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Muchas veces quien te critica
Por: Roberto Celaya
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A nadie nos gusta la crítica, cualquier señalamiento por más bienintencionado que esté nos causa un malestar pues se enfoca en alguna área de nosotros que según los demás no hemos visto o trabajado, pero visto desde otra perspectiva también puede ser un síntoma de envidia, celos o rivalidad de los demás ante los pasos que damos en nuestro proyecto de vida.
Yo creo que a todos en un momento dado de nuestra vida nos ha pasado que hemos recibido una crítica de algo que hemos dicho o hecho e incluso de algo que tal vez no hayamos dicho ni hecho, pero que según los demás es censurable o al menos señalable, de la misma forma seguro estoy que ese señalamiento no generó en nosotros sentimientos placenteros sino más bien de incomodidad ya que así es nuestra naturaleza.
Como las críticas siempre estarán ahí mientras vamos caminando por la vida lo que puedo sugerirte son dos cosas. Que te veas a ti y que veas a los demás. Paso a explicar ambas actitudes.
El verte a ti consiste en que con humildad, sin esa arrogancia que surge ante los primeros señalamientos ajenos, seamos capaces de ver qué tanto de cierto hay en lo que se nos señala. En este punto puede ser que no halla mucho de verdad pero también puede ser que sí, en ambos casos algo ha de haber de beneficio que podamos sacar para tratar de ser mejor persona y hacer mejor las cosas.
El ver a los demás, por otro lado, consiste en ser un poco malicioso y no cerrar la puerta a la posibilidad de que los señalamientos surjan de parte de quienes los hacen ante la envidia, el celo o la rivalidad que pudieran sentir ante lo que vamos construyendo con nuestro proyecto de vida.
Ambos extremos, vernos a nosotros mismos y ver a los demás, deben hacerse con sumo cuidado ya que el primero tiene el riesgo de volvernos veletas ante los vientos que los demás desaten en nuestra vida; mientras que en el segundo caso nuestra arrogancia puede ser tal que toda crítica la atribuyamos a la envidia sin dar posibilidad a encontrar detrás de ella áreas de mejora potencial.
Independientemente de esas dos actitudes lo de mayor importancia será la actitud personal que adoptemos ante nuestro proyecto de vida siendo que al mismo tiempo nos convirtamos en nuestros más severos críticos, no con un ánimo de perfeccionismo o de pesimismo de lo que somos o hacemos, sino con el espíritu de avanzar día con día en el proyecto de vida que nos hemos establecido.
Cualquier paso que uno de en dirección del logro de nuestros sueños, metas u objetivos puede traer aparejadas críticas de quienes están a nuestro rededor, estas críticas bien manejadas por uno pueden decirnos mucho de lo que aún podemos hacer para mejorar y también de lo que los demás son, después de todo muchas veces quien te critica no es más que alguien que está sentado a la orilla del camino mientras tu avanzas.