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Moda con conciencia

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Moda conciencia con

Emma Viedma fue la diseñadora encargada de crear piezas que hablan de una tendencia global: el calentamiento del planeta. La campaña impulsada por la Organización Mundial de Conservación (WWF), junto a investigadores y científicos de Berkeley Earth, llama a la reflexión: ¿Sabés de dónde vienen las ropas que compramos?

Fotos: Gentileza

El rubro textil se ubica en el segundo lugar en la lista de causantes del calentamiento global, debido a los desechos del fast fashion (colecciones por estación). “Necesitamos que el consumo responsable se vuelva tendencia, que se exija información acerca de la compra. Esperamos que las personas comprendan cuán importante son sus decisiones de compra, ante los tres elementos de la sostenibilidad: economía, medio ambiente y sociedad”, indica Lucy Aquino, directora de WWF Paraguay, organización que llevó adelante una campaña que invita a reflexionar sobre este tema.

Todas las prendas fueron realizadas por la diseñadora de alta costura Emma Viedma, que donó su trabajo y realizó las prendas con residuos textiles del proyecto Texciclo. Los desafíos que tuvo que enfrentar en la elaboración fueron: “Desde la materia prima, hasta la unión de ellas con los diseños que íbamos ideando, y más aún por el hecho de que tenía que seguir la representación de cada data”, explica Viedma.

Lo primero que hizo fue imprimir en planos grandes las imágenes e información proveídas por Berkeley Earth y realizó un moodboard en un espacio libre con mucho vidrio. Allí conjugó todo eso con montículos de los mismos desechos y fue separando por tipo de peso textil y colores, “para luego de ir diseñando, ir sacando como si fuesen condimentos, de manera a armar paso a paso cada prenda”, detalla.

El impacto del COVID-19 en el diseño de modas

“Desde marzo todo cambió. Fuimos dándole vuelta a todo, fue un impacto fuerte pero tomamos fuerza como equipo y nos propusimos adaptarnos a la situación para seguir teniendo trabajo y, por sobre todo, ánimo en el área laboral, que al fin y al cabo, es lo que nos mantiene de pie. Comenzamos vendiendo el primer mes 18 mil tapabocas y así seguimos en abril, luego fui buscando esas ganas de activar mi modo creativo. Costó mucho y gracias al empuje de tres amigos (Vero, Jean y José) pudimos reactivar la marca Pierrot con una línea más pret, que dio un súper resultado y nos llenó de alegría. Lo bueno es que fuimos también practicando la nueva manera de cuidar los residuos e impactos que pueden causar una fabricación más masiva. Siempre creo que digo lo mismo, pero es muy clave para mí profesionalmente, debemos ser siempre fieles a nuestra identidad como también tratar de involucrar a nuestra cultura para potenciarnos como paraguayos”, relata Viedma.

Eco de la colección

“Para mí, Global Warming Collection fue mi primer desafío de dirigir algo creativo directamente para nuestro medio ambiente. Quizás sea un primer paso y un primer foco de atención como diseñadora y creadora. Creo que debemos incluir por lo menos un porcentaje de interés hacia la reutilización de materiales en nuestros procesos de producción. Y no solamente en el rubro de moda, sino también en nuestras compras, nuestros residuos en el hogar, trabajo y espacios compartidos”, resalta.

Además destaca que como consumidores y compradores deberíamos ver por sobre todo la calidad de las piezas que deseemos. “Eso implica que quizás sea un poco más costoso, pero más duradero. Buscar piezas que no sólo estén de moda si no que nos acompañen por años y sean parte de nuestra vestimenta y sigan siendo piezas de diseño atemporales, no guiarnos tanto por la moda temporal. También es importante saber quien lo hizo, cómo lo hizo y si esas piezas son bien remuneradas, ya que el fast fashion está invadiendo nuestros mercados siendo que son de puro abuso hacia la mano de obra que sobrevive con mínimas remuneraciones (no son todas las marcas, pero sí la mayoría)”.

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