RP Nov2013web

Page 1

Bilingual Bilingüe

#21 November / Noviembre 2013

www.richmondpulse.org

Nonprofits Adapt to Demographic Shift Photos / Fotos • First 5

News Report • Chanelle Ignant

E

very Thursday at the West County First 5 center in Richmond, a group of ten to twelve moms gathers to discuss the issues that matter most to them. The group, Kahawia Uzazi, which in Swahili language means “brown parenting,” is a space where African-American mothers can share their experiences. Many come for the sense of community; others say they just like having a chance to break away from their normal routine. For First 5, a non-profit that focuses on supporting families during the first five years of a child’s development, the meetings serve the dual purpose of attracting more African-American parents, a group whose numbers have fallen at First Five’s San Pablo and Richmond satellites in recent years. “We started the group to encourage moms to participate more in the programs,” says Alisa Robinson, the group facilitator. “We’re taking a different approach to outreach targeting AfricanAmerican parents.” Last fiscal year, only 120 of the 1,394 program participants at the non-profit’s Richmond and San Pablo sites were African-American, and only 85 were Asian or Pacific Islander. By comparison, 1,014 of all clients were Latino, a number that reflects a larger demographic shift that has been occurring in Richmond in recent years. Between 2000 and 2010, according U.S. Census Bureau data, the number of African-American residents in the Richmond declined by 10 percent, while the total number of Latino residents grew by 13 percent. As a result, First 5 is not the only organization operating in Richmond that is grappling with how to maintain its ties to long time African American residents, even while Latinos have become the largest single ethnic group in the city, at 40 percent. “We are seeing a changing demographic trend where a lot of African-American families are moving out of Richmond,” says Eric Aaholm, executive director of Youth Enrichment Strategies (YES). “We’ve seen a lot of our families who have attended our camps for years move out of the area, and we don’t know exactly where they’re going.” With the changes taking place in the city, YES, like First 5, has been making an effort to adapt. The 14-year-old organization, which sends urban youth and their families to summer camps, is putting a deliberate emphasis on nurturing multicultural relationships between staff members and program participants who come from different cultural backgrounds, in order to make everyone feel welcome and foster understanding between long time residents and newcomers. “We really emphasize that all of our programming is done with a focus on cross-cultural and relationship building and interaction,” says Aaholm. “We think it’s really important that families who live in the same neighborhood and go to the same school are connected to one another.” At Richmond’s RYSE Center, a youth Continued on pg. 16

Gabrielle Hill and Matshidiso Mogale-Nicks practice fine motor skills with their children at First 5 in Richmond.

Gabrielle Hill y Matshidiso Mogale-Nicks practican sus habilidades motoras finas con sus hijos en First 5 en Richmond.

Organizaciones Sin Fines de lucro Se Adaptan al Cambio Demográfico Reportaje • Chanelle ignant

T

odos los jueves en el centro de First 5 del Condado West en Richmond, un grupo de diez a doce madres se reúne para discutir los temas que más les importan a ellas. El grupo, Kahawia Uzazi, que en el lenguaje swahili significa “crianza morena”, es un espacio donde las madres afroamericanas pueden compartir sus experiencias. Muchas vienen por el sentido comunitario, mientras que otras dicen que es como tener la oportunidad de romper con su rutina normal. Para First 5, una organización sin fines de lucro que se centra en el apoyo a las familias durante los primeros cinco años del desarrollo de un niño, las reuniones sirven otro propósito de atraer a más padres afroamericanos, un grupo cuyo número ha disminuido en las satélites de First Five en San Pablo y Richmond en los últimos años. “Empezamos el grupo para animar a las mamás a participar más en los programas”, dice Alisa Robinson, la facilitadora del

grupo. “Estamos tomando un enfoque diferente a la divulgación enfocada a los padres afroamericanos”. El último año fiscal, sólo 120 de los 1.394 participantes en los sitios del programa en Richmond y San Pablo eran afroamericanos, y sólo 85 eran asiáticos o de las islas del Pacífico. En comparación, 1.014 de todos los clientes eran latinos, una cifra que refleja un cambio demográfico más grande que ha estado ocurriendo en Richmond en los últimos años. Entre 2000 y 2010, según datos de la Oficina del Censo de EE.UU., el número de residentes afroamericanos en Richmond se redujo un 10 por ciento, mientras que el número total de residentes latinos creció un 13 por ciento. Como resultado, First 5 no es la única organización en Richmond que está luchando con la forma de mantener sus vínculos con los residentes afroamericanos de mucho

tiempo, incluso mientras que los latinos se han convertido en el grupo étnico más grande de la ciudad, a 40 por ciento. “Estamos viendo un cambio de tendencia demográfica donde muchas familias afroamericanas se están mudando fuera de Richmond”, dice Eric Aaholm, director ejecutivo de estrategias de enriquecimiento de la juventud (YES por sus siglas en inglés). “Hemos visto una gran cantidad de nuestras familias que han asistido a los campamentos por años mudarse fuera del área, y no sabemos exactamente a dónde se están hiendo”. Con los cambios tomando lugar en la ciudad YES, como First 5, ha estado haciendo un esfuerzo para adaptarse. La organización de 14 años, que lleva a jóvenes urbanos y sus familias a los campamentos de verano, está poniendo un énfasis deliberado en nutrir las relaciones multiculturales entre los miembros del personal y los participantes en los programas que vienen de diferentes orígenes culturales, con el fin de hacer que todos se sientan bienvenidos y fomentar el entendimiento entre los residentes de mucho tiempo y los recién llegados. “Realmente hacemos hincapié en que toda nuestra programación se realice con un enfoque intercultural de interacción y desarrollo de relaciones”, dice Aaholm. “Creemos que es muy importante que las familias que viven en el mismo barrio y van a la misma escuela estén conectadas la una a la otra”. En el centro RYSE de Richmond, una organización de desarrollo juvenil, la directora Kimberly Aceves dice que cerca de Continúa en la pág. 16 Anthony Hancox and his daughter Aniah attend a parent workshop at First 5 in San Pablo.

Anthony Hancox y su hija Aniah asisten un taller para padres de First 5 en San Pablo.


Staff El Personal Publisher EDITORIAL Malcolm Marshall Editor Redactor Jacob Simas Layout Diseño Gráfico Malcolm Marshall Bilingual Editor EDICIÓN BILINGüE Liz Gonzalez

RAW Talent Presents “Po’ Boys Kitchen” A Spoken Word Theater Piece by Richmond Youth, March 7th & 8th at De Anza High School Theater “Po’Boys Kitchen” is a spoken word theater piece written, directed, and produced by Richmond youth. The central character of this show is the corner store itself, a Black-owned, family business in the heart of Richmond that provides a place of refuge for those looking to escape their harsh realities. Through the daily drama of life inside Po’Boys, we hear the stories of the downtrodden characters who are so often overlooked and unheard- the homeless, the prostitute the drug dealers, the crack addicts. Some come for Po’Boys’ signature butter-me-up-cornbread and Big Mama’s southern lemonade, comfort food that generations of their families have been raised on. Some stop in to talk trash, crack jokes, or gossip about daily news. Some come seeking wisdom and redemption, a clean slate where they can re-write themselves. For most

people, Po’Boys is more than a convenient store, but a place that saved their lives. This show centers in on what it means to be family, how to forgive and move forward, and how a community can heal itself through hard work and love. We will be having a “Po’Boys Kitchen” fundraiser and sneak peek of the play from 7-9pm on Saturday, December 7th at the Maple Hall Community Center (13831 San Pablo Ave). Save the date and get ready for an evening of delicious soul food, music, poetry, theater and more! For more information contact RAW Talent Coordinator Molly Raynor at (734) 395-5899

RAW Talent Presenta “Po’Boys Kitchen” Una Obra de Teatro de Palabra Hablada por Jóvenes de Richmond, 7 y 8 de marzo Teatro de De Anza High School “Po’Boys Kitchen” es una obra de teatro de palabra hablada escrita, dirigida y producida por jóvenes de Richmond. El personaje central de esta obra es la propia tienda de la esquina, una empresa familiar de afroamericanos en el corazón de Richmond que proporciona un lugar de refugio para aquellos que buscan escapar de sus duras realidades. A través del drama cotidiano de la vida dentro de Po’Boys, escuchamos las historias de los personajes oprimidos que están tan a menudo pasados por alto y no escuchados – las personas sin hogar, la prostituta, los traficantes de drogas, los adictos al crack. Algunos vienen por el pan de maíz único de Po’Boys y la limonada del sur de Big Mama, comida casera que generaciones de sus familias se criaron con. Algunos entran para fanfarronear, contar chistes o chismear de las noticias diarias. Algunos vienen buscando la sabiduría y la redención, un borrón y cuenta nueva, donde pueden volver a

2

escribirse ellos mismos. Para la mayoría de la gente, Po’Boys es más que una tienda de conveniencia, sino un lugar que les salvó la vida. Este espectáculo se centra en lo que significa ser familia, como perdonar y seguir adelante, y cómo una comunidad puede sanarse a sí mismo a través del trabajo duro y el amor. Vamos a tener un recaudación de fondos y adelanto de la obra “Po’Boys Kitchen” de 7 a 9 pm el sábado, 7 de diciembre en el Centro Comunitario Maple Hall (13831 San Pablo Ave). ¡Guarden la fecha y prepárense para una noche de deliciosa comida tradicional, música, poesía, teatro y mucho más! Para más información contacte a la coordinadora de RAW Talent Molly Raynor al (734) 395-5899

Contributors Colaboradores Chanelle Ignant Khalid Elahi David Meza Pendarvis Harshaw Gabriela Ruiz de Mejia Mike Uberti Sean Shavers Edgardo Cervano-Soto Leo Zuo Nancy DeVille

Advisors Asesores Vernon Whitmore Kevin Weston Sandy Close

Richmond Pulse is a project of New America Media focusing on health and community coverage in the City of Richmond, California. The project is supported by The California Endowment. Richmond Pulse es un proyecto de New America Media enfocado en la cobertura de salud y la communidad en la Ciudad de Richmond, California. El proyecto es apoyado por The California Endowment.

INQUIRIES

Have questions, comments, or want to get involved? Contact Richmond Pulse at:

info@richmondpulse.org www.richmondpulse.org

PREGUNTAS ¿Tienes preguntas, comentarios o dudas? Contacta a Richmond Pulse :

info@richmondpulse.org www.richmondpulse.org


Racist Remarks Put Obscure Elected Official Under Spotlight

Comentarios Racistas Ponen a Funcionario Electo Desconocido al Centro de Atención

News Report • Malcolm Marshall

Reportaje • Malcolm Marshall

E

N

ditor’s Note: The following article was first published by Richmond Pulse online on October 25th. Since then, board members of the West County Wastewater District voted to censure Leonard Battaglia and strip him of his committee assignments, and called for his resignation. At the time this newspaper went to print, Battaglia had refused to step down. Battaglia has apologized for his remarks, but denied accusations that he is racist. Racist statements about African and Asian Americans made by West County Wastewater District director Leonard Battaglia, who was quoted in a news report, have led some Richmond city officials to call for his resignation. Battaglia, 84, a former Korean War fighter pilot who has served as an elected official for three decades, made the statements to Bay Area News Group reporter Thomas Peele who published them in a recent article about the exorbitant salaries earned by some part-time elected officials. According to Peele’s article, Battaglia said: “I flew with black pilots. I’d say ‘break’ (suddenly turn right or left) and they’d hesitate. They’d miss it because they think slower. They have an African-American mentality. They can’t help it. It’s the way God made them… Like in Richmond. It’s a mess.” The article mentions that Battagglia made “racial slurs” against Asians, but did not go into detail. Battaglia was also quoted by Peele as saying that he “is not a prejudiced person,” and that his constituents shouldn’t be offended because he is only saying “how things are.” In response, Richmond councilmembers Jim Rogers, Jael Myrick and Jovanka Beckles issued a statement during Tuesday night’s council meeting to demand that Battaglia apologize for his remarks. Rogers read the proclamation on behalf of the councilmembers, referring to Battaglia only as “the speaker.” “We call upon the speaker to rethink the assumptions that the remarks were based on,” said Rogers. “We’re not mentioning the name of the speaker because we wish to focus on the dangerous nature of the quoted remarks, not on attacking or name-calling against the speaker.” Councilmember Beckles said the comments were reprehensible coming from an elected official who represents Richmond, a community that is largely comprised of people of color. The West County Wastewater District constructs and maintains the sewer system for western Contra Costa County, and serves approximately 93,000 people. “For him to make a statement like that

scares me, quite frankly. It scares me because this is someone who’s supposed to be working on our behalf, and if he thinks that we are less than… I wonder, then, is he really working on our behalf.” Battaglia had not returned phone calls made by Richmond Pulse by the time this article was filed. “My initial thought was [that] he should apologize, but on second thought I really believe he needs to be removed from office, however that (apology) looks,” said Beckles. “I think the honorable thing for him to do would be to resign, but if he refuses to do that, then voters can… remember this and have him removed at the next opportunity.” His term as board director expires December 2014, according to the agency’s website. Councilmember Myrick said there is some urgency to resolving the matter, because the council still has to work with Battaglia and the West County Wastewater District. “It is not acceptable for us to have somebody that we’re dealing with, representing this community, to blatantly and unapologetically be claiming that he believes that the majority of our community, and frankly the majority of our council, are less than, are biologically, predisposed to not being as intelligent as others,” said Myrick. If he was misquoted, he needs to explain that. If not, I agree with Council member Beckles that he needs to go. He needs to do it tomorrow.” “It’s clearly out-and‑out racist,” said Richmond Mayor Gayle McLaughlin, “and I don’t think any elected official, regardless of the community they represent, should be holding that perspective.” Many of those in the audience were hearing about Battaglia’s comments for the first time and some began to ask for the name of this public official, regarded to only as “speaker.” Someone eventually yelled out “Battaglia.” After the three councilmembers spoke — councilmember Tom Butt said nothing on the matter, and councilmembers Boozé and Bates were absent from the meeting – audience members were given an opportunity to make public comments. “He actually ran for the Board of Supervisors many years ago against Nancy Foden, but lost the race because his loose lips got him in trouble when he said that Nancy should not be running and she should go back into the kitchen where she belongs,” said Andres Soto, a Richmond resident. “So, he’s got a long record of this kind of… behavior.” Vivien Feyer of the Richmond Human Rights Commission commended the council for acting quickly to address the issue. “I think you made a powerful statement. Thank you for the effort to bring it as not so much an issue about one person, but about behavior that’s unacceptable.” “He is what he is,” sad Richmond resident Jackie Thompson. “He’s a bigot, and he needs to be identified just as that. That’s Continued on pg. 16

ota Editorial: El siguiente artículo fue publicado por primera vez en línea por Richmond Pulse el 25 de octubre. Desde entonces, los miembros de la junta del Distrito de aguas residuales de West County votaron para censurar a Leonard Battaglia y despojarlo de sus tareas de comité, y pidieron su renuncia. Para cuando este periódico se imprimió, Battaglia se había negado a dimitir. Battaglia ha pedido disculpas por sus declaraciones, pero negó las acusaciones de que es racista. Declaraciones racistas sobre afroamericanos y asiáticos hechos por el director del Distrito de aguas residuales de West County (WCWD por sus siglas en inglés) Leonard Battaglia, quien fue citado en un informe de prensa, han llevado a algunos funcionarios de la ciudad de Richmond a pedir su dimisión. Battaglia, de 84 años, un ex piloto de combate durante la Guerra de Corea que se ha desempeñado como funcionario electo por tres décadas, hizo estas declaraciones al periodista Thomas Peele de Bay Area News Group. Peele los publicó en un artículo reciente sobre los salarios exorbitantes de algunos funcionarios electos a tiempo parcial. Según el artículo de Peele, Battaglia dijo: “Yo volé con pilotos negros. Yo decía ‘quebrar’ (girar a la derecha o a la izquierda de repente) y ellos dudaban. Lo perdían porque piensan más lento. Tienen una mentalidad afroamericana. No pueden evitarlo. Es la manera en que Dios los hizo... Como en Richmond. Es un desastre”. El artículo menciona que Battagglia hizo “insultos racistas” contra los asiáticos, pero no entró en detalles. Battaglia también fue citado por Peele diciendo que “no es una persona con prejuicios”, y que sus electores no deben sentirse ofendidos porque sólo está diciendo “cómo son las cosas”. En respuesta, los concejales de Richmond Jim Rogers, Jael Myrick y Jovanka Beckles hicieron una declaración durante una reunión del concejo el mes pasado para exigir que Battaglia se disculpara por sus comentarios. Rogers leyó la proclama en nombre de los miembros del concejo, refiriéndose a Battaglia sólo como “el orador”. “Hacemos un llamado al orador de repensar las suposiciones en cuales se basaron los comentarios”, dijo Rogers. “No vamos a mencionar el nombre del orador, porque queremos centrarnos en la naturaleza peligrosa de los comentarios citados, no en atacar o insultar el orador”. La concejal Beckles dijo que los comentarios eran reprensibles viniendo de un funcionario electo que representa a Richmond, una comunidad que se compone en gran parte de gente de color. WCWD construye y mantiene el sistema de alcantarillado para el oeste del Condado Contra Costa, y da servicio a aproximadamente 93.000 personas. “Que él haga una declaración como esa me

da miedo, francamente. Me asusta porque se trata de alguien que se supone que está trabajando en nuestro favor, y si él piensa que somos menos que... Me pregunto, entonces, realmente trabaja en nuestro nombre”. Battaglia no había regresado las llamadas telefónicas hechas por Richmond Pulse para el momento que este artículo fue presentado. “Mi primer pensamiento fue [que] debe disculparse, pero pensándolo bien yo realmente creo que tiene que ser removido de su cargo, sin importar como sea esa (disculpa)”, dijo Beckles. “Creo que lo más honorable para él sería renunciar, pero si se niega a hacerlo, entonces los votantes pueden... recordar esto y removerlo en la próxima oportunidad”. Su periodo como director de la junta expira en diciembre de 2014, según el sitio web de la agencia. El concejal Myrick dijo que hay cierta urgencia para resolver el asunto, ya que el Consejo aún tiene que trabajar con Battaglia y el WCWD. “No es aceptable para nosotros tener a alguien con quien lidiamos, representando a esta comunidad, que descaradamente y sin pedir disculpas esta diciendo que él cree que la mayoría de nuestra comunidad y francamente, la mayoría de nuestro concejo, son menos, son biológicamente predispuestos a no ser tan inteligentes como los demás”, dijo Myrick. Si él fue mal citado, tiene que explicar eso. Si no es así, estoy de acuerdo con la concejal Beckles que él se tiene que ir. Él lo tiene que hacer mañana”. “Es claramente racista”, dijo la alcaldesa de Richmond Gayle McLaughlin, “y no creo que ningún funcionario electo, independientemente de la comunidad que representa, debe tener esa perspectiva”. Muchas de las personas en la audiencia estaban escuchando acerca de los comentarios de Battaglia por primera vez y algunos comenzaron a pedir el nombre de este funcionario público, considerado sólo como “orador”. Alguien finalmente gritó “Battaglia”. Después de que tres concejales hablaron – el concejal Tom Butt no dijo nada al respecto, y los concejales Boozé y Bates estaban ausentes de la reunión – a los miembros del público se les dio la oportunidad de hacer comentarios públicos. “Fue candidato para la Junta de Supervisores hace muchos años contra Nancy Foden, pero perdió la carrera porque su lengua suelta lo metió en problemas cuando dijo que Nancy no debería estar en la carrera y que debería regresar a la cocina donde pertenece”, dijo Andrés Soto, residente de Richmond. “Por lo tanto, tiene un largo historial de este tipo de… comportamiento”. Vivien Feyer de la Comisión de Derechos Humanos de Richmond elogió al concejo por actuar rápidamente para resolver el problema. “Creo que hicieron una declaración de gran alcance. Gracias por Continúa en la pág. 16

3


Center Offers Support Group for Men With HIV/AIDS By Leo Zou • Richmond Confidential

R

ichmond has more people living with HIV/AIDS than any other city in the county, but social workers say that services for this population have been lacking. Against this background a Concordbased non-profit organization, which provides services to lesbians, gays, bisexuals and transgender, has expanded their outreach to Richmond by offering a support group for men living with HIV or AIDS in the city. Rainbow Community Center started the group in August and it meets every Thursday evening. “HIV is still a diagnosis that is hard to live with,” said Ben-David Barr, executive director of the center. “Those infected suffer from fear of being rejected by their partners, families or friends. So it is useful to have support from people who have been there.” The center decided to establish the support group in Richmond following a countywide survey, in which people expressed a need

for such services. “I need my people living with HIV and AIDS support group and we need each other for support in West County considering that stigma plays a major role in the community of Richmond and San Pablo,” one unidentified respondent wrote in that survey. Men make up the largest group of people living with HIV and AIDS in Contra Costa County, accounting for 80 percent of nearly 2,000 reported cases, according to data from the Contra Costa Health Services. Of

those men who have the disease, two thirds were infected by having sex with another man, according to the data. As of December 2011, the latest data available, Richmond has 356 reported HIV and AIDS cases, the largest number in any municipality throughout the county. Despite the number, the support group in Richmond has only three participants so far, Tech Tran, a support group facilitator with Rainbow Community Center, said. “There is strong stigma with people identified as gay men in the African

American community,” Tran said, “it’s difficult for them to regain trust if they experienced rejection and trauma in the past.” Tran said that Richmond is lacking places for people to get tested and receive education on HIV and AIDS. For more information on the support group, please contact Tech Tran at 925692-0090 ext 339. •

Centro Ofrece Grupo de Apoyo para Hombres con VIH/SIDA Reportaje • Leo Zou

R

ichmond tiene más personas viviendo con VIH/SIDA que cualquier otra ciudad en el condado, pero los trabajadores sociales dicen que los servicios para esta población han sido insuficientes. En este contexto, una organización sin fines de lucro localizada en Concord, que presta servicios a lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros, ha ampliado su alcance a Richmond, ofreciendo un grupo de apoyo para hombres que viven con VIH o SIDA en la ciudad. El centro comunitario Rainbow comenzó el grupo en agosto y se reúne todos los jueves por la tarde. “El VIH sigue siendo un difícil diagnóstico con que vivir”, dijo Ben-David Barr, director ejecutivo del centro. “Las

personas infectadas sufren de miedo de ser rechazadas por sus parejas, familias o amigos. Por lo tanto, es útil contar con el apoyo de las personas que han estado allí”. El centro decidió establecer un grupo de apoyo en Richmond tras una encuesta en todo el condado, en la que las personas expresaron una necesidad de este tipo de servicios. “Necesito a mi grupo de apoyo de gente que vive con el VIH y el SIDA y nos necesitamos mutuamente para apoyo en el condado West teniendo en cuenta que el estigma juega un papel importante en la comunidad de Richmond y San Pablo”, escribió uno de los encuestados no identificado en esa encuesta. Los hombres constituyen el grupo más

grande de personas que viven con el VIH y el SIDA en el Condado de Contra Costa, representan el 80 por ciento de los casi 2.000 casos reportados, de acuerdo con los datos de los Servicios de Salud de Contra Costa. De los hombres que tienen la enfermedad, dos tercios se infectaron por tener relaciones sexuales con otro hombre, de acuerdo a los datos. A partir de diciembre de 2011, los últimos datos disponibles, Richmond tiene 356 casos reportados de VIH y el SIDA, el mayor número en cualquier municipio en todo el condado. A pesar del número, el grupo de apoyo en Richmond tiene sólo tres participantes hasta ahora, dijo Tech Tran, un facilitador del grupo de apoyo con el centro

comunitario Rainbow. “Hay una fuerte estigma de las personas identificadas como hombres gays de la comunidad afroamericana”, dijo Tran, “es difícil para ellos recuperar la confianza si experimentaron rechazo y trauma en el pasado”. Tran dijo que Richmond carece de lugares donde la gente se haga la prueba y reciba educación sobre el VIH y el SIDA. Para obtener más información sobre el grupo de apoyo, por favor póngase en contacto con Tech Tran al 925-692-0090 extensión 339. •

Anúnciate Con Nosotros Contacte a Richmond Pulse al:

info@richmondpulse.org 4

www.richmondpulse.org

13


Street Soldiers Radio:

Bay Area Parents Share Perspectives on Schools Photos / Foto • Ann Bassette

By Malcolm Marshall

Editor’s Note: Below is a transcribed excerpt from the October 26th broadcast of Street Soldiers, a live callin radio show that airs every Sunday night on KMEL 106.1fm. The topic of discussion was California’s new Local Control Funding Formula (LCFF), which gives school districts more of a say in determining how their state education dollars are spent. Street Soldiers host Dr. Joseph Marshall was joined in studio by three Bay Area mothers who have school-age children: Shawn Acree of Oakland, Bivette Brackett of San Francisco, and Brandi Lyles Ferrell of Richmond. Street Soldiers: What is going right for your kids right now? What are the schools doing well, in your opinion? Shawn Acree: Our biggest downfall last year was no parent participation, but this year we have a lot of new parents coming on board to work and help out. It’s a new year. We have new teachers, and old teachers that know how to deal with our children. The new teachers, not so well, because they have to adapt to our environment… and they aren’t used to the challenges of our children. Bivette Brackett: I think what’s going right, there is one particular teacher that I feel is doing an awesome job at Wallenberg High School, and that’s [my son’s] Modern World History teacher. She writes a grant every year [so she can] take all the children on a camping trip -- about 150 kids. She has bonding experiences with them, and I believe it helps to build a rapport between students and teachers. Brandi Lyles Ferrell: Well, we just got a new viceprincipal (at Richmond High). He’s African-American and he and a couple of the parents have started a new program to help African-American students find different ways to get to college, and how to write up a resume for college, and different ways to keep them active in the community. We also have a program my daughter is in, Bay Area Peacekeepers -- it’s keeping the kids out of trouble. SS: So overall, do the three of you think the schools are doing a good job with your kids?

BLF: No. BB: No SA: Yes. SS: I’m curious, (Shawn) -- why did you say yes? SA: Probably because I’m a different type of parent. I sacrifice not going to work so I can be at my kid’s school, and so I can have the impact not just on my kid, but other kids too. SS: It sounds like the school is doing a good job because you’re there. SA: I do have a relationship with the principal and with the afterschool program. I’m very reachable, so I feel like that’s a big part of it. If you show your kid that you’re interested, they’re going to do their best to show you their best.

SS: So why did the two of you say no? BB: A lot of the issues that I’ve had with [my son’s] school in general are because there has been disparate treatment -- how he’s been treated versus other students. And some of those issues he cannot advocate for himself. Let me give you an example: My son was sick for a week. I called the school in advance, and told them he was going to be out. I also called the school while he was out, and told his teachers to please email me all of his assignments. When he went back to school I wrote him a note to say he was out. Now he’s “back in,” following proper procedure. I get a call a week later from the attendance office telling me that as a parent he cannot be excused for his absences and that I need to give them a medical note because that’s their new procedure, and that they would not give him any of his makeup work until he got his absences excused, despite the fact that I requested it. And the thing that [bothers] me is, here is a child that wants to make up their work. Why Continued on pg. 17

Street Soldiers: Padres del Área de la Bahía Comparten Perspectivas Sobre las Escuelas Por Malcolm Marshall

Nota del editor: A continuación está una parte transcrita de la emisión del 26 de octubre de Street Soldiers, un programa de radio en vivo que se transmite todos los domingos por la noche en KMEL 106.1 fm. El tema de discusión era la nueva fórmula de financiación de control local de California (LCFF por sus siglas en inglés), que da a los distritos escolares más voz en la determinación de cómo se gasta el dinero para la educación del estado. Junto con el presentador del programa Dr. Joseph Marshall estuvieron tres madres en el estudio del Área de la Bahía que tienen hijos en edad escolar: Shawn Acree de Oakland, Bivette Brackett de San Francisco, y Brandi Lyles Ferrell de Richmond. Street Soldiers: ¿Qué va bien para sus hijos en este momento? ¿Qué están haciendo las escuelas bien, en su opinión? Shawn Acree: Nuestra mayor perdición el año pasado fue la falta de participación de los padres, pero este año tenemos muchos nuevos padres dispuestos a trabajar y ayudar. Es un nuevo año. Tenemos nuevos maestros y maestros antiguos que saben cómo tratar a nuestros hijos. Los nuevos maestros, no tan bien, porque tienen que adaptarse a nuestro medio ambiente... y ellos no están acostumbrados a los desafíos de nuestros hijos.

encontrar diferentes maneras de llegar a la universidad, y cómo escribir un currículum para la universidad, y las diferentes formas de mantenerlos activos en la comunidad. También tenemos un programa en el cual está mi hija, Bay Area Peacekeepers (mantenimiento de la paz del área de la bahía, BAP por sus siglas en inglés)- esta manteniendo a los niños fuera de problemas. SS: Así que en general, piensan las tres de ustedes que las escuelas están haciendo un buen trabajo con sus hijos? BLF: No. BB: No. SA: Sí. SS: Tengo curiosidad, (Shawn) - ¿Por qué dijiste que sí? SA: Probablemente porque soy un diferente tipo de padre. Me sacrifico no ir al trabajo para que pueda estar en la escuela de mi hijo, y para que pueda tener el impacto no sólo en mi hijo, pero en otros niños también. SS: Parece que la escuela está haciendo un buen trabajo porque estás ahí.

Bivette Brackett: Hay una maestra particular que creo que está haciendo un trabajo impresionante en Wallenberg High School, y es la maestra de historia del mundo moderno [de mi hijo]. Ella escribe una subvención cada año [por lo que puede] llevar a todos los niños en un viaje de campamento - a unos 150 niños. Tiene experiencias de convivencia con ellos, y creo que ayuda a construir entendimiento entre estudiantes y profesores.

SA: Tengo una relación con el director y con el programa después de la escuela. Estoy muy accesible, así que siento que eso es una gran parte. Si le enseñas a tu hijo que estás interesada, va a hacer todo lo posible para mostrarte lo mejor posible.

Brandi Lyles Ferrell: Bueno, acabamos de conseguir un subdirector nuevo (en Richmond High). Él es afroamericano y él y un par de los padres han comenzado un nuevo programa para ayudar a los estudiantes afroamericanos

BB: Muchos de los problemas que he tenido con la escuela de [mi hijo] en general es porque había trato desigual - la forma en que él ha sido tratado en comparación con otros estudiantes. Y en algunas de esas cuestiones él no se puede

SS: Entonces, ¿por qué dicen que no las dos de ustedes?

defender por sí mismo. Déjenme darles un ejemplo: Mi hijo estaba enfermo por una semana. Llamé a la escuela con anticipación, y les dije que iba a estar fuera. También llamé a la escuela mientras él estaba fuera, y le dije a sus maestros que por favor me enviaran un correo electrónico con todos sus trabajos. Cuando regresó a la escuela le escribí una nota para decir que estaba fuera. Ahora está “de regreso”, siguiendo el procedimiento adecuado. Recibí una llamada una semana después de la oficina de asistencia diciéndome que como padre no puede ser excusado por sus ausencias y que tengo que darles una nota médica porque ese es su nuevo procedimiento, y que no le darían sus trabajos hasta que sus ausencias fueran justificadas, a pesar de que lo solicité. Y lo que me[molesta] a mí, aquí esta un niño que quiere recuperar su trabajo. ¿Por qué usted como maestro, un instructor, impedirá que un niño haga eso, independientemente de que papeleo sentía que no tenía? Tuve que ponerme en contacto con su consejero para conseguir resolución a la situación. Tuve que ir y le envíe por fax una copia del manual para padres de SFUSD, que demostró que no había ninguna razón para que ellos me pidieran una nota del doctor. Eso es perder mi tiempo como padre porque ahora me estoy dedicando horas extras abogando por algo que debería haber sido simple. BB: No siempre es culpa del profesor. Hay situaciones (dentro de la escuela) que impiden a los maestros de ser servicial para los niños. Cuando yo era joven, los maestros estaban disponibles después de la escuela para responder a o para hacerles preguntas. Los maestros ahora se ven obligados a trabajar en su plan de estudios después de la escuela, o se van a casa porque no se les paga adecuadamente... Así que a veces los maestros no están disponibles para ayudar a los estudiantes con sus tareas. Y es por eso que la mayoría de niños de la ciudad, sobre todo en San Francisco, dependen de estas organizaciones sin fines de lucro para proveer los programas después de la escuela y los servicios de tutoría. Continúa en la pág. 17

5


Main Street Farmer’s Market Closes Out Another Season

El Mercado de Main Street Cierra una Temporada Más

Photo Essay • David Meza

Ensayo Fotográfico • David Meza

W

E

ednesday Oct. 30th was the final day of the seasonal Richmond Main Street Farmers’ Market. Located at Nevin Plaza between 13th Street & Nevin Avenue, the market offers up fresh fruits and veggies, local honey, baked goods and everything else one would expect to find at a farmer’s market. But it has also grown to be so much more -- a place where residents come together to talk, interact and get to know what’s happening in the community. Officer Diaz of the Richmond Police department describes the farmers market as “a great way to support local small businesses.” The Richmond Main Street Farmer’s Market is closing shop for the winter, and will return in May 2014. •

l miércoles 30 de octubre fue el último día del mercado de temporada Main Street de Richmond. Situado en la Plaza Nevin entre la calle 13 y Nevin Avenue, el mercado ofrece frutas y verduras frescas, miel local, productos de panadería y todo lo que uno esperaría encontrar en un mercado agricultor. Pero también se ha convertido en mucho más - un lugar donde los habitantes se reúnen para hablar, interactuar y conocer lo que está sucediendo en la comunidad. El oficial Díaz, del departamento de policía de Richmond describe el mercado de los agricultores como “una gran manera de apoyar a las pequeñas empresas locales”. El Mercado Main Street de Richmond está cerrando para el invierno, y volverá en mayo de 2014. •

Officer Diaz of the Richmond Police Department talks with farmers from Feather River Farms.

El oficial Díaz, del Departamento de Policía de Richmond habla con los agricultores de Feather River Farms.

6


Organic broccoli from Feather River Farms.

Brócoli orgánico de Feather River Farms.

Market vendor Marlon Marcel King Jr. shows off his rings.

Marlon Marcel King Jr. vendedor en el mercado muestra sus anillos.

Amanda Elliot buying fresh fruit and vegetables at the farmers’ market.

Organic rasberries and blackberries.

Frambuesas y moras orgánicas.

Amanda Elliot compra fruta y verduras fresca en el mercado de los agricultores.

7


On Día de los Muertos, Memorializing a Neighborhood Photo/ Foto • Edgardo Cervano-Soto

Commentary • Edgardo Cervano-Soto

I

t was in 1987 when my mom, dad and two older sisters moved out of their apartment unit on South Van Ness and 22nd Street in San Francisco’s Mission District. The rent had become too expensive to afford, despite my dad holding down two full-time jobs as a dishwasher and a busboy, getting only a few hours of sleep a day. While he worked, my mom raised my sisters and cared for other family members’ children. For my parents, it wasn’t exactly the American Dream they had imagined. And so, they followed the path traveled by many Latino immigrants before them who had settled in the Mission District — long a haven for refugees, exiles and newcomers – by searching for another place to call home. Taking a risk, they signed off on a loan and purchased a home just across the bay in San Pablo, where my youngest sister and I were born and raised. Yet throughout my childhood, the Mission remained a destination for our family. My tias and tios still lived there and we visited them frequently. For me, the Mission felt like home, despite the fact that it had never been mine. 22nd and Mission is where my mom sorted through boxes of plastic gold Holy Crosses and ceramic angels for our First Communion recuerdos. At Ritmo Latino, a neighborhood record store, my sisters introduced me to banda music, during our searches through racks of CD’s. At the corner of 24th and York is my favorite panaderia, La Panaderia Mexicana. To this day I stand motionless before its plexiglass storefront, staring at the conchas, elotes, and the Salvadoran quesadillas. Then

there is the neighborhood art: the moving La Lechuguera mural (now the La Llorona mural) by Juana Alicia, the amazing Maestrapeace mural on the Women’s Building, and the kinetic colors of Balmy Alley. I made sense of my identity through these images. But they are all fading now. Those long familiar with the Mission had seen the gentrification coming. Family-owned, legacy businesses like the panaderias were replaced by hip (and expensive) clothing boutiques and upscale sandwich delis. It disturbed me to see the old eclectic Latino cafes morph into cybercafes with uncomfortably minimalist furniture and bone white walls. There were Latino shop owners who recognized that their culture was becoming kitsch, and that if they wanted to make it with the new crowd of young white professionals and techies, well, they were better off installing reproduced Frida prints, dressing their shop in papel picado and selling the experience of kitsch Mexican and Latino

culture for all its trendy worth. Today, evictions in the Mission are cutting into the community’s main artery. Rene Yañez and Yolanda Lopez, two of the neighborhood’s Chicano Art pioneers, are being evicted from their home of 35 years as a result of the Ellis Act, a provision in California rental law that allows owners to evict tenants in order to sell a property. The apartment occupied by Yañez and Lopez was under rent control — they were paying $450 a month — which allowed them to continue to afford living in the neighborhood. Yañez and Lopez are, as performance artist Guillermo Gomez-Pena once said, “puro Chicano royalty.” Lopez’s, now in her seventies, is a trailblazing Chicana artist. Through her prints, collages, and drawings Lopez has honored the lives of Latina immigrant women, and denounced U.S colonialism, racism, and xenophobia. Yañez, now 71 and with bone cancer, is a stalwart in the Chicano Art scene. He cofounded the acting troupe Culture Clash,

introduced a contemporary aesthetic to Día de los Muertos artwork in the Bay Area, and has been a mentor to many emerging Latino artists. It seems a cruel irony that the Día de los Muertos tradition Yañez brought to San Francisco is now a ghost of its former self – an appropriated and commercialized byproduct of the greed that is changing the city. Yañez’ legacy and the traditional intent of Día de los Muertos – it is not Halloween, but an actual observance of loss – is being erased as large crowds of partygoers costume themselves as calaveras and drink beer. In the same way the colors of the murals in the Mission District are fading, the culture of a community is at risk. On a recent visit, I picked up a flyer from the Mission Cultural Center for Latino Arts. I winced at their Día de Los Muertos art exhibition theme: “La Llorona: Weeping the Life and Death of the Mission District.” I winced because the truth hurt: there is loss in the community, and I don’t know to reconcile that fact. •

En el Día de los Muertos, Conmemorando a un Barrio Comentario • Edgardo Cervano-Soto

F

ue en 1987 cuando mi mamá, papá y dos hermanas mayores se mudaron de su apartamento en la South Van Ness y la calle 22 en el distrito de la Misión de San Francisco. El alquiler se había vuelto demasiado caro, a pesar de que mi papá tenía dos trabajos a tiempo completo como lavaplatos y ayudante de camarero, durmiendo sólo un par de horas cada día. Mientras él trabajaba, mi madre crió a mis hermanas y cuidó de los hijos de otros miembros de la familia. Para mis padres, no fue exactamente el sueño americano que habían imaginado. Y así, siguieron el camino recorrido por muchos inmigrantes latinos antes de ellos que se habían instalado en el distrito de la Misión - durante mucho tiempo un refugio para los refugiados, los exiliados y los recién llegados – buscando otro lugar para llamar hogar. Tomando un riesgo, firmaron por un préstamo y compraron una casa al otro lado de la bahía en San Pablo, donde mi hermana menor y yo nacimos y crecimos. Sin embargo, durante mi infancia, la Misión siguió siendo un destino para nuestra familia. Mis tías y tíos todavía vivían allí y los visitábamos con frecuencia. Para mí, la Misión se sentía como mi casa, a pesar del hecho de que nunca había sido mía.

8

En la 22 y Mission es donde mi mamá buscó entre cajas de cruces santas de oro plástico y ángeles de cerámica para los recuerdos de nuestra primera comunión. En Ritmo Latino, una tienda de discos en el barrio, mis hermanas me introdujeron a la música banda, durante nuestras búsquedas de CDs. En la esquina de 24 y York esta mi panadería favorita, La Panadería Mexicana. Hasta el día de hoy estoy inmóvil ante su fachada de plexiglás, mirando las conchas, elotes, y las quesadillas salvadoreñas. Luego está el arte del barrio: el mural móvil La Lechuguera (ahora el mural de La Llorona) por Juana Alicia, el mural Maestrapeace increíble en el Edificio de la Mujer, y los colores cinéticos de Balmy Alley. Entendí mi identidad a través de estas imágenes. Pero todas ellas están deslucidas ahora. Los que están muy familiar con la Misión habían visto el aburguesamiento por llegar. La empresa familiar, las empresas existentes como las panaderías fueron reemplazadas por tiendas de ropa de última moda (y caras) y tiendas de sándwiches de lujo. Me molestó ver a los viejos cafés Latinos eclécticos transformarse en ciber cafés con muebles minimalistas incómodos y paredes blancas de hueso. Hubo propietarios de tiendas latinas que reconocieron que su cultura se estaba volviendo kitsch, y que si

querían ganarse al nuevo grupo de jóvenes profesionales blancos y los apasionados por la tecnología, entonces, tendrían que instalar reproducciones del arte de Frida, vestir su tienda en papel picado y vender la experiencia de la cultura mexicana y latina kitsch sacando todo el provecho a la moda posible. Hoy los desalojos en la Misión están reduciendo la arteria principal de la comunidad. René Yáñez y Yolanda López, dos de los pioneros del arte chicano del barrio, están siendo desalojados de su casa de 35 años, como consecuencia de la Ley de Ellis, una disposición en la ley de alquiler de California que permite a los propietarios desalojar a los inquilinos para vender una propiedad. El apartamento ocupado por Yáñez y López estaba bajo control de alquileres - estaban pagando 450 dólares al mes - lo que les permitió seguir viviendo en el barrio. Yáñez y López son, como el artista Guillermo Gómez-Peña, dijo una vez, “pura realeza Chicana”. López, ahora en sus setenta años, es una artista chicana pionera. A través de sus grabados, collages y dibujos López ha honrado las vidas de mujeres latinas inmigrantes, y denunció el colonialismo estadounidense, el racismo y la xenofobia. Yáñez, ahora de 71 años

y con cáncer de hueso, es un partidario incondicional de la escena del arte chicano. Fue cofundador de la compañía de actuación Culture Clash, presentó una estética contemporánea a las obras del Día de los Muertos en el Área de la Bahía, y ha sido un mentor para muchos artistas latinos emergentes. Parece una ironía cruel que la tradición del Día de los Muertos que Yáñez trajo a San Francisco es ahora un fantasma de lo que fue - un subproducto apropiado y comercializado de la codicia que está cambiando a la ciudad. El legado de Yáñez y la intención tradicional del Día de los Muertos - no es Halloween, pero una observancia real de la pérdida - se está borrando con las grandes multitudes de fiesta en disfraces de calaveras y tomando cerveza. De la misma manera en que los colores de los murales en el distrito de la Misión se están desvaneciendo, la cultura de una comunidad está en riesgo. En una reciente visita, agarré un folleto del Centro Cultural de la Misión para las Artes Latinas. Hice un gesto de dolor por el tema de su exposición de arte del Día de Los Muertos: “La Llorona: Llorando la Vida y la Muerte del distrito de la Misión”. Me estremecí, porque la verdad duele: hay una pérdida en la comunidad, y no sé como aceptar ese hecho. •


Photo/ Foto• Pendarvis Harshaw

The fron gate at San Quentin State Prison.

La puerta de entrada en la prisión estatal San Quentin.

At San Quentin, Reflections on Personal Space

En San Quentin, Reflexiones Sobre el Espacio Personal

Commentary • Pendarvis Harshaw

Comentario • Pendarvis Harshaw

S

S

AN QUENTIN -- As I walk down the hill, beyond the blind curve, “the yard” reveals itself. I walk past groups of men congregated around tables. There are more inmates over on the running track, and about another dozen on the basketball courts. Men play catch on a baseball field in the distance, and three men surround a punching bag in the foreground. “CDCR” (California Department of Corrections and Rehabilitation) is written in yellow letters on the back of prisoner’s jean jackets. “Tennis Shoes Only - No Boots Allowed” is written on a sign near the tennis courts. The words “Lower Yard Shack” label a small building, smack in the center of the yard, and another sign reads, “No Toilet Paper Allowed On Lower Yard.” I wonder to myself why, without breaking stride. There is racial division in the yard, with African American men near the basketball courts, and the majority of white inmates near or on the track and on the baseball field. Latino inmates are between the tennis courts and the punching bag. There are also a few Asian inmates, who sit amongst themselves. With so many people on the yard, I wonder: how many are in the cells? As I walk, I use head nods to acknowledge everyone I make eye contact with -- I believe every human being deserves at least that much respect. I also give a nod of respect to the Corrections Officer as I sign one last tablet with my name, the date and military time. Then I walk into the San Quentin newsroom. I’m here with my journalism teacher from UC Berkeley, William Drummond, and another student. We’re at the headquarters of the San Quentin News, a monthly publication that is printed and distributed to inmates at this prison and which is also available online at SQnews.com. It is one of the only newspapers currently written by and for incarcerated people in the United States. The newspaper’s offices are nestled away in a portable, which is on the opposite end of the yard from the prison entrance. It has the feel of a traditional newsroom with chairs, desks, and computers. There’s a TV off to one side, and a whole bunch of old copies of the San Quentin News mounted in the rafters of the singlestory trailer. Anywhere from 6 to 10 men of all ages and races come in to write and edit stories. The articles consist of recent happenings in the prison, their personal stories, and

their perspectives on life. One of those writers is a man by the name of Watani Stiner, who is serving time in connection to the murder of Black Panther leaders Bunchy Carter and John Huggins. He once escaped from San Quentin, lived in exile for 20 years and then turned himself in – just so the kids he fathered while in exile could have U.S. citizenship. He writes a column called, “From an OG’s Perspective,” which he uses as a platform to voice his opinion on issues having to do with the generation gap, as he sees it, and to create dialogue between people with conflicting perspectives. In the June 2013 edition of the San Quentin News, Stiner wrote about the perceived lack of respect between elder and younger inmates. He cited a conversation that he had with a young inmate who claimed that he knew the rules of the game and showed respect to his cellmate, an older gentleman, only to have the older man not reciprocate the respect. “Some of these OG’s around here don’t deserve no respect!” Stiner quoted the young man as saying, while they spoke in a stairway. “If you don’t give none, you don’t get none,” continued the young man. “That’s the way I think.” In his analysis of the young man’s experience, Stiner wrote: “While initially the young man wanted to know ‘who is wrong,’ I don’t believe that’s the real issue. It’s not a question of who is wrong -- the young man or his ‘OG’ cellmate -- it’s a question of what is wrong. And what’s wrong is two grown men being forced to live together in a cage half the size of a small bedroom closet. Such a condition, by any stretch of the imagination, is certainly not conducive to a harmonious relationship between any human being(s).” In prison, it’s true that many of life’s basic needs are met: There is shelter and nourishment. There are religious buildings and hospitals. There are places for exercise and places to write. But in California prisons, where overcrowding is the issue of the day (and has been for years), the question that begs to be asked is: How can humanity truly be achieved in prison without the one key thing that’s missing -- personal space? I leave the newsroom, give the CO a head nod and sign the tablet confirming my exit. I walk past the baseball field, the basketball courts, and the “No Toilet Paper Allowed On Lower Yard” sign. I walk up and around the blind curve, and past the patio where the well maintained garden is. After showing my I.D. to the guard and signing out on two different tablets, I’m back in a world where we value personal space. •

AN QUENTIN - Mientras camino por la colina, más allá de la curva ciega, se revela “el patio”. Camino y paso grupos de hombres congregados alrededor de las mesas. Hay más presos en la pista de carreras, y cerca de una docena en las canchas de baloncesto. Hombres juegan con una pelota en un campo de béisbol en la distancia, y tres hombres rodean un saco de boxeo en primer plano. “CDCR” (El Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California) está escrito en letras amarillas en la parte posterior de las chaquetas de mezclilla de los prisioneros. “Zapatos de tenis solamente - No se permiten botas” está escrito en un cartel cerca de las pistas de tenis. Las palabras “Cabaña del patio bajo” etiqueta un pequeño edificio, justo en el centro del patio, y otro letrero que dice, “No se permite papel higiénico en el patio bajo”. Me pregunto a mí mismo por qué, sin perder mi paso. Hay división racial en el patio, con los hombres afroamericanos cerca de las canchas de baloncesto, y la mayoría de los presos blancos cerca o en la pista y en el campo de béisbol. Los reclusos latinos están entre las pistas de tenis y el saco de boxeo. También hay unos pocos presos asiáticos, que se sientan entre ellos mismos. Con tanta gente en el patio, me pregunto: ¿cuántos están en las celdas? Mientras camino, utilizo movimientos de cabeza para reconocer a todos con que hago contacto visual - Creo que todo ser humano merece por lo menos ese respeto. También doy un gesto de respeto al oficial de correcciones mientras firmo una última tableta con mi nombre, la fecha y la hora militar. Luego entro a la sala de prensa de San Quentin. Estoy aquí con mi profesor de periodismo de la Universidad de California en Berkeley, William Drummond, y otro estudiante. Estamos en la sede de San Quentin News, una publicación mensual que se imprime y se distribuye a los reclusos en la prisión y que también está disponible en línea en SQnews.com. Es uno de los pocos periódicos actualmente escritos por y para las personas encarceladas en los Estados Unidos. Las oficinas del periódico se encuentran lejos en un portátil, que está en el extremo opuesto del patio de la entrada de la prisión. Se tiene la sensación de una sala de redacción tradicional con sillas, escritorios y computadoras. Hay una televisión a un lado, y un montón de copias antiguas de San Quentin News montadas del techo del remolque de un solo piso. Entre 6 a 10 hombres de todas las edades y razas entran a escribir y editar historias. Los artículos se componen de los últimos acontecimientos en la cárcel, sus historias personales y sus perspectivas de la vida. Uno de esos escritores es un hombre con el nombre de Watani Stiner, quién está

cumpliendo una condena en relación con el asesinato de los líderes de las Panteras Negras Bunchy Carter y John Huggins. Una vez se escapó de San Quentin, vivió en el exilio durante 20 años y luego se entregó - sólo para que los niños que engendró en el exilio pudieran tener la ciudadanía de EE.UU.. Él escribe una columna llamada “Desde la perspectiva de un OG”, que utiliza como plataforma para expresar su opinión sobre cuestiones que tienen que ver con la brecha generacional, como él lo ve, y para crear un diálogo entre personas con puntos de vista opuestos. En la edición de San Quentin News de junio de 2013, Stiner escribió acerca de la percepción de falta de respeto entre los reclusos mayores y menores. Se refirió a una conversación que tuvo con un joven preso que dijo que él conocía las reglas del juego y mostró respeto a su compañero de celda, un señor mayor, sólo para que el hombre mayor no le reciprocara el mismo respeto. “¡Algunos de estos OGs por aquí no merecen ningún respeto!” Stiner citó al joven diciendo mientras hablaban en una escalera. “Si no das, no recibes nada”, continuó el joven. “Esa es mi forma de pensar”. En su análisis de la experiencia del joven, Stiner escribió: “Aunque en un principio el joven quería saber ‘quién está equivocado’, no creo que esa es la verdadera cuestión. No es una cuestión de quién está equivocado - el joven o su compañero de celda “OG” - es una cuestión de lo que está mal. ¿Y lo que está mal es que dos hombres adultos están obligados a vivir juntos en una jaula de la mitad del tamaño de un pequeño clóset de una recámara. Tal condición, por cualquier tramo de la imaginación, ciertamente no es favorable a una relación armoniosa entre cualquier ser humano”. En la cárcel, es cierto que muchas de las necesidades básicas de la vida se cumplen: Hay refugio y alimento. Hay edificios religiosos y hospitales. Hay lugares para hacer ejercicio y lugares para escribir. Sin embargo, en las prisiones de California, donde el hacinamiento es el tema del día (y ha sido durante años), la pregunta que nos lleva a hacer es: ¿Cómo se puede lograr la humanidad verdaderamente en la cárcel sin una cosa clave que falta - el espacio personal? Dejo la sala de redacción, le doy a el CO un reconocimiento con la cabeza y firmo la tableta confirmando mi salida. Camino y paso el campo de béisbol, de baloncesto, y el cartel de “No se permite papel higiénico en el patio bajo”. Me acerco y camino alrededor de la curva ciega, y paso el patio, donde se encuentra el jardín bien cuidado. Después de mostrar mi identificación al guardia y firmar dos tabletas diferentes, estoy de vuelta en un mundo donde valoramos el espacio personal. •

9


Photo/ Foto • Edgardo Cervano-Soto

Q&A: Police Chief Magnus on ‘Predictive Policing,’ Wiretapping, Ceasefire

Interview • Edgardo Ceravno-Soto

Richmond Pulse: Vehicle thefts and burglaries are down from last year. Why are these types of property crimes decreasing in Richmond? Chief Magnus: I wish I could tell you that there is an exact cause and effect to it. Unfortunately that’s what makes the job so difficult, because it is so hard to attribute any one cause. But I do think there are a lot of different factors. We have worked hard over the years to engage the community in a partnership with us to report crime, to report suspicious circumstances that could be crimes in progress, things that merit a closer look. We have also worked to support neighborhood watch and neighborhood association groups, to put an even greater focus on crime prevention. We do a lot of engagement around helping people look out for each other, so we spend a lot of time talking with people about the point of getting to know their neighbors, about securing their homes and other property, about how we can basically take better care of each other and work together more effectively to reduce crime, and I think we are seeing some of the dividends from that. RP: “Predictive policing” is one approach the police department has taken to preventing property crimes. What does that entail, and why do you think it can work in Richmond? CM: It’s just one more tool to help us use the resources that we do have more effectively. The whole idea behind predictive policing is that you look at where crime has occurred in the past. The underlying thought with predictive policing is that criminals are creatures of habit, and they tend to go back to the areas where they have a higher level of comfort -- a neighborhood, perhaps, where they have already committed a crime, or a neighborhood they might even live in themselves. We try to use the data that we collect from calls of service and from reports that are taken, [which get] processed through an algorithm that was developed… to make predictions, based on

time of day and location, for what areas might be vulnerable to certain types of property crime. Officers on the day shift might have anywhere between 3 and 5 small boxes the size of basically a square block, that they are asked to go into a couple times during their shift, and get out of their cars and walk around; just keep their eyes open for anything unusual, with an understanding of the kind of crimes that have happened in the past in that area. So far we are pleased with how it seems to be working. RP: What about neighborhoods where crimes are underreported? How can the algorithm predict the probability of crime in an underreported area? CM: Any time you’re using data you are challenged with the underlying concept of “garbage in, garbage out”: If you don’t have good data in the first place -- and in this case, it (the data) would be dependent on people reporting crimes -- then it’s going to be hard to get good predictions. Which is one of the reasons why I don’t think predictive policing in a vacuum will be effective; it has to be done in a context where we are working to encourage people to become active in their neighborhoods and to report crimes, and [when we are] working to serve and do more outreach to traditional underserved populations in the community. So there has to be a real effort to ensure people are reporting crimes. RP: Twenty-three people were recently arrested after a court approved wiretapping that involved the Ceasefire program. CM: Our priority with Ceasefire and with any of the other violence reduction activities that we are involved in is to stop the shootings and save lives. We start first of all with an accurate assessment that there is a relatively small group who are involved in a disproportionate number of shootings and really serious violence in the community. A good many of those

individuals have relationships, albeit, loose knit at times, with each other. Some people refer to that in a more broad way as gangs, but I think that’s a little bit over-simplistic. In Richmond there are relationships that are very fluid and they change frequently. Our role is to figure out who those people are because by knowing that, that enables us to avoid profiling and enables us to avoid simply going into neighborhoods, for example, where there might be a disproportionate number of young men of color. Our goal is to focus on people that we know, through building intelligence, and through talking with people in the community. The idea with Ceasefire is you have identified these people so then how do you engage them and say: Look, this has got to stop. We want you to live and you have a future. We don’t want you caught up in this kind of activity that’s either going to cause you to end up in the morgue or jail. So what can we do as a community to give you support, training, resources and other kinds of assistance to make a choice to

get out of that particular lifestyle and do something different that will keep you from being involved in further shootings? So that’s kind of half the Ceasefire equation. The other half is saying to that same group of individuals: OK, we know who you are and we know what you are doing. If you keep doing it and if you keep wreaking havoc on neighborhoods and keep killing each other or innocent people who get caught in the crossfire, if you keep doing things that are incredibly harmful to yourself and the community, there are going to be really serious consequences for that. Obviously, we prefer that you make the choice to get the services, take advantage of the support and move out of that lifestyle, but if you want to do things that are incredibly harmful to neighborhoods and people who live here in the community, then we are going to bring every legal consequence that we possibly can to stop you from doing what you are doing. With the most recent police activity related to the wire, let me be clear, that was not driven by the idea, “here are a bunch

Entrevista: el Jefe de Policía Magnus sobre

Continued on pg. 16

“Vigilancia Predictiva”, Escuchas Telefónicas, Alto el Fuego Entrevista • Edgardo Cervano-Soto

Richmond Pulse: Los robos y robos de vehículos se han reducido desde el año pasado. ¿Por qué se están disminuyendo estos tipos de delitos contra la propiedad en Richmond? Jefe Magnus: Me gustaría poder decir que existe una causa exacta y un efecto. Por desgracia, eso es lo que hace el trabajo tan difícil, porque es muy difícil atribuir cualquier causa. Pero sí creo que hay muchos factores diferentes. Hemos trabajado muy duro durante años para involucrar a la comunidad en una sociedad con nosotros para reportar el crimen, para reportar circunstancias sospechosas que podrían ser crímenes en curso, cosas que merecen una mirada más cercana. También hemos trabajado para apoyar la vigilancia de la vecindad y de grupos de asociaciones de vecinos, de poner mayor enfoque en la prevención del delito. Tenemos compromiso en ayudar a las personas cuidarse el uno al otro, así que pasamos mucho tiempo hablando con la gente sobre el punto de llegar a conocer a sus vecinos, sobre la seguridad de sus hogares y otras propiedades, sobre cómo podemos básicamente cuidarnos mejor y trabajar juntos más eficazmente para reducir la delincuencia, y creo que estamos viendo algunos de los dividendos de eso. RP: “Vigilancia Predictiva” es uno de los enfoques que el departamento de policía ha tomado para prevenir delitos contra la propiedad. ¿Qué implica eso, y por qué cree que puede

10

trabajar en Richmond? JM: Es sólo una herramienta más para ayudarnos a utilizar los recursos que tenemos con mayor eficacia. La idea detrás de la vigilancia predictiva es que se mira donde se ha producido el crimen en el pasado. La idea subyacente de la vigilancia predictiva es que los criminales son criaturas de hábito, y tienden a regresar a las áreas en las que tienen un mayor nivel de comodidad - un barrio, tal vez, en donde ya han cometido un delito o un barrio donde incluso ellos mismos podrían vivir. Tratamos de utilizar los datos que recogemos de las llamadas de servicio y de los informes que se toman, que [se] procesan a través de un algoritmo que se desarrolló... para hacer predicciones, según la hora del día y el lugar, para cuales áreas pueden ser vulnerables para ciertos tipos de delitos contra la propiedad. Oficiales en el turno de día pueden tener entre 3 y 5 cajas pequeñas del tamaño básicamente de una manzana, que se les pide andar un par de veces durante su turno, y salir de sus coches y caminar, sólo mantener los ojos abiertos a cualquier cosa inusual, con una comprensión de la clase de crímenes que han sucedido en el pasado en esa zona. Hasta ahora estamos muy contentos con la forma en que parece estar funcionando. RP: ¿Qué pasa con los barrios donde los crímenes muchas veces no se denuncian? ¿Cómo puede el algoritmo predecir la probabilidad

de el crimen en una zona donde no se denuncian? JM: Siempre que estás utilizando datos estas enfrentado el concepto subyacente de “basura entra, basura sale”: Si no tienes buenos datos en primer lugar - y en este caso, (los datos) dependerían de las personas reportando los crímenes - entonces va a ser difícil obtener buenas predicciones. Lo cual es una de las razones por las que no creo que la vigilancia predictiva sola será efectiva, sino que se tiene que hacer en un contexto en el que estamos trabajando para animar a la gente a participar activamente en sus comunidades y denunciar los delitos, y [cuando estamos] trabajando para servir y alcanzar a las poblaciones marginadas de la comunidad. Así que tiene que haber un verdadero esfuerzo para garantizar que las personas están reportando crímenes. RP: Veintitrés personas fueron detenidas poco después que un tribunal aprobó las escuchas telefónicas que involucró el programa de cesación del fuego Ceasefire. JM: Nuestra prioridad de alto el fuego y con cualquiera de las otras actividades de reducción de la violencia con que estamos involucrados es detener los tiroteos y salvar vidas. Empezamos primero con una evaluación precisa que hay un grupo relativamente pequeño que están involucrados en un número desproporcionado de los tiroteos y la

violencia muy grave en la comunidad. Una buena parte de las personas tienen relaciones, si bien informales a veces, con los demás. Algunas personas se refieren a eso de una manera más amplia como las pandillas, pero creo que es un poco demasiado simplista. En Richmond hay relaciones que son muy fluidas y cambian con frecuencia. Nuestro papel consiste en averiguar quiénes son esas personas, porque al saber eso, nos permite evitar perfilar y nos permite evitar simplemente yendo a los barrios, por ejemplo, donde podría haber un número desproporcionado de jóvenes de color. Nuestro objetivo es centrarnos en las personas que conocemos, a través de conseguir inteligencia, y por medio de hablar con la gente en la comunidad. La idea con alto el fuego es que has identificado esta gente entonces cómo entablarlos y decir: Mira, esto tiene que parar. Queremos que vivas y tengas un futuro. No queremos que te encuentres en este tipo de actividad que va a hacer que termines en la morgue o en la cárcel. ¿Qué 13 para podemos hacer como comunidad darte apoyo, capacitación, recursos y otros tipos de ayuda para tomar la decisión de salir de ese estilo de vida particular y hacer algo diferente, que te impedirá participar en otros tiroteos? Entonces esa es la mitad de la ecuación de cesación del fuego. La otra mitad es diciendo a ese mismo grupo de individuos: Bueno, sabemos quienes son y sabemos lo que están haciendo. Si siguen haciéndolo y si siguen causando estragos en los barrios Continúa en la pág. 16


Photo/ Foto • Richmond Confidential

Chaplains Aid Officers and Victims In Time of Need By Nancy DeVille | Richmond Confidential

W

hen a crime happens in Richmond, police officers often call for a different type of backup -those armed with bibles and faith instead of guns and Tasers. The ordained elders serve as chaplains with the Richmond Police Department, ready to offer solace to families and communities often in the most vulnerable situations- murders, fires, suicides or car accidents. The 18 volunteers come from various denominations and ethnicities, but are bounded by a common thread to serve. “This is an aid that helps police officers in roles they are really out of place with,” said Al Martinez, president of the chaplaincy program and a retired Richmond police officer. “Police officers are trained to take action and get out,” Martinez said. “But when a family or community is left devastated by a murder, the need is still there. We are there to console them and show them to a local church or facility.” After a stray bullet struck a one-year-old in Richmond’s Iron Triangle last March, Martinez was dispatched to Children’s Hospital Oakland. He said he didn’t know what to expect. “You have to ready your mind prayerfully, spiritually and tactfully,” he said. “You’re being prayerful but you think the worse, because this is a baby,” he added. “When we arrived, we prayed for them (the family) and the mother embraced me real tight. We were there to support in anyway we could.”

Richmond’s chaplaincy program dates back over 20 years and began as a bridge to connect the community and the police department using area clergy. The program continues to expand and the department is accepting applications from ordained elders. Chaplains must either live in Richmond or have a church in the city, and pass a criminal background check. The volunteer community leaders are on call 24/7, despite their church responsibilities and fulltime jobs. When a police officer or firefighter requests their assistance, the chaplains are dispatched to various neighborhoods throughout the city. At crime scenes, they offer spiritual support and counseling — sometimes recommending a mortuary — and provide follow-up calls in the days after the incident. The ministers respond in pairs of two – both for spiritual assistance and safety. “The chaplains are a caring and compassionate ear that can also explain the process of crime scene investigation when they (victims) are in a very traumatic situation,” said Michelle Milam, a crime prevention manager with the Richmond Police Department. Aside from crime scenes, chaplains attend community meetings and go on ridealongs with police officers to familiarize themselves with residents and the city’s various neighborhoods. But crime victims’ relatives aren’t the only

Al Martinez. ones that need spiritual guidance. Officers and their families also seek advice, prayer, or rely on chaplains as a non-judgmental resource. “This is a high stress profession and sometimes people see real horrible things or the stress of the job just takes a toll on officers and their families,” Milam said. “The chaplains are there to be a support, and they can confide in a chaplain in confidence.” For Martinez, being a chaplain is another way to help the residents in the city he’s

called home for nearly 40 years. He’s currently a postmaster for the United States Postal Service. His office sits in the core of Richmond’s downtown, giving him easy access to some of the same neighborhoods he once patrolled. “We are not police officers and for us to have the opportunity to come into their world and assist them, is very delicate,” he said. •

Capellanes Asisten a los Oficiales de Policía y las Víctimas en Momentos de Necesidad Por Nancy DeVille | Richmond Confidential

C

uando un delito ocurre en Richmond, los agentes de policía a menudo piden un diferente tipo de refuerzos - aquellos armados con biblias y la fe en lugar de armas y pistolas eléctricas Taser. Los ordenados sirven como capellanes con el Departamento de Policía de Richmond, dispuestos a ofrecer consuelo a las familias y las comunidades a menudo en las situaciones más vulnerables - asesinatos, incendios, suicidios o accidentes de coche. Los 18 voluntarios vienen de diferentes confesiones y etnias, pero están atados por un hilo común de servir. “Se trata de una asistencia que ayuda a los agentes de policía en funciones donde están realmente fuera de lugar”, dijo Al Martínez, presidente del programa de capellanía y un oficial de policía de Richmond jubilado. “Los oficiales de policía están entrenados para actuar y salirse”, dijo Martínez. “Pero cuando una familia o comunidad se queda devastada por un asesinato, la necesidad sigue ahí. Estamos allí para consolarlos y llevarlos a una iglesia o establecimiento local”. Después que una bala perdida golpeó a

un bebé de un año de edad, en el triángulo de hierro de Richmond el pasado marzo, Martínez fue enviado al Hospital de Niños de Oakland. Dijo que no sabía qué esperar. “Hay que preparar la mente en oración, espiritualmente y con mucho tacto”, dijo. “Estás haciendo oración, pero piensas lo peor, porque se trata de un bebé”, agregó. “Cuando llegamos, rezamos por ellos (la familia) y la madre me abrazó bien fuerte. Estábamos allí para apoyar de cualquier manera que pudiéramos”. El programa de capellanía de Richmond cuenta con más de 20 años y comenzó como un puente para conectar a la comunidad y el departamento de policía con el clero de la zona. El programa sigue creciendo y el departamento está aceptando solicitudes de ancianos ordenados. Capellanes deben vivir en Richmond o tener una iglesia en la ciudad, y pasar una revisión de antecedentes penales. Los líderes de la comunidad voluntarios están de guardia las 24 horas del día, los siete días de la semana, a pesar de sus responsabilidades en la iglesia y trabajos

a tiempo completo. Cuando un oficial de policía o bombero solicita su asistencia, los capellanes se despachan a varios barrios de la ciudad. En la escena del crimen, ofrecen apoyo espiritual y asesoramiento - a veces recomendando un depósito de cadáveres - y ofrecen llamadas de seguimiento en los días posteriores al incidente. Los capellanes responden en pares de dos - tanto para la asistencia espiritual y la seguridad. “Los capellanes son un oído atento y compasivo, que también pueden explicar el proceso de investigación de la escena del crimen cuando ellos (las víctimas) se encuentran en una situación muy traumática”, dijo Michelle Milam, una gerente de la prevención del delito con el Departamento de Policía de Richmond. Aparte de la escena del crimen, los capellanes asisten a las reuniones de la comunidad y pasean junto con los agentes de policía para que se familiaricen con los residentes y los diversos barrios de la ciudad. Sin embargo, familiares de las víctimas del crimen no son los únicos que necesitan

guía espiritual. Los oficiales y sus familias también buscan consejo, oración, o dependen de los capellanes como un recurso que no juzga. “Esta es una profesión de mucho estrés y, a veces la gente ve cosas realmente horribles o el estrés del trabajo afecta mucho a los oficiales y sus familias”, dijo Milam. “Los capellanes están ahí para ser un apoyo, y pueden confiar en un capellán con confianza”. Para Martínez, el ser un capellán es otra manera de ayudar a los residentes de la ciudad que a llamado hogar por casi 40 años. Él es actualmente un administrador de correo para el servicio postal de Estados Unidos. Su oficina se encuentra en el centro de la ciudad de Richmond, lo que ofrece un fácil acceso a algunos de los mismos barrios que una vez patrulló. “No somos agentes de la policía y para nosotros tener la oportunidad de entrar en su mundo y ayudarlos, es muy delicado”, dijo.

11


With Just a Little Help

Con un Poco de Ayuda

By Gabriela Ruiz de Mejia

Por Gabriela Ruiz de Mejia

More Richmond Students Could Más Estudiantes de Richmond Podrían estar en Camino al Be College Bound Colegio

W

hen people from outside the community think of Richmond teens, “collegebound” is probably not the first phrase that comes to mind. However, a number of young people in Richmond are exactly that, and it’s important to acknowledge their success. Through a lot of sacrifice and hard work, 39 high school graduates from the Making Waves Education Program in Richmond are attending four-year universities throughout the country this fall. I had the privilege of working extensively with a number of these students, and every single one was admitted to the top college of their choice. Included are some of the country’s top institutions: Yale, Georgetown, University of Southern California, Williams College, Harvey Mudd, University of San Francisco, Saint Mary’s College, George Washington University, Hope College, Pitzer College, University of Redlands, University of Laverne, and every campus in the University of California and California State University system, among others. The important thing to remember about these students’ success stories is that, with the proper support and guidance, they can be replicated and achieved by many, many more. What limits Richmond students is not ability. Rather, it often boils down to a lack of exposure to the information that is out there, that can help them achieve their goal of attending a four-year school. In my work I aim to show students that college is not as unattainable as it might seem. I like to introduce the idea that if a student takes the right steps beginning early in high school, he or she can be in a position to apply to college and realize their dream, if that is in fact what they want to do. Currently, what is true in Richmond is that information about how to apply and gain entry into college is for the most part limited to those students who really seek out the information. That does not have to be, nor should it be, the case. Information

12

should be readily available to all youth who step onto a high school campus. Do most students know, for example, that the process of planning for college really begins in the 9th grade? Or how about the fact that through scholarships and financial aid programs they can attend a school that costs $55,000 a year for next to nothing? What if they knew that some colleges are willing to fly prospective students to their institution just so they can get a better feel for campus life, and they’ll do it for free? As a community, we have a responsibility to demystify the college application process for students. We have to stop telling our kids that earning a 4.0 GPA will gain them entry into schools like Harvard and UC Berkeley. Those are wonderful institutions -- I graduated from Cal – but they are not the be-all and end-all of universities. There are over 4,000 colleges across the country, and Richmond students are unaware of most of them. Every spring I play a game with sophomore and junior high school students, where I ask them to name a college. Out of a room of 65 students (we go around the room 4-5 times), they are able to identify, tops, 250 colleges. When looking at the list of colleges our students end up attending, many of them were unknown to the students before they participated in my class. I know that when I first heard of Harvey Mudd College about 10 years ago, I wondered what the heck it was – as it turns out, it’s one of the best engineering schools in the country, one that produces some of the highest paid graduates in the country. I do not believe that college is the answer for every single person in the world, but that’s a decision that should be made by students themselves, after having been presented with all the facts. Yet by not providing them all the information, that decision is essentially being made for our students every day -- and that is what I want to stand against. Students should be equipped with the knowledge they need to pursue the dream of getting a college education. Gabriela Ruiz de Mejia is the College Counselor at Making Waves Education Program •

C

uando la gente de fuera de la comunidad piensa en los adolescentes de Richmond, “rumbo a la universidad” probablemente no es la primera frase que viene a la mente. Sin embargo, un número de jóvenes en Richmond son exactamente eso, y es importante reconocer su éxito. A través de mucho sacrificio y trabajo duro, 39 graduados de la high school del programa de educación haciendo olas (Making Waves) en Richmond asistirán universidades de cuatro años en todo el país este otoño. Tuve el privilegio de trabajar intensamente con un número de estos estudiantes, y cada uno fue admitido al colegio superior de su elección. Se incluyen algunas de las principales instituciones del país: Yale, Georgetown, la Universidad del Sur de California, Williams College, Harvey Mudd, la Universidad de San Francisco, la Universidad de Saint Mary, Universidad George Washington, Hope College, Pitzer College, Universidad de Redlands, Universidad de Laverne y todos los campus de la Universidad de California y la Universidad del Estado de California, entre otros. Lo importante de recordar acerca de las historias de éxito de estos estudiantes es que, con el apoyo y la orientación adecuada, pueden ser replicados y logrados por muchos, muchos más. Lo que limita a los estudiantes de Richmond no es la capacidad. Más bien, a menudo se reduce a la falta de exposición a la información que está disponible, que puede ayudarlos a alcanzar su objetivo de asistir a una universidad de cuatro años. En mi trabajo mi objetivo es mostrar a los estudiantes que la universidad no es tan inalcanzable como parece. Me gustaría presentar la idea de que si un estudiante toma las medidas correctas a partir del principio de la high shcool, él o ella puede estar en condiciones de aplicar a la universidad y hacer realidad su sueño, si eso es en realidad lo que quiere hacer. En la actualidad, lo que es cierto en Richmond es que la información sobre cómo solicitar y obtener la admisión a la universidad es en su mayor parte limitada a aquellos estudiantes que realmente buscan la información. Eso no tiene que ser, ni debe ser, el caso. La información debe estar al alcance de todos los jóvenes que pisan un campus de high school. ¿La mayoría de los estudiantes saben, por ejemplo, que el proceso de planificación para la universidad realmente comienza

en el noveno grado? ¿O qué tal el hecho de que a través de becas y programas de ayuda financiera pueden asistir a una escuela que cuesta $ 55.000 al año por casi nada? ¿Qué pasa si ellos supieran que algunas universidades están dispuestas a mandar a sus futuros estudiantes a su institución sólo para que puedan tener una mejor idea de la vida en el campus, y que van a hacerlo de forma gratuita? Como comunidad, tenemos la responsabilidad de desmitificar el proceso de solicitud de la universidad para los estudiantes. Tenemos que dejar de decirles a nuestros hijos que ganar un promedio de 4.0 les dará la admisión a las escuelas como Harvard y la Universidad de California en Berkeley. Esas son instituciones maravillosas - me gradué de Cal - pero no son las únicas universidades. Hay más de 4.000 universidades en todo el país, y los estudiantes de Richmond no son conscientes de la mayor parte de ellas. Cada primavera, yo juego un juego con los estudiantes de segundo año de high school y de middle school, donde les pido nombrar un colegio. De un salón de 65 estudiantes (todos toman un turno 4-5 veces), son capaces de identificar máximo 250 colegios. Al mirar la lista de universidades a que terminan asistiendo nuestros estudiantes, muchas de ellas eran desconocidas para los estudiantes antes de que participaron en mi clase. Sé que cuando me enteré de Harvey Mudd College hace unos 10 años, me pregunté qué diablos era – y resulta que es una de las mejores escuelas de ingeniería en el país, que produce algunos de los graduados mejores pagados en el país. No creo que la universidad es la respuesta para cada persona en el mundo, pero eso es una decisión que debe ser tomada por los propios estudiantes, después de haber sido presentados con todos los hechos. Sin embargo, al no proporcionarles toda la información, esencialmente esa decisión se toma para nuestros estudiantes todos los días - y eso es lo que yo quiero estar en contra de. Los estudiantes deben estar equipados con los conocimientos necesarios para perseguir el sueño de obtener una educación universitaria. Gabriela Ruiz de Mejía es la Consejera de Colegio del programa de educación Making Waves •


More Adolescents in California are Drinking Sugary Beverages News Report, Viji Sundaram | New America Media

E

ven as the consumption of sugary drinks among young children in California is beginning to decline, a new study shows a significant spike among adolescents. The study found that fully 65 percent of children between 12 and 17 drink soda and other sugary drinks every day, which is an 8 percent spike since 2005, when the study began. In the seven-year study, researchers at the California Center for Public Health Advocacy (CCPHA) and the UCLA Center of Health Policy Research found that there was in fact an overall drop by 11 percent in the consumption of sugary beverages by young people, but when they teased the numbers, they found that there was a decline in consumption among children under 11 and an increase in consumption among adolescents, noted CCPHA’s executive director Dr. Harold Goldstein, one of two authors of the study. How did this happen? “We got sodas out of schools and out of licensed child care centers, but a loophole in the state law allowed sports drinks in middle schools and high schools,” Goldstein said, adding sarcastically: “As if there’s a need to replace electrolytes in teens for carrying their backpacks.” More than 40,000 California households were interviewed by the California Health Interview Survey (CHIS) for the study titled, Still Bubbling Over: California Adolescents Drinking More Soda and Other SugarSweetened Beverages. Adolescents responded for themselves, but parents spoke on behalf of younger children. Researchers found that at respectively 73 percent and 74 percent, Latino and African American teens drank more

sweetened beverages than their Asian (63 percent) and white (56 percent) counterparts in recent years. Goldstein believes that this can be blamed in large part on the beverage industry’s practice of “specifically marketing” sugary beverages to teens of color using such celebrities as Beyoncé, Shaq O’Neal and Janet Jackson to endorse those products on the air, drawing the wrath of health advocacy groups. While the average teen sees 406 TV ads for sugary drinks each year, African American teens see 90 percent more ads, Goldstein said. Between the years 2008 and 2010, Spanish language TV ads for sugary beverages doubled, he said. “Television shows that have a high proportion of Latino and African American teen viewers have a higher proportion of soda ads,” said Dr. Susan Babey, a senior research scientist at the UCLA Center for Health Policy Research, who co-authored the study. The study does not directly examine the causes for the sugary spike among teens, but one reason could be that unlike in younger children where parents can control what and how much their offspring drink, teens tend to make their own decisions in those areas. The researchers warned that if this consumption trend

among teens continues, there would be serious health consequences, something that is already happening nationwide. Bodies, they asserted, were not designed to handle large amount of sugars. The liquid sugars are converted into fat in the liver and that contributes to the onset of diabetes. In 1998, 9 percent of teens had diabetes or pre-diabetes. In 2008, it went up to 23 percent, according to Goldstein, who pointed out that diabetes is the leading contributor to a rise in the nation’s health care costs. The researchers acknowledged that there is no “silver bullet” to change the sugary beverage consumption habits of youngsters, but California should draw a lesson from its 1998 tobacco tax initiative, which resulted in a 50 percent drop in smoking rates among all age groups and ethnicities by 2011. “If the tax were large enough, it would discourage people from consuming sugary beverages,” Babey asserted. •

Más Adolescentes en California están Consumiendo Bebidas Azucaradas Reportaje • Viji Sundaram | New America Media

A

pesar de que el consumo de bebidas azucaradas entre los niños pequeños en California está empezando a disminuir, un estudio publicado recientemente muestra un aumento significativo entre los adolescentes. El estudio encontró que el 65 por ciento de los niños entre 12 y 17 toman bebidas gaseosas y otras bebidas azucaradas cada día, que es un pico de 8 por ciento desde 2005, cuando comenzó el estudio. En el estudio de siete años, los investigadores del Centro de California para la Defensa de la Salud Pública (CCPHA por sus siglas en inglés) y el Centro de Investigación de Políticas para la Salud de UCLA encontraron que en realidad hubo un descenso en general de 11 por ciento en el consumo de bebidas azucaradas por los jóvenes, pero cuando estudiaron los números, se encontró que hubo una disminución en el consumo entre los niños menores de 11 años y un aumento en el consumo entre los adolescentes, señaló el director ejecutivo de CCPHA Dr. Harold Goldstein, uno de los dos autores del estudio. ¿Cómo sucedió esto? “Sacamos los refrescos de las escuelas y fuera de los centros de cuidado infantil con licencia, pero un tecnicismo en las leyes estatales permiten bebidas deportivas en las escuelas intermedias y secundarias”, dijo Goldstein, agregando con sarcasmo: “Como si hubiera una necesidad de reponer los electrolitos en los adolescentes por cargar sus mochilas”. Más de 40.000 hogares de California fueron entrevistados por la Encuesta de Salud de California (CHIS por sus siglas en inglés) para el estudio llamado Aún Burbujeando:

Adolescentes de California Beben Más Refrescos y Otras Bebidas Azucaradas (Still Bubbling Over: California Adolescents Drinking more Soda and Other SugarSweetened Beverages). Los adolescentes respondieron por sí mismos, pero los padres hablaron en nombre de los niños más pequeños. Los investigadores encontraron que respectivamente el 73 por ciento y 74 por ciento de los adolescentes latinos y afroamericanos bebían más bebidas azucaradas que sus homólogos asiáticos (63 por ciento) y blancos (56 por ciento) en años recientes. Goldstein cree que esto se puede deber en gran parte a la práctica de la industria de las bebidas de “específicamente vender” bebidas azucaradas a los adolescentes de color utilizando a celebridades como Beyoncé, Shaq O’Neal y Janet Jackson para aprobar estos productos en el aire, atrayendo la ira de los grupos de defensa de la salud. Mientras que el típico adolescente ve 406 anuncios de televisión para las bebidas azucaradas cada año, los adolescentes afroamericanos ven 90 por ciento más anuncios, dijo Goldstein. Entre los años 2008 y 2010, los anuncios de televisión en español de bebidas azucaradas se duplicaron dijo. “Los programas de televisión que tienen una alta proporción de espectadores adolescentes latinos y afroamericanos tienen una mayor proporción de anuncios de refrescos”, dijo la Dr. Susan Babey, una principal investigadora científica en el Centro de Investigación de Políticas para la Salud de UCLA, quién es coautor del estudio.

El estudio no examina directamente las causas de la subida de bebidas azucaradas entre los adolescentes, pero una de las razones podría ser que a diferencia de los niños más pequeños, donde los padres pueden controlar qué y cuánto beben sus hijos, los adolescentes tienden a tomar sus propias decisiones en esas áreas. Los investigadores advirtieron que si esta tendencia de consumo entre los adolescentes continúa, habría consecuencias graves para la salud, algo que ya está ocurriendo en todo el país. Afirmaron que los cuerpos no fueron diseñados para manejar gran cantidad de azúcares. Las azúcares líquidas se convierten en grasa en el hígado y eso contribuye a la aparición de la diabetes. En 1998, el 9 por ciento de los adolescentes tenía diabetes o prediabetes. En 2008, subió a 23 por ciento, según Goldstein, quién señaló que la diabetes es la razón principal del aumento de los costos de atención de salud de la nación. Los investigadores reconocieron que no existe una “bala de plata” para cambiar los hábitos de consumo de bebidas azucaradas de los jóvenes, pero California debe aprender una lección de su iniciativa fiscal de 1998 del tabaco, que se tradujo en una caída del 50 por ciento en las tasas de tabaquismo en todas las edades y etnias para el año 2011. “Si el impuesto fuese lo suficientemente grande, podría disuadir a la gente de consumir bebidas azucaradas”, afirmó Babey. •

13


Why I’ll Practice Safe Texting Commentary • Poojan Dave

F

rom the spoken word, to written letters to dial-up phones, humans have always sought new ways to communicate with one another. Today, it seems that texting is the mode of choice for getting messages to others quickly, especially when it comes to teenagers. According to Nielsen, American teenagers, on average, are sending and receiving over 3,339 texts a month. But other statistics – those culled from police reports – show that texting among teens is not only growing in popularity, it’s a growing threat to theirs and other people’s health. Ling Murray knows well the dangers of texting. On December 1, 2010, she and her daughter, Calli Ann, were hit by a car as they were walking home from a park. Calli Ann was killed instantly and Ling was put in critical condition. The driver later admitted that she was texting when she hit them. Texting and driving is now a major public safety concern, and there is never a good excuse for doing it. To convey my point, imagine a conversation between the police officer and the driver of the car that killed Calli Ann: Cop: Why did you crash into this mother and child? Driver: I was texting. Cop: You mean to say that you killed this child just because you couldn’t wait to send a text message? Driver: … I don’t even know how someone would reply to that, which is why I left it blank. It didn’t take too long for lawmakers to see that texting-and-driving would become a huge problem as a new generation of teenagers, and drivers, started to text more. So, our government finally got something right when they passed the Wireless Communications Device Law prohibiting the writing, sending, or reading of any textbased communication. The law went into effect on January 1, 2009. Should we be surprised that Calli died on December 1, 2010, almost a year after the

law was enacted? Contradictory to common sense, people have actually been texting while driving more since the law went into effect. According to AAA of California, before the law only 1.5% of drivers texted compared to now, when 4% of drivers text. Teenagers are the biggest group of people who drive and text. As I said, American teens text more than 3,000 times per month. So, it’s not a surprise that texting while driving is now the leading cause of death among teen drivers, at 3,000 deaths per year. This now surpasses drinking and driving as the leading cause of death among teen drivers, which is at 2,700 teens. It’s only surprising that it’s not more. A survey done by Dr. Andrew Adesman found that about 49% of teen males and 45% of teen females admitted to texting while driving. Personally speaking, as a 16-year-old teen male, these statistics make me scared for my own friends. I’ll be honest. I do text. A lot! And the idea of me having to answer the question, “You mean to say that you killed a child just because you couldn’t wait to send a message?” terrifies me to great extremes. Now, I haven’t exactly taken a pledge to not

text and drive yet since I haven’t gotten my permit, but when I do, I will take the pledge. When lawmakers made the texting and driving ban in 2009, they didn’t ban the use of hands-free technology – devices that use vocal recognition to craft text messages. They quickly realized that and tried to pass a bill prohibiting them, but the bill did not pass. I have to admit, the technology in these devices is amazing, but the devices themselves aren’t perfect. Recent research shows that hands-free devices promote cognitive distraction and inattention blindness. Basically, inattention blindness is when the brain doesn’t process information because it was concentrating on something else. An example is that a driver may miss an off-ramp that they are used to taking everyday. Many studies also show that drivers using these devices look down for about 2.5 seconds to make sure that their words are being correctly entered. That’s obviously very dangerous. Now, even though hand-free devices sound like a great idea, until someone can be confident enough to trust them without having to see that they are working properly, the

technology just isn’t here and they should be prohibited for now. Texting while driving is a danger on our roadways at this very moment. There are hundreds, if not thousands of people texting right now and in the news tonight there will be a report of an accident caused by texting and driving. People will blame it on the wide availability of phones to teenagers, or on iPhones and Samsung’s being really cheap. But I believe that it’s just evolution. People now text. We just need to accept it. People should be taught where to text, rather where not to text, and that’s what the problem is, not texting itself. “Doing that (texting-and-driving) has severe repercussions to not only yourself, but to others. And the impact that you have when you injure someone, that spreads to so many members of the family and goes to so many people in the community. It’s– it’s devastating.” ~ Al Andres, Calli Ann Murray’s grandfather

Poojan Dave is a junior at Middle College High School in San Pablo, Calif. •

Yo Practicaré Mandar Textos Seguramente Comentario • Poojan Dave

D

esde la palabra hablada, a las cartas escritas a los teléfonos, los seres humanos siempre han buscado nuevas formas de comunicarse entre sí. Hoy, parece que los mensajes de texto son la modalidad preferida para mandar mensajes a otras personas de forma rápida, sobre todo cuando se trata de adolescentes. Según Nielsen, los adolescentes estadounidenses, en promedio, están enviando y recibiendo más de 3.339 textos al mes. Pero otras estadísticas - aquellas sacadas de los informes policiales - muestran que los mensajes de texto entre los adolescentes no sólo son cada vez más popular, es una amenaza creciente a su salud y la de otras personas. Ling Murray conoce bien los peligros de enviar mensajes de texto. El 1° de diciembre de 2010, ella y su hija, Calli Ann, fueron atropelladas por un coche mientras caminaban a casa de un parque. Calli Ann murió al instante y Ling quedo en estado crítico. La conductora más tarde admitió que estaba enviando mensajes de texto cuando las atropello. Mandar mensajes de texto y conducir es ahora un problema principal de seguridad pública, y nunca hay una buena excusa para hacerlo. Para expresar mi punto, imagina una conversación entre el policía y la conductora del coche que mató a Calli Ann: Policía: ¿Por qué atropellaste a esta madre y su hija? Conductor: Yo estaba enviando un mensaje de texto. Policía: ¿Quieres decir que has matado a

esta niña sólo porque no podías esperar enviar un mensaje de texto? Conductor: ... Ni siquiera sé cómo alguien podría responder a eso, por eso lo dejé en blanco. No pasó mucho tiempo para que los legisladores vieran que los mensajes de texto y conducir se convertiría en un gran problema, ya que una nueva generación de adolescentes, y los conductores, comenzaran a mandar más textos. Entonces, nuestro gobierno finalmente hizo algo bien cuando aprobó la ley que prohíbe a los conductores enviar mensajes de texto o realizar llamadas telefónicas con dispositivos portátiles. La ley entró en vigor el 1° de enero de 2009. ¿Debería sorprendernos que Calli murió el 1° de diciembre de 2010, casi un año después que se promulgó la ley? Contrario al sentido común, la gente ha enviando más mensajes de texto mientras conducen desde que la ley entró en vigor. De acuerdo con AAA de California, antes de la ley sólo 1,5% de los conductores enviaban mensajes de texto comparado a ahora, cuando el 4% de los conductores mandan mensajes de texto. Los adolescentes son el grupo más grande de personas que conducen y mandan mensajes de texto al mismo tiempo. Como ya he dicho, los adolescentes estadounidenses envían más de 3.000 textos por mes. Por lo tanto, no es una sorpresa que mandar mensajes de texto mientras se conduce es ahora la causa principal de muerte entre los conductores adolescentes, a 3.000 muertes

al año. Esto ahora supera beber y conducir como la causa principal de muerte entre los conductores adolescentes, que está a 2.700 adolescentes. Sólo es sorprendente que no es más grande el número. Un estudio realizado por el Dr. Andrew Adesman encontró que alrededor del 49 % de los adolescentes varones y el 45 % de las mujeres adolescentes admitieron a mandar mensajes de texto mientras conducen. Personalmente, como varón de 16 años de edad, estas estadísticas me dan miedo por mis propios amigos. Voy a ser honesto. Sí mando mensajes de texto. ¡Demasiado! Y la idea de que yo tenga que responder a la pregunta, “¿Quieres decir que has matado a un niño sólo porque no podías esperar enviar un mensaje?” me aterroriza a grandes extremos. Ahora, no exactamente he hecho una promesa de no mandar textos mientras manejo ya que no he recibido mi permiso, pero cuando lo haga, voy a hacer la promesa. Cuando los legisladores prohibieron mandar mensajes de texto mientras se conduce en 2009, no prohibieron el uso de la tecnología de manos libres - dispositivos que utilizan el reconocimiento de voz para crear mensajes de texto. Rápidamente se dieron cuenta de eso y trataron de aprobar una ley que también los prohibiera, pero el proyecto de ley no fue aprobado. Tengo que admitir que la tecnología en estos dispositivos es increíble, pero los propios dispositivos no son perfectos. Investigaciones recientes muestran que los dispositivos de manos libres promueven

la distracción cognitiva y la ceguera por falta de atención. Básicamente, la ceguera por falta de atención es cuando el cerebro no procesa la información, porque estaba concentrado en otra cosa. Un ejemplo es que un conductor puede pasar y perder la salida que utiliza todos los días. Muchos estudios también muestran que los conductores que utilizan estos dispositivos miran hacia abajo durante aproximadamente 2,5 segundos para asegurarse de que sus palabras se han introducido correctamente. Eso es obviamente muy peligroso. Ahora, a pesar de que los dispositivos de manos libres suenan como una gran idea, hasta que alguien pueda ser lo suficientemente seguro como para confiar en ellos sin tener que ver que están funcionando correctamente, la tecnología no ha llegado y se debe prohibir por ahora. Los mensajes de texto mientras se conduce es un peligro en nuestras carreteras en este mismo momento. Hay cientos, si no miles de personas mandando textos en este momento y en las noticias de esta noche habrá un informe de un accidente causado por mensajes de texto y conducir. La gente culpara la amplia disponibilidad de los teléfonos a los adolescentes, o que los iPhones y los Samsungs están realmente baratos. Pero creo que es sólo la evolución. Ahora la gente manda textos. Sólo tenemos que aceptarlo. Las personas deben ser enseñadas donde mandar textos, en lugar de donde no enviar textos, y eso es lo que es el problema, no los mensajes de texto en sí. “Hacer eso (mandar mensajes de texto y Continúa en la pág. 16

14


Your Ad Can Be Here! Contact us at: info@richmondpulse.org 15


Non Profits Adapt Continued from pg. 1 another.” At Richmond’s RYSE Center, a youth development organization, director Kimberly Aceves says about a quarter of her staff is made up of past youth participants. As an organization whose mission it is to empower youth to become community leaders, says Aceves, the organization has committed itself to hiring young people to administrative roles once they age out of the center’s programs. The success of that strategy is apparent in the diversity of the organization’s staff. First 5 director Alexia Rojas says language is increasingly a factor when making hires due to the fact that Spanish-language skills are so in demand. Much of First 5’s current staff is bilingual. “When we speak to Spanish speakers in English they only get a small part of what were are saying,” says Rojas. “Often we have to duplicate the conversation in Spanish. To provide the best possible service to people, you want to speak in their language.” Nevertheless, Rojas acknowledges meeting the needs of the city’s growing Latino population can result in fewer resources for targeting other communities, including African Americans. “We are being proactive about this and we have already started our new outreach strategy. My goal now is to increase diversity in the staff as positions opens up,” says Rojas. “I know we aren’t the only ones dealing with this issue.” Another local non-profit, Building Blocks for Kids (BBK), is also looking to refine their outreach efforts. “The numbers of African-American families are decreasing, but I also think that the way in which we outreach [to] and support African-American families to participate needs to improve,” says Jennifer B. Lyle, BBK’s chief of operations. Lyle says BBK’s door-to-door outreach allows them to directly share with families what programs are offered at their site. “I think a lot of people put out a flyer, but some African-American families don’t see them (the programs being advertised) as their need. So when we go door-to-door, we talk about the offerings… about what is here that they want or need.” Rojas agrees that part of the challenge in bringing in more African-American participants is communicating the value of the services, especially those not perceived as providing basic needs. “There is a lack of communication and awareness about nursery rhymes,” says Rojas. “Some see it as a luxury, but they play a role in language development.” The catch-22, she adds, is that “if you can’t get them in the door, you can’t pass on the information.” Still, says Lyle, “It’s not the information, resources, or services that come first, it’s the relationship.” • Racist Remarks Continued from pg. 3 Archie Bunker, that’s who that is. You have to put the cards on the table and call a spade a spade.” “I know Leonard for over 25, 30 years,” said Mark Wassburg, a Richmond resident. “Leonard, he was an ex-pilot in Korea. That’s why he’s kinda prejudiced against Asians. He’s just a good ol’ boy. He’s just like Archie Bunker. I know Leonard and he’s just the type of guy… he’s just a hard headed white man. That’s all he is, and he will say it again. It’s gonna be tough to get Leonard off of there (his elected seat), but you guys can do it.” Others warned against rushing too quickly to judgment. Pamela Hampton said it was important to not attack a person’s character without a full review of the facts. “I really was emotionally moved to hear [about the] racism. Those types of words are strong, but… I’m saying innocent until proven guilty, not guilty until proven innocent.” •

Organizaciones Adaptan Continuado de la pág. 1

una cuarta parte de su personal está formado por ex participantes jóvenes. Como una organización cuya misión es empoderar a los jóvenes a convertirse en líderes de la comunidad, dice Aceves, la organización se ha comprometido a contratar a los jóvenes a las funciones administrativas, una vez que cumplan la edad de ya no poder participar en los programas del centro. El éxito de esta estrategia es evidente en la diversidad del personal de la organización. La directora de First 5 Alexia Rojas dice que el lenguaje es cada vez más un factor al contratar nuevos empleados debido al hecho de que las habilidades del español están en demanda. Gran parte del personal actual de First 5 es bilingüe. “Cuando hablamos con los hispanohablantes en inglés sólo entienden una pequeña parte de lo que estamos diciendo”, dice Rojas. “Muchas veces tenemos que duplicar la conversación en español. Para brindar el mejor servicio posible a la gente, quieres hablarles en su lenguaje”. Sin embargo, Rojas reconoce que cumplir las necesidades de la creciente población latina de la ciudad puede resultar en menos recursos para dirigir a otras comunidades, incluyendo a los afroamericanos. “Estamos siendo proactivos en esto y ya hemos comenzado nuestra nueva estrategia de divulgación. Mi objetivo ahora es aumentar la diversidad en el personal cuando se abran las posiciones”, dice Rojas. “Sé que no somos los únicos lidiando con este tema”. Otra organización local sin fines de lucro, Building Blocks for Kids (BBK por sus siglas en inglés), también está buscando perfeccionar sus esfuerzos de divulgación. “El número de familias afroamericanas está disminuyendo, pero también creo que la manera en la que hacemos alcance [a], y apoyamos a las familias afroamericanas para participar tiene que mejorar”, dice Jennifer B. Lyle, jefe de operaciones de BBK . Lyle dice que la divulgación de puerta a puerta de BBK les permite compartir directamente con las familias qué programas se ofrecen en su sitio. “Creo que mucha gente hace un volante, pero algunas familias afroamericanas no los ven (los programas que se anuncian) como su necesidad. Así que cuando vamos de puerta en puerta, hablamos de lo que ofrecemos... acerca de lo que esta aquí que ellos quieren o necesitan”. Rojas reconoce que parte del reto de la incorporación de más participantes afroamericanos es comunicar el valor de los servicios, especialmente los que no se perciben como necesidades básicas. “Hay una falta de comunicación y concienciación sobre canciones infantiles”, dice Rojas. “Algunos lo ven como un lujo, pero desempeñan un papel en el desarrollo del lenguaje”. El dilema sin salida, añade, es que “si no los puedes traer al sitio, no les puedes dar la información”. Aún así, dice Lyle, “No es la información, recurso o servicios que son lo más importante, es la relación”. •

Textos Seguramente Continuado de la pág. 14

conducir) tiene repercusiones graves, no sólo para ti, sino para los demás. Y el impacto que tienes cuando hieres a alguien, que se extiende a muchos miembros de la familia y a muchas personas en la comunidad. Es - es devastador”. ~ Al Andres, el abuelo de Calli Ann Murray Poojan Dave está en su tercer año en Middle College High School en San Pablo, California •

16

Chief Magnus Continued from pg. 10 of Ceasfire participants. Let’s go out and just start wiretapping their phones and building a criminal case against them.” It was based on very, very solid intelligence that was gathered over time that indicated that these were people who were actively involved in committing really serious crimes directed at each other, and the community was often caught in the crossfire. What we had to do was work with the district attorney’s office so we could get a court order to do those wiretaps. RP: What did the wire reveal? CM: It is pretty chilling stuff. When you are hearing people talking about planning murders, planning to go out and kill people, and then you actually are able to catch them taking affirmative steps to do what they say they would be doing -- in other words, you hear people say we are going to kill so and so at such a location -- and then you stop a car and there are four people in it headed to that location, all with guns, I mean, that’s pretty scary stuff. This wire actually allowed us, I think, to save a number of lives. We would have significant number of additional homicides in this community if we had not been able to utilize (the wire). I’m sure these tapes will become part of the evidence that will be heard in court and I think some of the folks that are critical of this sort of approach will find it very eye opening to hear some of the stuff that is being planned and directed among some of these young men. I think we really followed through with what we promised a number of these guys in the ceasefire program we would do. We told them, “We don’t want you to make the wrong choices but if you do, if you are continuing to go out and kill each other and continue to commit crimes that are harmful to others in the community…” We had a two-year-old infant that was shot. We had people, completely innocent, who were shot in this crazy back and forth retaliatory shooting. That is not acceptable. That has to stop and we told people that if you keep doing that, we mean business and there will be consequences. We certainly carried through on what we said we would do. That said, over time people will see that the services are there and that the community’s desire to be supportive is genuine, and that there are consequences for continuing to be involved in committing shootings. Then the percentage of folks who make a better choice goes up. Ceasefire is a longterm project and it’s hard work -- its hard work for the community, it’s hard work for the police, and it’s a delicate partnership because it’s hard for community and police to understand each other. It takes a lot of difficult conversations, a lot of thoughtful planning and analysis. We are doing our best. We are in it for the long haul, but it’s not easy. •

Comentarios Racistas

Continuado de la pág. 3 el esfuerzo de traerlo no tanto como una cuestión acerca de una persona, sino de un comportamiento que es inaceptable”. “Él es lo que es” dice Jackie Thompson residente de Richmond. “Él es un intolerante, y necesita ser identificado como eso. Eso es Archie Bunker, ese es quien es. Tienes que poner las cartas sobre la mesa y llamar a las cosas por su nombre”. “Conozco a Leonard hace más de 25, 30 años”, dijo Mark Wassburg, residente de Richmond. “Leonard, era un ex piloto en Corea. Es por eso que tiene un poco de prejuicio contra los asiáticos. Es sólo un buen muchacho. Él es como Archie Bunker. Yo conozco a Leonard y él es justo el tipo de persona... él es sólo un terco hombre blanco. Eso es todo lo que es, y lo dirá de nuevo. Va a ser difícil conseguir sacar a Leonard de allí (su posición), pero ustedes pueden hacerlo”. Otros advirtieron de ir demasiado rápido a juzgar. Pamela Hampton dijo que era importante no atacar el carácter de una persona sin una revisión completa de los hechos. “Realmente me conmovió emocionalmente escuchar [del] racismo. Ese tipo de palabras son fuertes, pero... estoy diciendo inocente hasta que se demuestre lo contrario, no culpable hasta que se compruebe inocente”. •

Jefe Magnus

Continuado de la pág. 10 y se siguen matando entre sí o a personas inocentes que se ven atrapadas en el fuego cruzado, si siguen haciendo cosas que son muy perjudiciales para sí mismos y la comunidad, van a ver consecuencias muy graves por eso. Obviamente, preferimos que tomen la decisión de obtener los servicios, aprovechen el apoyo y salir de ese estilo de vida, pero si quieren hacer cosas que son muy perjudiciales para los barrios y las personas que viven aquí en la comunidad, entonces se van a enfrentar a todas las consecuencias jurídicas que sean posible para que dejen de hacer lo que están haciendo. Con la actividad policial más reciente relacionada con las escuchas telefónicas, permítanme ser claro, eso no fue impulsado por la idea, “aquí hay un montón de participantes de alto el fuego. Vamos a usar las escuchas telefónicas en sus teléfonos y construir un proceso penal en su contra”. Se baso en la inteligencia muy, muy sólida que se recogió a través del tiempo que indicó que se trataba de personas que participaron activamente en la comisión de delitos muy graves dirigidos entre sí, y muchas veces la comunidad fue sorprendida en el fuego cruzado. Lo que teníamos que hacer era trabajar con la oficina del fiscal de distrito para que pudiéramos conseguir una orden judicial para hacer esas escuchas telefónicas. RP: ¿Qué revelaron las escuchas telefónicas? JM: Son cosas bastante escalofriantes. Cuando escuchas a la gente hablando sobre la planificación de asesinatos, planeando salir a matar gente, y después realmente eres capaz de atraparlos tomando las medidas afirmativas para hacer lo que dijeron que estarían haciendo - en otras palabras, se oye decir que van a matar a fulano de tal en tal lugar - y luego detienes un coche y hay cuatro personas en él dirigiéndose a ese lugar, todos con armas de fuego, quiero decir, eso es algo bastante aterrador. Esta escucha telefónica en realidad nos permite, creo, salvar un número de vidas. Tendríamos un número significativo de homicidios adicionales en esta comunidad si no hubiéramos sido capaces de utilizar (las escuchas telefónicas). Estoy seguro de que estas cintas se convertirán en parte de la evidencia que será escuchada en la corte y creo que algunas de las personas que son críticos de este tipo de enfoque lo encontrarán muy revelador escuchar algunas de las cosas que está siendo planeado y dirigido entre algunos de estos jóvenes. Creo que realmente seguimos adelante con lo que prometimos que haríamos a algunos de estos chicos en el programa de alto el fuego. Les dijimos: “No queremos que tomen las decisiones equivocadas, pero si lo hacen, si van a continuar a matarse los unos a otros y seguir cometiendo crímenes que son perjudiciales para los demás en la comunidad...” Tuvimos un pequeño de dos años de edad que recibió un disparo. Teníamos personas, completamente inocentes, que fueron fusiladas en estos tiroteos de represalia. Eso no es aceptable. Eso tiene que parar y les dijimos a la gente que si seguían haciendo eso, vamos en serio y habrá consecuencias. Sin duda cumplimos lo que dijimos que haríamos. Dicho esto, con el tiempo la gente verá que los servicios están ahí y que el deseo de la comunidad para apoyar es genuino, y que hay consecuencias de participar en tiroteos. A continuación, el porcentaje de personas que toman una mejor opción aumenta. Cesación del fuego es un proyecto a largo plazo y es un trabajo duro - es trabajo duro para la comunidad, es un trabajo difícil para la policía, y es una asociación delicada porque es difícil para la comunidad y la policía entendernos. Se necesita una gran cantidad de conversaciones difíciles, mucha planificación y análisis meditado. Estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo. Estamos para el largo plazo, pero no es fácil. •


Khalid’s Corner Wisdom from Community Leader, Khalid Elahi

I

mastered this way before my 20’s when passions rose. Stay radical in insisting that things are done right. Pay close attention to the small details & you must be friendly with hard work. There is no way around

hard work in any profession, especially if you are aiming to be the very best. Hard work prepares you to give all of yourself & win at any job at hand. Hard work breeds mental toughness & extreme confidence, so embrace it, make your work ethic your top feature. If you fail to properly prepare your self for life, for sport, or for anything, you just an accident waiting to happen. •

BB: My children were in a public school that was in an affluent area, and they basically on the first day of class said, “This is how we do it in our school. Every parent has to donate twenty dollars to the school towards this class fund.” So by the end of the year there were many parents donating, but they had the resources to do that. These were parents whose incomes were over six figures. Most of the mothers were stay-at-home moms, so they were able to spend time in the classroom. They donated a class rug; they donated money for field trips; they donated food and snacks for the kids… It makes a big difference in a child’s educational experience when you have those types of extra resources. Then a year later, my kids went to a school that was in a not-so nice neighborhood. It was actually one of the “Dream Schools,” and there was a promise of funding, (but) it never came through. My kids were gone from there, within six months. Because at the end of the day, I’m responsible for my child’s education, and if they’re not getting their needs met, I’ve got to find somewhere else. SS: Is there someone at the school that you feel you can talk to? Is there anyone you can trust at the school? BLF: Well at Richmond High we have the BAP (Bay Area Peacekeepers) family -- Gonzalo Rucobo and Valerie. When the kids are feeling bad and need somebody to talk to, they can always run in there. If they are having problems with their teachers,

D

ominé esto mucho antes de mis 20 cuando las pasiones se elevaron. Manténgase radical en insistir en que las cosas se hagan bien. Preste mucha atención a los pequeños detalles y debe ser amigable con el trabajo duro. No hay forma de evitar el trabajo duro en cualquier profesión, especialmente si usted está pretendiendo ser el mejor. El trabajo duro lo prepara a

dar todo de sí mismo y ganar en cualquier tipo de trabajo en cuestión. El trabajo duro engendra fortaleza mental y la confianza extrema, así que acéptelo, haga su ética de trabajo su mayor característica. Si usted no puede prepararse adecuadamente para la vida, para el deporte o para cualquier cosa, sólo es un accidente esperando suceder. •

Continuado de la pág. 5

Continued from pg. 5

SA: We have teachers asking for the basics like pencils, hand sanitizers, tissues, and things of that nature because they’ve exceeded their limit for supplies. So they have to ask for donations because it’s winter and kids are coming in with germs. I just think that’s really unfair.

Sabiduria de un Líder Comunitario, Khalid Elahi

Padres

Parent Perspective on Schools would you as a teacher, an instructor, prevent a child from doing that, regardless of what paperwork you felt you did not have? I had to contact his counselor to get the situation resolved. I had to go and fax him a copy of the SFUSD parent handbook, which showed that there was no reason for them to ask me for a doctor’s note. That’s wasting my time as a parent because now I’m spending extra hours advocating for something that should have been simple. It’s not always the teacher’s fault. There are situations within (the school) that prevent the teachers from being as helpful to the children as possible. When I was young, teachers were available after school to answer or ask questions. Teachers are now forced to work on their curriculum plans afterschool, or they’re going home because they are not being paid appropriately… So sometimes the teachers are not available to help students with their homework. And that’s why most inner city kids, especially in San Francisco, rely on these non-profit organizations to give afterschool programs and tutoring services.

El Rincón de Khalid

they can always run in there. They can always go in there if they need tutoring, or if they just need a shoulder to cry on. If they’re having problems at home, there will always be somebody in that BAP office they can talk to. BB: I don’t worry about who I can trust because I know that I have the right to talk to anybody at the school. I come in looking for who can support, because that is what they are there for. SS: Since kids spend most of their time at school, what can schools do to create more supportive environments for kids? BB: There were a lot of pink slips [given to] teachers over the last couple of years… so there has been a shortage of teachers and overcrowding of classes. That is going to affect the quality of education that children get. The other issue is… a lot of times the teachers do not have a lot of experience in dealing with children that are a problem. We are not saying that as a teacher you have to have children of your own, but you have to have context in terms of handling children, and right now the way the California teaching system is, they don’t have to have any [experience] dealing with children so they are coming in here with adult strategies to handle children and you can’t do that – it’s a recipe for disaster. SS: If you were in charge of how the [state education] money will be spent, what would you spend it on? BB: The first thing that I think would make a big difference is the peer professional role that needs to be in addition to the mental health provider that they used to have at schools, in terms of creating some type of program where students could come in at a lunch hour and get some sort of counseling. I think that would help. The second thing that I would like to see happen is that more of those resources go to either providing teachers with (higher) wages or consolidating the afterschool programs at schools [because] children need a lot of help with their homework and their parents are usually still at work at 3 o’clock. The third thing I would say is we need to reinvest in arts, and other areas for the children. I think that having rigorous coursework for children with very little arts and music doesn’t really help our children grow in other ways. There’s a part of their mind that is logical and there’s also the part that is creative. I think we are doing a disservice to our children by not having those activities, as well as AP courses. There is a disparity in the type of education that children get because some schools can afford these extracurricular activities and coursework for kids, and other schools have nothing. •

SA: Tenemos maestros que piden los elementos básicos como lápices, desinfectantes de manos, toallitas y cosas de esa naturaleza porque han superado su límite de suministros. Así que tienen que pedir donaciones porque es invierno y los niños vienen con los gérmenes. Creo que eso es muy injusto. BB: Mis hijos estaban en una escuela pública que se encontraba en una zona próspera, y básicamente en el primer día de clase dijeron: “Así es como lo hacemos en nuestra escuela. Cada padre tiene que donar veinte dólares a la escuela hacia el fondo de este aula”. Así que al final del año hubo muchos padres donando, pero tenían los recursos para hacerlo. Estos eran padres cuyos ingresos eran de más de seis cifras. La mayoría de las madres eran amas de casa, por lo que eran capaces de pasar el tiempo en el aula. Donaron una alfombra para el aula, donaron el dinero para las excursiones, donaron alimentos y bocadillos para los niños... Hace una gran diferencia en la experiencia educativa de un niño cuando se tiene ese tipo de recursos adicionales. Un año después, mis hijos fueron a una escuela que estaba en un barrio no tan agradable. En realidad, era una de las “Escuelas del Sueño”, y había una promesa de financiación, (pero) nunca llegó. Mis hijos se fueron de allí, dentro de los seis meses. Porque al fin y al cabo, yo soy responsable de la educación de mis hijos, y si no van a satisfacer sus necesidades, tengo que buscar otro sitio. SS: ¿Hay alguien con quien usted siente que puede hablar en la escuela? ¿Hay alguien en que puede confiar en la escuela? BLF: Bueno en Richmond High tenemos la familia BAP - Gonzalo Rucobo y Valerie. Cuando los niños se sienten mal y necesitan alguien con quien hablar, siempre pueden recurrir a ellos. Si están teniendo problemas con sus profesores, siempre pueden recurrir a ellos. Siempre pueden ir allí si necesitan tutoría, o si simplemente necesitan contar sus penas. Si están teniendo problemas en casa, siempre habrá alguien en esa oficina de BAP con quien puedan hablar. BB: No me preocupo de quién puedo confiar porque sé que tengo el derecho de hablar con quien sea en la escuela. Vengo en busca de quien pueda apoyar, porque para eso están ahí. SS: Puesto que los niños pasan la

mayor parte de su tiempo en la escuela, ¿qué pueden hacer las escuelas para crear entornos más propicios para los niños? BB: Se [dieron] muchas cartas de despido a los maestros en el último par de años... así que ha habido una escasez de profesores y el hacinamiento de las clases. Eso va a afectar a la calidad de la educación que los niños reciben. La otra cuestión es... muchas veces los profesores no tienen mucha experiencia en el trato con los niños que son un problema. No estamos diciendo que como un profesor tienes que tener hijos propios, pero hay que tener contexto en términos de manejo de los niños, y en este momento en el sistema de enseñanza de California no tienen que tener ninguna [experiencia] tratando a los niños por lo que vienen aquí con estrategias de adultos para tratar a los niños y no se puede hacer eso - es una receta para el desastre. SS: ¿Si usted estuviera a cargo de cómo el dinero de [educación estatal] se gastara, cómo lo usaría? BB: Lo primero que creo que haría una gran diferencia es el rol de profesional entre pares que se necesita además del proveedor de salud mental que solían tener en las escuelas, en cuanto a la creación de algún tipo de programa donde los estudiantes podrían entrar a la hora del almuerzo y obtener algún tipo de asesoramiento. Creo que ayudaría. La segunda cosa que me gustaría ver que suceda es que más de esos recursos se destinen ya sea a ofrecer a los maestros salarios (más altos) o la consolidación de los programas después de clases en las escuelas [porque] los niños necesitan mucha ayuda con las tareas escolares y sus padres por lo general todavía están en el trabajo a las 3 de la tarde. La tercera cosa que me gustaría decir es que tenemos que volver a invertir en las artes y otras áreas para los niños. Creo que tener cursos rigurosos para los niños con muy poco arte y música no ayuda a nuestros hijos a crecer en otros aspectos. Hay una parte de su mente que es lógica y también está la parte que es creativa. Creo que estamos haciendo un flaco favor a nuestros hijos al no tener esas actividades, así como los cursos avanzados AP. Hay una disparidad en el tipo de educación que reciben los niños, porque algunas escuelas pueden permitirse estas actividades extracurriculares y cursos para niños, y otras escuelas no tienen nada. •

17


Vigil Honors Memory of Fallen Southeast Asian Community Members

Vigilia Honra la Memoria de los Miembros Fallecidos de la Comunidad Sudeste Asiática

Photo Essay • Edgardo Cervano-Soto

Ensayo Fotográfico • Edgardo Cervano-Soto

G

wai Boonkeut wore a white t-shirt, emblazoned with an image of his deceased daughter, Chan Boonkeut, holding a rose. Her murder, he told a group of community members, was the undoing of his immigrant family, the failure of their American Dream. If there is anything positive to be taken from Chan’s murder back in 2003, it’s that it galvanized Richmond’s Southeast Asian community to organize against gang violence. From those efforts emerged a group called South East Asian Youth Leaders (SEAYL), which promotes “leadership, community improvement and sharing of cultural practices.” On Saturday October 12th, SEAYL members and supporters gathered for a candlelight vigil at the public library to

honor their ten years of existence and to remember five of their fallen community members. The vigil included speeches by Mayor McGaughlin, the Boonkeut family, Torm Nompraseurt and Councilmember Jael Myrick, as well as a dance tribute by current members of SEAYL, and additional words from SEAYL alumni. Below are the five community members who were remembered: Chan Boonkeut was murdered at her front door in October 2003. She was a student of Middle College High School at Contra Costa Community College. Alan “Ace” Lee was murdered in October 2009, at the age of 19. He was a member of SEAYL. Mearn Leepom, 56, his wife Bounkeo Viengvilai, 50, and their son Chandee Viengvilai, 28, died in house fire this past July. •

The parents of Chan Boonkeut, Kanorn Boonkeut (middle) and Gwau Boonkeut (right), speak on the ten year anniversary of the daughter’s death.

18

G

wai Boonkeut llevaba una camiseta blanca, adornada con una imagen de su hija fallecida, Chan Boonkeut sosteniendo una rosa. Su asesinato, le dijo a un grupo de miembros de la comunidad, fue la ruina de su familia inmigrante, el fracaso de su sueño americano. Si hay algo positivo que se puede llevar del asesinato de Chan en 2003, es que galvanizó a la comunidad sudeste asiática de Richmond a organizarse en contra de la violencia de pandillas. De estos esfuerzos surgió un grupo llamado Jóvenes Líderes del Sudeste Asiático (SEAYL), que promueve el “liderazgo, mejoramiento de la comunidad y el intercambio de prácticas culturales”. El sábado 12 de octubre los miembros de SEAYL y simpatizantes se reunieron en una vigilia en la biblioteca pública para honrar sus diez años de existencia y recordar a cinco de sus miembros fallecidos. La vigilia contó con discursos de la alcaldesa McGaughlin, la familia Boonkeut, Torm

Nompraseurt y el concejal Jael Myrick, así como un tributo de baile de los miembros actuales de SEAYL y palabras adicionales de ex alumnos de SEAYL. A continuación los cinco miembros de la comunidad que fueron recordados: Chan Boonkeut fue asesinada en la puerta de su casa en octubre de 2003. Ella era una estudiante de Middle College High School en Contra Costa Community College. Alan “Ace” Lee fue asesinado en octubre de 2009, a la edad de 19 años. Fue miembro de SEAYL. Mearn Leepom de 56 años, su esposa Bounkeo Viengvilai de 50 años, y su hijo Chandee Viengvilai 28, murieron en el incendio de su casa, el pasado mes de julio.•

Los padres de Chan Boonkeut, Kanorn Boonkeut (centro) y Gwau Boonkeut, (derecha) habla sobre el décimo aniversario de la muerte de su hija.


Current members of SEAYL served as the emcees for SEAYL’s 10th Year Reunion and Candlelight Vigil.

A member of SEAYL pays tribute to those lost.

Miembros de SEAYL escuchan los tributos durante el micrófono abierto.

Community members listen to the open mic tributes.

Miembros actuales de SEAYL fueron los maestros de ceremonias para la 10a Reunión de SEAYL y la vigilia.

Southeast Asian community and Richmond activist Torm Nompraseurt speaks at the reunion.

Activista de Richmond y de la comunidad sudeste asiática Torm Nompraseurt habla en la reunión.

Miembros de SEAYL escuchan los tributos durante el micrófono abierto..

19


Community Joins Together to Transform Belding Garcia Park

La Comunidad se Une para Transformar el Parque Belding García

News Feature • Mike Uberti

Reportaje • Mike Uberti

O

n Saturday, October 26th, more than 200 Richmond volunteers honored “Make a Difference Day” – a national day of community service -- by giving Belding Garcia Park, located on 15th Street between Coalinga and Visalia Avenue, a total makeover. The design of the new playground, supported by the City of Richmond and the non-profits Livie & Luca, Pogo Park and KaBOOM!, was based on drawings created by local children who participated in a “Design Day” event last year. Volunteers of all skill levels joined together to make the young people’s transformative ideas a reality. The volunteer workers refurbished the aging, broken space by building a new sandbox, installing new play equipment, adding a shaded picnic area, a seating wall, trees and plants around the park, a painted checkerboard skate park, and a painted pathway for riding bikes. All of the park’s new features can be accessed by a new entrance built from pieces of the old playground, a deliberate touch to honor the park’s past while celebrating the present. Livie & Luca sponsored the rebuild of Belding Garcia, one of more than 150

playground builds KaBOOM! has planned across the country in 2013 in an effort to fulfill its vision of a having a great place to play, within walking distance, for every child in America. The playground is the first built in Richmond by the organization. A number of other groups contributed to ensure the build day was a success. A few days prior to the actual event, RichmondBUILD prepped the construction site for the volunteers. Kaiser Permanente awarded a grant to the City of Richmond, which supported the work by providing lunch, healthy snacks, and a live DJ for the volunteers. Skilled workers from Overaa Construction donated their time and expertise. Public Allies came with a large group of young people who graciously leant their time as well. This effort shows what can happen when a community comes together with a common vision and a collaborative spirit. We encourage everyone to stop by Belding Garcia Park and take pride in the positive changes that are reshaping Richmond. • Mike Uberti works with City of Richmond Environmental and Health Initiatives.

E

l sábado, 26 de octubre, más de 200 voluntarios en Richmond honraron “El Día de Hacer una Diferencia” - un día nacional de servicio comunitario – dándole un cambio total al Parque Belding García, localizado en la calle 15 entre Coalinga y Visalia Avenue. El diseño de la nueva zona de juegos, apoyado por la Ciudad de Richmond y las organizaciones sin fines de lucro Livie & Luca, el Parque Pogo y KaBOOM!, se basó en los dibujos creados por niños locales que participaron en un evento de “Día de Diseño” el año pasado. Los voluntarios de todos los niveles se unieron para hacer que las ideas transformadoras de los jóvenes se conviertan en realidad. Los trabajadores voluntarios renovaron el espacio viejo y roto con la construcción de una nueva caja de arena, la instalación de nuevos equipos de juego, añadiendo una zona de picnic con sombra, una pared para sentarse, árboles y plantas en todo el parque, un parque de patinaje pintado de tablero de ajedrez, y un camino pintado para andar en bicicleta. Todas las nuevas características del parque se pueden acceder por una nueva entrada construida con piezas de la antigua zona de juegos, un toque deliberado para honrar el pasado del parque, y celebrar el presente. Livie & Luca patrocinaron la reconstrucción de Belding García, uno de los más de

150 construcciones de zonas de juegos que KaBOOM! ha planeado en todo el país en 2013 en un esfuerzo por cumplir con su visión de tener un gran lugar donde jugar a poca distancia, para todos los niños en Estados Unidos. El campo de juego es el primero construido en Richmond por la organización. Otros grupos ayudaron a asegurar que el día de la construcción fuera un éxito. Unos días antes del evento, RichmondBUILD preparó el sitio de construcción para los voluntarios. Kaiser Permanente concedió una subvención a la Ciudad de Richmond, que apoyó el trabajo al proporcionar el almuerzo, meriendas saludables, y un DJ en vivo para los voluntarios. Trabajadores cualificados de la construcción Overaa donaron su tiempo y experiencia. Public Allies llegó con un gran grupo de jóvenes que también gentilmente regaló su tiempo. Este esfuerzo demuestra lo que puede suceder cuando una comunidad se une con una visión común y un espíritu de colaboración. Animamos a todos a pasar por el Parque Belding García y estar orgullosos de los cambios positivos que están remodelando a Richmond. • Mike Uberti trabaja con las Iniciativas Ambientales y de Salud de la Ciudad de Richmond.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.