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INTRODUCCIÓN

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PALABRAS FINALES

PALABRAS FINALES

Lic. Giancarlo Quadrizzi

Una de las finalidades fundantes de la Sociedad Argentina de Salud Integral en la Adolescencia es “obtener el mejor conocimiento de la realidad Adolescencia–Adolescente” “con la intención de actuar con carácter interdisciplinario para intervenir, cooperar y aportar en la resolución de los problemas y conflictos de Salud de esa población, a través del ejercicio profesional y la relación profesional-adolescente” (1). Esta afirmación del Lic. Rubén Narváez, primer presidente de SASIA, conserva aún la novedad y el vigor que cuando se la enmarco conceptualmente dentro de los “Nuevos problemas observables”. Los años pasaron pero persiste la “novedad” de la Salud integral en la adolescencia y los problemas vinculados: la educación para el siglo XXI, la violencia, el consumo problemático, la equidad de género, los cambios en la familia, etc.

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Estos “Nuevos problemas observables” constituyen una construcción social permanente, “fundamentada en las circunstancias en las que emerge y la conformación de una realidad de nueva complejidad e interrelaciones” (1).

Junto a la “finalidad fundante” mencionada más arriba, en los orígenes de SASIA también encontramos como rasgo fundamental, una “actitud para el trabajo en equipo y el compromiso de adoptar la interdisciplina como método y epistemología idóneos; para abordar, conocer e intervenir en las realidades complejas de nuestros días” (1). Esta publicación propone honrar estos orígenes y apostar a un encuentro amplio entre los miembros de la Sociedad para consolidar un espacio de pensamiento que impulse la acción interdisciplinaria con los y las adolescentes de la República Argentina.

En el marco del lema “Salud universal: para tod@s, en todas partes” (2) convocamos a los miembros de SASIA, a escribir un artículo sobre la inclusión del enfoque de masculinidades en salud integral de la adolescencia para su difusión mediante libro digital. Participaron de la propuesta, profesionales de medicina, trabajo social, enfermería, psicología, y orientación vocacional de las provincias de Santa Fe, Córdoba, Rio Negro, La Pampa, Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Si bien la inclusión del enfoque de masculinidades no se determinó como excluyente, la mayor parte de los artículos tocaron algún aspecto relevante al tema. Es destacable que los únicos requisi- 7

tos estrictos fueron los formales y necesarios para mantener la coherencia en la edición y el estilo científico. En cuanto al contenido y orientaciones teóricas e ideológicas confiamos en el criterio de cada profesional y en la capacidad del colectivo para reflexionar desde el respeto a la diversidad. Como apreciarán en la lectura el resultado es de una notable coherencia y complementariedad, más propia de quienes comparten paradigmas y comunidades de práctica que del azar. Para introducir y orientar la lectura comparto una primera impresión de cada capítulo según su orden de aparición.

El Dr. Cándido Roldan nos comparte tanto desde su vasta experiencia en el trabajo con adolescentes en sus comunidades como desde la referencia a consensos internacionales, algunas reflexiones que nos llevan a re pensar problemas centrales: ¿Qué es la salud Integral? ¿Qué formación recibimos los profesionales para atenderla cabalmente? ¿Qué lugar tienen los adolescentes varones en las instituciones destinadas al cuidado del proceso Salud- Enfermedad-Atención? Y avanza en respuestas que definen a la salud como una construcción social, desplazando a las instituciones de salud del centro de la escena y colocando a la comunidad como el escenario donde la salud, en tanto proceso, se desarrolla con el protagonismo de los jóvenes. “…el liderazgo adolescente no sólo posibilita el desarrollo integral del potencial del adolescente que lo ejerce, sino que constituye un aspecto estratégico e instrumental para promover y consolidar cambios sociales entre adolescentes y jóvenes.”

El Dr. Gustavo Girard nos introduce en la cuestión de las masculinidades, con el estilo del varón que ha vivido y puede finalmente hablar concretamente más allá de las vestiduras de la ciencia y la política. Un poco como G. Deleuze cuando dice: “¿pero qué era eso, lo que he estado haciendo durante toda mi vida?” (3). Gustavo Girard nos presenta su mirada histórica sobre los partos que dieron lugar a las masculinidades en las paternidades, la educación sexual, las adolescencias, las sexualidades y la salud sexual integral, el VIH, las violencias y el suicidio. Y finaliza con una atenta revisión de los afectos de los varones que en la consulta luchan por vencer los mandatos de dureza varonil, y se asoman en la sociedad buscando una trasformación que comience a equilibrar la formidable emancipación que han logrado los colectivos de mujeres en la historia de la humanidad.

En el texto A les pibes ¡Salud!, quien escribe, se propone realizar una afirmación Performativa, de esas que hacen al decir, impulsando el hacer propio de la reflexión y la escritura, para ponerlo al servicio del imperativo ético: Salud para todos.

Estas enunciaciones esperan tomar fuerza de dos hechos históricos. Uno

inmediato y efímero, la propuesta de la OMS-OPS de dedicar el año 2018 a la cobertura universal de salud (2). Otro de largo aliento pero de aguda actualidad: la puesta en agenda de la temática de género por los movimientos de mujeres. A sabiendas de que cualquier reflexión sobre género es deudora de este movimiento y de que la reflexión colectiva sobre las masculinidades retribuirá con su aporte a la emancipación de las mujeres.

Nos urge de visibilizar a un sector social, que invisibilizado en la pretensión universal de “los derechos del hombre” no logra definir sus necesidades ni organizar sus luchas. Así en el fragor de las discusiones sobre el lenguaje inclusivo comparto esta apuesta a que “les pibes” puedan visibilizarse como un sector particular con capacidad de canalizar sus demandas y centrar los sistemas de salud para atender los problemas que día a día provocan muerte y sufrimiento.

La Dra. Elizabeth Balassa de Bessone y Dr. Ramiro Amato nos introducen en las paternidades adolecentes desde un enfoque que incluye la complejidad y la singularidad de cada situación. Nos proponen “pensar en nuestros pacientes como esa pareja de adolescentes en esa consulta considerando esa situación como única e irrepetible”. Y nos alertan que “La escasez de instituciones o redes de apoyo emocional que incentiven su participación como padre y le brinden asesoramiento es un factor de riesgo para su buen desempeño”. Incluir al varón en el proceso de la paternidad requiere revertir esta situación a fin de lograr abordajes integrales que posibiliten reducir los impactos negativos y aumentar los potenciales de salud, para el padre adolescente e inmediatamente para su pareja, su progenie y su entorno. Encontramos en este capítulo un aporte para mejorar las intervenciones profesionales en el acompañamiento de las paternidades.

El capítulo de la Dra. Diana Gomez, expresa el resultado de una mirada atenta e inteligente a la realidad de las y los adolescentes en una comunidad. Atenta porque encontró en el trabajo preventivo asistencial con la población adolescente las pistas para trabajar en paternidades. E inteligente en tanto logra asumir “el circulo cognoscitivo” que posibilitó identificar los puntos ciegos que invisibilizan a la paternidad, que la instalan como un “no lugar” en la salud pública. Y desde la pregunta del saber, sobre el saber hacer, visibiliza a los varones en los distintos momentos del proceso de las paternidades. Sin perder nunca de vista que la circularidad del saber es también una circularidad del hacer, por lo que nos brinda referencias de experiencias y protocolos específicos para mejorar la salud de los hijos y las hijas, las madres y los padres.

La Dra. Juana Presman nos impulsa a articular en palabras un aspecto fundamental del desarrollo sexual de los varones. La espermarca. Evento inaugural de la fertilidad masculina, sin embargo, es invisibilizado por las prácticas en salud y educación. Encontramos un ejemplo en los materiales pedagógicos de Educación Sexual Integral editados en 2011 por el Ministerio de Educación de la Nación (4), un verdadero ejemplo de Integralidad y consideración de las y los adolescentes como sujetos de derecho. No obstante, en la publicación “Educación Sexual Integral. Para charlar en familia” El capítulo “La primera Menstruación” ocupa dos páginas. La espermarca no se identifica en cuanto tal. Apenas encontramos una mención a la eyaculación en el capítulo “La masturbación” en el que refiere como toda información “en el caso de los varones también es posible que notemos que hay unas manchas en sus sabanas”.

Así que compartimos la afirmación “¡Bienvenidos los movimientos sociales de varones que reivindiquen el derecho a hablar sin tapujos de su virilidad!” Y esperamos contribuir con ellos para que logren incluir los temas que consideren pertinentes en los materiales educativos y en las campañas de salud.

El Dr. Daniel Rolón nos introduce en el laberinto de las masculinidades, brindándonos definiciones muy certeras para centrar la mirada y no perder el rumbo. Así formula y distingue riesgo de vulnerabilidad y nos previene de la mirada indignante sobre las masculinidades singulares cuando las evaluamos desde el riesgo epidemiológico. La lectura del capítulo de su autoría nos advierte de la necesidad de mantener, en cada caso, la mirada atenta a la complejidad, manteniendo presentes; la discontinuidad biológica basada en la dicotomía sexual y el continuo cultural entre masculino y femenino. Pero fundamentalmente nos impulsa a sostener el deseo ético “…Quisiera que me enseñes a mirarte como necesitas ser mirado, para que te sea más sencillo encontrar el lugar al que quieras llegar…”

El Dr. José María Méndez Ribas, nos cuenta desde su experiencia señera parte del desarrollo de la ginecología y la pediatría en Argentina y los hitos que implicaron incluir a los varones en la consulta ginecológica. Su amplia experiencia nos permite conocer las intersecciones disciplinarias que se forjaron en el ámbito público y los aprendizajes que nos brinda para el ámbito privado donde se requiere que el profesional tenga ya “internalizado” el abordaje integral de su paciente como parte de su capacitación e “incluir a la familia y a su pareja si la tiene.”

De este modo se evitarán perder oportunidades de incluir al varón en la consulta “para evaluar en su totalidad a la adolescente mujer que está atendiendo” y facilitar que los adolescentes varones “se acerquen al sistema de

salud para la prevención y educación correspondiente conectándolo con un pediatra especializado en Medicina para Adolescentes”.

El Dr. Ramiro Amato y Dra. Sonia Morero nos comparten en este capítulo la síntesis de saberes y haceres en un tema que requiere de conocimientos certeros y prácticas transformadoras a fin de adquirir su dimensión precisa. El Abuso Sexual Adolescente en Varones. Si bien las situaciones registradas suelen ser menos frecuentes que en adolescentes mujeres, es un problema que afecta a una gran cantidad de varones adolescentes y adquiere modalidades específicas. El texto contextualiza en problema a nivel global y plantea con crudeza uno de los aspectos más característicos y silenciados del patriarcado. La violencia sexual como herramienta de dominación entre varones. El escrito no se limita a aspectos sociológicos generales. Plantea aspectos clínicos muy precisos brindando herramientas para diagnosticar e intervenir y nos moviliza a seguir formándonos para abordar el problema y visibilizarlo. Quizás esos pasos modifiquen el registro de estas situaciones y en un futuro próximo veamos que es un hecho mucho más frecuente de lo que conocemos.

La Dra. Nora Reboledo nos ofrece una mirada de las masculinidades y la adolescencia centrada en el marco legal vigente a partir La ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes que adecua la legislación nacional a la Convención de los Derechos del Niño.

En ese contexto de trasformaciones vertiginosas impulsadas por la emancipación expansiva liderada por los movimientos de mujeres y las trasformaciones sociales que corren las fronteras de la adolescencia, nos impulsa a los varones a revelarnos al mandato de poseer. “En un mundo donde la desposesión es la norma: el 1% de la población mundial posee el 50% de la riqueza planetaria. Los costos de la masculinidad hegemónica no son sólo para las mujeres sino también para los varones.” La equidad reclama su participación para lograr “configurar programas y modelos preventivos centrados en la masculinidad”. Reclama también nuestro compromiso activo, “junto con las mujeres, en la consecución de una nueva sociedad compuesta por personas más libres e íntegras.”

La Dra. Dora Pagliuca nos comparte la mirada de quien atravesó los paradigmas y apuesta por transformación. Aborda un problema, los niños y jóvenes en conflicto con la ley penal y resalta la necesidad de trabajar un aspecto característico, una visión que reduce la masculinidad a un estereotipo biológico donde el honor, el riesgo y la muerte arrasan con la vida y la libertad de los

adolescentes y con la “seguridad” de la sociedad. El informe del Sistema Nacional de Estadísticas sobre la Ejecución de la Pena 2016 indica que “El 96% de los detenidos son varones jóvenes con bajo nivel de escolarización” (5). Este capítulo nos pone en la pista de la importancia del apego en los primeros años de vida y del riesgo de la deprivación y su correlación con conductas delictivas. También nos advierte de la potencia de los abordajes de la justicia restaurativa para intervenir en estas situaciones. En suma, nos predispone a seguir reflexionando sobre las masculinidades y actuando para transformar la realidad.

En el artículo de la Lic. en Psicología Adriana Narvaez y la Lic. Sol Feintuch Narvaez encontramos un tema tan preocupante en las estadísticas como poco valorado en la suposición de riesgo del mundo adulto y adolescente. El consumo de alcohol, en particular el consumo episódico y abusivo de alcohol. En un contexto epocal de postverdad, donde valen más las emociones y la repetición de relatos que alguna objetividad basada en atributos universalizables, el artículo nos impulsa a reflexionar para superar la paradoja del gozar sin límites. Paradoja que transforma a las “previas” en continuas y borra la frontera entre placer y padecer transformando todo en espectáculo. En un escenario de una noche para jóvenes en un mercado creado por adultos se presenta una escena donde los varones “Sufren y comparten una mayor presión para demostrar que pueden beber y beber más, sintiendo la mirada de sus pares”.

El Licenciado en psicología Marcelo Della Mora nos introduce en las problemáticas bio-psico-socio-culturales del Síndrome de Klinefelter, conocido por el gran público a través de la película argentina “XXY”, de la novelista y directora Lucía Puenzo.

Si bien es una condición poco frecuente, (con una prevalencia de 0.2%) el enfoque del autor permite no solo conocer mejor un síndrome que afecta exclusivamente a varones, sino también reflexionar en torno a problemas universales, como la distinción, identidad de género- identidad sexual o formación-información. También contextualiza el abordaje de las situaciones con orientaciones precisas en el marco de la educación sexual integral y la atención interdisciplinaria. En este recorrido pone en valor conceptos de W. Reich uno de los pioneros de la salud sexual cuyas teorías aún no han tenido el merecido reconocimiento y difusión. Y nos impulsa a estar atento a cada componente de la complejidad humana, incluido los factores genéticos y hormonales, muchas veces obliterados por la literatura psicológica argentina.

La Dra. Nélida Horno nos impulsa a iluminar un tema tan actual como poco presente en los dispositivos de atención con adolescentes. La relación de los abuelos y abuelas con sus nietos y nietas adolescentes.

En una época en la que el “mucho abuelo y el poco hermano” describen un aspecto característico de la transición demográfica, es indudable la importancia de reflexionar sobre el rol que podemos tener en ese vínculo con un inmenso potencial de mutuo beneficio. El texto nos brinda elementos concretos para aumentar los factores protectores de esta relación intergeneracional y para prevenir los posibles riesgos tanto para los abuelos y las abuelas como para los y las adolescentes.

El texto de David M. Settembrino, Counselor, periodista, compositor musical y conceptualizador de la Orientación al Talento Personal nos previene de los riesgos de lo que él llama “Talentismo Cultural”. El capitalismo encontró en el Talento un término para describir un recurso inagotable. Como es de esperar, también desarrolló los medios para sustraerlo de su fuente y convertirlo en mercancía. La propuesta es superar la visión utilitarista del talento y ponerla al servicio de la libertad personal. Ya sea en las situaciones donde hay talentos naturales que “condenan” a la persona a “tener” que aprovecharlos, como en la situación más frecuente, en la que no se identifica ningún don extraordinario. El articulo nos propone una mirada para conectar a los y las adolescentes con su intención primordial y transformarla en un proyecto que “pueda ser escrito de una forma más singular y auténtica posible”.

La Lic. en Trabajo Social, Norma Mora, nos comparte una mirada situada en un contexto específico con una población determinada, Ciudad de Allen, Pcia. de Rio Negro. Allí se despliegan los recursos habilitados por la Convención de los derechos de la Niñez y la Normativa Nacional a fin de lograr el acceso de la población adolescente a los servicios de salud, en un marco de confidencialidad y el máximo respeto a su autonomía. El despliegue de la experiencia y la reflexión sobre la misma evidencia las barreras psico-socioculturales y también político ambientales que se interponen entre los adolescentes y su derecho a la salud. Al poner en valor la mirada subjetivante de los efectores de salud, logra pintar la aldea describiendo al universo. Y nos pone en la pista de las epistemologías del sur para centrar las acciones con participación protagónica de las y los adolescentes a fin de generar las políticas que transformen la realidad y realicen los derechos.

La Dra. Irene Melamed, nos introduce en temas clave para la salud integral en la adolescencia. La información enunciada en una escucha capaz de oír los silencios y comunicar los contextos. Y el Curso de vida en particular en el proceso de tránsito de la adolescencia a la adultez. Dando relevancia a un pro-

ceso mucho menos considerado que el tránsito de la niñez a la adolescencia, pero de todos modos relevante. En este marco reflexiona sobre la aparición de la enfermedad y de su impacto en la trayectoria vital, la vida familiar y en la relación terapéutica. Y nos brinda precisas orientaciones para que las intervenciones profesionales aporten a la autonomía y dignidad personal.

El capítulo de la Dra. María Alejandra Wlochal y la Lic. en enfermería Irene Arrieta nos relatan el viaje de Penélope y sus heterónimos a través del sistema educativo de San Andrés de Giles, Pcia. de Buenos Aires. Penélope, es una representación de las y los adolescentes del pueblo construida con sus manos ideas y saberes, en el marco de una metodología tan simple como rigurosa. La técnica es simple, pero su implementación y su contexto complejos, ya que incorporan a todo el sistema educativo y el sistema de salud entrelazando disciplinas y saberes y produciendo un saber que sin dudas marcaran el desarrollo del sistema de salud en esa comunidad. Es de esperar que el mapa de este viaje tan bellamente descripto inspire a quienes leen a usarlo en sus territorios.

La Dra. Luisa Cardoza Oliva nos comparte la tarea realizada a fin de lograr la superación de “disparidades innecesarias, evitables e injustas entre mujeres y hombres” en un ámbito históricamente habitado por mayoría de varones como es la educación Agro técnica en la provincia de La Pampa. En su relato da cuenta de la imprescindible capacitación de los profesionales para afrontar el desafío de “acercar el sistema de salud a les adolescentes” desde equipos interdisciplinarios en intervenciones intersectoriales. Se requiere flexibilizar la rigidez de los egos disciplinarios y ponerlos al servicio de dispositivos complejos, para vencer las resistencias y superar los conflictos que surgen cuando los adultos nos posicionamos como “habilitadores de derechos” ante “les estudiantes adolescentes”, como se anima a nombrarlos la autora del mencionado capitulo.

Esperamos que la lectura e intercambio que comenzamos con esta publicación inaugure muchos otros encuentros, en los que pongamos en valor la labor cotidiana que se realiza en nuestra Argentina con las y los adolescentes y sus comunidades.

Bibliografía

Lic. Narvaez, Rubén Osvaldo Salud integral del adolescente Su abordaje interdisciplinario. Disponible:http://campuscitep.rec.uba.ar/pluginfile.php/2098/mod_resource/content/0/Salud_integral_del_adolescente_Su_abordaje_interdisciplinario.doc Visitado 10-9-2018 1- OPS/OMS. El Día Mundial de la Salud 2018. Disponible en: 995.https://www.paho.org/arg/index.php?option=com_content&view=article&id=10212:el-dia-mundial-de-la-salud-2018-se-centrara-en-la-salud-universal&Itemid=270 Acceso el 13 de agosto 2018. 2- Deleuze G. Guattari F. ¿Qué es la filosofía? Ed Anagrama 1993 Barcelona Pág.7 3- Marina, M. Educación Sexual Integral: para charlar en familia. 1° edición Buenos

Aires Ministerio de Educación de Nación, 2011 4- Sistema Nacional de Estadísticas sobre la Ejecución de la Pena. Disponible en https://www.argentina.gob.ar/noticias/15-anos-consecutivos-de-estadistica-penitenciaria-informe-sneep-2016 Consultado 8 del 9 del 2018.

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