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El antojo que me levantó.

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Colibríes

Colibríes

Me llamo Rafaela Caicedo, tengo 29 años de edad, soy emprendedora, ahora empresaria y mamá de Jose Rafael. Agradecida con Dios y con la vida por cada una de las bendiciones que ha derramado a lo largo de nuestro camino.

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Estoy segura que todos tenemos una historia que contar y la mía resulta un tanto conmovedora y divertida, a pesar de que empezó siendo dura, terminó siendo la historia que se ha convertido en fuente de inspiración no solo para mujeres sino para emprendedores que ahora me acompañan en mi éxito.

Luego de haber pasado un divorcio y la llegada sorpresiva de mi hijo, ahora entiendo y doy fe de que los planes de Dios son simplemente perfectos, y no me pudo haber dado mayor bendición que mi José Rafael. Afrontar un embarazo sola y una maternidad no ha sido nada fácil, quizás uno de los retos más grandes que la vida me ha regalado, y digo me ha regalado porque detrás de una realidad como mamá sola es como nace Cotton Candy JRS.

Muchas veces la vida nos pone pruebas frente a las cuales en ese determinado momento no sabemos cómo reaccionar e incluso pueden llegar a hundirnos. Tenemos dos opciones: nos dejamos caer al hueco o regresamos a ver simplemente para coger impulso. De seguro la segunda opción es la más difícil pero la más certera; ponerle la cara, el hombro, el corazón a todos aquellos momentos que por un momento los vemos como crisis puede convertirse en nuestra mayor bendición. Como mujeres somos más susceptibles a los altos y bajos que la vida nos trae, un divorcio, un embarazo, una ruptura; nuestro nivel de emocionalidad nos puede llevar a quedarnos en ese momento sin tener el más mínimo deseo de querer salir, pero si nos volvemos más analíticas quizás estos pequeños tropiezos no son más que un impulso para sacar esa fortaleza, seguridad y luz que brilla en cada una de nosotras.

Se preguntarán el porqué de mi título, ¨ El antojo que me levanto ¨, pues porque así resultó, un antojo loco de algodón de azúcar de una embarazada de seis meses, me llevó a construir mi marca Cotton Candy Jrs, la misma que empezó con un carrito de algodón de azúcar en el Paseo San Francisco, a los seis meses se convirtió en una pequeña isla, y hoy por hoy es una marca reconocida nacionalmente, pues hemos logrado posicionar la marca en los más grandes centros comerciales del país, contando ya con 7 locales, de los cuales dos son franquicias y con la posibilidad de expandir la marca internacionalmente.

¨Cuanto más agradezcamos, más recibiremos¨, lo dice Wallace Wattles en uno de mis libros favoritos, cuando agradecemos por todo lo que nos pasa en la vida, lo bueno, lo malo y lo extraordinario, más cosas beneficiosas recibiremos y nuestra vida se convertirá en una lluvia de abundantes bendiciones. ¡Qué importante es que aprendamos a ser gratos! A lo largo de mi camino, desde mi embarazo hasta la fecha, han aparecido varios ángeles que han hecho este maravilloso camino más llevadero. En primer lugar, Dios, quien luego de yo haberle dicho SÍ a la vida, Él me ha respondido MIL Y UN VECES SÍ A MÍ. Mis padres Rafael y Consuelo, estoy segura que nada de lo que hoy en día he logrado hubiera sido posible sin ellos a mi lado; su fortaleza, su apoyo, su soporte en mis momentos más duros han sido la pieza fundamental para yo poder cristalizar mi sueño, al igual que mi hermana Daniela, con quien tengo un vínculo súper especial ya que me acompañó en momentos claves de mi embarazo. Y a cada uno de los ángeles que Dios ha puesto en mi camino, mis coach Vivi y Diego, Cami mi terapeuta y ahora gran amiga, y otros ángeles entre amigos y asesores que me han acompañado en esta maravillosa aventura: Sara, Galo, Sole, Estefy, Daniele, Belén V, Pica y Cari. Y no puede faltar mi mano derecha, izquierda y a veces hasta mi cabeza, mi asistente y administradora Natali. Pero sobre todo GRATITUD con mi hijo, mi JR, quien desde el vientre empezó a enseñarme tanto, me obligó a ser una mujer fuerte, entradora, sin miedos, de ñeque -como muchos me dicen-, me obligó a demostrarme a mí misma que era capaz de lograr todo lo que me proponga, pues desde ese antojo mi pasión por crecer, por construir, por crear se han vuelto mi estilo de vida y ahora son imparables, he alineado mi mente, mi vida y mis negocios en volverme mi propia inspiración y poder inspirar a mujeres en convertirse en los anhelos más grandes y profundos de sus corazones.

A ti mujer, mamá, joven, niña, adolescente te invito a cuestionarte cuál es tu sueño y te invito a que te permitas brillar, sí brillar, porque todas tenemos esa luz dentro, a veces nos hace falta un poco de obscuridad para ser nosotras mismas quienes encendamos esa luz. No te des por vencida, cuando te digan NO demuéstrales que TÚ te dices SÍ A TI MISMA.

Ámate, y ámate tanto que todos los días te digas SÍ, y recuerda como lo dice Joan Brady en otro de mis libros favoritos: Dios vuelve en una Harley, “Todo es posible, en todo momento”.

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