PÁGINAS DE NELMA - En sus huellas de rezos

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A Nelma la inventé de niño podía existir si yo pensaba fuerte si resistía la tristeza la soledad de los recién aislados los nueve números con que recorrería mi infancia de pañuelos Cuando Nelma en la noche me besaba los ojos era la resurrección un instante en que no tendría temores porque percibiría en mi desesperanza el suceso cósmico acaecido


SIENTO la eternidad de tu sonrisa entre las plantas escogidas bajo la piel que vigila los latidos la voluntad del aire la terquedad de estarnos juntos aĂşn si estamos lejos


ESTOY AQUร en el madero donde cuelgo mis brazos con cepos en los pรณmulos imperceptible mi alucinaciรณn mi cicatriz visible en cada verso que se expande sin voz que cuando lo toma la garganta lo reproduce en mi silencio hasta que las cรกscaras de los dromedarios sean jorobas sucesivas


SIN CONDOLENCIAS ayer se transformó en ceniza mi madero que creía imposible de incendiar y nadie puso deudos a la senda el amor parece ser una hoja al viento al mismo tiempo que un tren lleva su pez una paloma cruje sus espejos y yo agonizo en la palma de tu mano morir no es nada más que una aventura mira las flores como van cayendo se desparraman en tu vientre con el aleteo de mi respiración fue un infinito resbalar en sangre tan solos y tan ebrios logramos conmovernos sin escuchar la voz del almanaque es que amor como hoja al viento puede esconder su historia al filo de los labios con algo que encubrir entre los dientes


TU DESLUMBRANTE OFICIO cuando se torbellina la mandíbula del viento huele a cenizas el aire que respiro me parece estar lejos de lo que estoy cerca me retorna a los ojos lo vivido en tus manos es que estás esperando mi resurrección lo estuviste en los días en que andabas distante me besaste en el tiempo en que estabas despierta cada pulgada en luz y en rebeldía te hablaban otro idioma ceñido y familiar como que despertaban en tu oído las voces como que se olvidaban los puentes fronterizos hasta el espacio que ocupa mi boca no sé si quepo entre tanto regazo al que me acostumbraste con tu piel almendrada tu voluntad de hierbas tu deslumbrante oficio de poeta me haré lugar siempre que entronque la dilatada sombra de mi plaza y pueda parecerme estar tan cerca de tu ruta de antojos


EVOLUCIÓN no pertenezco a los anfibios ni a los artrópodos ni mucho menos a los grandes saurios que roncaron su muerte ella me dijo que el hombre fue creado o creído no entendí muy bien cree y la fe le reporta huesos indestructibles me siento azul con cielo y verde en la pradera arrastro un árbol en su plenitud y aspiro una cosecha de libélulas


EL AGUA DE LOS OJOS después de las guerras se agregan pisos a los edificios se compromete con sollozos la disciplina pero yo no lloraba el agua quieta inamovible como una quejosa inspiración la búsqueda infinita ellos los tortuosos abismos fermentaban mi mirar salvaje nada que fuese tanta muerte fruto de banderas rotas la frontera de nadie me quebró el idioma jeroglíficos grafitis comieron mis paredes se subían inhóspitos a cualquier azotea y un cerrajero viejo me construyó las llaves para encontrarla


ESTE POEMA para leer este poema ella debe huir de sus humedades recordarme como recién nacido brotando del azúcar no pensó que su sangre pudo congelarse en mi bautismo y que sus senos revivirían ante cada pulso en la puerta sin calle comprometió sus sales matutinas cuando me vino a despertar mojándome los labios no me acordé de viajes ni penurias no sentí que todo naufragaba era muy tibio el río


LA MUSA nadie que se digne a certificar mis andanzas puede afirmar que no la conocía si es como la piedra sesgada de mis dolencias la que se inclinó para sostenerme cuando rodaba por la pendiente o tropezaba simplemente ya con aire de difunto desembocar en ella es puro aprendizaje se vistió de mujeres acumuladas hasta alumbrar con sonrisas a un pobre presidiario que de tanta abstinencia de pensar y gozar la convirtió en adjetivo pura lluvia salitre domingo imposible de despertar sin los tragos funestos de ayer por eso y porque el carcelero me hizo una guiñada abriéndome la puerta por la que pude escapar es que la he descubierto en la esencia del tiempo y pude arrodillarme sin creer ni jurar


LAS ILUSIONES DEL SEXO quiero verte crecer sobre mis muslos como en una serranía donde el sol no aparece hasta más tarde porque es tarde cuando tu apareces siempre escondida en mis pestañas atolondrada por mis ansiedades incendiada de banderas y vida pequeña niña dueña de las palabras yo sabía que hallarte compondría un escándalo me lo habían advertido los vientos del norte esos que vienen cálidos y raudos a romper cristales y nos recogen tan diferentes siempre pensé que te había inventado en mi niñez que eras la imagen cierta de los primeros pasos cuando te supe inagotable me asombré y de mi sexo se escaparon mil campanadas sordas y tres botellas rojas las botellas confieso que llevaban mensajes en que fui desdeñando las mujeres que llevas armándote de inviernos descolgadas de techos para que te derrames sin saber entre mis dedos ellas no se enteraron o lo saben a medias pero ni dibujaban tu figura serena cuando yo te inventaba


te miraba de cerca en aquellas mañanas de miedo y floración por supuesto es iluso pensar que eres perenne en que serás mi numen por azules peñascos que andarás en los mares que aún no te conocen por eso quiero verte volar sobre mis muslos cual cielo que me ampare al que tú le confiesas tus pasos en mi cuerpo


LOS SONIDOS estirar el oído para alcanzarte y mis articulaciones como resortes lleguen hasta tu rostro la sangre fue devuelta penetró por la piel bañó mi instancia desolada se multiplicó sobre mis rodillas como un río que desciende en un acantilado tan de lejos se te escucha siento vibrar tu voz en una cerbatana en la flauta dulce de tus arterias caminaste por piedras y la lluvia te bendijo los pasos luego bajó su tono hasta mi oído me dijo buenos días como en un desayuno y todo alrededor sonaba espuma del mar que no sabías que llevo en mi saliva demudado poquitas frases alma pequeñas consonantes vida y las vocales todas la u con sus aullidos la o con su hache sorda la a también con hache de la satisfacción en el final siempre se entronca un rito articulaciones como resortes que llegan a tu rostro


DESDE QUE ESTOY SOLO volvĂ­ a salir sin paraguas me excita sentir caerme lluvia los tejidos parecen demostrar su temeridad y las palomas en la plaza se esconden en los huecos de los monumentos eso no me aĂ­sla mientras las campanas suenen a la hora y las baldosas de la peatonal hablen nombres queridos no estarĂŠ solo


NEGACIÓN DEL MAL I sobre una manzana que abarca cuatro luces en cada punto cardinal se mece un sueño yo que vine del sur cavo con mi boca una promesa insostenible un hueco donde no puedan anidar las serpientes el norte siempre nos trajo heridos dramas sin abecedario sin aguas calmas muertos que extrañan el paisaje del este una vitrina donde dar espectáculos y nada más que sol naciente que se esconde temprano en nubes negras el oeste es reciente tiene tentáculos en todas sus rodillas en nervios memorables en sus huellas de rezos II me absurda dar por rendida mi satisfacción aunque no creo que ya más pueda reír sin pagar cuentas me arrinconaron las humillaciones las mías y las dadas en canje de sospechas todas venían con sus cremas y esmaltes sus pinturas de labios y perfumes un mundo equidistante de las malas rutinas entonces busqué justos y aparecieron años


sumergí mi desdicha en una caravana de hembras misteriosas al pie de sus antojos y descubrí por anciano no poder seducirlas III aunque nos amemos en forma inevitable querida mujer aferrada a mi cuerpo aunque se manchen de sol las tempestades y se interrumpan los caminos del aire aunque mis ventanas ya no puedan abrirse ni cerrarse mis puertas me entroncaré con ella todo es posible si la beso en la boca la saliva del mundo se arrebata y se mezcla con el dilema amargo de la devoción le haré el amor en mis profundidades le rescataré los honestos ingredientes las cuotas de salud los verdaderos arpegios de la risa luego probablemente me sostenga con su mano encendida sus creencias abiertas y me otorgue derecho a sentarme a su diestra negaremos a dúo que existan más infiernos que los que atravesamos cada día en nuestros propios remolinos


AL LADO DE LA NADA estoy de pie sobre los zócalos o cordones de este sitio o de cualquiera igual que me sostenga bajo el ruido tremendo de la ira estoy cayendo sin saber si caigo desesperadamente callejero en mi andar absurdo solamente me detienen las furias la calle asume protagonismos que no me pertenecen aunque soy quien los sufre con el pánico que ofrecen cada día desde despierto hasta dormir trillado estoy sentado sobre las heridas a la vuelta de todos los desechos en la mordida tierra del castigo que nadie sabe controlar ni puede porque no se resuelven los abismos ni se distraen los comedidos héroes que preguntan por qué son infelices mientras los hilos se mueven sin consulta y siempre cabrioleamos los descalzos

parado porque me expulsa el prójimo la humedad se insertó entre mis costillas lleno de inquietud y desconfianza me martirizo cuando caen los ojos me dosifico cuando espero un río me somnoliento cuando nadie mira pues me detienen los odios sin remedio


las irreversibles formas de clamar de todos los que estĂĄn de a pie y se multiplican estoy herido a la sombra de volcanes sin ĂĄrboles ni plazas ni praderas entre aluviones fieros que me abruman en las perplejidades de mi angustia no me resignarĂŠ sin un diluvio convertido tal vez en llaga eterna aunque estĂŠs a mi lado sin reparo tan ebria como yo tan asumida en una danza que no tiene fin


DESPEDIDA

ni la casa ni los corredores de antes quieren irse de mí mis pies son algo errante abarco un territorio de huellas inacabadas un irreversible hueco dinámico y abstracto ni los cuadros que permanecen en las paredes tienen generosidad engalanan sin mirarme se desprenden de las imágenes tan naturalmente como fueron pintados las flores de hollín del antiguo fogón resbalan todavía en mi memoria se parecen a las manchas de petróleo que angustian el océano tan lejanas que no nos pertenecen sólo nos lastiman como humanidad

ni la puerta de calle tiene vidrios ni duermen vagabundos en mi paso final una calle con letras y números jeroglíficos conflictivos para mi mutación eso no significa nada igual me fui de las briznas de cielo lluvioso de los vientos que no tienen remedio de las alcantarillas redobladas de heces


me fui sin despedirme casi nada como abanderado de la huida como portador de la aventura estoy enervando mis antojos con la boca sellada de silencios y te busco entraĂąablemente incluso en tus sombrĂ­os laberintos


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