El tema elegido por Bianchi, es sumamente original (no recuerdo otra novela así, al menos en el Uruguay). Los escritores no solemos hablar demasiado de nosotros mismos.
En estas páginas hay lugar para la mezquindad o la generosidad profesionales, la amistad y el amor, en sus variantes: el sexo, el romance puro o el “affaire” clandestino…
La paleta del narrador los pinta a todos con color y sin perder amenidad, pues como su entrañable amigo Mario Benedetti, una de las virtudes de la prosa de Roberto Bianchi es su claridad y accesibilidad. Es un relato ágil, divertido, que no elude, sin embargo, los dramas existenciales de algunos protagonistas, que se deslizan por una peligrosa pendiente de la angustia y desesperación. ¡Que de alegría y llanto por igual, está hecha la vida!