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Hasta dónde llega mi libertad
Por: Erica de la O
“Mi libertad llega hasta donde comienza la libertad de alguien más” – Erica de la O
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Por ahí dicen que tu derecho a la libertad termina donde comienza el derecho a la libertad de los demás. Hace algunos años iba caminado por una calle llena de transeúntes, las verdes hojas de los árboles se movían de un lado a otro por el viento que ligeramente las acariciaba, el sol tenía un gran brillo y el cielo mostraba un azul tenue, pero a la vez intenso, se podía respirar la frescura que emanaba en el ambiente mientras se escuchaba el cantar de los pájaros, la gente iba un poco apresurada tratando de llegar cada una de ellas a su destino, yo mientras tanto, caminaba a mi ritmo habitual y sentí la necesidad de estirar mis brazos tan libremente que “sin querer” le di un manotazo a una de aquellas personas que transitaba en dirección opuesta a la mía e iba cargando varios documentos que cayeron esparciéndose por varias partes del suelo, ella muy agitada me dijo que tenía
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prisa de llegar a la corte donde sería juzgado su esposo injustamente, y esos documentos contenían pruebas fehacientes que probaban su inocencia, pero que si no los entregaba a tiempo sería demasiado tarde, yo angustiada, como pude, trataba de ayudarla mientras le pedía perdón constantemente. Alcancé a percibir que rodaban unas cuantas lágrimas por sus mejillas lo cual provocó en mí el sentimiento de culpa. Entre queriéndola ayudar y reparar mi falta, me sentí impotente y la peor persona del planeta.
¿Cuántas veces has hecho cosas que han afectado a los demás por usar tu libertad? ¿Cuántas veces no te has dado cuenta de que al usar tu libertad les estas impidiendo a los demás hacer uso de la suya?
Este tipo de historias se dan constantemente, quizá algunas menos trágicas que otras, pero finalmente historias que reflejan la falta de respeto a la libertad de los demás o al mal uso de la propia libertad. Es verdad que todos somos libres de hacer y deshacer lo que deseamos, pero también somos responsables de que nuestro derecho a la libertad no afecte la libertad de los demás. Recuerda que cuando tú te mueves y usurpas un espacio que le pertenece a alguien más es cuando inicia el abuso de tu libertad y con ello vienen los conflictos que finalmente acaban en guerras, y no necesariamente guerras con armas físicas, sino armas psíquicamente emocionales.
Ahora bien, definamos qué es la libertad: “La libertad es abstracta, aunque se podría decir que es la facultad que posee todo ser vivo para llevar a cabo
una o varias acciones de
acuerdo con su propia voluntad, pero que a su vez implica que uno debe hacerse responsable de sus propios actos, y por supuesto, que al llevar a cabo dichas acciones termine no afectando a otros.”
Por otro lado, entendemos que la esencia de la libertad nunca puede ser afectada, pues existe dentro de cada ser vivo, y nadie debería impedirle a otro que piense, sienta o
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haga determinadas cosas, y tú ¿qué piensas sobre la libertad? Te has preguntado alguna vez ¿hasta dónde llega mi libertad?
Aquí te muestro algunos ejemplos para ser más específica con respecto al derecho y la responsabilidad de la libertad:
1) Una persona tiene la libertad de fumar en la calle, pero otras personas que están a su alrededor también tienen la libertad de respirar un aire puro libre de humo de cigarro.
2) Una persona tiene la libertad de abrir la ventana mientras llueve, pero las demás personas también tienen la libertad de cerrar dicha ventana para no mojarse.
3) Una persona tiene la libertad de poner su música a todo volumen en su departamento, pero las demás personas quienes viven en el mismo edificio tienen la libertad de no querer escuchar ruido.
En esta vida ya tenemos dispuesto un espacio único que nos fue asignado, llamado “espacio vital”, para que dentro de él nos moviésemos, fuésemos y estuviésemos sin afectar nuestra persona o a alguien más, ese espacio es nuestro mundo libre que desafortunadamente vamos invadiendo unos a otros, con y sin permiso, y es ahí, donde efectivamente, resuena que la libertad es “abstracta.” Aquí el ejemplo de una fiesta, ya sabes que, aunque no te guste el ruido, en toda fiesta siempre lo habrá, y solo de ti dependerá que aceptes ese ruido asistiendo al lugar o dejándolo de aceptar no acudiendo al lugar, ese es tu derecho, y tu tienes la libertad de decisión, dejar que sea o no invadida tu libertad al silencio o afectar la libertad de otros por tus posibles quejas.
¡Qué maravilla cuando vamos comprendiendo más la vida y a la bendita libertad!, ¿verdad?
Imagínate que estas dentro de una burbuja donde te sientes protegido y donde puedes realizar todo lo que deseas, donde puedes pensar todo lo que quieres y sentirte como quieras, pero llega alguien y te empieza empujar y empujar hasta que te lleva a un rincón donde te sientes ya con muy poca movilidad que no te permite evitar que tu burbuja se reviente ¿Cómo crees que te sentirías? ¿Te gustaría sentirte así? Toma
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en cuenta esto siempre “Mi derecho a la
libertad termina cuando por ejercer mi libertad estoy afectando la libertad de
alguien más.” Ahora imagínate un lugar sin reglas que cumplir, sin orden ni disciplina, sin paz ni respeto, donde todos hicieran lo que quisieran sin importarles si se afectan unos a otros, no creo que te gustaría ¿o sí? Recuerda la frase de Benito Juárez “el
respeto al derecho ajeno es la paz”
Te das cuenta, con estos ejemplos tan sencillos, cómo, sin darnos cuenta, vamos acorralando la libertad de otros por satisfacer la nuestra. Sí, y es ahí donde inicia el pequeño gran conflicto entre los seres humanos, pues todos tenemos la libertad de decidir qué hacer y hacia donde movernos, pero debemos estar conscientes de que lo que hagamos no afecte a los demás, porque si lo hace, en ese momento estaremos invadiendo su libertad tratando de salvaguardar la nuestra, en otras palabras, estaremos ocasionando “el conflicto”. Yo amo mi libertad y la protejo mucho, pero haber invadido el espacio de aquella chica, en aquel momento, y haber provocado que sus documentos cayeran al suelo, y tal vez, haberle causado un conflicto emocional, me dio una gran lección, ya que aprendí que para vivir en armonía con los demás, antes de volver a estirar mis brazos debo fijarme y concientizar de que con ello no solo invadiré el espacio de alguien más, sino que estaré quebrantando uno de mis más grandes ideales “mi derecho a la libertad”.
Te invito a elegir las mejores opciones para tu vida, por ti, por mí, por los que nos rodean, por la
humanidad. Si deseas conocer más de mi trabajo sígueme en Facebook @ericadelaousa, Instagram y Twitter @ericadelaousa, LinkedIn @ericadelao, Youtube #ericadelao o visita mi página de internet
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