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¿Las Dietas deben ser estrictas o rigurosas?

Vamos a ser sinceros, hay una diferencia notable e importante entre una persona que entrena por gusto, que desea verse bien físicamente y un culturista o un atleta de fuerza. Un culturista para competir tiene que lograr un porcentaje de grasa muy bajo para subir a la tarima, esto a menudo significa la pérdida del ciclo menstrual en mujeres y una bajada importante de la testosterona en hombres, problemas de descanso, aumento de los niveles de hormonas no beneficiosas, aumento de los niveles de hormonas que regulan el hambre, reducción de hormonas que regulan la saciedad, reducción del gasto calórico total diario, pérdida de masa muscular, pérdida de fuerza, altos niveles de fatiga y riesgo elevado de presentar deficiencias nutricionales.

El precio que hay que pagar a nivel emocional para competir no debería ser infravalorado, ya que muchos atletas sufren de cambios de humor, preocupación excesiva por la comida e irritabilidad, aparte que los atletas son mucho más propensos a desarrollar desórdenes alimentarios, tener una imagen distorsionada de ellos mismos y experimentar auténticas condiciones médicas, como “la tríada de la atleta femenina” o el “síndrome de deficiencia energética relativa”. Si tu objetivo es llegar a esos niveles de competencia, serán quizá unas de las consecuencias que podrías tener. De aquí es donde surgen los mitos de que las dietas provocan muchos problemas de salud, y que hacer dieta es: ensaladas, manzanas, todo sin sal, nada de postres, té verde etc…

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Pero ojo si tu meta es bajar de peso y llevar una vida más saludable, esto está muy alejado de serlo. Tu plan alimenticio debe contener alimentos de tu agrado, presupuesto, gustos, tiempos y sobre todo saludable. Debemos erradicar ideas que nos perjudican al llevar una dieta, por ejemplo: el pensamiento constante de comer algo “malo o bueno”, esto podríamos cambiarlo por “Estoy siguiendo la dieta” o “no estoy siguiendo la dieta”, ya que en la mente de muchas personas se crea esta dicotomía errónea de bien/mal. Es decir, estoy siguiendo la dieta y me he portado bien, o no he seguido la dieta y me he portado mal.

La flexibilidad y herramientas que tengas te dará la diferencia en el resultado, es decir, si sabes cambiar alimentos, ejemplo: puedes consumir en el día unas galletas con chipas de chocolate de la tienda, que no está en tu dieta, pero sabes que alimentos disminuir o quitar en la próxima comida, sin llegar a un extremo de hacer las horas de cardio, o simplemente darte tu gusto y seguir con la dieta en la próxima comida te dará resultados buenos. No nos estigmaticemos a la rigidez de NO comer o dejar de hacerlo cuando te das un gustito, aprendamos a ser flexibles y modificar o cambiar para llevar de mejor manera nuestro plan alimenticio, “unas por otras”.

Esto es algo que les muestro a mis pacientes diciendo “mira pruébalo come lo que quieras y no te va pasar nada” (obviamente no todo el tiempo) esto te dará la confianza de convivir e ir a las reuniones y no decir “chin” ahí no hay cosas de mi dieta o mucho menos sacar tu “tupper” de comida. Tendrás la libertad consumir alimentos al gusto, no tener la ansiedad que estás haciendo todo mal, por consecuencia te dará el apego al plan y esto hará te dará mejores resultados.

En mi experiencia si tu inicias un plan muy estricto sin ser “atleta” te dará resultados, pero el mantener esa dieta será un poco complicado y la podrías dejar con el tiempo, para obtener mejores resultados lleva un plan estructurado, flexible y adecuado a ti, para lo cual te daré varias herramientas en próximos artículos de la mejor revista Vida&Estilo Oaxaca, así que no te los pierdas.

Atleta fitness coach.

Tel: 9513298708

Fb/ Ig: Nutriólogo Carlos Ortega

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