Como si de oleadas intergeneracionales se tratara, de vez en cuando el tema del aborto vuelve con fuerza a la sociedad. Sin duda alguna no podemos negar que se trata de un tema difícil, complejo, que en la mayoría de los casos radicaliza a extremos las posturas dando un viso de que el mismo no puede ser resuelto.
La problemática de discusión del mismo, sin duda alguna, son las diferentes aristas, que devienen en diferentes posturas, a partir de las cuales se aborda el tema y que no permite, de hecho más bien obstaculiza, el llegar a un consenso. Pero, ¿y si pudiéramos establecer una base común, objetiva, concreta, específica, sobre la que pudiéramos discutir?, es más ¿si pudiéramos reducir toda la discusión a un punto en común?