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Rafa Nadal Academy

Nos metemos en la intimidad de la Rafa Nadal Academy

Del 17 al 19 de mayo, nuestros socios Enrique Jorcin y William McGill ganaron un sorteo por un viaje a Palma de Mallorca para entrenar y jugar partidos en la Rafa Nadal Academy, gentileza de Movistar.

Tras la experiencia, hablamos con ambos para que nos cuenten lo que vivieron. Enrique Jorcin

¿En qué consistieron esos días en la Academia?

El programa se desarrolló en dos días de actividades, de dos horas en la mañana y dos horas en la tarde. A eso se le sumó una hora de acondicionamiento físico para tenistas, que era como una clase de gimnasia funcional pero con foco en ejercicios para tenistas y una charla técnica de una hora, donde se repasaban todos los golpes del tenis, con fotos, referencia a cómo lo hacen los tenistas más conocidos y tips para mejorar, que a mí me resultó muy buena.

Las dos horas de mañana eran más bien técnicas en cancha, donde nos separaban en dos alumnos por cada profesor y se repasaba todo, defensa, preparación de puntos, ataque, volea, saque. Las horas de la tarde eran más bien para entrenar peloteos y partidos donde se ponía en práctica lo antes visto.

¿Qué les pareció la experiencia?

Estuvo, muy, muy buena. Sentías que estabas aprendiendo tenis de forma intensiva por un par de días, junto a profesores que están entrenando chicos de todas partes del mundo. Es decir, sentís que estás en el mejor lugar, rodeado de los mejores profesores.

En mi caso que juego un tenis no avanzado, esa intensidad me resultó súper útil. Porque dejás tu rutina de lado, los problemas de tu casa y tu trabajo, y tenés la “cabecita limpia” para pensar solo en tenis.

Hay veces que cuando llegas a cierto nivel de aprendizaje, la inmersión total en una disciplina, como puede haber sido este caso, te permite dar pasos más grandes que funcionan como un disparador para enroscarte de nuevo con el tenis. Enrique Jorcin y Toni Nadal

¿Cómo fueron recibidos?

Fuimos recibidos por la gente de Movistar, que nos acompañó durante todos los días y fueron quienes nos organizaron el tema del hotel, los transfers, los vuelos, las comidas, etc.

En la Clínica, fuimos atendidos por los profesores que te hacían sentir como que estabas en un centro de alto rendimiento, con independencia del nivel que tuvieras. Había profesores de varios países que respondían a un head coach, con quienes establecías las rutinas de trabajo. Me tocó casi siempre con un profesor de Bielorrusia que me hizo muy atractiva y desafiante la actividad.

¿Qué aprendieron?

Como que se repasa todo, quizás para un tenista que compitió de chico, no sea algo tan novedoso, pero para mí que juego “de grande” me fue muy útil. Repasamos todo: las diferentes empuñaduras, cómo hacer los diferentes ciclos del golpe, cómo mover el tren inferior, qué actitud tomar dependiendo en qué sector de la cancha estés, cómo defender, cómo preparar el punto, cómo atacar, etc.

No hay duda que los conocimientos se fijan con la práctica, y que en dos días no tenés la carga horaria necesaria para hacer ese salto cualitativo, pero al

menos te quedan las ideas que podés seguir trabajando acá en el Club con tus amigos o con tu profesor.

¿Percibieron el sello tenístico de Rafa Nadal durante esos días de aprendizaje?

Si y no, uno tiene asociada la idea de que Nadal juega mejor en canchas de polvo de ladrillo; yo pensaba que me iba a encontrar un club con esa características pero la actividad fue en canchas más rápidas.

Sin embargo, en todo momento se respira un aire de Rafael Nadal. Justo nos tocó en un momento que Nadal estaba definiendo el Abierto de Roma, y a la hora de sus partidos, toda la Academia, se ponía a ver el partido. Y siempre era “Rafa para acá, Rafa para allá”. “Nos vemos después del partido de Rafa”, etc., etc.

La Academia tiene un anexo donde están las canchas de tierra batida, como dicen ellos, y había jugadores preparando el Roland Garros.

Hay también un Museo, que está buenísimo, donde no solo hay copas e indumentaria ganadas o usadas por Rafa, que es lo típico que uno espera ver, sino también simuladores, videos, juegos de realidad virtual que están muy buenos. También hay camisetas donadas por jugadores y atletas famosos de otras disciplinas, fútbol, atletismo, ciclismo, etc.

¿Qué fue lo que más les sorprendió?

La infraestructura. Te llama la atención esas instalaciones en las afueras de una ciudad, que si se quiere, es chica.

Evidentemente Rafa quiere devolverle algo a su ciudad, y lo logra, porque lleva mucho turismo y le da trabajo a mucha gente de Manacor.

Tiene dos pabellones enormes, donde hay un liceo, alojamiento para chicos de todos lados que luego de clase entrenan, restaurantes, un hotel 5 estrellas, un gimnasio de aparatos de primer nivel, gimnasios de spinning, canchas rápidas y de polvo de ladrillo, una cancha techada y un spa increíble. Están empezando a construir como 18 canchas más, la mitad de ellas techadas y todo nuevito, porque se inauguró hace menos de dos años.

¿Qué les pareció la experiencia?

Muy interesante.

¿Cómo fueron recibidos?

Con cortesía y profesionalismo.

¿Qué aprendieron?

Que la profesionalidad y la ética por el trabajo son más importantes que el contenido.

¿Percibieron el sello tenístico de Rafa Nadal durante esos días de aprendizaje?

No particularmente. Nadal es único y difícil de replicar.

¿Qué fue lo que más les sorprendió?

La calidad de las instalaciones.

¿Pudieron visitar la isla?

Hicimos un pequeño tour por las calas más cercanas a la Academia.

Alguna anécdota en especial que quieras compartir…

Más que una anécdota, destacaría el buen sentido del humor de Toni Nadal, el tío de Rafa Nadal que fue por años su entrenador y a quien tuvimos la oportunidad de conocer, dando una respuesta cómica a cada pregunta que se le hizo. El único momento de seriedad, fue cuando le pregunté por el alto grado de exigencia que tenía con Rafa.

¿Y qué te respondió?

Contestó que hay parte de mito y parte de verdad. Del lado de la verdad, dijo que él es una persona muy exigente con la gente que ama y ha aplicado esta filosofía con Rafa así como con sus propios hijos. Lo destacable de Rafa, es que ya desde niño se notaba que cuanta más presión recibía, mejor respondía, cosa difícil de encontrar en la juventud de hoy.

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