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¡¡Que envidia!!
from Soy Golfista No. 129
by Soy Golfista
Fue mi primera sensación cuando me tocó jugar con un partner que compartió nuestro Match la semana pasada.
Se trataba de un amigo de mi amigo, el que muy amablemente me invitó a su Club (Militar) con su campo maravilloso que engalana la localidad de “Los Clubes” ya conocidos en el área del norte de Bogotá.
El caso es que él, Edilberto, para más señas, me pareció un jugador con una pegada excepcional. Lo que yo describí en un comienzo sobre su pegada era como un latigazo. Sin tener un swing extraordinario, el hombre, que debe estar por los 60 años, lograba impactar la bola acompañado por el famoso desenrosque del que hablan los clásicos en sus libros descriptivos. Justo en el momento del impacto, aplican toda la potencia de sus caderas en el golpe, producto de la velocidad que aplican a su cuerpo.
Yo me lancé y le pregunté, como consiguió esa rutina y me confesó que le salió de manera natural. “Le pego “Ponchado” desde hace mucho”. Culpó de ese golpe a su necesidad de darle a sus tiros una cuota adicional de precisión, dado que su campo de entonces, Club La Sabana, exigía de sus jugadores tiros precisos que no golpearan contra los obstáculos naturales que pululaban en todos los hoyos.
Yo no quedé muy convencido. Lo que se logra con esa manera de “ponchar” dicho en sus palabras, es una altísima velocidad, un arranque explosivo, que le permite unas distancias fenomenales. No veo como conseguir precisión con tiros de esa naturaleza.
Yo, que ahora pernocto en las marcas amarillas para mis salidas, veía como mi drive alcanzaba 170 o 180 yardas y Edilberto me sobrepasaba fácil con 220 y 230 sin rubor.
Es pura física, se sabe. Es un impacto perfecto en un punto de la bola que contacta, segundos después, la tierra, produciendo esa velocidad.
Bien Edilberto. Nuevo lector de Soy Golfista. Gracias por la experiencia. Ojalá nos regalara una descripción mejor.