Black Parents Say ‘Make UC an Option’ for African Americans pg. 10
Los Padres Afroamericanos Dicen “Hagan la UC una Opción” para los Afroamericanos pág. 10
Yo u t h - L e d , C o m m u n i t y M e d i a
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Claudia Jimenez amd her son, Antonio.
Claudia Jiménez y su hijo Antonio.
Claudia Jimenez – Profile of a Community Organizer
Claudia Jiménez Perfil de una Activista
By Edgardo Cervano-Soto
Por Edgardo Cervano-Soto
I
E
n 2015, her name suddenly appeared in news articles about the nomination of a new candidate for the Richmond City Council. In the media, Claudia Jimenez, 37, remained undefined, only noted for her organizing work with Contra Costa Interfaith Supporting Community Organizations (CCISCO). At minimum, Jimenez, who at the time was not affiliated with the Richmond Progressive Alliance, was described as a “smokescreen” candidate. And while Jimenez didn’t receive enough city council votes to support her nomination and appeared to come from nowhere, she consistently brought supporters, many of them monolingual Spanish-speaking residents of Richmond, into the council chambers for candidates’ hearings. Jimenez had a strong track record that went virtually ignored in public discussion. “The only person who was able to say in public all my credentials and read my resume was Jovanka Beckles,” recalls Jimenez in a recent interview with the Pulse at a coffeeshop. Jimenez carries notebooks (the edges curled from use) a laptop, and her cell phone ever present on her table.
I ask Claudia how she amassed so much community support to cheer for her at City Hall during the nomination process. “In my first year at CCISCO, I was able to stop six deportations,” she says. “Many of the leaders I work with, they got excited. They told me, ‘You would be our voice.’ They understood putting me there on the council was not as Claudia Jimenez, but as a person who is going to be with them.” Jimenez joined CCISCO in 2009. In her first campaign, she worked with the Richmond Police Department to create new towing polices to prevent vehicle loss if undocumented drivers were detained during traffic stops. Undocumented drivers had their cars taken away, and had pay $500 to $3000 to get their cars back, says Jimenez. “When you have family and no good public transportation, you depend on a car for your livelihood,” she says. It was a high-priority win that eased concerns within the undocumented community. Under the Secure Communities program, undocumented immigrants who were detained by local police could be transferred to federal immigration officers. “A minor violation ended up being a major consequence for undocumented people; we thought the punishment was too high,” says Jimenez, who says the program created distrust of the police among the undocumented community.
n 2015, su nombre apareció de repente en los artículos de noticias acerca de la designación de un nuevo candidato para el Concejo de la Ciudad de Richmond. En los medios de comunicación, Claudia Jiménez, de 37 años, estaba aún por definirse, solamente conocida por su trabajo con la Organización Interreligiosa de Apoyo a la Comunidad de Contra Costa (CCISCO). Como mínimo, Jiménez, que en ese momento no estaba afiliada a la Alianza Progresista de Richmond, fue descrita como una candidata “cortina de humo”. Y mientras que Jiménez no recibió suficientes votos del Concejo de la Ciudad de Richmond para apoyar su nominación y pareció aparecer de la nada, ella trajo partidarios consistentemente, muchos de ellos residentes monolingües de habla hispana de Richmond, a las audiencias de los candidatos al concejo. Jiménez tenía un fuerte historial que prácticamente pasó ignorado en el debate público. “La única persona que fue capaz de decir públicamente todos mis credenciales y leer mi hoja de vida fue Jovanka Beckles”, recuerda Jiménez en una entrevista reciente con el Pulse en una café. Jiménez lleva cuadernos (los bordes curvados del uso), un laptop y su teléfono celular siempre presente en su mesa. Le preguntó a Claudia cómo acumuló tanto apoyo comunitario para animarla en el Ayuntamiento
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May/Mayo 2016
Richmond Pulse is a youth led, community media project focusing on health and community coverage in the City of Richmond, California. The project is supported by The California Endowment.
Richmond Pulse es un proyecto de noticias comunitarias liderada por jóvenes, centrándose en la cobertura de la salud y la comunidad en la ciudad de Richmond, California. El proyecto es apoyado por The California Endowment.
Richmond Women Take Back the Night pg. 6
Mujeres de Richmond Recuperan La Noche pág. 6
durante el proceso de nominación. “En mi primer año en CCISCO, fui capaz de detener seis deportaciones”, dice ella. “Muchos de los líderes con los quienes trabajo, ellos se emocionaron. Me dijeron: ‘Usted sería nuestra voz’. Ellos entendieron que ponerme allí en el consejo no fue como Claudia Jiménez, sino como una persona que va a estar con ellos”. Jiménez se unió a CCISCO en 2009. En su primera campaña, trabajó con el Departamento de Policía de Richmond para crear nuevas políticas de remolque para evitar la pérdida de autos si conductores indocumentados eran detenidos durante paradas de tráfico. A conductores indocumentados se les quitaron sus carros, y tuvieron que pagar $500 a $3.000 para obtenerlos de nuevo, dice Jiménez. “Cuando se tiene familia y no hay buen transporte público, se depende de un carro para su sustento”, dice ella. Fue una victoria de alta prioridad que alivió las preocupaciones de la comunidad indocumentada. En el marco del programa de Comunidades Seguras, los inmigrantes indocumentados que fueron detenidos por la policía local podrían ser transferidos a los oficiales federales de inmigración. “Una violación menor terminaba siendo una consecuencia mayor para las personas indocumentadas; pensamos que el castigo era demasiado alto”, dice Jiménez, quien Continúa en la pág. 17