la población universitaria en torno al manejo del tiempo libre

en el contexto de una cultura del ocio; identificar tendencias en el manejo del tiempo libre, además de brindar un instrumento idóneo que permita la caracterización de las prácticas de tiempo libre de la comunidad universitaria; en consecuencia, se trata de consolidar una base de datos que permita, en el corto y mediano plazo el análisis histórico de las cuestiones más relevantes que afectan a la población universitaria y generar información que haga más eficiente la toma de decisiones en política pública universitaria, acorde con las expectativas y necesidades de la comunidad. Se quiere puntualizar que este no es de ninguna manera un documento in extenso sobre estilos de vida, tampoco un compendio sobre las prácticas a todos los niveles y en todos los espacios apuntando a conocer los más mínimos detalles sobre este tipo de prácticas dentro y fuera de nuestra comunidad. Se trata de una semblanza que a manera de prólogo puede servir para conocer algunas preferencias de estudiantes, funcionarios y docentes en materia de ocio. De tal manera que se comparte el acervo conceptual que en el plano de las percepciones sustenta la manera de aproximarse a la comunidad universitaria desde las mismas voces y opiniones que se han recogido acudiendo a la complementariedad de diferentes momentos: preguntas piloto, encuestas y preguntas abiertas.

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El Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social universitaria como espacio de prevención, inclusión e integración desde los componentes de Investigación, Caracterización, Evaluación y Sistematización e información Este documento da cuenta de la fundamentación filosófica y conceptual de la propuesta de responsabilidad social universitaria en sus componentes sistémicos. Estos avances y transformaciones, imprescindibles por demás, se conciben desde dos premisas, por un lado, la necesidad de generar desde su aplicación un contexto pertinente a las dinámicas que rodean a la universidad. Es decir su devenir histórico, sus desarrollos como institución, sus improntas identitarias, sus imaginarios y representaciones constituidos a lo largo de más de 50 años de existencia; y por el otro, la legítima y natural evolución de los conceptos y las metodologías, que se van dibujando y desdibujando, trazando sus líneas delgadas y porosas definiendo la silueta multi cambiante de sujetos, de grupos y de instancias. Se pretende desde aquí, de una parte, la definición de sentidos, enfoques, líneas, campos, metodologías de evaluación e investigación, que nos lleve a conocer los diferentes aspectos que inciden en el estado de bienestar de la comunidad universitaria y, de otra, establecer el grado de desarrollo de cada uno de los diferentes procesos20 con énfasis en la responsabilidad social que las acciones mismas involucran. El trabajo, desde los objetivos propuestos, se estructura de la siguiente manera: primero, se hace una semblanza del bienestar universitario como política de la UPN; luego, se tematiza la propuesta de responsabilidad social universitaria, desde el Observatorio, haciendo, una referencia algunas ideas básicas y campos de trabajo que brinda esta perspectiva; y, finalmente, se hace una descripción de los sistemas que componen la estrategia con la que se trabaja, en términos de investigación, caracterización, evaluación y sistematización e información.

Eventos formativos 2011

De la misma manera, se viene construyendo otros procesos que son, igualmente, apuestas formati20 Op cit., página 33

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vas que tienen la responsabilidad social universitaria como eje conceptual y ético; desde aquí, Bienestar Universitario pretende generar marcos de reflexión y acción hacia temas que atraviesan la vida de la universidad y de los contextos en los que se desenvuelve, en procura de que el impacto de sus actividades sea de provecho para la sociedad.

a) Primer Diplomado en “Formación de líderes universitarios en prevención de consumo de sustancias psicoactivas”,

y Producto de los procesos de articulación del Observatorio con entes distritales, instituciones de educación superior –IES- y ONG que trabajan el tema de consumo de sustancias psicoactivas, se logra materializar un esfuerzo que permitirá a la UPN, desde la impronta de la responsabilidad social universitaria -RSU- fortalecer las lecturas y acciones de política pública educativa que se da en torno a este fenómeno. El Diplomado estará abierto para comienzos del año 2011, y en el podrán participar todos aquellos miembros de la comunidad universitaria que lideren procesos y quieran fortalecer sus comprensiones desde una perspectiva holística y bien fundamentada.

b) Primera Cátedra Virtual de Vida Universitaria,

Se configura como un espacio de interlocución de los miembros de la comunidad universitaria desde ejes temáticos que permitan la generación de identidad, sentido de pertenencia y fortalecimiento de las relaciones sociales universitarias. Este ejercicio incluye a las diferentes sedes a nivel local y nacional, y pretende convertirse en un puente de las iniciativas que aspectos como el clima institucional, vida universitaria y calidad e vida puedan tener los miembros del alma mater: docentes, estudiantes y funcionarios. Inicia a mediados del 2011.

c) Cátedra Bogotá: Territorios y ciudadanías.

Es un proceso de trabajo conjunto con diferentes universidades, la Cámara de Comercio de Bogotá y grupos académicos y semilleros de investigación de la UPN, que trabajan en aras de consolidar el sentido de lo ciudadano, el reconocimiento de los diferentes territorio urbanos y la apropiación y re-significación de los mismos en aras de que la ciudad toda se configure como un escenario formativo y lúdico.


El trabajo inicia los primeros meses del 2011 contará con la orientación del profesor Alexander Cely, de la Facultad de Ciencias Humanas de la UPN, y el apoyo y estructuración permanente de Bienestar Universitario desde el Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social Universitario

Bibliografía VALLAEY, Francois. ¿Qué es la Responsabilidad Social Universitaria? CABANZO CARREÑO, Carlos J.; CAMARGO, Carlos Raúl. Estudio De Caracterización de la población estudiantil de la Universidad Pedagógica Nacional. Admitidos 2006-I y 2006 II. Bogotá: Fondo Editorial UPN, 2007. CABANZO CARREÑO, Carlos J. El Observatorio e Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional, 2007

CABANZO CARREÑO, Carlos J. Representaciones sociales y percepciones alrededor del consumo de sustancias psicoactivas en la Universidad Pedagógica Nacional. Bogotá: Fondo Editorial UPN, 2009. OROZCO CRUZ, Juan Carlos; CABANZO CARREÑO, Carlos J. el Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria: fortalezas, avances y agendas desde la inclusión social en la UPN. En: Revista Pensamiento Universitario No. 21. Bogotá: ASCUN, 2011

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Hacia una definición común de la Responsabilidad social universitaria en Colombia: prácticas y gestión. Por: Francisco Mejía P. Director Extensión Universitaria. Universidad del Rosario

“Que las universidades son muy teóricas y que no responden a las necesidades de su entorno” ha sido una frase reiterada especialmente para quienes en el empresariado, el gobierno y aún en la misma comunidad no han entendido que las Instituciones de Educación Superior IES hemos dado un viraje misional y comprensivo de lo que Kofi Annan y la UNESCO reclamaban a finales de los 90’s “la educación en el siglo XXI nos invita a que debe ser más solidaria con el servicio a la comunidad, colaborar a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre y la sostenibilidad del medio ambiente”. En otras palabras, para que la presencia de la Universidad sea responsable debe intervenir a través de acciones significativas y sostenibles en la misma, a su vez ellas (las universidades) deben ser permeables a ser influidas por dicha sociedad, sin bloqueos estructurales y con una motivación a intervenir por las colectividades más vulnerables.

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Estos elementos refundan el concepto de responsabilidad social apuntando a la reinstitucionalización de la sociedad y respondiendo con vocación transformadora, proactiva y con propuestas concretas para la construcción de la misma. Entonces el sueño es una universidad vinculada con su entorno local, abierta al medio nacional, capaz de observarse a si misma como un todo unitario y dispuesta a actualizar permanentemente su vocación de servicio entre sus miembros, pares académicos, estudiantes y administrativos.


En Iberoamérica existen múltiples expresiones concretas de responsabilidad social universitaria (RSU) como son la Red Construye País en Chile, la Asociación de Universidades Jesuitas en América Latina, el Aula de Ética de la Universidad de Deusto en España, el Departamento de Ética del BID y en Colombia ASCUN a través de la Red Nacional de Extensión (IV Congreso Latinoamericano de Extensión Universitaria – 2007) y el Observatorio de Responsabilidad Social Universitaria que lideran las Universidades Pontificia Universidad Javeriana y la Universidad Católica de Colombia y de la cual hacemos parte 29 IES. En ese repensar misional, el profesor español Eduardo Bueno Campos, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, revisa históricamente la función tradicional de la universidad, llegando a redefinir las bases del papel de las IES denominándolo LA TERCERA MISIÓN y citando a Ortega y Gasset (1937) “la universidad debe incorporar a su misión el compromiso con la sociedad y su tiempo, por lo que ha de depurar el tipo de talento a formar para saber aplicar la ciencia” Finalmente, el profesor Bueno también citando a Clark (1968) invita a que la universidad sea emprendedora basada en el proceso de generación de ideas de negocios y de la comercialización tecnológica, es decir, saliendo de su torre de marfil y generando nuevas políticas para facilitar y movilizar procesos de creación de empresas de base tecnológica (Spin off ), patentes, marcas, licencias; lo que constituye un nuevo relacionamiento con la sociedad. Así se consolida el concepto de RSU que deberá llevarnos a la construcción de capital social, que a decir de Kenneth Newton “es aquel que permite que valores y actitudes influencien la manera como las personas se relacionan entre sí, generando confianza, normas de reciprocidad, actitudes y valores que las ayuden a trascender relaciones conflictivas y competitivas para conformar relaciones de cooperación y ayuda mutua. Esta articulación debe ser vista desde el frente político, institucional, social, económico y cultural.” En otras palabras, la universidad debe aportar a la competitividad nacional con cohesión social.

Responsabilidad social universitariade los valores a los indicadores

Las Universidades son en Colombia y en cualquier parte del mundo, las encargadas de la formación del capital humano de una nación y de ellas surgen los profesionales, gobernantes y académicos que la lideran y que están orientados a satisfacer las necesidades de desarrollo del país. Los temas como la pobreza, la desintegración social, el desarrollo del capital social y el sustentable, deberían estar en el centro de sus preocupaciones y en sus pensum académicos, si esto fuese así ,estaríamos de cara a un proyecto de país, que permita el desarrollo humano para todos y que desde ahí se definan las especificidades de la función universitaria. Los valores como la fraternidad, la solidaridad y la Responsabilidad Social deberían orientar la labor académica y no solo la competencia, la eficiencia y el éxito personal. Una Universidad socialmente responsable debe visualizar un país de la siguiente forma: •

Preservando y creando el capital social del saber mediante la reflexión y la investigación interdisciplinaria, difundiéndolos mediante la formación de profesionales sensibles y el apoyo a la elaboración de políticas publicas y privadas del desarrollo y a las necesidades del movimiento cultural y social de los distintos sectores del país y así concretar su aporte a lo sustentable y al mejoramiento del conjunto de la sociedad.

Además de transmitir conocimientos, también creando vínculos entre académicos, estudiantes y funcionarios y la realidad de sus entornos, con innovación curricular e inspirados en el método teórico-práctico (enseñanzaaprendizaje).

Formando hombres y mujeres que ven su profesión como una posibilidad de servir a los demás y capaces de construir una sociedad mas digna, incluyente y de responder creativamente a los desafíos de un proyecto de país.

Incluyendo un curriculum transversal con visión universal y ofreciendo oportunidades a académicos y estudiantes para prestar servicios a personas y grupos que no pueden acceder a los beneficios del desarrollo.

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Ofreciendo formación permanente (educación continua) para que las personas, sin distingo de clase, origen, etc., sean educados para la ciudadanía y la participación activa en la sociedad, articulado a las competencias laborales que más se requieren y orientados a los sectores económicos y tecnológicos demandantes.

Así mismo una sociedad abierta al cambio, valorando e incorporando el conocimiento y la experiencia del entorno, generando espacios de debate y buscando y actuando con la verdad. Así las cosas, la Universidad de que es responsable? y ante quien y como responde? en sus 4 procesos claves: docencia, investigación , extensión y gestión organizacionalLa Universidad es responsable de poner en práctica los principios generales consagrados en su misión y los valores específicos que son propios de su gestión formadora y la sensibilización de docentes, estudiantes y funcionarios. ¿Ante quien responde? En primer lugar ante la propia comunidad universitaria (académicos, funcionarios y estudiantes) luego ante el país (entorno próximo: localidades, municipio y región) y por supuesto a los requerimientos de América Latina y del mundo. Finalmente, ¿cómo responde? Por medio del desarrollo de los procesos claves de gestión, docencia, investigación y extensión, atravesados por las instancias de reflexión que le otorguen la profundidad, legitimidad y la contundencia social que solicita la sociedad civil.

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Principios y valores de la vida universitaria relacionados con la sociedad Recalcamos que en el centro de las funciones sustantivas (docencia-investigación y extensión) y la gestión organizacional, se encuentran los principios y valores que caracterizan la Responsabilidad Social Universitaria, que son faros y guías que orientan el comportamiento humano: 1- Dignidad de la persona: Considerar la persona como un ser libre e igual en dignidad, derechos y deberes, considerándolo como una unidad físico biológica, psíquico-espiritual y socio-cultural, que puede pensar y reflexionar, capaz de aprender y perfeccionarse, lo que le permite dirigir su conducta, tener afectividad y adherirse a personas, cosas o valores. En pocas palabras un ser humano que es un fin en si mismo y no un medio o instrumento para un objetivo especifico. 2- Libertad: Es la que permite auto realizarse en todas las dimensiones de su dignidad, hacer efectiva la responsabilidad sobre su propia vida y la de la sociedad a la que pertenece. La concreción de este supuesto son : respeto de los derechos y libertades de los miembros de la comunidad académica, libertad de pensamiento, de conciencia, de religión, de investigación, de opinión, de reunión y asociación y de desarrollo de la personalidad, entre otros. 3- Ciudadanía, Democracia y Participación: Consciente de su papel como ser social, la comunidad universitaria deben contribuir a definir su forma de gobierno y el estilo de vida institucional y dentro


de la democracia, que busque el espíritu reflexivo y la construcción de un orden fundado en personas sujetos de derechos y deberes y la solución de las diferencias. 4-Bien Común y Equidad Social: Conjunto de condiciones materiales, socioculturales que permiten a la sociedad y a quienes la integran acceder a una existencia digna y una cada vez mejor calidad de vida. Este principio se relaciona con la necesidad del desarrollo EQUILIBRADO de las unidades y las funciones sustantivas que componen la institución, gozando por igual de la participación equitativa en los recursos humanos y materiales de la Universidad y por supuesto la valoración social de los profesionales formados en la Universidad y los productos de la investigación y la proyección social. 5-Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente: Proceso que permite que la vida humana pueda continuar indefinidamente, que los individuos y la sociedad puedan participar y prosperar. La Universidad debe velar por el desarrollo permanente de su capital humano y el perfeccionamiento de las relaciones internas de sus áreas y junto con este velar por que la incidencia del aporte de la institución a las distintas actividades de la sociedad, se traduzca en el fortalecimiento de la sostenibilidad y el medio ambiente. 6-Aceptacion y aprecio de la Diversidad: Este principio o valor sobresale por su aporte al IMPACTO SOCIAL porque precisa la capacidad de valorar al otro e integrarlo a la sociedad sin discriminación por razones de raza, sexo, edad, condición religiosa, social a o política. Con estos elementos de valor construiremos una Universidad mas comprometida con la verdad, integrada al entorno, de excelencia académica y social y con un gran sentido de inter - dependencia e interdisciplinariedad en sus dinámicas con la sociedad.

de la Educación Superior nos recordaba como la RS es connatural a su misma naturaleza (bien social) y subrayaba “que su objetivo primordial es ser factor de desarrollo, orientación critica y transformador de la sociedad en que vive. Por ello debe insertarse en la realidad nacional estudiando, de manera operativa( en el terreno) e interdisciplinaria, los grandes problemas que vive el país, produciendo conocimiento relevantes y presentando estrategias y alternativas para que de una manera seria y responsable se logre la transformación de la sociedad” y remata con singular objetividad “ la Universidad debe pasar del saber al saber hacer en el campo de lo social”, en otras palabras no basta tener una cátedra activa socialmente sino una formación con impacto social en el entorno!! Y entonces nos preguntamos con el BID ¿Qué impacto tiene la formación académica y la vida universitaria sobre el comportamiento ético de los estudiantes? Los estudiantes son su verdadera razón de ser, el alma, el principal grupo de interés de la Universidad, además de la comunidad del entorno, los docentes y el personal administrativo. Sin embargo a veces ellos tienen un papel muy limitado(receptores de conocimiento y clientes) y la verdad es que debemos seducirlos y asociarlos a la buena marcha de de la organización universitaria. Más allá de escucharlos es poder evaluar con ellos la calidad de la formación ética y ciudadana que se les brinda y concebir con ellos una mejora institucional y surgen algunas preguntas desde diferentes enfoques:

¿En qué medida siente que la Universidad le brinda una formación ética suficiente para ser responsable? ¿Siente que la universidad prepara al estudiante para ser un ciudadano participativo y un defensor de la democracia y a ser solidario contra las injusticias sociales y económicas, a ser más incluyente y por supuesto a defender el medioambiente?

¿En que medida percibo que los diversos cursos de la formación del estudiante están actualizados y ajustados a casos nacionales y En una intervención del Padre Remolina-Febrero responden a a resolver necesidades sociales?

Formación académica y comportamiento ético de los estudiantes

del 2007- y hablando de la Responsabilidad Social

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¿De qué manera los docentes hacen esfuerzos para que la formación del alumno sea trans o multidisciplinar que estrictamente especializada? ¿Estamos haciendo participe activo al estudiante en su proceso de formación o simplemente receptor y memorista del conocimiento? ¿Realizamos cursos bajo la modalidad de aprendizaje basado en proyectos sociales? Estos son algunos interrogantes que la Universidad debe hacerse para formar integralmente un individuo y lo más importante un ser humano ético en sus decisiones. Un currículo oculto que evidencie sin reserva su compromiso con lo social y que privilegie el interés general.

De la extensión a la responsabilidad social universitaria: un año de gestión

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Lucha agua ha corrido debajo del puente desde que el PID 2004-2015 introdujo en su visión de largo aliento, la necesidad de fortalecer y rediseñar las políticas y acciones de Extensión Universitaria en nuestra institución. En ese eje de fortalecimiento académico, se sugiere de manera puntual “Redimensionar el alcance de las políticas de Extensión”, definiendo criterios para el desarrollo de las diferentes actividades y contribuyendo al fortalecimiento de esta función sustantiva, fomentar el voluntariado social en los estudiantes y repensar el modelo de Educación Continuada. Además, en otro de sus ejes plantea la internacionalización como otro objetivo de mediano plazo. Es así como, luego de un año de gestión, es notable la culminación del proceso de reestructuración de la Gerencia de Educación Continuada (antigua Facultad de Educación Continuada) y el comienzo de su exitoso escalamiento en sostenibilidad académica, económica y social en el año presente. En 2008 se inician los esfuerzos de internacionalización a través de visitas a Panamá, Ecuador y Perú, lo que abre una senda promisoria de vínculos en países pares que valoran el desarrollo académico de la otrora “Atenas Suramericana”. Por otro lado, el pasado mes de octubre se realiza con éxito el primer Foro Nacional Estudiantil Voluntariado Juvenil y Responsabilidad Social Universitaria, evento que albergó más de 100 personas y en el que ponentes

internacionales, nacionales y estudiantes líderes de proyectos sociales expusieron sus ideas sobre un concepto a hoy poco entendido: La responsabilidad social. Todo esto no era otra cosa, que estructurar de manera sistémica, el papel de esta área estratégica de la Academia (la Extensión), como es su interacción con el entorno y su articulación con las otras funciones sustantivas: la docencia y la investigación. Otro valioso aporte se presentó con motivo de la Evaluación Institucional Internacional a que se sometió voluntariamente nuestra Alma Mater con la Asociación de Universidades Europeas EUA, quienes tuvieron a bien sugerir en el informe, para que logremos una mayor visibilidad a las tareas de proyección social adelantadas por las facultades y que de esta manera se evidenciara un mayor impacto en la sociedad, la creación de una unidad articuladora de las actividades de Extensión, es más, llegó a considerar que “esta debería ser la joya de la corona rosarista” y que actuábamos con absoluta modestia y se podía creer “que dicho trabajo era completamente subvalorado” tanto en la comunidad rosarista como en el entorno. Así pues nos dimos a la tarea de socializar y legitimar la Política de Extensión construida por un grupo nutrido de académicos de las diferentes fac-


ultades y es hoy lo que orgullosamente tenemos como el Decreto Rectoral 1011 de febrero del 2008, donde se precisa el alcance, definición, principios, ámbitos de realización, gestión, incentivos, premio bienal y conformación del comité de Extensión en la Universidad del Rosario. Para ser consecuentes con el Plan Integral de Desarrollo (PID) 2004 – 2015 nos insertamos en la visión y la misión de la Universidad y a través de ello, definimos un modelo de gestión de la Extensión en el que la intersección de una gerencia estratégica, una gerencia de procesos y una gerencia cultural defina áreas de intervención de la Extensión siendo éstas: gestión de la formación permanente, de la consultoría y asesoría, social, prácticas y pasantías, emprendimiento, cultural y transferencia tecnológica; todas ellas, articuladas con facultades, unidades y diferentes centros y observatorios de las mismas. Nuestros objetivos estratégicos apuntan a la definición de políticas institucionales, procesos, procedimientos e indicadores de la gestión de la Extensión en consonancia con las otras dos funciones sustantivas, las oficinas de Planeación y Aseguramiento de la Calidad, la innovación en el desarrollo de productos y servicios referidos a la comunidad, visibilidad, posicionamiento, sostenibilidad económica y social y por sobretodo el impacto social, es decir, ser un coadyuvante en la ejecución de programas y proyectos de desarrollo comunitario que vinculen a la Universidad con la empresa y el Estado y permita la definición de zonas de intervención. Para nuestra satisfacción, hoy podemos mostrar como realización concreta la presencia en las localidades de La Candelaria (Barrio Egipto), Barrios Unidos (7 de agosto) y Usaquén (El Codito) en Bogotá en donde se están constituyendo comités Universidad – Empresa – Estado – Comunidad.

Durante el año 2008, podríamos decir que a la espera de la definición del PID 2009 – 2019 nuestro norte estratégico estuvo dirigido a, en primera instancia, construir cooperativamente con las unidades estratégicas de Extensión, las políticas en cada una de las áreas de intervención antes señaladas, las cuales esperamos tenerlas debatidas a finales del presente año para así presentarlas al Comité Institucional de Extensión. Como parte de la definición de políticas institucionales y en consonancia con la necesidad de tener procesos y procedimientos a la velocidad del mercado, se inició la sensibilización y capacitación de las diferentes unidades estratégicas con la ISO 9001:2000 y se espera para comienzos del año entrante haber dejado materializada una política de calidad alineada al ejercicio que en esta materia adelantó el área administrativa de la Universidad. Como una forma de contribuir al boletín estadístico de cada año, se están desarrollando unos indicadores de gestión por cada una de las unidades de Extensión para medir, controlar y hacer seguimiento del desempeño financiero, comercial y administrativo y así mismo, por sobretodo, del impacto de la actividad en la sociedad. La unión de todo ello redundará en un Tablero de Control Balanceado (Balanced Scorecard en inglés) que permitirá ofrecer una visión global de la gestión de la Extensión y que para finales del año se tendrá configurado. Se revaluó el modelo de presencia descentralizada en las regiones a través del diseño de las coordinaciones comerciales regionales, las cuales hoy se encuentran ubicadas en Barranquilla, Bucaramanga, Cali y Medellín con el fin de continuar coadyuvando la competitividad regional a través de la capacitación y asesoría.

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Para 2009 se piensa en ampliar el radio de acción a Pereira e Ibagué. Toda esta estrategia está acompañada de alianzas estratégicas con universidades de alta calidad como la Universidad Tecnológica de Bolívar (Cartagena), Universidad del Norte (Barranquilla), la Universidad Corporación Estudios en Salud CES (Medellín), Universidad Autónoma Bucaramanga UNAB (Bucaramanga), Instituto Colombiano de Estudios Superiores de INCOLDA ICESI (Cali) y en el futuro con la Universidad de Ibagué y Universidad Tecnológica de Pereira. Desde luego, para que todas estas actividades tengan visibilidad ha sido necesario construir un portafolio integrado de servicios de Extensión universitaria que a lo largo de los diferentes centros y unidades en las facultades puedan permitir un modelo de venta cruzada y promoción, para ser consecuente con lo que sugería la EUA. Así mismo, habrán en el 2009 tres publicaciones que apuntan a difundir el trabajo en esta función sustantiva como serán el balance social, otra de Responsabilidad Social Universitaria donde irán los proyectos de desarrollo comunitario y otra publicación denominada Libros y Sociedad en dos versiones, una con las experiencias obtenidas con las empresas y otra con el Estado y las ONG’s. De esta manera, podríamos decir sin lugar a equívocos que en el plano interno de la Universidad hemos cumplido a cabalidad con la definición estratégica del 2008 y la planeación al 2019, articulando en primera instancia las diferentes expresiones de Extensión, generando confianza y sentido de equipo entre ellas y sembrando semillas de complementación con las otras dos funciones sustantivas como son la docencia y la investigación, para de esta forma enfrentar la relación Universi-

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dad – Empresa – Estado – Comunidad dentro del marco de la RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA, interacción que se hace con el entorno y que debería llevarnos a la construcción de capital social, que a decir de Kenneth Newton, es aquel que permite que valores y actitudes (Rosaristas) influencien la manera como las personas nos relacionamos entre sí, incluyendo confianza, normas de reciprocidad, actitudes y valores que las ayuden a trascender relaciones conflictivas y competitivas para conformar relaciones de cooperación y ayuda mutua, esta articulación debe ser vista desde el frente político, institucional, social, económico y cultural. Finalmente, creemos que la Universidad en su entorno ha contribuido a enlazarse con redes tan importantes como la Asociación Colombiana de Universidades ASCUN, el Observatorio de Responsabilidad Social Universitaria, la Coalición Regional de Servicios, las localidades alrededor de las diferentes sedes, empresas, gremios, gobierno local, distrital, departamental y nacional, contribuyendo a la definición estratégica de la ciudad – región (Bogotá – Cundinamarca) y en lo macro, aportando a la competitividad nacional con cohesión social. Y si bien aún quedan muchas más cosas por hacer para continuar consolidando la función de Extensión en la Universidad, seguiremos trabajando por la sostenibilidad de los excelentes resultados académicos, económicos y sociales de las unidades estratégicas, apuntándole a la exportación de nuestros servicios y a coadyuvar en la actualización de profesionales en Centro y Suramérica, orientar nuestros procesos cada vez más al cliente, es decir, ofreciendo procesos ágiles, efectivos y eficientes y sobretodo aportando, a partir de una gestión universitaria responsable, a construir país.


El Centro de Estudios y Servicios en Pedagogía y Familia de la Universidad Pedagógica Nacional Por: Andrés Gaitán Luque Profesor Asistente. Facultad de Educación, UPN. Antecedentes Las inquietudes de la universidad en torno a familia no son nuevas, se han prestado servicios de capacitación en esta temática a distintas entidades, recientemente se han desarrollado proyectos de investigación desde el CIUP, existe producción de trabajos de grado sobre esta temática, vale la pena mencionar la línea de investigación sobre Educación Familiar, Comunitaria y Desarrollo Infantil, cuyo primer trabajo fue llevado a cabo con apoyo de la Fundación Bernard Van Leer de Holanda a finales de la década de los 70 e inicios de los años 80, en el cual se elaboró y se puso a prueba un “Curso Audiovisual para padres de comunidades marginadas, sobre el desarrollo integral del niño menor de tres años”. Una vez validado el curso audiovisual se realizó su divulgación a través del proyecto “Diseminación de un producto de investigación para la infancia”. A continuación se desarrollaron otros tres proyectos, en la misma línea, a saber: “Capacitación de agentes educativos comunitarios, responsables de la atención a la infancia”, “Alternativa pedagógica para los hogares comunitarios de Bienestar Familiar “y “Pautas de crianza en la zona norte de la sabana de Bogotá”. En una tercera fase de esta línea de investigación, se trabajó el tema de los estilos educativos paternos.

El primer proyecto consistió en poner a prueba, en el contexto colombiano, el modelo elaborado por Eleanor Maccoby y J.A. Martin1 sobre “Los estilos utilizados por los padres en sus prácticas de crianza y los efectos que estos tienen sobre los procesos de socialización de niños entre 4 y seis años de edad”. El segundo proyecto consistió en encontrar “La relación existente entre los estilos educativos paternos y la edad de los hijos, a partir del trabajo con niños entre los dos y los cinco años de edad y sus respectivos padres”. A continuación, se desarrolló un proyecto que trató de recoger las experiencias de los dos proyectos anteriores, para formular “Una propuesta de formación para los padres de niños preescolares, teniendo en cuenta sus diferentes estilos educativos”. El producto de este proceso fue la construcción y validación de un material educativo denominado “Caja de Herramientas Amarte Mejor”. Este material ha sido base para trabajar con padres de familia en el marco de diversos proyectos pedagógicos en el Programa de Preescolar y en el Proyecto de Educación Infantil2. Adicionalmente la escuela maternal surge como una estrategia de apoyo a las familias de estudiantes y funcionarios, la rectoría recientemente ha estado ofreciendo espacios nuevos a los padres de

1 Maccoby, Eleanor E., and John A. Martin. 1983. Socialization in the Context of the Family: Parent-Child Interaction. In Handbook of Child Psychology, ed. Paul H. Mussen. Vol. 4: Socialization, Personality, and Social Development, ed. E. Mavis Hetherington, 1–101. 4th ed. New York: Wiley 2 Pinzón, Gaitán y Agudelo. Documento base del programa de investigaciones en Infancia familia y educación del CIUP

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familia de los estudiantes con la finalidad de incorporarlos a la vida universitaria y abordar de forma coordinada muchas de las problemática que afectan a los estudiantes, la Facultad de Educación abre en el año de 2004 un espacio de trabajo en torno a la problemática de familia con la finalidad de ofrecer a futuro un programa de formación avanzada, finalmente se esta creando el Centro de estudios y servicios en pedagogía y familia de la UPN que concreta muchas de las ideas que se han desarrollado alrededor del tema en la Universidad.

Pertinencia del Proyecto Los educadores poseen por lo general pocas herramientas formales y sistemáticas para abordar las problemáticas que los niños llevan de la mano como resultado de su vida familiar. La acción de la escuela se ve fuertemente afectada por los eventos familiares de sus estudiantes y por la poca formación de los maestros y demás agentes educativos para abordar esta problemática. Los maestros y demás agentes educativos intervienen esta problemática a diferentes niveles, por lo general desde el sentido común , desde su propia experiencia y con muy poca efectividad; es mas, con frecuencia y con la mejor voluntad en lugar de arreglar los problemas los complican aun más. Esto, entre otras cosas ha deteriorando las relaciones entre la familia y la escuela con sus obvias repercusiones negativas en lo ateniente a las tareas de la escuela respecto a los niños. En el caso especifico de la educación Colombiana la situación se ve agravada por los eventos de violencia y sus correlatos que han precipitado aun mas una cascada de acontecimientos que hacen a veces poco previsible para los agentes sociales el diseño e implementación de programas de acción de mediano y largo plazo para la atención de las problemáticas que involucran a la familia. Se hace necesario por lo tanto crear espacios de formación para maestros y otros agentes educativos que los habiliten para el abordaje de la problemática familiar relacionada con la vida escolar, cubriendo los ámbitos de la formación en servicio, la inicial y la avanzada.

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Las problemáticas familiares de los estudiantes inciden de forma determinante en su desempeño académico, son también entre otras muchas causas factor que cuenta en la deserción, los trabajos de la división de bienestar y del COAE muestran algunos datos significativos sobre deserción por problemáticas familiares, embarazo, inasistencia y falta de apoyo familiar. El clima laboral tanto de docentes como de empleados está relacionado con sus relaciones familiares, éstas ayudan a aumentar o a disminuir su bienestar y calidad de vida y por lo tanto inciden en la producción en todos los ámbitos. Saliendo del límite de la Universidad la problemática de familia dentro del país requiere de la participación de estudiosos serios. Son pocas pero ya significativas algunas de las experiencias de trabajo en esta línea, la mayoría por parte de universidades y de centros de investigación privados, se pueden referenciar los trabajos de la universidad de Antioquia y los del ICBF en el campo estatal, pero desde el ámbito educativo son mínimos los acercamientos. La necesidad de un trabajo serio y permanente en esta área por parte de educadores hace que el papel de la UPN en este momento cobre importancia, es ella la universidad estatal que puede llevar la voz de los académicos del estado en tan importante tema, hace falta una mirada pedagógica y libre de ciertos preconceptos que oxigene la reflexión.


Marco Contextual Los marcos generales en los cuales se inscribe la presente propuesta se acercan a las propuestas de Humberto Maturana por un lado y de Heinz Von Foerster por el otro, es decir se ubican en la línea del constructivismo radical, se toman elementos del construccionismo social enunciados por Keneth Gergen y se hacen consideraciones desde las cibernéticas de segundo orden. Los trabajos pioneros de Gregory Bateson en el ámbito de la comunicación se constituyen en insumo esencial para nosotros de la misma manera que lo fueron para los autores arriba citados, los desarrollos elaborados por este en compañía de Paúl Wastlavick en el Mental Research Institute (MRI) durante las décadas de los 50 y 60 sobre los dobles vínculos, niveles comunicacionales a partir de la teoría de tipos lógicos de Rusell y patrones de comunicación. La recursividad y auto referencia en la comunicación y sistemas a partir de los trabajos de von Bertalanffi y Loveluck entre otros constituyen uno de los núcleos fuertes de los desarrollos de los últimos años en lo relacionado con intervención y comprensión sistémica de las familias, la idea de nicho ecológico de Loveluck sumada a las desarrolladas por la cibernética de segundo orden de Von Foerster proveen un soporte importante para comprender los sistemas familiares en lo referente a su funcionamiento. Maturana y Gergen problematizan los conceptos de realidad y de objetividad, lo cual genera en nuestro concepto un sustrato reflexivo altamente sugerente para explicar los fenómenos de la comunicación e interacción al interior de los sistemas familiares. Desde la sociología los trabajos de Malinowski, Sennet y Bauman precisan algunos de los problemas de las familias y su relación con el entorno social, lo que nos amplia la mirada sobre la misma. Son iluminadoras las reflexiones sobre parentalidad, economía, cambio, amor y modernidad. Pasando a ámbitos mas cercanos los trabajos pioneros de Virginia Gutiérrez de Pineda y de Ligia Echeverri de Ferrufino que hacen acercamientos a la familia Colombiana forman parte integral del soporte teórico de la propuesta, las nociones de complejo cultural, las reflexiones en torno a la intervención del estado en el núcleo familiar entre otra muchas fundamentan trabajos posteriores

como los de Ana Rico de Alonso, Norma Rubiano y Lucero Zamudio que precisan problemáticas mas puntuales, se suman también las construcciones que sobre intervención a la familia y desde otro ámbito hace Ángela Hernández.

Subprogramas Como parte de este borrador de trabajo enunciare aquí algunos de los subprogramas que sería necesario adelantar, algunos de ellos ya tienen cierto terreno recorrido.

Docencia e investigación

En la actualidad ya están en marcha espacios de docencia en familia, en el Programa de Educación Infantil existe una cátedra sobre el tema, sería deseable en un futuro cercano la introducción de un componente de formación en familia en los otros programas curriculares, se diseñó y está en marcha desde el semestre pasado una materia electiva que tuvo estudiantes de tres facultades, se planea desarrollar nuevas electivas que respondan a las necesidades de formación de nuestros estudiantes. En la actualidad se está diseñando un eje complementario para los estudiantes de Educación Infantil en el ciclo de profundización, dicho eje pretende innovar a nivel de flexibilidad curricular al amarrase a la formación avanzada ofreciendo créditos para el postgrado en familia a los estudiantes que lo cursen. Respecto a formación avanzada está en marcha el diseño de un programa de familia. En el ámbito de la investigación, se rastrearon las investigaciones de la universidad en el tema y se está adelantando una investigación “Estado del arte de la familia en Colombia” desde el primer semestre del año 2005 con maestros y estudiantes del departamento de psicopedagogía, ésta ha permitido ir consolidando un grupo de investigación que en la actualidad está creciendo y presento para 2007 un nuevo proyecto de investigación al CIUP. Adicionalmente se está participando en el diseño del “Programa de investigaciones en infancia, familia y educación” del CIUP.

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Extensión

Las labores de extensión propias de la universidad se están contemplando como parte fundamental del trabajo, en la actualidad ya contamos con un diplomado avalado por la facultad de educación que se está comenzando a ofrecer al público, esto abre puertas a la formulación de PFPDs en el campo que ya están comenzando a diseñarse, uno ya se presento. Otras actividades de capacitación con modalidades variadas están siendo demandadas a la universidad y se espera dar a estas respuesta en la medida en que nuestra infraestructura académica y logística lo permita, nos están solicitando asesoría en diversas áreas de familia.

Documentación

La política de la biblioteca de abrir centros satélites de documentación abre la posibilidad de que éstos descongestionen el servicio y que en los sitios de trabajo sobre un tópico donde están los especialistas estén al mismo tiempo los documentos de uso constante. Adicionalmente el proyecto de familia tiene la oferta de ser nodo del Centro colombiano de información sobre niñez y familia (CECINFA) que opera en convenio con el Instituto Interamericano del Niño, dicho proyecto es de gran utilidad para maestros y estudiantes pues nos conecta con 110 centros de información sobre la temática.

Relaciones interinstitucionales

El campo de las relaciones interinstitucionales es bastante amplio, es necesario hacer presencia en los escenarios en los cuales se esta trabajando en familia, se han hecho algunos avances con el ICBF, Profamilia, algunas universidades, Foro por la Primera Infancia y el DABS, en la actualidad participamos en la mesa de trabajo sobre políticas públicas en familia, esperamos adelantar acciones de coordinación de servicios con muchas otras instituciones para aumentar el portafolio que la universidad ha desarrollado.

Publicaciones

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Hasta el momento solo se tienen los primeros borradores de lo que llegaría a ser una publicación periódica, adicionalmente proponemos desarrollar un programa de publicaciones que contemple informes de investigación, estudios, manuales, traducciones y textos de soporte para nuestros estudiantes.

Servicios

Los programas de atención directa abren campos importantes de práctica, investigación y docencia, para nuestro caso adicionalmente permitirían la atención de muchas de las problemáticas de nuestra población universitaria, esta unidad de servicios se propone además como un espacio de trabajo ínter estamentos, son pocos los casos de este tipo de trabajo al interior de la universidad, creo que esto ayudaría al acercamiento de instancias de trabajo, bajaría costos y aumentaría eficiencia. Ya se han hecho avances en esta línea, la división de Bienestar está desarrollando con nosotros el programa de acompañamiento a la gestación, el COAE esta abierto a trabajar con los estudiantes cabeza de familia en equipo con nosotros, la prestación de un servicio de Orientación Familiar está dentro de las agendas de Bienestar y de nosotros, se ha hablado de la viabilidad de desarrollar acciones conjuntamente. A continuación enumero algunos de los servicios que se consideran pertinentes y que ya tienen algún grado de desarrollo o avance en su diseño: Gestantes.- La atención y acompañamiento a las universitarias de la institución durante el periodo de gestación se hace necesaria pues el índice de deserción e interrupción temporal de los estudios de esta población es bastante alto, hace 3 años el Colegio de Inteligencia Emocional propuso un primer programa de acompañamiento que operó por varios meses, su corta existencia mostró la necesidad del mismo, durante el año de 2005 desde el proyecto curricular de Educación Infantil se retomó la idea de continuar este programa, en la práctica pedagógica de profundización se constituyó un grupo de trabajo durante el primer semestre y se entrenó a un grupo de estudiantes, se diseñó durante el segundo semestre una propuesta de trabajo y se comenzó a implementar. Al comenzar el proceso de implementación se acordó el que ésta se hiciera en equipo con el servicio médico, lo cual enriquece el trabajo, en la actualidad se espera involucrar a maestros y estudiantes de educación física y eventualmente de otros programas de educación y artes.


Acompañamiento a la crianza en contextos familiares.- Si bien existe la Escuela Maternal, los primeros meses de crianza se desarrollan en el contexto familiar, además no todos los estudiantes acuden a este servicio, se hace por lo tanto necesario el crear un programa de acompañamiento a la crianza en contextos familiares. El equipo de trabajo de Educación Inicial del proyecto de Educación Infantil cuenta con los recursos profesionales para abordar este difícil y poco explorado campo de acción. Ejercicio de la sexualidad responsable: La necesidad de un espacio de referencia de alta visibilidad para abordar las problemáticas asociadas a la vida sexual de nuestros estudiantes podría dar un número grande de respuestas a esta problemática dentro de la universidad, bien sea a través de la formación de estudiantes como orientadores primarios en salud sexual y reproductiva y también a través de contactos con Profamilia y desde luego en colaboración con la División de Bienestar. Asesoría jurídica: La problemática de familia de nuestra población con frecuencia requiere de la asesoría de abogados, por lo tanto se hace necesario abrir espacios en los que esto sea posible. Conversaciones preliminares con colegas de otras universidades hacen pensar que es viable la apertura de un consultorio jurídico con abogados en formación para dar respuesta a esta problemática. Orientación familiar: La asesoría psicológica al interior de la universidad se presta de forma general,

proponemos que se especialice según algunas problemáticas, en este caso el que uno de los profesionales de apoyo lo haga cualificaría el servicio. Atención a padres de familia.- Vale aquí precisar que se debe hacer la diferencia entre los padres de familia de nuestros estudiantes, tanto los de la universidad como los del IPN y los estudiantes que ejercen también este rol. Los procesos de atención a padres de nuestros estudiantes van desde las recepciones al comenzar año o semestre, pasando por la asesoría durante los estudios, hasta la entrega de sus hijos al finalizar los ciclos de estudio. Nuestros estudiantes que al entrar ya eran padres y los que adquieren este carácter durante su vida universitaria requieren de apoyos para consolidarse como familias, ya que los procesos de formación al igual que la crianza de los hijos demandan ambas gran cantidad de tiempo, los acercamientos de Bienestar y del COAE a esta población muestran que el riesgo de deserción aumenta y que es necesario por lo tanto diseñar acciones de apoyo para frenarla.

Proyecciones

Este programa intenta de forma articulada con otras instancias de la universidad contribuir a la cualificación de la vida universitaria. Las metas que se plantean a corto, mediano y largo plazo contemplan además de consolidar el programa de familia al interior de la universidad lo siguiente:

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Consolidar la electiva de familia, diseñar al menos una nueva electiva, diseñar y poner en marcha el eje complementario de familia del programa de educación infantil y visibilizar la temática de familia al interior de la universidad con la finalidad de que se incorpore a algunos de los currículos de formación, a futuro se desea abrir una cátedra de alto nivel sobre el tema que convoque a estudiosos, investigadores e interesados en la temática. Avanzar en el diseño del programa de formación avanzada en familia y presentar los primeros borradores para discusión al interior de la comunidad académica. Fortalecer los procesos investigativos del grupo Familia y Educación, formar nuevos investigadores en el área, formar tutores para los proyectos de grado de nuestros estudiantes, diseñar al menos dos investigaciones nuevas, ya se han hecho los primeros avances, definir un programa mínimo de investigación para los próximos cinco años. Implementar el diplomado ya aprobado, diseñar sobre esta experiencia un programa de formación permanente de docentes para la Secretaria de Educación Distrital, consolidar un equipo al interior de la universidad para dar respuesta a las demandas de capacitación y asesoría.

Visibilizar a la UPN como institución que trabaja en familia, seguir asistiendo a la mesa de políticas públicas en familia, asistir a las mesas de trabajo del foro por la primera infancia, articularse al colectivo de trabajo de las instituciones universitarias con programas de formación en familia, hacer presencia ojala con ponencias en los eventos académicos de familia a nivel nacional, existen ya avances de investigación para socializar.

Publicar en los medios de la universidad información y avances de investigación sobre familia, lanzar en el segundo semestre una publicación periódica que en un futuro cercano debe convertirse en revista.

En lo atinente a servicios, la meta es iniciar o continuar cada uno de los propuestos , en la primera etapa, se propone que estos servicios solo se presten al interior de la universidad y luego según la pertinencia y las posibilidades institucionales algunos se abran al público en general.

Concretar y fortalecer el nodo del Instituto Interamericano del Niño para abrir la comunicación fluida con los Centros de Documentación e Información del mundo hispánico y desde allí concretar paulatinamente el desarrollo de un Centro de Documentación e Información de alto perfil.


Perfiles de responsabilidad social Universitaria.

Guillermo Hoyos Vásquez :

ética al servicio de la Universidad. (un par de apuntes a mano alzada). Por. Carlos J. Cabanzo Carreño1 Durante el año 2008, tuve el placer de conocer de carne y hueso la humanidad del Maestro Guillermo Hoyos Vásquez, del cual había tenido referencia a propósito de su enorme producción intelectual que ha sido materia de discusión y análisis en círculos académicos nacionales e internacionales. El contexto, fue una reunión ordinaria del Observatorio de Responsabilidad Social Universitaria2, de la cual fue mentor a través de su gestión en el Instituto Pensar de la Universidad Javeriana. Debo decir, que de lejos la calidad discursiva y retórica de sus intervenciones, sobrepasa lo que se podría imaginar un desprevenido lector a través de sus textos. Aunado a la contundencia de sus ar-

Foto tomada de la Revista Nómadas. Número 31.

gumentos, está la amabilidad de una sonrisa que demarca la cercanía con la percepción de esa otredad que tanto se reclama para los dolientes de las comunidades científicas. Pero en medio de todo, y aún más contundente, está el fino y deleitante sentido del humor que siempre conlleva a la reflexión desde el respeto y la consideración por una audiencia siempre expectante. Su campo de trabajo, siempre ligado a la universidad, lo cual evidencian los más de treinta años que fungió como profesor de la Universidad Nacional de Colombia, ha sido el de la filosofía, y más exactamente el de la filosofía como ética, como política, como humanismo. Y es desde aquí, precisamente,

1 Docente Facultad de Educación Universidad Pedagógica Nacional; Coordinador Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria, UPN 2 El Observatorio de Responsabilidad Social Universitaria, es una red de instituciones de educación superior –IES- fundada por la Universidad Javeriana y la Universidad Católica de Colombia.

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el lugar en donde se han desarrollado sus más prolíficas interpelaciones a una de las instituciones del mundo de la vida que tanto defiende y resalta: la universidad. El tema de la responsabilidad social que ha sido referido por el Maestro en múltiples escenarios y momentos, es de fundamental importancia pues invita a que desde la educación y la pedagogía, las instituciones educativas asuman el papel crítico que les corresponde. Desde su trabajo en el lindero intelectual, llevado a la praxis en su ferviente defensa al derecho a la educación, hasta su participación como miembro “activo y permanente” del Consejo Nacional de Acreditación, ha sido un abanderado de la calidad y el sentido social que debe girar en torno a este campo. Incluso, desde el trabajo de Carlos Vasco en torno a la mirada habermasiana3 de lo intrínseco y extrínseco en la construcción del conocimiento, se referencia al Maestro Hoyos, poniendo sobre la mesa la necesidad de evidenciar el tipo de interés que mueve a las comunidades del conocimiento, o más bien en términos de Kuhn, comunidades científicas a realizar investigación. Desde aquí se dibuja plenamente la responsabilidad sobre pensar, sobre lo que se piensa y para qué se piensa. Y es que, desde este lugar de reflexión, su filosofía adquiere el rótulo de acción permanente, y la universidad uno de sus espacios más prolíficos.

En el XXVI Pleno de Bienestar Universitario convocado por ASCUN en el año 20054, cuyo eje central fue precisamente la Responsabilidad Social, el Profesor, lamentó profundamente la visión administrativista que por momentos se le daba al bienestar institucional, alejándolo de la visión de formación integral que es su principio general. Y es que, en términos prácticos las universidades están formando más para el éxito que para el humanismo. Lo que llama el complejo de Edipo Rey, el de “sabérselas todas” el de educar para formar premios Nobel y no para dar soluciones a problemas. En este orden de ideas, la vida de Guillermo Hoyos Vásquez como docente, filósofo y gestor de política pública educativa viene acompañada de un gran compromiso con la sociedad, con el “mundo de la vida”, como lo ha mencionado no pocas veces; pero ante todo está la apuesta por darle un sentido ético a la existencia, al ser en el tiempo, en su tiempo, en el único que se tiene para transformar la realidad que se evidencia como injusta o inequitativa, y que es finalmente lo que debe evidenciar y tratar de cambiar la universidad; y que más que la formación de líderes, está la de ciudadanos, que en condición de tal son sujetos desde la ética y la participación. Saludos al Maestro, saludos a la utopías, saludos a la humanización de la universidad y a su reivindicación como espacio de pensamiento y de acción.

Bibliográfia Guillermo Hoyos Vásquez. Responsabilidad Social Universitaria. En: Asociación Colombiana de Universidades. 26º Pleno nacional de Bienestar Universitario, 2005. Bogotá: abril de 2005 Carlos Vasco. Tres estilos de trabajo en las ciencias sociales. Comentarios a propósito del artículo “Conocimiento e interés” de Jurgen Habermas. Bogotá: CINEP, Documentos Ocasionales, junio de 1989 Oscar Mejía Quintana. Guillermo Hoyos VÁSQUEZ: Testimonio para una biografía intelectual. En: Revista Nómadas,Número 31. Bogotá: Octubre de 2009. 211-223. Universidad Central

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3 El profesor Guillermo Hoyos es el traductor de la obra de Jurgen Habermas, “Conocimiento e interés”. 4 Por esos día, Coordinador del Consejo Nacional de Acreditación


Notas de impacto

Bienestar Universitario se erige como orientador y dinamizador de la integración de la comunidad universitaria, impulsando desde una perspectiva pedagógica, procesos de construcción social de carácter creativo y productivo en las dimensiones investigativa, formativa, participativa, comunicativa, de gestión y prestación de servicios que contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida y a la formación integral del sujeto social y agente educativo que requiere el país. Las acciones y programas que se desarrollan en Bienestar Universitario, promueven la construcción de tejido social con la comunidad universitaria, desde la perspectiva ética y estética, que nos erige como la universidad de los docentes de Colombia, mediante la organización de programas que se materializan a través de: • • • • • • • • •

Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria Extensión Cultural y Centro Cultural Gabriel Betancourt Mejía Formación Integral y calidad de Vida Promoción de la Salud. Deporte y Recreación. Gestión socioeconómica, producción y trabajo Programa de nutrición: Restaurante Prevención y promoción integral de calidad de vida Proyectos de Padres, Familias, egresados y pensionados

Entre los logros más importantes del 2011, se encuentra el evento multicultural Geografías e Imaginarios II con alrededor de un millar de integrantes de nuestra comunidad entre los cuales se contó con funcionarios, docentes, estudiantes, egresados familias, pensionados, 50 talleres y semilleros de cultura y formación de sujetos sociales y políticos comprometidos con la constitución de Nación, 3 investigaciones sobre calidad de vida de comunidad universitaria, 2 publicaciones internacionales, 14179 usuarios de nuestros servicios desde la perspectiva de construcción de ciudadanía, tres sitios WEB fortalecidos desde la responsabilidad social de informar y comunicar apoyados por la Oficina de Comunicaciones Corporativas, fortalecimiento del Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria, afiliación a dos redes internacionales, articulación con UNESCO y Observatorio Regional Latinoamericano de Responsabilidad Social.

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Agendas y eventos

Proyecto Catedra

Educadora de Educadores de la Universidad Pedagógica Nacional La Universidad Pedagógica Nacional Educadora de educadores, como institución de vanguardia en el desarrollo de políticas educativas a nivel nacional e internacional, como entidad de consulta sobre el quehacer científico de la pedagogía, la enseñanza y la didáctica y, como ente formador de formadores por excelencia en nuestro país, tiene dentro de los objetivos y metas el impulsar e intensificar el proceso de reflexión sobre su naturaleza y misión en el contexto social y educativo del país; además de fungir como referente de las políticas públicas en educación en Colombia, con la responsabilidad de generar líneas de comprensión e interpretación sobre los saberes que desde hace más de 50 años la constituyen como vanguardia de la educación y la pedagogía en el sentido más amplio de los términos. Desde este lugar, el Observatorio de plantea la tarea de apoyar la fundamentación de espacios educativos y formativos y presenta una propuesta pedagógica de construcción de la Cátedra Educadora de Educadores, centrada en la generación de espacios de convivencia y formación integral, apoyada por el uso de entornos virtuales de aprendizaje con la meta de generar niveles inclusivos e integradores de identidad institucional desde la perspectiva de las ciudadanías. La particularidad de los saberes construidos desde

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la Universidad, demanda de la comunidad educativa en general la construcción de escenarios de participación a través de los cuales se de cuenta de la constitución de ciudadanos y ciudadanas desde los cuales los profesionales pedagógicos están incursionando de manera importante no sólo en el campo democrático como actores sociales relevantes en diseño, implementación y evaluación de las políticas del sector educativo de nuestro país y como trabajadores de la cultura en la perspectiva de la construcción de Nación desde la academia. Desde la perspectiva de responsabilidad social, la Cátedra Educadora de Educadores, pretende constituirse como un escenario educativo, que permita hacer una cartografía social desde la cual acopiar el capital humano y social que hace parte del patrimonio cultural, pedagógico y educativo de la Institución. así, la búsqueda de alternativas de abordaje de esta población, se plantea desde la concepción más amplia de comunidad universitaria, desde la cual, el bienestar institucional debe implementar identidad, calidad de vida con el acompañamiento de espacios formativos integrales. El reto se debe plantear desde diversos enfoques y estrategias entendiendo el proceso educativo en la perspectiva de la creación, el compromiso y la responsabilidad social que asiste el proceso de formación de los maestros de la Nación y la calidad de su desempeño.


El festival Internacional

Pura Palabra y

Seminario Internacional de Oralidad, Narración Oral y Pedagogía. Con cuentos para divertir, soñar y reflexionar volvió la fiesta de la palabra, del 21 al 25 de agosto en el Centro Cultural Gabriel Betancourt Mejía de la Universidad Pedagógica Nacional.

El 30 de septiembre, la RED

DE ENTORNOS ACADEMICOS Y CULTURALES, SALUDABLES, ASCUN, GRUPO CERROS, RED OUN, CIUE, en cabeza de sus Rectores, realizan la “CARRERA UNIVERSITARIA, METÁMONOS UN PIQUE POR LA VIDA, DEJA EL ALCOHOL ATRÁS”, con el apoyo de la Bienestar Universitario de la UPN, desde el Observatorio de Bienestar y Responsabilidad Social Universitaria, el evento tendrá lugar en la Universidad Nacional de Colombia y sus alrededores.

La Universidad Pedagógica Nacional, a través de la Ocho países invitados y los mejores exponentes nacionales de la narración oral se darán cita en Bogotá para la octava edición del Festival Pura Palabra Un sinfín de historias. Desde esta apuesta de interlocución cultural, la Universidad Pedagógica Nacional, fortalece la articulación local, nacional e internacional, constituyéndose como institución de vanguardia en la construcción de sujetos sociales y políticos en una amplia visión de lo público.

Este evento se realiza en el marco del apoyo que la Universidad Pedagógica Nacional desarrolla en términos de generar procesos de prevención ante situaciones que afectan a la comunidad universitaria, -en este caso el consumo de sustancias psicoactivas-, y del apoyo a las redes sociales de las cuales hace parte.

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VICERRECTORIA ADMINISTRATIVA Y FINANCIERA 46

Divisi贸n de Bienestar Universitario


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