CAPÍTULO II: ABORTO PROVOCADO
Objetivos: Entender la definición de aborto, sus principales presentaciones y los escenarios más comunes en los que se le propone como solución; y desde los datos objetivos de la realidad, incluidos los biomédicos, individuar los valores en juego que nos permitan formarnos un juicio ético respecto al aborto y plantear soluciones realistas y humanas al respecto.
1. Introducción: salud sexual y reproductiva y aborto. Como se mencionó en el capítulo anterior la Salud Sexual y Reproductiva engloba la anticoncepción, el aborto y las esterilizaciones; es necesario tener esto en mente al momento de abordar el tema del aborto. Es preciso aclarar que al hablar del aborto nos referimos específicamente al aborto provocado, que es el que tiene implicancias éticas y repercusiones en la mujer, en el matrimonio, la familia y la sociedad; y no al aborto espontáneo, que siendo también un hecho humanamente dramático —dado que significa igualmente que un embarazo se trunca y que un ser humano muere siendo embrión o feto dentro del cuerpo de su madre— reviste una valencia ética neutra.
Si bien la Salud Sexual y Reproductiva promueve el amplio acceso y la legalización del aborto provocado, no habla de aborto provocado sino de “aborto seguro”.
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 1
El planteamiento es el siguiente: a) El aborto clandestino o ilegal es “inseguro” para la salud y la vida de las mujeres, ya que se practica sin contar con las condiciones adecuadas, lo cual trae como consecuencia que ―cientos de miles de mujeres‖ mueran cada año por esta causa1. b) Por ello, en respeto de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres debe haber libre acceso al “aborto seguro”, es decir, el practicado en una institución de la sanidad, por personal de salud cualificado. Ello implica, obviamente, la legalización del aborto.
Es necesario entonces desenmascarar a la ―salud sexual y reproductiva‖ para que muestre lo que esconde: el aborto provocado. Pero es necesario también entender bien a que nos referimos con ―aborto provocado‖ y las razones por las que es un hecho éticamente y legalmente inaceptable. Comenzamos entonces dando una definición precisa de aborto provocado; ello favorecerá un diálogo y discusión fundados en la verdad y en la realidad.
2. Definición El aborto provocado es la eliminación voluntaria y directa de un ser humano concebido y aún no nacido, mediante diversas técnicas variables según la etapa de desarrollo en que se encuentre.
Nótese que en este planteamiento inicial lo que se cuestiona no es el recurso al aborto, sino su condición de ―inseguridad‖ para la mujer, que terminaría causando ―cientos de miles de muerte‖, sobre lo cual se jala la atención. La cifra de ―cientos de miles‖ fluctúa entre los 150 y 400 mil en los diversos países de América latina, sin que exista ningún estudio que la sustente; se trata sólo de un dato inventado con fines mediáticos. 1
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 2
Elementos importantes en la definición
a) Es matar a un ser humano vivo dentro del seno materno, en la fase inicial de su existencia. b) Es un acto voluntario, es decir, deliberado y directo, buscado en sí mismo
c) Se puede realizar de diferentes formas. d) Se puede realizar en cualquier momento del embarazo, es decir, desde la concepción hasta el momento que el bebé está maduro para la vida extra-uterina, es decir, para nacer.
Es importante observar, para fines de la discusión, que la correcta definición de aborto: a) Se basa en el hecho científico de que desde la fecundación nos encontramos frente a un ser humano vivo. b) Tiene su punto fundamental en el hecho de que se causa la muerte de un ser humano de manera deliberada y directa. c) No se formula en función del embarazo (i.e. ―interrupción del embarazo‖), que es un elemento secundario, dado que se puede realizar en cualquier etapa del mismo.
2.1. Comentario sobre el aborto como “anticoncepción”. Quizá ésta sea la forma más común, difundida y oculta de abortar hoy, y pasa desapercibida. El aborto ha sido asociado a imágenes crudas de fetos muertos o restos de fetos resultantes de los procedimientos quirúrgicos practicados. En las últimas décadas se han introducido el aborto de
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 3
modo solapado, mediante sustancias químicas de uso en el ámbito médico-sanitario, que resultan menos aparatosas a la vista porque: a) Se practican en los primeros días del embarazo, por lo cual el aborto se evidencia sólo como un sangrado menstrual muy semejante a una regla normal. b) Al no ser técnicas quirúrgicas, son más sencillas de emplear y su complicaciones no suelen estar tan asociadas a riesgos para la vida de la madre, aunque sí los tienen. c) Son de práctica ―privada‖, es decir no necesariamente se debe asistir a un centro donde se practican abortos, ni requieren del concurso de un profesional de la salud, al menos directamente; puede usarla la mujer sola. De hecho en algunos países dichas sustancias se puede adquirir sin una receta médica. Estos tipos de aborto son intencionalmente camuflados mediante un lenguaje
elusivo
y
que
genera
confusión.
Así,
se
les
llama
―anticoncepción‖, cuando sus mecanismos de acción consisten en impedir que el embrión se implante o que continúe su desarrollo cuando ya está implantado.
El término más popularmente usado para referirse en conjunto al tipo de aborto provocado por estas sustancias es
precisamente
el
de
“Anticoncepción
Oral
de
Emergencia”, o “Píldora del Día Siguiente”.
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 4
Las sustancias que causan este tipo de aborto pueden ser de dos tipos: a) De interceptación. b) Anti-embarazo. (Remitimos al capítulo II para mayores detalles)
3. Principales escenarios en los que reclama el aborto Enumeramos aquí las tres situaciones típicas que son el marco para el debate sobre el aborto. Es importante notar que cada una de ellas encierra inevitablemente situaciones reales, duras y complejas, sobre todo para la mujer madre que baraja la posibilidad de recurrir al aborto; no podemos dejar de lado ni minimizar el drama humano de cada caso concreto al momento de discutir o tratar de explicar que el aborto provocado es en sí mismo —e invariablemente— un acto malo. Tengamos esto como telón de fondo e idea recurrente al momento de discutir los argumentos.
Resultado de una violación sexual
La criatura presenta malforma ciones
La salud de la madre corre peligro
3.1. El embarazo resultado de una violación sexual. Cuando la mujer se convierte en madre contra su libre decisión como consecuencia de una
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 5
violación sexual se reclama el aborto2. Lo usual es que sepamos poco de la realidad de los embarazos por violación sexual; los juicios se basan más en ideas subjetivas, temores y prejuicios que en los datos de la realidad, que son escasos. a) Ante todo, se suele pensar que de una violación se sigue inexorablemente un embarazo en la víctima. Pero —según los datos que aporta la ciencia3— es exactamente al contrario: es casi excepcional que de una violación resulte un embarazo. b) Además se presenta al aborto como una solución que es injusto negarle a las víctimas de violaciones sexuales. Pero: El aborto no hará que el tiempo retroceda para que el infausto hecho traumático pueda ser borrado Tampoco hará que la mujer se ―desembarace‖ o le devolverá el honor mancillado a la víctima. No hace justicia castigando al agresor. Se castiga a un tercero, a un chivo expiatorio, un ser humano inocente sobre el que la sociedad y la mujer madre descarga su venganza.
Este es el que algunos llaman ―sentimental‖ o ―de honor‖, terminología que no es recomendable usar puesto que fomenta más confusión y distracción al momento de discutir. 3 Para los EEUU, según el estudio de Holmes, el índice nacional de embarazos por violación es del 5% entre las víctimas en edad reproductiva, es decir, de 12 a 45 años. (Ver Holmes MM et al., Rape-related pregnancy: estimates and descriptive characteristics from a national sample of women, Am J Obstet Gynecol 1996, 175(2):320-4). En Perú carecemos de estudios de este tipo. Según el estudio de Wilcox, la mujer tiene más posibilidades de embarazo por una única relación sexual mientras más cerca esté de su ovulación, porque todo depende de su "ventana de fertilidad", que dura pocos días al mes (el tiempo que dure la presencia del ovocito en el tracto genital femenino). Este dato, aplicado a los casos de violación sexual, sustenta la afirmación de que ―la mujer violada tiene pocas posibilidades de resultar embarazadas", porque pocos son los días que dura al mes su ―ventana de fertilidad‖. (Ver: Wilcox AJ et al., Timing of sexual intercourse in relation to ovulation. Effects on the Probability of Conception, Survival of the Pregnancy, and Sex of the Baby, NEJM 1995, 333:1517). Sobre la ventana de fertilidad, ver: http://www.fertilityfriend.com/Faqs/TheFertile-Window---Scientific-Literature-Review.html. 2
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 6
Por ello, el aborto no es un medio para enfrentar la lacra social de las violaciones sexuales: los violadores seguirán libres y al acecho mientras se hace abortar a sus víctimas. c) Otro error en la aproximación a esta situación problema es suponer: Que las mujeres que salen embarazadas a consecuencia de una violación desean practicarse un aborto y; Que el aborto de alguna forma las ayudaría a recobrarse del trauma. Si aceptamos esto estaríamos planteando que la vida del niño es menos importante que las necesidades de la mujer víctima de la violación, con la que todos nos sentimos solidarios. Pero esas premisas son falsas y obviamente es falsa también la oposición que como consecuencia surge entre las necesidades de la madre víctima y la vida de su niño. d) Estudios realizados entre víctimas de violación que resultaron embarazadas revelan que —por el contrario— la mayoría de ellas elige no abortar porque4: Piensan que el aborto sería otro acto de violencia perpetrado contra sus cuerpos y sus hijos. Creen que la vida de sus hijos tiene un significado intrínseco o una finalidad que ellas no comprenden. Al haber sido abusadas, en ellas se hacen más hondo el sentido del valor de la vida y el respeto al prójimo, por lo que rechazan la idea de volverse ahora en verdugos de sus propios hijos.
Cfr. Reardon D. C. Rape, Incest and Abortion: Searching Beyond the Myths, The Post-Abortion Review 2(1) Winter 1993. Copyright 1993 Elliot Institute. 4
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 7
Pueden percibir, con mayor o menor conciencia, que si logran sacar adelante su embarazo habrán superado la violación: dar a luz en esa situación se hace más que nunca un acto generoso que denota gran valor humano, con lo que la víctima se demuestra y experimenta superior al violador. Por otra parte, el aborto tampoco las ayudará a superar el trauma. Basta recordar que el aborto es en sí mismo un hecho que genera grandes angustias y que siempre es traumático. Muchas mujeres que se practicaron abortos los describieron como ―una violación médica‖. La asociación entre aborto y asalto sexual es particularmente fuerte en las mujeres con antecedentes de haber sido violadas. Además, el aborto causa los mismos daños psicológicos que experimenta la víctima de una violación: depresión, sentimientos de culpa, resentimientos, autoestima baja. Por lo mismo, es mentira que el aborto sea una solución para la víctima de una violación. Es más bien un acto incapaz de consolarla y que sólo le causará más dolor psicológico y espiritual.
3.2. El embarazo que lleva un bebé con malformaciones. Cuando la mujer madre lleva en su seno un bebé enfermo o con alguna discapacidad se reclama la eliminación de estos bebés. Es el aborto eugenésico, realizado para eliminar a un bebé que es portador de una enfermedad o malformaciones o discapacidades del más variable grado, con la finalidad de evitar que lleven una vida que ―no es indigna‖ o ―no es humana‖; y principalmente, para librar a la familia y a la sociedad de la carga y el sacrificio que el nacimiento y sostenimiento de tales niños implicaría. La motivación es entonces socioeconómica y hedonista.
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 8
El término es aún poco conocido y usado, y por lo general es más bien evitado, y de hecho se le incluye intencionalmente como una ―causal‖ del aborto terapéutico. La razón para ello es que la palabra ―eugenésico‖ tiene una innegable connotación racista, (pe. fue una práctica de la Alemania Nazi), con la que nadie quiere verse vinculado. Hoy prácticamente no encontramos entre las justificaciones ―la purificación de la raza‖, al menos no de modo abierto y mayoritariamente, pero en los hechos estamos ante el mismo objetivo: impedir el nacimiento de un bebé enfermo o discapacitado. El aborto eugenésico está fuertemente relacionado con las técnicas de diagnóstico prenatal orientadas a detectar malformaciones genéticas y cromosómicas en etapas tempranas del embarazo, usualmente desde finales del primer trimestre hasta segundo. En no pocos centros — sobre todo en los países donde el aborto terapéutico es legal— junto con el diagnóstico prenatal suele ofrecerse el aborto eugenésico. El aborto eugenésico está asociado a las técnicas de diagnóstico prenatal; y dado que las posibilidades de curación de las enfermedades diagnosticadas son escasas, diagnóstico prenatal y aborto eugenésico en la actualidad están directamente asociados. ¿Qué elementos debemos tener en consideración en el escenario “embarazo que porta un niño con malformaciones”? a) Un primer punto que hay que subrayar siempre es que la presencia de malformaciones en el embrión o feto —o más bien, de discapacidades o enfermedades en el niño en el seno materno— no resta en nada la realidad ontológica del niño por nacer: sigue siendo un ser humano tan digno como cualquier otro.
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 9
b) Además, se debe acentuar que el embarazo que lleva un niño con discapacidades o enfermedades, reclama más bien —en vez de su eliminación— una respuesta solidaria y humanitaria, un compromiso: Ese bebé es un ser humano que está particularmente en desventaja, por tanto requiere con mayor razón de ayuda y protección. La mujer madre debe ser también ayudada, en el plano biológico con un adecuado control del embarazo en curso; pero especialmente en el plano psicológico y en el espiritual, que nos plantean una exigencia mayor. También se debe sostener a las familias en la que ocurren estas situaciones, con los medios que sean necesarios, en especial en los casos que supongan una carga humana —o hasta económica— fuerte. Las enfermedades diagnosticadas en el estadío prenatales ponen la obligación de investigarlas y buscar prevenirlas. c) Notemos que detrás de la motivación para este aborto es la filosofía de la pureza racial: no se quiere seres humanos de una ―inferiores‖ que alteren la tranquilidad de nuestras vidas solicitando ayuda y compasión. Es pues, en sentido literal, un aborto selectivo. Por ello, debe ponerse en evidencia: Que esa filosofía es idéntica a la filosofía nazi, de la que sobran testimonios históricos gráficos. La asociación aborto eugenésico – ideología nazi debe ser puesta a consideración de las personas con las que discutimos. Que quienes aplican esa filosofía hace un juicio en el que deciden —―según su opinión‖, es decir, de modo
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 10
totalmente arbitrario— cuál es una vida que no vale la pena que sea vivida, que por ser ―tan defectuosa‖ es mejor darle muerte. Cuando nadie, ningún Estado, ninguna autoridad, ninguna persona, puede juzgar que la vida de otro es una vida inútil, sin valor, eliminable.
3.3. El embarazo que pone en peligro la salud o la vida de la madre. Cuando se suscita un conflicto entre la vida o la salud de la madre y la vida del hijo que lleva en su seno se propone como salida el aborto mal llamado ―terapéutico‖. El aborto “terapéutico” es aquel que se propone como único medio para salvar la vida de la madre, quien de proseguir con el embarazo iría a una muerte inevitable (o resultaría con un daño a su salud), científicamente demostrada. La expresión ―salud de la madre‖ se entiende aquí de modo amplio: como riesgo de muerte; daño permanente de la salud; o daños psicológicos derivados del hecho de que se trata de un embarazo ―no deseado‖, o que es consecuencia de una violación sexual, o que acarrea una carga económica excesiva para la mujer o la familia, o que es portador de un bebé con defectos graves o malformaciones que no le permitirán vivir luego de nacer. Como se puede notar, no sólo se recurre a un aborto terapéutico argumentando proteger la salud física y la vida de la madre. El recurso al potencial ―daño psicológico‖ en la madre a causa del embarazo ha abierto la puerta a la justificación de un aborto ―terapéutico‖ por causas: a) Socioeconómicas: embarazo como ―carga económica‖. b) Anticonceptivas: embarazo ―no deseado‖
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 11
c) Eugenésicas: bebé con defectos graves o malformaciones. El caso más utilizado para reclamar el aborto terapéutico por motivaciones eugenésicas es el caso de los niños anencefálicos.
Es una de las principales maneras como se ha llegado a introducir el aborto en las legislaciones nacionales. Su peligrosidad se apoya en dos elementos: a) La equivocada y falsa atribución del adjetivo ―terapéutico‖. b) El acento dado a la esfera psicológica de la salud madre. La combinación de ambos elementos abre las puertas para que el aborto pueda ser aplicado a cualquier embarazo de modo arbitrario. Además, a través del ―daño a la salud psicológica de la madre‖, como mencionamos en el capítulo sobre anticoncepción, se hace recaer dentro del aborto terapéutico a los abortos eugenésicos y a los abortos que se solicitan cuando ante un embarazo resultante de una violación sexual. De allí que el “aborto terapéutico” sea la forma de presentación aplicable a cualquier aborto provocado. ¿Qué elementos debemos tener en consideración en ante un ―embarazo que pone en riesgo la salud o la vida de la madre gestante‖? a) Obviamente lo primero que se tiene que desenmascarar es el empleo abusivo del término terapéutico, porque el aborto en ningún caso es descrito en la medicina como un medio para curar alguna enfermedad. Aunque sea una batalla perdida en cuanto a que será muy difícil que se logre retirar el uso del término, es importante desenmascararlo
para
revelar
una
actitud
intencionalmente
engañadora desde el inicio.
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 12
b) Un abordaje objetivo exige reconocer que el embarazo sí puede — en ciertas circunstancias — constituir un agravante para la vida o la salud de la madre. Pero a la par con ello se debe hacer notar que: Es falso que tales condiciones médicas sean muchas en la vida real; más bien son verdaderamente escasas. La medicina cuenta ahora con medios avanzados para cuidar la salud de la madre puesta en riesgo a causa del embarazo. Proponer el aborto es renunciar al deber y al desafío que tiene el médico de velar tanto por la vida de la madre como por la del hijo, con los medios de los cuales dispone hoy: equivale pues a un fracaso de los médicos o a la expresión de una medicina incompetente y mediocre. c) Se debe reconocer que la vida de la madre es equiparable a la vida del hijo que lleva en su seno, de lo que se desprende que: Ni se puede causar la muerte directa a la madre, ni se puede causar la muerte directa del hijo. En respeto de la libertad responsable, la madre puede renunciar a una terapia suya a favor de la vida de su hijo. Pero, mientras que la vida de la madre es equiparable a la vida del hijo, la salud de la madre está subordinada al valor de la vida del hijo. d) Todo lo anterior no quiere decir que en el caso que el embarazo constituya un agravante para la vida o la salud de la madre —por ejemplo, cuando se le diagnostica un cáncer durante su tercer mes de gestación— esté prohibido realizar una acción médica
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 13
terapéutica, dirigida contra la enfermedad presente en la madre, que pueda tener como consecuencia indirecta no deseada la muerte del hijo. Es lo que en moral se conoce como el “principio del doble efecto” o “voluntario indirecto”. Allí no se está realizando un aborto ―terapéutico‖ sino que ocurre un aborto como efecto indirecto —no deseado— de la acción médica, que nunca deberá está dirigida directamente contra la vida del niño en el seno materno.
Mira el video ―El aborto hoy.‖ The culture of live.
4. Valoración ética del aborto Para el análisis bioético en primer lugar expondremos los datos biomédicos en relación al aborto. En un segundo paso, uniremos a estos datos la reflexión filosófico-metafísica para profundizar en el significado antropológico, en la visión de la persona humana en toda su plenitud y riqueza; a partir de ello se puede reconocer qué valores en relación a la vida y a la dignidad del ser humano son puestos en juego por el aborto. Este segundo momento constituye el fundamento y el presupuesto para el juicio ético, ya que el análisis que se hace aquí determinará cuáles valores se deberán tutelar y cuáles principios y normas – que tienen como centro de referencia al ser humano y los valores que en él se encuentran jerárquicamente armonizados, como son la vida, la salud, la libertad y responsabilidad personales, etc. – se le ofrecerán a quien está evaluando una situación concreta que tiene en frente, como por podría ser por ejemplo un embarazo no deseado o un embarazo fruto de una violación sexual. El tercer momento es el del juicio ético y de las decisiones
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 14
operativas, que expresa la ley moral natural que mueve toda conciencia humana a hacer el bien y evitar el mal, y que llevará a la solución del dilema que se enfrenta.
Datos biomédicos
Reflexión filosóficometafísica
Juicio ético
4.1. Recogiendo los datos de la realidad. El tema del aborto provocado suele suscitar apasionamientos porque por lo general está fuertemente asociado a verdaderos dramas humanos que no debemos soslayar, minimizar o marginar al hacer un análisis racional del hecho concreto. Suele pasar que concentramos nuestra atención en la tragedia de una vida humana inocente asesinada en el seno materno con complicidad —menos o más consiente— precisamente de aquella que era la primera llamada a proteger la vida de su hijo. Pero también es muy importante reconocer la tragedia una mujer violada que se encuentra repentinamente con un embarazo que nunca deseo y que la convertirá en madre soltera; o la tragedia quien en la felicidad de la dulce espera de un bebé recibe el sorpresivo golpe de un diagnóstico de anencefalia a mitad del embarazo; o el drama de la mujer que con una enfermedad moderada o severa vive un embarazo que la pone en el riesgo de agravar su salud o perder la vida. En nuestro análisis del aborto
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 15
provocado no podemos tener una visión ―tubular‖ ver solamente el hecho de que un bebé es asesinado.
En la discusión sobre el aborto provocado, nuestra aproximación debe ser a la situación en su conjunto, abarcando todo el drama humano que sirve de contexto, reconociéndole el peso y la valencia a cada uno de sus elementos. Esto nos permite conocer mejor la verdad de la situación y —contrariamente a lo que podría pensarse— el conocimiento y reconocimiento de los otros elementos, dándoles el peso y valor que tienen, fortalecerá nuestra postura respecto al aborto.
Son tres los elementos que podemos recoger racionalmente al momento de aproximarnos a una situación en la que se plantea como posibilidad provocar un aborto. a) El embarazo puede constituir un agravante: De las condiciones socioeconómicas de la madre o de la familia. Una gestación y el mantenimiento de un hijo suponen un gasto económico. En ciertos estratos sociales, o en ciertas circunstancias sociales una familia puede experimentar esto como una carga mayor, sin tener muy claro cómo manejar la coyuntura en lo inmediato. De la salud psicológica de la madre. Ya hemos mencionado el caso de las violaciones sexuales; igualmente el saber que la propia salud física o la propia vida se pone en riesgo en relación directa al embarazo; o el recibir un diagnóstico de una enfermedad intratable
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 16
en el hijo, que lo llevará a una pronta muerte luego del nacimiento, como es el caso de la anencefalia.
De las condiciones de salud física de la madre. Existen entidades médicas que pueden con el desarrollo del embarazo pueden deteriorar la salud de la madre o incluso poner en riesgo su vida. Se puede llegar a la situación de tener que elegir: ―o la vida de la madre o la pérdida de madre e hijo‖. Ninguna de las tres posibles consecuencias mencionadas debe ser negada, a ninguna se le debe restar la importancia que tiene.
b) Desde el momento de la fecundación: un „nuevo‟ ser humano. Según los datos de la ciencia, en el humano, en la fecundación o concepción
—momento
en
que
el
gameto
masculino
(espermatozoide) y el gameto femenino (óvulo) se fusionan— dejan de existir los gametos para dar inicio a una nuevo individuo de la especie humana: un ‗nuevo‘ ser humano original y único, distinto del padre y de la madre, que con su propia carga genética comanda su desarrollo biológico de manera coordinada, continua y gradual, desde el instante mismo de la fusión de los gametos, y que desde el día uno de su existencia determina características biológicas que permanecerán en el futuro de su vida. Todo ser humano se inició en la fecundación; el embrión unicelular, el cigote, ha sido el primer estadío de vida todo ser humano.
c) El reconocimiento de los actores en el aborto provocado. Como parte de los datos de la realidad se ha de identificar a los
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 17
actores que participan en una situación en la que se reclama como solución el aborto provocado. Aproximándonos de lo más externo a lo más interno podemos distinguir tres actores:
- Los terceros. Bajo este nombre agrupamos a aquellos que intervienen externamente al problema del aborto provocado, movidos por los intereses más diversos. Así por ejemplo, está el agente que causa el aborto directamente, que no necesariamente es un profesional de la salud; además consideramos aquí a la sociedad, o la ―sociedad civil‖, que incluye organizaciones que pueden interesarse en el aborto como problema social y buscar su prevención, pero también grupos muy activos como las ONGs que tienen como agenda promover el aborto y su legalización, como por ejemplo las organizaciones feministas. Entra como parte de la sociedad la familia de la mujer que lleva el embarazo y especialmente el padre del bebé que la mujer está gestando. Finalmente, dentro de este grupo se encuentra el Estado y sus organismos (p.e. el Ministerio de Sanidad), que se pueden interesar en el aborto como problema de salud. Los terceros, por más interés que tengan en el problema siempre serán externos al mismo.
- La mujer. Es el actor más comúnmente aludido al momento de tratar el problema del aborto provocado y ciertamente se sitúa en el centro de toda la problemática. De ella dependerá la toma final de la decisión de permitir que se proceda o no al aborto. Es ella la que recibe las influencias o la presión de los ―terceros‖ actores. Al ser ella quien tiene la potestad de consentir o rechazar que le provoquen el aborto es quien asume la responsabilidad directa del
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 18
mismo; es quien asumirá los riesgos del procedimiento practicado en su cuerpo y la que sufrirá las consecuencias biológicas, psicológicas y espirituales del mismo. Es ella quien lleva en sí la ―situación problema‖ del embarazo no esperado y no deseado que motiva la decisión del aborto. Entonces, el problema del aborto no es una cuestión que atañe genéricamente a ―la mujer‖ —como lo señalan las organizaciones pro-aborto—, sino específicamente a una mujer embarazada. Por lo tanto a aquella mujer hemos de llamarla propiamente madre.
- El embrión o el feto. Es el gran ignorado en las discusiones. La ciencia ha determinado su identidad de individuo biológico vivo de la especie humana desde la concepción, con una etapa de desarrollo embrionaria
inicial,
y
luego
fetal.
Pero
ante
todo,
independientemente de las circunstancias por las cuales haya sido generado, nos encontramos propiamente ante el hijo de aquella mujer madre a quien se le presenta el aborto provocado como solución en una situación específica.
4.2. Los valores puestos en juego. De los datos que recogemos de la realidad con la ayuda de la ciencia, y poniendo a la persona humana al centro de la valoración ética del problema analizado, podemos individuar los valores que se ponen en juego en una situación concreta en la que se reclama el recurso al aborto como solución. Lo haremos nuevamente de lo más ―periférico‖ a lo más ―central‖:
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 19
Los valores puestos en juego
a) La condición socioeconómica de la mujer madre y de la familia b) La liberta de la madre para decidir si opta o no por el aborto, que implica el ser correctamente informada c) La salud de la mujer madre, incluida la psicológica
d) La vida de la mujer madre
e) La vida del hijo, embrión o feto
4.3. Elementos de juicio ético. Presentamos ahora los elementos de juicio ético, y a partir de ellos proponer soluciones5.
La persona es el valor de máximo y trasciende cualquier otro bien temporal
Los motivos sociales o ambientale s tampoco pueden subordinar así el valor de la vida del ser humano
La vida física es el fundament o primero e indispensa ble de todos los valores personales
El principio terapéutico debe aplicarse correctame nte
Obligación de prevenir las situaciones de riesgo para la gestante
Para los elementos de juicio ético seguimos a E. Sgreccia, Manuale di bioetica, vol. I, Vita e Pensiero, Milán 1999, p. 470-2. 5
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 20
a) La persona es el valor de máximo y trasciende cualquier otro bien temporal y/o consideración económica. Cada individuo reconoce la propia vida como un valor personal, cada quien tiene a su propia vida como lo más preciado y valioso. Pero al ser un bien en sí misma, la vida de cada ser humano es a su vez un bien social, es decir, un bien de todos y para todos. Es por ello que la sociedad tiene el deber de proteger y promover la vida de cada ser humano. También según lo anterior, lo correcto entonces es que la economía se adecue a la persona y no sacrificar la persona a las consideraciones de tipo económico de las personas, de las familias o de la sociedad. La autoridad pública correspondiente es la que debe atender aquellas razones de índole económica presentadas como ―causales‖ del aborto provocado; por otra parte, también la comunidad que debe organizarse y disponerse a atender de manera solidaria y subsidiaria a quien está en necesidad; no pocas veces es esto lo que falta para promover una cultura de la vida. Es falso entonces que el aborto solucione los problemas económicos de una persona o de una familia. La situación económica no va a mejorar ni variar después de matar al bebé en el seno materno.
b) Los motivos sociales o ambientales tampoco pueden subordinar así el valor de la vida del ser humano. El valor personal de cada ser humano no es ni numérico ni cuantitativo, sino ontológico y cualitativo. En otras palabras, vale simplemente por lo que es. De allí que se pueda decir que la persona precede ontológica y axiológicamente a la sociedad, que es de personas y para las personas. Por ello no se puede equiparar el valor de la persona al
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 21
valor de la sociedad: la sociedad no vale más porque ―son más cantidad de personas‖. Más aún, es una contradicción plantear el sacrificio de un miembro de la sociedad a favor de la misma; ni cuando ―ya son demasiados hijos‖, ni cuando el niño que viene está severamente enfermo o nacerá en medio de la pobreza y ―será una carga para la sociedad‖. Es falso que el aborto provocado pueda ser en algún caso un bien para el resto de la sociedad, o que pueda ser la solución a problemas sociales como la pobreza o la lacra de las violaciones sexuales. Porque siempre el causar la muerte directa de una persona inocente es atacar el valor fundamental de la sociedad.
c) La vida física es el fundamento primero e indispensable de todos los valores personales. El aborto se reclama como medio para respetar ciertos valores personales como la libertad de decisión o la autonomía sobre el propio cuerpo —cuando, por ejemplo, se reclama el derecho de la mujer a decidir libremente si aborta— o la misma salud —cuando se pretende el aborto ―terapéutico‖—. Pero es absurdo respetar y hacer prevalecer esos valores atacando y destruyendo el valor sobre el cual se fundan: la vida física. Porque eliminar una vida humana compromete todos los valores temporales que sobre ella se fundan: la libertad, la salud, la condición económica, etc. Es falso que el aborto sea un avance en el ejercicio de la libertad o en la consecución de la salud. La verdad es que al atentar contra la vida de un ser humano atentamos contra esos mismos valores temporales en su raíz.
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 22
d) El principio terapéutico debe aplicarse correctamente. El principio terapéutico tiene como marco el elemento mencionado anteriormente, y se ordena a favor de la vida. Sostiene que, para salvar la vida del sujeto, se puede intervenir médicamente incluso mutilando el organismo. Se basa en que la integridad física, siendo un bien incluido en la cuerpo y por tanto un valor de la persona, sólo puede ser puesta en riesgo o perderse por un bien superior. Pero su aplicación exige que se cumplan las siguientes condiciones: Que se trate de una intervención sobre la parte enferma (o causante directa del mal) para salvar a resto del organismo sano. Que no exista otro modo de curar la enfermedad. Que exista una posibilidad buena y proporcional de éxito en el procedimiento. Que se tenga el consentimiento del paciente. Es falso que un aborto provocado sea ―terapéutico‖, es decir, un acto médico. Porque la acción realizada no va dirigida directamente contra la parte enferma o causante del mal, sino contra otra ser humano, que es inocente. Específicamente, se subordina la vida del hijo a la salud de la madre, cuando la salud es —como vimos previamente— un bien secundario respecto a la vida. Y no se examinan las alternativas médicas de solución para cada caso concreto.
e) Obligación de prevenir las situaciones de riesgo para la gestante. La sociedad y las ciencias biomédicas tienen la obligación
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 23
ética de prevenir las situaciones de riesgo o de deterioro de la salud en las gestantes. Porque la ciencia se debe ordenar a la vida. Y la sociedad se debe ordenar a la persona. Por ello, es falso que el aborto ―eugenésico‖ sea la solución para los embarazos que llevan un bebé enfermo, por ejemplo con anencefalia u otra malformación. Hacia donde se debe apuntar primero es a la prevención; y luego, por el tratamiento en la medida de lo posible de la enfermedad misma, incluso ya desde el estadío intrauterino como en los casos de cirugías por espina bífida. Algo análogo se ha de plantear para el aborto ―terapéutico‖. Ninguno de los dos constituye un acto médico; son más bien el fracaso de la ciencia biomédica, que no está dispuesta a asumir el desafío que se le plantea de sacar adelante sanos y salvos a dos pacientes, por lo que termina haciéndose servidora de la muerte.
Mira el video de Eduardo Verástegui ―Crecendo‖. Metanoia Film.
5. Ideas conclusivas Para entender la realidad del aborto se ha de partir de una definición clara y objetiva, no en función del embarazo sino en función de lo esencial del acto: causar la muerte a un ser humano vivo dentro del seno materno. Por otra parte, se ha de reconocer que los escenarios típicos en los que se plantea como solución el aborto provocado constituyen muchas veces realidades humanamente dramáticas; no obstante ello se han de distinguir los datos de la realidad: que el embrión es un ser humano vivo que existe desde la
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 24
fecundación; y que el embarazo sí puede constituir un agravante de las condiciones de salud de la madre o de las condiciones económicas de la madre o de la familia. Los actores en la discusión sobre el aborto provocado son la mujer madre, el hijo y finalmente a un grupo de ―terceros‖ actores con intereses variados, que son más externos al problema. Si bien la mujer madre está al centro del problema es el hijo el más directamente afectado por el aborto.
El aborto voluntario —en cualquiera de sus tipos— es y será siempre la eliminación de un ser humano. Por lo tanto desde el punto de vista ético constituye un acto gravemente ilícito: dado que consiste en causar la muerte de un ser humano inocente, el aborto no puede nunca ser el objeto intencional de un acto voluntario. Se exponen varias circunstancias como justificantes de un aborto provocado, pero ningún argumento de orden económico, social, político o de salud (física o psicológica en la madre) puede ―convertir‖ al aborto en éticamente lícito o bueno. La solución a las situaciones dramáticas en las que se solicita el aborto consiste en la ayuda solidaria y compasionada a la mujer que vive el embarazo en situación de fragilidad.
Lectura para profundizar. - Revisa la Aclaración sobre el aborto procurado de La Congregación
para la Doctrina de la Fe. - Revisa las Consideraciones médicas, éticas, jurídicas y del Magisterio de la Iglesia Católica sobre el Aborto terapéutico de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad católica de Chile. - Revisa el artículo: La familia y algunas cuestiones de bioética de
Gonzalo Miranda.
Curso: Bioética y Familia/Capítulo II: El aborto provocado
Página 25