CAPÍTULO I: INICIO DE LA VIDA, BASES BIOLÓGICAS Objetivos: Conocer los hechos biológicos básicos en relación al inicio de la vida del ser humano y del embarazo.
Introducción Al decir “inicio de la vida” no se pretende plantear un tema filosófico, ni entrar en discusiones sobre cómo definir el término “vida”. Nos referimos aquí —porque es la premisa para la discusión ética— al inicio de la vida del ser humano, de cada ser humano, como individuo de nuestra especie. La pregunta “¿cuándo comienza a existir cada ser humano?” —no “los seres humanos”, de manera genérica—, es una pregunta que cae estrictamente en el terreno de la biología; más específicamente de la embriología. Revisaremos aquí las bases biológicas del inicio de la vida del ser humano. La anticoncepción es la acción y efecto de impedir la concepción, es decir, que la mujer quede preñada o embarazada, impidiendo que el óvulo (gameto femenino) sea fecundado por el espermatozoide (gameto masculino), lo que de manera natural ocurre dentro del aparato reproductor femenino. En inglés se usa el término contraception, cuya traducción al español —contracepción— es usada también como sinónimo de anticoncepción.
1. Embarazo, concepción e inicio de una nueva vida humana. 1.1. El embarazo. Es el estado o periodo fisiológico en el que se encuentra la mujer preñada, es decir, la que ha concebido y por lo tanto tiene un embrión o feto vivo que se desarrolla dentro de su cuerpo, normalmente en el tracto genital interno; se inicia en la concepción o fecundación (o
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fertilización), y termina de modo natural en el parto, y lo caracterizan diferentes signos y síntomas clínicos. De
la
desprenden
definición las
dada
se
siguientes
consecuencias, que son válidas y aplicables para todo embarazo, independientemente
de
las
circunstancias en que haya sido causado o de las circunstancias que lo rodeen: a) Para que haya embarazo son necesarios dos individuos humanos vivos: la mujer madre y el embrión o feto, hijo, dentro del cuerpo de la mujer madre. b) El embrión o feto tiene un rol determinante. Por una parte, la presencia del nuevo ser humano vivo dentro del cuerpo de la mujer marca el inicio del embarazo. Pero además, hay una natural sincronía entre inicio de la existencia del nuevo ser humano e inicio del embarazo en la mujer que lo concibe en su cuerpo. Por lo tanto la presencia del nuevo ser humano dentro del cuerpo de la mujer es condición sine qua non para decir que una mujer está embarazada. O en otras palabras: sin embrión o feto vivo dentro de la mujer no hay embarazo; es un absurdo afirmar que una mujer está embarazada y afirmar que lo que se desarrolla dentro de ella no es un ser humano —en estadío de embrión o feto— distinto de ella y que está vivo. 1.2. Concepción e inicio de una nueva vida. Si el embarazo se inicia con la presencia viva de un “nuevo” ser humano dentro de la mujer, la pregunta obligada para saber cuándo se inicia el embarazo es “¿cuándo se
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inicia la vida de ese nuevo ser humano?” o “¿cuándo comienza a existir ese ser humano?”, dado que ello marcará el inicio del embarazo. Es una pregunta de corte científico, no filosófico, cuya respuesta no es un asunto de opinión sino que puede ser determinada de manera precisa por la rama de la biología denominada embriología; y no admite sino una única respuesta válida. Los embriólogos R. O’Rahilly y F. Muller sostienen que:
“Aunque la vida es un proceso continuo, la fecundación [...] es un hito crítico porque —en circunstancias ordinarias— se forma un organismo humano nuevo genéticamente distinto”1. Cada ser humano, entonces, comienza a existir como un “organismo nuevo” en el momento de la fecundación o concepción (también llamada “fertilización” en la literatura en inglés). Los mismos autores definen fecundación como “la secuencia de eventos que comienzan cuando el espermatozoide hace contacto con un oocito secundario2 o sus envolturas, y que termina con la entremezcla de los cromosomas materno y paterno en la metafase de la primera división mitótica del cigote. El cigote es característico de la última fase de la fecundación [...]. Es un embrión unicelular”3. La formación del cigoto puede ser tomado como el tiempo cero de la existencia del nuevo individuo y de su desarrollo embrionario4.
Ver: O'Rahilly R., Muller F., Human Embryology & Teratology (3rd ed.)(New York: Wiley-Liss, 2001): p. 8. El ovocito secundario es lo que normalmente llamamos “óvulo”. 3 Ver: O'Rahilly R., Muller F., Human Embryology & Teratology (New York: Wiley-Liss, 1994): p. 19. 4 Ver: Moore K.L., Persaud T.V.N., The Developing Human (Philadelphia: W.B. Saunders Company, 1998): p. 18. Ver también la p.2 de la 7a. edición 2003. 1 2
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El genoma del “nuevo organismo humano” se encuentra ya activo desde antes que los cromosomas provenientes de los pronucleos paterno y materno se hayan entremezclado para formar un núcleo único, asumiendo de inmediato el control del desarrollo embrionario apenas las membranas de ambos gametos quedaron fusionadas: el nuevo ser humano dirige su propio desarrollo, no la madre. Así, cuando el embrión es una sola célula, en sus primeras 24 horas de vida, se empieza a establecer cómo ocurrirá su desarrollo sucesivo, y su primera división influye en el destino de cada una de las dos células que se formarán5. Por lo tanto, la primera división del zigoto influye en el destino de cada célula y, en definitiva, de todos los tejidos del cuerpo. El plano del cuerpo del ser humano comienza a establecerse desde el momento de la concepción o fecundación: de qué parte se formará la cabeza y los pies, de qué lado se formará la espalda y de cual el ombligo, se fue definiendo en los minutos o a lo más en las horas siguientes a la unión del espermatozoide con el óvulo. Ello ha llevado a los científicos a afirmar que el “destino” de cada ser humano se establece “a partir del día uno” de su vida6. La
fecundación
o
concepción
significa
el inicio de
dos
acontecimientos: a) La vida de un ser humano, y b) El embarazo, en circunstancias naturales7.
De las dos células formadas, una dará origen a la región de la masa celular interna o embrioblasto, de donde derivarán los tejidos del embrión; la otra dará origen al trofoblasto, de donde derivarán los tejidos involucrados en la nutrición del embrión y del feto. 6 Ver Pearson H., “Developmental biology: Your destiny, from day one” Nature 418: 14-15 (4 July 2002). Y el comentario Dell H., “Developmental biology: Marked from the Start”, Nature 445: 157 (11 January 2007). 7 En la fertilización in vitro (FIV), que explicaremos en el capítulo 3, el inicio de la vida del nuevo ser humano no coincide con el inicio del embarazo en la mujer. Ella ya era madre de los embriones obtenidos in vitro (siempre y cuando hayan sido obtenidos con sus óvulos), pero recién inicia el embarazo cuando estos se le trasfieren a la cavidad uterina esperando que se implanten en el endometrio y prosigan su desarrollo. Es un error hacer 5
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Mira el video “La odisea de la vida” y “La Biología del desarrollo prenatal”
extensivo esto —que sólo se verifica en la FIV— a todos los embarazos naturales, para afirmar que “el embarazo se inicia con la implantación del embrión en el endometrio uterino y no con la concepción o fecundación”.
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