Y tú sabes, ¿dónde viven los héroes?

from Emprende 7 Joven Edición Julio de 2022

Pensamientos negativos

Por: Patricia Escobedo

Tú que me haces el favor de leerme, te has puesto a pensar, ¿Dónde viven los héroes? Y no me refiero a los de capa, súper poderes y que vuelan o se tornan invisibles a la menor provocación.

Me refiero a los verdaderos héroes; a aquellos seres que con su cotidianidad transforman un lugar o hecho común en un suceso extraordinario

. Por ejemplo: Un héroe vive en un consultorio médico diagnosticando como curarse a un paciente que se ha sentido mal y desea mejorar para seguir cumpliendo sus sueños. También vive en el comedor de su casa que ha transformado en un salón virtual para darle clases a 35 o 40 alumnos que ya desean verlo y escucharlo aunque sea a través de la pantallita del celular, la tableta o la computadora cuando la ola de Covid 19 vuelve a gestarse en su comunidad. También vive en la ambulancia que acude al lugar donde hicieron una llamada de emergencia para salvar la vida de alguien que está en peligro. Lo puedes ver habitando también en esa azotea de un edificio donde va a lograr persuadir a alguien que se quiere quitar la vida pues se siente presionado, o sin fuerzas, o sin amor o sin dinero o salud y

quiere escapar del mundo y el héroe acude a hablar con él y hacerlo cambiar de idea. También vive en ese parque donde vende dulces típicos mientras sus hijos toman la señal gratuita de Internet y sentados en las bancas del parque hacen la tarea y suben sus archivos para entregar el trabajo a tiempo a su profesora, siempre supervisados por la mirada de nuestro héroe que igual vende una pepitoria, que ayuda a resolver una suma o explica sobre los personajes principales de un cuento. También vive en la mesa de la cocina de la casa pues ahí la señal del internet es mejor y puede impartir su clase de Formación Cívica a sus alumnos de Secundaria con calma y pedirles que contesten el cuestionario que ya les había subido a la plataforma. También vive en el cuarto de la amorosa mamá que necesita de sus cuidados pues sufrió un accidente vascular y debe tomar terapias y recibir mucho amor y complicidad de parte de su hijo. Quizá lo puedas encontrar también viviendo en un Comedor Comunitario sirviendo la comida a un grupo de indigentes y personas que se quedaron sin empleo y que van dos veces al día a desayunar y comer por poco dinero y recibir atención y amor de nuestro héroe. Muy probablemente está en el Asilo de ancianos, ayudando a sus habitantes a tomar sus medicinas, jugar con un rompecabezas para que no se pierda la memoria o paseando a alguien en una silla de ruedas para que se distraiga en su cotidianidad. Lo puedes hallar en el estacionamiento de un Centro Comercial donando juguetes, ropa y utensilios de cocina que ya no usa la familia, a los señores que cuidan los coches en el estacionamiento o en la Avenida y que están felices de recibir algo que a alguien más ya no le es útil pero a ellos les parece un tesoro. Quizá está, en el parque dando migas de pan a las palomas que se acercan por la tarde y que ya no encuentran nada para comer en esta ciudad cada vez más congestionada, sin muchos espacios verdes ni comida que consumir. Puedes encontrarlos en el refugio para animales, ayudando a alimentar a los perros y gatos que esperan que alguien los adopte los fines de semana y mientras tanto, van, los cuidan, los acarician, ayudan a sostenerlos en lo que los vacunan y les cortan el pelo para que estén listos para ser la nueva mascota de alguien que los quiera y los cuide.

Quizá están dando clases comunitarias en lugares donde es difícil encontrar a alguien que enseñe a leer o escribir a las comunidades indígenas y alejadas de las grandes ciudades y ellos con una gran sonrisa, mucha solidaridad y sobre todo ganas de ayudar, se encuentran en estos sitios dando lo mejor que tienen: su sonrisa, su tiempo y su conocimiento. Pueden estar leyendo historias a los niños de una casa hogar, disfrazados quizá de juglares, de caballeros medievales o con un títere, contando grandes hazañas de personajes que la imaginación crea para que las almas buenas disfruten de una buena narración. En fin, los héroes viven en todos los lugares donde todos los días un ser humano hace algo por los demás, desde milagros cotidianos hasta grandes cambios con giros de 360 ° en la vida de otra persona.