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¡CHAU CONTROL, HOLA DISFRUTE!
¿Cuánto desgaste diario te produce querer controlar lo que sentís, pensás y hacés?
¿Cuánto tiempo de tu día pasás queriendo manejar los hilos de las conductas, comportamientos y decisiones de las personas que te rodean?
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¿Cuántas veces das indicaciones, órdenes y opiniones condicionantes para que tu entorno actúe de acuerdo a tus deseos?
¿Cuánto sufrís por las expectativas que tenés en relación al decir y hacer de tus vínculos?
Las expectativas son mecanismos de control y éstas colorean gran parte de nuestra cotidianeidad.
La base emocional del CONTROL es el miedo. La base emocional del DISFRUTE es el AMOR y la CONFIANZA.
¿Desde dónde elegís pararte de acá en más? ¿Te imaginás el estado de tu cuerpo, mente y corazón si el control no fuese el centro de tu dinámica emocional?
Si en lugar de querer controlar a nuestros hijos, fuésemos inspiración para ellos.
Si en lugar de querer controlar a nuestros colaboradores, fuésemos espacio de creatividad.
Si en lugar de querer controlar a nuestra pareja, fuésemos el espacio ideal donde estar.
Si en lugar de querer controlar a nuestros amigos, fuésemos escucha amorosa permanente.
Si en lugar de querer controlarnos a nosotras mismas, aprendiéramos a expresar lo que nos sucede.
Una vida sin pretensión de CONTROL puede transformarse en una increíble AVENTURA DE PLENITUD, ARMONÍA y GOZO.
Y la creación constante de entornos y contextos con el espacio necesario para el DISFRUTE.
Nuestra vida puede ser un transitar más liviano, espontáneo y sin esos barrotes que nosotras mismas creamos para sentirnos enjauladas.
Algunas preguntas pueden facilitarte esta conciencia.
¿Qué te controla? ¿Quién te controla? ¿Qué estado de ánimo toma el control de tu existencia? ¿A quién controlás? ¿Dónde está el foco de tu control?
Y quizás las más importantes sean...¿Qué beneficios traería deshabituarte a ese modo? Y...¿En qué aprovecharías todo el tiempo que hoy le dedicas a controlar?
Autonomía para vos.. autonomía para los tuyos.