La columna de Calle

Al terminar mi retiro vacacional de fin de año y regresar a la pantalla, me encontré con correos de los lectores pidiendo a la revista fijar su posición respecto a la pelea, por así decirlo, entre dos grandes actores del golf colombiano. Dos columnas en El Tiempo cuestionaban duramente la gestión del ente rector de nuestro golf.

Nos dimos a la tarea entonces de investigar; de preguntar. Los lectores indagan, con razón, sobre la sacada de chispas entre Germán Calle y Camilo Sanchez Collins, el primero, tal vez el mejor periodista de golf de Colombia y el segundo, el actual Presidente de la Federación Colombiana de Golf.

No le falta verdad a Germán sobre la pérdida de la plata que el Ministerio del Deporte le había asignado a la Federación para los años 2021 y 2022 como colaboración del gobierno de turno a los planes de fomento del golf en el país. La plata dejó de ingresar, es cierto, pero no por las razones de ineptitud o ineficacia que sugiere el columnista y por las que se atreve a pedirle su renuncia, sino por un tecnicismo jurídico que obligó al Ministerio a dejar sub judice a la federación y a sus directivos por una interpretación complicada de los plazos de ley para la convocatoria de la asamblea. La Federación consideró que, según los términos de la ley, tenía 15 días de anticipación para citar a la asamblea y el Ministerio exigió 20, por su propia interpretación. Por 5 días el ministerio consideró nula la asamblea que efectivamente se llevó a cabo y dejó en entre dicho la legalidad de la junta y su Presidente. Fedegolf, alertado, movió todas sus fichas legales y recuperó, casi un año después el beneplácito del Ministerio con base en la razón, pero claro, los aportes del 2021 ya se habían perdido y solo parte de los del 2022 se recuperaron.

¿Tendrían que haber buscado recuperar los millones que dejaron de ingresar?

¿Se han debido dar la pela los abogados de Fedegolf para recuperarlos?

Entiéndase también que los programas de fomento diseñados para esos años se cumplieron y con esfuerzo, se ajustaron las cifras de ingreso para lograrlo. Los programas no sufrieron deterioro y las metas se cumplieron. En su entender, el Presidente y la Federación consideraron no hacerlo, no entrar con fauces a recuperar el dinero, con base en la buena práctica del aprovechamiento justo de los dineros públicos. diligencia debida y transformaron una discusión legal válida en una confrontación personal.

Subsanada la situación y en demostración del apoyo gubernamental de este gobierno a la gestión, La Federación Colombiana de golf consiguió que los aportes para el 2023 fueran elevados a una cifra sensacional, que no podemos revelar, con la que aseguran el apoyo y la participación de los colombianos a los programas, torneos y representaciones de sus golfistas por todo el mundo.

Soy Golfista fija así su posición y promueve recorrer los caminos que conduzcan a que nuestro deporte se desarrolle en un marco de organización perfecta acorde con sus principios básicos. Este deporte es elegante, pulido y fundido en bases de honestidad y legalidad, no se debe prestar para escándalos ni acusaciones públicas débiles o infundadas.

Con todo el respeto que las opiniones de Germán Calle en el diario El Tiempo y su gran experiencia nos merece, lo invitamos a que siga este link oficial de la federación donde se resume el papel que esta administración ha desarrollado durante su gestión en beneficio del golf Colombiano.

Muchas rencillas y rencores personales de los actores del conflicto, que no vale la pena revelar, jugaron papel en el debate. Exfuncionarios de Fedegolf involucrados con una de las partes entorpecieron la

Camilo Sánchez Collins