1388 DEL 1 AL 7 DE JUNIO DE 2014
www.xlsemanal.com
LANA DEL REY
LA CANTANTE HABLA DE SU MALA FAMA
EL MONSTRUO DE CLEVELAND TESTIMONIO DE UNA DE LAS SUPERVIVIENTES DE LA CASA DE LOS HORRORES
L A E N T R E V I STA M ÁS PERSONA L AL PRESIDENTE D E L B B VA
FR A NCISCO GONZÁLEZ
"Que los políticos hagan su trabajo y los empresarios, el nuestro. Cuando se cruza esa raya, aparece la corrupción"
1388
sumario Firmas
Del 1 al 7 de junio de 2014
8. Patente de corso. Una historia de España (XXVI). Por Arturo Pérez-Reverte. 10. Animales de compañía. Periódicos. Por Juan Manuel de Prada.
40
12. Arenas movedizas. De Piketty a María Olvido. Por Carlos Herrera.
Michelle Knight: sus 11 años secuestrada
50. Excusas para no pensar. ¿Cómo podemos controlar nuestras emociones? Por Eduardo Punset. 76. Neutral corner. Un semental alienígena. Por David Gistau.
Zona interactiva 6. CORREO DE LOS LECTORES.
FOTOGRAFÍA DE PORTADA: ANTÓN GOIRI XLSemanal está a disposición de los lectores. C/ Juan Ignacio Luca de Tena, 7. 28027 Madrid. Teléfono: 91 342 14 00. Fax: 91 342 15 03. xlsemanal@tallerdeeditores.com
28
72
La Palangana: los 'reinventores' de la fotografía en España
¿Cómo posar y salir siempre guapa?
Magazine
Conocer
14. Se habla de… las batallas callejeras que se entablan por el control de las ciudades ucranianas; y del calendario solidario de la asociación Amidown. 18. En portada. Francisco González, el presidente del BBVA, charla largo y tendido con XLSemanal en su entrevista más personal. 28. Una historia en imágenes. En 1959, seis jóvenes artistas autodenominados La Palangana dieron un nuevo impulso a la fotografía en España. El certamen PhotoEspaña les rinde homenaje. 34. Entrevista. A punto de lanzar su tercer disco, la cantante estadounidense Lana del Rey charla a corazón abierto con XLSemanal y rechaza las acusaciones de ser el producto de marketing perfecto. 40. En primer plano. En 2002, con solo 21 años, fue secuestrada y pasó 11 años encerrada en la casa de su captor: Ariel Castro. Un año después de su liberación, Michelle Knight relata su vida en el infierno.
48. Zoom. Exosuit: el revolucionario traje de buceo que permitirá a los investigadores sumergirse y trabajar hasta 300 metros de profundidad. 52. Medioambiente. ¿Acabarán los residuos sepultando el planeta? 58. Salud. Las 20 reglas de David Agus –el oncólogo que trató a Steve Jobs– para vivir 100 años… y las 10 cosas que se deben evitar.
Ella&Él 64. Tendencias. Los pop up markets arrasan en las grandes ciudades. ¿Qué ofrecen estos mercadillos efímeros para haberse convertido en la nueva meca para los consumidores cool? 70. La cocina fácil de Martín Berasategui. Flan de vainilla al caramelo. 72. Moda. Siete claves infalibles para salir siempre perfecta en las fotografías. 78. Desayuno de domingo con… Patricia Conde.
12 MAGAZINE Firmas
Arenas movedizas
l
por Carlos Herrera
De Piketty a María Olvido
a económica es una información áspera, no cabe la menor duda. Toda disciplina repleta de tecnicismos es de difícil abordaje, pero la que hace referencia a la economía se hace especialmente abrupta merced a lo difuso e intercambiable de sus conceptos básicos. Y a la diferencia de criterio tan abismal con la que unos y otros intérpretes analizan la realidad: unas veces la deflación es mala y otras veces no es tan mala, por ejemplo. Los periodistas no especializados en información económica, que somos la mayoría, hemos venido manejando dos o tres conceptos básicos y hemos despachado el asunto con un par de banalidades muy sonoras: con saber diferenciar activos y pasivos y recordar que 'inflación' se escribe y pronuncia con una sola 'c' ya había bastante. Pero llegó la crisis, devastadora, desconocida, omnipresente, y nos mandó a estudiar a todos. Desde 2008 nos hemos familiarizado de tal manera con la terminología económica que hemos pasado a manejar con soltura conceptos hasta ayer desconocidos como default o hedge funds, o a hablar con una familiaridad asombrosa de indicadores que pocos meses atrás desconocíamos por completo, como la famosa prima de riesgo. Ninguno de nosotros, ciertamente, nos preguntábamos mañana alguna por el estado del diferencial del bono español respecto al alemán ni nos interesábamos por conocer el total de la deuda con relación al PIB como
XLSEMANAL 1 DE JUNIO DE 2014
ahora. Ni en conocer el crecimiento económico de países vecinos o cosas así. Ahora, en cambio, leemos ensayos económicos y comparamos criterios de los principales gurús, desde Krugman hasta Prescott, por nombrar dos premios Nobel de economía. Sin ir más lejos, estos días le son propicios a Thomas Piketty, economista francés particularmente estudioso de las desigualdades económicas, autor del ensayo de moda, El capital del siglo XXI. Piketty viene a decir que el capitalismo se acaba agotando al
Sin embargo, más allá de las lecturas cultas y altamente específicas como la de Piketty, un simple libro de sencillas y asequibles informaciones económicas está acabando con el cuadro. Más economía para andar por casa es el segundo volumen de una feliz idea de María Olvido Macías. Periodista de raza, trabajadora de continuo trazo, indiscutible comunicadora, Olvido convenció al profesor Rodríguez Braun y a los experimentados especialistas en información económica Ignacio Rodríguez Burgos y Pedro Pablo González para contestar a las preguntas más corrientes que pudieran hacerse los españoles no avezados en más cosas que vivir en primera persona todas las crisis posibles. Conocer si conviene más hacer la declaración de la renta de forma conjunta o separada, lo que debemos saber del IBAN, de los fondos buitres, de los trabajadores 'zombis' o del futuro de las pensiones son algunas de las claves que pone a nuestro alcance, de forma asequible y brillante, este equipo de buenos
Desde 2008 hemos pasado a manejar con soltura términos hasta ayer desconocidos como 'default' o 'hedge funds' envenenarse de éxito, es decir, al conseguir acumular capital merced al rendimiento financiero y no merced al rendimiento de la productividad, del trabajo: con tal afirmación y tal moraleja es evidente que pasa a ser el ídolo del socialismo mundial y de parte de la socialdemocracia, especialmente cuando aconseja crear impuestos altos y especiales para la 'riqueza' y aumentar exponencialmente el gasto público. Digamos que viene a reeditar las lecturas de Marx. Y que ha venido asesorando al socialismo francés cuando ha gozado de oportunidad de gobierno. Y que deberá andar con desasosiego una vez compruebe que ni Hollande ni Valls le hacen ningún caso, antes al contrario.
analistas económicos. Su lectura es un aconsejable primer paso para adentrarse en el espeso mundo de la literatura o los ensayos económicos que hoy proliferan en la industria editorial. Nunca antes se había escrito tanto de economía ni se había pretendido tanto divulgar los misterios de una de las ciencias más imprecisas de todas las existentes. Quien esto firma, que maneja con desparpajo términos que hace menos de una década le resultaban vetados e inaccesibles, debe mucho más a las María Olvidos que a los Pikettys. Siendo ambos aparatosamente interesantes. Q www.xlsemanal.com/herrera carlos@carlosherrera.net/www.carlosherrera.com
XL. Parece satisfecho. F.G. El BBVA ha pasado esta crisis muy bien, sin ninguna
ayuda pública, pagando dividendos, ampliando la plantilla a nivel global y saliendo de la crisis con una reputación más alta que la que teníamos cuando entramos. En ese aspecto me siento cómodo, aunque eso no significa que me haya gustado lo que he visto. Han sido momentos difíciles para todos y, por lo tanto, no es un recuerdo agradable. XL. ¿Qué imagen cree que tiene Francisco González? F.G. Francamente, no lo sé. Hace poco comí con unos amigos
y uno de ellos me dijo que tenía fama de no casarme con nadie. Me lo dijo con voz un poco fuerte y, luego, añadió: «Pero estoy encantado de que digan eso de ti». Bueno, a lo mejor eso es lo que la gente piensa de mí.
EL PARADIGMA DE LA PUNTUALIDAD Y, PESE A SU FAMA DE HOMBRE FRÍO Y DISTANTE, EN NUESTRO ENCUENTRO SE MUESTRA CORDIAL, AFABLE Y CON SENTIDO Su agenda está DEL HUMOR.
cronometrada al minuto, viene de una comida de trabajo y nos dedica el tiempo justo antes de asistir a una entrega de premios que el BBVA concede a la investigación. Es la primera vez que el presidente de la segunda entidad financiera de este país concede una entrevista tan personal a un medio no especializado. No huye del compromiso ni rechaza pregunta alguna; pero a Francisco González le interesa fundamentalmente dejar claras tres cosas: que todos los bancos y banqueros no son iguales ni tienen la misma responsabilidad ante la crisis; que la independencia del poder político y la transparencia no se negocian; y que aspira a convertir el BBVA en el primer banco digital del mundo. A la revolución tecnológica dedica desde hace años todo su entusiasmo. Acaba de ser premiado con la mayor distinción de la Americas Society: The Gold Medal. XLSemanal. Malos tiempos para ser banquero. Están ustedes en boca de todo el mundo... y no precisamente para recibir aplausos. Francisco González. Es evidente que la banca, en general, no
ha respondido a lo que se esperaba de ella; sobre todo la gran banca internacional y, en España, las cajas de ahorros. Dicho esto, hay bancos y bancos, banqueros y banqueros.
XL. Sin embargo, hay quienes aseguran que es usted un hombre frío, distante, no le digo que hosco para no resultar maleducada… F.G. Hombre, yo no soy un hombre simpático, no. Me gusta
hablar con mis amigos de cosas que nada tengan que ver con el negocio, y por eso me gusta el golf… XL. ¿Se reconoce antipático? F.G. No; antipático tampoco. Creo que soy una persona
normal. Desde el comienzo, como presidente del banco, me di cuenta de que o mantienes las distancias o puedes llevar a tu entidad a una serie de compromisos que no tienen nada que ver con los intereses de los accionistas, de los clientes, de los empleados y de la sociedad en general. XL. La banca privada en España siempre ha estado en manos de grandes familias: Botín, Ybarra, March… Pero usted accede, primero, a la banca pública por el dedo político de Rodrigo Rato, quien lo nombra presidente de Argentaria; y, después, a la privada a través de la fusión con el BBV. ¿Pasó a ser un intruso, un outsider, en ese selecto grupo? F.G. No, a mí me aceptaron estupendamente bien. Los conocía
a casi todos antes, aunque en otra posición. Acababa de vender mi empresa, FG Inversiones Bursátiles, y me sentí muy cómodo. XL. Aquello sucedió en los primeros meses de 1996, tenía entonces 51 años... ¿Se puede decir que ahí empezó una nueva etapa en su vida? F.G. Después de vender mi empresa, sabía que iba a hacer
cosas, pero no cuáles. Una sí: jugar más al golf, que es mi pasión. Hasta entonces, nunca había podido hacerlo un día laborable. Así que conseguí jugar lunes, martes, miércoles y jueves, y el viernes empecé a darme cuenta de que eso me creaba una cierta insatisfacción. Fue, a finales de abril, cuando me llamó el Gobierno para dirigir Argentaria. Si me lo hubieran ofrecido dos semanas antes, hubiera dicho
"Google y Amazon ya empiezan a dar sus primeros pasos en los servicios financieros. Hace años que advertí de que vendrían al sector bancario" XLSEMANAL 1 DE JUNIO DE 2014
25 XL. ¿El BBVA no compitió por captar hipotecas? F.G. En 2001, el BBVA tenía el 18 por ciento del mercado en su
conjunto y terminamos 2008 con el 11 por ciento. Perdimos siete puntos porcentuales ¡y hay que aguantar la presión cuando ves que tus competidores te van echando del mercado! Pero la aguantamos porque sabíamos que ese no era el camino. No nos dejamos llevar por esa marea de préstamos. Aquí se ha visto quién ha hecho las cosas muy mal –porque han quebrado las cajas–, quién las ha hecho menos mal –muchos bancos– y quién las ha hecho muy bien: a partir de 2009 empezamos a remontar y pronto llegaremos al 20 por ciento del mercado. XL. En este clima de crisis, paro, morosidad, desahucios, rescates con dinero público… algunos gestores que llevaron las cajas al desastre recibieron indemnizaciones escandalosas. La irritación que esto produce es enorme. F.G. Y yo lo entiendo. Esto ha sido un desastre, las
instituciones han quebrado y el Estado ha tenido que pagar los platos rotos. Pero, insisto, hay bancos –como el nuestro– que no le han costado un euro al erario público. XL. Llegados a este punto, ¿cree que las cosas «sí se pueden hacer de otra manera»? F.G. Sí se pueden hacer de otra manera, sin duda; pero eso no
significa que quienes dicen que «sí se puede» tengan razón. ¿Se puede tener una sociedad más justa? Sí. ¿Se puede crear
que habían estudiado la edad media de la jubilación y que estaba en los 76 años. XL. ¿No se va a jubilar este año, cuando cumpla los 70? F.G. Yo no sé cuándo me voy a jubilar, eso depende del
consejo de administración, de los accionistas y de la fuerza que yo pueda tener para rematar esta obra física (la ciudad del BBVA) que es fabulosa y que va a ser un icono de Madrid. Pero esta no es la obra más importante, sino la de convertir el BBVA en el mejor banco digital del mundo. XL. En ese terreno, se dice que Google y Amazon pueden invadir el negocio bancario. ¿Son una amenaza? F.G. Los dos son grandes jugadores digitales y ya empiezan
a dar sus primeros pasos en los servicios financieros. Hace años advertí de que estos señores, tarde o temprano, vendrían al sector bancario. Hoy hay ataques parciales, como en los pagos –con PayPal–, pero la amenaza digital irá a más. XL. ¿Qué pasos están dando para hacerle frente? F.G. Entiendo esta amenaza como una enorme oportunidad.
La mayoría de las plataformas de los bancos se hicieron en los años sesenta y setenta, y casi nadie se ha atrevido a dar
"Nunca van a encontrarnos en ningún apunte de Bárcenas ni de nadie. Por eso, el banco se siente muy fuerte para parar abordajes o potenciales chantajes" más riqueza? Sí. ¿Se pueden tener mejores normas? Sí. Pero no vivamos de utopías y de irrealidades que nos puedan llevar a regímenes que luego vemos cómo terminan. XL. ¿No son una provocación los abultados bonus que reciben los directivos y las jubilaciones millonarias en tiempos de crisis? ¿Le sacarán pancartas cuando usted se jubile? F.G. Los gestores tienen que ser pagados de acuerdo con sus
resultados. Si uno quiebra la entidad, es muy poco entendible que tenga un sueldo muy alto o una indemnización millonaria. Pero si un gestor es bueno, su retribución tiene que estar de acuerdo con lo que se paga en ese sector. XL. La presidencia de Francisco González parece incuestionable. ¿Es tan difícil pensar en su sustitución? F.G. Vendrá un cambio en la presidencia, seguro. Nadie es
eterno y hay que saber irse a tiempo. XL. Pero han cambiado los estatutos para retrasar la jubilación del presidente... F.G. Es verdad. Quisimos poner nuestros estatutos en la
misma línea de los otros bancos mundiales. Hace unos días he regresado de Seattle, donde he asistido a una reunión anual con una compañía muy conocida; y, hablando en una ponencia precisamente del tema de la edad de los consejeros y de la edad a la que retirarse, un experto americano me dijo
el paso porque es un trabajo enorme. Otros se han centrado en el tejado, en los canales con los que se llega a los clientes. Pero el problema es que, en la era digital, se multiplica la demanda sobre esos canales –como el móvil– y, si no hay cimientos fuertes, el tejado se derrumba. En 2007, nosotros empezamos a edificar nuestra casa digital por los cimientos, que son las plataformas tecnológicas. Empezamos desde cero. XL. ¿En qué fase del proceso están ahora? F.G. Hace dos meses hemos iniciado la segunda etapa con
la creación de una unidad global digital con poder en todo el mundo para acelerar la transformación del grupo. Somos el banco que ha ido más lejos en este cambio organizativo y somos de los poquísimos en el mundo que tienen las plataformas. Y, ahora, vamos a rematar el tejado. Somos pioneros en España, pero también en los Estados Unidos, donde hemos comprado Simple, una empresa que tiene la experiencia de cliente más desarrollada en banca digital. XL. Sorprende su entusiasmo digital cuando, a partir de cierta edad, se dejan estas revoluciones para los jóvenes de Seattle.
1 DE JUNIO DE 2014 XLSEMANAL
26 MAGAZINE En portada
F.G. No olvide que yo empecé a los 20 años como programador de IBM y me apasiona la tecnología. El que no asuma la necesidad de este cambio está fuera de la carrera. La mayor parte de los bancos no lo han anticipado y ya es tarde.
F.G. Creo que hay una distorsión importante en los mensajes que se están dando: mucho ruido, mucha emoción… Y las consecuencias de todo eso, claramente, no están valoradas. Si la gente supiera de verdad lo que significa una independencia, se lo pensaría dos veces. El tema independentista hay que verlo con frialdad y con cierta distancia, dentro de lo que es un Estado de derecho que tiene una Constitución. Yo creo mucho en esto.
XL. Decía antes que también la crisis se veía venir. ¿Por qué no lo advirtieron? ¿Dónde estaban los gurús de la economía? F.G. Sobre esto podría escribir un libro. He sido testigo,
XL. Va a cumplir 70 años en noviembre, ¿qué ha dejado de vivir, qué se ha perdido? F.G. La verdad es que estoy muy contento de cómo he llevado
desde el año 2003, de cómo se empezaba a ver que algo no funcionaba bien en el sistema financiero internacional. Recuerdo una reunión de banqueros centrales y privados en Basilea, en la que yo dije que notaba una distorsión que no me gustaba en el mundo financiero internacional y que podía haber una crisis financiera importante. Entonces, el señor Greenspan dijo: «No se preocupe, porque los mercados encuentran su equilibro». Creía tanto en el mercado libre que pensó que se ajustaban libremente. Yo, que creo mucho en el mercado, también creo mucho en la regulación y me pareció que aquella no era una respuesta adecuada. Luego se vio que las cosas estaban bastante mal.
las cosas, en general. Desde el punto de vista personal, no me queda mucho que hacer. Estoy encantado con mi familia y tengo unas hijas y unos yernos fabulosos.
XL. Emilio Botín ha dicho que dentro de cinco años no nos van a reconocer. ¿Es usted igual de optimista? F.G. Claramente, las cosas están mejor que hace dos años. XL. Será la macroeconomía la que esté mejor, porque el paro es mucho mayor que hace dos años. F.G. Lo que se debe ver es cómo estaba España al final de 2011
y cómo está en este momento. Claro que hay más paro, pero es necesario observar cómo se mueve la película. De haber seguido con las políticas que teníamos en el año 2011, hoy seríamos un país quebrado. Gracias a Dios, este Gobierno tomó una serie de decisiones que han conseguido que España tenga credibilidad internacional otra vez. España ya no es un problema, es parte de la solución de Europa; y eso no era así hace un año y medio. Ya estamos creciendo al 1,2 por ciento y el año que viene, probablemente, lo haremos al 2 por ciento. Dicho esto, se pueden acelerar más las reformas pendientes. XL. ¿Qué reformas cree que faltan? F.G. Un sistema fiscal que premie más la creación de riqueza,
el ahorro y la inversión, y creo que el Gobierno está en eso. Hace falta estabilizar el precio de la energía porque tenemos una situación que, probablemente, no es la adecuada. Es necesario liberalizar muchos sectores en los que todavía no hay competencia suficiente. También es necesario hablar de la Administración del Estado español: ¿es esta la Administración que necesitamos? Quedan cosas por hacer. XL. ¿Le preocupa el creciente independentismo en Cataluña?
XL. ¿Usted sabe lo que es conciliar familia y trabajo? F.G. Conciliamos mal, la verdad. Creo que, efectivamente, le
he restado muchas horas a mi familia, porque las cosas nunca son gratis. Ha habido etapas de mi vida durísimas, como cuando estuve cinco años opositando a corredor de comercio y, luego, a agente de Bolsa. Recuerdo que no tuve un solo día de vacaciones, ni sábados ni domingos. Pude vencer esa situación a base de mucho deporte, con mucha disciplina, y sintiendo siempre el apoyo de mi familia de una forma tremenda. Si me hubiese podido ahorrar eso, me lo hubiera ahorrado. Pero la vida te lleva por donde te lleva. XL. Tiene dos hijas y seis nietos, ¿gatea con ellos lo que no gateó con sus hijas? F.G. Gatear, gateo poco [sonríe]. Pero, efectivamente, con los
nietos hago lo que no pude hacer con ellas, eso les pasa a muchos abuelos. Tengo dos hijas fantásticas, porque tienen una fuerza enorme y llevan unas carreras espectaculares, y unos yernos en la misma línea. Estoy muy orgulloso. XL. ¿Le han dejado una tarde solo con los seis nietos? F.G. Ayer estuve en el cine con cuatro de ellos y con mi
mujer. Fuimos a ver Río 2, que, por cierto, me divirtió mucho [sonríe]. Aunque no quiero presumir de esto porque yo no voy mucho al cine, ni con ellos ni sin ellos. XL. ¿En qué trabajan sus hijas? F.G. Una de ellas ha hecho Cunef, cursó un MBA en la
Universidad de Columbia (Nueva York) y ahora tiene un fondo de capital riesgo. La otra es abogada y tiene el LLM por la Columbia School of Law y trabaja como asesora legal de Google para España, Israel y algún país más. De esta parte de mi vida estoy muy orgulloso. Mi mujer ha hecho un trabajo excelente: las ha educado muy bien y yo he contribuido todo lo que he podido. XL. ¿Y a sus hijas se les cae la baba con su padre? F.G. A mí se me cae la baba con ellas; a mis hijas conmigo no
lo creo [sonríe]. Q
"Gatear, no gateo con mis nietos, pero es cierto que hago con ellos lo que no pude hacer con mis hijas. Eso les pasa a muchos abuelos" XLSEMANAL 1 DE JUNIO DE 2014
34 MAGAZINE Entrevista
LANA DEL REY
"No merezco mi mala fama. Soy buena chica"
Hace tres años irrumpió como un cohete: vendió millones de discos, los diseñadores de moda se la rifaban y sus vídeos echaban humo en Internet. Y se disparó la polémica. Fue acusada de ser el producto de 'marketing' perfecto. Lana del Rey intenta quitarse el sambenito de encima con un nuevo disco… y con esta charla exclusiva con 'XLSemanal'. POR I XONE DÍ AZ L ANDALUC E
A NA D E L R EY H A B L A C O N E SA VO Z M E L O SA Q U E L A H A
Sentada en una terraza de Los Ángeles con unos shorts, un jersey blanco y descalza, fuma un cigarrillo tras otro pocas horas después de que el primer sencillo de Ultraviolence, su tercer álbum (a la venta el 17 de junio) haya llegado al mercado. Lejos de comportarse como una estrella, cada vez que se refiere a una fama que parece no creerse del todo, Del Rey utiliza un eufemismo ad hoc: «Desde que me convertí en visible…». Algo que ocurrió en 2011 gracias al videoclip de Videogames y a un look nostálgico que convirtió en su santo y seña. Su segundo disco, Born to die, vendió cinco millones de copias en todo el mundo. Pero desde que es 'visible', Del Rey vive instalada en la polémica. Sobre todo desde que The New York
H E C H O FA M O S A .
36 MAGAZINE Entrevista
Times le dedicara un artículo titulado: «Lana del Rey es un fraude». Sus detractores la acusan de ser un producto prefabricado por un padre millonario, de que sus labios son obra de un cirujano plástico, de que su nombre artístico –se llama Elizabeth Grant– es obra de un publicista sagaz y de que, en un momento de divas extravagantes y sexis, ella es el perfecto contrapunto 'retro' salido de la cabeza de algún genio del marketing. Se le reprocha, en definitiva, no ser auténtica. Pero en las distancias cortas, parece cualquier cosa menos un producto. Amable y cercana, quiere contar su historia. Está harta de que todo el mundo la cuente por ella. XLSemanal. Ultraviolence es su tercer disco. ¿Qué estado de
ánimo refleja? Lana del Rey. Un estado de ánimo sexi, algo inusual en mí [se
ríe]. También es un disco libre. Lo grabé en seis semanas. Fue muy divertido. Antes de eso, todo era muy difícil. XL. ¿Se refiere a su éxito repentino? L.R. Sí. Aunque mucha gente compró mi disco anterior, sabía
que no le había gustado a casi nadie. Hubo quien escribió que era horrible, incluso dañino.
"M I ESTILO 'R ET RO' NO ES U NA BA N DER A FRENTE A OTRAS ESTR ELLAS H I PE RS E X UA L E S . PE RO SÍ S OY M U Y T R A DICIONA L"
para las mujeres, pero yo hablaba de mis sentimientos. Tengo una relación maravillosa con los hombres. La energía masculina es una gran inspiración para mí. XL. Da la sensación de que
sin cierta dosis de polémica es difícil triunfar… L.R. No sé. Pero hay gente
que lo provoca, lo pide a gritos. Yo no lo he buscado. XL. También dicen que se ha
sometido a algún retoque estético. ¿Le molesta? L.R. ¡Claro que me molesta!
[se ríe]. A mí lo que me gusta es parecer camaleónica, pero no soporto las mentiras. XL. Da la impresión de que
su estilo 'retro' es casi una reacción al look hipersexual de otras estrellas como Miley Cyrus, Rihanna o Lady Gaga. ¿Es así? L.R. No es una declaración de intenciones frente a lo que
XL. ¿Se sintió maltratada por la prensa? L.R. Me adjudicaron una mala reputación [risas]. XL. ¿Y no la merecía? L.R. ¿Por qué habría de merecerla? Soy una buena chica. XL. La acusan de ser una estrella prefabricada… L.R. La autenticidad no me parece un valor. «¡Es auténtica!».
representan otras cantantes. Es mi estilo natural. Aunque, si soy sincera, a veces sí que he pensado: «Voy a abotonarme» [se ríe]. Es solo una manifestación de mis orígenes. Mi familia es muy tradicional.
¿Y qué? ¡Qué aburrimiento! Además, ¡yo escribo y produzco todas mis canciones!
Joan Baez o la generación beat –Jack Kerouac, Allen Ginsberg…– en los sesenta, donde pasaban noches escribiendo novelas o canciones folk. También el respeto como escritora dentro de esa comunidad. Y, la verdad, no encontré ninguna de las dos cosas.
XL. En eso tiene razón. Decenas de estrellas no escriben lo que cantan y nadie pone su autenticidad en entredicho… L.R. Exacto. Fui invisible durante siete años. Ninguna
discográfica se interesaba por mí. No había sitio para una cantante lírica en un momento en que solo funcionaban en los Estados Unidos el rap y pop. Ni siquiera el rock estaba vivo. XL. Y, en 2011, Videogames la pone de pronto en el mapa… L.R. Hace tres años, me hice visible y la gente empezó a
preguntarse: «¿De dónde ha salido?». Había varias páginas en blanco en mi historia y mucho espacio para inventar cosas. Al final, la verdad es lo que se escribe sobre ti, la palabra periodística. Siempre ha sido así. Los titulares dictan la trayectoria de las estrellas. XL. O la odian o la aman. ¿A qué cree que se debe? L.R. Quizá mis mensajes resultaran confusos. Yo no hago
XL. ¿Qué buscaba cuando se metió en este negocio? L.R. Buscaba una comunidad artística como la de Dylan,
XL. ¿Qué se encontró a cambio? L.R. Si te soy sincera: nada. Desde que soy visible, nada es
realmente claro en mi vida. Cuando el camino se despeja, un nuevo obstáculo lo ensombrece. He tenido muchos altibajos. XL. Por cómo lo cuenta, parece que ha sido un proceso
duro. ¿Pensó en dejarlo? L.R. Todo el rato. La vida es corta. Estar entre gente que no
te entiende no resulta agradable. XL. Confiesa que no le gusta mucho actuar, ¿por qué? L.R. En el estudio, con mi productor, es casi como una
pop, mi proceso creativo es más psicológico. Cuando la gente empezó a escucharme, llevaba diez años escribiendo y tenía un universo psicológico muy profundo.
relación romántica, tenemos una química natural. Pero cuando no conoces a tu público, no puedes confiar en que vayan a aceptarte si pierdes el equilibrio y te caes o desafinas. Ahora sé que eso también es parte del espectáculo y estoy empezando a disfrutarlo.
XL. La llegaron a tachar de antifeminista… L.R. Sí, hubo quien creyó que transmitía un mensaje dañino
XL. ¿Qué diferencias hay entre Lizzy y Lana? L.R. Ninguna. Cambié mi nombre para mostrar a los demás
XLSEMANAL 1 DE JUNIO DE 2014
44 MAGAZINE En primer plano
con Gina. Compartiendo una chocolatina y cantando Cumpleaños feliz. Lo celebrábamos lo mejor que podíamos. Nos escribíamos tarjetas las unas a las otras».
L AS OT R AS C H I CAS Un año después de secuestrar a Michelle, Castro raptó a Amanda Berry; y al año siguiente, a Gina DeJesus. ¿Le reconfortaba saber que había otras chicas en la casa? «Sí, pero al mismo tiempo me decía que no merecían estar allí. Yo tampoco. Era terrible, porque yo sabía exactamente qué iba a pasarles a partir de ese día y que no iba a gustarles». Durante la década que estuvieron juntas, Michelle y Gina establecieron una profunda relación personal. Michelle adoptó el papel de madre. Las dos pasaban la mayor parte de los días encadenadas o encerradas en el mismo cuarto oscuro (a Amanda Berry le fue concedida su propia habitación, que más tarde pasó a compartir con su hija). Gina y Michelle escuchaban música juntas, leían juntas, comían juntas, iban juntas al baño (un retrete de plástico que era vaciado muy de tarde en tarde). Si una enfermaba, la otra cuidaba de ella; se daban ánimos.
CHRISTOPHER LANE (THE SUNDAY TIMES MAGAZINE)
A R I E L C A ST R O Aunque Castro nació en Puerto Rico, llevaba viviendo en los Estados Unidos desde niño. Su pareja, Grimilda Figueroa, y sus cuatro hijos lo habían abandonado. Se habían marchado de Cleveland en 1996. Tres años antes de irse de la ciudad, la Policía había detenido a Castro por agredir a Grimilda. Ella murió hace dos años, pero su hermana declaró que Castro le había roto la nariz, las costillas y los brazos y que la tiró por unas escaleras, fracturándole el cráneo. Los dos hermanos varones de Castro vivían en la ciudad, y en un principio se dio por sentado que estaban implicados en los secuestros. Pero Michelle insiste en que eso no es cierto. Cuando Castro recibía visitas, encerraba a las chicas en el piso de arriba o en el sótano. «Los hermanos nunca llegaron a enterarse, siempre estaban demasiado borrachos para darse cuenta de lo que pasaba. Antes de llegar a la casa ya se habían tomado media docena de cervezas y eran incapaces de oír algo porque la radio estaba a todo volumen». Michelle dice que Castro achacaba su conducta a los abusos sexuales que él mismo había sufrido de niño. «Decía que no podía controlarse
XLSEMANAL 1 DE JUNIO DE 2014
porque era un adicto al sexo y que la única forma de remediarlo consistía en cortarse la… (no llega a pronunciar la palabra)». ¿Castro lo decía en serio? «A veces, sí». ¿Michelle se hubiera prestado a hacerle una cosa así? «Sí. Llegó a pedirme que se lo hiciera. Pero también me dijo: 'A cambio, te haré daño'». Durante el juicio, el psiquiatra presentó un informe en el que aseguraba que, de las tres chicas, Michelle era la que había sufrido «de forma más prolongada e intensa». Ella lo corrobora. Y lo justifica en su propia actitud retadora durante su cautiverio. «La cosa llegó a un punto en el que, cuando el tipo me derribaba a golpes, yo me lo quedaba mirando sentada en el suelo sin expresión, como si fuera idiota. Y entonces le sonreía, dándole a entender que aquello no era nada. Me convertí en insensible al dolor. '¿Eso es todo lo que puedes hacerme?', venía a decirle con la mirada. No quería darle el gusto de suplicarle. Las súplicas lo alimentaban». Michelle también recibía peor comida que las otras dos cautivas. «Siempre me daba los restos. Con el tiempo, me di cuenta de que a ellas les daba más comida y de mejor calidad, fresca, la mayoría de las veces». ¿Castro se mostró en algún momento bondadoso con ella? Michelle recuerda con lágrimas el día que le compró un perro. «Yo quería a ese perro con toda mi alma. Lo quería muchísimo. Le puse el nombre de Lobo. Me parecía maravilloso compartir mi vida con otro ser, poder cuidar de él». Unas semanas después, Castro violentó a Michelle en presencia de Lobo. «Y mi perro le soltó un mordisco… El tipo agarró a Lobo por el cuello y… (hace un gesto con las manos) delante de mis narices. Luego fue a la planta baja, metió el cuerpo en una bolsa y lo tiró al cubo de la basura».
"Llegué a pedirle a Gina que me matara. 'Mátame, por favor. Cúbreme la cabeza con la almohada y sácame de aquí'"
L O S E M BA R A Z O S ¿Se quedó embarazada cinco veces durante su cautiverio? «Sí», susurra. ¿Usted quería tener esos niños? «Sí. Bajo ninguna circunstancia pensaba en dar muerte a un niñito pequeño. Por muy mal que me fueran las cosas». ¿Cuánto duró el embarazó más largo? «Tres meses». Silencio. No ceso de preguntarle a Michelle cómo se las arregló para sobrevivir. Responde que por las mañanas hacía lo posible por no despertarse. No se levantaba de la cama hasta que Castro la obligaba. «No tenía razones para levantarme ni para hablar». Muchas veces fingía estar dormida. Castro se mofaba de ella constantemente: por su físico, por el hecho de que nadie estaba buscándola. Estaba convencida de que moriría
"Me quedé embarazada cinco veces. El embarazo más largo duró tres meses. Yo quería tener a los niños"
46 MAGAZINE En primer plano rostro, vi a Gina y sentí que todo me daba vueltas. '¿Sabes lo que significa esto?', le dije. '¡Volvemos a casa!'». Gina DeJesus y Amanda Berry sí tenían hogares a los que regresar. Michelle Knight, no. Su familia hizo acto de presencia, pero ella no quiso volver a su lado y se marchó al centro de acogida. «Mi madre les dijo a los periodistas que siempre me había querido, pero no es así. Todo lo que dijo en la tele es mentira: que si teníamos una casa en el campo, que si yo tenía un caballo… Yo nunca he vivido en el campo ni he tenido un caballo. Lo único que le pido a mi madre es que deje de mentir». Michelle tampoco se ha reencontrado con Amanda y Gina. «Ahora mismo, todas tenemos nuestros problemas. Y cada una necesita tiempo para estar a solas». Joey, el hijo de Michelle, ya ha cumplido 14 años. Ella lo ha visto en fotos y le ha escrito cartas. Pero no quiere precipitar las cosas. Cree que Joey seguramente está más unido a sus padres adoptivos. «Está hecho todo un hombrecito, es guapísimo, y lo quiero con locura. Me alegro de que no le falte de nada y me entristece no estar a su lado. Espero que un día volvamos a vernos. Antes me preguntó que cómo me las arreglé para seguir adelante durante esos 11 años –me dice, mientras saca un montón de papeles: dibujos, poemas y escritos realizados en la casa–. Gran parte de ellos están dedicados a Joey». Y comienza a leer una de las cartas. «Feliz día de Halloween, hijo mío. Te quiero y me gustaría estar contigo. Tu recuerdo es lo único que me acompaña en este momento». Me enseña una tarjeta en la que dibujó un perro tocado con un birrete de académico. «Lo dibujé para celebrar que Joey habría terminado su último año de guardería». Entre los papeles hay varios listados escritos durante su cautiverio en casa: listas con resoluciones, con sueños, con cosas que necesitaba. Uno de estos listados reza: champú, toallas, toallitas, pasta de dientes… «Son cosas que no teníamos y que soñábamos con tener –afirma–. Casi nunca teníamos pasta de dientes. El tipo, de vez en cuando, nos daba un poquito y decía que tenía que durarnos seis meses. Si nos hacíamos un corte y nos daba agua oxigenada o alcohol, yo lo utilizaba para cepillarme los dientes». El sol de la tarde reluce con fuerza. Le pregunto a Michelle si duerme con las cortinas abiertas. «Sí –responde–. Para contemplar el cielo maravilloso que estuve años enteros sin ver». Y guiña los ojos al mirar hacia el sol. ¿Le duelen los ojos? «Sigo teniendo algún que otro problema. Si la luz del sol es demasiado brillante, tengo que apartarme de la ventana». ¿Su vista está mejorando? «Todavía no mucho. Pero mejorará. Sigo teniendo esperanza». Q
Aunque fue doloroso y horrible, salí con vida del infierno». ¿Alguna vez trató de comprender las motivaciones de Castro? «Sí. Él consideraba que las chicas éramos una especie de familia para él». Y en esa familia, ¿qué relación tenían ellas con él? «Una relación de esposas», contesta de forma escueta. Castro solía decirles que quería que fuesen felices. En el juicio declaró: «Espero que lleguen a perdonarme de corazón, pues en nuestro hogar se daba una gran armonía». Es un hecho que Castro las trató de forma un poco más amable durante los últimos años de cautiverio. Ya no las mantenía encadenadas, solo encerradas con llave. Permitía que Michelle y Gina vieran a la niña todos los días. ¿Le parece que Castro en cierta forma las quería? «Sí, a su modo enfermo. A su modo demencial nos quería, porque pensaba que formábamos una familia. Era parte de ese mundo de fantasía en el que vivía. Tenía que ver con el hecho de que quería tener una familia, pero no la tenía. Siempre se quejaba de que su familia lo había abandonado». Castro fue hallado ahorcado con una sábana el pasado mes de septiembre. Todo el mundo habló de suicidio, pero desde instituciones penitenciarias se afirmó que había muerto de forma accidental al procurarse una asfixia autoinducida con fines sexuales. La forense discrepó y se reafirmó en la tesis del suicidio. Michelle está de acuerdo con ella. «El tipo buscó la escapatoria de los cobardes». ¿Preferiría que Castro siguiera con vida y en la cárcel? «Bueno, en cierta forma preferiría que no se hubiera matado, pero a cada uno lo suyo. El tipo no quería seguir viviendo. No podía vivir con el recuerdo de lo que había hecho. Y lo entiendo. De haber sido él, yo también me hubiera matado».
E L D Í A QU E ESCA P Ó D E L I N FI E R NO El día de su huida, Amanda Berry se las había arreglado para llamar la atención de unos vecinos, que inmediatamente llamaron a la Policía. Cuando Michelle oyó que alguien aporreaba la puerta, creyó que eran unos ladrones. «Todo el mundo puede decir eso de '¡Policía! ¡Abran!'. Pero entonces oí un walkie-talkie. Nada más ver la placa de una agente, salí corriendo por la puerta, me subí a sus brazos y me agarré a ella con todas mis fuerzas. No podía creerlo. Volví el
"Sigo teniendo esperanza. Duermo siempre con la cortina abierta para contemplar el cielo que no pude ver durante años"
XLSEMANAL 1 DE JUNIO DE 2014
© THE SUNDAY TIMES MAGAZINE
"El tipo se suicidó. Buscó la escapatoria de los cobardes. Lo entiendo. De ser él, yo también me hubiera matado"