XIX Desmembramiento by Revista Morbífica

Año 0 I Núm 7 I Marzo I DESMEMBRAMIENTO I www.revmorbiﬁca.com

N MIE DESMEMBRA

EN PORTADA: Lindsey Rickert (Portland, Oregon, 1984). In 2012, she graduated Cum Laude with a BFA in Photography from Pacific Northwest College of Art, where she mentored under Holly Andres. Since graduating, her work has been shown in many group and twoperson exhibitions ranging from Oregon to New York. In 2014, she completed a successful Kickstarter campaign to travel the country and photograph existing and abandoned drivein theatres. In 2015 she released these images in her first book, DriveIn America. Disconnected is her current project where she explores the female form and ideals of beauty through precariously staging mannequins. _____ Lindsey Rickert (Portland, Oregon, 1984). En 2012 se graduó con honores en fotografía del Colegio de Arte Pacific Northwest, donde Holly Andres fue su mentor. Desde su graduación, su obra ha participado en numerosas exposiciones colectivas y en pareja, a lo largo de todo Oregon hasta Nueva York. En 2014, completó una exitosa campaña en Kickstarter para viajar por su país fotografiar cines al aire libre todavía existentes, pero abandonados. En 2015 lanzó su primer libro Drivein America. Disconnected es su actual trabajo, en el cual explora la forma femenina y los ideales de belleza a través de maniquíes precariamente puestos en escena.

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v i s t a In d e p e n d

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CONTENIDO: Carta editorial: Desmembramiento

Cuento Los senderos se amalgaman / Iván Loeza

Poesía Simplezas / Ernesto Adair Zepeda Villarreal

Prosa Poética El fragmento / Baruch Martínez Treviño

Primus Inter Pares Jalea de pájaros / Adriana Tafoya

Editorial Enmembramiento: La obra de Jan Svankmajer

Artes Escénicas Microteatro: La nueva manera de hacer arte / Leonardo Carvajal

Ensayo Morbo en la nota roja / Silvia Valencia Posadas

Directorio

EDITORIAL: En la Edad media y todavía algunos siglos después, las torturas se volvieron el pan de cada día. Una de las más notables y preferidas por la Santa Inquisición era amarrar las extremidades del condenado a cuatro caballos; luego, con la simple orden a los ecuestres para que corrieran, la víctima sufría de un dolor inimaginable gracias a los esguinces y, si se tenía suerte, arrancaban a la primera los brazos y piernas; si no, podía tardar un par de horas para que éstos quedaran apartados de su dueño. Lo más aterrador, sin embargo, era el público que se reunía en las plazas para aplaudir el inhumano evento. Hoy en día, no obstante la desaparición de la institución inquisidora, seguimos siendo despedazados poco a poco, a lo largo de toda una vida. La ruptura amorosa, por ejemplo, siempre se lleva una parte de nosotros: el corazón, el sexo, el aliento del suspiro. El público sigue siendo el mismo, reunido alrededor para ver nuestro desangramiento y las extremidades ofreciendo el espectáculo del morbo. Morbífica en su número XIX le ofrece enfrentarse a este miedo, que sea usted nuestra víctima de desmembramiento: Iván Loaeza nos presenta en su cuento “Los senderos que se amalgaman” el desprendimiento del alma, a dónde va cuando muere. “Semblanzas”, poema de Ernesto Aldair, nos pone a pensar sobre qué pasa cuando un hombre pierde la mitad de sí y sin embargo no muere; Baruch Martínez, en cambio, con “El fragmento” pone en la mesa la cuestión de si los objetos se han vuelto una parte de nosotros. En nuestra sección Primus inter pares, la poeta Adriana Tafoya en su increíble obra nos dice que el peor desprendimeinto es el de la persona amada, como si fuera una extremidad más. Mientras que Irais Jiménez en nuestra editorial nos plantea lo contrario el “enmembramiento”, desde la obra del cineasta Jan Svankmajer. En la sección de artes escénicas, traemos al microteatro como esa partícula salida de la necesidad de la experimentación teatral. Sivlia Valencia nos trae un ensayo sobre el espectador ante el desmembramiento: la nota roja. Por último, el dossier de la fotógrafa norteamericana Lindsey Rickert nos pondrá de cabeza cuando de cuestionar la feminidad a través del cuerpo se trata. Lector, agarre bien sus cuatro caballos, que el dolor apenas está por comenzar. Disfrútelo. Los editores

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Los senderos se amalgaman

por Iván Loeza

No es más asombroso nacer dos veces que una sola, pues todo en la naturaleza es un permanente renacer. Voltaire.

CUEN 6

Al final del camino de su existencia, estaba Framton vagando a través del cementerio, en el cual con tanto dolor dio triste sepultura a su querida madre. Las lágrimas recorrían su rostro mientras en su mente se proyectaban los desgarradores recuerdos de su madre, ahora alabada por los ángeles, pero aquí, en el planeta donde la miseria le provocó inmensas preocupaciones, ya sin nombre para siempre. Existen diversos tipos de muerte, en uno el cuerpo se desvanece en conjunto con la eternidad. En otro, el alma perdura, pero lejos del envase físico; la más dolorosa según los expertos, el alma desaparece, se esfuma de la existencia mientras que el cuerpo deambula frente a los ojos de cientos de espectadores, en las calles, en los teatros, en los parques y en las escuelas. Lastimosamente es una pandemia de muerte extracorpórea que domina a los humanos convirtiéndolos en autómatas. En el segundo caso, el alma viaja a una estadía desconocida para la mente racional, un cosmos donde el sentido común desaparece y las leyes físicas son fantasías desvanecidas. Framton lo sabía. Adquirió este conocimiento viajando en sus sueños, investigando en fuentes dispares, adentrándose en un mar de ilusiones, hasta que finalmente llegó al punto en el

que fue seducido y embriagado por aquel universo irreal. Desde ese momento descuidóo la realidad y fue víctima de los desgraciados resultados. En un mes la muerte inundó su ser. La vida no le dio tregua a su dolor y esa noche según los médicos era la última. Por ende, también de sus visitas a ese maravilloso lugar. La última vez que podría observar a su adorada madre sólo viva en sus recuerdos. Surgió ahí, en el cementerio que tan tristes memorias le traía. Vagó a través del camposanto buscando la infortunada sepultura, se topó con todas sus evocaciones de la infancia, las observó y lloró de nuevo por la melancólica noticia. Cuando a lo lejos, vio la figura de su madre, erigiéndose sobre una colina verde, ella le sonrió y se esfumó para no volver nunca más. Después de esa visión, sintió una presión en el pecho, el firmamento se apagaba lentamente, comprimiendo todo a su paso. Su sueño implosionaba. El nuevo comienzo estaba cerca. En el cielo oscuro se dibujaba el jirón sagrado, la matriz que le dará de nuevo la vida. Este espectáculo alentador lo llenaba de fantásticos terrores, nunca antes sentidos. Sentía su corazón latir con más calma, como si se preparara para expirar. Se resignó a su cruel destino, que a la vez conllevaba un poco de esperanza. Procedió a cerrar los ojos y se preparó para el impacto.

7 Abrió los ojos de nuevo... Estaba recostado en la cama de sus padres. Junto a él, su madre, tan radiante como la recordaba y con una lozanía propia de un espíritu agraciado. Al parecer la fantasía sin previo aviso era su especialidad. Cuando los caminos se bifurcan en las plenitudes curiosas del universo, la línea temporal no se ve afectada en lo absoluto; por otro lado, a veces sucede el caso contrario: al amalgamarse los senderos correspondientes al espacio real y al onírico, un mundo quimérico en donde las consecuencias de las causas se suceden en innumerables e infinitas situaciones pasan sin reversa y sin lógica, siempre son de un linaje extravagante y los resultados tan espesos, tan sorprendentes y variados que sería grotesco intentar expresarlo en palabras escritas.

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Simplezas Todo el peso del cuerpo cae en las manos, el peso implacable del cansancio, de la angustia de esperar una llamada que no llega; el ruido de una compañía que hace tanto se desvaneció entre las habitaciones de la casa, el beso colérico de la lluvia que penetra el follaje hasta estallar en mi frente. Me mantengo sentado, aguardando, y es la espera heroica del fracaso que se adivina entre las palabras que nunca pude decir honestamente, las que quebraban los dientes en astillas hasta rasgar las encías, las que se endurecieron como trozos de piedra por entre las grietas de mi rostro, de todas las veces que marqué la carne de la cara para hacerla lucir distinta en el espejo, mas nunca pude hacerlas florecer como un regalo

POES 8

Me obsesionan los caminos de la baba seca de los caracoles sobre la tierra, y sonrío amargamente al pensar en el sonido de sus caparazones reventados bajo los pies por la noche; el tacto desnudo de la planta que rompe el silencio y parte del alma, el cruel juego de no mirar entre la oscuridad su frágil simetría de arcos despedazados;

por Ernesto Adair Zepeda Villarreal pero sentirla y compadecerse como un cretino que no puede cambiar el mundo: las reglas que rigen la fortuna son demasiado simples. Soy un hombre que ha perdido de lo que amado la mitad la mitad que sostiene las quijadas sanguinarias, la mitad en la que va escurriendo la lluvia, un fantasma perdido entre el tiempo consumido y las sombras de lo que deseó tantas veces;, un amante que ha dejado fermentar los frutos de la pasión hasta amargarlos en un fresco licor que nadie es capaz de beber sin llenarse de esa humedad terrosa que se adivina en los ojos, un maestro que no desea compartir sus enseñanzas a sus semejantes y que se mofa de sus esperanzas, una máquina elemental que cuida la precisión de sus mecanismos sin objetivo, una promesa elocuente de la victoria de la edad del hombre que se apaga sin que la tierra se conmueva; el golpe del agua labra su descenso entre las hojas y el concreto de los edificios, sin que se lave la suciedad en el cuerpo inamovible de esta criatura que he amansado desde tantas promesas olvidadas que ya no dueles. Espero que pase la tormenta,

9 Esta simetría cruel de mi mente conserva su belleza mística de permanecer quieta, sin valor para otros; sólo la lluvia pasa, lo demás permanece constante; si yo no me muevo, tampoco lo hace el universo hasta que se quiebran todas las cosas desde adentro y puedo asegurar que todo se templa en los recintos de la muerte. Una gota que se abre camino entre las ramas golpea mis manos y apenas noto que ha pasado.

Zepeda Villarreal, Ernesto Adair. (Texcoco, Estado de México, 1986). M.C., Economista. XVI Premio Nacional de poesía Tintanueva 2014, con el poemario Reminiscencias. Mención honorifica en el 3er certamen de poesía Francisco Javier Estrada 2011, de la Casa del poeta Gonzalo Martré (Cd. Neza). Primer lugar del III certamen Buscando la Muerte, del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, 2014. Actualmente es el Editor del proyecto Colectivo Entrópico. Ha publicado en las revistas Salamandra, Molino de Letras (Texcoco, EdoMéx), Aeroletras (Querétaro, Q.), El Perro 6,7, así como en digitales: Penumbria 23, RevarenaVol. 6, y otras. Los libros colectivos más recientes donde ha participado son: Sobre la brecha (C. Entrópico), Masturbación Latina (La Fonola Cartonera, Chile), Lo poéticamente incorrecto (MiCielo Ediciones), Hostal Entrópico (C. Entrópico), La llave de los secretos (C. Entrópico), ¡Está vivo! Homenaje a Frankenstein (Saliva y Telaraña), El infierno es una caricia (Fridaura), Turdus Mirula (Revista Mirlo, España), entre otros. levedadlunar.blogspot.mx. @adairzv Fb: E Adair Z V

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El fragmento El día de labios rojos para que las palabras se pinten. Días densos en recuerdos: comprar libros como un alivio. ¿Miedo? No quiero encontrarme contigo. Así, ese día que me tomó en la pausa y sumergió mis sentidos en agua helada. A veces los nombran “encuentros inesperados”, de cuartos semivacíos, cuando aún huele a círculo y para hacer un giro-otro abres una puerta.

PROSA “Darte luz” es la canción que suena cuando corres la ventana. Aquí, entre basura porque odio tu amor a los libros. Todavía sudan mis manos si te pienso, mientras mis escarlatas uñas tantean los lomos de aquellos. Tomé el libro de entre las estanterías polvosas, las formas de las rutinas nos soplan sorpresas. El autor era ilegible, el título decía Filosofía de la espera. Lo abrí, lo olí, lo recorrí con mis dedos hasta encontrar una hoja amarillenta con algo escrito en tinta roja. La hoja, que no pertenecía al libro, sino que alguien la dejó ahí, estaba recortada por una parte; indescifrable al inicio de ella. Cuando la leí, sentí que por mi falda entró un escalofrío y por mi nuca jamás salió. Decía lo siguiente:

“Te prohíbo que me veas así, escúchalo bien, a mí, la que pudo estar todos los aires junto a nuestros caminares, esos que le dan la vuelta a la vida.

por Baruch Martínez Treviño No estoy sentada frente a la ventana ni cuento a las personas que pasan; no observo el sol cómo avanza a través de sus tonalidades grises que voy diferenciando, tampoco cuento los automóviles ni los voy clasificando; no me olvido del hambre, no tomo mi gata en mis brazos, mucho menos recargo mis recuerdos en una canción; no entrecierro mis ojos ni hago historias cortas en la palma de mis manos; no recorro la vela con mi vista buscándote entre ritmos, no me falta el aire ni acaricio mi cabello pensando que son tus manos; no me arrullo con tu tacto sobre mi piel, no siento tus jadeos en mi oído, tampoco cierro mis ojos ni enveneno con tus dedos mi sexo; no entreabro mi boca añorando tus mordidas ni escucho todas las melodías que me amaste; pero sobre todo, no recuerdo tus ojos, no recuerdo mi cuerpo.

POÉ

Te digo todo lo que no hago.

Tampoco pienso en el pasado ni en proyectos que pintamos, tampoco en tu risa, ni en tus sueños, menos en tu cuerpo que se estremecía en tu cándida voz. ¿Crees que eso hago? Ya no hago nada, escúchalo bien, todo esto, con enorme crueldad, me atropella todas las tardes cuando pierdo mi vida en ese sillón frente a la ventana.”

TIC

Cierro el libro, dejo la hoja adentro, trato de olvidar las palabras, trato de cerrar la puerta del recuerdo y la casualidad. La vida tiene sentido cuando me dejo tomar por las sorpresas que habitan mis deseos; pero, me confieso a mí misma: tengo mucho miedo a hacerme pedazos y que no pueda volver a juntar cada fragmento de mi ser.

Baruch Martínez Treviño (1986) Psicólogo social, colaborador de la revista SuiGeneris de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León, actualmente realiza un posgrado en la UAMX con el tema de subjetividad política y desaparición forzada.

Fragmento - por Mario Azzi

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Jalea de pájaros (Extractos) ¡No juegues con las profundidades del otro! L. Wittgenstein

por Adriana Tafoya El despojo ...Cuando dormimos, el sufrimiento, que no olvida, cae gota a gota sobre el corazón hasta que, en nuestra propia desesperación, contra nuestra voluntad, llega la sabiduría por intermedio de la portentosa gracia sobrenatural. Esquilo A patadas arrancó sus besos de mi boca por la escalera rodaron mis brazos y piernas por el suelo mis uñas brillantes diminutas puntiagudas astillas de un espejo que nunca pudo reflejarme A puntapiés me separó de su cuerpo con esos pies desnudos que en tembloroso embeleso besé a labios abiertos pies amados en donde mi lengua succionó el oscuro perfume durmiente entre sus dedos

PRIMUS III

Déjenme morir sin dios No claven pájaros en mi cabeza Quiero caer llorar gruñendo gritar al verme sin piernas ni manos Que el dolor y el pánico me enciendan la mente que mis pájaros sangren al estrellarse contra el hocico del miedo y sólo quede tizne tiznón del perverso canto que miente y dice caerá el sol sobre la tierra y aún moribundo arrasará los campos Sufrir, quiero retorcerme y sufrir en el concreto del cráneo

que me trisque la nada en la amargura de la niebla que venga la muerte a humedecerme con la mordida del dolor Sólo déjenme morir solo tranquilo en la sombra sin la estúpida intromisión de dios

INTER

Pies desgastados con los que me voy sin blusa y sin rostro hacia una calle cubierta de todas las costras de la existencia

PARE

que llegan a encharcarse

Se mueven los engranes de nada sirve mi congoja la piel se va empolvando

Esta noche no llueve pero sé que en esa ventana un niño se destroza en llanto Enmugrecido Quiero salir de este cajón —tengo amputadas las piernas— para acercarme a ustedes ruedo cuatro engomadas llantas y estiro mi gruesa mano para saludarles (?) No, para exigirles una moneda porque —yo tengo amputadas las piernas— me pongo los pantalones doblados pero no los hiere el concreto porque los guardo con todo y mi persona en este negro cajón de madera Me excitan las jovencitas oler el aceite de sus piernas me corrompen sus zapatillas completamente rojas

13 y aunque no he besado a ninguna —todavía— sé que me sabe a mango la boca

Adriana Tafoya (México, 1974). Poeta y Editora. Destacan entre sus libros publicados: Animales Seniles (2005), Sangrías (2008), El matamoscas de Lesbia y otros poemas maliciosos (2009), Diálogos con la maldad de un hombre bueno (2010), Malicia para niños (2012) y Los rituales de la tristeza (2013). Obtuvo el segundo lugar en el Concurso Nacional de Poesía El Laberinto (2004), el primer lugar en el I Slam de Poesía organizado por la Alianza Francesa (2007), el tercer lugar en el Certamen Relámpago Internacional de Poesía Bernardo Ruiz (2008) y finalista en el Premio Nacional de Poesía temática Tinta Nueva (2010). Fue conferencista en el Festival Internacional de Ajedrez 2006, organizadora de los Miércoles Itinerantes de Poesía (07/12) y creadora del Torneo de Poesía Adversario en el cuadriláterO (07/12). Ha sido incluida en 33 antologías poéticas, entre ellas el Anuario de poesía 2007 Selección de Julián Herbert (FCE 2008) y Cantar Bajo la Nieve, Edición Conmemorativa el Encuentro Internacional de Poetas y Escritores del Nevado "Toluca Bicentenario". Es compiladora, junto con Andres Cardo, de 40 Barcos de Guerra, Antología de Poesía (Coedición de 42 Editoriales Independientes, 2009) y de Torneo de Poesía 2007-2010. Antología de poetas sobre el cuadrilátero (Verso Destierro/Linaje Editores, 2013). También ha colaborado en suplementos y revistas de México, Argentina, Venezuela, Nicaragua, Chile y España. Actualmente forma parte del consejo editorial de la revista Blanco Móvil, y es editora de la revista y editorial VersodestierrO.

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Enmembramiento: La obra de Jan Svankmajer Jan Svankmajer Praga 81 años 4 de septiembre 1934 Artista gráfico, escultor, diseñador, poeta, cineasta Surrealista Influencias: Edgar Allan Poe, Lewis Carroll Página web: www.jansvankmajer.com

EDIT

Lo que acabas de leer es una ficha con información de una persona que quizá incluso ahora no signifique nada para ti, que probablemente podrías olvidar fácilmente. Son cosas que hablan de una persona, de diferentes aspectos de su vida, pero que en realidad no dicen nada de ésta, así pues: ¿qué hace de alguien lo que es? Si tomaran todos tus recuerdos, tus pensamientos y sentimientos y los depositaran en un clon, en la condición exacta que tiene tu cuerpo en este momento ¿seguirías siendo tú? Es algo difícil de responder; sin embargo esto es tan sólo un pretexto para hablar del desmembramiento, para lo que es perfecto Jan Svankmajer, aquí es donde te puede llegar a significar algo y, quizá, no lo olvides tan fácilmente, ya que es el responsable de hacernos pensar en el enmembramiento. Este artista checo es un referente en el cine por sus realizaciones surrealistas en stop motion, las que son graciosas y perturbadoras en igual magnitud, puesto que pone a sus personajes en situaciones inverosímiles con una carga social que llega a ser devastadora.

En su cortometraje Darkness/Light/Darkness (1989, Checoslovaquia) podemos ver cómo una mano enciende una luz y entra en un pequeño cuarto. Tomando en cuenta las dimensiones del brazo en contraste con las de la habitación, y los objetos dentro de ésta, el primer pensamiento respecto a esta extremidad es que es el protagonista del corto, es una unidad entera y no sólo una parte del cuerpo. La perspectiva cambia cuando entran en escena otras partes del cuerpo,

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RIA

a las cuales identificamos como piezas de un todo los ojos, otro brazo, las orejas, éstas comienzan a interactuar entre sí y poco después empiezan a unirse, lo que hace que dejen de ser unidades por sí mismas para convertirse en secciones faltas de algo: la cabeza, de cuello; la cara, de labios; las extremidades, de cuerpo. Un poco así se va formando nuestro pensamiento respecto al mundo, primero lo hacemos a través de nuestros sentidos: el tacto, la vista, el oído, el olfato y el gusto; después poco a poco interactuamos con él hasta que nos formamos una opinión propia al respecto, que de alguna forma limita nuestra perspectiva de éste al establecer la línea entre lo que conocemos y lo que no. Aunque también es así como entendemos el mundo, no es suficiente saber que una cosa funciona de tal manera, sino que queremos saber cuáles son las partes que la componen y por qué es como es, incluso cómo sería si pudiéramos separarla y cambiar las piezas de lugar. ¿Cómo sería una rana con patas de araña o un dragón con cuerpo de pez?, quizá fueron otras las necesidades de Pedro Linares para crear a los alebrijes, pero es algo que está en nuestra naturaleza.

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En Jídlo (Food, 1992), también de Jan Svankmajer, podemos percibir la insistencia en dividir el cuerpo con una intención intelectual, el cuerpo se convierte en un alegoría de una situación social. Para empezar, el acto de comer toma una postura crítica ante las clases sociales, el hecho de ingerir un alimento te pone por encima de alguien y alguien está por encima de ti. En Breakfast, la cual es la primer parte, tenemos una habitación en la que un hombre se convierte en la máquina que dispensa alimento; mientras que en la segunda parte, Lunch, dos hombres sentados a la mesa en un restaurante, al no ser atendidos por el mesero comienzan a ingerir los objetos que tienen a su alcance. Hay una influencia total por el hombre que parece tener más dinero; así, es éste quien marca la pauta y el hombre pobre acepta que eso es lo correcto; no es sino hasta en la tercera parte, Dinner, en la que el cineasta hace evidente la posición de las clases sociales, en la necesidad básica de cualquier ser vivo. Se ve a un hombre vestido de traje negro, añadiendo complementos a su plato en el que reposa la mano cercenada de sí mismo, y así vemos a otras personas que comen brazos, piernas, genitales. Lo curioso es que no son las partes cercenadas las que nos causan asco y repugnancia, es la idea de una sociedad en la que todos pasan por encima de todos y se comen unos a otros, no importa que te llames Jan o Pedro, alguien come de ti y tú comes de alguien más, incluso a ti mismo.

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Microteatro: La nueva manera de hacer arte por Leonardo Carvajal Desde sus primeros días la raza humana ha utilizado el arte como su principal medio de contacto con el mundo. Con el tiempo esta forma de expresión se convirtió en el recipiente en el que se vertían todo el conocimiento y las representaciones de lo observado por el hombre, aunque claro, sólo comprensible para todo aquel que logre apreciarlas.

ARTES

Las expresiones de una misma rama del arte son casi infinitas, lo cual se extiende hasta el ámbito de las temáticas. En el caso del teatro por lo regular sólo se logra mostrar una faceta de ellas; por tanto, la asistencia a más de un obra al día es algo que se dificulta debido a la duración natural de una puesta en escena, asimismo el tiempo que se llega a tener para fungir como espectador de ellas. Es decir, pareciera que el teatro desde su naturaleza está incapacitado a diferencia de la literatura (con el cuento, por ejemplo) a reproducirse en cadena, dejando a gran parte del foro siempre aguardando una nueva oportunidad para asistir a estos recintos, si la obra fue buena; o en cambio, de no repetir la experiencia si la puesta fue pobre en términos teatrales. Ante esta demanda surgió la propuesta del “Microteatro”, la cual se perfila desde hace unos años como una oferta difícil de ignorar, en especial para todo aquel que busque gozar de más de una obra de teatro al día.

Esta nueva manera de colocar obras en escena se desarrolla en espacios de quince metros, con un público de quince espectadores y con una duración de quince minutos por puesta. El corto espacio con el que cuentan estas producciones permite que varias obras se desarrollen en intervalos cortos, así el espectador puede ir de un recinto a otro y encontrarse con distintas historias. Además el tiempo de espera por cada función es de treinta minutos; así que el espectador puede asistir a más de una obra, apreciando varias puestas en el mismo transcurso que si decidiera entrar a una función de teatro convencional. El microteatro es relativamente joven, sus primeras apariciones fueron en el año 2009, en España, de la mano del director y dramaturgo Miguel Alcantúd y de su colaborador Pablo Blanco; quienes a causa de castings imposibles y escasez de proyectos se decidieron por dar inicio a esta propuesta, con el tema “Por Dinero” como estandarte de las producciones y con trece micro obras respaldándolo.

ESCÉ

Así, el microteatro vio la luz en el interior de un prostíbulo abandonado, en el centro de la ciudad de Madrid. Su éxito fue fulminante, logrando revolucionar el teatro independiente en Europa y captando la atención del extranjero, hasta que en el 2013 obtuvo un sitio en nuestro país. La importación de este subgénero promovió el arte del teatro independiente

NICA

dentro de la población y generó nuevos recintos para la exposición de las llamadas “galerías” de Micro Arte; con artistas como el pintor Ricardo Guevara y Rodrigo Aguerre entre otros. Los invitamos a que se vuelvan seguidores de esta nueva forma de hacer teatro y a que estén al pendiente de la nueva temporada de Micro Teatro de este año, que dio inicio el jueves veintiocho de enero, con el tema “Por los Dueños”. La citsa son en la calle de Roble número tres, esquina con Insurgentes Norte de la colonia Santa María La Ribera.

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19 Ricardo Guevara: https://www.youtube.com/watch?v=1ck6yfu3G0w http://www.ricardoguevara.com.mx/ Micro Teatro México: http://ccemx.org/microteatro/ https://www.youtube.com/watch?v=AlhN1PNhvCY Micro Teatro España: https://www.youtube.com/watch?v=zHksq5jJuhM.

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Morbo en la nota roja

por Silvia Valencia Posadas

Esa atracción malsana y oculta que despierta un objeto o una persona que puede resultar desagradable, cruel, prohibida o contra la moral establecida. El morbo es un asunto de todos los días. Lo vemos por doquier. En todas su formas y metamorfosis, por ejemplo, la fotografía de nota roja en los periódicos mexicanos sensacionalistas. El fotoperiodista Ulises Castellanos, en su Manual de fotoperiodismo: Retos y soluciones, menciona que la foto de nota roja es un género del fotoperiodismo que provoca morbo debido a su naturaleza y que es utilizado por los todos medios de comunicación como un anzuelo de venta, sin embargo, es obligación del periodista apuntalar el hecho no la situación que provocó. A pesar de lo anterior, el lector mexicano no busca la información, por el contrario, lo que quiere ver es la carnita de la nota, es decir, la sangre, a los heridos, a los detenidos y a las encueratrices de la contraportada, solo por mencionar algunos ejemplos. Esta situación se genera porque, según la escritora norteamericana Susan Sontag, en su libro Sobre la fotografía, el exceso de fotos con contenidos explícitos y terribles, adormece nuestra sensibilidad y por lo tanto, el lector necesita imágenes con mayor impacto visual que reactiven su capacidad de asombro. Periódicos como La Prensa, El Gráfico, Basta, entre otros, hacen uso de este recurso en sus titulares, por ejemplo: "Camión apachurra a joven en Vallejo",

ENSA 20

"Borracha se desnuda y pide sexo en vía pública", "Le meten balazos en una fiesta", "Le vuelan la choya", entre otros, y siempre acompañados por fotografías que ilustran los hechos. Fotógrafos de nota roja como Enrique Metinides, han logrado otorgarle a la foto de este género una función informativa, pero también ha capturado el rostro del morbo en los mexicanos. En una entrevista para VICE México, Metinides mencionó que a veces fotografiaba a los curiosos de las escenas del crimen y que en ocasiones logró reflejar la necesidad del mexicano por estar presente en las tragedias que ocurrían en la Ciudad de México. El morbo que despiertan las fotografías y titulares, en los individuos, es parte del éxito de este tipo de periódicos, pues lo utilizan como una herramienta de mercadotecnia en el cual se involucran el doble sentido, el sexo y por supuesto la sangre. A pesar de lo anterior y como ya se vislumbraba al inicio de este texto, la fotografía de nota roja hace que el lector vea la violencia y la crueldad sin ningún filtro que la suavice, es por esta razón que el reportero tiene la obligación ética de que el contenido se utilice con sentido informativo, es decir, que denuncie el hecho y no que victimice a la persona en cuestión o a los familiares. Por lo tanto, como dice José Darío Restrepo en su libro Ética para periodistas, lo único que le interesa a la prensa sensacionalista es mostrar fotografías de la

21 vida privada y alimentar el morbo con titulares que llamen la atención del lector, pero nunca tratará de ejercer la profesión periodística con el fin de servir a la sociedad y lograr el bienestar común.

Silvia Valencia Posadas (México, D.F., 1991). Periodista y fotógrafa situada en la Ciudad de Mexico; egresada de la FES Acatlán (UNAM), de la licenciatura en Comunicación. Actualmente está desarrollando proyectos fotográficos sobre las tradiciones y costumbres ancestrales del sur del país.

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LUE O

DIRECTORIO Director general: Tonatiuh Higareda Directora creativa: Irais Jiménez Edición: Tonatiuh Higareda e Irais Jiménez Diseño: Verónica Arrieta (Miss Elektrik) Artes Escénicas: Leonardo Carvajal Colaboradores: Zoé Mictecaciuatl Daniel Montes Gilberto A. Nava (Gablot Ier Van) Rubén Vázquez David Álvarez Óscar Hernández (Hache O. Momus)

CONTACTO http://revmorbifica.com revmorbifica@gmail.com Síguenos también en redes sociales: @revmorbifica