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Malos hábitos para eliminar de nuestras

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palabra: necesitas exhibir una ¡verdadera maestría! en todo lo que haga, en todo lo que usted diga o muestre y esto es mucho más, que tener una capacitación en una Universidad que le de estatus. Tenga o no maestría, o haya tomado un sinnúmero de diplomados, usted deberá obligarse a trabajar extraordinaria y obsesivamente en aquello que le toca hacer y deberá mantenerse practicando una y mil maneras de hacer mejor las cosas cada vez. Así como se mantienen entrenándose los atletas de élite.

5. Fomente la formación de generalistas: Aunque tener maestría siempre será algo bueno, ni siquiera eso será suficiente en un mundo donde las auténticas categorías de pensamiento y de acción están errando y cayendo constantemente. “Tan importante como la capacidad de hacer una cosa extremadamente bien, es la capacidad de hacer una docena de cosas a la vez”. Estaremos jugando en todo un sistema, y tendremos muchos recursos a nuestra disposición para ser bien utilizados. Nadie sabrá a qué demonios se dedicará si no se focaliza correctamente. Usted debe ser capaz no sólo de “ocuparte de ello”, y de fomentar realmente la un espíritu, donde las personas aprendan a ver el negocio, desde las distintas ópticas de cada área y departamento. Hoy más que nunca se requieren líderes a 360º y si no los ha formado, pues le digo con certeza, que va tarde. Haga que esta tarea se dé en su empresa a la voz de !ya!.

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6. Mantenga en entusiasmo: Cultiva el sentido del humor. Esto no significa saber contar chistes o enviar memes por las distintas redes sociales, sino tener la capacidad de sacar la mejor parte cuando ve su fabuloso prototipo que se auto-destruye para ocuparse inmediatamente de la elaboración del siguiente modelo. Vienen los tiempos en que tendremos que equivocarnos con mayor frecuencia y las metidas de pata serán embarazosamente peores que antes pero estarán triunfando las empresas que toleren más el fracaso o incluso lo veneren. ¡Es el precio de la disrupción y del cambio!

7. Confíe en la tecnología: No necesita ser un experto en un paquete de software en

particular o saber programar. Debe apreciar instintivamente el hecho inequívoco de que Internet y todo lo que venga después será la gran tendencia en el futuro. Llegó la época de cambiar a aquellos a quienes no les gusta la tecnología y no la han aceptado como una nueva condición de vida. Tristemente, llegó lo que un día predije (y fue en 1982, recuerdo todavía en la Ciudad de León Gto., en una conferencia empresarial en la Cámara de la Industria del Calzado). ¡Nos alcanzó a muchos el tiempo de formar una nueva generación de analfabetas!. Aún es tiempo de recuperarse para quienes deseen apostarle a esta teoría, o prepararse para pasar a la historia con poca dignidad.

8. Ríndase ante la juventud: Muchos tendremos “apetito por la tecnología” pero, ¿llegaremos a “captarla” verdaderamente? ¡No lo creo! Por eso tenemos que rodearnos de jóvenes talentosos todo el tiempo. Cada equipo de proyecto debe incluir al menos un joven, necesitamos de alguien que no necesite “reinventarse” porque nació, se crió y porta licencia en sus genes para manejar y entender más rápido que nosotros, los verdaderos usos de la tecnología y el modelo mental que ahora impera entre los jóvenes para emprender y hacer grandes negocios sin la necesidad de contar con tantos recursos y peor aún, haciendo menos esfuerzo del que usted hizo cuando inició su negocio.

9. Alimente su red: La lealtad no se ha muerto y sigue siendo ahora más importante que nunca. Pero su eje ha virado notoriamente. La “lealtad antigua” era una lealtad jerárquica. Se agarraba un escalón tras otro mientras escalaba una pared. La “nueva lealtad” es horizontal a una especialidad o un sector. Lo que importa ahora es lo que piensan de su trabajo sus compañeros. Debe formar y gestionar deliberadamente una red cada vez mayor de contactos profesionales en tu campo o se quedará solo en su proyecto.

10. Pasión por la reinvención y el cambio: Hoy, convertirse en un especialista en algo en particular le dejará fuera de la carrera. Usted debe revolucionar sus

procesos de entrenamiento, debe buscar experiencias críticas, debe invertir más en sesiones uno a uno para sus colaboradores, debe garantizar que reinventarse es la mejor salida hacia los nuevos horizontes que le plantea el mundo. Dedique montos de inversión para la renovación de su estructura, para la innovación de procesos, para el perfeccionamiento de los programas de entrenamiento, para generar osadía en un mundo que demanda cambios y más cambios con mayor frecuencia. La pregunta que ahora mismo debe hacerse es si, sus planes realmente son endemoniadamente disruptivos como para poder diferenciarse. Si sigue insistiendo en “jugar” de la misma manera, estará pronto fuera de circulación.

Es el talento entonces, del que debe apañarse, y este lo tienen sus colaboradores, sí, esos que han jugado poco porque no se los ha permitido. Vienen tiempos de grandes discusiones por un modelo mental que avasalla cualquier pensamiento aferrado a cualquier paradigma. Llegaron los tiempos de desaprender y volver a entender que el mundo ha marcado la pauta a una realidad distinta y exige una actuación de quienes vivimos en él, de manera absolutamente más consciente. La pandemia vino a ponernos en nuestro lugar y nos da la oportunidad de reinventarnos. Sin liderazgo, no lo podrá hacer, eso es seguro.

Entrene y forme líderes todo el tiempo, pues ello le permitirá adelantarse a sus tiempos. Déjelos jugar el juego de su vida, tienen también la intención de sentirse copartícipes de los buenos resultados, finalmente son parte de su proyecto también. Aprenda a liderarlos diferente, entienda su lenguaje, también usted tiene la obligación de cambiar.

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