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Editorial

La conquista de un sueño, una meta o un objetivo implica que se tiene ese deseo de lograr aquello, pero así como ese sueño, esa meta y ese objetivo debe movernos a caminar, la misma claridad debemos tener en mente en cuanto lo que necesitamos para alcanzarlo.

Piensa en un sueño, meta u objetivo que te hayas propuesto, luego dime las acciones que has establecido para lograrlo. Por experiencia propia generalmente las acciones que se me comparten son más bien generales (por ejemplo si una meta es tener un mejor empleo una acción puede ser obtener un grado académico o una especialización para ello), pero esa acción general requerirá de acciones específicas que en la mayoría de los casos son incluso cotidianas.

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Esta mención que hago a lo cotidiano que deben de ser esas acciones no es de gratis sino que se sustenta en que a lo largo de mi experiencia he visto sueños, metas u objetivos que prácticamente no se mueven durante meses o incluso años por la simple y sencilla razón de que no hay acciones cotidianas que vayan sumando para alcanzar lo propuesto.

Todo esto viene a colación como una reflexión para hacerte ver la necesidad de que, sí: es bueno tener sueños, metas u objetivos, pero que las acciones requeridas para alcanzar esto deben estar desmenuzadas de tal forma que realmente te sirvan de guía para alcanzar lo propuesto, de otra forma más que acciones estaremos hablando de buenas intenciones y como dice el dicho las buenas intenciones no llevan a nadie a ninguna parte.

Todo aquello que uno se proponga en la vida requerirá de acciones para alcanzarlo, en la medida de que uno sea capaz de establecer esto con claridad los pasos diarios llevarán sin duda al logro del sueño, meta u objetivo establecido, así que no olvides que en la vida igual que la naturaleza: para cosechar primero tenemos que sembrar

¡Éxito!

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