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Mujer, madre y migrante
Texto: Micaela Cattáneo @micaelactt
Salió de Barranquilla para dedicarse a lo suyo y hoy da que hablar en los medios extranjeros. Por mucha similitud que esto tenga con la historia de Shakira, no es de ella de quien vamos a hablar. La artista que hoy propone ritmos afrocolombianos en su música es Lido Pimienta, quien es, además de cantante, artista visual y curadora de arte.
Ella es wayuu, por eso están muy presentes los elementos de la música indígena en sus canciones. En abril lanzó Miss Colombia, un disco que la vuelve a conectar con sus raíces pero teniendo como hilo conductor una mirada política. “En este álbum encapsulo todas esas aspiraciones que tiene la sociedad de una mujer latina. Yo no cumplo, ni quiero cumplir, con ninguna de esas expectativas”, comenta.
Desde Toronto (Canadá), donde se radicó luego de salir de Colombia, comparte su música, que es alternativa y experimental pero por sobre todo, comunica algo. Lido también es madre soltera, por eso dedica sonidos y letras a ese rol tan cuestionado. Ella asegura que vive en un constante estado de lucha, porque intenta no conformarse con ser una historia negativa más, en su condición de madre latina en un país extranjero.
Para Lido, hoy, no hay acto más revolucionario que ese: ser mujer, madre y migrante.
Canción necesaria: Resisto y Ya, donde canta sobre esas tres identidades. Y Nada, una canción que reflexiona sobre los dolores que experimentamos las mujeres en diferentes etapas de la vida: la menstruación, el parto y la maternidad.
Grupo: No Doubt - Álbum: Tragic Kingdom Texto: Patricia Benitez
Si fuiste adolescente en la década de los 90, las posibilidades de que hayas usado una canción del disco Tragic Kingdom como banda sonora de tus momentos de soledad post ruptura son muy elevadas. Y es que no podía haber sido de otra manera. Gwen Stefani concibió Dont Speak como un doloroso réquiem inspirado en el final de su propia relación con Tony Kanal, bajista de la banda y su pareja durante al menos ocho años.
El tema no solo se convirtió en el himno oficial de ese club al que todos alguna vez pertenecimos (sí, el de los corazones rotos), sino que también alcanzó el status de canción más escuchada de esta banda californiana nacida en 1986.
Tuvieron que pasar 10 años desde su creación para que la agrupación lograra el ansiado reconocimiento global. Ese premio a la perseverancia llegó recién en 1995 de la mano de Tragic Kingdom, su tercer álbum de estudio, pero principalmente gracias al sencillo Dont speak, lanzado en 1996.
Pero una canción de este disco ya había llamado previamente la atención. En Just a girl, el primer sencillo del material, Stefani ponía de manifiesto toda su frustración respecto a las limitaciones impuestas por sus padres y la sociedad, su enojo ante el hecho de ser considerada “solo una chica”. Bueno, esa “chica” no solo le dio fama mundial a su banda sino que desarrolló además una exitosa carrera solista a lo largo de la cual nos regaló hits difíciles de olvidar.