CAPÍTULO III: IDENTIDAD PERSONAL Y PERSONALIDAD Objetivo: Reconocer elementos básicos de la Identidad, Personalidad y sus trastornos, con el objetivo de profundizar la aproximación que se tiene a la Persona Humana y la influencia de su entorno familiar y social en ella.
1. Identidad Personal El ser humano está sumido a múltiples cambios a lo largo de su desarrollo, no obstante, hay algo que continua estable en su ser, ello es lo que podríamos denominar como identidad personal, Aquilino Polaino afirma que “Lo que resiste a los diferentes cambios biográficos es lo que constituye su identidad personal, lo que la configura como la singular persona que es”1. De allí que pueda decirse que la identidad personal es lo que permanece en el ser y hace de él alguien único. Según Javier Cabanyes la identidad personal: “Es la configuración básica de la personalidad como algo distintivo de los demás, visto desde el reconocimiento personal (la idea sobre sí mismo) y desde la imagen que se da a los demás (la idea de sí mismo que se traslada a los demás)”2. De lo anterior puede decirse que la identidad personal incluye a su vez la manera en que la persona piensa, se reconoce y reflexiona sobre sí, sus sentimientos, Aquilino Polaino, Persona y familia, La configuración de la identidad personal en la familia, En La salud mental y sus cuidados, Ediciones Universidad de Navarra, S.A. EUNSA, Navarra 2010,p. 34. 2 Javier Cabanyes, Personalidad, El modo de ser de cada cual, En La salud mental y sus cuidados,Ediciones Universidad de Navarra (EUNSA), Navarra 2010, p. 87. 1
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vocación, relaciones con otros, por lo que se hace necesario considerar que “la experiencia y comprensión de sí mismo –además de las acciones realizadas por la persona- es sobre lo que se fundamenta la identidad personal”3. Para
un
adecuado
personalidad,
es
desarrollo
de
necesario
la el
reconocimiento de la propia identidad, en afinidad con ello Cabanyes plantea que “si no se lleva a cabo de forma adecuada o no se logra alcanzar, es fuente de numerosos desajustes y trastornos”4, puesto que tiene que ver con la forma en que la persona piensa a sí misma en concordancia con quien es. Seguidamente, el mismo autor afirma que en este proceso intervienen factores ambientales y elementos como el autoconcepto, autoimagen y tipificación sexual, que, si no se elaboran adecuadamente, no permiten una apropiada adquisición de la identidad personal, lo que trae como consecuencia en la mayor parte de los casos algún tipo de trastorno de personalidad u otro tipo de enfermedad mental. Regresando un poco el término identidad viene del latín identitas, diem, que significa lo mismo, lo igual, lo idéntico, lo que permanece. La identidad es concebida entonces como un principio unificador que posee los siguientes rasgos: 1. Permite reconocernos a lo largo de nuestra historia.
3 4
Aquilino Polaino, op.cit. p. 35. Javier Cabanyes, op.cit, p. 87.
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2. Pueden ocurrirnos muchos cambios pero sabemos que “somos los mismos”. 3. Hay cosas que sentimos que al hacerlas, no son propias de quienes somos. Sentimos que somos desleales con nosotros mismos. La identidad nos es dada como una invitación o llamado a la perfección de nuestro ser y a la actualización de nuestras potencias y puede verse reflejada por ejemplo en los padres que ven en sus hijos lo que ellos pueden llegar a ser o el esposo que ve en su esposa, lo más hermoso y perfecto que ella, libremente, podría llegar a ser.
Cuando nos referimos a la identidad, más que pensar en un proceso de formación de la misma, debiésemos pensar en un proceso, que principalmente es descubrimiento paulatino de lo propiamente humano y singular de cada persona. El proceso de descubrimiento de la identidad es lento y va acorde, también, a los procesos del desarrollo psíquico de la persona. Una personalidad más libre e integrada, favorecerá el logro de este descubrimiento, una personalidad más enferma o inmadura, quizá nunca llegue a encontrarse con su verdadera identidad. La identidad, nos remite con rapidez a la pregunta por ¿Quién soy?, sin embargo no se limita al presente sino que integra el pasado, ¿Quién he sido? y se abre al futuro de ¿Quién estoy llamado a ser?
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Futuro
Por
otro
lado,
el
proceso
de
descubrimiento de la identidad, no es sólo
Presente
un proceso auto reflexivo, sino de apertura del ser personal al contacto con otros, donde el sujeto descubre su necesidad de
Pasado
trascendencia, y se va descubriendo a sí mismo en una relación autentica con el resto de las personas.
En la medida que reconocemos que la identidad es lo que da unidad al sujeto y que permite tener resonancias entre lo que va viviendo y su ser íntimo, la persona irá descubriendo más puramente su ser más auténtico. Cabe resaltar, que todo lo que dificulta que la persona crezca en su capacidad de entrega de amor, es un obstáculo real al encuentro de su propia identidad.
2. La importancia de la familia en el desarrollo de la Identidad La identidad personal se encuentra en esbozo en el origen del propio ser. Más tarde, se irá configurando en las relaciones que se vayan estableciendo con los padres, hermanos y con las otras personas5, por lo que cabe decir que ésta no se construye, puesto que viene con el ser, sino que se moldea y configura a través de las relaciones con los otros. Con relación a la configuración de la identidad, algunos autores afirman que el elemento más importante e influyente en tal configuración, es la familia, 5
Aquilino Polaino, op.cit, pp. 33-40.
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aseverando al respecto que el modo en que una persona habla, los gestos con que se expresa, el mismo estilo cognitivo que caracteriza a su singular forma de conocer y pensar son en buena parte deudores de la familia en que ha crecido. La familia deja una impronta especial, un resello inconfundible en el modo en que se configura la identidad personal6. De lo anterior puede inferirse que la familia al ser el grupo primario de socialización, va marcando en la persona costumbres y diversas maneras de comportarse, de pensar, percibirse a sí mismo y al entorno, que se imprimen en la identidad. Aunque existan diferentes estructuras familiares, ninguna por sus costumbres, tradiciones, valores y relevantes convicciones, modela la identidad personal como un elemento suelto o aislado, sino que lo hacen de forma orgánica y articulada a la biografía personal7,es decir que la dinámica familiar guarda siempre una relación directa con la identidad de la persona, en cuanto permite que paralelamente a la conformación de la identidad, se vayan integrando elementos aprendidos en el contexto familiar, “esos valores familiares acaban por integrarse en una unidad de orden superior: la identidad de esa persona”8 . Es importante precisar también que aunque la familia es el factor principal para la configuración de la identidad, no es un determinante de la misma, sobre ello Polaino explica que “aunque los padres sean los mismos y procuren tratar igual a todos-cosa muy poco frecuente-, cada uno acabará por configurar una identidad
Aquilino Polaino, op.cit, pp. 33-40. Ibídem. 8 Ibídem, p. 35. 6 7
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diferente, la que le es propia, la que le pertenece y singulariza” 9, ello se debe a la particularidad de cada persona, por ejemplo al tener elementos diferenciales como el sexo, afectividad, carácter, temperamento, experiencias, entre otros, como factores constitutivos propios de la persona. Pasaremos en breve a la definición y descripción de lo que es la personalidad, pero antes, el siguiente cuadro comparativo dará luces de elementos que distan los términos identidad y personalidad.
Lectura para profundizar. Revisa el texto La Salud mental y sus cuidados. Capítulo II Persona y Familia: La configuración de la identidad personal en la familia de Aquilino Polaino (2010, Navarra: EUNSA, pp. 33-40).
9
Ibídem, p.34.
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3. Personalidad El concepto de personalidad ha sido abordado por diversos autores, desde hace varios años, lo que ha producido numerosas definiciones y conceptualizaciones del mismo, sin embargo, hablaremos a continuación de algunas definiciones y elementos esenciales para tener una mayor comprensión del concepto. Hay quienes planten que la personalidad puede definirse partiendo de lo observable y externo a la persona, logrando dar cuenta de sus características más aparentes, sin embargo, en ámbitos como el científico se ha optado por presentar definiciones más simples como el modo de ser de cada cual, o la manera de ser de cada persona. Otro aspecto importante, es diferenciar la personalidad del término persona, puesto que “el concepto de persona hace referencia a la dimensión ontológica del ser humano, y la personalidad es una inferencia extraída de lo observable en la persona, que hace referencia a su modo de estar en el mundo”10 . A grandes rasgos la personalidad puede entenderse como “el conjunto de características del individuo que define y explica los patrones permanentes de su manera de sentir, pensar y actuar”11, la personalidad refiere “al estilo distintivo que tiene una persona, o a un patrón de pensamiento, emociones, adaptación y conducta”12. En concordancia con lo anterior, para otros autores, la personalidad abarca tanto la conducta externa de la persona, como su experiencia interna, acotando que no solo los gestos, comportamientos y manifestaciones que pueden ser observables, configuran la personalidad, sino que se integran también los deseos, Javier Cabanyes, Personalidad,El modo de ser de cada cual, En La salud mental y sus cuidados, Ediciones Universidad de Navarra (EUNSA), Navarra 2010,p.85. 11 Loc.cit. 12 Beatriz Quintanilla, Personalidad Madura, temperamento y carácter, Publicaciones Cruz O.S.A, Mexico 2003, p.72. 10
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pensamientos, sentimientos y convicciones, es decir, todo eso que constituye la experiencia interna y el mundo subjetivo de la persona, de donde proceden luego las manifestaciones que son observadas13 . En psicología y psiquiatria se habla de dos aspectos que componen la personalidad: el temperamento (lo orgánico o personalidad fisiológica) y el carácter que es el modo de reaccionar de cada individuo14 , este mismo autor explica que el carácter es la personalidad en su manifestación externa, en su actividad objetivable y que se presenta de manera repetitiva. El temperamento se considera como una predisposición heredada, y por ello, difícil de modificar. A continuación, se presentan algunas características de la personalidad recopiladas por algunos autores 15 : 1. La personalidad incluye una serie de elementos (rasgos o disposiciones internas), relativamente estables a lo largo del tiempo, y consistentes de unas situaciones a otras, que explican el estilo de respuesta de los individuos. Estas caracteristicas de la personalidad de naturaleza estable y consistente, permiten que podamos predecir la conducta de los individuos. 2. La personalidad también incluye otros elementos (cogniciones, motivaciones, estados afectivos) que influyen en la determinación de la conducta y que pueden explicar la falta de consistencia y de estabilidad de la misma en determinadas circunstancias.
Aquilino Polaino, Javier Cabanyes y Armentia Del Pozo, Fundamentos de psicología de la personalidad, Ediciones Rialp, Madrid 2003. 14 Beatriz Quintanilla, op.cit. 15 José Bermúdez, Ana María Pérez, José Ruiz, Pilar Sanjuán y Beatríz Rueda, Psicología de la personalidad. Librería UNED, Madrid 2011, p. 30. 13
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3. La personalidad abarcará, tanto la conducta manifiesta como la experiencia privada, es decir, incluye la totalidad de las funciones y manifestaciones comportamentales. 4. La conducta será fruto tanto de los elementos más estables (ya sean psicológicos o biológicos) como de los aspectos determinados por las influencias personales (percepción de la situación, experiencias previas), sociales y culturales. 5. La personalidad es algo distintivo y propio de cada individuo a partir de la estructuracion peculiar de sus características y elementos. 6. La persona buscará adaptar su conducta a las características del entorno en que se desenvuelve, teniendo en cuenta que su percepción del mismo va a estar guiada por sus propias características personales.
Mira el video “La Identidad personal” de Humberto del Castillo. Entrevista realizada por la Opción V.
Nota: Cabe resaltar que la dimensión espiritual permea directamente también la conformación y consolidación de la propia personalidad, este elemento se vuelve indispensable a la hora de ejercer la psicología desde una visión cristiana.
La personalidad al ser un constructo, se va desarrollando en la medida que vamos madurando y ejercitando diversas formas y estrategias de enfrentarnos a la realidad.
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Se combinan en este proceso nuestra historia,
genética,
interacción
permanente con el entorno familiar, social y factores externos que van desarrollando
en
nosotros
estas
herramientas y que a lo largo del tiempo se van rigidizando en un patrón estable de conductas por medio de las cuales enfrentamos el mundo y a nosotros mismos. Está en la base de todo su quehacer y se expresa a partir de un particular estilo de vida que afecta la forma de pensar, sentir y actuar de cada uno. Por último, paralelamente, mientras la identidad va dejándose ver lentamente, la personalidad va estructurándose y formándose. Por ende, la identidad logra manifestarse e incorporarse paulatinamente en el desarrollo de la personalidad, este juego dinámico entre la identidad que se expresa y la personalidad que se forma facilitará el desarrollo de una sana y equilibrada personalidad que reconoce y respeta lo más propio de la persona: su identidad.
Lectura para profundizar Revisa el texto La Salud mental y sus cuidados. Personalidad: El modo de ser de cada cual de Javier Cabanyes Truffino (2010. Navarra: EUNSA, pp. 85-98).
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4. Trastornos de la personalidad Para definir los trastornos de personalidad es importante entender que los criterios para hablar de personalidad normal y anormal aún no son claros, sin embargo, se han establecido criterios de tipo estadístico y social, el primero para hablar de variaciones cuantitativas y el segundo, aunque tiene en cuenta también elementos cuantitativos, se asienta en el hecho de que la persona experimente algún sufrimiento por su propia personalidad u ocasione malestar o sufrimiento a los demás16 , sobre ello se profundizará mas adelante. Una
definición
de
los
trastornos
de
personalidad propuesta en el DSM (Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) describe que un trastorno de personalidad es: “Un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y comporta malestar o prejuicios para la persona”17 . De la definición anterior, puede decirse que los trastornos de la personalidad se distinguen por experiencias internas y comportamientos constantes en la persona que le propician sufrimiento e interfieren en su adaptación a las condiciones de vida, presentándose destacadamente en la edad adulta, Besteiro y García la definen como: José Luis Besteiro y Ángel García, Trastornos de la personalidad, En La salud mental y sus cuidados, Ediciones Universidad de Navarra (EUNSA), Navarra 2010, pp. 297-309. 17 American Psychiatric Association (APA), Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV-TR., Masson, Barcelona 2002, p.645. 16
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“un patrón de pensamientos, sentimientos, interacción social, sistemas de gratificación y de autocontrol y conductas, generalizado y permanente, que es claramente desadaptativo y ocasiona sufrimiento a la persona y/o a los demás”18. Estos dos autores describen también que tanto el CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades) y el DSM, ambos manuales claves en el diagnóstico psicológico, coinciden en que existe un criterio general de patrones desadaptativos presentes desde la adolescencia, así como la condición de que deben dar lugar a tensión, malestar personal o deterioro social”. Estos sistemas de clasificación han establecido algunos criterios para catalogar y distinguir la existencia de diferentes trastornos de la personalidad. En el DSM-IV, se distinguen diez tipos de trastornos de personalidad, reunidos en tres grupos, por las similitudes de sus características, seguidamente se presentará su clasificación y se tomarán definiciones de otros autores19.
Mira el video “Trastornos de la personalidad” de Liliana Casuso y Santiago Márquez.
A. Raros o excéntricos: Se caracterizan por su incapacidad para establecer y mantener relaciones interpersonales debido a su falta de sintonía y resonancia afectiva, mostrándose como raros o extravagantes ante los que los rodean, y con dificultades para desarrollar habilidades sociales elementales. En este grupo están los siguientes trastornos de la personalidad: 18 19
José Luis Besteiro y Ángel García, op.cit, p.297. Ver en José Luis Besteiro y Ángel García, op.cit, pp. 297-309.
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Paranoide:
(desconfianza
excesiva
o
injustificada,
suspicacia,
hipersensibilidad y restricción afectiva). Este trastorno se puede manifestar en la convicción de que los demás siempre quieren aprovecharse o engañar al sujeto, en que tienen una desconfianza permanente con los demás y en la dificultad para olvidar las injurias. Esquizoide: (dificultad para establecer relaciones sociales, ausencia de sentimientos cálidos y tiernos, indiferencia a la aprobación o crítica), son típicamente solitarios, social y emocionalmente desarraigados, aislados y retirados de los demás, aun cuando vivan en sociedad, tienden a trabajar en tareas que requieren poca o ninguna interacción social. Esquizotípico: (anormalidades de la percepción, del pensamiento, del lenguaje y de la conducta, que no llegan a reunir los criterios para la esquizofrenia), el pensamiento mágico, las ideas de referencia, las ilusiones o la despersonalización (alteración de la percepción o la experiencia de uno mismo), son característicos de estos sujetos. Este grupo de trastornos se caracteriza por un patrón penetrante de cognición (sospecha), expresión (lenguaje extraño) y relación con otros (aislamiento) anormales. B. Dramáticos, emotivos o inestables: Se caracterizan por la presencia de conductas descontroladas y socialmente inapropiadas, labilidad afectiva y una emotividad peculiar. Presentan una marcada tendencia a los cambios del estado de ánimo, que son rápidamente reversibles, y se muestran extremadamente sensibles
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a los acontecimientos ambientales. A este grupo pertenecen los siguientes trastornos de la personalidad: Antisocial: (Conducta antisocial continua y crónica, en la que se violan los derechos de los demás, se presenta antes de los 15 años y persiste en la edad adulta). Son descritos como agresivos y ajenos a las preocupaciones de quienes los rodean. Límite: (Inestabilidad en el estado de ánimo, la identidad, la autoimagen y la conducta interpersonal), muestran un escaso control de los impulsos, notable labilidad afectiva (cambios de ánimo repentinos) con alta sensibilidad a los factores socio-ambientales, respuestas de ira y hostilidad que pueden alterar con las de temor y abatimiento. Histriónico: (Conducta teatral, reactiva y expresada intensamente, con relaciones interpersonales marcadas por la superficialidad, el egocentrismo, la hipocresía y la manipulación). En las relaciones interpersonales muestran una capacidad limitada para experimentar afectos profundos y para expresarlos por lo que suelen ser vistos por los demás como pocos transparentes aunque superficialmente encantadores. Narcisista: (sentimientos de importancia y grandiosidad, fantasías de éxito, necesidad exhibicionista de atención y admiración, explotación interpersonal). Tienden a la explotación de los demás por actitudes de infravaloración del resto de las personas.
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Estos trastornos se caracterizan por un patrón penetrante de violación de las normas sociales (por ej. comportamiento criminal), comportamiento impulsivo, emotividad excesiva y grandiosidad. Presenta con frecuencia acting-out (exteriorización de sus rasgos), llevando a rabietas, comportamiento auto-abusivo y ataques de rabia. C. Ansiosos o temerosos: Se trata de personas extremadamente sensibles a las señales de castigo, a la anticipación objetiva del peligro y a las consecuencias negativas o aversivas de la conducta. El alto grado de ansiedad que tienen suele estar basado en una hipersensibilidad al castigo que induce actitudes de evitación y conductas de compensación que son claramente desadaptativas. En este grupo se incluyen los siguientes trastornos: Evitativo: (Hipersensibilidad al rechazo, la humillación o la vergüenza; retraimiento social a pesar del deseo de afecto, y baja autoestima). Estos sujetos son introvertidos, están socialmente aislados a pesar de sus intensos deseos de aceptación por parte de los otros. Dependiente:(Pasividad para que los demás asuman las responsabilidades y decisiones propias, subordinación e incapacidad para valerse solo, falta de confianza en sí mismo). Estas personas se caracterizan por una marcada necesidad de afecto y aprobación social, con una acusada tendencia a la renuncia o a la supeditación de sus propias necesidades, deseos y valores a los de los demás, mostrándose extremadamente dóciles, sumisos y sacrificados.
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Obsesivo-compulsivo: (Perfeccionismo, obstinación, indecisión, excesiva devoción al trabajo y al rendimiento; dificultad para expresar emociones cálidas y tiernas). En general, son personas que tienden a ser muy controladoras de sus emociones y posesiones, expresando y dando poco y su rigidez le lleva a algunos antagonismos o conflictos con los demás. Este grupo se caracteriza por un patrón penetrante de temores anormales, incluyendo relaciones sociales, separación y necesidad de control. Por último, el DSM-V establece una última categoría que es el trastorno de la
personalidad no especificado, para aquellos trastornos de la personalidad que no se ajustan a los criterios que han sido establecidos en los anteriores trastornos. Aunque los trastornos de la personalidad sean patrones permanentes de conducta y experiencia interna, no todas las personas presentan necesariamente un trastorno, puesto que todo depende del grado de malestar e inadaptación que la personalidad le genere. A diferencia de la identidad personal, la personalidad puede modificarse, permitiendo que en los trastornos de personalidad, se pueda concebir en algunos casaos la idea de reducir sus efectos y controlar sus manifestaciones, lo que explica que existan en la actualidad terapias para tratar este tipo de trastornos. Importante resaltar, que la persona no está determinada por ninguna patología psicológica, creemos que puede haber un cambio de sus esquemas mentales y de su conducta, siempre y cuando quiera y desee cambiar. Se presenta a continuación un esquema de la clasificación de los trastornos de la personalidad a modo de resumen.
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TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Grupo A (Raros y excéntricos)
Grupo B (Dramáticos, emotivos o inestables)
• Paranoide
• Antisocial
• Evitativo
• Esquizoide
• Límite
• Dependiente
• Esquizotípico
• Histriónico
• Obsesivo-
• Narcisista
Grupo C (Ansiosos o temerosos)
Trastorno de la personalidad no especificado
Compulsivo
Lectura para profundizar. Revisa el texto La Salud mental y sus cuidados. Capítulo XXV Trastornos de personalidad de José Luis Besteiro Gonzales (2010. Navarra: EUNSA, pp. 297307).
Mira el video “Trastornos de la personalidad” del Instituto de Psicología de Barcelona.
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