José le dijo: "Nunca le he contado esto a nadie, pero toda mi vida la he pasado sin saber cómo orar. Cuando he asistido a la Iglesia he escuchado siempre hablar de la oración, cómo se debe orar y los beneficios que trae..., ...pero siempre esto de las oraciones; no sé...! Me entra por un oído y me sale por el otro. De todos modos no tengo idea de cómo hacerlo. Entonces... Hace mucho tiempo abandoné por completo la oración". Esto ha sido así en mí hasta hace unos cuatro años, cuando charlando con mi mejor amigo me dijo: - José, esto de la oración es simplemente tener una conversación con Jesús, así es como te sugiero que lo hagas: - Te sientas en una silla y colocas otra silla vacía enfrente de ti; luego con fe miras a Jesús sentado a tu lado. No es algo alocado hacerlo pues él nos dijo: - "Yo estaré siempre con vosotros". Por lo tanto, le hablas, le escuchas, de la misma manera como lo estás haciendo conmigo ahora. Así lo hice una vez y me gustó tanto que lo he seguido haciendo unas dos horas diarias desde entonces. Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija... Pues me internaría de inmediato en el manicomio. El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto y dijo a José que era algo muy grande lo que venia haciendo, y que no dejara de hacerlo nunca. Luego hizo una oración con él, le bendijo y se fue a su parroquia. Dos días después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre habla fallecido. El sacerdote le preguntó: - ¿Falleció en Paz?-. - Sí, cuando salí de la casa, a eso de las dos de la tarde, me llamó y fui a ver lo que quería. Me dijo que me quería mucho y me dio un beso. Cuando volví de hacer unas compras, una hora más tarde ya lo encontré muerto. Pero hay algo extraño respecto de su muerte, pues aparentemente, justo antes de morir, se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y recostó la cabeza en ella, pues así lo encontré. - ¿Qué cree usted que pueda significar esto?-. El sacerdote profundamente estremecido, se secó las lágrimas de emoción y le respondió: "Ojalá que todos nos pudiésemos ir de esa manera".
EL DOMINGO PARROQUIA SANTA MARÍA MICAELA – MELILLA https://parroquiasantamariamicaela.wordpress.com 1 de Mayo de 2016
DIOS NOS HABLA LUNES 2 San Atanasio. Juan 15, 26-16. 4a. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis, de que yo os lo había dicho. MARTES 3 S. Felipe y Santiago. Juan 14, 6-14. Hace tanto tiempo que estoy con vosotros, ¿aún no me conoces? MIÉRCOLES 4 Juan 16, 12-15. Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas ahora. JUEVES 5 Juan 16, 16-20. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. VIERNES 6 Juan 16, 20-23a. Nadie os quitará vuestra alegría. SÁBADO 7 Juan 16, 23b-28. El Padre os quiere, porque vosotros me creéis.
DOMINGO VI DE PASCUA
Ciclo C
Número 5
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (15, 1-2.22-29): En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. Los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos, y les entregaron esta carta: «Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo. Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables:
que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud.»
Resurrección es… Una película de esas que sales diciendo: “Aquí está Dios”.
apóstoles del Cordero. Santuario no vi ninguno, porque es su santuario el Señor Dios todopoderoso y el Cordero. La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero. Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 23-29:
Salmo Sal 66, 2-3.5.6.8 R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. R/. Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra. R/.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.
LA SILLA Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe. R/. Lectura del libro del Apocalipsis (21, 10-14.21-23): El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los
María fue a buscar a un sacerdote para que fuera a visitar a su padre que estaba muy enfermo. El sacerdote acudió a su casa, entró en la habitación y, encontró a José en la cama con la cabeza un poco levantada por un par de almohadas. Al lado de la cama, había una silla por lo que el sacerdote pensó que el hombre sabía que vendría a visitarlo. - ¿Supongo que me estaba esperando?-, le dijo. -No, ¿quién es usted?-, preguntó José. -Soy el sacerdote que su hija llamó para que rezase con usted; cuando entré y vi la silla vacía junto a su cama supuse que me estaba esperando. - Ah sí, la Silla-. ¿Le importa cerrar la puerta?-. Dijo el hombre enfermo. El sacerdote sorprendido cerró la puerta.