NĂşmero 1 - Enero 2017
La revista del museo de las tradiciones chonchinas
Tertulias: Encuentros y Comunidad
Arte Local: Altamirano MĂĄrquez: Familia de poetas Testimonios: *Oritia y Manuela Subiabre *Ercilia Navarro Proyecto: La Escuela Taller de Artes y Oficios
Reunirnos en:
Tertulias, mAlOnes, mingas y fogones
La revista Tradiciones es una iniciativa del Museo de las Tradiciones Chonchinas, como punto de encuentro para la historia local, los relatos, el patrimonio y las memorias de los habitantes de Chonchi y sus alrededores. A través de este medio, buscamos no sólo difundir, sino servir de manifiesto y testimonio para la revalorización de nuestras costumbres y el respeto de nuestro pasado para construir nuestro futuro.
Revista Tradiciones (c) 2016. Nº1, Enero 2017 ISSN impreso: En trámite ISSN digital: En trámite
Representante Legal: Fernando Álvarez Langenbach Dirección general: Tania Márquez, Natalia Bohle
Catedral #100, Chonchi Chiloé, Región de Los Lagos, Chile (56-65) 1234 5678 museochonchi@gmail.com www.revistatradiciones.cl
Colabora:
Se autoriza la reproducción parcial del contenido de la publicación, el cual deberá contar con la manifestación explícita y visible del nombre de la revista, el número y el autor que corresponda. En portada: Fogón del Museo de las Tradiciones Chonchinas. Fotografía de: Natalia Bohle
> Bienvenida Estimados Lectores
En esta primera edición de nuestra revista, creemos necesario dar a conocer en términos generales algunas líneas de gestión cultural que nuestro Museo ha ido implementando desde el año 2015, con la finalidad de abrir espacios de intercambio, diversidad y conocimiento, que se encuentren a disposición de los habitantes de nuestra tierra, a través de una visión comprometida con los procesos de transformación y defensa de nuestra Territorialidad. Nuestro Museo, no pretende ser tan solo un espacio de exposición de objetos, sino vincular ese objeto a la historia de nuestro pueblo, insistiendo en que hubo mujeres y hombres que los crearon, así como hubo otros que les dieron uso. Esa experiencia creativa y material, es la que produce historia, lenguajes y tradiciones, son esos aspectos de la cultura los que derivan en procesos de construcción de identidad, sentido y territorio. Mirar hacia las calles y sus movimientos, transformaciones y atemporalidades, nos abre el imaginario de un Museo donde ya no solo se presenta el pasado, sino que además, se revitaliza el presente a partir del desafío de mantener vivo un pasado que muchas veces, en el discurso y la acción, la verborrea de políticos, empresarios y economicistas, se ha pretendido borrar de golpe, bajo los paradigmas del desarrollo y el progreso.
Somos una isla, que progresa y se desarrolla en la inmediatez de los procesos de extracción de recursos naturales, a paso veloz y voraz vemos como el ritmo de las ciudades que antes solo la lluvia inquietaba sus calles, hoy se ha acelerado, modificando el pensarnos como Chilotes y vernos sencillamente como mano de obra, que ya no crea historia, sino que entrega su fuerza creativa en manos de quienes han contaminado y se han apropiado de nuestros suelos y mares. Es por lo anterior, que la sensación nostálgica de nuestro Museo, hace sentido con un gesto quizás desesperanzador al tratar de rescatar esos objetos que aún nos hablan de la capacidad humana de transformar y crear mundos nuevos. Nuestro desafío es el conocimiento, investigar y representar la historia de nuestro pueblo, restaurar sus raíces y calles, sus paredes y fotografías, quizás encontremos en ese gesto un pedazo del alma perdida de navegantes, trabajadores, profesores, campesinos, inmigrantes, indígenas, estudiantes y pobladores que vieron en éstas calles aún una isla, barroca en sus recursos naturales y que aún no sentía el golpe invasivo de la modernidad. Ésta revista es la forma de hacernos cargo de ésta representación de la realidad, frente a los ojos de espectadores y lectores que esperamos puedan a partir de la reflexión encontrar respuestas que no nos condenen a tener que visitar un Museo para saber cómo se vivió alguna vez, sino que mantener pulsante y viva la historia, como legado a la humanidad. Hoy Arquitectos, Antropólogos, Profesores, Artistas, Trabajadores, Estudiantes y otros tantos sin título ni gracia aparente, han puesto sus manos al servicio del rescate de nuestro Patrimonio humano y cultural, en nuestro Museo se han reencontrado estas nuevas fracciones de la historia, con la intención de proteger, preservar, respetar y entender nuestras raíces, contextos y territorio. Fernando Alvarez Langenbach Presidente Centro para el Progreso y Desarrollo de Chonchi
> Debate
Encontrarnos en las tradiciones Natalia Bohle Pensar en tradiciones, folklor, recuerdos o memorias como elementos propios del pasado, o situarlos únicamente en aquella franja del tiempo es perder un abismo de conocimiento de ellos y de nosotros (como si pudiéramos separarlos). ¿Qué más presente que las sensaciones al entrar a la cocina de nuestra infancia? La cocina, el fogón, son espacios centrales de la vivienda chilota, llenos de recuerdos, olores, sabores y sonidos. El crepitar de las brasas, los vapores de las ollas, los sabores amargos del primer mate no son fáciles de ignorar. Podríamos destruir la casa, cambiar de país, podemos dejar pasar 40 años, pero basta una pequeña sugestión cercana a nosotros, para vernos inundados de aquellas sensaciones una vez más.
Cierto es que la tradición también tiene algo de íntimo, no solo en la experiencia personal, sino en la convivencia con un grupo del cual me siento parte, en ése círculo especial (no necesariamente cerrado e inflexible), las formas de hacer – las prácticas y costumbres tradicionales – perviven. Quienes tienen la mayor posibilidad de poseer las respuestas y conocimientos para re-llenar esos vacíos serían entonces aquellos otros con los que se vivieron estas experiencias en primer lugar. Tenemos ya entonces dos elementos de la tradición: un conocimiento, compartido con otros dentro de un círculo común y una forma de hacer (actuar) frente a algo. Costumbre es “saber-hacer” cierta cosa de cierta manera en cierto momento. Por ejemplo, saber que con una marea y cierto viento es posible una buena pesca, tener en cuenta que en existe una El título de esta columna se insinúa en dos época ideal para sembrar alguna semilla o abosentidos: primero, encontrarnos a nosotros mis- nar alguna planta. mos en aquellas tradiciones que reconocemos como propias y luego, encontrar a los demás con “las tradiciones son, al fin y al cabo, quienes las compartimos (¡No necesariamente acciones y “haceres”. Individuales en ése orden!). Es importante recordar que las o colectivas, son prácticas que destradiciones son, al fin y al cabo, acciones y “hace- de nosotros intervienen en la realires”. Individuales o colectivas, son prácticas que dad que nos rodea” desde nosotros intervienen en la realidad que nos rodea. Entonces ¿Cómo nos encontramos? Es necesario entonces dar una respuesta Una opción es encontramos en la experiencia, a la pregunta que nos guía. Para encontrarnos re-haciendo aquellas cosas que consideramos en las tradiciones no nos queda más que vivirlas costumbre propia y “de los nuestros”. Un pro- y revivirlas. Para revivirlas, hemos de saber-cóblema de esta instancia es que ya carecemos de mo-hacer, y quienes tienen esos saberes, son muchas de las facultades que nos permiten revi- aquellos que las vivieron antes que nosotros y vir ciertas tradiciones, cuando oímos de nuestros aún pueden recordar – traer al presente en mepadres o abuelos frases como “ya no es lo que morias y acciones – sus experiencias del pasaera” o “Antiguamente eran distintas las cosas” se do. En el proceso de escuchar y aprender de los hace manifiesta la presencia de cierta falta que otros, estaremos también encontrando en nosodeja incompleta (al menos en sensación) la expe- tros lo que nos vuelve parte de ellos. riencia. 1 Antropóloga
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> Arte Local
Versos y familia
Huilinco recibe a sus visitantes con un espectáculo de colores y relieves, con su muelle de madera que se interna en el lago espejado, los cerros de fondo, enmarcan de verde el cielo del inicio del incipiente verano chilote. No se puede dudar que es un paisaje de donde viven (y vivirán) poetas. Felicinda “Chinda” para los cercanos, con 91 años aún recita sus poesías, las que cuenta que escribía junto a Arnoldo, que recitaba mientras salían a caminar. Esta inspiración por la poesía llega a su hija Margarita, quien hoy es la que canta versos a la vida en Chiloé, a las expereincias y emociones que emergen profundas, como la espesura de los montes que envuelven Huillinco. LAGO HUILLINCO
Arnoldo Altamirano Vega nació el año 1911 en la localidad de Hueyusca, provincia de Osorno, en una familia de 14 hermanos. A los 15 años emigró junto a su familia al sector de Cucao donde trabajaron en el fundo Quilàn ubicado a la costa del pacífico. Luego, migra a Argentina, donde dedica 10 años a trabajar en las faenas petroleras de Comodoro.
Que alegre mi chocita, Donde vivo y lo paso allí cantando Al lado del fogón. No di pito que me mande mi patrón Que me mande el reloj, que lo tiene el monte Cuando el choquecito Marca las horas que trabajo Y las tengo que soñar. A las 6 me despierto y A las 7 me levanto Para volver a trabajar Esperando el puente del Río Milildeo 12 años esclavizado Con pasarelas y horcones, alambres Para los niños del colegio y mis vecinos ayudan Cuando les queda bien y se ríen medio de lado. Cuando las parejas bajan, buenos días, buenas tardes, Hasta mañana Arnoldo Altamirano Vega.
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en el Lago Hullinco Habían dos promesas Sentadas en la plaza ¡una se la llevó el otoño! ¡la otra se fue conmigo! A lo lejos se escuchaba Un suspiro, era el de su marido. Era bonita la que se arrebato El otoño, pero la que quedó conmigo
Margarita Luz Altamirano Márquez, nace en Castro en 1971. Sus primeros años de colegio asistió a la escuela de Huillinco, a los 12 años debido a una enfermedad, abandona la escuela por 5 años. Retoma sus estudios a los 18 años y a los 21 años se le niega la matrícula de internado, por haber escrito una canción a favor de la democracia. A los 24 conoce el amor de su vida y nace su hija Ignacia Francisca Loayza. Empezó a escribir de manera innata, quizá por influencia de sus padres, en torno a los que giraba su mundo.
Es hermosa!! Habían también dos pensamiento El uno era transparente El otro de color de tus ojos, Por causas que se investigan Se murió uno de ellos. Margarita Altamirano (2001)
Felicinda Márquez Baez, nació en Huillinco, comuna de Chonchi, en el año 1925, fueron 8 hermanos,se dedicaron a la agricultura y ganadería, junto a su padre, Alejandro Márquez. A los 33 años se casa con Arnoldo Altamirano y se van a Comodoro Rivadavia. Después regresan a Chiloé y se establecen
en el sector de Huillinco
Huillinco y Cucao es un encanto En diciembre y Enero se visten nuestras playas con arenales de roquitas pintorescas Con gentiles caballeros santiaguinos y extranjeros y unas damas muy hermosas que sonrien su cariño en el espejo de este lago con sus niños preciosos que juegan a la ronda con nuestras mariposas que visten bellas montañas donde nacen las pequeñas sirenitas.
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> Reportaje
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El fogon Chilote:
historias junto al fuego 8
Estructura de la cocina fogón. Dibujo de Felipe Gallardo (2008)*
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erencia de la tradición huilliche de Chile, el fogón es un espacio de trabajo y de encuentro de la antigua casa chilota. La estructura de un fogón es sencilla, estaba compuesto de un centro amplio, generalmente rectangular, con base de tierra o arena donde se mantiene el fuego, y sobre el cual se haya la tronadera, estructura de madera que permite la ventilación y el escape del humo. De las vigas que constituyen la tronadera, se cuelgan carnes para charqui, pescados y mariscos para su secado y ahumado, lo que permitirá la conservación de los alimentos por meses. Entre las mismas vigas, se hayan transversalmente ubicadas varas de madera con las cadenas que sostienen los calderos, esto permite acercar o alejarles del fuego y manejar el calor al momento de cocinar. Al fondo, unas mesas o mesones para cocinar y servirse la comida. A unos 30 centímetros del suelo, se eleva el piso de madera que enmarca el fogón. Aquí encontramos, en el mismo suelo, mantas, alfombras y “pisos” tejidos de lana u otras fibras, donde los dueños de casa y sus invitados pueden sentarse y compartir cercanos al fuego. Antiguamente, se disponían además pieles y frazadas, ocupándose este lugar para dormir y aprovechar el calor. Al momento de mayor ajetreo, estas prendas pueden ser removidas para permitir a quienes participen de los cocimientos moverse con mayor facilidad. Todos los demás lujos son accesorios a la hora de disponerse junto al fogón. Es un espacio amplio y la familia, extendida a los abuelos, los hermanos, primos y tíos puede reunirse de manera con
junta. Basta el abrigo para el frío, proveído del fuego imperecedero, el alimento para días que otorgaban los calderos humeantes y la buena compañía para pasar los días y las noches cuando el mal clima o la caída de la noche ya no permiten otras actividades en el exterior.
“El fogón es un espacio de trabajo y de encuentro, herencia del pueblo Huilliche, hace del fuego y los calderos humeantes en el corazón de la casa y de la vida en familia. Todos los lujos son accesorios, basta una conversación, abrigo y compañía” Durante el día, el tránsito de este espacio era el de una cocina de alta vitalidad. La mañana comienza con aumentar las brasas que hayan quedado de la noche, si la suerte no acompaña a los dueños de casa, habrá que prender el fuego desde cero. Siempre ha de estar presente (y como se ve hasta los días de hoy) una gran tetera o caldero con agua caliente, útil para el mate tanto de mañana como de tarde, para limpiar, asearse o cocinar. Recordemos que el agua por cañerías no fue un hecho muy común en los campos hasta avanzado el siglo XX, muchas veces el agua provenía de pozos profundos u otras fuentes naturales, mantenerla hervida, aseguraba su consumo seguro.
* Puedes revisar el artículo completo de este dibujo en la revista INVI v.24 n.67 de 2009
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El resguardo del fuego y el ambiente de agradable temperatura, hacía de este espacio un testigo de situaciones mucho más íntimas, como los partos. Antes de la proliferación del sistema de salud como lo conocemos, mujeres embarazadas daban a luz en su hogar, muchas veces cercano al fogón, donde había calor y se podía disponer de agua caliente – recordemos que el agua corriente y filtrada no era un bien común tampoco - y paños húmedos por todas las horas que durara el trabajo del parto. Las historias en el fogón eran compartidas por toda la familia y no eran solo anécdotas de los antiguos. Tanto niños y adultos cantaban, recitaban poesías, contaban cuentos y leyendas, los famosos “relatos de brujos” que han hecho famoso a Chiloé como una tierra llena de magia y misterios. Como relata Rodolfo Urbina “La invernada era la estación más larga y la más propicia para la fantasía y para los temores. Se sentían los espíritus de los muertos cerca de los vivos. se creía en el barco fantasma y en los mil demonios ocultos en cada rincón del paisaje.”, por supuesto, con la oscuridad del campo o de los pueblos, el crepitar de las brasas y sumado a algunos vasos de apiao, chicha u otras bebidas espirituosas, cualquiera puede terminar siendo creyente de fantasmas y maleficios. Los tiempos del fogón eran tiempos sencillos, para creer en las historias más complejas que constituyen hoy el manifiesto mitológico chilote. Hoy en día, las cocinas-fogón son utilizadas para el ahumado o secado de carnes y para las celebraciones que requieren un resguardo bajo techo, donde se hacen asados, curantos o para los reitimientos (faenas de cerdo, que cuentan con la visita de vecinos o amigos). En estos momentos, los viejos calderos de hierro fundido, vuelven a calentarse para hervir la manteca, los caldos y el agua del mate. Es entonces cuando el fogón nuevamente cobra vida para recibir a sus invitados y oir sus historias y canciones.
Música y tertulia en el Museo de las Tradiciones. Chonchi. Fuente: Museo de las tradiciones chonchinas
“Los tiempos del fogón eran tiempos sencillos, para creer en las historias más complejas que constituyen hoy el manifiesto mitológico chilote”
Fogón en los años ‘80. Lugar: Quemchi. Fuente: Memorias del Siglo XX
¿Quieres conocer más? Te recomendamos “La vida en Chiloé en los tiempos del fogón” de Rodolfo Urbina. Puedes conseguir un link de descarga y otros materiales adicionales a este artículo en nuestra web www. revistatradiciones.cl 10
> Pasando el mate / Columna
Abordando algunos silencios de la historia... Fernando Álvarez1 Bajo la Dirección y Guión de Jonathan Prado y la Producción y Guión de Fernando Álvarez Langenbach, se desarrolló en la Comuna de Chonchi el rodaje del Documental Ficción “Sin Entierro”. Éste Documental es parte del trabajo de Gestión Cultural del “Museo de las Tradiciones Chonchinas”. Éste es un material de registro Audiovisual, cuyo objetivo es poner en tensión la realidad impuesta en las postales de los paisajes de Chiloé y adentrarnos en la intimidad y profundidades del territorio donde la invasión de las empresas, el consumo y la urbanización, no solo han afectado la naturaleza, sino que ha condenado a la humanidad en todas sus dimensiones. Abordamos temas como la soledad, la muerte, la nostalgia por el pasado, la unidad y el destierro. Para éste trabajo se contó además con la presencia del Actor Eduardo Paxeco, la actriz Consuelo Vargas y el Cacique de la Comunidad de Chanquín y cacique mayor del Consejo General de Chiloé, Roberto Panichini, quien ha sido el hombre que nos ha permitido viajar en el interior de las historias de ésta tierra. Es un ejercicio reflexivo importante detenerse en la naturaleza, no solo contemplativamente, sino entendiéndola como infinitas partículas vivas y en movimiento, que transforman las relaciones de los seres…la naturaleza y sus fuerzas, son un personaje dentro de éste Documental, que a pesar de los ruidos de aves, de las olas y el viento, oculta entremedio de sus cercos forzados por la avaricia, silencios incómodos de la historia de nuestro pueblo, que en este documental no hemos querido abordar desde el discurso, sino desde el plano de las sensaciones, de los sentidos del ser humano que han sido mutilados entre tanta maquinaria. La representación de lo real, desde el formato Documental Ficción, nos permite presentar una problemática sin la necesidad de componer a partir de sucesos reales de la historia, sino poetizar esa realidad a través de una estética de la imagen y el
sonido, que son acordes a la posibilidad de invitar al espectador a reflexionar a partir de elementos particulares de la narración, los cuáles han sido seleccionados para cuestionar e ingresar íntimamente a través de la visión de un hombre, a las contradicciones históricas de todo un pueblo, que no sólo se concentran en la grandilocuencia de las macros historias de los conflictos sociales, sino que es un conflicto en potencia que afecta y conmueve los silencios cotidianos. El plano es fijo como una postal, sin embargo los cuerpos que lo transitan posicionan los temas y movilizan las ideas, desde los animales al indio, todos producen sentido en un relato que no pretende cerrar espacios teóricos, sino abrir y descontener intimidades en riesgo, peligro y afectadas por las consecuencias terribles del Capitalismo, que ya no solo se presenta como un modelo económico, sino que ha potenciado la decadencia del ser humano en su territorio. Nuestro desafío como Museo entonces, no es presentar materialidades que se diluyan con el tiempo y los efectos del Capitalismo, sino proponer y sostener acciones que en el tiempo y los procesos de la humanidad sean significativas para reafirmar las bases de los nuevos procesos sociales, necesarios para no perdernos como pueblo y territorio.
Cayutue. 2016.
1 Presidente Centro para el Progreso y Desarrollo de Chonchi. Organismo responsable del Museo de las Tradiciones Chonchinas
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> Proyecto
Construyendo la "Escuela Taller de Artes y Oficios de Chiloé" Chile tiene una deuda con su patrimonio y el rescate de los oficios. Durante los últimos 6 años, de Arica a Punta Arenas se han desarrollado iniciativas que nos señalan de la importancia de recuperar nuestros patrimonios y espacios formativos en oficios, que el país se dotó durante el siglo XIX y que perdió a mediados de los años 70.
Cada día vemos una preocupación creciente por el rescate del patrimonio por parte de las comunidades, un sector importante de profesionales, y gradualmente la institucionalidad que se expresa en municipios, ministerios y gobiernos regionales.
�l 17 de noviembre de 2016 en el Museo de Chonchi, con la asistencia de 40 asistentes, se fundó la Escuela Taller de Artes y Oficios de Chiloé. En la ocasión se hicieron presentes vecinos desde comunas y/o localidades como Castro, Chonchi, Ancud, Huillinco y Lemuy, los que conocieron las experiencias que se han ido creando en diversos lugares del país en el formato “Escuela Taller” con la metodología “Aprender Haciendo”, y en un ejercicio participativo, se conversó sobre la importancia de los oficios de Chiloé. La iniciativa está siendo impulsada por la Fundación Patrimonio Nuestro que creó el 2010 en el Barrio Yungay la Escuela Taller de Artes y Oficios Fermín Vivaceta, y el Consejo de Monumentos Nacionales. En las reuniones se ha ido sumando el Museo de Chonchi, el Taller Patrimonio y Restauro y la Asociación de Carpinteros de Iglesias e Inmuebles Patrimoniales de Chiloé, entre diversas personas y organizaciones locales interesadas en potenciar la educación en oficios.
Diversos datos oficiales nos señalan que un segmento significativo de jóvenes deserta de la educación secundaria y no está considerada en las estructuras educacionales que el país ofrece como posibilidades en el ámbito técnico y universitario. De hecho, en el marco de la reforma educacional, no aparece mencionada la educación en oficios como una alternativa de educación, basada en la experiencia, en el “aprender haciendo”. Estamos convencidos que la educación en oficios del patrimonio, acompañada de esfuerzos por mejorar la economía local de personas y colectivos, a través de la creación de cooperativas de trabajo, permiten crear un círculo virtuoso de recuperación de los oficios, del patrimonio y del trabajo digno de personas.
Lo importante no sólo es recuperar patrimonio construido, sino que además recuperar tradiciones y las capacidades creativas de hombres y mujeres de diversas condiciones sociales. En Chiloé se inició el proceso y vamos a for-
talecerlo a través de la asociatividad y la buena voluntad de todos lo que creemos necesaria la educación en oficios, el trabajo y el rescate del patrimonio local.
Las “Escuelas Taller” son iniciativas de enseñanza en oficios patrimoniales para el trabajo. Existen más de 40 en toda América Latina
y en nuestro país se ha ido avanzando en su creación en Arica, Antofagasta, La Serena, Barrio Yungay en Santiago, Valparaíso, Cartagena, Coya y Aysén. Su formato son clases teórico prácticas con metodología “aprender haciendo”, utilizando como aula de aprendizaje espacios internos o externos de inmuebles patrimoniales, además de los oficios asociados a la artesanía local.
CONTACTO escuelatallerdechiloe@gmail.com Twitter: @etallerchiloe Fono: +569 81748484
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> Testimonio
¿CÓMO SE REUNÍAN LOS CHILOTES? MINGAS, REITIMIENTOS, MEDANES, TERTULIAS Y MALONES. Conversamos con Oritia Subiabre, Manuela Subiabre y Ercilia Navarro acerca de cómo se reunían los chilotes, en el campo y en la ciudad. Nos cuentan de las fiestas de sus padres, de las propias y como han visto cabiar las formas de reunión de Chonchi y sus alrededores.
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Foto de trilla de la Familia Vera. Fuente: Libro “Chonchi, imágenes del pasado”
Acerca de las tertulias:
Ercilia: “Las tertulias de salón las hacían personas con plata, se invitaban a matrimonios, donde degustaban los licores como las mistelas, apiao, enmurtado , mi abuela bailaba la cirilla, sigrilla, el baile de la botella, ponía una botella en su cabeza, era una danza y no tenía que caer la botella, lo hacía muy bien, tenía que ser muy erguida, era un baile espaciado, ignoro de donde llegaron esos bailes, ellos eran descendientes de españoles” “La tertulia es más formal a diferencia de las fiestas de fogón , pero todo era muy abundante.” Manuela: “Las tertulias, las hacían las mamás de unas señoritas Suárez, que eran amigas de [nuestra] mamá... las tertulias son fiestas, pero las hacían la gente adinerada. La sociedad de Chonchi era la que hacía esas cosas. Se celebraban en los salones, donde estaban los pianos y todo eso. Se celebraban los santos importantes. Después se llamaban veladas”
Oritia: Los de sociedad en sus veladas eran diferentes a lo que hacíamos nosotros, a los malones... ellos tenían música diferente, más selecta, tango, vals... Más antes, las mamás de estas chicas hacían las tertulias
Los malones
Ercilia: “Los malones se hacían en el pueblo, el malón siempre fue más de pueblo , en el campo poco se hacía, así era…”
Manuela: Los malones son de la era de nosotros, del año 59, 58. Las fiestas de nosotros, y los malones los primeros se hacían con chicha, porque no había otras cosas. Las mujeres daban las cosas de comer, y los hombres el licor. La chicha, en ese tiempo, después las limonadas. Ponche con chicha y huevo. Vino tinto y leche condensada. Teníamos unos 20 años. Oritia: Esa era la manera de divertirnos, porque bueno, a esa edad había tres fiestas al año, año nuevo, el 21 de mayo, 18 de septiembre. Bueno y los hombres de repente hacían otras cosas, pero ahí las mujeres no participaban.
Manuela: Y el barrio este nuestro [el barrio centenario], y de repente se organizaban los malones, los organizaban los hombres y de repente 2 o tres mujeres. Y todos los sábados se hacían malones, pero empezaban a las 7 de la tarde y terminaban a las 12 de la noche. Y cuando veníamos... Mi hermano tocaba acordeón, por eso también se hacía generalmente, él era uno de los organizadores, pero... cuando no tenían esa vitrola de mueble, arriba donde la doña Elena había una de mueble y la iban a buscar a pulso, era una vitrola grande y la bajaban a pulso, pero la cosa es que el malón tenía que hacerse. Cuando hacían los de abajo, los de sociedad, veladas... a nosotras nunca nos invitaban, entonces nosotros tampoco los invitábamos a ellos.
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En el fogón:
Ercilia: “En el fogón cuando se estaba celebrando algo conversaban de los antiguos, les venían recuerdos del abuelo, del bisabuelo , que esto fue así, chistes y eso era, para la noche de san juan lo que no sabían lo inventaban, hablaban de los entierros y eso de las adivinanzas no faltaba ni los cuentos, adivinanzas bonitas, otra llevaba un cántico, los niños cantaban y recitaban , cualquier poesía, lo que se aprendía en la escuela, yo todavía me acuerdo de tan chica que era, de la poesía que me enseñaban en el colegio y si me decían ahora la Ercilia tiene que recitar” “En la noche de San Juan, alrededor del fogón, las cocinas eran altas y tenían troneras ,en donde salía el humo para arriba, no había ni humo y el fogón bien encendido, la gente se sentaba en banquetas, bancas, después ya se desordenaban más y salía baile y pasaban al salón si es que tenían, era una noche muy entretenida, tomaban ponche de chicha, chicha de manzana, se usaba mucho el aguardiente.” Manuela: “cuando nos esperaban para las vacaciones de invierno, se carneaba el chancho. El chancho se comía completito, después se guardaba la carne ahumada, y eso era otro... a la mayoría de los estudiantes los esperaban con chancho, al menos en el campo. Entonces a las 12 de la noche se hacía en el caldero, se cocía carne ahumada, se hacía milcao, que los enterraban en la ceniza del fogón. Composa, con pangue. Comíamos, a las 12 de la noche y a nadie le caía mal. Al lado del fogón más chicos dormíamos, después nos despertaban. Oritia: De repente llegaban vecinos a ayudar a hacer las cosas. Y se quedaban y se llevaban su yoco, pero se comía todo.
Reitimientos y yocos:
Oritia: Los yocos. Eso se hace en todo Chiloé, los yocos. Cuando se celebraban los santos y en el mes de junio se carneaban los chanchos. Los estudiantes eran esperados con chancho. Esa tradición, eso viene del tiempo de los españoles.
Manuela: en chancho, los reitimiento, Generalmente, no quedaban nada del chancho, la pura manteca que igual se usaba después, sino se le ponía todo al yoco. Esas costumbres, los compadres, los ahijados y los vecinos más allegados, generalmente el profesor del sector. Eso en el año 54, aquí [en la ciudad] como había sitios grandes, la gente tenía chanchos y llegaban las vacaciones de invierno, y me acuerdo que se hacían. Aunque a veces para los santos, mi mamá se llamaba tránsito, y le gustaba celebrar mucho su santo en verano. Se siguieron haciendo acá los yocos. Pero tanto ya no… pero eran unas 5 o 6 casas. Se
hace, van a ayudar, pero se hace más para las fiestas, para reunir fondos. Oritia: carneaban el chancho y ahi empezaban a hacer los chicharrones, en unas pailas, y en los calderos, se invitaban a los compadres y los conocidos, las mujeres hacian las prietas, otras haciena las sopaipillas, las hornada sde pan, todas esas cosas.. los milcaos, era abundancia y todo rallado en ralla de piedra. Entonces era una minga hacer todas esas cosas, despues le daban a cada persona su plato y se llevaba su plato con todas sus cosas, se llevaba, no lo servian todo. y esto... y si se invitaba a los vecios y gente ocnocida, y todos llevaban, y si no llegaba alguno, mandaban con una sopera que uno vaya a dejar. Una hora y tanto a pie... veniamos a buscar o a dejar yocos.
Ercilia: “se engordaban especialmente para la fiesta de san juan, o para una minga de destronque, trilla o sacadura de papa , esos animales estaban apartados, temprano en la mañana los hombres carneando el chancho o el día anterior y dejaban por ahí en una casita de trilla , bien arriba colgado los lados de cerdo y no les pasaba nada y ahí estaba bien aireada la carne, al otro día cortar y empezar primeramente con el fuego y estaban los calderistas, no cualquiera derretía, habían hombres especialmente que sabían hacer un derretimiento, siempre iban quedando 1 ó 2 personas que la familia que tenían que aprender, estaba la familia para hacer los milcaos, las sopaipillas, roscas, lo que más se usaba era la harina natural de trigo, cernida, harina molida el los molinos de piedra. Eso lo viví y lo disfrute, se hacían yocos para los hermanos, las comadres, los buenos vecinos y estaban invitados ahí …y comiendo y ahí salía baile, pero eran los más allegados, más familiar, al otros día era el día de hacer las prietas, algunos carneaban hasta dos chanchos, iban dos o tres mujeres que iban a lavar los tripales a los ríos, aunque quede lejos, se necesitaba mucha agua.”
Vecinos reunidos para hacer chicha de manzana. Chonchi 15
Mingas, trillas y papas:
Ercilia: “Si había alguna minga de sacadura de papa o de trilla, o cuando terminaban una casa, había que tener baile. Una buena comida en la tarde, se carneaban corderos, borregas, se hacían tremendos estofados, zanahorias, papas, tremendos platos de comida, y después que cenaban se iban a cambiar y lavar a sus casas y después llegaban al baile. Los músicos ya estaban buscados de 10 o 15 días antes. Para las mingas de destronque, también hacían bailes, bailaban hasta las 4 de la mañana. Los hombres tomaban chicha fuerte, fría y si hacía mucho frío, un poco tibia; pero a las damas se les servía un trago de chicha calentito y bien dulce, y hacían el ponche ahí al lado del fogón” “Se decía que en <<tal parte>> hay una minga, había muchos hombres trabajando y tres cocineras, porque se carneaban chanchos, borregas o corderos. Si alguien no tenía dinero igual se iba a ayudar, cambio de fuerza se llamaba, eso era minga” Manuela: “Para las mingas se salía a invitar, la súplica se llamaba, se llamaba suplica para ir a aserrar la madera, a sacar papas, para el trigo... hoy día todo es pagado. Se sabía quiénes eran los que trabajaban, a esos se les iba a hacer suplica, y antes, la papa, picaban la tierra, la sembraban, la aporcaban, levantar tierra y se la pasaban trabajando.
Oritia: Los papales eran tremendos papales, y ahí la gente hacía “hitos” como se llamaban, que era que cada uno se llevaba su canasto al día con las mejores papas escogidas. A veces llevaban más que lo que dejaban. Igual algunos pagaban, mi papá recuerdo que pagaba para las sacaduras de papa”
Medanes:
Oritia: El medan, se hacía, por ejemplo, un matrimonio joven, tenía que hacer su casa, la gente les llevaba sabanas, clavos, podría ser ovejas, vaquilla, animales, corderos. Si era un medan de tablas, les llevaban tablas o comida. Sobre todo para los más jóvenes. Comida y barriles de Chicha. A cambio se hacía una comida. Nosotros hicimos un medan para la iglesia, cuando se quemó la casa parroquial, lo hicimos en la sede del centro juvenil y cultural. Fue un medán de tablas, una tabla o mil pesos. Fue como en el 2001. Y eso nos dio harto, daba más que los bingos para juntar fondos. Ercilia: Los medanes eso era otra cosa, eso era que los vecinos tenían que llevar un cordero, no recuerdo bien si era para ayuda de una persona, era para juntarles un dinero , enferma que necesitaba algo, reunían plata, cuando la gente se casaba lo que más le regalaban eran animales, los padrinos podrían regalarle una vaquilla , un par de ovejas, un par de corderas para que se vayan armando, otros le llevaban gallinas con un gallo, esa la costumbre, a veces le regalaban un chancho y a veces madera. ¿Tienes fotos de antiguas reuniones familiares, mingas o malones de tu
familia? ¿Tienes historias que compartir de ellas? Comunícate con nosotros a través de nuestro sitio web
www.revistatradiciones.cl
MInga para tiradura de casa Museo Francisco Coloane. Quemchi. FUente: Memorias del Siglo XX, colaborador: Biblioteca Pública N° 151 “Edwin Langdon”, Quemchi
y aporta con material para el archivo cultural del museo.
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> Colecciรณn La pianola del salรณn Ubicada en el corazรณn de la casa, la pianola era un espectรกculo y una
entretenciรณn para los vecinos y amigos que visitaban la casa. Antes del auge de los discos, era las partituras en cintas perforadas las que animaban las fiestas y tertulias.
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> Agenda
MIENTRAS, EN EL MUSEO . . .
ESCUELA TALLER DE ARTES Y OFICIOS DE CHILOÉ: Desde el 9 de Enero hasta el 5 de febrero se llevará a cabo en el museo el primer Taller de Madera, organizado en conjunto con la escuela taller de Artes y Oficios de Chiloé con el fin de comenzar las instancias de fortalecimiento y rescate de la carpintería tradicional de la isla y su lugar dentro del patrimonio local.
ESTRENO DEL DOCUMENTAL “SIN ENTIERRO” El día Sábado 17 de Diciembre, se estrena en el teatro de Chonchi el documental “Sin entierro” que fue en parte resultado de la gestión y extensión de nuestro museo. Agradecemos con gran cariño la concurrida participación de los vecinos, socios y amigos de Chonchi y el museo en esta bella velada. ¡Esperamos que la hayan disfrutado tanto como nosotros!
UN FONDART PARA LA CONSERVACIÓN DE LA CASA MUSEO En el concurso FONDART asignado para el año 2017, el museo se ha ganado el proyecto “Levantamiento para la Conservación de Piezas Históricas del Museo de las Tradiciones Chonchinas”. Gracias a este fondo, podremos implementar nuevos sistemas para el cuidado de las piezas y su mantención a futuro. El proyecto, se presentó teniendo como responsable a Paulina Silva.
TERTULIA DICIEMBRE 2016 “RELIGIOSIDAD Y DEVOCIÓN” Este año, hemos cerrado las tertulias en torno al fogón con los gratificantes relatos de los fiscales y fiscalas de diferentes sectores de la comuna y sus alrededores. Nos han relatado su experiencia, su aprendizaje y nos han admirado con su entrega a esta labor propia de la religión de Chiloé.
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Cordialmente invitados!
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ENE
TERTULIA “MEDICINA TRADICIONAL DE CHILOÉ”
En el marco del IX Congreso de Antropología, se celebrará en una nueva tertulia donde conversaremos acerca de la medicina, los cuidados y la salud vista desde Chiloé. Comenzará a las 20.00 horas en el fogón del Museo. La entrada considerará un aporte voluntario.
TALLER DE MADERA - ESCUELA TALLER DE ARTS Y OFICIOS DE CHILOÉ
Invitamos a quienes quieran integrarse a esta iniciativa de aprendizaje a comunicarse con nosotros. El taller contempla no sólo elementos teóricos, sino también prácticos con un enfoque hacia el patrimonio y la historia de la madera en Chiloé, como componente central de la arquitectura y la vida isleña.
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FEB
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ESTAMOS DE CUMPLEAÑOS!
El museo celebra un nuevo año y como es costumbre, organizaremos un evento en nuestros salones. Les invitamos a reunirse con nosotros y celebrar los nuevos proyectos de este nuevo año.
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2017 www. REVISTATRADICIONES.cl