Nota/ Esteban Knobl
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
TDAH EN LA ESCUELA
Revista COLEGIO conversó con la doctora Andrea Abadi, especialista en TDAH y jefa de la Clínica de TDAH en Niños y Adolescentes del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO).
REVISTACOLEGIO / P28
“Muchos chicos con TDAH tienen problemas para escribir porque presentan dificultades en la motricidad fina, y lo que se sugiere en estos casos es que se les permita dar oral, o que se les permita trabajar con una computadora. Hay muchas estrategias”.
EL Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad afecta en Argentina a entre un tres y un cinco por ciento de niños en edad escolar. Los síntomas pueden aparecer hacia los cuatro o cinco años, pero el diagnóstico puede realizarse con seguridad recién a los seis. De origen neurobiológico, los niños con este trastorno se caracterizan por presentar una distracción moderada a severa, períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas. A pesar de que cualquier niño puede no prestar atención o distraerse con facilidad, actuar de manera impulsiva o ser hiperactivo por momentos, un chico con TDAH presenta este comportamiento con mayor frecuencia y severidad que los otros niños de su misma edad o nivel de desarrollo. En esta entrevista repasamos algunas posibles estrategias para trabajar con alumnos con TDAH en el aula, así como el rol de la escuela, y en particular de los docentes, en su detección temprana. ¿Cómo es un chico con TDAH y qué dificultades puntuales puede llegar a tener en la escuela? Un chico con déficit de atención es un chico que puede tener dificultades tanto en el rendimiento académico como en lo conductual. Desde el punto de vista del rendimiento académico, son chicos que en general tienen muchas dificultades para seguir consignas de los docentes, para poder adaptarse a la rutina del aula y poder copiar en tiempo y forma. Son los típicos chicos que están toda la mañana y se llevan escrita sólo la fecha en el cuaderno, o empiezan a hacer una prueba y en la mitad del ejercicio que están haciendo ven que no lo saben bien y pasan al siguiente, y así dejan cosas incompletas; que siempre les falta tiempo para terminar las pruebas, que sus producciones son muy desordenadas, desorganizadas, incluso hasta desprolijas, descuidadas. Desde el punto de vista conductual, el 70% de los chicos con TDAH son hiperactivos e impulsivos. Esto significa que son chicos inquietos, que van de un lado para el otro del aula, que si son muy chiquitos se revuelcan en el piso, se meten debajo de los escritorios. Pueden pasar por agresivos, o violentos, y en realidad son impulsivos. Son los típicos chicos que si alguien los tocó por ahí responden con una trompada y después les da culpa, enseguida se dan cuenta que hicieron mal porque reaccionaron con impulsividad. No se trata de agresividad dirigida, sino de una respuesta desmedida ante un estímulo. En cuanto su potencial académico, la sensación que transmiten los docentes es que se trata de chicos que “podrían más pero que no quieren”, que si “pusiera atención sería bárbaro”. Esto es lo que aparece en los cuadernos, esta idea de que es una cuestión de voluntad. En realidad, el problema tiene que ver con la función voluntaria, pero la voluntad no depende de que ellos quieran o no prestar atención sino que su atención realmente está modulada por un circuito neurobiológico disfuncionado, y esto hace que realmente no puedan hacerlo, o que atiendan a muchas
cosas y no específicamente al tema de la clase. En este caso su atención se dispersa en varias cosas, está poco focalizada. ¿Qué importancia tiene la escuela y los docentes en la detección temprana de TDAH? Los docentes son importantes a la hora de poner la luz de alarma de que algo pasa. Son fundamentales. Pero es importante no quedarse en posibles interpretaciones. Para mi es fundamental que el docente, si ve esto, pida una consulta con un neuropsiquiatra, o con un neuropediatra o con un psiquiatra infantil; con el profesional que tenga a su alcance. Pero sin hacer interpretaciones rápidas del tipo “es porque los padres están separados”, o “es porque hay algún problema familiar”, o sea, sin adjudicar causas emocionales y contextuales, porque esto retrasa el diagnóstico. En nuestro país tenemos la tendencia a explicar lo que le sucede a los chicos con razones del contexto. Y la realidad es que este es un cuadro de origen neurobiológico, por lo que si bien el contexto, si hay dificultades, puede exacerbar su presentación, no lo genera. ¿Qué factores contextuales pueden incidir negativamente en la evolución del cuadro? En primera instancia una crianza donde los padres vayan y vuelvan con las pautas, en la que no haya claridad al poner las reglas. En general estos chicos funcionan mucho mejor cuando las pautas son claras, no cuando son rígidas, sino claras; si es ‘vamos’ es ‘vamos’ y si es ‘no vamos’ es ‘no vamos’. Los padres ponen castigos, suspensiones, y después las levantan rápidamente, y esto no les hacen bien a los chicos con TDAH. Funcionan mucho mejor en ambientes más firmes; no quiero decir que tengan que ser rígidos ni punitivos, sino claros. Es por esto que antes funcionaban mejor estos chicos y había menos detecciones de casos, porque en la escuela y en el hogar había una conducta más firme con ellos, no había tanta discusión ni tanta interpretación.
“Los padres ponen castigos, suspensiones, y después las levantan rápidamente, y esto no les hacen bien a los chicos con TDAH. Funcionan mucho mejor en ambientes más firmes; no quiero decir que tengan que ser rígidos ni punitivos, sino claros”.
Se ve y se habla mucho del TDAH hoy en día. ¿Hay más casos que antes o sólo se detectan más? Se conoce mejor el trastorno, y se detecta más. Contextualmente, los padres muchas veces tienen una crianza ambivalente, y los docentes confunden el ser amorosos con ser permisivos. Estos chicos funcionan mejor con docentes que son como los de antes, donde hay una situación de jerarquía. En muchos colegios se pierde la jerarquía docente-alumno. Por otro lado, una de las cosas que trabajamos con los padres cuando hacemos orientación es el volver a la jerarquía que implica ser padre y cómo las pautas las ponen los padres. Y también el colegio. Me parece muy importante tener en cuenta esto.
Dra. Andrea Abadi Médica Psiquiatra
Médica Psiquiatra por la Universidad de Buenos Aires. Magíster en Psiconeurofarmacología por la Universidad Favaloro. Especialista infanto juvenil, con experiencia en trastornos de conducta disruptiva en la infancia, trastornos del ánimo y dificultades de regulación emocional. Jefa de la Clínica de TDAH en Niños y Adolescentes de INECO. Este departamento brinda un sistema de evaluación y diagnóstico acelerado para niños y adolescentes, que se realizan en un lapso aproximado de 3-4 días. Desde que el paciente llega a la institución, un equipo interdisciplinario de profesionales de primer nivel trabaja con los padres y el menor para lograr un diagnóstico certero de las dificultades del mismo.
¿Un chico con TDAH necesita ir a una escuela especial? No, bajo ningún concepto. No se necesita una escuela especial. Cualquier escuela común, si el chico tiene buen potencial cognitivo, que es lo que define la inserción escolar, puede funcionar bien siempre y cuando los docentes sepan de qué estamos hablando, y trabajen en esto, siguiendo algunas pautas mínimas. ¿Cuáles son estas pautas? Es muy importante el lugar en que se ubica el chico en el aula, por ejemplo. Tiene que estar cerca del docente, y el docente tiene que tener algún tipo de estrategia para ponerlo en conocimiento de que se está dispersando, y tiene que estar un poquito más pendiente de eso. Después, podemos pensar en que las tareas a veces se hagan más cortas, o se hagan por pasos; que las pruebas se le den por segmentos para que la complete y entregue y siga con el siguiente ejercicio. Muchos chicos con TDAH tienen problemas para escribir porque presentan dificultades en la motricidad fina, y lo que se sugiere en estos casos es que se les permita dar oral, o que se les permita trabajar con una computadora. Hay muchas estrategias. Es importante no martirizarlos con la cursiva, porque si tienen dificultades con la motricidad fina dibujar la cursiva es muy complejo. En este caso es importante permitirles la imprenta, o la imprenta minúscula, que por otro lado es como está escrito el mundo; los libros están en imprenta minúscula, no en cursiva. Son cosas de acomodación, lo que llamamos ejes de acceso, y no es algo complicado de realizar bajo ningún concepto. ¿Cuál es el mejor tratamiento conocido para el TDAH? El tratamiento interdisciplinario, donde tiene que haber orientación escolar, orientación a padres, una terapia individual específica para la situación del chico -si tiene déficit en habilidades sociales trabajar eso, si tiene déficit en el control de impulsos trabajar esto otro- y una cuarta pata que es la medicación, que no siempre se usa pero que a veces funciona como un fertilizante para que las otras estrategias funcionen.