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Aspectos de la historia del complejo Astronómico El Leoncito y de la instalación de su principal telescopio.
UniVersoDigital 66
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Argentina en el espacio. La Guerra Espacial de Malvinas
Revista UniVersoDigital
Edición N°66 - Segundo semestre 2022
Indice
Hugo Levato
12 Argentina en el espacio.
La Guerra Espacial de Malvinas
Gustavo Marón
37 Argentina fue a la Luna.
Gustavo Marón
38 Sección Astrofotografía
Foto de portada: Secuencia fotográfica del eclipse parcial de Luna del 19 de Noviembre de 2021 fotografiado por Rodrigo de Brix desde la Cúpula Sur del Observatorio Astronómico CODE de Santa Fe. Equipos utilizados: Sky-Watcher Explorer 300PDS Dual Speed con montura Sky-Watcher EQ6 Pro Goto y cámara digital Sony Alpha 100.
Me complace de modo particular la invitación anticipada a participar de la conmemoración de los 60 años del CODE, Centro Observadores del Espacio, a producirse el próximo 22 de Agosto de 2022, una institución que admiro por sus orígenes, organización, su trayectoria y sus logros. Su creación en 1962 fue una afortunada iniciativa de un heterogéneo grupo de amantes del cielo y del espacio en aquellos primeros años de la era espacial. En aquel ya lejano 1962, las autoridades del naciente CODE honraron a la ciencia santafesina desde los estudios del cielo; anuncios de los pasos de los satélites y cápsulas tripuladas en plena guerra fría; la información en los medios locales de todos los eventos astronómicos; dictado de charlas en escuelas e instituciones varias; dictado de cursos y talleres; participación en exposiciones; interminables viajes llevando conocimientos y experiencias con charlas y telescopios; organizador de numerosos Congresos de Astronomía Internacionales de la LIADA, Liga Iberoamericana de Astronomía desde 1991 al presente; presencia en el Centro Espacial Kennedy durante los lanzamientos del Gemini VI en 1966 y del Apollo 11 en 1969 y un interminable etcétera de organización de eventos públicos en la ciudad y otras regiones de forma libre y gratuita. Al cumplirse sus primeros 60 años, podemos decir sin dudar que el CODE a sido exitoso en el cumplimiento de sus objetivos. Sus logros, destacados a nivel local, nacional e internacional, se han alcanzado merced a una gran dedicación y esfuerzo, mucha fe y trabajo de equipo. Y éstos se pudieron conseguir con recursos limitados. Sin duda el liderazgo y continuidad de sus autoridades principales, han sido clave en el éxito del CODE, que se destaca aún más por tratarse de una Asociación sin propósito de lucro y cuyos Miembros son todos honoríficos. La fuerza y el convencimiento que dichas autoridades supieron imprimir al CODE han hecho posible que en una Argentina con dificultades económicas desde siempre, se hayan podido realizar tantos programas científicos-educativos contando solamente con medios propios obtenidos con gran esfuerzo y generalmente, con la colaboración desinteresada de algunos de sus Miembros. Lo que el CODE ha conseguido en buena parte se debe a la capacidad de crear, innovar y aplicar saberes a la comunidad con la colaboración de todos lo que pudieran aportar a la consecución de esos objetivos. El CODE ha sabido integrar a aficionados muy capaces de diversas instituciones del país y del exterior que han hecho contribuciones importantes, algunas esenciales. De esta manera la CODE ha aprovechado a través del tiempo y en forma muy eficaz las capacidades de sus miembros y colaboradores, manteniendo un sano equilibrio en todos los órdenes. Igual criterio fue empleado para establecer muy fructíferas colaboraciones internacionales. La habilidad de sus autoridades y de algunos asociados de la institución combinada con su proverbial humildad ha sido un factor insoslayable del éxito alcanzado. Lo más notable del nivel y la calidad de las actividades del CODE en toda su historia hacen posible la realidad de un viejo anhelo. Efectivamente, un orgullo para la institución y para toda la comunidad de la Ciudad de Santa Fe será la inauguración el 22 de Agosto de 2022 del Planetario y la remodelación casi total del viejo edificio del observatorio, biblioteca pública y museo del espacio. Mis votos para que el CODE continúe esta excelente trayectoria y mis mejores deseos de éxito para las nuevas generaciones de miembros y colaboradores que deberán hacer mérito del gran desafío a las puertas de un CODE totalmente renovado tanto en lo edilicio como en lo técnico, aplicado a la educación e investigación astronómica.
Hugo Levato Investigador Superior (CONICET)
Antecedentes
En la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) la idea de contar con un gran telescopio grande nace en la década de los ‘40, continuó en los ’50 y finalmente se concretó en los ’60, a través de la gestión del Jorge Sahade, astrónomo argentino que años más tarde, alcanzaría la Presidencia de la Unión Astronómica Internacional (IAU). En un principio llegaron al país las piezas mecánicas del telescopio; en cambio, el espejo llegó después debido a la demora en su pulido (algo que se hizo en USA, contrariamente a lo acordado). Así, desde finales de los ‘60 el gran telescopio quedó almacenado en el parque del Observatorio Astronómico de La Plata (OALP). Habiendo ingresado a la Escuela de Astronomía y Geofísica en 1966, alcancé a ver la última parte de este proceso; siendo aún estudiantes, jugábamos al futbol en una cancha improvisada, lindante de las cajas de madera que guardaban, a la intemperie, las piezas mecánicas y el espejo. Para evitar la deformación del espejo, recuerdo que Ricardo Platzeck supervisaba su giro periódicamente.
Búsqueda del sitio
Una comisión del OALP (que incluyó a Muñoz, Rogatti, Cabrera y Berneri) buscaron el sitio más adecuado para la instalación de gran telescopio de la UNLP. La comisión utilizó un Telescopio de Danjon de la en varias regiones argentinas en las
Figura 1. El telescopio en el puerto de Buenos Aires. La mujer en la izquierda de la figura es Ana Grigorieff del Departamento de Óptica del OALP
provincias de Buenos Aires, particularmente en Córdoba, La Rioja, Mendoza y San Juan. Se concluyó que el Cerro Negro de la Tina, ubicado 40 km al sur de Barreal (provincia de San Juan) presentaba las mejores condiciones astronómicas. Ese cerro coloquialmente se lo llamó “Burek”, nombre del perro que llevó esa comisión durante el trabajo y que murió justamente en lugar escogido. En lo que sigue, mantendremos esa denominación El Burek entonces, se halla dentro de un terreno de 415 hectáreas que finalmente el Gobierno de la Provincia de San Juan expropió para instalar allí el gran telescopio de la UNLP. Ese terreno era parte de la denominada “Estancia el Leoncito de arriba” ya que había otro sector más al oeste (Estancia el Leoncito de abajo).
En ese momento, nadie se percató que la ley de expropiación sanjuanina establecía que, si en dos años no se construía nada, el terreno pasaría nuevamente a jurisdicción provincial. Y efectivamente, como pasó ese lapso y nada se hizo, el escribano mayor del Gobierno del San Juan devolvió la propiedad a esta. Entonces alcancé a hacer varios informes al respecto, pero la comunidad (científicos, académicos, personal involucrado, etc.) lo advirtió recién en 2004.
¿Por qué “El Leoncito”?
Según la historiadora Margarita Ferraz de Bartol, Las tierras dadas por “merced real” tuvieron como primeras dueñas a dos mujeres (hermanas) y las primeras escrituras indican que la región se encontraba en el “Valle del León sito al otro lado del Tontal”. Por deformación idiomática y extraño apócope terminó siendo “Valle de Leoncito al otro lado del Tontal” y de allí a su abreviatura “Leoncito”.
CASLEO: Inicio formal
Hacia los años ’80, la UNLP no contaba con fondos suficientes no sólo para instalar su gran telescopio, sino también para operarlo anualmente. Ante esa circunstancia, la UNLP cedió su uso al Estado Nacional para que comprometiera a toda la comunidad astronómica del país. Por esa razón el CASLEO, formalmente se inició el 10 de mayo de 1983 con la firma del convenio entre CONICET, SUBCYT y las Universidades Nacionales de La Plata, Córdoba y San Juan. En lo personal, se inició bastante antes, en junio de 1976. Entonces me encontraba cumpliendo con una beca externa de CONICET en el Kitt Peak National Observatory (KPNO) en Arizona (Estados Unidos). José Mateo, interventor del OALP, me envió un télex con el siguiente texto: “Tenés una semana para presentarte en el Observatorio de La Plata para hacerte cargo de la instalación del telescopio de la UNLP, que un geofísico le va a instalar a los pelotudos de los astrónomos que no pueden ponerse de acuerdo”. Tuve suerte en convencer Mateo que me dejara terminar la beca, asegurándoles que a principios de 1977 estaría de regreso en Argentina. En Arizona pude estar junto al telescopio gemelo del adquirido por la UNLP: el telescopio de 90 pulgadas del Steward Observatory de la Universidad de Arizona, que cuenta con una diferencia importante con el telescopio platense que más adelante señalaré. En principio, vale resaltar que el comentaré más adelante. Ya en el país, entre enero del ’77 y mediados del ’78, trabajamos junto a Serafín Chavasse en la adaptación de los planos del gran telescopio, para realizar una licitación en la Dirección de Construcciones de la UNLP que entonces dirigíael arquitecto Marano. Mientras nosotros dibujábamos a mano alzada, quien hizo los planos correctos fue el estudiante Gustavo Azpiazu, quien años más tarde fue Presidente de la UNLP (supe esto de él mismo, cuando me contó el hecho en una reunión de Comité Directivo de CASLEO).
La reserva astronómica
Convertido en multi-institucional, el proyecto recibe los fondos de la SUBCYT para la instalación del gran telescopio. Destaco la gestión del Subsecretario Remetín, quien fue diligente en ese aspecto. La idea de hacer una reserva astronómica para preservar el cielo del lugar se concreta a través de la expropiación de poco más de 72.000 hectáreas. Transcribo parte de la la ley de expropiación: “ARTICULO 246 - Declárase sujeto a expropiación por causa de utilidad pública, como reserva astronómica, para la preservación de las condiciones óptimas de
limpieza de cielo, requeridas para el Complejo de Estudios y Observaciones Astronómicas de "El Leoncito", en beneficio de la comunidad científica y con destino a las Universidades Nacionales de Córdoba, La Plata y San Juan y la Secretaria de Estado de Ciencia y Tecnología de la Nación, la fracción de campo denominada Leoncito de Arriba, que se detallará en el artículo 247, de propiedad de Sucesión de Alfredo Patricio Pérez con inscripción de dominio en el Registro de la Propiedad Inmobiliaria, en Departamento Calingasta, Zona Barreal, Tomo 7, Nº 649, Folio 49, en fecha 23/3/77.”
La construcción
A fines del ‘78 se realiza la licitación y la gana Natalio Faingold, un empresario de Mendoza que había construido el estadio Islas Malvinas de la capital mendocina para el Mundial de Fútbol de ese año. Comienza el trabajo en 1979. Ahora bien, la empresa Faingold pertenecía al llamado Grupo Greco, que quiebra en 1980 y por lo tanto también quiebra Faingold. El Estado Nacional, aunque pagaba en tiempo y forma, se queda con el obrador y el 8% de la obra finalizada; esto resultaba insignificante en términos del emprendimiento iniciado. Sin embargo, creo relevante destacar que el obrador acabó siendo de gran utilidad porque allí se pudo instalar una escuela primaria destinada a los niños de las familias que vivían en la estancia. Ante el fracaso de Faingold se trabaja en nueva licitación, la cual es ganada por Talleres Metalúrgicos Clavijo (TMC), una empresa sanjuanina que sería relevante en la concreción de CASLEO. Las figuras 5,6,7 y 8 muestran los rápidos avances producidos por TMC.
Excavación del apéndice norte del cilindro albergue del telescopio. La profundidad se debió a que fue necesario llegar a la roca viva y se aprovechó esa profundidad para construir nuevos dormitorios y depósito de materiales.
La estructura del apéndice oeste.
Construcción del cilindro con el anillo metálico donde se apoyaría la cúpula.
Construcción del apéndice oeste de la cúpula donde se instalaron taller mecánico y electrónica.
La reserva astronómica y el GT215
Como se dijo antes, el Estado Nacional, con la idea de la Reserva Astronómica expropia poco más de 72.000 hectáreas. Pero a los dueños de las tierras, no les satisfizo el monto pagado y el estudio Alfredo Perez hace juicio al Estado Nacional; como resultado, se debía pagar un adicional determinado por el juez. Comenzó entonces la búsqueda del dinero para pagar ese monto. Es 1982 se desata la Guerra de Malvinas. La obra pública se detiene y se deja de pagar a la empresa TMC. A pesar de ello, TMC sigue trabajando hasta completar el 40% de la obra. Hasta ese momento el proyecto era dirigido por el denominado GT215 (Grupo de Trabajo 215, donde el número indicaba el diámetro del gran telescopio a instalar) integrado por un representante de CONICET, uno de la SUBCYT, y un representante de cada universidad: UNC, UNSJ y UNLP. El primer GT215 se inició con José Mateo (UNLP), José L. Sersic (UNC), Augusto López (UNSJ) y un representante de la SUBCYT. Los miembros fueron cambiando con el correr del tiempo. El GT215 derivó más tarde en el Comité Directivo de CASLEO, por el que pasaron Raúl Colomb, Esteban Bajaja, Gustavo Carranza y Francisco von Wuthenau entre otros. La situación se tornó crítica y muy difícil de resolver por el GT215. En resumen: Juicio ganado por la expropiación de las 72.000 hectáreas, demanda a nivel administrativo de la TMC por falta de pago, firma de contrato con Bill Baustian (quien vendría a colaborar con instalación del telescopio a partir del 1º de septiembre de 1984), entre otros problemas, eran algunos de los inconvenientes no astronómicos que debían resolverse. También era necesario seleccionar y entrenar al personal mínimo para continuar con las tareas de montaje del telescopio y procurar los servicios públicos necesarios. TMC nos permitió ingresar y trabajar en el predio de instalación a pesar que la obra no estaba terminada ni entregada.
El transporte de las partes
El transporte desde el OALP fue un trabajo arduo. En mayo de 1984, cuando se realizó la carga de los elementos del telescopio, se desató en La Plata la mayor tormenta de viento y agua de la década. Se cargaron el pedestal, y la horquilla. El espejo había sido transportado previamente hasta el Centro Regional de Ciencia y Tecnología de Mendoza y allí estaba almacenado.
Al mismo tiempo que partían los camiones con la carga de La Plata, lo hacía otro camión desde Lomas de Zamora (también Provincia de Buenos Aires) donde se encontraba la empresa Física Técnica, en la que el ingeniero Paglialunga estaba encargado la construcción de la campana de vacío necesaria para depositar la capa de aluminio en el disco del espejo primario. Desde La Plata el convoy se dirigió hacia la ruta 7 para arribar a Uspallata en Mendoza y
desde esa localidad tomamos la ruta a Barreal (Provincia de San Juan). Los camiones eran seguidos por un móvil del Centro Regional La Plata dependiente de CONICET, que filmaron todo el proceso hasta El Leoncito. En particular, me tocó conducir una camioneta acompañado de la astrónoma Beatriz García.
La carga de las partes de la horquilla y pedestal se realizó en la Plata a fines de mayo de 1984 bajo la peor tormenta de agua y viento en décadas.
El camino Uspallata y el Leoncito con una gran nevada
Carga de las partes menores del telescopio que se encontraban almacenadas en el Observatorio Félix Aguilar de la UNSJ.
El montaje del telescopio
Con la llegada de Bill Baustian que tenía la experiencia de haber instalado telescopios en el Cerro Tololo Interamerican Observatory (Chile) comenzó el armado del gran telescopio. Un momento de gran tensión fue la instalación del pedestal que debía encajar exactamente en los tres tornillos como se observa en la Figura 16. Esos tornillos habían sido instalados meses antes cuando se terminó el pilar del telescopio. El encaje fue perfecto.
El armado del telescopio. Sobre la izquierda, Bill Baustian, en el centro Gordon Newman con experiencia gerencial en CTIO (Cerro Tololo Interamerican Observatory). A la derecha, Adolfo Marún.
El encaje exacto del pedestal en los bulones de anclaje que habían sido colocados antes de la llegada de las partes del telescopio. El que está controlando es Lorenzo, capataz principal de TMC
La optimización del telescopio
Sabíamos que la horquilla flexionaba en estos telescopios y se corría por lo tanto el cubo central. Sabíamos también que el telescopio electromecánico debía ser modificado. Lo que no estábamos enterados es que la empresa confundió el tamaño de la manguera de mercurio y mandó a la Argentina una manguera de dimensiones incorrectas. También desconocíamos que no estaba resuelto el problema de la inercia del telescopio al partir y al detenerse en su movimiento de ascensión recta. Nuestros primeros trabajos estuvieron destinados a resolver estos problemas. Para este fin contamos con el inestimable apoyo de Paglialunga y la empresa Física Técnica y con la empresa Pescarmona de Mendoza quien nos permitió utilizar un torno de 24m de bancada para tallar el anillo donde iba alojada la manguera de mercurio que es el soporte axial del espejo y que había sido enviada del tamaño incorrecto. Eso ocurrió porque el espejo de las 90 pulgadas del Steward Observatory pesaba más de 2500kg ya que era macizo, pero el espejo de CASLEO pesaba 1350 kg porque era del tipo “honeycomb”, es decir con material extraído de su parte trasera que asemejaba un panal de abejas y de allí su peso inferior.
La inauguración
Ya en el segundo semestre de 1984 se planeaba la inauguración del Complejo Astronómico (CASLEO) y fue planeado al máximo nivel con la presencia del Presidente de la República, Raúl Alfonsín, y del Secretario de Ciencia y Tecnología, Manuel Sadosky. Junto con el Gobierno de la Provincia de San Juan se diseñaron todos los aspectos del acto. Autoridades del transporte aéreo del Estado Nacional concurrieron a verificar la pista natural que constituía el Barreal Blanco que se aprecia en la figura17, pues la propuesta era que el avión presidencial aterrizara en ella. El 12 de septiembre fue el día elegido o sea el día posterior a un día festivo en San Juan que conmemora a Domingo Faustino Sarmiento. Las figuras muestran los momentos importantes del evento.
El Presidente Raúl Alfonsin y el Secretario de Ciencia y Tecnología, Manuel Sadosky en el Leoncito
Discursos de Jorge Sahade y Raúl Alfonsin Alfonsin
El autor explicando al Sr. Presidente el funcionamiento del telescopio
Un par de años después fue aceptada mi propuesta de llamar al telescopio Jorge Sahade como una muestra de agradecimiento por la idea de adquirir el instrumento y colaborar para su instalación.
Los primeros equipos auxiliares
El Espectrógrafo Cassegrain fue adquirido por CONICET y fue el primer equipo auxiliar que tuvo el telescopio junto con un módulo para tomar placas directas. Usábamos placas Kodak de 8 x 10 pulgadas. Casi simultáneamente entraron en funcionamiento los polarímetros. Por iniciativa del astrónomo Hugo Marraco que podemos decir que fue el introductor del estudio de la radiación polarizada de objetos astronómicos, se obtuvo en préstamo el Fotopolarímetro del Observatorio del Vaticano (VATPOL) y también el fotopolarímetro del Observatorio de Torino hasta que personal de CASLEO construyó un fotopolarímetro con fondos proporcionados por el PROFOEG (Programa de Fotometría y Estructura Galáctica del CONICET) que dirigía el astrónomo Alejandro Feinstein desde el OALP.
Las oficinas de San Juan
Necesitábamos tener espacio en la ciudad de San Juan para las tareas administrativas y el desarrollo instrumental. Primero alquilamos un inmueble en la calle 9 de julio entre Aberastain y Caseros y luego pasamos a un edificio histórico ubicado en la esquina de Sarmiento y Santa Fe. Pero ese edificio no era antisísmico y el INPRES nos dio un tiempo para abandonarlo. Además, las sedes alquiladas no eran adecuadas ya que el espacio para vehículos y carga y descarga era prácticamente inexistente. A pesar de las críticas que recibiera, una gestión que realicé entonces dio buenos resultados: propuse que las oficinas administrativas y de desarrollo se instalaran en el CRICYT en Mendoza. Esto causó la reacción de varios medios y políticos de San Juan quienes se opusieron totalmente a la idea, pero esto resultó en que el Secretario de Ciencia y Tecnología del Gobierno de San Juan, Miguel Arancibia, me propuso instalar la sede en el predio de la Asociación Cooperadora para la Investigación la Industria y la Minería (ACIIM) en Av. España 1512 Sur. El lugar era excelente con espacio para el movimiento de vehículos y el módulo que nos fuera asignado necesitaba ser terminado con divisiones en seco para oficinas y laboratorios.
Sobre la derecha primera sede y a la izquierda la esquina de Sarmiento y Santa Fe
Se firmó un comodato por 99 años por el cual ACIIM cedía en préstamo al CONICET para sede de CASLEO un módulo cuya estructura estaba terminada. El comodato indicaba que CASLEO completaría las instalaciones con las divisiones en seco para oficinas y laboratorios y la adecuación de los servicios públicos. Posteriormente ACIIM cedió en donación a CONICET dicho sector.
Los accidentes climáticos
Durante mi dirección tuvimos algunos accidentes climáticos graves. El peor de todos fue en marzo de 1987. Se destruyeron puentes, caminos y servicios públicos ante una creciente del arroyo de las cabeceras. En las figuras 27 a 31 se muestran los destrozos y las tareas realizadas para poder salir del sitio ya que habíamos quedado totalmente aislados.
Todos los presentes en el CASLEO trabajamos para solucionar provisoriamente el deterioro. La persona que tiene gorro es Alejandro Feinstein y el que tiene la pala en la mano con remera blanca es Horacio Tignanelli, quienes estaban haciendo observaciones astronómicas en ese momento.
Fondos extras
Las crisis económicas debían afectar el trabajo en CASLEO, pero éramos conscientes que los fenómenos astronómicos se producen cuando la naturaleza lo dispone y no se podía dejar de operar CASLEO y que los usuarios perdieran turnos de observación ya que se podían perder fenómenos que no se repetirían en la historia de la humanidad. Es por ello que debíamos encontrar otra forma de obtener recursos hasta que la situación mejorara. Teníamos bosques de álamo una madera muy utilizada en San Juan, terrenos aptos para producir semillas de papa que requiere tierras no contaminadas y un manzanar con gran cantidad de manzanos. Usufructuamos esa producción de madera, manzanas y semilla de papa utilizando empresas de terceros interesadas en esos recursos. Como no podíamos recibir dinero por esa producción cambiábamos las mismas por elementos, materiales que necesitábamos como computadoras, materiales de construcción y herramientas. De ese modo se reparó la infraestructura deteriorada por accidentes climáticos, se incorporaron computadoras y se construyeron comedor y módulos de dormitorios, con personal propio y ayuda de la intendencia de Calingasta donde el intendente Olivera nos ayudó muchísimo al igual que el Ministro de Obras Públicas de San Juan, el ingeniero Perelló.
La Era de los detectores digitales
El primer CCD llegó a CASLEO a través de un préstamo de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, Brasil, gestionado por el astrónomo argentino Horacio Dottori