Parroquia Santa María Micaela
3 MARZO, 2013 NÚMERO 16 Avenida de la Juventud, 29 52005 – Melilla Tfno: 952 673 760
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DIOS NOS HABLA LUNES 4 Lc 4, 24-30. Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra? MARTES 5 Mt 18, 21-35. ¿Cuántas veces le tengo que perdonar? Hasta setenta veces siete. MIÉRCOLES 6 Mt 5, 17-19. No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas. JUEVES 7 Lc 11, 14-23. El que no está conmigo, está contra mí. VIERNES 8 Mc 12, 28b-34. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón. SÁBADO 9 Lc 18, 9-14. ¡Oh Dios!, te compasión de este pecador.
“A ver si da fruto…” esperando estoy A Cristo no le gusta la manera cómo tomamos las noticas que oímos todos los días: porque lo hacemos de manera frívola, como unos espectadores ávidos de sensacionalismos, dispuestos siempre a condenar, a comentarlas con pesimismo y lavándonos las manos de todo lo que ocurre, con una conciencia falsamente tranquila. “Si no os convertís, todos terminaréis igual”, dice Jesús. Que es lo mismo que decir: “si no cambiáis esa forma de ser os perderéis lo mejor. Se cristiano no es llevar una etiqueta, un salvoconducto de salvación. Ser cristiano quiere decir dar fruto. Si uno no da fruto, llega a ser un estorbo, una higuera estéril, en la viña del Reino de Dios. Si no damos fruto, cada año se nos ofrece una oportunidad para remediar nuestra inutilidad en la viña del Señor. Es la renovación pascual, la Cuaresma. El viñador, Cristo, intercede cada año ante el dueño de la viña por nosotros. Cada año y siempre: en el tiempo de gracia y salvación inaugurado por la Pascua del Señor. Eso nos llena de confianza para rehacer constantemente nuestra vida estéril.