LA MENTE DE CRISTO -el eterno camino hacia la comprensión de las verdades divinas-LA MENTE DE CRISTO

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-el eterno camino hacia la comprensiรณn de las verdades divinas-

Roberto Celaya Figueroa

1 Corintios 2:16

La Mente de Cristo


…para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas y nosotros por medio de él (I Corintios 8:6)


Dedicatoria

A la Iglesia de Dios (7° Día) Página web habla hispana: http://www.iglesiadediosapostolica.org/ Página web oficinas centrales: http://www.churchofgod-7thday.org/


Índice Introducción ....................................................................................................... 1 En el Principio ..................................................................................................... 3 Génesis 2:9, Dios planta en medio del huerto del jardín de Edén el árbol de la vida así como el árbol de la ciencia del bien y el mal .. 8 Génesis 2:16-17, Dios les permite a nuestros primeros padres el comer de todo árbol del huerto pero advierte de no comer del árbol de la ciencia del bien y el mal so pena de morir ......................................... 39 Génesis 3:1-7, la serpiente convence a la mujer y esta al hombre, de comer del árbol de la ciencia del bien y el mal, con las consecuencias por todos conocidas, la principal: la expulsión de nuestros primeros padres del jardín de Edén y el inicio de una vida de pena, dolor y sufrimiento ........................................................................ 71 La opción ............................................................................................................ 73 La decisión.......................................................................................................... 78 La consecución .................................................................................................. 80 Ver ............................................................................................................. 82 Oír .............................................................................................................. 86


Hablar ....................................................................................................... 89 Tocar ......................................................................................................... 94 Oler ........................................................................................................... 98 Sentir ....................................................................................................... 101 Pensar ..................................................................................................... 106 La Mente de Cristo ........................................................................................... 120 El horizonte de eventos ................................................................................... 128 ¿Cómo se relaciona la creación lo que en esencia somos, los cuatro tipos de información y la historia de la salvación? .......................... 131 Aunque Pablo dice que tenemos la mente de Cristo es más que evidente que ahorita no poseemos ese conocimiento perfecto del bien y el mal, ¿cómo entender esto? ................................................. 170 Sabemos que el conocimiento de Dios, como Él mismo, es infinito, ¿quiere decir esto que nunca lo alcanzaremos? .............................. 198 Eterno ........................................................................................... 202 Infinito ........................................................................................... 210 Omnisciente ................................................................................ 215


Todopoderoso ............................................................................. 225 Aunque alcancemos ese conocimiento perfecto del bien y el mal, tan perfecto que solo podamos optar por elegir el bien, ¿qué pasará con toda esa experiencia dolorosa que cada uno en lo personal y la humanidad en lo general carga como parte del camino de la ciencia del bien y el mal, de la experiencia, que optamos? ......... 241 Al misterio de la esposa de Cristo .................................................................. 260 Trenzando el cordón de tres dobleces .......................................................... 269 Conclusión ........................................................................................................ 284


Introducción Pablo, en su primera carta a los de Corinto, incorpora el término referido a la mente de Cristo. 1 Corintios 2 1 Así

que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el

testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues

me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a

Jesucristo, y a éste crucificado. 3Y

estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;

4y

ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de

humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para

que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres,

sino en el poder de Dios. 6 Sin

embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado

madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 7 Más

hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la

cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8 la

que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la

hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. 9 Antes

bien, como está escrito:

Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. 10 Pero

Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu

todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

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11 Porque

¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el

espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y

nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu

que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo

cual también hablamos, no con palabras enseñadas por

sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero

el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de

Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En

cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado

de nadie. 16 Porque

¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le

instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo. El término la mente de Cristo pudiera prestarse a diversas interpretaciones, pero si uno se ciñe al contexto en el cual éste es introducido no puede menos que observarse que se refiere a conocimiento, a sabiduría, a información, referida a las verdades divinas, luego entonces la mente de Cristo tiene que ver con eso. Para mayor corroboración sobre esta comprensión, puede verse la profecía de Isaías que apunta al Mesías. Isaías 7:14-15 Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel. 2


Comerá cuajada y miel hasta que sepa lo suficiente para desechar lo malo y escoger lo bueno. De nueva cuenta puede verse que el asunto medular de la mente de Cristo puede circunscribirse a ese conocimiento, a esa sabiduría, a esa información, referida a las verdades divinas, referida por Isaías cuando se refiere al Mesías como aquel que sabría “lo suficiente para desechar lo malo y escoger lo bueno”. Con todo y todo, ¿por qué Pablo de manera inspirada se referiría a la mente de Cristo como algo que los elegidos poseen? Para responder esto es necesario entender tres cosas relativas ese conocimiento, a esa sabiduría, a esa información, referida a las verdades divinas: primero, las opciones que como humanidad se nos dio para acceder a esas verdades divinas y la decisión que se tomó entendiendo las implicaciones de ello; segundo, propiamente lo que significa lo referido a la mente de Cristo, sobre todo en lo relativo a cómo se alcanza ello, tanto en alcance como en profundidad; y tercero, las implicaciones de esto referidas a lo que sabemos, a lo que desconocemos pero podemos llegar a saber y a lo que desconocemos y no podemos llegar a saber, de igual forma, entender cómo es que esto se está llevando a cabo en cada uno en el presente siglo. Esta es la idea de la presente obra la cual se presenta con un ánimo de comprensión de los temas tratados dando a Dios la gloria si es que algo de lo expuesto coadyuva a la consecución de esa meta.

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En el Principio Dado que la actual existencia humana está vinculada a sus orígenes, es menester remontarse hasta esto, siendo que los mismos están presentados al inicio del primer libro de la Escritura, Génesis. Génesis 2 4 Estos

son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron

creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, 5y

toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba

del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, 6 sino

que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la

tierra. 7 Entonces

Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y

sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. 8Y

Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al

hombre que había formado. 9Y

Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y

bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. 10 Y

salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en

cuatro brazos. 11 El

nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de

Havila, donde hay oro; 12 y

el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y

ónice.

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13 El

nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la

tierra de Cus. 14 Y

el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de

Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates. 15 Tomó,

pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén,

para que lo labrara y lo guardase. 16 Y

mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del

huerto podrás comer; 17 más

del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque

el día que de él comieres, ciertamente morirás. 18 Y

dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré

ayuda idónea para él. 19 Jehová

Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y

toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y

puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo

ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él. 21 Entonces

Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y

mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y

de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y

la trajo al hombre. 23 Dijo

entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de

mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 24 Por

tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su

mujer, y serán una sola carne.

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25 Y

estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se

avergonzaban. Génesis 3 1 Pero

la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo

que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2Y

la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del

huerto podemos comer; 3 pero

del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No

comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces 5 sino

la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;

que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos

vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6Y

vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era

agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7 Entonces

fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que

estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 8Y

oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire

del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Más 10 Y

Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?

él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba

desnudo; y me escondí. 11 Y

Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has

comido del árbol de que yo te mandé no comieses?

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12 Y

el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me

dio del árbol, y yo comí. 13 Entonces

Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y

dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 14 Y

Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita

serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 Y

pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la

simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16 A

la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus

preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 17 Y

al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y

comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos 19 Con

y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.

el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la

tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 20 Y

llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era

madre de todos los vivientes. 21 Y

Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los

vistió. 22 Y

dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros,

sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.

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23 Y

lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de

que fue tomado. 24 Echó,

pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén

querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. El relato debe leerse completo para entender el contexto de lo que se presenta, con todo y todo, y atendiendo al tema de la presente obra, es menester resaltar del mismo tres aspectos, los cuales han sido indicados en cursivas en la anterior relatoría: Primero, como menciona Génesis 2:9, Dios planta en medio del huerto del jardín de Edén el árbol de la vida así como el árbol de la ciencia del bien y el mal. Segundo, como señala Génesis 2:16-17 Dios les permite a nuestros primeros padres el comer de todo árbol del huerto pero advierte de no comer del árbol de la ciencia del bien y el mal so pena de morir. Y tercero, como señala Génesis 3:1-7, la serpiente convence a la mujer y esta al hombre, de comer del árbol de la ciencia del bien y el mal, con las consecuencias por todos conocidas, la principal: la expulsión de nuestros primeros padres del jardín de Edén y el inicio de una vida de pena, dolor y sufrimiento. Cada uno de estos tres aspectos merece una especial atención para que la comprensión de los mismos permita avanzar en el entendimiento del tema motivo de la presente obra.

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Génesis 2:9, Dios planta en medio del huerto del jardín de Edén el árbol de la vida así como el árbol de la ciencia del bien y el mal. “Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal” Dado que toda la historia de la humanidad deviene de la decisión que nuestros primeros padres tomaron en el Jardín de Edén, es menester remontarse hasta esos inicios, siendo que la primer pregunta que surge es precisamente la referida a las razones de colocar en el Jardín de Edén aquello que generaría la caída de la humanidad: ¿por qué puso Dios en el Jardín de Edén, aparte del árbol de la vida, el árbol de la ciencia del bien y el mal? Para responder esto hay que entender cuestiones relativas a la creación misma, siendo que esto parte de entender cómo es que Dios creó todo lo existente. Esta no es una consideración menor sino de importancia fundamental. En la mayoría de los pensamientos, Dios es casi visto como un mago que de una chistera saca cosas, bajo esa premisa Dios comienza a sacar de su chistera divina todo lo que existe, pero la pregunta fundamental no es contestada, ¿cómo hace eso?, en el caso del mago sabemos eso es un truco, pero en el caso de Dios ¿cómo Él puede crear lo que existe? Al inicio de la Escritura, en Génesis 1.1, se muestra a Dios creando todo lo existente. La segunda palabra de Génesis 1:1, segunda en el idioma hebreo claro está, es creó, dicha palabra se traduce del hebreo ‫ רא ר ָּ ב‬, bā·rā 9


(de aquí en adelante se utilizará el hebreo moderno a menos que para una mejor comprensión se necesite recurrir al paleo-hebreo). Dicha palabra, contrariamente a lo que podría pensarse, es completamente enigmática, más que incluso las otras que son presentadas en Génesis 1:1 y esto por la simple y sencilla razón de que atisba una de las características de Dios: su omnipotencia, la cual por su propia naturaleza, está fuera del alcance de nuestra comprensión. Veamos esto hasta donde podamos aclarando que este apartado no tiene precisamente un enfoque doctrinal sino que basado en la palabra, a través de lo que conocemos por medio de la ciencia, se tratará de abordar para responder lo relativo a esta cuestión. El intento por entender el significado de ‫ רא ר ָּ ב‬, bā·rā ha generado dos opciones mutuamente excluyentes: o Dios creó de la nada el universo o bien lo creó a partir de algo preexistente. Los defensores de la primer opción, es decir, que Dios creó el universo de la nada, señalan como es que ‫ רא ר ָּ ב‬, bā·rā, a diferencia de otras palabras en la Escritura como por ejemplo ‫ר ר ָצ‬, yatsar que significa formar, significa crear algo nuevo o bien dar existencia, lo cual denota que antes no existía por lo que esa creación que se alude en Génesis 1:1 es de la nada. Por su parte, los defensores de la segunda opción, a saber, que Dios creó el universo a partir de algo preexistente señalan como es que ‫ רא ר ָּ ב‬, bā·rā aparece, aparte de Génesis 1:1, en Génesis 1:27 para referirse a la creación de la humanidad en la figura de Adán y Eva los cuales fueron creados, no de la nada sino el primero, Adán, a partir del polvo y la segunda, Eva, a partir de la costilla de Adán (Génesis 2:7, 21-22).

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Curiosamente ambas posturas recurren a Hebreos 11:3 para sostener su argumento. “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”. Los defensores de la creación a partir de la nada señalan que la expresión “lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” alude a la nada, pues lo único que no puede verse, ni material ni espiritualmente hablando, es la nada. Los defensores de la creación a partir de algo preexistente señala que esa misma expresión señala que lo creado, lo que se ve, surgió de lo que no se veía pero que estaba presente siendo eso Dios mismo, por tanto, Dios creó todo de su propia realidad invisible. Ambas explicaciones son complejísimas en extremo y, dado que se refieren a una característica de Dios, hay que reconocer que escapa de nuestra total comprensión. Con todo y todo nuestra naturaleza es inquisitiva, curiosa en extremo, así que se abordaran ambas posturas y se tratará de dar una explicación a ese acto creativo, señalando, de inicio, que la inclinación de la presente obra es hacia la opinión de que Dios creó el universo de la nada –lo cual para nada resuelve el asunto ya que ¿cómo puede crearse algo a partir de nada?, pregunta que se tratará de responder más delante–, pero antes veamos los inconvenientes de la opinión de que Dios creó el universo a partir de algo preexistente. La única creación posible a partir de algo preexistente es señalar ese algo como Dios mismo. Si se señala que habrá materia o energía antes de la creación esa materia o energía debió tener algún origen siendo que si retrocedemos el único origen de todo es Dios, pero pensar así plantea un problema teológico en extremo complicado, absurdo y contradictorio, ¿por qué?, veamos.

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Si se parte de que todo lo creado tuvo su fuente en Dios eso implica que también aquellos que al final de los tiempos se pierdan, sean destruidos pues, tienen su origen en Dios, y siendo así estaríamos con el conflicto de que algo que proviene de Dios –una parte de Dios, por ponerlo en contexto– se perdería para siempre siendo destruida dejando a Dios incompleto sin esa parte. Ese razonamiento de que Dios creó el universo de su propia realidad invisible lleva a un callejón sin salida donde cuestiones como la caída, el pecado, la muerte y demás son vividos y experimentados por esas partes de Dios que de su sustancia tomó para crear todo, algo imposible de creer, entender y comprender. En un intento por resolver esto algunos que siguen esta línea de pensamiento señalan que eso creado no es una parte –por así decirlo– de Dios, lo cual en vez de resolver la cuestión la complica más ya que si lo creado no es Dios entonces Dios está incompleto ya que le falta eso creado, lo cual, de nueva cuenta, es absurdo, contradictorio e ilógico. ¿Puede verse el conflicto en esta postura? Si lo creado no es Dios, entonces Dios está incompleto pues le falta eso creado que no es Él, por otra parte si lo creado de alguna forma es Dios —proviene de Él, pues— tenemos entonces que Dios participa del pecado y de la muerte y que al menos parte de Él será destruida al final de los tiempos, ambas ideas ilógicas, absurdas y contradictorias. Es por eso que esta opción donde Dios crea el universo a partir de algo preexistente no se considera válida para efectos de la presente obra, pero igual, si Dios no creo el universo a partir de sí mismo, que en principio es la única realidad preexistente, ¿entonces como lo hizo? En ese sentido la opción de que Dios creo el universo de la nada parece la más viable, viable en el sentido de que no entra en las contradicciones y absurdos de la opción anteriormente comentada, no en el sentido de que 12


podamos entender a cabalidad como es que Dios puede crear a partir de la nada, con todo y todo se tratará de abordar esto y dar una salida a este embrollo teológico.

Lo primero que hay que resolver es ¿qué es la nada?, ¿existe la nada?, ¿dónde está la nada? Estas preguntas no son cosa menor ya que si Dios es todo y está en todos lados no puede haber un lugar que propiamente pueda señalarse como la nada ya que incluso eso sería Dios y ahí estaría Dios, ¿entonces? La solución a eso pasa en que la si Dios es todo, la nada entonces es ausencia de Dios, siendo que la única forma en que la nada puede existir –por más contradictorio que suene esa expresión– es que Dios mismo la cree replegándose a sí mismo, es decir, dejando un lugar donde Él no esté presente. “¡Pero como –alguien podrá decir– eso sería limitar a Dios lo cual lo contradeciría en su propia naturaleza omnipresente!”, esta expresión sería correcta si algo ajeno a Dios lo limitara pero no es así ya que en la propuesta que se maneja Dios mismo se está limitando con lo que su omnipotencia –hacer lo que Él quiera– queda intocable. Pero antes de avanzar veamos un ejemplo muy práctico y entendible de esto que se está diciendo: Dios limita su propia omnipotencia cuando se trata de nuestro libre albedrío. ¿Puede verse esto?, Dios es omnipotente, pero en el caso del hombre, al que ha dotado de libre albedrío, Él mismo se limita ya que si no fuera así esto no existiría. De nueva cuenta: si Dios mismo se limita con un fin, dicha limitación no niega su naturaleza omnipotente sino que la reafirma.

Pero bueno, lo dicho anteriormente sólo permite la existencia de la nada – por más contradictoria que suena esa frase– a través de la propia 13


autocontención de Dios para crear un lugar –de nuevo la limitación de nuestro vocabulario para expresar esta realidad– dónde al no estar Él presente tiene verificativo la existencia de la nada, pero esto aún no resuelve la pregunta de que a pesar de ser Dios omnipotente ¿cómo puede crear algo a partir de la nada?

Ya se vio que no puede haber una creación que no fuese Dios ya que si así fuese Dios estaría incompleto pues le faltaría eso que ha sido creado y que no es Él, pero tampoco pudiese haber una creación que fuese Dios — aunque sea en parte— pues eso implicaría que Dios pasa, experimenta lo que le es ajeno a su naturaleza como el pecado, la muerte y la destrucción final, entonces ¿cómo puede resolverse esto?

Primeramente, más que Dios crear el universo de la nada, se propone más bien entender que Dios lo creo con la nada, ambas ideas son muy distintas. Crear de la nada implica traer a la existencia algo de lo que no existe, pero ya se vio en el párrafo anterior la contradicción a donde nos lleva ese pensamiento; crear con la nada implica usar eso que no es para crear una realidad que siga no siendo a la vez que existe, ¿complicado?, no tanto aunque requiere detenimiento en el análisis.

La ciencia ha permitido a la humanidad avanzar en la comprensión del universo que conocemos. Todo lo hecho de materia está formado de átomos conformados a su vez por protones y neutrones en el centro y electrones girando al rededor –curiosamente la mayor parte de lo que

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puede identificarse como un átomo es espacio vacío en el cual se da la interacción de protones, neutrones y electrones.

Fuente: https://www.ferra.ru/imgs/2020/06/17/05/3959681/0a96a8c2c9443b38ed8ef38b1a6d2b52adf2164d.jpg

Si bien hasta hace poco se pensó que ese era el inicio de todo, el límite al cual la materia podía ser dividida —de hecho átomo significa sin-corte, del griego α (a = sin) y τομον (tomon), pues se creía que el mismo ya no podía dividirse más— ha quedado más que claro, y no sólo a nivel experimental sino práctico, que el átomo puede dividirse –prueba de ello la energía nuclear que surge precisamente de la división del átomo–.

De esta forma la ciencia ha avanzado a identificar unidades más pequeñas que conforman los átomos, unidades que ha llamado quarks cuya sustancia es mayormente energía. Así que la materia tiene su fuente en la energía –lo cual concuerda con las teorías científicas del origen del 15


universo–, de nueva cuenta. Esos quarks mayormente están conformados de espacio vacío.

Fuente: https://k62.kn3.net/taringa/C/D/6/9/7/5/RicardoMontanoAr/A25.jpg

Pero esto no ha quedado así y en el límite de la ciencia se ha lanzado el postulado de que a la vez esos quarks están conformados por cuerdas, es decir, estados vibracionales que conforman las partículas sub-atómicas, esto, que se conoce como la teoría de cuerdas, plantea la hipótesis de que materia y energía se sustentan a un nivel infinitesimalmente pequeño en pequeñas vibraciones que no son ni lo uno ni lo otro pero que dan lugar a ambas cosas, de igual forma que los átomos y los quarks la mayor parte de esas cuerdas vibratorias estaría dado por espacio vacío.

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Fuente: https://stringsthething.files.wordpress.com/2008/02/ever_thumb_illustration.jpg

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Fuente: https://static.vix.com/es/sites/default/files/styles/1x1/public/btg/particula_elemental.jpg

Hasta aquí la ciencia, ahora bien ¿cómo puede crear Dios no de la nada sino con la nada?

Ya se comentó que Dios puede crear la nada –si es que se permite esa expresión– replegándose a sí mismo para crear algo donde Él no esté a través de su autolimitación, de igual forma puede replegarse para que su esencia, también replegada, replegada interactúe en ese algo donde Él no está –la nada– dando lugar a la creación, ¿cómo puede ser esto posible? Veamos un ejemplo.

Un avión al aterrizar de noche se guía por las luces de la pista, las luces son la realidad por así decirlo pero el avión se desliza por en medio de las 18


mismas, es decir, por donde no hay luces. Si extrapolamos eso pudiera decirse que en la nada, Dios interactúa con su esencia contenida, para generar límites –como en el caso de la pista limitada por las luces– creando una realidad a partir de la nada pero gracias a su interacción con ella.

En la explicación físico-energética que se dio anteriormente del universo formado por átomos, quarks y cuerdas se fue insistente en la realidad de todo esto donde la mayor parte de los mismos es espacio vacío. Esto es importante considerarlo ya que la propuesta gira en considerar esas cuerdas primarias que vibran no como la realidad sino como la nada que está adquiriendo existencia por la esencia de Dios –inobservable pero perceptible– que interactúa con ella.

Veámoslo así: en la representación de esas cuerdas primarias vibratorias las mismas se presentan, como su descripción lo indica, como una vibración, pero su uno deja de pensar en esa cuerda como la realidad y comienza a pensar como que hay algo invisible que limitando esa nada da origen a la cuerda podrá entenderse como es que la esencia de Dios autolimitada al interactuar en la nada crear una realidad a partir de esta. Expliquemos un poco más esto.

En la concepción habitual de la realidad físico-energética, una cuerda es representada como esta imagen. Esta realidad es entendida considerando lo que se ve en color negro como la nada mientras que la cuerda es la sustancia misma de todo lo que es. 19


Fuente: Adaptado de https://elettronicamusicale.files.wordpress.com/2020/05/s1.png?w=500&h=275&crop=1

Pero si la nada es eso alrededor de la cuerda, esa nada se vuelve prácticamente infinita, mientras que la cuerda estaría contenida, pero dado lo explicado anteriormente lo que es contenido —por la acción creativa de Dios al replegarse— es precisamente la nada, por lo que la propuesta manejada en la presente obra es considerar esa realidad al revés de como se ha entendido, es decir, la cuerda es la nada que está siendo creada por el todo de su alrededor que no es otra cosa que Dios conteniéndose para establecer límites a esa nada y de esa forma crear una realidad que sin existir por sí y de sí no deja de ser.

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Fuente: Adaptado de https://elettronicamusicale.files.wordpress.com/2020/05/s1.png?w=500&h=275&crop=1

Ahora bien, hay que aclarar algo ya que la anterior explicación, si bien da una salida a las contradicciones y absurdos comentados al inicio referidos a ‫ רא ר ָּ ב‬, bā·rā pareciera como que concluye en que esto que llamamos realidad no lo es tal sino que más bien es una apariencia formada de nada por la interacción autolimitada de Dios, en parte esto es verdad pues la misma Escritura deja entrever que la materia no es nada sino que el Espíritu lo es todo (Juan 6:63; 1 Juan 2:17; 1 Corintios 7:31; Eclesiastés 1 :1; Salmos 144:4) pero no puede decirse tajante y extremosamente que esta realidad que experimentamos es una ilusión ya que la misma, al estar siendo sostenida por la realidad primera y última que es Dios no puede menos que existir en cierta forma. Al abordar el término de ‫ רא ר ָּ ב‬, bā·rā, como se comentó, debe entenderse las propias limitaciones que llevan a un entendimiento muy básico de ello, esto por la razón de que se está ante algo que en cierta forma implica 21


entender la naturaleza omnipotente de Dios siendo que eso está fuera del alcance de todo ser finito y limitado como lo somos, con todo y todo, más allá del vértigo que puede sentirse al tratar de dilucidar algo de esto, lo pasmoso de lo mismo nos habla de la literalmente incomprensible grandeza de nuestro Dios, el cual nos revela en Su Palabra lo que necesitamos saber siendo que ‫ רא ר ָּ ב‬, bā·rā será una de esas cosas en que como un océano, alegóricamente hablando, podremos llegar a meter los pies sin nunca jamás llegar a abarcarlo todo. Pero bueno, el tratar de entender —si es que se permite la expresión— el proceso creativo de Dios tal como se ha explicado, lleva a dos grandes cuestionamientos, el primer cuestionamiento relacionado con lo que vemos en el mundo, sobre todo relacionado con el actuar del hombre, que implicaría un proceso creativo, lo cual contradeciría lo comentado anteriormente, ya que si el hombre crea algo —algo novedoso entiéndase así— ese algo ¿es Dios o no lo es?; el segundo cuestionamiento relacionado con nosotros mismos ya que si somos nada ¿entonces que somos? De ambos cuestionamientos se buscará dar una respuesta para dar ya por cerrado este punto y avanzar al siguiente. Ya se comentó que lo creado no puede ser Dios —o una parte de Él— ya que implicaría que la divinidad participa de aquello que le es contrario por naturaleza, —como el pecado, el sufrimiento y la muerte—, de igual forma tampoco puede ser algo ajeno a Dios ya que implicaría entonces que Dios está incompleto pues le faltaría eso que no es. Para resolver esto se presentó la propuesta de un proceso creativo cuyo referente es la nada influenciada por la naturaleza de Dios autocontenida.

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Lo anterior plantea un problema pues en la vida vemos muchas cosas que son creadas por el hombre. En el arte, la cultura, la recreación, y prácticamente en cualquier área del ser humano hay eso que podemos decir frutos, resultado o productos de un proceso creativo. Pensemos en una obra de arte, antes de que el artista la hiciera ésta no existía, luego entonces al ser realizada puede decirse que es creada, pero también ya se vio que lo creado no puede ser Dios ni dejar de serlo, ¿entonces? Eclesiastés 1 9 ¿Qué

es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido

hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. 10 ¿Hay

algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue

en los siglos que nos han precedido. Sostener que realmente hay algo nuevo, creado por el hombre, como se argumentó anteriormente, implica contradecir la Palabra que señala lo contrario, ¿entonces? La respuesta a este callejón sin salida estriba en reconocer que todo lo que es posible existir tiene su referente en Dios —del cual ya se habló en cuanto a su proceso creativo donde su autocontención logra crear una realidad a través de influir en la nada—, de esta forma los procesos creativos emprendidos por el ser humano lo único que hacen es traer a la realidad algo existente de la totalidad que es Dios. Dicho de otra forma, esto como si todo lo que puede ser estuviera de hecho contenido en Dios, quien es la fuente de todo, pero en nuestra realidad espacio-temporal, la interacción humana toma conciencia de partes infinitamente pequeñas de esa realidad y la hace patente en nuestra nada. De esta forma el proceso creativo humano implicaría traer a 23


nuestra realidad una parte infinitamente pequeña de la totalidad con lo que aquello aparentemente creado por el ser humano lo es desde el punto de vista que éste es visible, palpable, tangible, pero a la vez no lo es ya que lo creado —si vale la expresión— ya existía como una realidad en la totalidad que es Dios. Para ejemplificar esto piénsese en alguna ciudad que no se conozca, en algún paraje en el que nunca se haya estado, dicha ciudad, dicho paraje existe sea que uno lo conozca o no, pero si uno va a ese lugar dicho conocimiento entonces es incorporado en la conciencia de uno, pero eso no quiere decir que dicha ciudad, que dicho paraje comenzó a existir una vez que lo conocimos, la ciudad, el paraje existía desde antes, sólo que hasta el momento en que fuimos ahí ese conocimiento adquirió conciencia para nosotros, algo así pasa con todo eso que podemos decir es fruto de la creatividad, el ingenio y el conocimiento humano lo cual trae a nuestra realidad la verdadera realidad existente en la totalidad divina. En cuanto al segundo cuestionamiento referido a ¿qué somos?, esto es más que interesante ya que, como se vio, todo está creado a partir de la nada mediante la influencia en ella por la autocontención divina, pero estamos llamados a ser parte del todo, Dios, más sin embargo esto requiere de explicación ya que si llegamos a ser parte del todo, de Dios, ¿quiere eso decir que mientras no éramos parte de Él le hacíamos falta y por eso estaba incompleto? Para nada. Estamos hechos de nada, pero estamos llamados a tener el todo en nosotros y eso sólo es posible, sin violentar nada de lo dicho hasta ahorita, a través de replicar en nosotros la realidad que si existe: Dios, pero ¿cómo es eso? 24


Existe en Dios información que es verdadera, de hecho sólo en Dios puede existir la verdad, esa es una realidad; nosotros como nada podemos acceder a esa realidad a través del conocimiento, del entendimiento de la verdad, lo cual implicaría que no se violenta lo dicho hasta aquí ya que la información a la que se accede, la verdad, ya existe, y lo único que hacemos es conocerla e incorporarla en nosotros1. Pensemos en esto: la nada que somos puede ser destruida, solo es cuestión que lo que le da soporte, la autocontención divina, sea retirado, pero la verdad no puede ser destruida ya que ésta misma es la realidad de Dios, siendo que si nosotros como nada logramos acceder, y por lo tanto incorporar en nosotros esa realidad, esa verdad, no se nos destruirá pues ello implicaría el absurdo de Dios destruyendo algo que contiene la esencia de Su propia verdad. Al mismo tiempo, se entiende, que el hecho de comprender algo no crea nada en sí y por sí sino que sólo permite incorporar a la conciencia información que ya existe por lo que no se violenta lo dicho hasta este punto. Lo anterior lo presenta la Escritura como crecer en el conocimiento de Dios (Colosenses 1:10) y de Su Hijo Jesucristo (2 Pedro 3:18), de hecho la Palabra es enfática que eso es finalmente lo que podemos entender como la vida eterna: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3), es por ello que la Escritura exhorta a ello cuando señala “Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual” (Colosenses 1:9).

Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “El Hombre Interior”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 1

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Para ejemplificar esto piénsese en eso que somos —lo cual es nada— como un pizarrón de esos que había antes de color negro sobre los que se escribía con tiza. Si un pizarrón llega a quedar de la misma forma, es decir, sin nada escrito en él, el pizarrón en sí y por sí carece de valor e incluso en caso de necesitarse podría desecharse con el tiempo al deteriorarse, pero imagínese que se encontrara un pizarrón que hubiese sido usado por algún científico famosos dejando plasmado en él una fórmula que contuviera sus descubrimientos, lo más lógico es que dicho pizarrón no se desechase, incluso tal vez hasta fuera a dar a un museo para ser preservado, algo así pasa con esa nada que somos en la cual se integra, a través de la conciencia, el conocimiento de la verdad divina. Pero bueno, todo este apartado referido a ‫ רא ר ָּ ב‬, bā·rā —y esto hay que dejarlo muy claro— sólo es un intento, un burdo, incompleto e imperfecto intento por responder la pregunta de ¿cómo puede crear Dios?, esto considerando las limitantes impuestas por los absurdos y contradicciones que la respuesta a ello puede conllevar —como ya se han comentado— y al mismo tiempo partiendo de la base de lo que hasta ahorita en la ciencia secular sabemos y que por la Escritura podemos llegar a explicar, pero de ningún modo este apartado es doctrinal, sino que sólo es un intento por responder eso que desde siempre la humanidad se ha preguntado, de esta forma no hay autoridad escritural alguna en lo explicado sino sólo un intento por comprender el tema expuesto siendo que finalmente lo que señala la Palabra, y que sí es doctrinal, es señalar a Dios como el origen creativo de todo, cómo?, cada quien tendrá una respuesta para ello. Una vez comentado esto se da por concluido el apartado referido a ‫ רא ר ָּ ב‬, bā·rā, salvo por un comentario que se hará más delante, procediendo a avanzar en el estudio correspondiente a la presente obra. 26


Una vez entendido, en la medida de lo que cabe y considerando nuestras propias limitaciones para ello, cómo es ese proceso creativo, puede avanzarse en la comprensión de por qué Dios puso en el Jardín de Edén tanto el árbol de la vida como el árbol de la ciencia del bien y el mal y eso se basa en la dualidad inherente a la creación misma, dualidad que requiere, de nuestra parte, la capacidad de decisión fundamentada en el libre albedrío. Para ello propongamos cuatro ejemplos: la tiza en el pizarrón, la vela en el cuarto oscuro, la rebanada de fruta, y la bolsa de los números. La tiza en el pizarrón implica pensar en un pizarrón universal de color negro, pizarrón que por su misma negrura no permite ver nada, ¿qué sería necesario para que algo pudiera verse en dicho pizarrón?, dada nuestra experiencia humana puede contestarse de que se requeriría de una tiza de color blanco para plasmar en dicho pizarrón algo que fuese visible. La vela en el cuarto oscuro implica imaginar un gran cuarto universal a oscuras. Dada esa condición es imposible percibir algo, ¿cuál sería la única forma de ver algo en ese cuarto oscuro?, de nuevo: que encendiésemos una vela que alumbrara y que permitiera precisamente ver algo. La rebanada de fruta requiere de imaginarse una fruta universal, inmensa, que abarca todo, que ella misma es todo, ¿cómo pudiera percibirse esa fruta si ella misma es todo?, necesariamente implicaría tomar una rebanada de ella para que, separada del todo, pudiese captarse al menos en parte. Por último, la bolsa de números requiere de imaginar una bolsa cósmica que contiene todos los números habidos y por haber, tanto positivos como 27


negativos, ¿cuál sería el resultado de esto?, pensemos un poco, si en la bolsa esta el 1 pero también está el -1, ¿cuál es el resultado?, y si está el 2, 3, 4 y 5 pero también el -2, -3, -4 y -5, ¿cuál sería el resultado?, en efecto: si están todos los números, tanto positivos como negativos, y dado que uno es contrapartida de otro, el resultado sería cero, nada, entonces ¿qué es requerido para poder ver dichos números?, separarlos unos de otros. Estos cuatro ejemplos plantean una realidad, más allá del proceso creativo ya comentado, es necesario que el todo se separe en partes para que éstas sean perceptibles, de otra forma en la totalidad no hay nada que captar. Ahora bien, en esa separación sólo hay dos opciones: lo que se es y lo que no se es. De esa dualidad parte la percepción del universo mismo y es la base para entender la cuestión del árbol de la vida y del árbol de la ciencia del bien y el mal, pero antes ¿qué significan esos árboles?, ¿fueron reales o solamente símbolos? Partiendo de la última pregunta hay que tener claridad en algo: si no se toma el relato de la creación como algo real todo la Escritura se viene abajo. Lo presentado por Génesis, sobre todo en sus primeros capítulos, debe entenderse como hechos, no como analogías o símbolos, so pena de quitar los mismos cimientos de la Escritura2. De esto baste solo un ejemplo: En Éxodo 20:8-12, como parte de Su Ley, Dios señala la ordenanza de guardar el séptimo día de la semana, ¿Su argumento?, que Dios creó todo en seis días y en el séptimo descanso3, si se considera el relato creativo presentado en Génesis como simbólico, como una analogía, es

Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “En el Principio… -Un estudio sobre la primer semana de la creación-”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 3 Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “Acuérdate del Shabat”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 2

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decir, no como algo que sucedió literalmente en seis días, esta argumentación presentada por Dios mismo en Éxodo carece de sentido. Dicho lo anterior, a saber: que lo que presenta Génesis, sobre todo en sus primeros capítulos, son hechos, no símbolos ni analogías, puede avanzarse en la cuestión relativa tanto al árbol de la vida como al árbol de la ciencia del bien y el mal. Dicho en forma clara: el relato de Génesis, sobre todo en sus primeros capítulos, es real, habla de hecho, pero el mismo contiene una comprensión espiritual subyacente que puede ser entendida, en ese sentido ¿qué simboliza el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y el mal? Para responder esto hay que ver dos cosas: la cuestión relativa a la alimentación de los mismos y lo que los mismos representaban. Es un hecho natural que uno termina siendo aquello que come: si la alimentación de uno es deficiente la salud será precaria, si uno se alimenta sanamente tendrá una salud óptima. Es hecho natural tiene su correspondencia en el ámbito espiritual, es por ello que a los creyentes se les insta a alimentarse correctamente, tanto física como espiritualmente, para lo primero al hombre le han sido dadas las leyes dietéticas que la Escritura contempla, leyes que tiene una connotación espiritual4, para lo segundo se insta a alimentarse diariamente de la Palabra, tanto de la escrita, la Biblia, como de la hecha carne, Jesús. De esta forma la

Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “…les servirá de alimento… -Un análisis sobre las leyes dietéticas y la relativa al diezmo-”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 4

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connotación relativa al comer sea del árbol de la vida como del árbol de la ciencia del bien y el mal tienen una connotación a volver a aquel que de ellos como como ellos mismos. Ahora bien, ¿qué es lo que ellos representaban? Siguiendo la idea anterior, puede comprobarse en la Escritura que lo que dichos árboles representaban es al hombre, a la humanidad, ya que en la Palabra los árboles representan esto, pero esto, y por lo dicho anteriormente, simbolizaban dos caminos que podían elegirse, ¿cuáles son esos dos caminos? Ya se comentó anteriormente que la realidad existente solo tiene su verificativo cuando la misma se diferencia entre lo que es de lo que no es. Lo que es, es Dios, es lo único que existe realmente, totalmente, completamente, de sí mismo, por sí mismo; lo que no es, es precisamente eso, lo que no tiene existencia en sí ni por sí. Tanto el árbol de la vida como el árbol de la ciencia del bien y el mal implican esos dos caminos por los cuales se puede llegar a lo que es, no puede pensarse que uno, el árbol de la vida, lleva a Dios, mientras que el árbol de la ciencia del bien y el mal no lleva a Él porque ¿qué existe aparte de Dios?, el árbol de la ciencia del bien y el mal también lleva a Dios pero a través de lo que Él no es. El sufrimiento, el dolor, el pecado, la muerte. Dios insta a nuestros primeros padres a optar por el árbol de la vida, es decir, por avanzar en el camino hacia Él a través de la revelación de Su verdad. Esto implicaría evitarse todo el sufrimiento, todo el dolor, que el otro camino, el árbol de la ciencia del bien y el mal implica.

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En el primer caso uno aprende directamente de Dios, su verdad es comprendida sin necesidad de experimentar lo contrario, en el segundo caso uno opta por la propia experiencia lo cual implica avanzar dando tumbos entre lo que se es y lo que no se es, descubriendo por uno mismo lo que se es, pero a través del dolor, del sufrimiento. Este último camino es tan opresivamente avasallador, tan extremadamente destructor, que requiere de alguien que venga a rescatar a la humanidad de lo que ella misma se ha acarreado, no quitando la opción que se decidió mediante la cual, por experiencia propia avanzar hacia el conocimiento de Dios, sino por quitar las consecuencias de ello que son el pecado y la muerte, estamos hablando de la historia de la salvación. De esta forma, para que la existencia fuese perceptible, la misma tuvo que partirse, delimitarse, entre lo que se es y lo que no se es, la única realidad última existente es Dios, sólo a ella puede tenderse, pero el libre albedrío implica decidir hacerlo adquiriendo la comprensión que eso significa directamente de Dios, comiendo del árbol de la vida, o bien eligiendo descubrirla por experiencia propia, el árbol de la ciencia del bien y el mal. Sabemos cuál fue la elección. Ahora sabemos por qué dicha opción era necesaria estuviese disponible para nuestros primeros padres. Antes de cerrar el presente apartado hay que decir algunas palabras respecto del término que se ha estado usando, y se seguirá usando a lo largo de la obra, referido como libre albedrío ya que pareciera haber una contradicción entre la totalidad de Dios y la parcialidad del ser humano: ¿cómo puede Dios saber todo pero al mismo tiempo el ser humano decidir

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libremente? De nueva cuenta la física cuántica puede darnos un poco de luz al respecto. A diferencia del mundo que conocemos, con sus leyes establecidas y sus realidades perceptibles, el mundo cuántico, la esencia primaria de la cual está hecho todo, plantea lo que podría llamarse un caos incomprensible, incomprensible, obvio, para el ser humano. Hasta hace poco se teorizaba en la línea de la física cuántica que en el nivel subatómico la realidad podía ser múltiple y simultánea, es decir, existir todas las posibilidades de la misma al mismo tiempo, pero, como se dijo, hasta hace poco esto era mera especulación, científica, sí, pero especulación. Pero esa especulación ha dado paso a la experimentación donde, en efecto, y por más extraño que parezca, las realidades en el mundo cuántico existen de manera variada simultáneamente. “En 1961, el ganador del premio Nobel, Eugen Wigner, planteó un experimento que se conoce como Wigner and Wigner’s friend y que se enfocaba en la configuración de un sistema cuántico que tiene dos estados en superposición, esto significa que hasta que midas uno de ellos, ambos existen al mismo tiempo, por ejemplo, la polarización de un fotón es horizontal y vertical. El supuesto amigo de Wigner estaría en el laboratorio realizando el experimento y una vez que lo mide, el sistema colapsará y el fotón se fijará en uno de esos dos estados. Pero para Wigner, que se encuentra fuera del laboratorio, sin darse cuenta del resultado de la 32


medición, el sistema cuántico (que también incluye al laboratorio) todavía está en superposición. Y, a pesar de los resultados contradictorios ambos son correctos. Es muy parecido al problema mental del gato de Schrödinger. Entonces, tenemos dos realidades objetivas, la del amigo de Wigner y la de Wigner que parecen coexistir. Como sabemos, esto representa un problema porque dos objetos no pueden compartir el mismo espacio. Y bueno, todos sabemos que la realidad hasta ahora es objetiva. Probar el problema de Wigner ha sido imposible durante mucho tiempo, pues no es fácil elaborar la fórmula de la mecánica cuántica para que Wigner vea a su amigo haciendo un experimento. Pero gracias a los avances recientes, un grupo de investigadores pudieron construir un experimento de mecánica cuántica que reproduciría exactamente el Wigner and Wigner’s friend, según el MIT. El sistema cuenta con observadores entrelazados y un experimento de seis fotones de última generación y mostraron que, si bien una parte del sistema produjo una medición, la otra mostró que la medición no se había realizado. Se midieron dos realidades a la vez. El equipo argumenta que esto fortalece el caso de las teorías cuánticas cuyo marco ya depende del observador. De acuerdo con el documento, que todavía no ha sido sometido a revisión:

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“Esto pone en tela de juicio el estado objetivo de los hechos establecidos por los dos observadores. ¿Puede uno conciliar sus diferentes registros, o son fundamentalmente incompatibles, de modo que no puedan considerarse objetivos, independientes del observador del mundo?”. Si bien, hasta ahora, la ciencia es la mejor herramienta que tenemos para comprender la realidad, los efectos y limitaciones de los observadores se conocen desde hace mucho tiempo. La relatividad ha demostrado que los observadores pueden experimentar eventos simultáneos al mismo tiempo. La mecánica cuántica nos dice que los observadores influyen en sus experimentos. Ahora parece que, al menos a nivel cuántico, dos realidades diferentes pueden ser coexistir a la vez” 5. Por si eso no fuera suficiente, otro experimentado ha demostrado que la realidad no existe, al menos no como la percibimos, sino hasta que la misma es observada, en cierta forma, hasta que a la misma se le aplica capacidad volitiva. “La extraña naturaleza de la realidad, tal y como la establece la teoría cuántica, ha sobrevivido a otra prueba, dado que los científicos han realizado un famoso experimento y demostrado que la realidad no existe hasta que se mide. Los físicos de la Universidad Nacional de Australia (ANU) han llevado a cabo el experimento de elección retardada, pensado por John Wheeler, que consiste en que 5

Un experimento reveló que existen dos realidades simultáneas, https://codigoespagueti.com/noticias/ciencia/un-experimento-revelo-que-existen-dos-realidadessimultaneas/ 34


a un objeto en movimiento se le da la opción de actuar como una partícula o una onda. El experimento de Wheeler se pregunta: ¿Y en qué momento decide el objeto? El sentido común dice que el objeto es o bien onda o bien partícula, independientemente de cómo lo medimos. Pero la física cuántica predice que observar el comportamiento ondulatorio (interferencia) o el comportamiento de partícula (sin interferencias) depende sólo de la forma en que se mida, al final de su viaje. Esto es exactamente lo que encontró el equipo de ANU. «Esto demuestra que la medición es todo. A nivel cuántico, la realidad no existe si no estás mirando», dice el profesor Andrew Truscott, de la Escuela de Investigación de Física e Ingeniería de ANU, en la nota de prensa de ésta. A pesar del misterio aparente, los resultados confirman la validez de la teoría cuántica, que rige el mundo de lo muy pequeño, y ha permitido el desarrollo de muchas tecnologías como LED, láser y chips de computadora. El equipo de ANU no sólo tuvo éxito en la construcción del experimento, que parecía casi imposible cuando se propuso en 1978, sino que invirtió el concepto original de Wheeler de haces de luz que rebotaban en espejos, y en su lugar utilizó átomos dispersos por luz láser. Las predicciones de la física cuántica sobre la interferencia parecen bastante extrañas cuando se aplican a la luz, que se parece más a 35


una onda, pero haber hecho el experimento con los átomos, que son objetos complicados que tienen masa e interactúan con los campos eléctricos y demás, se suma a la extrañeza», dice Roman Khakimov, estudiante de doctorado. El equipo del profesor Truscott primero atrapó una colección de átomos de helio en un estado de suspensión conocido como condensado de Bose-Einstein, y luego los expulsó hasta que sólo quedó un átomo. Entonces dejaron caer ese único átomo a través de un par de rayos láser que se propagaban en dirección contraria, y que formaban un patrón de rejilla que actuaba como encrucijada, de la misma forma que una rejilla sólida dispersaría la luz. Una segunda rejilla de luz para recombinar los caminos se añadió en algunos casos, al azar, lo que provocó una interferencia constructiva o destructiva, como si el átomo hubiera viajado por ambos caminos actuando como onda-. Cuando no se añadía la segunda rejilla de luz, no se observaba ninguna interferencia, como si el átomo hubiera elegido un solo camino -actuando como partícula-. Sin embargo, el número aleatorio que determinaba si se añadía o no la segunda rejilla solamente se generaba después de que el átomo hubiera pasado a través de la encrucijada. Si se opta por creer que el átomo realmente tomó un camino o los dos caminos entonces uno tiene que aceptar que una medida futura está afectando al pasado del átomo, dice Truscott. «Los 36


átomos no viajaron de A a B. No fue hasta que se midieron, al final del viaje, que existió el comportamiento ondulatorio o de partícula»”6. De esta forma, la manera en que abordamos la vida, incluyendo, obvio, las decisiones que ésta conlleva, decide la realidad que vamos creando. “La física cuántica afirma que las partículas elementales existen a partir de ser observados. Los seres vivos y todo lo que tenemos a nuestro alrededor está formado por átomos, así como lo que creemos que es la realidad. Afirma José Ignacio Latorre, reconocido físico cuántico, que “cada experimento a escala subatómica cuántica, nos dice que sólo podemos captar alguna información (posición, movimiento…) del electrón y de otras partículas, ¡pero no conocer su esencia! … y que en cuanto las miras, inevitablemente las perturbas y alteras… La realidad es un concepto sutil. Existe en la medida en que la miras. Acercarte a conocerla... la condiciona, ¡la crea! Es decir que la existencia la da el observador, quien por el solo acto de observar, la transforma. Nuestra mente es cuántica y produce cambios en el mundo físico. Ahora bien, si la energía se materializa a partir del observador, ¿cómo funciona en nosotros? Partimos de la base que somos energía, nuestro cuerpo vive a partir de la energía, produce energía 6

Un experimento constata de nuevo que la realidad cuántica no existe hasta que se mide, https://tendencias21.levante-emv.com/un-experimento-constata-de-nuevo-que-la-realidad-cuantica-noexiste-hasta-que-se-mide_a40522.html 37


y consume energía. Nos interconectamos y relacionamos con los demás a partir de ella y nuestro cerebro es el gran consumidor y a la vez su productor. De la misma forma que sucede con el átomo, ¿puede ser nuestra realidad alterada por quien la observa? La respuesta es si, de todas maneras. Y lo hacemos de muchas formas. Me voy a centrar en los pensamientos, en el entendido que tienen el poder de atraer magnéticamente situaciones en la vida, al enviar señales eléctricas al campo cuántico. Los pensamientos son energía que se originan en el cerebro a través de la sinapsis -enlace que produce una conexión entre neuronas, al liberar un neurotransmisor que genera cambios eléctricos-. Es a partir de la sinapsis que se logra el impulso nervioso que llevará mensajes a diversas partes del resto del cuerpo. Son muchas las variables que intervienen en la creación de nuestros pensamientos, como las experiencias, memorias, sesgos perceptivos y mucho más. Todos sabemos que conocemos y accedemos al mundo a través de nuestros sentidos y nuestra percepción. Latorre afirma que, “...a escala sensorial todo es grosero, poco afinado: aparente”. A partir de mencionado hasta el momento, surgen dos premisas, lo que percibimos es aparente y el observador no solo crea la realidad, sino que la altera. Siendo así, ¿cómo podemos modificar nuestra realidad a partir de lo que pensamos? Se trata de gestionar nuestros pensamientos. Siendo el primer paso la toma de consciencia. Estando aquí y ahora, atentos a uno mismo, al entorno y las diversas situaciones que 38


vivimos, es fundamental detenernos para darnos cuenta qué está pasando por nuestra mente, ¿qué pensamientos tenemos y cuáles generamos? Al actualizarlos en nuestra consciencia, son factibles de alteración. Tanto para reforzarlos como para cambiarlos. Como segundo paso, podemos escribirlos y posteriormente leerlos. Adquieren mayor fuerza de esta forma y es una invitación a analizarlos. Llevar un diario de pensamientos y re-leerlos periódicamente, será una buena forma de verificar cambios en perspectiva. Ten en cuenta que no se trata de rumiar -darle una y mil vueltas a pensamientos que van y vienen sin rumbo o con circularidad que se convierte en viciosa-. Por el contrario, al tomar consciencia de tus pensamientos podrás considerar el impacto que tendrán a futuro en vos y tu entorno. Con solo observar los posibles resultados y su impacto, podrás decidir si son o no útiles y en función de ello, elegir si mantenerlos o modificarlos. Es más, podrás crear pensamientos e incidir en tu realidad7. Todo lo anterior puede resumirse de una forma sencilla: todas las realidades posibles existen a nivel cuántico, sólo Dios puede tener la capacidad de saberlas y conocerlas, de igual forma la libertad concedida implica que para todas esas realidades nuestra capacidad volitiva interactúa para que las decisiones que tomemos las vayan creando, creando por decirlo de cierta forma pues al estar potencialmente existentes en el nivel cuántico las mismas ya existen solo que somos nosotros los que elegimos, de entre todas esas posibilidades, cual queremos conforme lo que para nosotros es la realidad.

7

La física cuántica y tu realidad, https://www.elobservador.com.uy/nota/la-fisica-cuantica-y-tu-realidad2020755041 39


Ahora bien, si Dios es infinito, la comprensión de sus verdades también lo es, de esta forma, aunque independientemente de que como humanidad optamos por avanzar a través de nuestra propia experiencia en dicha, dado lo comentado primero eso nos tomaría una cantidad infinita de tiempo, es decir, estaríamos atrapados en la presente condición por toda la eternidad, pero la revelación escritural nos dice que no, que no es así, que hay un tiempo dado para el presente siglo donde se alcanza aquello, ¿cómo se resuelve esta paradoja? Esto se resolverá en el presente libro una vez que se comprenda a qué se refiere eso de la mente de Cristo.

Génesis 2:16-17, Dios les permite a nuestros primeros padres el comer de todo árbol del huerto pero advierte de no comer del árbol de la ciencia del bien y el mal so pena de morir. “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” Después de entender la cuestión de por qué Dios pone en el jardín de Edén, además del árbol de la vida, el árbol de la ciencia del bien y del mal, lo que hay que considerar es lo relativo a la instrucción que al respecto da Dios a nuestros primeros padres: “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2:16‭-‬17).‬‭ Como puede verse Dios no prohíbe explícita y tajantemente a nuestros primeros Padres que no coman del árbol de la ciencia del bien y el mal 40


sino que les advierte de una manera clara que no lo hagan ya que el día que así hiciese ciertamente morirían, esto es muy importante tenerlo en mente para lo que se verá en el siguiente apartado cuando la serpiente tuerza las palabras de Dios con el ánimo de engañar a nuestros primeros padres consiguiéndolo como es bien sabido por todos. Pero enfocándose en la cuestión presente, ¿qué implica el permiso de comer de todo árbol, incluyendo evidentemente del árbol de la vida, excepto del árbol de la ciencia del bien y el mal? Como ya se comentó, los árboles en mención, si bien tienen un referente real, simbolizan de igual forma al hombre que como humanidad se llegaría a ser optando por dos caminos: ser instruidos en la verdad directamente por Dios –comer del árbol de la vida– o bien aprender las verdades divinas a través de la experiencia propia, a través del acierto y del error –el árbol del conocimiento del bien y del mal–. Esto es más que evidente en los nombres de los árboles: el árbol de la vida apunta a la revelación divina, la cual, como tal, no contiene error alguno por lo tanto no hay dolor aunado a la equivocación inherente a ello; por su parte el árbol de la ciencia del bien y el mal implica, en su mismo nombre como se dijo, el acierto –el bien– y el error –el mal–, aunando a lo segundo el dolor que deviene de ello. Esto es aún más claro por lo que dice Proverbios 3 referido, precisamente a esa sabiduría que relaciona explícitamente con el árbol de la vida y, de igual forma, contrastando contra los que optan por el otro camino que, con lo comentado, se refiere al árbol de la ciencia del bien y el mal, el acierto y error que deviene de la propia experiencia: Proverbios 3 41


1 Hijo

mío, no te olvides de mi ley,

y tu corazón guarde mis mandamientos; 2 Porque

largura de días y años de vida

y paz te aumentarán. 3 Nunca

se aparten de ti la misericordia y la verdad;

átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; 4Y

hallarás gracia y buena opinión

ante los ojos de Dios y de los hombres. 5 Fíate

de Jehová de todo tu corazón,

y no te apoyes en tu propia prudencia. 6 Reconócelo

en todos tus caminos,

y él enderezará tus veredas. 7 No

seas sabio en tu propia opinión;

teme a Jehová, y apártate del mal; 8 Porque

será medicina a tu cuerpo,

y refrigerio para tus huesos. 9 Honra

a Jehová con tus bienes,

y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y

serán llenos tus graneros con abundancia,

y tus lagares rebosarán de mosto. 11 No

menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,

ni te fatigues de su corrección; 12 Porque

Jehová al que ama castiga,

Como el padre al hijo a quien quiere. 13 Bienaventurado

el hombre que halla la sabiduría,

y que obtiene la inteligencia; 14 Porque

su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,

y sus frutos más que el oro fino. 42


15 Más

preciosa es que las piedras preciosas;

y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella. 16 Largura

de días está en su mano derecha;

en su izquierda, riquezas y honra. 17 Sus

caminos son caminos deleitosos,

y todas sus veredas paz. 18 Ella

es árbol de vida a los que de ella echan mano,

y bienaventurados son los que la retienen. 19 Jehová

con sabiduría fundó la tierra;

afirmó los cielos con inteligencia. 20 Con

su ciencia los abismos fueron divididos,

y destilan rocío los cielos. 21 Hijo

mío, no se aparten estas cosas de tus ojos;

guarda la ley y el consejo, 22 Y

serán vida a tu alma,

y gracia a tu cuello. 23 Entonces

andarás por tu camino confiadamente,

y tu pie no tropezará. 24 Cuando

te acuestes, no tendrás temor,

sino que te acostarás, y tu sueño será grato. 25 No

tendrás temor de pavor repentino,

ni de la ruina de los impíos cuando viniere, 26 Porque

Jehová será tu confianza,

y él preservará tu pie de quedar preso. 27 No

te niegues a hacer el bien a quien es debido,

cuando tuvieres poder para hacerlo. 28 No

digas a tu prójimo: Anda, y vuelve,

y mañana te daré, cuando tienes contigo qué darle. 43


29 No

intentes mal contra tu prójimo

que habita confiado junto a ti. 30 No

tengas pleito con nadie sin razón,

si no te han hecho agravio. 31 No

envidies al hombre injusto,

ni escojas ninguno de sus caminos. 32 Porque

Jehová abomina al perverso;

mas su comunión íntima es con los justos. 33 La

maldición de Jehová está en la casa del impío,

pero bendecirá la morada de los justos. 34 Ciertamente

él escarnecerá a los escarnecedores,

y a los humildes dará gracia. 35 Los

sabios heredarán honra,

más los necios llevarán ignominia. Dios en su infinita misericordia y eterno amor, si bien dio al hombre el invaluable triple don de la vida, la conciencia y la libertad, no desea que la comprensión de las verdades divinas sea por medio del dolor, del sufrimiento, por eso aquella admonición, desafortunadamente, como es bien sabido y como se comentará en el siguiente apartado, la humanidad, en la figura de nuestros primeros padre, optó por lo segundo, por la comprensión de las verdades divinas a través de la experiencia propia, del acierto y el error. Para captar el alcance de esto hay que entender una cosa: si Dios es infinito Su verdad también lo es, de esta forma, se tendría que experimentar de manera infinita el acierto y el error para alcanzar dicha comprensión, ¿puede entenderse por qué los horrores que en estos seis mil años ha vivido la humanidad parecen no tener fin?, ¡porque así como la 44


verdad es infinita, como Dios, el error, su contraparte, también lo es!, ¿puede entenderse lo extremadamente nefasto de pretender entonces a través de la experiencia en llegar a las verdades divinas? Pero bueno, en este punto tal vez alguien se pregunte ¿de qué otra forma uno puede aprender algo si no es a través de la experiencia?, más sin embargo esto es lo que mayoritariamente define nuestra existencia, veamos: si se pide a alguien que se tire de cabeza a un pozo, ¿qué respondería?, lo más seguro es que diría que no pues en el mejor de los casos se lastimaría y en el peor podría incluso perder la vida, ahora bien, si ante esa respuesta se le pregunta cuántas veces se ha tirado antes de cabeza a un pozo, ¿qué respondería?, lo más seguro que ninguna vez, entonces ¿cómo sabe lo anterior!, ¡así es: no por experiencia sino por comprensión! El ser humano puede aprender de muchas maneras, no solo por experiencia, de hecho la mayor parte de las cosas que se saben son precisamente por comprensión, esto es lógico pues sería literalmente imposible vivir todas las experiencias posibles de la existencia humana para concluir en enseñanzas propias de la vida, pero –el gran pero– es que con relación a las verdades divinas, al estar fuera del alcance natural de nuestra existencia, nos es imposible llegar a ellas con nuestro propio entendimiento, por lo que se debe avanzar, si se opta por la experiencia, a través de la ruta del acierto y el error, siendo esta ruta la que ha ocasionado los tremendos, los horribles dolores que han aquejado a la humanidad en estos seis mil años. Con todo y todo no se ha dejado a la humanidad al garete sino que Dios ha seguido interviniendo, sin violentar esa libertad de la cual dotó Dios a 45


dicha humanidad, para proporcionar acceso a las verdades divinas, esto a través de la Palaba escrita, la Biblia, y la Palabra hecha carne, instando, al igual que hizo con nuestros primeros padres, a que se opte por el árbol de la vida, la instrucción que de Él deviene, en cuanto a la comprensión de dichas verdades, en vez de optar, como ha seguido haciendo la humanidad, por el árbol del conocimiento de la ciencia del bien y el mal, es decir, del acierto y el error. Deuteronomio 28 1 Acontecerá

que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios,

para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2Y

vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si

oyeres la voz de Jehová tu Dios. 3 Bendito

serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.

4 Bendito

el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus

bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. 5 Benditas

serán tu canasta y tu artesa de amasar.

6 Bendito

serás en tu entrar, y bendito en tu salir.

7 Jehová

derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un

camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti. 8 Jehová

te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo

aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da. 9 Te

confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado,

cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.

46


10 Y

verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es

invocado sobre ti, y te temerán. 11 Y

te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre,

en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. 12 Te

abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu

tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. 13 Te

pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima

solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, 14 y

si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni

a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles. 15 Pero

acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para

procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. 16 Maldito

serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.

17 Maldita

tu canasta, y tu artesa de amasar.

18 Maldito

el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus

vacas, y los rebaños de tus ovejas. 19 Maldito 20 Y

serás en tu entrar, y maldito en tu salir.

Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en

todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado. 21 Jehová

traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la

tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 47


22 Jehová

te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con

sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas. 23 Y

los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra

que está debajo de ti, de hierro. 24 Dará

Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos

descenderán sobre ti hasta que perezcas. 25 Jehová

te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un

camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra. 26 Y

tus cadáveres servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de

la tierra, y no habrá quien las espante. 27 Jehová

te herirá con la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y

con comezón de que no puedas ser curado. 28 Jehová 29 y

te herirá con locura, ceguera y turbación de espíritu;

palparás a mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no

serás prosperado en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve. 30 Te

desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás

casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la disfrutarás. 31 Tu

buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu

asno será arrebatado de delante de ti, y no te será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate. 32 Tus

hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo

verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano. 33 El

fruto de tu tierra y de todo tu trabajo comerá pueblo que no

conociste; y no serás sino oprimido y quebrantado todos los días. 34 Y

enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos. 48


35 Te

herirá Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas,

desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado. 36 Jehová

te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a

nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra. 37 Y

serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los

pueblos a los cuales te llevará Jehová. 38 Sacarás

mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la

langosta lo consumirá. 39 Plantarás

viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas,

porque el gusano se las comerá. 40 Tendrás

olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite,

porque tu aceituna se caerá. 41 Hijos

e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en

cautiverio. 42 Toda

tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la

langosta. 43 El

extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto,

y tú descenderás muy abajo. 44 Él

te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú

serás por cola. 45 Y

vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te

alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó; 46 y

serán en ti por señal y por maravilla, y en tu descendencia para

siempre.

49


47 Por

cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de

corazón, por la abundancia de todas las cosas, 48 servirás,

por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti,

con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. 49 Jehová

traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la

tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas; 50 gente

fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni

perdonará al niño; 51 y

comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que

perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte. 52 Pondrá

sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos

y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jehová tu Dios te hubiere dado. 53 Y

comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas

que Jehová tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo. 54 El

hombre tierno en medio de ti, y el muy delicado, mirará con

malos ojos a su hermano, y a la mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren; 55 para

no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él

comiere, por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades. 56 La

tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su

pie intentaría sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, mirará con malos ojos al marido de su seno, a su hijo, a su hija, 57 al

recién nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a

luz; pues los comerá ocultamente, por la carencia de todo, en el 50


asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades. 58 Si

no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley

que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: JEHOVÁ TU DIOS, 59 entonces

Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las

plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas; 60 y

traerá sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales

temiste, y no te dejarán. 61 Asimismo

toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el

libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que seas destruido. 62 Y

quedaréis pocos en número, en lugar de haber sido como las

estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecisteis a la voz de Jehová tu Dios. 63 Así

como Jehová se gozaba en haceros bien y en multiplicaros, así

se gozará Jehová en arruinaros y en destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra a la cual entráis para tomar posesión de ella. 64 Y

Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de

la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra. 65 Y

ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie

tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma; 66 y

tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás

temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida. 67 Por

la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde

dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos. 51


68 Y

Jehová te hará volver a Egipto en naves, por el camino del cual

te ha dicho: Nunca más volverás; y allí seréis vendidos a vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien os compre. En este punto hay que extenderse un poco en cuanto esto, es decir, ¿qué es lo que está sucediendo, cómo es que está sucediendo, por qué es que está sucediendo y para qué es que está sucediendo, con el hombre en cuanto a esa comprensión de las verdades divinas?, para eso se tiene que comenzar por entender qué es lo que nos define como humanos8. ¿Qué es lo que nos define como humanos? No nos adelantemos dando una respuesta a priori sino que más bien vamos viendo si la misma puede de una manera natural surgir. Bebés, niños, jóvenes, adultos o ancianos. Realmente si lo pensamos bien son mucho muy diferentes. Un bebé, por ejemplo, no ha desarrollado muchas cuestiones en su organismo requeridas para su vida, de hecho hay mucha información referida al desarrollo del bebé mes a mes durante su primer año de vida que muestran ese proceso: mover la cabeza, sus primeros dientes, sentarse, agarrar, caminar y demás son posibles por el desarrollo de bebé, pero comparativamente es muy diferente el bebé de la etapa que le sigue, ¡incluso hasta tiene más huesos! 215 contra 206 de adulto, esto último pues hay huesos en el bebé que en su desarrollo se van soldando.

Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “El Hombre Interior”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 8

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Un niño, que ha por lo menos quintuplicado el tamaño y peso de cuando sí mismo era bebé, ya comienza a tener más características personales, camina, habla, piensa, decide, pero aún están en procesos cambios que lo llevará a la siguiente etapa, uno de esos cambios tiene que ver con los cambios hormonales y el acondicionamiento sexual requerido para lo que le sigue. El joven, que por lo menos ha doblado en estatura y triplicado en peso a sí mismo de cuando era niño, ya ha llegado a una etapa donde su desarrollo le permite una interacción dinámica con el mundo de una manera más consciente, independiente. Pero de igual forma hay cambios que sigue en él, cambios que al concretarse lo llevará a la siguiente etapa. En la etapa adulta hay una estabilidad, si se compara con los años de la niñez o juventud, pero también hay cambios. El metabolismo se ralentiza, las canas comienzan a aparecer, algunos problemas de salud, así como cambios o desaparición de cuestiones relativas a la fertilidad sexual. Todo como preámbulo de lo que sigue. En la vejez vienen cambios que generalmente van en detrimento de lo que se era, no sólo lo característico de ella como las canas o arrugas, sino algunos hormonales y otros que afectan la capacidad de ver u oír, problemas más fuertes de salud y en algunos casos dificultades cognitivas en mayor o menor intensidad. Este resumen relacionado con las etapas de la vida de bebés, niños, jóvenes, adultos o ancianos es sumamente escueta ya que los cambios físicos, químicos, biológicos que cada etapa experimenta son cientos, miles –las células estomacales se regeneran cada cinco días, los glóbulos rojos 53


cada 120 días, lo que más tarda, nuestro esqueleto, es renovado completamente cada diez años, ¡y eso sin considerar los cambios intelectuales o emocionales que está por cientos, miles o millones!-, con lo uno se enfrenta a cientos, miles, millones de expresiones de individualidad pero referidas al mismo ser. Dicho de otra forma, durante su vida, alguien literalmente vivirá a través de miles, millones de configuraciones cambiantes y dinámicas pero siempre será el mismo humano. Un bebé es mucho muy distinto de un niño, pero es un humano. Un niño es mucho muy distinto de un joven, pero es un humano. Un joven es mucho muy distinto de un adulto, pero es un humano. Un adulto es mucho muy distinto de un anciano, pero es un humano. Esto es importante tenerlo en cuenta ya que si uno sabe y reconoce en un bebé, en un niño, en un joven, en un adulto o en un anciano, que son tan diferentes y cambiados entre sí, a un humano, eso quiere decir que hay algo constante, permanente, que nos permite eso. De otra forma no se entendería que a todo eso tan diferente y cambiado uno le dijera humano y pero aún: que uno lo refiriera a una misma individualidad personalizada de por vida. Bebés, niños, jóvenes, adultos o ancianos. Realmente si lo pensamos un poco todas esas etapas de desarrollo son muy diferentes entre sí. Física, química, biológica, intelectual, y emocionalmente hablando casi casi podríamos hablar de seres completamente diferentes, aunque sabemos que se trata del mismo, más sin embargo algo deben compartir algo deben tener en común que implique un trato igualitario a bebés, niños, jóvenes, adultos o ancianos en cuanto a no pedir ni procurar de manera discrecional su muerte, ¿qué podría ser ese algo en común?, mejor aún 54


¿podrá, si es que existe ese algo, ser concreto, objetivo, medible, cuantificable, al grado que nos permita dejar de lado la subjetividad y la arbitrariedad? No puede ser el lenguaje, la compresión, la autoconciencia, la independencia, no puede ser la sexualidad, la autosuficiencia, la capacidad intelectual y un sinfín de cuestiones que cambian de una etapa a otra. Tiene que ser algo que sea constante, que permanezca, que no cambie y que defina lo que en común tiene todas esas etapas comentadas. Algo que lo mismo una eminencia en su adultez que deviene en senilidad en la ancianidad lo tenga; algo que lo mismo que un bebé sin desarrollo sexual que posteriormente cambia a un joven en plena capacidad reproductiva tenga; algo que lo mismo alguien con ciertas características en cierta etapa y que deviene en otro con otras características en otra etapa tenga, ¿qué podríamos proponer para ello? No tenemos mucho que pensar la cuestión anterior ya que de todas las cosas que pudiéramos nombrar que constituyen un bebé, niño, joven, adulto o anciano, solamente las referidas su código genético son aquellas que no cambian, que se mantienen constante durante toda su existencia, tan así que un cambio en ellas iría en detrimento mortal de su salud. Pero, ¿qué es ese código genético? El código genético es, por decirlo en cierta forma, todas las instrucciones requeridas para la existencia, desarrollo y cohesión de cada individuo. “Las instrucciones que se encuentran en el código posibilitan, así, la organización en secuencia de una manera acertada de los aminoácidos que son necesarios para la vida, produciendo cadenas que se definen como las proteínas, y que de la misma manera crean estructuras aún más 55


grandes o desempeñan funciones específicas e imprescindibles. Cada ser vivo en particular tiene su propio código genético”9. ¿Dónde se encuentra ese código genético? El código genético se encuentra en la secuencia de nucleótidos del ácido desoxirribonucleico (ADN), estás secuencias determinan la función de las proteínas que produce una célula. Si bien el código genético se encuentra en el ADN, hay que dejar muy en claro que el ADN no es el código genético, el código genético se refiere a la información que contiene el ADN. Algo así como un libro físico o dispositivo electrónico que tuviese esa información, la información no es el libro ni el dispositivo, pero el libro o el dispositivo la contienen. Respecto de esto se ha calculado que la información genética contenida en el ADN de una bacteria unicelular, como la E. coli, contiene suficiente información para llenar todos los libros de cualquiera de las bibliotecas más grandes del mundo10 , en el caso de un organismo multicelular complejo como lo es un ser humano, esta cantidad excede hasta cantidades estratosféricas. Pero, ¿qué es el ADN y de dónde viene? El ADN es una molécula contenida en los cromosomas que comprende las instrucciones biológicas que hacen de cada especie algo único. El ADN, son las instrucciones que se pasan de los organismos adultos a sus descendientes durante la reproducción. El ADN está formado por unos componentes químicos

ESPACIOCIENCIA.COM, EL CÓDIGO GENÉTICO EN LA INFORMACIÓN GENÉTICA, https://espaciociencia.com/el-adn-y-la-genetica-trabajo-de-4o-de-eso/ 10 allaboutscience.org, Doble Hélice del ADN - Código de Información, https://www.allaboutscience.org/spanish/doble-helice-del-adn.htm 9

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básicos denominados nucleótidos. Estos componentes básicos incluyen un grupo fosfato, un grupo de azúcar y una de cuatro tipos de bases nitrogenadas alternativas. Para formar una hebra de ADN, los nucleótidos se unen formando cadenas, alternando con los grupos de fosfato y azúcar. Los cuatro tipos de bases nitrogenadas encontradas en los nucleótidos son: adenina (A), timina (T), guanina (G) y citosina (C). El orden, o secuencia, de estas bases determina qué instrucciones biológicas (gen) están contenidas en una hebra de ADN. Por ejemplo, la secuencia ATCGTT pudiera dar instrucciones para ojos azules, mientras que ATCGCT pudiera indicar ojos de color café. En el caso de los seres humanos , la colección completa de ADN, o el genoma humano, consta de 3 mil millones de bases organizados en 23 pares de cromosomas, y conteniendo alrededor de 20,000 genes11 . Son los cromosomas los que transportan el ADN. Bebé, niño, joven, adulto o anciano, en todas estas etapas se tendrá el mismo ADN. Los cromosomas, por su parte, son estructuras que se encuentran en el centro (núcleo) de las células que transportan fragmentos largos de ADN. Los cromosomas vienen en pares. Normalmente, cada célula en el cuerpo humano tiene 23 pares de cromosomas (46 cromosomas en total), de los cuales la mitad proviene de la madre y la otra mitad del padre12 . Todas las células del cuerpo, excepto las células sexuales o gametos (óvulo y espermatozoide), tienen 23 pares de estructuras (46 en total) llamadas cromosomas. Los cromosomas contienen todo el material genético que genome.gov, “Ácido desoxirribonucleico (ADN)”, The National Human Genome Research Institute, https://www.genome.gov/27534788/about-the-institute/ 12 medlineplus.gov, “Cromosomas”, U.S. National Library of Medicine, U.S. Department of Health and Human, Services National Institutes of Health, https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002327.htm 11

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pasa de padres a hijos. No obstante, el óvulo y el espermatozoide solo tienen la mitad; es decir, tienen 23 cromosomas (un solo miembro de cada par). Mediante un complejo proceso de división llamado meiosis, los gametos han perdido la otra mitad de sus cromosomas13 . En la fecundación, padre y madre aportan cada uno 23 cromosomas dando un cigoto, inicio de la vida humana, conteniendo de manera personalísima y particular sus propios 46 cromosomas. Bebé, niño, joven, adulto o anciano, en todas estas etapas se tendrán los mismos cromosomas. Por último, un gen es un segmento corto de ADN. Los genes le dicen al cuerpo cómo producir proteínas específicas. Hay aproximadamente 20,000 genes en cada célula del cuerpo humano. Juntos forman constituyen el material hereditario para el cuerpo humano y la forma como funciona. La composición genética de una persona se llama genotipo. Los genes están compuestos de ADN. Las hebras de ADN conforman parte de los cromosomas. Los cromosomas tienen pares apareados de una copia de un gen específico. El gen se presenta en la misma posición en cada cromosoma. Los rasgos genéticos, como el color de los ojos, son dominantes o recesivos: Los rasgos dominantes son controlados por un gen en el par de cromosomas. Los rasgos recesivos requieren que ambos genes en el par de genes trabajen juntos14. Bebé, niño, joven, adulto o anciano, en todas estas etapas se tendrán los mismos genes.

cepvi.com, LA FECUNDACIÓN, http://www.cepvi.com/index.php/psicologiainfantil/desarrollo/la-fecundacion?start=1 14 medlineplus.gov, “Genes”, U.S. National Library of Medicine, U.S. Department of Health and Human, Services National Institutes of Health, https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002371.htm 13

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Bebé, niño, joven, adulto o anciano, en todas estas etapas se tendrán los mismos cromosomas, el mismo ADN y los mismos genes. No tendrán los mismos pensamientos, conocimientos ni capacidad cognitiva e intelectual, no se tendrán las mismas emociones, sentimientos ni facultad afectiva, no se tendrá la misma fuerza, vigor ni potencia vita, prácticamente nada que pudiésemos señalar en nuestra vida en un momento dado, física, emocional, intelectualmente hablando permanecería sin cambio, nada excepto nuestros cromosomas, nuestro ADN y nuestros genes. A esto le llamamos el código genético y es tan exclusivamente diferente y particular en cada individuo –incluso el de un no nacido con respecto al de la madre- que puede usarse una muestra del mismo obtenida en cualquier momento de la vida de alguien para usarse en cualquier otro momento para identificarlo. Aquí es dónde viene la parte interesante ya que, como se dijo, todo en nuestro cuerpo se renueva cada cierto tiempo, incluyendo, obvio, las células y con ello lo que contienen –cromosomas, ADN y genes-, así que alguien pudiera señalar que eso tampoco es permanente, ¡y tiene razón! Pero claramente se señaló anteriormente que lo único permanente, constante, es el código genético, es decir, la información, no los cromosomas, ADN o genes que la contienen y que son renovados, si no la información la cual no cambia. ¿Cómo es esto? Regeneración celular. El proceso de división de una célula en dos células hijas se llama mitosis. Este es el método normal de regeneración celular, usado por todas las células de nuestro cuerpo excepto las que producen espermatozoides y óvulos. El primer paso de la mitosis es el copiado del ADN. Mientras se hace esta copia, la célula sigue teniendo su apariencia 59


habitual. La auténtica acción comienza cuando los cromosomas se enrollan y se hacen visibles, y la membrana que rodea al núcleo de la célula desaparece. Después de varios pasos, la célula se divide en dos. Todo el proceso es como coger un globo hinchado, rodearlo con los dedos por su parte central y apretar. A medida que una célula se prepara para dividirse, debe hacer una copia de cada uno de sus cromosomas. Las dos copias de un cromosoma se llaman cromátidas hermanas. Las cromátidas hermanas son idénticas y están unidas una con la otra por proteínas llamadas cohesinas. La unión entre las cromátidas hermanas es más fuerte en el centrómero, una región del ADN que es importante para su separación durante fases posteriores de la división celular. Mientras las cromátidas hermanas están conectadas en el centrómero, se consideran como un cromosoma. Sin embargo, tan pronto como se separan durante la división celular, cada una se considera un cromosoma diferente. ¿Por qué las células someten a sus cromosomas a este proceso de replicación, condensación y separación? La respuesta corta es: para cerciorarse que durante la división celular, cada nueva célula obtenga exactamente una copia de cada cromosoma15. Esto es algo así como si toda nuestra existencia, desarrollo y cohesión estuviera contenido en un libro, o en millones, pero que ese libro, o esos libros, solo pudieran durar unos días, meses o años antes de deshacerse y que por lo tanto debieran ser copiados de manera íntegra e idéntica, así uno podría seguir leyendo le atapa que sigue en otro libro cuando el anterior se deshiciera. Primeros, dientes, desarrollo sexual, arrugas y canas, senilidad, cualquier cosa que seamos o nos pase en toda nuestra vida está es.khanacademy.org, Cromosomas, https://es.khanacademy.org/science/biology/cellular-molecular-biology/intro-to-celldivision/a/dna-and-chromosomes-article 15

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escrita, por decirlo así, en ese código que se copia una y otra vez de manera exacta e idéntica. De esta forma nuestra verdadera esencia es intangible, ya que se refiere al código genético, es decir, a la información que contienen, sin ellos serlo, los cromosomas, el ADN y los genes, esto es lo que podemos llamar información recibida16. Pensemos un poco en esto, ya que de aquí depende toda esta exposición: cualquier cosa que podamos señalar definen un individuo (personalidad, raciocinio, lenguaje, color, conciencia, etc.), cualquier cosa, puede o no existir en un momento dado de su vida, excepto el código genético contenido en los cromosomas, el ADN y nuestros genes, eso desde el principio y hasta el final de nuestra vida existen y no sólo existe sino que rigen todo el proceso de desarrollo de nuestra vida dándole cohesión. Puede haber individuos sin conciencia, sin raciocinio, incluso bebés que han nacido sin cerebro u órganos vitales pero que viven algunos minutos y por lo tanto son bebés, seres ya nacidos, pero nunca jamás nadie podrá encontrar un individuo que no tenga un código genético. Esta propuesta se considera es pertinente pues si se propone cualquier otra cosa que sólo exista en un momento dado de nuestra vida o existiendo cambiase, ese estaría proponiendo algo que no es constante y por lo tanto no nos define ni forma parte intrínseca de lo que somos sino que es momentánea y circunstancial, siendo que si es momentánea y circunstancial no es requerida para nuestra existencia.

Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “El Hombre Interior”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 16

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La constancia, permanencia e inmutabilidad de nuestro código genético contenido en nuestros cromosomas, nuestro ADN y nuestros genes son requisito sin el cual es imposible no sólo nuestro desarrollo sino nuestra existencia misma. De esta forma, se propone al código genético contenido en los cromosomas, el ADN y los genes como eso concreto, tangible, medible y observable que nos define como humanos desde la concepción y hasta la muerte, esto ya que aquello es lo único que de manera constantes y permanente puede encontrarse en cada uno de nosotros y que permitiría pensar que en cada caso se refiere uno no solo a un humano sino al mismo humano a lo largo de la vida y a pesar de todos los cambios que se presenten. Esto de inicio es algo más que maravilloso, pero detrás de ello viene una verdad a-s-o-m-b-r-o-s-a, ¿y cuál es esa?, ¡que la esencia de lo que somos es literalmente intangible y que uno, de manera consciente, intencionada y volitiva puede participar en dicho proceso!, pero expliquemos esto. Se ha propuesto que lo que nos define como humanos, y no sólo como humanos sino como el mismo humano a lo largo de nuestra vida y a pesar de todos los cambios que se presenten, es el código genético contenido en los cromosomas, el ADN y los genes, pero si lo pensamos bien el código genético sólo es el vehículo que lleva lo que lo hace relevante: la información que contiene, aquella que hemos recibido y que de alguna forma u otra define mucho de lo que somos en la vida: altura, color de ojos, cierta manera de caminar, forma de hablar y un sinfín de etcéteras.

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Pensemos en el código genético como en un libro, un libro no es la información que contiene pero el mismo sirve para transmitirla. El material de que está hecho un libro —papel, tinta, etc.— bien podría estar presente en las mismas condiciones y cantidades en otro libro pero conteniendo información diferente, de esta forma lo que define a un libro es la información que contiene. De igual forma el código genético de cada humano contiene una información particularísima de ese humano, en sentido estricto es esa información la que nos definiría como humanos, pero la misma es intangible, no puede verse, de esta forma el código genético —concreto, tangible, medible y observable— suple esa deficiencia al presentarse como algo que sí podemos identificar. Para entender aún más esto volvamos al ejemplo del libro. Como ya se comentó, todo libro contiene información ¡pero no hay manera de entregar esa información sin el libro!, ¿o acaso alguien pudiera pedir que se le diera en su mano la información que contiene un libro sin entregar dicho libro, es decir: pedir única y exclusivamente la información? No hay manera. La información, sea la que sea, sólo puede entregarse a través de algún medio, pero el medio mismo no es la información sino sólo lo que entrega la información. Al hablar entregamos información, pero el hablar no es la información sino sólo la manera en que entregamos esta. Lo mismo puede decirse de ver una película, de escuchar una canción, de mirar una pintura, etc., la información necesita de un medio para entregarse, de otra forma no podría hacerse esto, pero el medio que se utilice no es la información en sí, la cual siempre será intangible, sino solamente es el canal a través de la cual la misma fluye.

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De esta forma el código genético —concreto, tangible, medible y observable— contiene esa información —indeterminada, intangible, inconmensurable e imperceptible— que define a cada uno como humano y no sólo como humano sino como el mismo humano a lo largo de la vida y a pesar de todos los cambios que se experimenten, información a la que por sus características llamamos información recibida17. Pero esto, a saber: que la esencia de lo que somos es literalmente intangible, es apenas la mitad de esa verdad a-s-o-m-b-r-o-s-a, la otra mitad tiene que ver con la comprensión de que uno, de manera consciente, intencionada y volitiva puede participar en dicho proceso. Hasta ahí todo bien, pero ahora lo siguiente tiene que ver con la información que se percibe a lo largo de nuestra existencia, información que por su naturaleza se llama información percibid18a. ¿Puedes recordar algún evento de cuando tenías tres, cuatro o cinco años?, ¿te puedes acordar de alguna anécdota familiar de cuando eras niño?, ¿tienes algún recuerdo de tu etapa escolar en la primaria?, ¿sí?, aquí lo interesante: ¿dónde pudo haberse guardado esa información?, pensemos un poco esto antes de contestar. Si como ya se comentó desde el inicio de esta obra todo en nosotros cambia, si no hay nada —o casi nada— constante, ¿dónde puede guardarse toda la información que a lo largo de nuestra vida se percibe?,

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de nuevo: lo que se proponga deberá ser algo que permanezca constante, de otra forma esa información se desvirtuaría, se corrompería o en el peor de los casos se perdería, y ante esto ¿qué opción queda?, la misma que nos define como humano, lo único que a lo largo de nuestra vida es constante y permanente: el código genético. De esta forma el código genético no contiene solamente la información que ya traemos y que nos define como humanos, información que a lo largo de nuestra vida tendrá incidencia en nuestro desarrollo, información que por sus características llamamos información recibida19, sino que también percibe información, información que es llamada información percibida20 y conserva esta información en él. Pero bueno, si bien la conclusión anterior es una a la que se ha llegado de manera lógica, ¿hay evidencia científica que la apoye?, sí que la hay. Déjame te comparto un extracto de una, de tantas notas, que uno puede encontrar en la red de la información, donde la comunidad científica da por hecho lo anterior, a saber: que el código genético, en la forma concreta, tangible, medible y observable del ADN, es un vehículo idóneo para almacenar información: “Las investigaciones sobre cómo almacenar datos en el ADN no son nuevas. Son muchas las universidades e instituciones científicas que llevan varias décadas trabajando en esta posibilidad. Pero un

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estudio reciente entre la Universidad de Harvard y el Instituto Europeo de Bioinformática (IEB) ha demostrado que el avance en la manipulación del ADN podría hacer posible y práctico utilizar el ADN como unidad de almacenamiento de información muy pronto. “Producimos datos a una velocidad abrumadora. De hecho, las tecnologías encargadas del almacenamiento de información, discos duros o memorias portátiles, no tienen suficiente capacidad para almacenar los datos al ritmo que se generan. Y no es que tengamos que guardar o almacenar toda la información, pero ya que no vamos a dejar de producirla, ya sea a través de fotos, películas y archivos varios, hay que buscar nuevas formas de almacenaje para que toda esa información no se pierda. “El ADN se desarrolló hace milenios para almacenar la información genética o como planos para la construcción de proteínas. Pero, además, con el tiempo y las numerosas investigaciones se ha demostrado que el ADN se puede utilizar para muchas más cosas, entre ellas, por ejemplo, para guardar y almacenar información como lo hacemos en un disco duro externo. “Los medios de almacenamiento tradicionales que conocemos como discos duros, DVD o USB almacenan datos digitales cambiando las propiedades magnéticas, ópticas o eléctricas de un material para almacenar ceros y unos. “A la hora de almacenar datos en el ADN, el concepto es el mismo pero el proceso es totalmente diferente.

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“¿Cómo es posible guardar información digital en el ADN? Las moléculas de ADN son secuencias largas de moléculas más pequeñas (los nucleótidos), adenina, citosina, timina y guanina (A, C, T y G). En lugar de crear secuencias con ceros y unos, como en los medios electrónicos, el almacenamiento de ADN utiliza secuencias de esas moléculas más pequeñas. “La idea es asignar patrones de datos digitales a los nucleótidos del ADN. Por ejemplo, 00 podría ser el equivalente a A, 01 el equivalente a C, 10 el equivalente a T y 11 a G. Pongamos por caso que queremos almacenar una imagen, habría que comenzar con su codificación como un archivo digital, como un JPEG. Este archivo está representado por una larga cadena de ceros y unos. Los primeros ocho bits del archivo son 01111000; Los dividimos en pares – 01 11 10 00 – que corresponden a C-G-T-A. Ese es el orden en el que nos unimos a los nucleótidos para formar una hebra de ADN. “Por eso para guardar los datos en el ADN hay que dividir la información en secuencias más pequeñas y añadir un indicador que, llegado el momento de leer lo almacenado, garantice que los fragmentos están en el orden correcto. “Los científicos trabajan en lo que es el equivalente genético de un bit, la unidad mínima de información, con la que puede representarse dos valores, cero/apagado o uno/encendido. Los datos pueden leerse con facilidad ya que las secciones del ADN brillan con color rojo o verde dependiendo de la orientación de los segmentos del ADN. Además, al tratarse de una memoria no volátil almacena información sin consumir energía. 67


“En el IEB han seguido la misma estructura de la molécula helicoidal, pero con un lenguaje que nada tiene que ver con el de los seres vivos. Dicha molécula, en el mundo de la biología, se mantiene unida por cuatro grupos químicos que cuando se establecen con un determinado orden contiene las instrucciones genéticas que necesita un organismo vivo para desarrollarse y conservarse. “Los archivos digitales pueden ser bastante grandes, sin embargo, las hebras de ADN individuales tienen que ser mucho más cortas. A la hora de guardar un archivo digital en el ADN, los dígitos binarios que representan la información son traducidos al código del equipo. “Una máquina de síntesis de ADN estándar es la encargada de producir en serie la secuencia correspondiente. Si algunos fragmentos se dañan no se perderán los datos ya que producen múltiples copias de fragmentos superpuestos y cada uno de esos fragmentos contiene detalles de indexación que identifican en qué lugar se almacena dicha secuencia. “Una vez determinado el orden en el que deben ir las letras, las secuencias de ADN se fabrican letra por letra con reacciones químicas según la letra. Este proceso trae otro beneficio además del almacenamiento de ADN: las copias de seguridad, ya que en lugar de hacer una hebra, las reacciones químicas generan muchos hilos idénticos a la vez, esto significa que se generan muchas copias antes de pasar a la siguiente hebra de la serie.

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“¿Cómo se lee esa información? Para leer esa información se utiliza una máquina de secuencias que es exactamente igual a las que se utilizan para el análisis del ADN genómico en las células. La maquinaria identifica las moléculas y genera una secuencia de letras por molécula que posteriormente se decodifica en una secuencia binaria de ceros y unos en orden. En este punto es donde entran en juego las múltiples copias que se crean ya que el proceso de lectura podría destruir el ADN. “Ventajas de guardar datos en el ADN. Tal y como explica Ewan Birney, del Instituto Europeo de Bioinformática (IEB) en Hinxton, es que “una de las grandes ventajas de utilizar ADN para almacenar información es que no es necesario utilizar electricidad”. Además, y a diferencia de otros sistemas de almacenamiento que se utilizan en la actualidad como discos duros externos, almacenar información en el ADN no requiere de un mantenimiento constante ni de problemas de incompatibilidad con versiones anteriores. Mientras haya vida, la información en el ADN no quedará obsoleta. “Por el momento el almacenamiento de datos en el ADN es experimental. Antes de que sea una práctica común, es un proceso que tiene que ser totalmente automatizado y mejorado, tanto el de construcción como el de lectura. Por ejemplo, para que te hagas una idea, para almacenar una foto media del iPhone en el ADN tardaríamos varias horas, un proceso en el que se invierte menos de un segundo si lo guardas en el móvil o lo pasas al ordenador. Es posible que los investigadores encuentren la forma barata y rápida

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para guardar información digital en el sistema de almacenamiento de datos más antiguo de la naturaleza”21 . De nuevo: salvo el código genético, no hay otra cosa que sea permanente y constante que pueda proponerse para mantener la información que a lo largo de la vida vamos obteniendo. ¿Y qué es lo que percibimos? Literalmente infinitud de información. Lo que ves, oyes, tocas, gustas, hueles ¡e incluso lo que mentalmente se genera! Es literalmente infinito y todo ello se guarda en nuestro código genético, de esta forma lo que somos —lo que ya traemos—, más lo que percibimos a lo largo de nuestra vida —lo que vamos recibiendo— van configurando ese código genético que nos define como humanos, como humanos particularísimos, diferentes unos de otros.

Pero hay más. Si bien lo que percibimos en el transcurso de nuestra existencia es literalmente infinito, y que todo eso que percibimos es guardado en nuestro código genético, lo más maravilloso de todo es que uno, de manera consciente, intencionada y volitiva puede participar en dicho proceso, ¿cómo?, mediante lo que de manera consciente, intencionada y volitiva podemos hacer introyectando información al código genético, información que por sus características llamaremos información contribuida22.

La estructura del ADN parece ser la forma más idónea para almacenar información, https://blogthinkbig.com/el-adn-es-el-nuevo-usb 22 Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “El Hombre Interior”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 21

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Es una realidad que lo percibimos del mundo es literalmente infinito, y lo que es más: poco podemos hacer para cambiar esa realidad, pero existe una realidad a nuestro alcance en la cual sí podemos incidir, la cual sí podemos cambiar, y que por mínima que sea muchas veces es decisiva en el Camino que se ha elegido andar: lo que de manera consciente, intencionada y volitiva podemos hacer. Pensemos un poco en ello. La gran mayoría de lo que percibimos no lo controlamos, sí interactuamos con ello pero lo mismo excede nuestra capacidad de control; por el contrario, aquello en lo que consciente, intencionada y volitivamente participamos de manera activa sí podemos controlarlo, sí podemos incidir en ello y con ello cambiar lo que estamos guardando en nuestro código genético. Siguiendo ese razonamiento ¿de qué podremos llegar a ser responsables: de aquello que no controlamos o de aquello que controlamos?, de manera personal me inclino más por lo segundo, luego entonces en vez de torturarnos con las cosas que percibimos y que desafortunadamente no podemos hacer mucho para cambiar, mejor enfoquemos nuestra fuerza, nuestra capacidad, en aquello que sí podemos controlar cambiando así lo que guardamos en nuestro código genético, ¿y cómo podemos hacer esto?, a través de la información contribuid23a, esta información contribuida es aquella que surge de ese proceso requiere de nuestra voluntad para ser accesada al código genético, de esta forma esta información se diferencia de la recibida—que no podemos interactuar volitivamente con ella— o con la percibida —cuya interacción volitiva es mínima—.

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Este proceso bien pudo haber seguido el camino del árbol de la vida, es decir, la humanidad, en la figura de nuestros primeros padres, hecha de la nada y con la nada, pudo haber aprendido directamente de Dios, obtenido esa comprensión de las verdades divinas, que introyectadas en su código genético los capacitara para la vida eterna, por el contrario, se optó por seguir el camino del árbol del conocimiento de la ciencia del bien y el mal, el acierto y el error que deviene de la experiencia propia, con lo que se obtiene lo anterior pero pagando un precio muy alto, demasiado alto: dolor y muerte. Con todo y todo la historia de la salvación corrige esto último dejando lo primero y habilitándonos para en breve seguir el camino del árbol de la vida: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3).

Génesis 3:1-7, la serpiente convence a la mujer y esta al hombre, de comer del árbol de la ciencia del bien y el mal, con las consecuencias por todos conocidas, la principal: la expulsión de nuestros primeros padres del jardín de Edén y el inicio de una vida de pena, dolor y sufrimiento. Cada uno de estos tres aspectos merece una especial atención para que la comprensión de los mismos permita avanzar en el entendimiento del tema motivo de la presente obra. “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni 72


le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales” En este punto ya se ha abordado la razón por la que Dios puso en el jardín de Edén el árbol de la vida así como el árbol de la ciencia del bien y el mal: para dar la oportunidad a nuestros primeros padres de elegir entre un camino u otro para acceder a las verdades divinas. De igual forma ya se comentó la cuestión relativa lo que es el hombre, hecho de la nada, y cómo puede él, a través de las elecciones que hace, ir introyectando en su código genético las verdades divinas hasta que éstas lleguen a formar parte intrínseca de su ser habilitándolo para alcanzar las promesas del Padre. Con esta comprensión puede entenderse lo relativo al relato conocido como la caída contenido en Génesis 3:1-7, lo cual nos irá acercando cada vez más para entender el tema de la presente obra referido a la naturaleza de lo que se conoce como la mente de Cristo, pero antes de avanzar a esto es menester clarificar tres puntos relativos al relato de Génesis 3:1-7: la opción, la decisión y la consecución.

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La opción. “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” Siguiendo la línea de todo lo expresado hasta este momento, puede verse en esta parte del relato como es que la decisión que posteriormente nuestros primeros padres tomaría no estuvo exenta de la oportunidad de tomarla entre opciones mutuamente excluyentes: una referida a obedecer a Dios, la otra referida a desobedecerle. Lo interesante del relato es ver la manera en que la opción que presentaba el Enemigo, referida a desobedecer a Dios, era presentada. Si se analiza con cuidado puede verse que lo dicho por el Enemigo no era totalmente una mentira, tampoco era una verdad completa, sino que la manera en que la opción referida a la desobediencia era presentada incluía de ambas, pero para poder presentar esta argumentación le era menester generar un pretexto para ello, dicho pretexto es generado con la pregunta capciosa de “¿conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?”. Es más que evidente por el relato bíblico que Dios no les prohibió a nuestros primeros padres comer de todo árbol del huerto, al contrario: de todo árbol del huerto podían comer pero lo que sí hizo Dios, y ya se comentó, es exhortar vehementemente a no comer del árbol de la 74


ciencia del bien y el mal, dejando a nuestros primeros padres la opción de decidir. Una vez presentado el pretexto, el cual fungió de la misma forma que se usa un anzuelo para atrapar a un pez, la mujer, en su respuesta, le dio las armas que finalmente el Enemigo usaría para llevarla por el camino de la desobediencia: “Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis”. Véase lo disparejo del enfrentamiento: un ser prácticamente inocente, la mujer, contra un ser mucho más inteligente, el Enemigo. La mujer pretende corregir la observación del Enemigo pero lo único que logra es darle las armas para usarlas en su contra. “Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”. Esta es la parte referida a la mentira mezclada con verdad, o a la verdad mezclada con mentira, como quiera verse, que el Enemigo pone como respuesta a la mujer, respuesta que incita su curiosidad y que, como es bien sabido y como se verá más delante, llevan a tomar la decisión relativa a desobedecer a Dios. En efecto, parte de la respuesta, referida a la verdad contenida en la misma, es que los ojos de nuestros primeros padres serían abiertos, como realmente sucedió, pero de igual forma la respuesta iba mezclada con mentira pues señalando a Dios como mentiroso indicó que la muerte no sería consecuencia de esa desobediencia, lo cual, como es bien sabido, no fue así. Esta es la manera en que el Enemigo trabaja siempre: primero inicia en cada uno una aparente exposición de ideas sin un ánimo especial referido 75


a la desobediencia ya que es tan inteligente que no presentaría esto último abiertamente, el problema no es ese sino que inicia cuando uno entabla relación con dichas ideas mordiendo el anzuelo a manera del símil relativo a la pesca del pez. Una vez mordido el anzuelo pasa a la presentación de argumentos, generalmente una mezcla de verdades y mentiras para entonces y solo entonces presentar la opción relativa a la desobediencia. Así siempre ha sido, así siempre será. Repárese en este punto de la relatoría, a la luz de lo dicho hasta ahorita, como es que la información que presenta el Enemigo de igual forma puede ser introyectada en nuestro código genético. Vuélvase a leer el relato de Génesis 3:1-7 y percátese como es que lo que se conoce como la tentación de nuestros primeros padres viene del exterior, del Enemigo, no forma parte de su código genético, de hecho no puede pues el hombre, por lo dicho en otros apartados de la presente obra, no puede crear nada, ni siquiera información, pero sí puede acceder a ella, de esta forma en nuestros primeros padres no estaba en sí la opción relativa a la desobediencia basada en los argumentos expuestos sino que el Enemigo la presentó, de hecho, visto desde esta forma, antes que la mujer comiera del fruto del árbol de la ciencia del bien y el mal ya había comido, metafóricamente hablando, de la información que el Enemigo había puesto a su alcance introyectándola en su código genético. En este punto hay que hacer una aclaración pues como se dijo que el hombre no puede crear información sino sólo acceder a ella habrá quien, basado en la experiencia personal, pueda indicar que esto no es así sino que, en la línea de la desobediencia, muchos malos pensamientos, muchas malas emociones, tienen su origen precisamente en uno, de hecho incluso podrá citar la Escritura que señala que “del corazón vienen 76


los malos…”. Y en efecto, tendrá razón, pero eso no invalida lo dicho inicialmente. Veámoslo desde el punto de vista de nuestros primeros padres y luego desde el punto de vista de cada uno. Nuestros primeros padres no tenían en sí la información relativa a las argumentaciones que sustentarían la desobediencia, pero una vez introyectadas en su código genético dicha información pasó a formar parte de ellos normando a partir de ahí su vida, dicha vida estaría entonces regida lo mismo por la nueva información que su experiencia les proporcionara que por la información que ya estuviera contenida en su código genético, información que, al estar basada en verdades con mentiras, o mentiras con verdades, como quiera verse, le acarrearía aciertos y errores en la forma de alegrías y tristezas. Desde el punto de vista de cada uno pasa igual, uno llega al mundo prácticamente en blanco –prácticamente pues en el código genético ya se viene con información recibida24 como se ha comentado–, conforme la experiencia lo va permitiendo a esa información se la agrega, de manera natural e involuntaria, información percibida25, lo interesante es el tercer tipo de información que puede agregarse: la información contribuida26, de esta forma cada información que se va introyectando en el mismo con base en la experiencia pasa a formar parte de nuestra esencia, de esta forma el hombre no crea información pero sí accede a ella, ahora bien, él puede usar, manejar, combinar esa información para generar otra que no Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “El Hombre Interior”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 25 Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “El Hombre Interior”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 26 Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “El Hombre Interior”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 24

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necesariamente será nueva pero sí diferente dando esa sensación de crear cuando no es así. Es como el panadero, él no crea ninguno de los elementos que usa, pero los puede combinar de tal forma que genere productos diversos los cuales solo mostrarían las infinitas combinaciones de los materiales originales dando la impresión de creación cuando más bien podríamos señalar que se trata de utilización. Lo dicho en este apartado es de suma importancia para entender, más delante, a qué se refiere el término motivo de la presente obra referido a la mente de Cristo.

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La decisión Una vez que se establece la opción, como se comentó anteriormente, viene la parte relativa a la decisión. Esa parte es enteramente personal y la misma se sustenta en el libre albedrío. Si el Enemigo pudiera impeler a que alguien tomara una decisión contraria a la voluntad de Dios, dicha decisión estaría exenta de responsabilidades para quien así lo hiciere pues la misma no hubiera sido tomada libremente. Es por eso que una vez presentada la opción de desobediencia el Enemigo tiene que retirarse para que uno procese la información nueva que es presentada, a la luz de la información que uno ya tiene introyectada, y tome la decisión procedente. “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella” Aquí se muestran las tres fases del proceso interno que sigue a la tentación: la opción no parece tan mala, “y vio la mujer que el árbol era bueno para comer”, la opción comienza a ser aceptable, “y que era agradable a los ojos”, la opción llega a ser deseable, “y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría”. EL proceso es sutil pero eficiente si no se corta en alguno de sus puntos. Lo ideal sería rechazar la tentación desde que el Enemigo pone los primeros argumentos, desde que frente a uno pone la opción de la desobediencia, “someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7), pero incluso en estas tres partes del proceso interno puede cortarse el proceso, lo que si –y esto se aclara–, conforme se avance más y más en el proceso será más difícil hacer esto, es como un incendio forestal: si cuando el mismo se ha extendido unos cuantos metros 79


será más fácil apagarlo que si se deja se avance varias hectáreas. Ahora bien, si no logra detenerse dicho proceso viene su culminación: “y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella”. Como señala la Palabra: “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte” (Santiago 1:13-15)

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La consecución Una vez tomada la decisión, sea cual sea, lo que vienen son las consecuencias de la misma. En el caso del camino de la obediencia reflejado siempre en las bendiciones inherentes a ello, en el caso del camino de la desobediencia referido siempre a las maldiciones que le son propias. “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales” De esta forma nuestros primeros padres en efecto, accedieron a ese conocimiento referido al bien y al mal, conocimiento imperfecto; imperfecto, primero, por estar basado en mentiras mezcladas con verdades o verdades mezcladas con mentiras, y segundo, por sustentarse en la finita experiencia humana para avanzar a las infinitas verdades divinas a través del acierto y del error. El relato concluye con que en efecto los ojos de nuestros primeros padres les fueron abiertos a ese conocimiento imperfecto y deficiente, pero ¿qué hay de la otra parte, de lo que Dios les había advertido?, ¿la desobediencia les acarreó muerte? “El total de los días que Adán vivió fue de novecientos treinta años, y murió” (Génesis 5:5). Mucho más puede decirse de eso que se conoce como la caída ya que es el origen mismo de la experiencia humana, pero lo dicho hasta aquí es lo requerido por la presente obra que busca llegar a eso que se conoce como la mente de Cristo.

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En ese sentido puede decirse que si bien seguimos poseyendo ese libre albedrío, la opción que la humanidad ha optado, en la figura de nuestros primeros padres y en la realidad de la propia existencia de cada uno, es que con base en la propia experiencia basada en el acierto y el error, se ha optad por avanzar de esta forma hacia las verdades divinas, con todo y todo esto puede usarse acorde al plan de Dios a través de hacer trabajar en conformidad con esto con la información contribuida27. La información contribuida28 es aquella que requiere de nuestra voluntad para ser accesada al código genético, de esta forma esta información se diferencia de la recibida—que no podemos interactuar volitivamente con ella— o con la percibida —cuya interacción volitiva es mínima—. Mateo 16:26 Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma? Lucas 9:24 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ése la salvará.

Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “El Hombre Interior”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 28 Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “El Hombre Interior”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 27

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La información contribuida29 queda fuera del rango de interacción del alma dado que requiere de aplicación volitiva, consciente, intencionada, y por lo tanto sólo es posible de ser interactuada a través del espíritu. Gálatas 5:24 Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Ahora bien, esa acción volitiva, dadas nuestras características como humanos, se realiza aplicando dicha voluntad al ver, oír, hablar, tocar, oler, sentir y pensar. Ver Relacionado con el ver, lo que contribuimos está en función de esa capacidad volitiva para privarse de aquello que no es edificante y buscar lo que pueda ser de utilidad para el llamamiento al que se ha respondido. Las dos citas siguientes hacen referencia a los mismo: la ventana del alma son los ojos, si nuestros ojos, en vez de buscar aquello que sirva para edificación, van en pos de lo que agrade a nuestra naturaleza humana, la cual es rebelde y contraria a los designios de Dios. Mateo 6:22-23 La lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Más si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo

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será tenebroso. Así que, si la lumbre que en ti hay son tinieblas, ¿cuántas serán las mismas tinieblas? Lucas 11:34 La antorcha del cuerpo es el ojo: pues si tu ojo fuere simple, también todo tu cuerpo será resplandeciente; más si fuere malo, también tu cuerpo será tenebroso.

En este sentido, quien deja de lado la instrucción y pone sus ojos en aquello que la misma previene, se hace a sí mismo reo de condenación. Proverbios 21:4 Ojos altivos y corazón arrogante, lámpara de los impíos; eso es pecado. Isaías 5:20 ¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!

¿Qué puede hacerse para contribuir?, buscar en la Palabra escrita y la Palabra hecha carne la instrucción, corrección, edificación, perfeccionamiento y santificación que de nosotros espera nuestro Padre Dios. Salmos 119:18 Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley. 84


Salmos 119:105 Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Proverbios 6:23 Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza luz, y camino de vida las reprensiones de la instrucción Salmos 19:8 Los preceptos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el mandamiento de Jehová es puro, que alumbra los ojos. Salmos 18:28 Tú enciendes mi lámpara, oh Jehová; mi Dios que alumbra mis tinieblas. Hechos 26:18 para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mí, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados. La exhortación escritural es tan clara, tan vehemente, que de manera simbólica, en cuanto al ver, señala que si algo que en ese sentido uno hace y es contrario a la instrucción, eso debe ser extirpado de la vida propia a riesgo de acarrear condenación si no se hace. Mateo 5:28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 85


Mateo 5:29 Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecar, arráncalo y écha[lo] de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Mateo 18:9 Y si tu ojo te es ocasión de pecar, arráncatelo y échalo de ti. Te es mejor entrar en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos, ser echado en el infierno de fuego. Marcos 9:47 Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno Con todo y todo y respecto al ver, el hecho de atender lo que anteriormente se ha comentado respecto de esto, no debe llevar a la autocomplacencia de sentirnos más que los demás, mucho menos jueces y censores de los otros, sino que en humildad debemos primero que trabajar en nosotros para entonces ayudar al hermano. Mateo 7:3-5 ¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?, ¿o cómo puedes decir a tu hermano: ``Déjame sacarte la mota del ojo", cuando la viga está en tu ojo?, ¿hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano.

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Oír Relacionado con el oír, lo que contribuimos, al igual que con el ver está en función de esa capacidad volitiva para privarse de aquello que no es edificante y buscar lo que pueda ser de utilidad para el llamamiento al que se ha respondido. Las dos citas siguientes hacen referencia a la importancia que en el plan de salvación que Dios ha establecido para con la humanidad, tiene precisamente el oír ya que para llegar al correcto entendimiento se requiere escuchar la verdad siendo que esto traerá como consecuencia vida en quien acepte la instrucción. Romanos 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Mateo 4:4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Ahora bien, ese oír no implica sólo escuchar y ya, sino guardar lo que se ha escuchado, lo cual implica meditarlo, reflexionarlo, e ir creciendo en el entendimiento de las verdades que por medio del Espíritu de Dios, a través de la Palabra escrita y de la Palabra hecha carne, nos son reveladas. Proverbios 6:20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre.

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Lucas 11:28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.

Deuteronomio 13:4 En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. De esta forma el oír, es decir, el prestar atención a la instrucción es requisito ineludible para alcanzar salvación, después de todo ¿cómo actuará uno en consecuencia si desconoce aquello que puede darle la edificación necesaria? Con todo y todo, y si bien el oír es el paso inicial en el Camino, la verdad que a través de ese medio llega a uno no debe quedarse estéril, es decir, sólo a nivel de conocimiento, sino que la misma debe ponerse por obra. Mateo 7:24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Santiago 1:22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Malaquías 2:2 Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y 88


maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.

La revelación de la verdad es progresiva, no caótica sino ordenada, no errática sino edificante. Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Revelación 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

De igual forma, las verdades a las que se va accediendo deben ponerse a disposición de los demás para su propia edificación, para liberarlos del cautiverio del Enemigo, del Mundo y de la Carne y hacerles partícipes de la promesas dadas a los elegidos, obvio: si es que escuchan. Hechos 16:25 Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Mateo 18:15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.

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Hablar Relacionado con el hablar, lo que contribuimos, al igual que con el ver y el oír, está en función de esa capacidad volitiva para privarse de aquello que no es edificante y buscar lo que pueda ser de utilidad para el llamamiento al que se ha respondido. Las citas siguientes hacen referencia a esa necesidad de que de nuestra boca solo salgan palabras que sirvan para cumplir con la Gran Comisión –ir por todo el mundo y proclamar el Evangelio (Marcos 16:15-18 –, para testimonio ante las naciones, para ser sal de la tierra y luz del mundo y para la edificación del Cuerpo de Cristo.

Efesios 4:29 No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad [del momento,] para que imparta gracia a los que escuchan.

Colosenses 4:6 Que vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada [como] con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada persona.

Mateo 5:37 Antes bien, sea vuestro hablar: ``Sí, sí" [o] ``No, no"; y lo que es más de esto, procede del mal.

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Santiago 5:12 Y sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni con ningún otro juramento; antes bien, sea vuestro sí, sí, y vuestro no, no, para que no caigáis bajo juicio. Proverbios 12:22 Los labios mentirosos son abominación a Jehová; pero los que hacen verdad son su contentamiento. El poder que la Escritura revela respecto de nuestro hablar es claro y definitorio. Proverbios 18:21 La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. Por eso los consejos que da la Palabra referido al cuidar de nuestro hablar. Proverbios 13:3 El que guarda su boca guarda su alma; más el que mucho abre sus labios tendrá calamidad. Proverbios 15:4 La lengua apacible es árbol de vida; más la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu. Santiago 3:10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. 91


Salmos 34:13 Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. Proverbios 4:24 Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios. Para lo anterior, Pablo escribiendo a los de Colosas les indica aquello de lo que deben desprenderse, entre lo que hay lo que él llama lenguaje soez. Lo interesante de todo esto que Pablo menciona es que si es contrario a la voluntad de Dios todo procede de lo mismo –el Enemigo, el Mundo y la Carne– siendo así que ese lenguaje soez tiene de igual forma referentes y relación con los otros aspectos que Pablo menciona –ira, enojo, malicia, maledicencia–, ¿o se podrá tener un lenguaje soez que no contenga trazas de ira, enojo, malicia o maledicencia?, no lo creo. Colosenses 3:8 Pero ahora desechad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, lenguaje soez de vuestra boca. Referido sobre esto mismo, Jesús en su momento aclaró a los de su tiempo como es que lo que uno dice está íntimamente relacionado con lo que uno piensa o siente siendo esto, el decir, el paso necesario para que aquello pensado o sentido venga a realización. Mateo 5:21‭-‬22 ‬‭ Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera 92


que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Mateo 15:18‭-‬20‬‬‭ Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.

Es así como puede entenderse aquel dicho del Maestro dónde señalaba que lo que sale de uno, empezando por el hablar, es lo que finalmente termina definiéndonos. Mateo 12:35 El hombre bueno de [su] buen tesoro saca cosas buenas; y el hombre malo de [su] mal tesoro saca cosas malas.

Es por ello que, conforme señala la Escritura, incluso de nuestro hablar, dicho con ociosidad, deberemos rendir cuentas. Mateo 12:36 Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.

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Lucas 12:13 Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas. Por lo que hay que ser cautos con aquello que sale de nuestra boca y la única manera de ser cautos es pensar un poco en lo que está por decirse a la luz de la revelación que sobre ello la Palabra nos ha entregado. Santiago 1:19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse. Proverbios 10:19 En las muchas palabras no falta pecado; más el que refrena sus labios es prudente.

Finalmente, lo que en nuestra boca debe estar presente en todo momento, son las maravillas que Dios ha hecho como pate de Su plan para con la humanidad. Colosenses 4:5-6 Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. Tito 2:1 Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. 94


Salmos 71:8 Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día. Salmos 19:14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mío. Salmos 31:4 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. Salmos 105:1 Alabad a Jehová, invocad su nombre; dad a conocer sus obras en los pueblos.

Colosenses 3:17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Tocar Relacionado con el tocar, lo que contribuimos, al igual que con el ver, el oír y el hablar, está en función de esa capacidad volitiva para privarse de aquello que no es edificante y buscar lo que pueda ser de utilidad para el llamamiento al que se ha respondido.

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Las citas siguientes hacen referencia a esa necesidad de aquellas acciones mediante las cuales interactuamos con el mundo, sean un reflejo de esa fe que decimos profesar contribuyendo las mismas, como ya se ha comentado, para cumplir con la Gran Comisión –ir por todo el mundo y proclamar el Evangelio–, para testimonio ante las naciones, para ser sal de la tierra y luz del mundo y para la edificación del Cuerpo de Cristo. Como puede verse en la cita a continuación, literalmente desde el inicio de la humanidad, Dios ha estado con ella instruyéndola en aquellas cosas que le eran convenientes, sea que las mismas le acarreaban gozo y paz, como que de igual forman les permitían crecer en el conocimiento de Dios, tristemente la humanidad en muchas ocasiones ha desobedecido lo que de Dios viene yendo en pos de sus propios pensamientos con las desastrosas y dolorosas consecuencias que todos conocemos. Génesis 3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, ha dicho Dios: “No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis" Ahora bien, respecto de aquello de lo cual se ha instruido no hacer, la instrucción alcanza incluso a la manera en que uno debe tratar con aquellas personas que, rebelándose contra la Palabra, optan por hacer lo que prohibido está. Éxodo 19:13 “Ninguna mano lo tocará, sino que será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá" Cuando suene largamente la bocina ellos subirán al monte.

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Números 16:26 y habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos malvados, y no toquéis nada que les pertenezca, no sea que perezcáis con todo su pecado. De igual forma, la instrucción de Dios no se ha limitado en aquello que no convenía a la humanidad hacer sino incluso ha instruido en aquellas cosas que siendo convenientes hacer pero que las mismas deben hacerse con cierto orden para reflejar el carácter santo de las mismas. Números 4:15 Cuando Aarón y sus hijos hayan terminado de cubrir los [objetos] sagrados y todos los utensilios del santuario, cuando el campamento esté para trasladarse, vendrán después los hijos de Coat para transportar[los,] pero que no toquen los [objetos] sagrados pues morirían. Estas son las cosas que transportarán los hijos de Coat en la tienda de reunión. Pero incluso en lo anterior, es decir, en aquello que se ha entregado como instrucción para sí hacer uno debe tener cuidado en no imponer cargas que vayan más allá de lo que la Escritura establece pues se corre el riesgo de invalidarla. Lucas 11:46 Y Él dijo: ¡Ay también de vosotros, intérpretes de la ley!, porque cargáis a los hombres con cargas difíciles de llevar, y vosotros ni siquiera tocáis las cargas con uno de vuestros dedos.

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En cuanto a la instrucción entregada a Su pueblo, Dios sabe que en muchas ocasiones nuestra naturaleza pecaminosa nos inclinará a hacer aquello que es contrario a la voluntad de Dios, ante esto el desarrollo del carácter de

Dios en nosotros por medio de Su Santo Espíritu, debe llevarnos a decisiones fuertes, enérgicas, que simbólicamente presentadas como cortarse la mano que lleve a uno a pecar simbolizan ese rechazo, inmediato, contundente, a toda acción que sea contraria con el llamamiento del que hemos sido objeto. Mateo 5:30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Mateo 18:8 Y si tu mano o tu pie te es ocasión de pecar, córtatelo y échalo de ti; te es mejor entrar en la vida manco o cojo, que teniendo dos manos y dos pies, ser echado en el fuego eterno. Marcos 9:43 Y si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego inextinguible

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Oler Relacionado con el oler, lo que contribuimos, al igual que con el ver, el oír, el hablar y el tocar, está en función de esa capacidad volitiva para privarse de aquello que no es edificante y buscar lo que pueda ser de utilidad para el llamamiento al que se ha respondido. A diferencia del ver, oír, hablar o tocar, el oler en la Escritura es más sutil. No hay una cita que de alguna forma identifique la acción olfativa respecto de lo que es correcto para Dios de aquello que no lo es, como en el caso de los otros sentidos, de hecho, la mayoría de las citas que tienen al oler como referencia lo hacen en función de Dios, es decir, Él es el que puede percibir el aroma de lo que somos siendo ese aroma agradable o no para Él, con todo y todo, de manera indirecta uno puede percibir a través de esas citas el carácter perfecto y santo de Dios y, conforme al llamamiento, buscar replicarlo en nuestras vidas. Las citas siguientes hacen referencia precisamente a lo que a Dios le parece agradable de lo que no, siendo en este caso el sentido del olfato, simbólicamente hablando, el que permite establecer esa diferencia, lo cual, de igual manera, entrega instrucción que permite nuestra edificación. Es más que sabido que algo muerto, un cadáver pues, despide aromas que son por demás desagradables. De igual forma, espiritualmente hablando, quien no ha venido a salvación reo del pecado es y por lo tanto muerto en sí mismo por lo que el aroma espiritual que despide es más que desagradable. Por el contrario, aquella persona que respondiendo al llamamiento del Padre para venir a salvación en el presente siglo se ha 99


arrepentido de sus pecados siendo bautizado y recibiendo el Espíritu de Dios, ha pasado de muerte a vida (Juan 5:24; 1 Juan 3:14) con lo que su aroma ha cambiado. Lo importante de la cita a continuación, referida al tema del presente apartado, es que el esforzarse por vivir una vida conforme a la voluntad de Dios permitirá mantener ese aroma en uno, siendo que si uno descuida esto el aroma desagradable de la muerte puede regresar envolviéndonos. 2 Corintios 2:15-16 Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden; para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién está capacitado? De igual forma, y relacionado con el vivir acristiano, aquellas acciones justas que los santificados llevan a cabo conforme a la voluntad de Dios, llegan a ser para Él aroma agradable, siendo que la Escritura presenta precisamente el modelo de la vida cristiana que uno debe seguir para que todo lo que se haga cumpla con este ideal.

Filipenses 4:18 Pero lo he recibido todo y tengo abundancia; estoy bien abastecido, habiendo recibido de Epafrodito lo que habéis enviado: fragante aroma, sacrificio aceptable, agradable a Dios. El sacrificio de Cristo, cumplimiento de todas las figuras de los sacrificios que en el Antiguo Testamento se ofrecían, llegó al Padre como agradable aroma. De igual forma, “El que dice que permanece en él, debe andar 100


como él anduvo” (1 Juan 2:6) siendo el principal referente de ello el amor, primero a Dios (Marcos 12:30) y en segundo lugar al prójimo (Marcos 12:31), siendo que esto, vivido conforme al llamamiento que se ha respondido, de igual forma sube como aroma agradable a Dios. Efesios 5:2 y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma. La Escritura exhorta constantemente a los redimidos a vivir conforme al hombre nuevo (Efesios 4:22) crucificando la carne con sus pasiones y deseos (Gálatas 5:24), pues sabemos que “los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” (1 Corintios 6:9-10), ya que si “si sufrimos, también reinaremos con él; si le negáremos, él también nos negará” (2 Timoteo 2:12-14) Romanos 12:1 Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos [como] sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, [que es] vuestro culto racional. Como se comentó al inicio, al responder al llamado del Padre para venir a salvación en el presente siglo, el aroma de los elegidos ha cambiado. Con todo y todo seguimos siendo débiles, torpes y cobardes, más sin embargo en nosotros está la esperanza de que si nos mantenemos fieles (Revelación 2.10) seremos transformados a la venida de nuestro Señor (1 Corintios 15:52) 101


siendo semejantes a Él (1 Juan 3:2) con lo que nuestro aroma, por siempre y para siempre, será agradable para nuestro Padre. Ezequiel 20:41 Como aroma agradable os aceptaré, cuando os haya sacado de entre los pueblos y os haya recogido de las tierras donde estáis dispersos; y mostraré mi santidad entre vosotros a la vista de las naciones. Sentir Si bien el hablar, el oír, el ver, el tocar y el oler se enfocan a acciones volitivas que relacionadas con lo que contribuimos deben considerarse a la luz de la Escritura para privarse de aquello que no es edificante y buscar lo que pueda ser de utilidad para el llamamiento al que se ha respondido, en nuestro interior generalmente hay dos procesos que tienen verificativo previo y los cuales, de igual forma, deben ser considerados según la Palabra: el sentir y el pensar. Sobre el sentir, las citas siguientes hacen referencia a ese cuidado que los elegidos que hemos respondido al llamado del Padre para venir a salvación debemos presentar con relación a las emociones que como parte de lo que somos llegamos a experimentar, esto porque, contrariamente a la corriente del mundo, dichas emociones no definen de tal forma que inexorablemente estemos sujetos a sus vaivenes sino que las mismas, al igual que todo lo que somos, pueden ser controladas, edificadas, perfeccionadas y santificadas.

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Primeramente hay que entender que existe un estado natural y otro espiritual referido al sentir, siendo que los elegidos deben transitar del primero hacia el segundo para mostrar en sí el carácter de hijos de Dios. Proverbios 16:32 Mejor es el lento para la ira que el poderoso, y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad. Pero para lo anterior debe reconocerse lo que ya se dijo, que el estado inicial de nuestro sentir es natural y por lo tanto contrario a Dios, pero que con la ayuda de Su Espíritu puede ser edificado para mostrar Su carácter. Jeremías 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Mateo 15:18‭-‬20‬‬‭ Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre. Lo anterior, por propia definición, es imposible realizarlo a nosotros por nosotros mismos, pero si confiadamente nos ponemos en las manos de Dios, Su Espíritu irá desarrollando en nosotros Su carácter perfecto y santo.

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Salmos 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. Siendo que el resultado final de dicho proceso será el habilitarnos para heredar las promesas. Mateo 5:8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Salmos 139:23 Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis inquietudes. Proverbios 3:5-6 Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócele en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas. Filipenses 4:7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús. Ahora bien, ¿y qué nos corresponde a nosotros? Si bien el Espíritu de nuestro Padre Dios comienza desde el mismo momento en que aceptamos su llamamiento a trabajar en nosotros, es menester de nuestra parte participar activamente en dicho proceso, no porque nuestro esfuerzo lo logre, sino porque es requerido para que el Espíritu pueda trabajar en cada uno de nosotros. 104


Colosenses 3:2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Romanos 8:6 Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz; De esta forma puede entenderse que lo que nos es requerido es crecer en fe, sí, pero también poner por obra esa fe que decimos profesar. Hebreos 11:9-10 Por la fe [Abrahám] habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en [tierra] extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa, porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. 2 Corintios 5:7 (porque por fe andamos, no por vista); Romanos 1:17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe [y] para fe; como está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA. Santiago 1:22‭-‬25‬‬‭ Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí 105


mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace. Pensar Como ya se comentó, el hablar, el oír, el ver, el tocar y el oler se enfocan a acciones volitivas que relacionadas con lo que contribuimos deben considerarse a la luz de la Escritura para privarse de aquello que no es edificante y buscar lo que pueda ser de utilidad para el llamamiento al que se ha respondido. De igual forma se dijo que en nuestro interior generalmente hay dos procesos que tienen verificativo previo y los cuales, de igual forma, deben ser considerados según la Palabra: el sentir y el pensar. Sobre el sentir ya se comentó lo pertinente en el apartado anterior, toca ahora el turno al pensar. Respecto del pensar, las citas siguientes hacen referencia a ese cuidado que los elegidos que hemos respondido al llamado del Padre para venir a salvación debemos presentar con relación a los pensamientos que como parte de lo que somos llegamos a experimentar, esto porque, contrariamente a la corriente del mundo, dichos pensamientos no definen de tal forma que inexorablemente estemos sujetos a sus vaivenes sino que los mismos, al igual que los sentimientos vistos anteriormente y de hecho todo lo que somos, pueden ser controlados, edificados, perfeccionados y santificados.

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Lo primero de verse, es que en cuestión del pensamiento correcto, este no surge de manera espontánea en nuestra vida, tampoco tiene que ver con la formación secular que uno reciba, sino que finalmente se sustenta en la revelación que deviene del Padre de Sus verdades contenidas en Su Palabra, por lo que es ésta, en primera y última instancia, la que debe guiar la maduración de ese pensamiento correcto. Proverbios 22:17 Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios, y aplica tu corazón a mi conocimiento; Ahora bien, el conocimiento y la comprensión que devienen de la Palabra debe servir para edificar sobre ello ese pensamiento que finalmente será el que guía lo que somos y lo que hacemos, siendo esto posible a través del estudio, la meditación y la oración con y por medio de la Palabra. Filipenses 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad. Lo anterior debe traer como consecuencia natural –natural hablando de manera espiritual, no natural en su acepción carnal– tanto a la corrección como a la edificación en uno del correcto pensamiento, lo primero reflejado en el arrepentimiento de lo que es incorrecto, lo segundo a través de la instrucción y la motivación.

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Isaías 55:7 Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar. Colosenses 3:2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Job 37:14 Escucha esto, Job, detente y considera las maravillas de Dios. Hageo 1:5 Ahora pues, así dice Jehová de los ejércitos: Considerad bien vuestros caminos.

Siendo que en ese proceso nuestro pensamiento irá modificándose para reflejar, como Cristo, el carácter perfecto y santo de nuestro Padre Dios. Lucas 13:2 Respondiendo [Jesús,] les dijo: ¿Pensáis que estos galileos eran [más] pecadores que todos los [demás] galileos, porque sufrieron esto? Romanos 14:14 Yo sé, y estoy convencido en el Señor Jesús, de que nada es inmundo en sí mismo; pero para el que estima que algo es inmundo, para él lo es.

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1 Corintios 13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; [pero] cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño. 1 Corintios 14:15 Entonces ¿qué? Oraré con el espíritu, pero también oraré con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero también cantaré con el entendimiento. 1 Corintios 14:20 Hermanos, no seáis niños en la manera de pensar; más bien, sed niños en la malicia, pero en la manera de pensar sed maduros. La meta de todo lo anterior, el objetivo de todo ese proceso, es formar a Cristo en nosotros (Gálatas 4:19), quien es a su vez imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15) Efesios 4:23 y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente, 2 Timoteo 2:7 Considera lo que digo, pues el Señor te dará entendimiento en todo. 1 Pedro 4:1 Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne, armaos también vosotros con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado

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Filipenses 2:5 Haya, [pues,] en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, Filipenses 3:15 Así que todos los que somos perfectos, tengamos esta [misma] actitud; y si en algo tenéis una actitud distinta, eso también os lo revelará Dios;

Pero aparte de la información recibida30, la información percibida31 y la información contribuida32, hay un cuarto tipo de información que le es dada a los elegidos que respondiendo al llamamiento del Padre vienen a salvación en el presente siglo: la información inspirada33.

La revelación más impactante que hace la Escritura, después del plan de salvación diseñado por Dios desde la eternidad, es el hecho de que podemos participar activamente en ello. Como ya se comentó, la esencia del ser humano es intangible, con todo y todo eso intangible se vuelve tangible cuando podemos identificar, como se ha hecho, aquello que en el hombre no cambia y por consiguiente

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evidencia lo que en él es inmanente en cuanto a su naturaleza, de igual forma, esto permite identificar que en eso intangible no sólo va lo que por naturaleza misma ya contiene, sino también aquella información que de nuestro interactuar con la realidad deviene, pero aún más: uno de manera consciente, deliberada, con propósito pues, puede participar en este proceso como la misma Escritura lo señala. Esta participación en este proceso en la Escritura es conocida como adquirir conocimiento, pero no conocimiento mundano sino conocimiento divino, y sobre esto hay que hacer tres aclaraciones. La primer aclaración, y muy importante, es que cuando se menciona adquirir conocimiento no se refiere de manera exclusiva ni excluyente a los procesos cognitivos inherentes de manera común a esa frase, sino que se refiere a ese conocimiento vivencial que de igual forma incide, afecta, modifica a quienes participan en ello de manera material, intelectual, emocional y espiritual. Es por ello que la Escritura es vehemente en exhortar a poner por obra la fe que uno dice profesar: Santiago 2 14 Hermanos

míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe,

y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15 Y

si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen

necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y

alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero

no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así

también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

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El poner por obra permite no sólo conocer algo sino que, si ese algo es significativo, llegar a sentirlo, a palparlo, a entenderlo, lo cual lleva a quien así hace a transformarse. Esto, como se dijo al inicio, es importante tenerlo en mente pues las referencias escriturales que mencionan esta adquisición de conocimiento deben entenderse en el amplio sentido de la expresión para no quedarse en un mero ejercicio intelectual, sino en un vivir conforme a la Palabra para llegar a transformarnos en la Palabra. La segunda aclaración, respecto de este adquirir conocimiento, es que dado que este conocimiento no es mundano sino divino, necesaria y forzosamente debe hacerse mediante y por la acción del Espíritu de Dios —aquí es donde entra el cuarto tipo de información que igualmente puede pasar a ser parte del código genético: la información inspirada34—. No hay manera en que el ser humano, de manera natural y por sus propios esfuerzos o capacidades, pueda llegar a aprehender el conocimiento — material, emocional, intelectual y espiritual— al que hace referencia la Escritura, es así como se vuelve imperante, por un lado recibir con el bautismo y la imposición de manos el Espíritu de Dios para iniciar ese andar por el Camino y, por otro lado, constantemente, en oración, pedir al Padre que revele las verdades que desea sean conocidas por uno, que ayude a poner esas verdades por obra, y que esas verdades transformen a cada uno en aquello que Dios pensó desde la Eternidad. Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces

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La tercer y última aclaración, es que esta adquisición de conocimiento, conocimiento divino que nos transforma física, mental, emocional y espiritualmente, es un proceso que se está dando en el presente siglo, y que de la misma forma, por nuestra aún naturaleza pecaminosa, débil, cobarde, es imperfecto: 1 Corintios 8:2 Si alguno cree que sabe algo, no ha aprendido todavía como lo debe saber 1 Corintios 13:9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos 1 Corintios 13:10 pero cuando venga lo perfecto, lo incompleto se acabará. 1 Corintios 13:12 Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido. Esto quiere decir que habrá cosas que no se comprendan, más aún, que habrá cosas que aunque se comprendan costará ponerlas por obra, y todavía más, que incluso aquellas cosas que no se comprendan del todo pero que se pongan por obra, no necesariamente harán de manera definitiva y definitoria un cambio físico, emocional, intelectual o espiritual, pero —y esto es lo importante— nuestra participación volitiva en ello es el requisito necesario para alcanzar aquel estado futuro donde la revelación

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sea plena y nuestra participación en la familia de Dios como hijos suyos sea perfecta y santa. 2 Pedro 3:18 antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él [sea] la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. La adquisición del conocimiento al que hace referencia la Escritura es un proceso que, emulando los procesos naturales del humano carnal, de igual forma va edificando al hombre espiritual. Efesios 3:17-19 de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones; [y] que arraigados y cimentados en amor, seáis capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seáis llenos hasta [la medida de] toda la plenitud de Dios. La comprensión que en el Camino uno va obteniendo permite, por la acción del Espíritu de Dios, acceder a conocimiento que de manera natural no se podría acceder, pero que más importante aún, lleva a los elegidos a la plenitud del mismo.

1 Pedro 2:2 desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación, 114


De nueva cuenta, emulando los procesos naturales del hombre carnal, al venir a salvación respondiendo al llamado del Padre y siendo bautizados para perdón de los pecados y recibiendo el Espíritu de Dios por la imposición de las manos, uno comienza a adquirir ese conocimiento que sólo la Palabra de Dios revela. Padreo aquí referencia eso con la leche espiritual, pero claramente señala que eso será mientras uno esté en el estado de niño recién nacido, ¿recién nacido a qué?, a la vida nueva que en Cristo hemos sido llamados (Efesios 4-17-32), pero de igual forma la Escritura insta a avanzar, a no quedarse en la leche espiritual apta para niños recién nacidos sino crecer en ese conocimiento que permita acceder al alimento sólido, es decir, verdades más amplias, más profundas. Colosenses 3:16 Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos [y] canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones. ¿Cómo puede uno participar en este proceso de aprehender conocimiento divino que sea ingresado en nuestra esencia? Aquí Pablo da unas sugerencias que permiten entender que lo que uno ve, oye, habla, hace, piensa o siente va incidiendo en esa información, en ese conocimiento —material, intelectual, emocional y espiritual— que es ingresado de manera consciente, deliberada, con propósito, en la esencia que somos. 1 Timoteo 4:15

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Reflexiona sobre estas cosas; dedícate a ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente a todos.

Pablo escribiendo a Timoteo, en el mismo orden de lo que ya se ha comentado, de nueva cuenta señala la manera en que el conocimiento divino es accesado con la participación de cada uno en la esencia misma de lo que se es: fe y obras. Reflexionar implica ese proceso mediante el cual uno adquiere conocimiento, comprensión, pero luego, para que ese conocimiento permee las otras áreas de la persona —física, mental, emocional y espiritual— debe ser puesto por obra.

Efesios 4:15 sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos [los aspectos] en aquel que es la cabeza, [es decir,] Cristo,

De igual forma, Pablo escribiendo a los Efesios hace hincapié en que todo nuestro ser debe estar volcado en adquirir ese conocimiento al que hace referencia la Escritura, en aprehenderlo hasta ingresarlo en la esencia misma de lo que somos: hablando la verdad en amor. Aquí aparece otro rasgo interesante de notar e importante de poner en práctica: el testimonio, la proclamación, forma parte —de hecho una parte decisiva— para que ese conocimiento que se ha ido adquiriendo, a través de un fluir a los demás, termine por impregnar en lo más profundo la esencia misma de lo que somos. 1 Corintios 13:11 116


Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; [pero] cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño. En cita precedente Pedro ha instado a desear la leche espiritual, pero con la aclaración de que esto es mientras uno está en la condición de niño recién nacido, en esta cita Pablo señala que esto es un proceso que debe llevarnos a, en su momento, dejar las cosas de niño y llegar a ser hombres, siendo que si uno no está avanzando en ello es que se ha quedado estancado en dicho proceso lo cual no es fatal en el sentido que no pueda hacerse algo pero sí requiere de la participación volitiva de cada uno para procurar que aquello que se vea, hable, oiga, haga, piense o sienta sea en el sentido de la adquisición del conocimiento al que hace referencia la Escritura. Colosenses 2:6-7 Por tanto, de la manera que recibisteis a Cristo Jesús el Señor, [así] andad en El; firmemente arraigados y edificados en El y confirmados en vuestra fe, tal como fuisteis instruidos, rebosando de gratitud. Dado que la adquisición del conocimiento al que hace referencia la Escritura es un proceso, dicho proceso debe cuidarse, ¿por qué?, porque el mismo puede ser maleado por el Enemigo, por el Mundo o por la carne, ¿y cómo será eso?, como lo ha sido en toda la historia humana, como queda evidenciado por la Escritura, como nos muestra la historia de la iglesia: cuando ese conocimiento se aleja de las verdades reveladas siendo que para cuidar de ello, para edificar en la verdad, dicho conocimiento debe constantemente estar siendo contrastado con la Ley y

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el Testimonio (Isaías 8:20), con las doctrinas de la iglesia, columna y sostén de la verdad (1 Timoteo 3:15). Colosenses 3:9-10 No mintáis los unos a los otros, puesto que habéis desechado al viejo hombre con sus [malos] hábitos, y os habéis vestido del nuevo [hombre,] el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de aquel que lo creó; Cuando uno comprende cómo funciona la esencia del ser humano y la manera en que volitivamente uno puede participar con el Espíritu de Dios que mora en cada elegido para adquirir conocimiento, para aprehender comprensión, comienza a ver cómo es que la Escritura rebosa de sugerencias, de consejos muy prácticos para ello, sugerencias y consejos que, si bien están a la mano de todos, implican esfuerzo para ser ingresados en la esencia de lo que se es incidiendo en cada uno de manera física, mental, emocional y espiritual.

Hebreos 6:1-2 Por tanto, dejando las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez, no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas y de la fe hacia Dios, de la enseñanza sobre lavamientos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.

De nueva cuenta Pablo es reiterativo en el sentido de ese avance, de ese crecimiento que se espera de los elegidos donde del conocimiento básico, 118


primario, fundamental que son las doctrinas de la iglesia, se avance a través del estudio, la oración y la meditación hacia verdades más profundas, verdades que deberán ser puestas por obra para que ingresadas en la esencia de lo que se es, permita la transformación personal física, mental, emocional y espiritual. Juan 15:5 Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. En consonancia con lo que ya se ha comentado, en esta cita Cristo señala una verdad que debe ser considerada por todo aquel que anda en el Camino, no son las ideas, los pensamientos o las razones de cada uno las que deben guiar ese crecimiento en el conocimiento que menciona la Escritura, sino que deben ser las ideas, los pensamientos y las razones divinas las que deben ir cambiando a uno, las que deben ir moldeando a uno, por eso Jesús claramente señala que separados de Él nada se puede hacer, nada se puede lograr, siendo así la pregunta es aquello que veo, oigo, hablo, hago, pienso o siento ¿tiene su fuente en la Palabra, escrita y hecha carne?, si la respuesta es no, cuidado: se está uno nutriendo de alimento que terminará por accesarse en nuestra esencia pero que no ayudará para nada en cuanto al llamamiento que del Padre se ha respondido. Santiago 1:2-4 Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que [os] halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia,

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y que la paciencia tenga [su] perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que [os] falte nada. Romanos 5:3-4 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza; No puede negarse que este adquirir conocimiento, conocimiento conforme a lo que la Escritura señala, al ser contrario a la naturaleza de cada uno, al ser contrario de la corriente del Mundo, al ser contrario de las intenciones del Enemigo, generan un conflicto que deviene en pruebas, tribulaciones, sufrimientos, pero de igual forma e incluso estos estados negativos, sirven para el propósito para el cual cada uno fue llamado ya que como señala la Palabra “sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito” (Romanos 8:28). 2 Corintios 3:18 Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu. ¿Cuál es la finalidad de este adquirir conocimiento, de este aprehender las verdades? Como ya se ha comentado: la transformación física, mental, emocional y espiritual, transformación imposible para el ser humano pero posible para Dios (Lucas 18:27), transformación que si bien fuera de nuestro alcance exige, requiere de nuestra participación volitiva, siendo que el sentido de la misma, es decir de esa transformación, es llegar a reflejar a Cristo en nosotros (2 Corintios 3:18). 120


La Mente de Cristo

En este punto de la presente obra debe quedar claro que existen cuatro tipo de informaciones relacionadas con los hijos de Dios: la información recibida, que es aquella con la que ya nacemos y que nos identifican con las características particulares que cada uno posee; la información percibida, que es aquella que de manera natural, automática e involuntaria recibimos a través de nuestros sentidos; la información contribuida, que es aquella que requiere de nuestra voluntad para ser aprehendida; y, relacionada con el Espíritu Santo, la información inspirada, que es aquella referida a las verdades divinas y a la cual sólo puede accederse por la acción del Santo Espíritu de nuestro Padre Dios que mora en nosotros. Adelantándonos un poco, ¿cuál podrá ser esa mente de Cristo? Veamos lo que la Palabra declara. Isaías 7 14 Por

tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen

concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.[a] 15 Comerá

mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y

escoger lo bueno. La mente tiene que ver con el entendimiento y, en esta cita de Isaías, claramente se refiere al Cristo como aquel que habría de desechar lo malo y escoger lo bueno. A este respecto 1 Juan 3:4 señala que “todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley”, de igual 121


forma 1 Pedro 2:22 señala, halando de Cristo, “el cual no hizo pecado; ni fue hallado engaño en su boca”, y para mayor énfasis de esto, respecto de Cristo, Juan 3:9 señala que “ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. De esta forma la mente de Cristo, plena del Espíritu de Dios, con los cuatro tipos de informaciones que se han comentado, se desenvuelve en un estado de perfección y santidad. Pero, ¿qué hay de sus seguidores?, después de todo hablando de nosotros se señala que poseemos la mente de Cristo. Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. Éxodo 28:3 Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que sea mi sacerdote. Éxodo 31:2‭-‬3‬‭ Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte,

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1 Corintios 2:9‭-‬14‬‬‭ Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. Efesios 1:17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, Colosenses 3:10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno Como todo esto debe de quedar más que clara la acción del Espíritu de Dios para permitir acceder a esa información relativa a las verdades divinas, información que de otra forma sería imposible para nosotros acceder y que en la presente obra se ha mencionado como información inspirada. 123


De igual forma debe quedar más que clara la interacción de los cuatro tipos de información en los hijos de Dios como parte de esa comprensión requerida para alcanzar la mente de Cristo: la información recibida, la información percibida, la información contribuida y la información inspirada. Como cierre de lo dicho hasta aquí, puede señalarse Proverbios 8 el cual es un resumen que presenta a Cristo, a la humanidad, a los cuatro tipo de informaciones mencionados: recibida, percibida, contribuida e inspirada, a las opciones que siempre han estado presentes referidas a los dos camino: el del árbol de la vida y el del árbol de la ciencia del bien y el mal, y al libre albedrío dado por Dios a los hombres. Proverbios 8 [Información recibida, percibida, contribuida] 1 ¿No

clama la sabiduría,

Y da su voz la inteligencia? 2 En

las alturas junto al camino,

A las encrucijadas de las veredas se para; 3 En

el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad,

A la entrada de las puertas da voces: 4 Oh

hombres, a vosotros clamo;

Dirijo mi voz a los hijos de los hombres. [Información inspirada] 5 Entended,

oh simples, discreción;

Y vosotros, necios, entrad en cordura. 124


6 Oíd,

porque hablaré cosas excelentes,

Y abriré mis labios para cosas rectas. 7 Porque

mi boca hablará verdad,

Y la impiedad abominan mis labios. 8 Justas

son todas las razones de mi boca;

No hay en ellas cosa perversa ni torcida. 9 Todas

ellas son rectas al que entiende,

Y razonables a los que han hallado sabiduría. 10 Recibid

mi enseñanza, y no plata;

Y ciencia antes que el oro escogido. 11 Porque

mejor es la sabiduría que las piedras preciosas;

Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella. 12 Yo,

la sabiduría, habito con la cordura,

Y hallo la ciencia de los consejos. [Dos opciones, dos caminos] 13 El

temor de Jehová es aborrecer el mal;

La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco. [El árbol de la vida] 14 Conmigo

está el consejo y el buen juicio;

Yo soy la inteligencia; mío es el poder. 15 Por

mí reinan los reyes,

Y los príncipes determinan justicia. 16 Por

mí dominan los príncipes,

Y todos los gobernadores juzgan la tierra. 17 Yo

amo a los que me aman,

Y me hallan los que temprano me buscan. 125


18 Las

riquezas y la honra están conmigo;

Riquezas duraderas, y justicia. 19 Mejor

es mi fruto que el oro, y que el oro refinado;

Y mi rédito mejor que la plata escogida. 20 Por

vereda de justicia guiaré,

Por en medio de sendas de juicio, 21 Para

hacer que los que me aman tengan su heredad,

Y que yo llene sus tesoros. 22 Jehová

me poseía en el principio,

Ya de antiguo, antes de sus obras. 23 Eternamente

tuve el principado, desde el principio,

Antes de la tierra. 24 Antes

de los abismos fui engendrada;

Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas. 25 Antes

que los montes fuesen formados,

Antes de los collados, ya había sido yo engendrada; 26 No

había aún hecho la tierra, ni los campos,

Ni el principio del polvo del mundo. 27 Cuando

formaba los cielos, allí estaba yo;

Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo; 28 Cuando

afirmaba los cielos arriba,

Cuando afirmaba las fuentes del abismo; 29 Cuando

ponía al mar su estatuto,

Para que las aguas no traspasasen su mandamiento; Cuando establecía los fundamentos de la tierra, 30 Con

él estaba yo ordenándolo todo,

Y era su delicia de día en día, Teniendo solaz delante de él en todo tiempo.

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31 Me

regocijo en la parte habitable de su tierra;

Y mis delicias son con los hijos de los hombres [El libre albedrío] 32 Ahora,

pues, hijos, oídme,

Y bienaventurados los que guardan mis caminos. 33 Atended

el consejo, y sed sabios,

Y no lo menospreciéis. 34 Bienaventurado

el hombre que me escucha,

Velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas. 35 Porque

el que me halle, hallará la vida,

Y alcanzará el favor de Jehová. 36 Mas

el que peca contra mí, defrauda su alma;

Todos los que me aborrecen aman la muerte. De esta forma la mente de Cristo es ese conocimiento perfecto del bien y el mal, tan perfecto que por propia definición sólo puede optar por el bien, pero de igual forma, como consecuencia de la decisión de la humanidad representada por nuestros primeros padres, se ha optado por el camino del árbol de la ciencia del bien y el mal, de la experiencia propia, para alcanzar aquellas verdades divinas, camino que, como se ha revelado y como se ha experimentado, dado que incluyen el acierto y el error, está lleno de dolor, sufrimiento y muerte. Con todo y todo hay dudas que quedan en el aire: ¿cómo se relaciona la creación lo que en esencia somos, los cuatro tipos de información y la historia de la salvación?; además, aunque Pablo dice que tenemos la mente de Cristo, es más que evidente que ahorita no poseemos ese 127


conocimiento perfecto del bien y el mal, ¿cómo entender esto?; por otra parte sabemos que el conocimiento de Dios, como Él mismo, es infinito, ¿quiere decir esto que nunca lo alcanzaremos?; por último, aunque alcancemos ese conocimiento perfecto del bien y el mal, tan perfecto que solo podamos optar por elegir el bien, ¿qué pasará con toda esa experiencia dolorosa que cada uno en lo personal y la humanidad en lo general carga como parte del camino de la ciencia del bien y el mal, de la experiencia, que optamos? Todo esto se responderá en el siguiente y último apartado de la presente obra.

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El horizonte de eventos Wolfgang Rindler, en su tesis doctoral de la universidad de Londres de 1956, Problems in Relativistic Cosmology, 35es quien introduce el concepto de horizonte de eventos, en el contexto de la cosmología relativista. Luego se aplicaría a los agujeros negros. El Capítulo VI de su tesis se lo dedica a los "Horizontes Visuales". Luego de explicar el problema que representan en la cosmología, y el hecho de que hasta ese momento nadie los ha tratado con rigor, procede a su definición: "En primer lugar, definimos un horizonte, más o menos, como la frontera entre objetos que pueden observarse y aquellos que no. Por consiguiente, hay dos tipos de horizontes que han atraído la atención en distintas épocas. El primero, que llamaré Horizonte de Eventos, está ejemplificado por el modelo cosmológico de de Sitter y también por el modelo del estado estacionario, que utiliza el mismo susbtractum. Un Horizonte de Eventos, para cierto observador A, es una superficie en el espacio-tiempo que divide los eventos en dos clases no vacías: aquellos que han sido, son y serán observados por A, y aquellos que estarán para siempre fuera del poder de observación del A". En el caso de un agujero negro, el horizonte de eventos es la superficie que lo rodea, y que esconde fenómenos que un observador fuera de él, según Rindler, jamás verá36. Este término, en cosmología, ha quedado íntimamente relacionado con los agujeros negros, ¿por qué?, porque en los mismos, dadas las leyes que rigen el universo, hay un punto del cual más allá no puede pasarse, ni para observarse, ni para entenderse. 35

Wolgang Rindler. Problems in Relativistic Cosmology, PhD Thesis, https://spiral.imperial.ac.uk/handle/10044/1/44219 36 ¿Qué es el horizonte de eventos?, https://es.quora.com/Qu%C3%A9-es-el-horizonte-de-eventos 129


El horizonte de eventos es una superficie imaginaria de forma esférica que rodea a un agujero negro, en la cual la velocidad de escape necesaria para alejarse del mismo coincide con la velocidad de la luz. Por ello, ninguna cosa dentro de él, incluyendo los fotones, puede escapar debido a la atracción de un campo gravitatorio extremadamente intenso. Las partículas del exterior que caen dentro de esta región nunca vuelven a salir, ya que para hacerlo necesitarían una velocidad de escape superior a la de la luz y, hasta el momento, la teoría indica que nada puede alcanzarla. Por tanto, no existe modo de observar el interior del horizonte de eventos, ni de transmitir información hacia el exterior. Esta es la razón por la cual los agujeros negros no tienen características externas visibles de ningún tipo, que permitan determinar su estructura interior o su contenido, siendo imposible establecer en qué estado se encuentra la materia desde que rebasa el horizonte de eventos hasta que colapsa en el centro del agujero negro. Si cayéramos en un agujero negro, en el momento de atravesar el horizonte de eventos no notaríamos ningún cambio, ya que no se trata de una superficie material, sino de una frontera imaginaria, alejada de la zona central donde se concentra la masa. La característica peculiar de esta frontera es que representa el punto de no retorno, a partir del cual no puede existir otro evento más que

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caer hacia el interior, dando así origen al nombre de esta superficie37.

Fuente: https://i0.wp.com/e00elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/04/26/14932187129093.jpg?w=1080

De este forma, en el contexto de la cosmología relativista, el horizonte de eventos es ese límite dado por las mismas leyes que rigen el universo, entre lo que podemos conocer y o que no podemos conocer. Aplicando el mismo término al tema desarrollado en la presente obra, sobre todo a raíz

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TEMA 4: EL FUTURO DE LA TEORÍA DE LA GRAVITACIÓN Y LA ASTROFÍSICA, http://www.iac.es/cosmoeduca/gravedad/temas/g4agujero.htm; Los agujeros negros, http://www.comoves.unam.mx/assets/revista/44/los-agujeros-negros.pdf; Agujeros negros, https://www.nationalgeographic.es/espacio/agujeros-negros; ¿Qué es el horizonte de sucesos?, https://www.abc.es/ciencia/abci-primera-foto-agujero-negro-horizonte-sucesos201904101216_noticia.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F 131


de las dudas que quedan en el aire, se intentará llegar a ese límite que la misma comprensión para lo explicado establece, entendiendo que más allá dicho límite es infranqueable pues pertenece al reino de lo divino, con todo y todo, tal como sucede en el horizonte de eventos en el contexto de la cosmología relativista, hay un vislumbre que permite, en el caso de la presente obra, comprender lo que es comprensible. ¿Cómo se relaciona la creación lo que en esencia somos, los cuatro tipos de información y la historia de la salvación? Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis. Habacuc 1:5 Al abordarse, no de manera doctrinal sino con un espíritu de comprensión, la manera en que todo pudo haber sido creado, se propuso la explicación de que Dios literalmente crea el todo de la nada. Se comentó que Dios no puede crear algo a partir de Él pues entonces veríamos esa parte de Él participando de la corrupción, el pecado y la muerte, como vemos en la creación, lo cual es un absurdo. También se dijo que Dios no puede crear algo que no sea Él pues entonces se tendría un Dios incompleto que le faltaría precisamente ese algo creado que no fuese Él. La manera de salvar esto, respecto del asunto de la creación, es señalando que Dios se retrae del todo, que es Él mismo, generando un espacio donde no hay nada, creando, por así decirlo, la nada.

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Esto no viola lo dicho anteriormente ya que lo creado es nada y la nada no puede hacerle falta a Dios. De igual forma conteniendo la nada con su totalidad crea la esencia de las cosas. Esto se explicó usando los quarks, el fundamento de todo lo creado, como ejemplo. La manera en que se ve tradicionalmente a los quarks –como de igual forma a moléculas, átomos y electrones, protones y neutrones– es que esos son la realidad y están rodeados de nada, esto es absurdo pues la nada entonces sería infinita y solo Dios es infinito, la manera propuesta en la presente obra gira en torno a ver aquellas realidades primarias al revés: el todo sería lo que las rodeara siendo ellas mismas los efectos que sobre la nada vemos respecto del todo. De esta forma puede entenderse muchos pasajes que hablan precisamente de la nada que es la creación y de la nada que significa el hombre.

Salmos 144:4 El hombre es semejante a la vanidad: Sus días son como la sombra que pasa Salmos 39:5 He aquí, tú has hecho mis días muy breves, y mi existencia es como nada delante de ti; ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es sólo un soplo. Santiago 4:14 Sin embargo, no sabéis cómo será vuestra vida mañana. Sólo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.

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Job 8:9 Porque nosotros somos de ayer y nada sabemos, pues nuestros días sobre la tierra son como una sombra. 1 Corintios 7:31 y los que aprovechan el mundo, como si no lo aprovecharan plenamente; porque la apariencia de este mundo es pasajera. 1 Juan 2:17 Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 2 Corintios 4:18 Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno. De igual forma se señaló que la esencia del hombre, lo que nos define como humanos, está contenida en el código genético, lo cual perceptiblemente es lo único que permanece inmutable a lo largo de la existencia humana, pero de igual forma se señaló que dicho código genético es la parte visible de aquello que el mismo contiene: información. En este punto se señaló que existen cuatro tipo de informaciones: la información recibida –que es la que de inicio traemos contenida en el código genético y que implica las características de lo que somos y tenemos–, la información percibida –que es toda aquella que de manera involuntaria, natural, se percibe del mundo y de lo que somos a través de los sentidos–, la información contribuida –que es aquella información que requiere de nuestra voluntad para ser aprehendida–, y la información 134


inspirada– que es aquella referida a las verdades divinas y que sólo puede ser dispensada por el Espíritu de Dios–. En los dos primeros tipos de información, la recibida y la percibida, no hay mucho que pueda hacerse pues la primera es estática y la segunda automática, el tercer tipo, la información contribuida, es donde podemos trabajar aplicando la voluntad requerida pare ello, mientras que el cuarto tipo, la información inspirada, es la que va dispensando el Espíritu de Dios en cada uno y esto cuando uno acepta el llamamiento del Padre para venir a salvación en el presente siglo. Ahora pensemos en esto: somos nada, en esa nada hay información, de toda la información que hay en esa nada una es la que tiene importancia: la información inspirada, ¿por qué?, porque dicha información tiene que ver con la Verdad, ¿y qué tiene que ver eso? ¡que Dios no puede negarse a sí mismo (2 Timoteo 2:13)!, por lo que aunque sea la nada la que contenga esa verdad Dios no la puede destruir porque eso en sí mismo sería un absurdo al destruir al mismo tiempo la Verdad, ¡Su Verdad!, contenida en esa nada Ahora bien, respecto de la información inspirada, la misma consta de dos considerandos: El acceso a ella y la introyección en el código genético de la misma. Respecto del acceso a ella éste se da cuando uno acepta el llamamiento del Padre para venir a salvación en el presente siglo. La salvación viene por gracia al creyente bautizado (Tito 2:11). Esto es don de Dios. Somos salvos por la gracia del Señor Jesucristo (Hechos 15:11). 135


Somos justificados por su gracia (Romanos 3:24). Esta gracia reina a través de la justicia para vida eterna por Jesucristo Señor nuestro (Romanos 5:21). Por su gracia somos salvos (Efesios 2:5) por la fe. No es algo ganado, sino es un regalo de Dios (Efesios 2:8). Cuando los creyentes aceptan al Señor Jesucristo como su salvador personal, debe ocurrir el siguiente proceso: (1) Es necesario el arrepentimiento por los pecados cometidos. Todos hemos pecado, y cada individuo debe arrepentirse. El pecado es la transgresión de los mandamientos de Dios (1 Juan 3:4; Job 11:14-15; Mateo 9:13; Lucas 13:3; 24:47; Hechos 2:38; 8:21-22; Romanos 6:23); (2) Esta conversión es esencial para la salvación y para recibir la vida eterna (Lucas 22:32; Hechos 3:19; Salmos 19:7); (3) Entonces el creyente debe ser bautizado. El bautismo es por inmersión, para la remisión de pecados, típico del entierro y la resurrección de Jesucristo. Es realizado en el nombre del Señor Jesucristo. Después de la inmersión, se le deben imponer las manos al candidato por el ministro (o ministros) para la recepción del Espíritu Santo (Romanos 6:3-6; Mateo 3:16; 28:19; Hechos 8:14-20; 9:17-18; 19:1-6; 1 Pedro 3:21; Gálatas 3:27-28; Hechos 2:36-39); (4) La santificación (apartarse para un propósito santo) se convertirá en una parte de la vida de los creyentes (Juan 17:17; Hechos 26:18; I Corintios 1:2; 6:11; II Timoteo 2:21; Hebreos 13:12; I Pedro 3:15; Judas 1); La santificación es una obra de Dios, como se muestra en Génesis 2:3. “Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos: por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos….” (Hebreos 2:11) Vea también Hebreos 10:10; (5) La justificación de los pecados a través del Señor Jesucristo ocurrirá entonces (Juan 1:29; Romanos 3:14-26; 4:24-25; 5:1; 7:24-25). La justificación es el acto judicial del Señor para declarar a un pecador libre de culpa o libre de la condenación del

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pecado. La fe que da lugar a la obra de la justificadora justicia de Jesucristo es viva y completa. Una persona justificada no viene a juicio. Después que hemos sido justificados, venimos a ser santificados por la verdad de la palabra de Dios (Juan 17:19; I Corintios 1:2, 30; 6:11; Efesios 5:26; Hebreos 2:11; 10:10.). Cuando una persona es bautizada (sepultada con Cristo) debe procurar no pecar más (Romanos 6:1-6). El pecado es la transgresión de la Ley de Dios (1 Juan 3:4-5) En Jesús no hubo pecado. Él vivió una vida sin pecado, pero la muerte que él padeció es la que salva al creyente y lo rescata de sus pecados y de la Segunda Muerte (Revelación 5:9; Juan 3:14-16; Hechos 17:3; Revelación 14:13; 20:6). En cuanto a la introyección de la información inspirada en el código genético, entendiendo que ésta es dispensada por el Espíritu de Dios, hay que aclarar que para aquello no solo se debe conocer, es decir tener fe, sino también vivir, es decir poner por obra esa fe que se dice profesar. Cristo lo resumió magistralmente cuando dijo “¿por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que digo?” (Lucas 6:46) Ambas cosas, a saber, la fe y las obras, son importantes para que la información inspirada se vaya introyectando en nuestro código genético. Sobre esto es maravillosamente providencial la comprensión subyacente a la cuestión de las leyes dietéticas dadas por Dios a su pueblo, es decir, aquello que podía ser comido de aquello que no debía considerarse apto para consumo humano, para entenderé esto se requiere una comprensión testimonial de las leyes dietéticas

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Dado que las leyes dietéticas han estado y siguen estando vigentes, son válidas y por ende observables38, quienes de alguna forma desean responder a las directrices dadas por Dios buscan su acatamiento pero más importante que eso es la comprensión espiritual de las mismas. En esto sin duda alguna que el Pueblo de Israel lleva la delantera ya que no sólo entiende y aplica lo relativo a las leyes dietéticas sino incluso ha desarrollado certificaciones internacionales para garantizar que los productos que puedan adquirirse se adhieran a las mismas, esta certificación se conoce como Kosher. La palabra Kosher es un término de origen hebreo que significa apto o adecuado y es utilizado para definir todos aquellos productos alimenticios que son permitidos por la Toráh, el libro que rige la doctrina de la religión judía. Entre sus reglas están las siguientes39: • La carne debe provenir de animales rumiantes con pezuñas partidas por ejemplo: el borrego, la cabra, el carnero, el pollo, el pato, y el ganso. Generalmente este tipo de carnes son muy caras en el mercado y la carne de cerdo está estrictamente prohibida. • El alimento no debe presentar al momento de la compra y cocción nada de sangre animal • Entre los productos del mar solo el pescado es permitido, los mariscos ni pensarlo. • No se puede mezclar carne con leche.

Para un discernimiento de esto se sugiere la obra “…les servirá de alimento… -Un análisis sobre las leyes dietéticas y la relativa al diezmo-”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 39 huevosanjuan.com.mx, Todo lo que debes saber sobre la Certificación KOSHER, https://huevosanjuan.com.mx/blog/detalle/6/todo-lo-que-debes-saber-sobre-la-certificacion-kosher 38

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• Al preparar los alimentos no se pueden mezclar los utensilios de cocina, por ejemplo: Si un cuchillo cortó queso al ser este un alimento proveniente de la leche, ya no se puede utilizar para cortar carne o vegetales. Existen varias agencias locales e internacionales que expiden el certificado Kosher, también puede ser otorgado por cualquier rabino facultado para expedirlo. El grado de aceptación y reconocimiento del mismo va a depender del reconocimiento y prestigio con el cual goza el rabino o la autoridad que lo emite40. Clasificación de Productos Kosher41 

Lácteos: La leche y sus productos derivados (queso, crema manteca etc). Estos productos no se pueden mezclar con la carne.

Cárnicos: Todo animal apto para consumo según las normas kosher debe ser rumiantes y poseer las pezuñas partidas. Es kosher la carne de vaca, oveja, cabra, y de ciertas aves como pollo, pavo, pato y ganso.

Parve o Neutro: Denominado así porque no contienen ni carne ni ingredientes lácteos. Son parve las frutas, granos y vegetales en su estado natural, los huevos y aquellos pescados que no poseen escamas ni aletas.

Como puede verse, las normas alimenticias anteriores desarrollada por el Pueblo de Israel devienen en una estricta interpretación literal de la Escritura, sobre todo del Antiguo Testamento, que no contempla lo que la misma dice de “ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos” (Isaías 8:16), es decir, la comprensión testimonial neotestamentaria, ni tampoco 40 41

globalstd.com, ¿Kosher o Halal?, https://www.globalstd.com/networks/blog/kosher-o-halal Idem 139


que “lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual” (1 Corintios 15:46), de igual forma, como señala la Escritura respecto del Pueblo de Israel, “hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos” (2 Corintios 3:14-15), con todo y todo esta información se incluye por considerarse de interés siendo al mismo tiempo una opción, no la única, para que el cristiano pueda cumplir con las regulaciones dietéticas relativas a los alimentos, de igual forma la identificación de los alimentos permitidos para consumo humano según la Escritura es muy clara para que, de manera personal, sin necesidad de alimentos certificados en ello o de requerirse formaciones académicas al respecto o los servicios de laboratorios para esto, uno pueda ajustar en conciencia su alimentación a ello. Pero el sentido de este apartado no es este sino el tratar de llegar a una comprensión de la razón subyacente sobre la normativa referente a las leyes dietéticas, es decir, ¿para qué nos fueron dadas? Esta pregunta no es menos importante pues dada nuestra naturaleza uno desea siempre entender todo y de esto no escapan las indicaciones que como normas Dios nos ha proporcionado, pero a diferencias de normas objetivas y claras, como los Diez Mandamientos, la cuestión de las leyes dietéticas parecen no tener un sentido del todo claro. Para subsanar esto muchos han tratado de buscar argumentos que permitan entender por qué Dios estableció para la raza humana normas relativas a lo que es apto para su consumo como alimentos de aquellos que no lo es. Dado que la alimentación busca primariamente 140


proporcionarnos aquellos requerimientos nutricionales para poder vivir, muchos encontraron ciertas similitudes respecto a esto con relación a los animales permitidos. Vieron, por ejemplo, que el que los animales terrestres que rumian les permite extraer más eficientemente nutrimentos de aquello con lo que se alimentan, de igual forma observaron que aquellos que también tienen la pezuña hendida se alimentan a su vez de hierba lo cual garantiza inocuidad en lo que ingieren, en contraste aquellos que no rumian no extraen de manera más eficiente los nutrientes de sus alimentos y si no reúnen el requisito de la pezuña hendida generalmente en su alimentación también incorporan desechos lo cual no garantiza inocuidad en lo que consumen. Siguiendo el mismo razonamiento se observó que en cuanto a los animales de agua, los peces con escamas y aletas se alimentan más sanamente que aquellos seres marinos que no tienen estas características y que se alimentan de carroña o desperdicios, De igual forma a lo anterior se observó que en el caso de los animales de aire tanto aves como insectos, los primeros, no se da una característica sino una relación de aves inmundas, mientras que en los segundos se aclara que los insectos alados que además de sus cuatro patas tengan coyunturas para saltar podrán comerse, pero en ambos casos los animales de aire no permitidos tienen una característica general de ser carroñeros o alimentarse de basura, de desperdicios. La anteriores observaciones llevaron a muchos a deducir a lo largo de la historia que la razón principal por la que Dios había dado una 141


normatividad relativa a los alimentos aptos para consumo humano de aquello que no lo son tenía su principal referente en los beneficios que dicha alimentación conseguía para el ser humano, pero esta idea tiene sus inconsistencias, de hecho cuatro. La primer inconsistencia es que si a alimentación sana se refiere, mayor énfasis hay en ello si uno sigue una dieta vegetariana, así que la cuestión de las leyes dietéticas no pueden ser exclusivamente para proveer la mejor alimentación pues si así fuese se quedarían cortas. La segunda inconsistencia es que una dieta Kosher no garantiza para nada una alimentación saludable, sino que simplemente se están cumpliendo las regulaciones escriturales relativas a las leyes dietéticas. Por ejemplo, una hamburguesa puede ser 100% Kosher: carne de res, pan de acuerdo a la norma, lo mismo que los aderezos, de igual forma un refresco de cola puede ser, y de hecho es, 100% Kosher, pero ¿qué pasaría si uno desayuna, come y cena una hamburguesa, o dos, con su respecto refresco de cola? En poco tiempo uno podría comenzar a tener problemas de salud sea en la forma de sobrepeso, hipertensión, triglicéridos por las nubes o glucosa alta, así que el ceñirse a una dieta escrituralmente correcta tampoco garantiza una alimentación saludable. Un tercer inconsistencia, nutricionalmente hablando, es que en estricto sentido el consumir con moderación un alimento escrituralmente no apto para consumo humano no pone en riesgo la salud, por ejemplo consumir camarones bien cocidos una vez al mes, de hecho haría más daño comer, como el ejemplo manejado anteriormente, una hamburguesa con refresco de cola diariamente, por más Kosher que se maneje, que una orden de camarones bien cocidos al mes. 142


Y por último, la cuarto inconsistencia es que de igual forma muchos de los alimentos considerados escrituralmente no aptos para ser usados como alimentos han resultado, gracias a las técnicas actuales de producción, incluso mejores que aquellos alimentos permitidos por la Escritura, ejemplo de esto el cerdo el cual se ha demostrado que siguiendo una alimentación y cuidados como los que se dan en una graja certificada, da como resultado carne más magra, con mayores proteínas y con menos ácido úrico que una carne de res de una granja tradicional. Así que la argumentación generalmente esgrimida en el sentido nutricional de las leyes dietéticas, si bien tienen algo de razón, no permiten entender del todo la razón de las mismas. Pretender entender la razón de las leyes dietéticas desde el punto de vista nutrimental es mantenerse en un nivel material de las mismas, pero ¿es que hay otro nivel de entendimiento?, alguien podrá preguntar. Como ya se comentó, la Escritura nos señala que “lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual” (1 Corintios 15:46), de igual forma proféticamente se decía en las escrituras hebreas, el Antiguo Testamento, “ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos” (Isaías 8:16), es así con el advenimiento de Cristo y el establecimiento de Su iglesia, uno debe buscar entre Sus discípulos, es decir, en las escrituras griegas, el Nuevo Testamento, ese testimonio que nos permita entender lo espiritual que está fundamentado en lo terrenal. Las leyes mosaicas, que aunque incluían las leyes dietéticas estás no formaban parte de aquellas al ser preexistentes a las mismas, al contener la 143


sombra de los bienes futuros (Hebreos 10:1), pueden ser entendidas en extensión y profundidad una vez venida la promesa (Gálatas 3:19), atado el testimonio, sellada a ley, entre los discípulos de Jesús al inicio de la iglesia (Isaías 8:16) y entendiendo que lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual (1 Corintios 15:46). Veamos un ejemplo de esto. Éxodo 34:26 trae una normativa que para quien no ha recibido la revelación de Jesucristo (2 Corintios 3:14) deviene en un sinsentido: “No cocerás el cabrito en la leche de su madre”. Esta normativa, como se comenta, no tiene mucha lógica máxime si se considera que en Génesis 18:8 Abrahám, el mismo al que Dios se refiere como aquél que obedeció, y guardó Su ordenanza, Sus mandamientos, Sus estatutos y Sus leyes (Génesis 26:5), pone delante de los tres seres espirituales enviados por Dios para destruir Sodoma y Gomorra carne y leche la cual es comida por aquellos (Génesis 18:8). Esta normativa ha generado toda una serie de cuidados en el procesamiento de la comida judía al grado de contar, a parte de las certificaciones Kosher relativas, con utensilios de cocina e incluso refrigeradores diferentes para procesar y guardar carnes y lácteos con el fin, según ellos, de no violentar esta norma. De igual forma se han establecido ciertas reglas para que ni siquiera en el estómago sean mezclados estos dos productos, como el espaciar horas entre la ingesta de uno y de otro. Tan sinsentido tiene esta frase para quien con el velo de Moisés lo lee que hasta se ha inventado una categoría de mandamientos como los de este tipo que le llaman no lógicos, pero de nuevo: no son lógico para quienes la luz de Cristo no les ha amanecido, pero para quienes han venido a la 144


revelación del Mesías, y se ha entendido la cuestión de los dos sacerdocios y las dos leyes, comentadas en la presente obra, la anterior cita adquiere nueva luz. ¿Qué representan los cabritos? 31 Cuando

el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos

ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32 y

serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los

unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33 Y

pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.

34 Entonces

el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi

Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque

tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis

de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve

desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la

cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces

los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te

vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y

cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te

cubrimos? 39 ¿O 40 Y

cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?

respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo

hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. 41 Entonces

dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí,

malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque

tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me

disteis de beber; 145


43 fui

forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me

cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44 Entonces

también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo

te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces

les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto

no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 46 E

irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

Así los cabritos son aquellos rebeldes a la Palabra de Dios tanto en su pensar, de decir y hacer. Y la leche, ¿qué puede significar? “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud” (1 Pedro 2:2), “Os di a beber leche, y no vianda: porque aún no podíais, ni aun podéis ahora” (1 Corintios 3:2). De esta forma la leche son las enseñanzas, las doctrinas, los credos de los cuales alguien pueda alimentarse. En ese mismo orden de ideas, la analogía de la cita en comento conlleva a preguntar ¿qué representa la madre de donde el cabrito se alimenta de la leche, en la cual no debe ser hervido? Dado que la leche son las enseñanzas, las doctrinas, los credos de los cuales alguien pueda alimentarse, la madre debe simbolizar aquella iglesia, congregación o denominación de donde el que ajeno a la verdad contenida en la iglesia de Dios, el cabrito, se alimente. La verdadera iglesia siempre es representada simbólicamente como virgen. Pura y sin mancha (2 Corintios 11:2), como una esposa para nuestro Señor (Efesios 5:24-27; Revelación 19:7-9; 21:1-2), luego entonces una mujer que fuese representada 146


simbólicamente de manera completamente contraria, es decir, ramera (Revelación 17:1-2), abominable (Revelación 17:4-6), inmoral (Revelación 14:8) sería contrariamente a la verdadera iglesia, una iglesia apóstata, de la cual saldrían otras muchas falsas iglesias con el tiempo así como un sinfín de desviaciones doctrinales que permearían a toda iglesia que no fuera la verdadera (Revelación 17:5). En cuanto a cocer esto implica hacer comestible un alimento crudo sometiéndolo a ebullición o a la acción del vapor, someter pan, cerámica, piedra caliza, etc., a la acción del calor en un horno, para que pierdan humedad y adquieran determinadas propiedades, someter algo a la acción del fuego en un líquido para que comunique a este ciertas cualidades, en otras palabras, a transformar algo para darle utilidad por la acción del fuego sobre él. Así que la normativa contenida en la ley mosaica de no cocer al cabrito en la leche de su madre era una sombra cuyo pleno entendimiento implica en la era del Evangelio, no el aplicar ciertas normas alimenticias para el consumo de ambos productos, sino a no pretender transformar a alguien, rebelde por naturaleza, contrario a Dios, cabrito pues, para darle utilidad a través del llamamiento a salvación, a través de confrontar, humillar, o contender con él, someterlo a cocimiento pues, con las doctrinas, creencias e ideas de la fe de dónde provenga, leche de la madre pues. En todo caso esto debe hacerse a través de la proclamación del evangelio y del testimonio sobre la Palabra, estar dispuestos en todo momento para dar razón de nuestra fe (1 Pedro 3:15). Así, todos esos mandamientos que pueden parecer ilógicos pueden de igual forma ser entendidos de manera plena una vez que la luz de Cristo 147


ha comenzado a brillar sobre los escogidos, aunque hay que tener muy claro, para no estar “hinchados sin causa por [nuestra] mente carnal” (Colosenses 2:18) que ahorita, con todo y todo, “en parte conocemos, y en parte profetizamos; más cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará” (1 Corintios 13:9-12). Por último, ¿hay alguna corroboración de lo dicho anteriormente en el sentido de que el Nuevo testamento da luz, entendimiento y comprensión sobre el Antiguo Testamento? Sí que la hay. Deuteronomio 25:4 señala “No pondrás bozal al buey mientras trilla”, esto se cumplía por el Pueblo de Israel literalmente, pero ¿cuál era la comprensión espiritual subyacente? Pablo hablando de esta cita señala “¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? ¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar? ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? ¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto” (1 Corintios 9:4‭-‬10).‬‬‭ Volviendo sobre el tema de los alimentos aptos para consumo humano según la Escritura, quedarnos en la cuestión nutrimental de ello, aunque existan fundamento en ello, es mantenernos en el nivel animal sin pasar al nivel espiritual (1 Corintios 15:46), así que la pregunta válida es ¿cuál es la razón subyacente, espiritual, de la normativa relativa a las leyes dietéticas?

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Es realmente asombroso como es que la Escritura presenta la información de tal forma que sirva para nuestra edificación, siendo que en este caso específico se va entregando información que permite ir avanzando poco a poco en el entendimiento. Como ya se comentó, la normativa de los animales de tierra es muy clara y detallada, señala claramente que los animales que son aptos para consumo son aquellos son aquellos que rumian y que tienen la pezuña hendida, y como si de una primera lección formativa se tratase incluso da ejemplo de ello señalando claramente cómo identificar e incluso como diferenciar. Ya luego en lo de los peces sólo señala que tengan escamas y aletas, no es tan detallada la explicación como en el caso de los animales de tierra, pero lo comentado al respecto de estos últimos sirve para entender lo que sobre los animales de agua se presenta. Por último, respecto de los animales de aire, en el caso de las aves ya ni siquiera da características sino una relación de aquellos que no son aptos para consumo humano, pero en el entendido de la construcción paulatina del conocimiento previo, lo dicho para los animales de tierra y los animales de agua debe servir para entender esto; de igual forma la mención relativa a los insectos permite un cierre comprensivo de todo lo mencionado anteriormente al señalarles las extremidades saltarinas requeridas para ser considerados aptos para consumo. De nueva cuenta considerando todo esto, ¿cuál es la razón subyacente, espiritual, de la normativa relativa a las leyes dietéticas?

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Vayamos por partes. Animales de tierra. Las características para que los animales de tierra fueran considerados aptos para consumo humano es que rumien y que tengan la pezuña hendida, lo primero tiene que ver, obvio, con la manera que tienen de alimentarse y lo segundo, también obvio, con la forma que tienen de caminar, ¿qué puede significar esto para el cristiano? Como se mencionó antes, y se repetirá tantas veces como sea necesario pues es importante tenerlo siempre en mente, la Escritura nos señala que “lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual” (1 Corintios 15:46), de igual forma proféticamente se decía en las escrituras hebreas, el Antiguo Testamento, “ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos” (Isaías 8:16), es así con el advenimiento de Cristo y el establecimiento de Su iglesia, uno debe buscar entre Sus discípulos, es decir, en las escrituras griegas, el Nuevo Testamento, ese testimonio que nos permita entender lo espiritual que está fundamentado en lo terrenal. Rumiar. Con todo lo dicho anteriormente, ¿qué significa el rumiar, como característica referida al alimentarse, y el tener la pezuña hendida, como característica referida al caminar, para el cristiano? Vamos viendo, ¿cómo se alimenta un cristiano como tal?, ¿cuál es su alimento?, sí, claro, con la comida material cotidiana, pero ¿es eso todo? “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4; Deuteronomio 8:3). Así tenemos que la manera de alimentarse del cristiano, quien de la Palabra de Dios hace su principal alimento, debe ser igual a la manera de alimentarse de los animales de tierra: rumiando. 150


Uno es lo que come, dice un dicho popular, y en efecto esto es así, tanto en el plano materia, emocional, mental y espiritual, de igual forma la Escritura incorpora este principio. Nadie pretendería que comer la carne de Cristo o beber Su sangre (Juan 6:51-57) implique efectivamente el consumirlo de manera material, sino el de volverse uno con Él, por Él y para Él, pero el simbolismo implícito en ello es muy fuerte, claro y contundente. Por eso de igual forma en Revelación 17:16 se menciona que los diez reyes de los últimos tiempos comerán la carne de la ramera, la iglesia apóstata, que implica que se harán como ella en el sentido de que el poder secular comenzará a legislar como nunca lo hizo antes en cuestiones morales y éticas dejándola desnuda, es decir, sin la autoridad religiosa para impedir ello. Los animales que rumian se alientan de pasto, de plantas, a diferencia de los que no rumian que se alimentan de desperdicios o de carroña, ahí el primer simbolismo de que el alimento debe ser vivo, sano, puro, a diferencia del desperdicio que es sucio o de la carroña que está muerta. Sobre esto, y relacionado con la vida del cristiano?, ¿qué es lo que está vivo, que es lo que le da vida? “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4), “porque la palabra de Dios es viva y eficaz” (Hebreos 4:12), siendo que “el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz” (Romanos 8:6). Así que el alimento de los animales que rumian vivo, sano, puro, representa para el cristiano las características del principal alimento del cual él obtiene vida: la Palabra de Dios. En cuanto a la manera que tienen estos animales de alimentarse rumiando, el alimentarse de animales que tengan esa manera de comer 151


implica ese simbolismo de uno de igual forma ser como ellos a la hora de alimentarnos, ahora bien, ese alimento en la vida del cristiano como tal, como se mencionó, se refiere a la Palabra de Dios la cual debe ser rumiada, es decir masticar una y otra vez las Escritura para, al igual que el fin del rumiar en los animales de tierra, sacar toda la riqueza que la misma tiene. Eso está muy bien, pero ¿menciona la Escritura ese rumiar la Palabra como parte de la manera en que un cristiano debe alimentarse? Deuteronomio 6:7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Deuteronomio 11:19 Y enseñadlas a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Deuteronomio 31:11 cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos. Deuteronomio 17:19 y lo tendrá consigo [libro con copia de la Ley], y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; 152


Josué 1:8 Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito. Salmos 1:2 Antes en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Salmos 63:6 Cuando en mi lecho me acuerdo de Ti, En Ti medito durante las vigilias de la noche Salmos 119:15-17 Meditaré en tus preceptos, y consideraré tus caminos. Me deleitaré en tus estatutos, y no olvidaré tu palabra. ¡Cuánto amo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 1 Tesalonicenses 5:21 Examinadlo todo; retened lo bueno 1 Timoteo 4:13, 15 Entretanto que llego, ocúpate en la lectura [de las Escrituras], la exhortación y la enseñanza... Medita estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. A lo largo de la Escritura la instrucción al que forma parte del Pueblo de Dios es a leer, estudiar, meditar constantemente sobre la palabra de Dios 153


con el fin de ser enseñados, redargüidos, corregidos e instruidos (2 Timoteo 3:17), este no se da de un momento a otro sino que es un proceso que dura toda una vida ya que el Padre está formando a Cristo en nosotros (Gálatas 4:19), siendo que Él la llevará a término como la pensó (Filipenses 1:6), hasta alcanzar la estatura perfecta de Cristo (Efesios 4:13), mientras tanto Él nos dice "bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad (2 Corintios 12:9). Es así como el alimentarse de animales que rumian es el indicativo de llegar a ser como ellos en el sentido espiritual de alimentarse de la Palabra de Dios viva, sana, pura, leyéndola, estudiándola, meditándola constantemente. Pezuña hendida. Así como el rumiar tenía que ver con la manera de alimentarse, la pezuña hendida tiene que ver con el caminar, en ese sentido ¿cómo debe ser el caminar del cristiano? Dios nos pide que caminemos delante de Él y seamos perfectos (Génesis 17:1), para ser perfectos la Escritura, como ya se ha comentado nos sirve “para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17), de igual forma Jesús aclara que “no todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21-23), y Pablo escribiendo a los Romanos señala que “no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los que cumplen la ley, ésos serán justificados” (Romanos 2:13), es así como el andar del cristiano es con pezuña hendida: la fe y las obras, por eso Revelación define a los santos como aquellos que “que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Revelación 14:12).

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Pero obre esto no basta o el tener fe o el tener obra, ambas son requeridas. Sobre la fe la Escritura es muy clara al señalar que “sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6), en palabras de Jesús se nos dice que “El que cree en Él [en el Hijo de Dios] no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3:18,19), en este sentido “Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino la fe que obra por amor” (Gálatas 5:6). Pero de igual forma las obras son requeridas, sobre esto Santiago es muy claro al señalar que incluso los demonios tienen fe pero esta no les sirve para salvación, “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan” (Santiago 2:19), por eso en el versículo inmediato a este señala “Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras” (v. 18), y extendiéndose sobre este tema expone “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma” (Santiago 2:14-17), es así como las obras nos son requeridas como expresión viva de nuestra fe.

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Aquí la primera dualidad de la pezuña hendida, que nuestro andar por el Camino sea por medio de la fe y de las obras, es decir, por medio de la fe en Jesús y de los guardar los mandamientos del Padre (Revelación 14:12). Pero esta no es el único simbolismo relacionado con la dualidad que debemos imprimir en nuestro paso, existe otra relacionada por un lado con los dones del Espíritu y por otro con los frutos del Espíritu, ambos relacionados con lo anteriormente visto relacionado con la fe y la obras. Esto es interesante ya que los dones son dados, mientras que los frutos uno debe producirlos a través del trabajo, del esfuerzo, del hacer. Así que la pezuña hendida, relacionado con esto, nos indica, por un lado los dones que del Espíritu se nos dan: sabiduría, conocimiento, fe, sanidad, milagros, profecía, discernimiento, lenguas e interpretación (1 Corintios 12:8-11), y por otro lado los frutos del Espíritu que poniendo a trabajar aquellos dones e imprimiendo en ello nuestro esfuerzo generamos: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio (Gálatas 5:22-23). Es así como el simbolismo subyacente sobre la pezuña hendida de los animales que la Escritura considera aptos para consumo humano tiene que ver con ese andar del cristiano aunado a la fe y las obras así como a los dones y a los frutos del Espíritu. Es interesante notar que en esta primer categoría que la Escritura presenta se sientan las bases para entender las subsecuentes, las cuales tienden a ampliar en extensión o profundidad los conceptos espirituales vertidos anteriormente relacionados con el comer y con el andar, es por ello que esta primer categoría se habla a detalle precisamente de lo que debe de

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llegar a comprenderse como base para el resto de las categorías de animales aptos para consumo humano y sus características. En este sentido puede verse que no sólo se dan especificaciones en cuanto a los animales de tierra aptos para consumo humano sino que incluso se dan ejemplos aclarando cuáles si pueden comerse y cuáles no. Los versículos del 4 al 7 señalan a manera de ejemplo aquellos animales de tierra que bien pueden poseer una de las dos características dadas para identificar a aquellos aptos para consumo humano, pero que al no poseer las dos son descartadas para ello. Esto es significativo ya que implica la reprobación que hace la Escritura de aquellos que diciendo ser cristianos sólo presentan una de las dos características que deberían mostrar en su vida ya que o rumian o andan con la pezuña hendida, espiritualmente hablando, pero no las dos cosas. Como ya se comentó se requiere de ambas cosas en la vida del cristiano: el alimentarse sanamente tomando como principal comida la Escritura, rumiando su contenido, es decir, leyéndola, estudiándola, meditándola una y otra vez, y el caminar en fe y en obras, en dones y en frutos. De igual forma, como también ya se vio, la Escritura reprueba a aquellos que leen, estudian, meditan la Escritura una y otra vez pero no la ponen por obra (Romanos 2:13-15), o a aquellos que obran incluso milagros pero su falta de conocimiento los aleja de lo esperado por Dios de ellos (Mateo 7:22-23). Se requiere de ambas cosas, de otra forma uno caería en la categoría de aquellos animales que presentan una característica, no las dos, y por ello son declarados impuros. De esta forma la primer categoría de animales aptos para consumo humano, los de tierra, con la información relativa al rumiar, la manera de 157


alimentarse, y a su pezuña hendida, la forma de caminar, tienen un referente relacionado con el leer, estudiar, meditar de manera constate sobre la Palabra de Dios mientras se avanza por el Camino mediante la fe y las obras y los dones y los frutos del Espíritu. Quenado esto claro las siguientes clasificaciones de animales aptos para consumo humano no pueden ir en contra de esta enseñanza, cuando mucho reiterarla o agregar mayor entendimiento. Veamos.

Animales de agua. La siguiente clasificación de animales aptos para consumo humano son los de aquellos de agua, es decir los peces, siempre y cuando tengan escamas y aletas. De nueva cuenta, como se mencionó, es asombroso como la misma Escritura va enseñando paulatinamente sobre un tema, y sobre esto podemos ver que de nuevo hay dos características sobre los animales de agua aptos para consumo humano. Que tengas escamas y que posean aletas. Aletas. Si vemos las características que se dieron en la primer categoría, la de los animales de tierra, a saber: el rumiar y la pezuña hendida, y si comenzamos por lo que es más obvio y evidente, tendremos que relacionar la pezuña hendida, la forma de caminar de los animales de tierra aptos para consumo humano, con las aletas que le sirven para lo mismo a los animales de agua, los peces, es decir, con ellas se desplazan hacia donde quieren ir. Sobre esto de nueva cuenta vemos la dualidad: los peces tienen dos aletas para desplazarse mientras que los animales de tierra tienen pezuña hendida para caminar.

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En este punto podemos ver cómo es que la Escritura es reiterativa respecto de la dualidad que debe acompañar el andar del cristiano: avanzar por el Camino mediante la fe y las obras y los dones y los frutos del Espíritu, dado que ya se comentó esto en la categoría anterior no se comentará más al respecto. Escamas. Ahora bien, las aletas pueden ser relacionadas de manera muy clara con la pezuña hendida, pero ¿y las escamas? Si seguimos la comprensión que de la Escritura recibimos tendría necesariamente que relacionarse con la manera de comer, pero ¿qué tiene que ver las escamas con la manera de comer? De nueva cuenta podemos tener el referente animal para poder luego pasar al referente espiritual y ver, al igual que en la cuestión de las aletas, que en este caso la Escritura de igual forma es reiterativa, ¿por qué? por qué los peces que presentan aletas y escamas se alimentan de plantas acuáticas, a diferencia de los que no presentan estas características que o son predadores (matan), o son carroñeros (se alimentan de seres muertos) o se alimentan de desperdicios. Con este entendimiento animal pasamos al espiritual y vemos, como se comentó, que en este punto la Escritura es reiterativa en el sentido de alimentarse de la Palabra de Dios viva, sana, pura, no de aquello que genere muerte o que sea basura, desperdicios. Ahora bien, aunque reiterativa la Escritura agrega un alimento nuevo: no sean como los peces predadores que matan, espiritualmente entonces el cristiano debe ser ejemplo de vida, sobre esto la Palabra de Dios señala “así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16), y si 159


seguimos el hilo conductor de esa admonición recordaremos las palabras previas de Jesús cuando exhortaba a Sus discípulos, y en la figura de ellos a los discípulos de todos los tiempos, “»Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea. »Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa” (Mateo 5:13-16) De esta forma, si bien el rumiar y la pezuña hendida de los animales de tierra señalaban características particulares que el cristiano debe mostrar en su vida, la enseñanza sobre los peces, si bien es reiterativa, en el sentido espiritual, en cuanto a las características de los animales de tierra, agrega el testimonio que ante los hombres el cristiano debe dar, haciendo todo buscando agradar a Dios, “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Animales de aire. Pasando ahora a los animales de aire, las aves, vemos, como ya se comentó, que a diferencia de los animales de tierra y los animales de agua, aquí no se dan características sino un listado de aves no aptas para consumo humano, pero al analizarlas de manera animal, para posteriormente pasar a lo espiritual, puede identificarse lo siguiente: Lo primero que salta a la vista es que la relación de aves inmundas se refiere en su generalidad a aves de rapiña, es decir o que matan a otros seres vivos para comer o bien que se alimentan de desperdicios. Lo segundo, en cuanto a su fisonomía, es las aves que no están en la relación escritural de inmundas tienen alargado el dedo delantero de en medio y 160


un dedo trasero y extienden los dedos de las patas de tal manera que los tres del frente quedan sobre un lado de la rama en que se posan y el dedo trasero sobre el otro lado. Lo tercero es que tienen buche (que es un filtro natural y permite que la carne no quede contaminada con las toxinas que se consumen) y tienen molleja con doble revestimiento que puede separarse fácilmente. Partiendo del conocimiento que escrituralmente se ha ido acumulando, podemos a simple vista ver que estas características que se presentan en las aves aptas para consumo humano de aquellas que no lo son, son reiterativas de lo comentado anteriormente para los animales tierra y los animales de agua y tienen que ver con su manera de andar y con la forma de alimentarse. El andar. En cuanto a la manera de andar, la dos patas retoman el significado de la pezuña hendida de los animales de tierra y de las dos aletas de los animales de agua, pero adicionalmente agregan la imagen propia de los animales de aire aptos para consumo humano: que sus extremidades están hechas para caminar, y caminar específicamente hacia adelante, a diferencia de los animales de rapiña que están hechas para matar o para hurgar en los desperdicios. ¿Qué nos dice la Escritura sobre el caminar que debe presentar el cristiano en su vida? Proverbios 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte

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Proverbios 4:18 Más la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. Salmos 119:105 Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmo 56:13 Porque me has librado de la muerte, y mis pies de la caída, para que ande delante de Dios en la luz de la vida Salmo 89:15 Dichosos los que saben aclamarte, que andan en la luz de tu rostro, Señor Isaías 2:5 Venid, hijos de Jacob, caminemos a la luz del Señor Juan 12:35-36 Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va. Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz 1 Juan 1: 7 Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado

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El alimentarse. Ahora bien, en cuanto al buche y la molleja, relacionados con la forma de comer, vemos de nueva cuenta lo reiterativo de la Escritura en cuanto a la enseñanza previa entregada pues estas características, propias de la aves consideradas aptas para consumo humano, sirve lo mismo que el rumiar en los animales de tierra: para procesar, mascar, moler una y otra vez las semillas de las que se alimentan. Y sobre este punto, es decir, el de que el principal alimento para el que están diseñadas las aves aptas para consumo humano, a saber: las semillas, ¿qué nos dice la Escritura? Mateo 13:31-32 Les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. Aunque es la más pequeña de todas las semillas, cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en árbol, de modo que vienen las aves y anidan en sus ramas». Marcos 4:26-29 Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado. Mateo 13:24-30 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras 163


dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? Él les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero. Lucas 8:4-15 De cada pueblo salía gente para ver a Jesús y, cuando se reunió una gran multitud, él les contó esta parábola: «Un sembrador salió a sembrar. Al esparcir la semilla, una parte cayó junto al camino; fue pisoteada, y los pájaros se la comieron. Otra parte cayó sobre las piedras y, cuando brotó, las plantas se secaron por falta de humedad. Otra parte cayó entre espinos que, al crecer junto con la semilla, la ahogaron. Pero otra parte cayó en buen terreno; así que brotó y produjo una cosecha del ciento por uno». Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga». Sus discípulos le preguntaron cuál era el significado de esta parábola. «A ustedes se les ha concedido que conozcan los secretos del reino de Dios —les contestó—; pero a los demás se les habla por medio de parábolas para que »“aunque miren, no vean; aunque oigan, no entiendan”. »Este es el significado de la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Los que están junto al camino son los que oyen, pero luego viene el diablo y les quita la palabra del corazón, no sea que crean y 164


se salven. Los que están sobre las piedras son los que reciben la palabra con alegría cuando la oyen, pero no tienen raíz. Estos creen por algún tiempo, pero se apartan cuando llega la prueba. La parte que cayó entre espinos son los que oyen, pero, con el correr del tiempo, los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran. Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, y la retienen; y, como perseveran, producen una buena cosecha. Es así como los referentes de la Escritura relacionados con semillas buenas, de las cuales se alimentan las aves consideradas aptas para el consumo humano pasan por el trabajo que en nosotros hace la Palabra de Dios preparándonos para el Reino Venidero. Lo último a comentar, respecto de los animales de aire, es lo primero que se vio al repasar la lista de aves inmundas: que eran carroñeras o se alimentaban de desperdicios, de nueva cuenta esto tiene el referente, respecto de las aves consideradas aptas para el consumo humano: que el alimento de estas aves aptas para consumo humano, a diferencia de las inmundas, es vivo, sano, puro, lo cual, como ya se vio en la otras categorías, representa para el cristiano las características del principal alimento del cual él obtiene vida: la Palabra de Dios. Es así como de nueva cuenta, en cuanto a la forma de caminar y la manera de alimentarse de las aves consideradas aptas para consumo humano, retoma lo señalado de manera acumulativa para los animales de tierra y los animales de agua agregando de igual forma mayor comprensión en ello.

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Insectos. Por último tenemos a los insectos de los cuales los permitidos, tal como se señala, aparte de sus patas para caminar y las alas para volar deben tener dos extremidades adicionales que les permita saltar. A estas alturas podemos ver, dado lo reiterativo en las categorías anteriores que la Escritura fue presentando relativo a la forma de caminar y la manera de comer, que de nueva cuenta en el caso de los insectos nos remite a aquellos que se alimentan de plantas vivas, mientras que los insectos que no presentan estas características son por lo general carroñeros o se alimentan de desperdicios. Esta imagen nos remite a lo anteriormente explicado el sentido espiritual respecto de alimentarse de la Palabra de Dios viva, sana, pura. En cuanto a la característica adicional que presenta la Escritura, las dos extremidades que le sirven a los insectos aptos para consumo humano para saltar, la referencia a la dualidad que ya se ha comentado anteriormente, fe y obras y dones y frutos del Espíritu, es clara, de igual forma retoma lo de las aves ya que las extremidades de estos insectos están configuradas para darles un impulso hacia adelante. Pero de igual forma se agrega información adicional ya que el saltar, escrituralmente y relacionado con la vida del cristiano, implica decisión en la vida, avance constante y decido, el ir de triunfo en triunfo Salmos 18:29 Pues por ti he desbaratado ejércitos; y por mi Dios he saltado sobre muros

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Salmos 18:33 El hace mis pies como de ciervas [las cuales corren saltando], y me afirma en mis alturas. Malaquías 4:2 Más para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldréis y saltaréis como terneros del establo. Lucas 6:23 Alegraos en ese día y saltad [de gozo] porque he aquí, vuestra recompensa es grande en el cielo, pues sus padres trataban de la misma manera a los profetas. Isaías 35:6 El cojo entonces saltará como un ciervo, y la lengua del mudo gritará de júbilo, porque aguas brotarán en el desierto y arroyos en el Arabá. Es así como en el caso de los insectos, la manera de alimentarse y la forma de caminar retoman lo comentado para las categorías anteriores agregando el impulso adicional que el Espíritu Santo de Dios imprime en el andar por el Camino del cristiano.

Como conclusión previa de este apartado relativo a las leyes dietéticas puede señalarse que si bien aún hay mucha enseñanza, animal y espiritual, relativa a los alimentos aptos para consumo humano de aquellos que escrituralmente se consideran inmundos, lo principal es que esta normativa 167


sigue vigente ya que no pertenece a las leyes por Dios añadidas sino que forman parte de una legislación que deviene desde los principios de la humanidad, además de que las citas neotestamentarias confirman esta vigencia. Ahora bien, en cuanto a instrucción el hilo conductor de las cuatro categorías de animales aptos para consumo humano de aquellos que no lo son tiene que ver de manera general con la manera de alimentarse así como la forma de caminar, lo cual tienen un referente respectivamente relacionado con el leer, estudiar, meditar de manera constate sobre la Palabra de Dios mientras se avanza por el Camino mediante la fe y las obras y los dones y los frutos del Espíritu, considerando el testimonio que ante los hombres el cristiano debe dar, haciendo todo buscando agradar a Dios, dejando que la Palabra de Dios nos prepare para el Reino Venidero mediante el impulso adicional que el Espíritu Santo de Dios imprime en el andar por el Camino del cristiano. Para terminar este apartado van dos comentarios adicionales finales. El primer comentario es una extensión hacia con quienes nos relacionamos de los principios anteriormente estudiados. Si bien el peso de lo comentado anteriormente para todas las categorías de animales aptos para consumo humano, referidas al comer y al andar y entendidas en su sentido espiritual, fue de índole personal, es decir, aplicable a cada uno de los llamados, esa explicación se extiende por obvias razone hacia las personas con quienes uno se relaciona. La iglesia de Dios no es excluyente, de hecho, tal como el Padre, no hace acepción de personas (Hechos 10:34; Romanos 2:11; Gálatas 2:6; Efesios 168


6:9), siguiendo el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo así como de la iglesia neotestamentaria uno se relaciona con personas que no necesariamente son de la fe, esta situación fue prevista por Jesús quien si bien señalaba que sus seguidores no eran de este mundo, como Él no lo era, no pedía al Padre los sacara de aquí sino que los cuidara del Maligno (Juan 17:15-16). En este orden de ideas, aunado a lo dicho anteriormente, uno debe prestar atención a las personas con las que se relaciona buscando estas también coman y caminen, espiritualmente hablando, como los animales aptos para consumo humano, esto para que la edificación de la relación pueda darse. Cristo mismo nos previno al señalar “yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas” (Mateo 10:16), de igual forma Pablo escribiendo a los Corintios les decía “No os dejéis engañar: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres”” (1 Corintios 15:33). En ese sentido sería muy iluso pensar que uno puede hacer lo que le corresponde para cumplir de manera material las leyes dietéticas así como de cumplir lo que las mismas indican de manera espiritual, pero relacionarse de manera íntima, personal, profunda con quienes no comen ni caminan como los llamados, y pretender que de esa forma será edificado: “Todo me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo edifica” (1 Corintios 10:23). De nueva cuenta: sin discriminación, sin exclusivismos, sin prejuiciar, uno debe ejercer discernimiento para saber en las relaciones sociales qué conviene y qué no, que edifica y qué no, qué es acorde a lo que se espera de uno –perfección y santidad- y qué no, y en función de eso, aparte de uno comer y caminar, espiritualmente hablando, como se 169


espera de nosotros, buscar la compañía de quienes compartan la misma alimentación y el mismo andar para la edificación mutua. El segundo comentario es relativo a lo adicionado que dejó de tener vigencia, validez y por lo tanto observancia. Como quedó establecido, previo a los pactos abrahamánicos y las leyes mosaicas, ya existía una normativa respecto de los animales aptos para consumo humano, llamados limpios, respecto de aquellos que no lo eran, considerados impuros. Las leyes mosaicas, a través de la caracterización de ellos permitieron entender a qué tipo de animales hacían referencia esas normativas alimenticias previas a los pactos abrahamánicos y las leyes mosaicas, pero de igual forma adicionaron mucha regulaciones más señaladas en Levítico 11: cualquiera que tocare sus cuerpos muertos [de los animales inmundos] será inmundo hasta la noche (versículo 24), cualquiera que llevare algo de sus cadáveres lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la noche (versículo 25), cualquiera que llevare algo de sus cadáveres lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la noche (versículo 32), etcétera, prácticamente del versículo 24 hasta el 40 son indicaciones adicionadas respecto de las formas de conducirse con relación a los animales inmundos más allá de la alimentación. Si se consideran las leyes mosaicas superadas, es decir, sin validez, ni vigencia, y por ende sin observancia a partir del sacrificio redentor de nuestro Señor Jesucristo, todo lo adicionado queda sin efecto, más la normativa previa a los pactos abrahamánicos y las leyes mosaicas relativa a los animales aptos para consumo humano respecto de aquello que no lo son sigue vigente, es así como la caracterización de dichos animales que contienen las leyes mosaicas nos sirve para entender la aplicación de la normativa respecto de las leyes dietéticas previa a los pactos 170


abrahamánicos y las leyes mosaicas y cuyo énfasis está en la alimentación - para hacer diferencia entre lo inmundo y lo limpio, y entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer (Levítico 11:47)- , más lo adicionado queda sin efecto por tratarse de leyes añadidas “a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a la cual había sido hecha la promesa” (Gálatas 3:19).

Aunque Pablo dice que tenemos la mente de Cristo es más que evidente que ahorita no poseemos ese conocimiento perfecto del bien y el mal, ¿cómo entender esto? Entenderé el camino de la perfección Cuando vengas a mí. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. Salmos 101:2

En muchas ocasiones Dios se refiere a algo que aún no es como si ya lo fuera, de hecho la Escritura así lo declara, Dios “llama las cosas que no son, como si fuesen” (Romanos 4:17), ejemplo de esto podemos verlo cuando en Génesis 17:5 el nombre de Abram, que significa padre excelso, le es cambiado por el de Abraham, que significa padre de multitudes, siendo que pasarían muchos años, incluso siglos para ello, de hecho puede decirse que dicho proceso aún no ha terminado. De esta forma la cita de Pablo respecto de que “nosotros tenemos la mente de Cristo “(1 Corintios 2:16) puede entenderse de la misma forma pues la misma, en la iglesia de Dios, es algo que ya ha comenzado aunque su plena realización aún está en el futuro.

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Esto puede verse cuando Pablo señala que (en parte conocemos 1 Corintios 13:9-12), es decir, ya hay un conocimiento, aunque este es parcial, con todo y todo este conocimiento es parte de aquel conocimiento pleno que en el cumplimiento del plan divino recibiremos. De igual forma puede verse en cuando Pablo señala “el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones” (2 Corintios 1:22) refiriéndose a “que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria” (Efesios 1:14) como algo de lo cual ya se posee lo que más delante será pleno. Un ejemplo natural que puede servir para entender esto es el siguiente: Supóngase que se ha caído una cuerda muy larga al mar y que dicha cuerda está flotando a la deriva, ahora supóngase que desde un barco se busca rescatar esa cuerda para lo cual una persona utiliza una vara con un gancho muy largo para alcanzarla, después de varios intentos por fin logra agarrar la cuerda por uno de sus extremos, ¿qué es lo que gritaría esa persona?, “¡ya tengo la cuerda!”, pero ¿realmente ya la tiene, es decir, toda?, es más que claro que esa persona solo tiene parte de la cuerda, uno de sus extremos, pero de igual forma es verdad que ya ha llegado a asirla por lo que solo resta jalar el resto para cumplimentar la tarea. Algo así pasa con quienes ahorita tenemos la mente de Cristo, la hemos asido por uno de sus extremos, pero es precisamente eso lo que nos permite, en confianza, sabiendo que si nos mantenemos fieles hasta el final, saber con certeza que lograremos asir el resto que se nos ha prometido. Pero ¿cómo es que los miembros de la iglesia de Dios podemos decir que tenemos la mente de Cristo?, es decir, ¿a qué se refiere ello? Para ello hay que entender qué es lo que está pasando en este momento, es decir, en 172


este período que se le ha dado al hombre para que busque a través de su experiencia las verdades divinas. La razón del sufrimiento, del dolor humano, es una incógnita que desde que el hombre existe ha tratado de responder. Muchas filosofías, corrientes de pensamiento y religiones han tratado de responder dicha incógnita, pero en el caso de los elegidos contamos con la verdad contenida en la Palabra de Dios la cual, como señala 2 Timoteo 3:16, es “útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”. La Escritura señala ciertas pautas que permiten entender la razón del sufrimiento, del dolor humano. En ocasiones, sobre todo relacionado con los impíos, con los pecadores, eso es ocasionado como castigo o corrección por las transgresiones, como bien lo señala la Lectura Bíblica comentada al inicio; en otros casos, sobre todo ante el sufrimiento de los justos, de aquellos que se esfuerzan por vivir conforme a la voluntad de Dios, ese sufrimiento, ese dolor, está aunado a las pruebas que buscan edificar en uno el carácter perfecto y santo de nuestro Padre Dios como lo señala 1 Pedro 1:6-7, “en lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”, y 4:12-13, “amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría”, Revelación 3:9, “he aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus 173


pies, y reconozcan que yo te he amado”, Proverbios 3:12, “Porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere, por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso”, Job 5:17, “he aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga”, Salmos 119:67, “antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo tu palabra”, y 1 Corintios 11:32, “más siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo”. Con todo y todo hay casos, de hecho muchos casos, que no pueden englobarse en estas categorías, gente inocente, débil, desamparada que de igual forma sufre, por lo que el problema del sufrimiento, del dolor humano, requiere de una perspectiva a más amplia y esa perspectiva solo puede tenerse si uno parte desde o que originó esta situación y eso está en los primeros capítulos de la Escritura. Cuando nuestros primeros padres fueron creados, se les puso en el Jardín de Edén y se les dispuso todo para que fueran creciendo en la verdad, con todo y todo, esa decisión debía de ser voluntaria, no impuesta, y para poder ser voluntaria requería de opciones, de ahí que Dios dispuso de dos opciones para acceder a la verdad: el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y el mal, como es relatado en el Capítulo 2:8-9 y 18-25 de Génesis. Génesis 2 8Y

Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al

hombre que había formado. 9Y

Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y

bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. 174


… 18 Y

dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré

ayuda idónea para él. 19 Jehová

Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y

toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y

puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo

ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él. 21 Entonces

Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y

mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y

de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y

la trajo al hombre. 23 Dijo

entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de

mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 24 Por

tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su

mujer, y serán una sola carne. 25 Y

estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se

avergonzaban. El árbol de la vida simbolizaba esa verdad plena, completa y total, a la que de la mano de Dios se hubiese podido acceder, “bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella. Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos 175


deleitosos, y todas sus veredas paz. Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano, y bienaventurados son los que la retienen” (Proverbios 3:1318); por su parte el árbol de la ciencia del bien y el mal simbolizaba esa verdad corta, trunca y falta, a la que se podría acceder a través de la experiencia humana, “el que confía en su propio corazón es necio; Mas el que camina en sabiduría será librado” (Proverbios 28:26), “engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9). Tristemente, como lo señala Génesis 3:1-24, nuestros primeros padres, engañados por la serpiente, optaron por esto último. Génesis 3 1 Pero

la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo

que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2Y

la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del

huerto podemos comer; 3 pero

del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No

comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces 5 sino

la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;

que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos

vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6Y

vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era

agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7 Entonces

fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que

estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

176


8Y

oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire

del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Más 10 Y

Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?

él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba

desnudo; y me escondí. 11 Y

Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has

comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12 Y

el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me

dio del árbol, y yo comí. 13 Entonces

Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y

dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 14 Y

Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita

serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 Y

pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la

simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16 A

la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus

preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 17 Y

al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y

comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18 Espinos 19 Con

y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.

el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la

tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 177


20 Y

llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era

madre de todos los vivientes. 21 Y

Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los

vistió. 22 Y

dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros,

sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 23 Y

lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de

que fue tomado. 24 Echó,

pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén

querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. Ahora bien, aclaremos las diferentes naturalezas de ambos árboles: ¿Por qué el árbol de la vida permitía acceder a una verdad plena, completa y total mientras que el árbol de la ciencia del bien y el mal permitía acceder a una verdad corta, trunca y falta? Piensa en esto: Dios es eterno e infinito, de igual forma lo es Su verdad, “grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito” (Salmos 147:5), de esta manera sólo Él que es eterno e infinito puede acceder a esa verdad eterna e infinita y compartírnosla, por su parte, el ser humano es temporal y finito, “he aquí, diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive” (Salmos 39:5), así que por más que busque a través de su experiencia acceder a aquella verdad eterna e infinita siempre se quedará corto, trunco y falto, pero lo que es peor: mientras que de la mano de Dios se va creciendo en Su verdad, de gloria en gloria, “por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 178


Corintios 3:18), confiados en la experiencia propia para conocer la verdad en ocasiones se generan aciertos pero otras ocasiones, de hecho muchos errores, es en estos últimos donde reside el dolor y el sufrimiento, “el hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado de sinsabores” (Job 14:1). Pero hay un factor adicional que complica el entendimiento de cualquier modelo que queramos hacer para explicar lo relativo al dolor y el sufrimiento: el libre albedrío. Cuando Dios crea al hombre lo hace a Su imagen y semejanza, como señala Génesis 1:26, “entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”, siendo que Dios es libre, el ser humano también habría de serlo, pudiendo utilizar este último esa libertad para vivir en armonía con la verdad o bien para transgrediéndola acarrearse sobre sí sufrimiento y dolor. Dios siempre ha instado al hombre a optar la vida (Deuteronomio 30:15-19), tristemente la historia muestra que la generalidad de la humanidad ha rechazado ese llamado. Deuteronomio 30 15 Mira,

yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el

mal; 16 porque

yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes

en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 17 Más

si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y

te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres,

179


18 yo

os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis

vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella. 19 A

los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que

os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; Entendamos esto: el dolor y el sufrimiento es la consecuencia de vivir contrariamente a la verdad. Dios crea algo para que funcione en cierta forma, de hecho para que funcione de manera perfecta, pero no solo eso sino que nos dice como interactuar de manera armónica con eso, si rechazamos su instrucción y si decidimos hacer ese algo funcionar de otra forma las consecuencias no son las esperadas, de hecho son adversas. El ser humano, en la figura de nuestros primeros padres optó por conocer la verdad a través de la experiencia, esa experiencia trae aciertos en algunas ocasiones y errores en muchas otras ocasiones más, pero el libre albedrío maximiza la experiencia de ambos. Si todo fuera cuestión de acierto error hace mucho la humanidad hubiera aprendido lo adverso del homicidio, por ejemplo, de hecho desde el primero registra de Abel por parte de Caín, según lo relata Génesis 4:1-16, pero ¿qué ha pasado?, que durante miles de años la humanidad, a través de miles, de millones de experiencias, ha seguido experimentando el dolor, el sufrimiento aunado a ello. Déjame hago aquí una pausa para ejemplificar todo lo dicho hasta este punto. ¿Cómo podríamos saber que una aguja causa dolor al clavarse en la piel?, si hubiésemos optado por el árbol de la vida Dios mismo nos habría instruido sin necesidad de experimentar el dolor en carne propia –esto no 180


es tan difícil de comprender, me refiero a entender algo sin experimentarlo pues, por ejemplo, todos sabemos que no debemos de lanzarnos de un edificio so pena de morir al caer–, pero como optamos por el árbol de la ciencia del bien y el mal lo que como humanidad hemos hecho es que hemos agarrado la aguja y clavado en la piel sintiendo el dolor que eso acarrea, pero eso no es todo, con una sola vez que hubiéramos hecho lo hubiéramos entendido pero lo que hemos hecho es picar y picar y picar por todo el cuerpo para experimentar una y otra vez ese dolor y sufrimiento y concluir en lo mismo que desde el inicio sabíamos: picar la piel con una aguja trae dolor. Pero bueno, con todo y todo hay muchos casos, miles de casos, millones de casos que plantean todo un reto para nuestro entendimiento: ¿por qué sufre este inocente?, ¿por qué sufre aquel débil?, ¿por qué sufre este desvalido? Recuerda cómo empezó todo: decidimos como humanidad que sería la propia experiencia, el camino del árbol de la ciencia del bien y el mal, el que nos conduciría a la verdad, esto a través del acierto y el error. Eso implica –pon atención en esto– que todas las diferentes combinaciones, todas las posibilidades relativas a la experiencia humana debían ser abarcadas: justos viviendo justamente y justos viviendo injustamente, impíos viviendo impíamente e impíos viviendo impíamente, justos disfrutando y justos sufriendo, impíos disfrutando e impíos sufriendo, acierto y error, acierto y error, con las consecuencias de todo ello, todas las experiencias debían ser conocidas, no podía quedar fuera ninguna combinación, ninguna posibilidad, es por ello que todo lo que vemos tiene cabida en esa decisión que se tomó.

181


A través de la experiencia estamos accediendo a través del acierto y el error a la verdad, pero, como ya se dijo, a una verdad corta, trunca y falta, si bien esto nos permite entender parte de lo que es la verdad –sobre todo al entender lo que no es la verdad– seguimos necesitando de Dios para acceder a la verdad plena, completa y total. Los elegidos que hemos respondido al llamamiento del Padre para venir a salación en el presente siglo hemos comenzado a recibir ese entendimiento, a través del Espíritu de Dios, que permite entender Su verdad, plena, completa y total, y no quedarnos en la nuestra, corta, trunca y falta, “y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:12-14). Esto solo es posible aceptando el sacrificio redentor de nuestro Salvador, “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Romanos 10:13) y permitiendo que lo que nos guíe hacia las promesas que hemos recibido sean la Palabra escrita, la Biblia, “lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmos 119:105), y la Palabra hecha carne, el testimonio de Jesús, “otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). Pensemos en las verdades divinas, englobadas en el término de la Verdad, como un globo, como un inmenso globo, como un infinito globo, como Dios mismo es infinito. La superficie del globo, cada espacio de ella, por 182


minúsculo que sea, es una verdad que forma parte de esa Verdad. La manera de acceder a ese Verdad es a través de esas verdades, el medio para ello era a través del árbol de la vida, el conocimiento impartido directamente por Dios, el cual es solo aciertos, o bien a través del árbol de la ciencia del bien y el mal, la experiencia humana que lo mismo tiene aciertos que errores, dado que se optó por este último medio, ¿qué se necesitaría para poder acceder a cada una de las verdades divinas y así tener acceso a la Verdad?, así es: infinitud de experiencias que a través del acierto y error permitiesen comprender esa verdad. Desafortunadamente el error trae dolor, sufrimiento y muerte y eso es lo que precisamente hemos estado padeciendo a lo largo de la historia de la humanidad, con todo y todo se ha accedido por ese medio a las verdades divinas pero a un costo excesivamente alto. Eso permite entender por qué tanto de ese dolor, de ese sufrimiento, de esa muerte, eran necesarias todas las combinaciones posibles para poder abarcar toda la superficie del globo. Por ejemplo el que alguien robara, mintiera o matara tenía que ser experimentado, por ambos lados: víctima y victimario, para poder ser comprendido a través de la experiencia. Pero, dado que la Verdad es infinita, son literalmente infinitas las combinaciones posibles requeridas para ello: el ladrón, mentiroso o asesino de 30 años que robase, engañase o matase a otro de 30 años; el ladrón, mentiroso o asesino de 30 años que robase, engañase o matase a otro de 31 años; el ladrón, mentiroso o asesino de 30 años que robase, engañase o matase a otro de 32 años; de igual forma el ladrón, mentiroso o asesino de 31 años que robase, engañase o matase a otro de 30 años, el ladrón, mentiroso o asesino de 32 años que robase, engañase o matase a otro de 30 años. Pero no solo eso, que puede verse muy simple, sino también agregando condiciones de sexo –uno fuese hombre, otro mujer–, de condición 183


económica –uno fuese rico y otro pobre, de status social –uno fuese noble otro paria– y así sucesivamente. Si se piensa de esta forma se entenderá porque la necesidad de todo lo que la humanidad ha experimentado: ¡se tenían que conocer todas las combinaciones posibles de todas las verdades divinas para poder ser comprendidas con base en la experiencia! Esto resuelve la incógnita referida a el porqué del sufrimiento de inocentes, débiles y desvalido: la experiencia –tanto del victimario como de la víctima, tanto de la circunstancia como del que padece la circunstancia; con todas las combinaciones posibles– era necesaria para conocer, con base en la experiencia, aquello que deviniese en la comprensión de las verdades divinas que conlleven a la Verdad. Pero –y aquí viene la parte de la mente de Cristo en la iglesia de Dios–, como parte de todas esas combinaciones posibles referidas al conocimiento de las verdades divinas que conllevan a la Verdad, también era necesario que en ese globo metafóricamente propuesto, hubiese un área designada para conocer, con base en la experiencia, como es vivir conforme a la voluntad de Dios disfrutando y padeciendo de ello, triunfando y siendo derrotados, alcanzando las promesas y perdiéndose en el Camino. Con todo y todo recordemos que fuimos nosotros, como humanidad, en la figura de nuestros primeros padres, sí, pero después corroborada por nuestras propias decisiones, los que decidimos ese medio, a saber: que fuese a través del árbol de la ciencia del bien y el mal, a través de nuestra experiencia plagada de aciertos y errores, lo que nos llevaría al

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conocimiento de las verdades divinas que conforman finalmente la Verdad. Así, los que hemos respondido al llamamiento del Padre para venir a salvación en el presente siglo, habiendo recibido Su Espíritu, hemos comenzado a entender aquello que desde un principio estaba disponible para la humanidad en la figura del árbol de la vida: las verdades divinas que conllevan a la Verdad, esto a través de la información inspirada, siendo que llegará el momento en que este proceso termine cumplimentándose el plan divino aún y cuando esto haya sido hecho respetando la decisión originalmente tomada por el hombre. Con todo y todo hay una gran duda que sigue en el aire: ¿dónde está toda esa experiencia ahorita?, es decir, sabemos que muchas de las acciones rebeldes del hombre ajenas a la voluntad de Dios traen consecuencias nocivas para éste pero ¿dónde está esa experiencia? Pensemos en tres ejemplos, uno referido a los que saben lo malo sin haberlo hecho, otro a los que saben lo malo al haberlo hecho, y otros que aunque saben algo es malo no lo ven como tal. Primero veamos el caso de uno referido a los que saben lo malo sin haberlo hecho. Los elegidos que hemos aceptado el llamamiento del Padre para venir a salvación en el presente siglo hemos comenzado un proceso de renovación de nuestra mente basado en la comprensión de las verdades divinas, pero —y esto es importante considerarlo— mucho de ese entendimiento no se basa en la experiencia. Tal vez alguno haya en su vida pasada cometido alguna falta como robar, mentir o adulterar, perro hay muchas otras que nunca cometió y que por ende nunca cometerá 185


por ejemplo violar, secuestrar o matar. ¿Qué verdad sustentada en esta experiencia tan corta podrá alguien así desarrollar? El segundo caso se refiere a los que saben lo malo al haberlo hecho. Los elegidos sabemos no debemos robar. Tal vez alguno antes de venir a la verdad cometió robos por lo que sabe por experiencia propia a qué se refiere esto, con todo y todo su experiencia es mucho muy limitada ya que está circunscrita a las características exclusivas de lo que él vivió y, peor aún, desconoce en muchos casos las consecuencias de ello. Por ejemplo, el que robó 40 mil pesos tiene solo esa experiencia pero carece de aquella del que robó 1 millón, de igual forma, y en ambos casos, desconocen las consecuencias, basadas en la experiencia, de lo que sus actos ocasionaron a los que lo padecieron por la sencilla razón de que la víctima es diferente al victimario: ese robo ¿hizo que una familia perdiera su patrimonio?, ¿qué sintió esa familia?, ¿qué vivió?, desconocido esto para el victimario lo será. ¿Qué verdad sustentada en esta experiencia tan corta podrá alguien así desarrollar? El tercer caso se refiere a los que aunque saben algo es malo no lo ven como tal. Por ejemplo, los elegidos sabemos que el adulterio es malo, está prohibido por nuestro Dios. Alguien que haya venido a la fe reconoce esto y vive conforme a esto, pero puede darse el caso de alguien que antes de venir a la fe vivió una relación prohibida pero que la misma, al nunca haber sido descubierta, no generó consecuencias nocivas como podría haber sido la ruptura matrimonial, es más, hay casos de amores clandestinos que han vivido así toda la vida y que reconoce eso les ha servido para vivir dicha vida. ¿Qué verdad sustentada en esta experiencia tan corta podrá alguien así desarrollar?

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Estos tres casos muestran lo corto que con relación a las verdades divinas puede ser la particular experiencia propia, ¿entonces? En este punto ya debe quedar claro que el camino optado para acceder a las verdades divinas, que conllevan a la Verdad, referido como el camino del árbol de la ciencia del bien y el mal, se refería a hacer esto basados en nuestra propia experiencia, la cual lo mismo contiene aciertos que errores. De igual forma, como ya se explicó con el ejemplo del metafórico globo relativo a las verdades divinas que conforman la Verdad, eso hace necesario un sinfín de experiencias que buscan abarcar todas las posibilidades, todas las combinaciones relativas a la experiencia. Pero de igual forma, retomando lo dicho anteriormente, la participación de cada uno en la experiencia de las verdades divinas que conforman la Verdad es limitada, tal como lo sería un punto dado en relación a toda la superficie del globo, con todo y todo, con la comprensión hasta aquí obtenida, es de conclusión lógica que toda esa experiencia no puede perderse, de otra forma el plan divino relativo a ello se perdería, siendo que, de igual forma, esa experiencia debería estar disponible, de alguna forma, para toda la humanidad, pero ¿cómo? Marcos 4:22 señala “porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz”, Lucas 8:17 es reiterativo en ello al decir “porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz”, necesariamente esto se refiere a toda aquella experiencia que como humanidad hemos acumulado al seguir el camino de la ciencia del bien y el mal a lo largo de los siglos, pero ¿cómo podrá ser esto?

187


Para tratar de responder esto hay que entender qué es o a quién representa la Nueva Jerusalén y para ello comprender el misterio de Cristo y Su iglesia. El misterio de Cristo y la iglesia hace referencia a lo que la Palabra declara en cuanto a la naturaleza de la relación entre la cabeza de la iglesia, Jesús, y Su Cuerpo, la iglesia de Dios. La Lectura Bíblica de Efesios 5 nos habla precisamente de Cristo, la iglesia de Dios, y la interrelación que entre ambos hay. La primera parte, del versículo 1 al 20, es una exhortación sobre el comportamiento esperado entre los miembros del Cuerpo de Cristo; la segunda parte, del versículo 21 al 33, mediante la analogía de la relación natural entre el esposo y la esposa, busca llevarnos hacia la comprensión espiritual de la relación de Cristo, el esposo, con Su iglesia, la esposa. Efesios 5 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. 2Y

andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí

mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. 3 Pero

fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre

entre vosotros, como conviene a santos; 4 ni

palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no

convienen, sino antes bien acciones de gracias. 5 Porque

sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que

es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. 6 Nadie

os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene

la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. 7 No

seáis, pues, partícipes con ellos. 188


8 Porque

en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor;

andad como hijos de luz 9 (porque

el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),

10 comprobando 11 Y

lo que es agradable al Señor.

no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más

bien reprendedlas; 12 porque 13 Mas

vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.

todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz,

son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. 14 Por

lo cual dice:

Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. 15 Mirad,

pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino

como sabios, 16 aprovechando 17 Por

bien el tiempo, porque los días son malos.

tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la

voluntad del Señor. 18 No

os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien

sed llenos del Espíritu, 19 hablando

entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos

espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20 dando

siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de

nuestro Señor Jesucristo. 21 Someteos 22 Las

unos a otros en el temor de Dios.

casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;

23 porque

el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza

de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.

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24 Así

que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las

casadas lo estén a sus maridos en todo. 25 Maridos,

amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia,

y se entregó a sí mismo por ella, 26 para

santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua

por la palabra, 27 a

fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no

tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28 Así

también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus

mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque

nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la

sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30 porque 31 Por

somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.

esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su

mujer, y los dos serán una sola carne. 32 Grande

es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de

la iglesia. 33 Por

lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como

a sí mismo; y la mujer respete a su marido. De igual forma, el Texto Áureo de Efesio 3:9 arroja luz sobre el tema al señalar como es que se nos ha dado el privilegio inmerecido para esclarecer el misterio escondido de los siglos en Dios, “y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas”, misterio que, como lo señala previamente Efesios 3:6, se refiere a “que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio”. 190


La falta de entendimiento de lo anterior ha hecho que a lo largo de los siglos, tanto de parte del Israel carnal, el pueblo histórico, como de aquellos que se consideran parte del Israel de Dios, los que se dicen cristianos, exista una descalificación mutua cuando ambos son coherederos de las promesas. Con todo y todo, para la iglesia de Dios no existe tal conflicto pues entiende el papel que en la historia de la salvación han jugado ambos pueblos, a saber: el pueblo de la promesa y aquellos que podemos denominar gentiles. Romanos 11:16-24 permite entender el conflicto anterior siempre y cuando dejemos sea el Espíritu quien nos guíe en ello. En dicha relatoría se presenta lo que se conoce como la analogía del olivo, las ramas naturales y las ramas injertadas. Romanos 11 16 Si

las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz

es santa, también lo son las ramas. 17 Pues

si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo

silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, 18 no

te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas

tú a la raíz, sino la raíz a ti. 19 Pues

las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese

injertado. 20 Bien;

por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás

en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. 21 Porque

si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te

perdonará. 191


22 Mira,

pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad

ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado. 23 Y

aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados,

pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. 24 Porque

si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y

contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo? Ahora bien, ¿qué representa cada símbolo y, por ende, que significa esa analogía? Como puede leerse en el versículo 17, hay tres participantes en dicha relatoría: las ramas naturales, las cuales se refieren al pueblo histórico de Israel, las ramas injertadas, que se refieren a los gentiles, y –esto es mucho muy importante– la raíz: “pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo”. La raíz no son las ramas, esto hasta naturalmente se sabe, luego entonces es aquello que soporta, que sustenta, tanto a las ramas naturales como a las ramas injertadas, ¿y qué puede ser eso que sostiene, que sustenta?, de la lectura de Juan 15:1-2 y 4-5 se entiende que es el Padre a través de Jesús, dicho de otra forma, estamos contemplando a la familia divina conformada por dos pueblos que, a través del sacrificio redentor de Jesús, han venido a formar uno solo. Juan 15 1 Yo

soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 192


2 Todo

pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel

que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. … 4 Permaneced

en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede

llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo

soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo

en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El Cantar de Cantares es un libro que tiene múltiples lecturas: habla de la relación carnal de un hombre y una mujer, habla de la relación espiritual de Cristo con Su iglesia, y habla de la relación divina de Dios con la humanidad. Lo dicho anteriormente de los dos pueblos, el Israel histórico y el Israel de Dios que han venido a formar uno puede verse reflejada en Cantar de Cantares 6:13 que menciona, en la figura de la Sulamita, esa reunión de dos campamentos, otras versiones lo refieren como una danza de dos coros. Con esta comprensión puede entenderse algo que siempre ha intrigado a los estudiosos de la Palabra: ¿qué es o a quién representa la Nueva Jerusalén mencionada en el libro de Revelación? De inicio no puede representar al pueblo histórico de Israel pues ellos aún no han aceptado a Jesús, siendo eso requisito para ser con Él reyes y sacerdotes, en ese sentido, los que se dicen cristianos han supuesto que se refiere a la iglesia de Dios, pero eso tampoco puede ser por cuatro razones principales: (1) si la Nueva Jerusalén fuera la iglesia de Dios entonces la misma ya estaría aquí, lo cual no es así, y peor aún: dado que seguimos en la carne, la Nueva Jerusalén estaría participando de nuestras debilidades, lo cual es un 193


absurdo; (2) como menciona 2 Corintios 1:22, los que hemos respondido al llamamiento del Padre para venir a salvación en el presente siglo hemos recibido las arras del Espíritu, las cuales, como menciona Efesios 1:14, son la garantía de lo que se recibirá, luego entonces aún no lo hemos recibido siendo que la Nueva Jerusalén implica el cumplimiento de las promesas; (3) Pablo en 1 Corintios 13:9-12 señala como es que ahorita en parte profetizamos y en parte conocemos pero que cuando venga lo perfecto desaparecerá lo parcial, siendo que si la Nueva Jerusalén representa lo perfecto no puede, por conclusión lógica, referirse a lo que es parcial; y (4) sabemos que la Nueva Jerusalén esta relacionad con la venida de nuestro Señor y la resurrección/transformación de los justos para ser semejantes a Él, luego entonces la actual carnalidad no puede referirse a aquello resultante de aquella resurrección/transformación. Pero entonces ¿qué es o a quién representa la Nueva Jerusalén mencionada en el libro de Revelación? Esta pregunta ya se resolvió con lo comentado previamente: la Nueva Jerusalén se refiere a la Sulamita, a esos dos pueblos, el Israel histórico y el Israel de Dios, que han llegado a ser uno (Efesios 2:14), pero más importante aún: apunta a ese único pueblo resucitado y transformado, que ha dejado atrás la corruptibilidad recubriéndose de incorruptibilidad y que ha dejado atrás la carnalidad para ser vestido de gloria. Es por eso que era necesario usar otro término para ello. No podía el cumplimiento del plan de Dios referirse a aquello como el Israel histórico ni tampoco al Israel de Dios, porque eso no reflejaría eso diferente que ambos, siendo uno, llegarían a ser, por eso se denominó de otra forma: la Nueva Jerusalén. Curiosamente ambos, a saber: el Israel histórico y el Israel de Dios, pueden decir que tiene como capital Jerusalén, el primero la terrenal, el segundo la espiritual, pero la Nueva Jerusalén apunta a lo divino: ambos, 194


siendo uno, formando parte de la familia de Dios como algo completamente diferente a lo que fueron. Ahora bien, en cuanto al contexto histórico, ambos pueblos tienen sus ventajas: ellos, por que recibieron la Palabra (Romanos 3:2), nosotros, porque hemos alcanzado, potencial y primeramente, las promesas dadas (Hebreos 11:7). ¿Qué quiere decir esto último?, que a diferencia de ellos, el pueblo histórico de Israel, los cuales más delante tendrán esta oportunidad, nosotros, el Israel de Dios, ya hemos recibido al Espíritu de Dios, el requisito para alcanzar las promesas dadas, siendo que si nos mantenemos fieles hasta el final asiremos aquello que se nos ha reservado. Con todo y todo esto no debe ser motivo para ensoberbecernos, para vanagloriarnos, sino para ocuparnos día con día, con temor y temblor, por alcanzar aquello que aún de lejos vislumbramos. La iglesia de Dios no es club social que nos de acceso al reino venidero si es que contamos con la credencial que nos valida como miembros de ella. El bautismo nos ha hecho renacer a una nueva vida, la imposición de manos nos ha dado el Espíritu requerido para alcanzar las promesas, pero si no ponemos por obra esa fe que decimos profesar, si no nos mantenemos fieles hasta el final, no alcanzaremos lo que procuramos. La parábola de las diez vírgenes contenida en Mateo 25 es un simbolismo de la iglesia de Dios. Mateo 25 1 Entonces

el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que

tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. 195


2 Cinco 3 Las

de ellas eran prudentes y cinco insensatas.

insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;

4 mas

las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus

lámparas. 5Y

tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.

6Y

a la medianoche se oyó un clamor: !!Aquí viene el esposo; salid a

recibirle! 7 Entonces

todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus

lámparas. 8Y

las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite;

porque nuestras lámparas se apagan. 9 Mas

las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a

nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. 10 Pero

mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que

estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 11 Después

vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor,

ábrenos! 12 Mas

él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.

13 Velad,

pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del

Hombre ha de venir. Fíjate cómo es que todas se duermen pero solo la mitad tenían aceite suficiente en sus lámparas, siendo estas últimas las que entraron a las bodas del novio. Si esas diez vírgenes simbolizan a la iglesia de Dios vemos que solo la mitad calificaron para ello. Ahora bien, no me refiere que solo calificara la mitad de aquellos que de la iglesia estén al regreso de nuestro Señor sino a la mitad de todos aquellos que han sido parte de la iglesia de 196


Dios a lo largo de los siglos, ¿cómo podemos saber esto?, porque en Lucas 17:20-36, en el contexto la venida del Hijo del Hombre, Jesús dice, en el versículo 34, “os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado”, el simbolismo del estar en el lecho cuando se es de noche solo puede apuntar a dormir, de esta forma aquí se habla de todos aquellos de la iglesia de Dios que duermen pero de los cuales solo la mitad será levantada pues habrá calificado para ser con Cristo reyes y sacerdotes en el reino venidero. No se pretende ser dogmático en cuanto a que si exactamente será el 50% de los miembros de la iglesia de Dios de todos los tiempos los que califiquen para entrar en el gozo del Señor a su regreso, sino más bien hacer énfasis en que no todo aquel que le diga “Señor, Señor” lo hará, sino solo aquellos que realmente hallan puesto por obra esa fe que dicen profesar llegando a ser fieles hasta el final. Siendo esto lo que debe movernos día con día, minuto con minuto, segundo con segundo, a velar y no dormir, a trabajar mientras hay tiempo, a crecer en el conocimiento de Dios y Su Hijo pidiendo ser considerados dignos de estar en pie ante el Hijo del Hombre a su regreso. De esta forma la Nueva Jerusalén se refiere a la Sulamita, a esos dos pueblos, el Israel histórico y el Israel de Dios, que han llegado a ser uno (Efesios 2:14), pero ¿alaguna vez te has dado cuenta que la Escritura presenta a la Nueva Jerusalén como si fuera algo diferente a los integrantes de aquellos dos pueblos? En Revelación 19:9, referido a los elegidos que han calificado para ser reyes y sacerdotes con Cristo, se dice “bienaventurados los que están invitados a la cena de las bodas del Cordero”, siendo que esas bodas son 197


entre Cristo y la Nueva Jerusalén, como dice Revelación 21:2 “y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido”. Entonces, si la Nueva Jerusalén son dos pueblos, el Israel histórico y el Israel de Dios, que han llegado a ser uno, ¿por qué se menciona esta como algo diferente a aquellos? Sin pretender ser dogmático, la respuesta propuesta es que la Nueva Jerusalén representa precisamente a la mente de Cristo, a ese cúmulo de experiencias basadas en el camino que como humanidad elegimos al optar por el árbol del conocimiento de la ciencia del bien y el mal, es por eso que se presenta a los santos, de manera particular, en ella: porque los mismos no pierden su individualidad pero pueden acceder al conocimiento comunitario relativo a las verdades divinas basadas en la experiencia humana que conforman la Verdad. De esta forma cada uno de los santos sigue teniendo su individualidad particular pero, en la figura de la Nueva Jerusalén, puede acceder a ese conocimiento basado en la experiencia que de otra forma l estaría vedado como ya se ha comentado anteriormente. De nueva cuenta: no se quiere ser dogmático en ello ni ir más allá de la Escritura, pero considerando lo dicho hasta este momento se requiere que de alguna forma, cada uno de los santos resucitados/transformados, pueda acceder a esa experiencia que no le tocó vivir, conservando su individualidad y al mismo tiempo formando parte, comunitariamente, de un mismo cuerpo de conocimientos.

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Sabemos que el conocimiento de Dios, como Él mismo, es infinito, ¿quiere decir esto que nunca lo alcanzaremos? En los ancianos está la ciencia, y en la larga edad la inteligencia. Job 12:12

Dios es el creador de todo, pero no sólo es el creador de todo sino también el revelador de las verdades, sobre todo de aquellas que son inalcanzables para el hombre de sí y por sí, siendo una de estas mayores verdades las relativas a Su persona, las relativas a la creación, las relativas al hombre, en orden del plan que Él concibió desde la eternidad.

Proverbios 19:21 Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; más el consejo de Jehová permanecerá.

Eclesiastés 3:14 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.

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Malaquías 3:6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.

1 Crónicas 17:27 y ahora has querido bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti; porque tú, Jehová, la has bendecido, y será bendita para siempre.

Dios es inmutable. El no cambia sus mandamientos o su voluntad para el hombre. Él es perfecto en todos sus caminos. Las mismas cualidades de Dios, eterno, infinito, todopoderoso, omnisciente, llevan a entender que Él no cambia, que es perfecto. Esto genera confianza en Sus promesas, en Su palabra, pero de igual forma requiere de entendimiento pues en Su interacción con la humanidad, temporal, dinámica, cambiante, participa de los procesos inherentes a Su plan sin ser Él mismo definidos por ellos. De igual forma, dada su inmanencia, requiere de algo que lo pueda representar ante los seres finitos, temporales y limitados que somos, siendo esa representación Su Hijo, la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15).

200


1 Reyes 8:23; 60-61 dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti con todo su corazón … a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro. Sea, pues, perfecto vuestro corazón para con Jehová nuestro Dios, andando en sus estatutos y guardando sus mandamientos, como en el día de hoy.

Como preámbulo para el apartado referido a la Ley de Dios puede señalarse en este punto que si bien Dios no está sujeto a leyes, pues Él mismo es perfecto y santo, si ha establecido leyes, leyes que le representan, para el funcionamiento de todo lo creado, incluyéndonos. El entendimiento de estas leyes puede hacerse en algunos casos de manera natural, cuando se refiere uno a las leyes relativas a su creación física, pero en el caso de las leyes espirituales –y Su Ley es espiritual (Romanos 7:14 )– se requiere de Su Espíritu tanto para su comprensión como para su aplicación.

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Santiago 1:17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación

Dios no cambia, el hombre sí, pero no Dios, con todo y todo, en ese proceso que en los hombres se está dando, máxime referido al engendramiento del que en el presente siglo se es objeto para los elegidos, la posibilidad de pedir a Dios lo que hace falta está presente.

Esto es de igual forma asombroso pues implica una interacción única entre Dios –infinito, eterno, todopoderoso, omnisciente–, y sus hijos, finitos, temporales y limitados, es decir, se requiere de la participación consciente y volitiva de los elegidos para que Dios haga en cada uno la obra que ha pensado para quienes respondan a Su llamado.

Romanos 1:19-20 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 202


El hecho de que Dios sea eterno, infinito, todopoderoso, omnisciente no obsta para que todo lo existente, al tener su origen en Él, pueda a través de la observación, permitir vislumbrar, incluso de manera natural, un vislumbre de su existencia, de su esencia y de sus características. Con todo y todo esta sería apenas una aproximación inicial que requeriría, si uno responde al llamado del Padre a salvación en el presente siglo, avanzar en esa comprensión, “y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto” (Romanos 12:2).

Veamos estas cuatro características de Dios que son la de ser eterno, infinito, todopoderoso y omnisciente42.

Eterno

La característica de la eternidad es inherente al Padre, es parte de su naturaleza. Esto es obvio y de conclusión lógica cuando se piensa que Dios no puede ser contenido por nada, si así fuera dejaría de ser Dios ya que habría algo mayor que podría contenerlo, pero al ser Dios, al estar por encima de todo, al no poder ser contenido por nada, la característica de Para un mayor discernimiento de las características de Dios - eterno, infinito, todopoderoso y omnisciente- se sugiere la obra “Escucha Israel -Los Cuatro Principios Fundamentales del Verdadero Conocimiento-”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 42

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la eternidad surge como cualidad propia de Él ya que si nada le puede contener, esa nada aplica incluso al tiempo, y si se excluye el tiempo, entonces deviene lo que intelectualmente concebimos como eternidad.

Se menciona que la eternidad es contenida intelectualmente ya que vivencialmente nadie la ha experimentado, de hecho esto es imposible para quienes de alguna forma u otra estamos limitados sea por el tiempo, el espacio u otras condicionantes propias de la creación.

Esto es importante tenerlo en mente: la eternidad es un atributo exclusivo y excluyente de Dios. Exclusivo porque sólo Él lo posee, excluyente porque nadie más puede llegar a poseerlo.

Pensemos un poco en eso para que quede más claro. La única forma en que alguien pudiese acceder a la eternidad de manera vivencial es que ese alguien, al igual que Dios, no pudiese ser contenido por nada, ni siquiera el tiempo, pero para que así fuese, ese alguien entonces debería tener las características inherentes a la naturaleza de Dios con lo cual ¡ese alguien sería otro Dios lo cual es un absurdo en sí mismo!

Pero entonces, ¿los humanos no accederemos a la eternidad? El término se confunde cuando hablamos de la gloria que en los hijos de Dios habrá 204


de revelarse. Técnicamente, por lo comentado anteriormente, nadie, a excepción de Dios, puede experimentar la eternidad como una característica inherente de la propia naturaleza, pero lo que sí se entiende es que los hijos glorificados accederán a lo que se conoce como inmortalidad siendo que el tiempo no tendrá sobre ellos las acciones que actualmente tiene siendo que el mismo, por necesidad propia de la creación, no puede dejar de existir.

Si alguien pretendiese que con la glorificación de los hijos de Dios estos accediesen vivencialmente a la eternidad tendría que eliminarse que dichos hijos tuvieron un principio ya que aunque hubiesen sido glorificados, si en algún momento tuvieron un principio, si antes de ese principio ellos no existían, no puede decirse propiamente que han accedido vivencialmente la eternidad, en todo caso se ha accedido, en cuanto al tiempo, a algo que no tiene fin, pero no a algo –como lo es la eternidad– que tampoco ha tenido principio. A lo que los hijos glorificados accederán es a la inmortalidad, es decir, habiendo tenido un principio los mismos ya no tendrán un final y que las condiciones constriñentes del tiempo ya no tendrá poder limitativo sobre ellos.

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¿Y cómo será esto? Tendremos que esperar para verlo, o más bien vivirlo. Lo que debe quedar claro para los elegidos es que la eternidad, tal cual escrituralmente es entendida, es un atributo exclusivo y excluyente del

Padre y que si bien la noción de algo, o más bien alguien no sujeto al tiempo es difícil de entender, la misma cognitivamente, con la luz que emana de la Palabra, puede ser entendida.

Deuteronomio 32:40 Ciertamente [–dice Dios–], alzo a los cielos mi mano, y digo: Como que vivo yo para siempre

Job 36:26 He aquí, Dios es exaltado, y no [le] conocemos; el número de sus años es inescrutable.

Salmos 102:12 Más tú, Jehová, permaneces para siempre, y tu nombre por todas las generaciones.

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Salmos 90:4 Porque mil años ante tus ojos [Dios,] son como el día de ayer que [ya] pasó, y [como] una vigilia de la noche.

Isaías 41:4 ¿Quién [lo] ha hecho y [lo] ha realizado, llamando a las generaciones desde el principio? Yo, Jehová, soy el primero, y con los postreros soy.

1 Corintios 2:7 sino que hablamos sabiduría de Dios en misterio, la [sabiduría] oculta que, desde antes de los siglos, Dios predestinó para nuestra gloria;

2 Pedro 3:8 Pero, amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.

Salmos 90:2 Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios.

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Hebreos 1:11‭-‬12 (Salmos 102:26-27)‬‬‭ Ellos perecerán, más tú [Dios] permaneces; y todos ellos se envejecerán como una vestidura, y como un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán.

1 Crónicas 16:34 (Salmos 106:1; Salmos 100:5; 2 Crónicas 5:13) Dad gracias a Jehová, porque [Él es] bueno; porque para siempre es su misericordia.

Salmos 103:17 Más la misericordia de Jehová es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen, y su justicia para los hijos de los hijos,

Salmos 117:2 Porque grande es su misericordia para con nosotros, y la fidelidad de Jehová es eterna. ¡Aleluya!

Salmos 146:6 que [Dios] hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; que guarda la verdad para siempre;

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Salmos 66:7 El, [Dios,] domina con su poder para siempre; sus ojos velan sobre las naciones; no se enaltezcan los rebeldes. (Selah)

Romanos 1:20 Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa.

1 Pedro 5:11 A El, [Dios,] [sea] el dominio por los siglos de los siglos. Amén.

Salmos 111:3 (Salmos 112:3) Esplendor y majestad es su obra, y su justicia permanece para siempre.

Salmos 119:142 Tu justicia es justicia eterna, y tu ley verdad.

Salmos 119:89 Para siempre, oh Jehová, tu palabra está firme en los cielos. 209


Isaías 40:8 Sécase la hierba, marchítase la flor, más la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

Salmos 145:13 Tu reino es reino por todos los siglos, y tu dominio [permanece] por todas las generaciones.

Éxodo 15:18 Jehová reinará para siempre jamás.

Salmos 9:7 Pero Jehová permanece para siempre; ha establecido su trono para juicio,

Salmos 45:6 (Lamentaciones 5:19) Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de equidad es el cetro de tu reino.

210


Daniel 4:3 ¿Cuán grandes son sus señales, y cuán poderosas sus maravillas! Su reino [–de Dios–] es un reino eterno, y su dominio de generación en generación.

Infinito

El Padre, al ser Dios, de hecho el único Dios viviente, veraz y verdadero, no puede estar contenido por nada, no puede tener límites, ni temporales, como ya se vio en el apartado sobre Su eternidad, ni espaciales, como se verá en este apartado relacionado con Su infinitud.

Todos los atributos del Padre –eterno, infinito, todopoderoso y omnisciente–, si bien pueden ser de alguna manera cognitivamente abordados, los mismos exceden a la comprensión humana, con todo y todo en ocasiones el propio pensamiento, tratando de entenderlos, puede llegar a explicaciones que no sólo demeritan el atributo en cuestión sino que también terminan desviando su significado lo cual en términos prácticos es igual que negarlo, este es el caso de cuando se habla de la infinitud del Padre.

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Algo infinito es algo que no tiene fin, es decir, que no está contenido de ninguna forma, que no está limitado por el espacio. En el caso de Dios – que de hecho es el único y lo único que posee este atributo–, este atributo es total, es decir, de ninguna forma puede contenerse, limitarse a Dios en los confines espaciales.

¿Por qué se dice que en ocasiones el pensamiento al abordar esta característica divina puede llegar a demeritarla hasta prácticamente llegar a negarla? Porque dicho pensamiento –a saber: que el Padre es infinito–, puede llegar a imaginar dicha infinitud, aunque parezca absurdo, limitada. Vamos explicando esto.

¿Puede el pensamiento al menos teóricamente imaginar algo infinito? Alguien podrá decir que sí, por ejemplo: una cuerda que no tuviera principio ni fin, pero ¿realmente, como en este ejemplo, una cuerda sin principio ni fin es infinita? No es así, el concepto del infinito supera esa noción. Veamos de nuevo ese ejemplo, el de la cuerda sin principio ni fin. Al pensar en esto, uno puede imaginarse una cuerda larga, muy muy larga, tan larga que en teoría no tiene principio ni fin, luego entonces es una cuerda infinita, pero ¿puede verse la contradicción de dicho razonamiento? Si uno piensa en una cuerda larga, muy muy larga, tan larga que no tiene principio ni fin adjudica la cualidad de infinita sólo a sus 212


extremos, ¿puede verse esto? Si se piensa en una cuerda donde sus extremos no tienen fin pero dicha cuerda sigue estando limitada por los lados de la misma –de otra forma ¿cómo podría ser una cuerda?– entonces tenemos el absurdo de una cuerda infinita en sus extremos pero limitada en sus lados.

Si bien el ejemplo anterior es cognitivamente entendible, no puede en estricto sentido de la palabra, decirse que la cuerda es infinita, en todo caso que sus extremos son infinitos al no tener principio ni fin, pero no que la cuerda en si es infinita pues la misma está limitada en sus lados.

En el caso de Dios lo anterior no aplica ya que Él no puede estar limitado de ninguna forma, por decirlo en una forma, ni por arriba, ni por abajo, ni por los lados, ni por ninguna parte, ¿puede cognitivamente pensarse en algo con esas características? No, no se puede ni siquiera pensar. Veamos. Supóngase ahora la figura de un cubo y síganse los siguientes pasos para hacerlo infinito, pero no un infinito limitado, como en el caso anterior de la cuerda, sino como un infinito completo, total. Primero extiéndanse sus lados derecho e izquierdo mucho, mucho, mucho hasta teóricamente hacerlos infinitos; ahora extiéndase su lado superior e inferior de igual forma, mucho, mucho, mucho hasta hacerlos infinitos; ahora por último extiéndase sus lados frontal y trasero mucho, mucho, mucho hasta hacerlo infinito; ¿qué 213


sucede con el cubo?, literalmente se vuelve imperceptible –que no inexistente– para el observador ya que al ser toralmente infinito no hay manera de que sus figura sea apreciada al haberse extendido todos sus lados, en todas direcciones, de una forma en que el mismo ha llegado a ser infinito.

Algo así es con Dios. En ocasiones la mente puede imaginarse en dos sentidos. Adelante y atrás, algo infinito, pero en el caso de Dios Él es infinito por todos lados, por lo cual para nosotros es imperceptible –que no inexistente– pues para percibirlo tendría que estar limitado de alguna forma lo cual es un absurdo en sí mismo que termina negando la cualidad infinita de Dios. Pero, ¿qué sucede?, ¡muchos cree que de alguna forma podrán ver, tocar, hablar con el Padre en algún momento sobre todo en el reino venidero!, pero pensar así niega la naturaleza de Dios y Dios no puede negarse a sí mismo.

Pero esto va más allá ya que adjudicar cualquier manifestación limitada de Dios en la historia de la humanidad –su figura, su voz y demás– es negar Su naturaleza ya que Dios, como ya se argumentó, es infinito, es por ello que Dios requiere una imagen, algo o más bien alguien, que lo refleje, que permita presentarlo y representarlo en un universo donde sí existen las limitaciones, y ese algo o más bien alguien es Jesús quien la misma 214


Escritura, en este sentido, presenta como la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15).

1 Reyes 8:27 Pero, ¿morará verdaderamente Dios sobre la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado.

Salmos 145:3 Grande es Jehová, y digno de ser alabado en gran manera; y su grandeza es inescrutable.

2 Crónicas 2:6 Pero ¿quién será capaz de edificarle una casa, cuando los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerle? ¿Quién soy yo para que le edifique una casa, aunque sólo sea para quemar [incienso] delante de Él?

2 Crónicas 6:18 Pero, ¿morará verdaderamente Dios con los hombres en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, cuánto menos esta casa que yo he edificado. 215


1 Timoteo 6:16 el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible; a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él [sea] la honra y el dominio eterno. Amén.

Omnisciente

Si bien las características del Padre –eterno, infinito, omnisciente y omnipotente– son de alguna forma abordables para nuestro entendimiento, su plena comprensión escapa de nuestro entendimiento al ser ajenas a nuestra propia naturaleza, con todo y todo las dos primeras características –eterno e infinito–, aunque complejas en su plena comprensión no presentan tanto conflicto como las dos últimas – omnisciente y omnipotente–, ¿por qué?, por que como se verá en esos dos apartados, nuestra naturaleza antepone a las mismas cuestionamientos que llevan a dudar de ellas e incluso de Dios mismo.

La omnisciencia de Dios significa que Él todo lo sabe, así de sencillo, ¿y a qué se refiere a ese todo?, a eso: todo. Él es el único que se conoce plenamente a sí mismo, Él es el único que conoce todo lo que es y lo que

216


no es, sea visible o invisible, Él es el único que conoce el pasado, presente y futuro, en fin, Él conoce todo.

Esta omnisciencia sigue la línea de lo expresado en los dos apartados anteriores relativos a la eternidad e infinitud de Dios: nada puede limitar a Dios. Dado que nada puede limitar a Dios –como en el caso temporal relativo a Su eternidad o en el caso espacial referido a Su infinitud–, de igual forma referido al conocimiento esa no limitación está dada por Su omnisciencia.

Si hubiese una cosa, una sola, que Dios desconociese, eso mismo invalidaría su condición divina ya que algo ajeno a Su comprensión implicaría que la misma está limitada y si está limitada por antonomasia no podría argumentarse la divinidad de Su persona.

La Escritura da testimonio de la omnisciencia de Dios, como se verá más delante, el creyente lo cree, el no creyente lo duda, pero en ambos casos las conclusiones de abordar dicha cuestión bajo la mirada de nuestra naturaleza conlleva a callejones cognitivos sin salida que pueden mermar la fe en el caso del creyente y consolidar aún más la rebeldía en el caso del no creyente.

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Muchas son las preguntas que sobre la omnisciencia de Dios pueden hacerse: ¿Dios sabía que nuestros primeros Padres iban a pecar?, si es así entonces ¿para qué crearlos?; ¿Dios sabía que Saúl, el primer rey de Israel, iba a fallar?, si es así entonces ¿para qué elegirlo?; ¿Dios sabía que el Pueblo de Israel, una vez sacado de Egipto, le fallaría?, entonces ¿para qué elegirlo?; y un sinfín de etcéteras que si se sigue en la argumentación conllevan a pensar en un Dios o que no sabe todo o que si lo sabe entonces es injusto.

Con todo y todo, entre todas las preguntas relativas a la omnisciencia de Dios, hay una primordial que, como ya se comentó, conlleva a un callejón cognitivo sin salida y que literalmente ha generado en doctrinas contrarias a la Escritura como es el caso del determinismo: Si Dios sabe todo, sabe entonces quien se va a salvar y quien se va a condenar, y si esto es así entonces lo mismo ya ha sido determinado, no existe libertad y no hay nada que podamos hacer para cambiar las cosas. ¿Puede uno darse cuenta a dónde lleva abordar la cuestión de la omnisciencia de Dios desde nuestra perspectiva?, lo mismo sucede con Su omnipotencia, pero esto se verá en el siguiente apartado.

En efecto Dios lo sabe todo, pero entonces ¿qué hay de las dudas anteriormente planteadas –y de las muchas que sin plantearse hay en la 218


mente de cada uno–?, el problema no es esta característica relativa a la naturaleza de Dios, sino nuestra incapacidad para abordarla desde Su perspectiva.

Somos finitos, temporales, limitados en conocimiento, limitados en capacidad, ¿y así pretendemos entender a Dios? Pongámoslo claro: si se pudiese de alguna forma y relativo a cualquier característica de Dios, llegar a comprenderla completa y totalmente, nomás por ese hecho Dios dejaría de ser Dios ya que el comprender algo implica que se ha llegado a Su total entendimiento, siendo que esto implicaría que Dios está limitado, pero si es ilimitado en todo –tiempo, espacio, conocimiento y potencia– entonces nunca podrá comprenderse a cabalidad su naturaleza.

Se puede abordar, sí, el análisis de las características de Dios relativas a Su naturaleza, incluso las preguntas anteriores de alguna forma –imperfectas siempre estas formas– pueden ser tratadas de responder, pero de igual forma ha de entenderse que podremos llegar sólo hasta cierto punto, de ahí en adelante el límite infranqueable de Su propia naturaleza nos impedirá llegar a aprehenderlo en su totalidad, como dice Job 26:14: “He aquí, estas cosas son solo los bordes de sus caminos; ¡Y cuán leve es el susurro que hemos oído de él! Pero el trueno de su poder, ¿quién lo puede comprender?”. 219


Esto no quiere decir que, como antes se decía en el mundo cuando algo de la fe no se entendía: sólo cree, no cuestiones; para nada, Dios quiere se le cuestiones, no en el sentido de retarle, de exigirle respuestas, sino en el sentido de buscar comprenderle: Pues “esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3).

La omnisciencia de Dios, si bien incomprensible en su totalidad, más que traer zozobra a nuestro entendimiento, debería de llenarnos de gozo, de alegría, ¿por qué?, por las múltiples revelaciones que sobre Su plan para la humanidad nos da en la Escritura y que viniendo de Aquel que todo lo sabe nos llenan de esperanza:

Isaías 55:11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

Jeremías 29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. 220


1 Timoteo 2:4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.

La omnisciencia de Dios implica no sólo conocimiento sino, como se verá en el siguiente apartado relativo a Su omnipotencia, acción, ya que su conocimiento va aunado a su actuar, lo cual lleva a los elegidos que han respondido a Su llamado en el presente siglo para venir a salvación a la confianza de que Él hará lo que ha dicho.

¿Alguna vez te has puesto a pensar detenidamente en la creación de Dios?, el universo, la naturaleza, nosotros mismos, literalmente cuenta con un sinfín de variables, con un sinfín de interacciones. Piensa solamente en el ser humano: cientos, miles de variables e interacciones químicas, biológicas, materiales, si a eso le sumas lo emocional, lo intelectual, lo espiritual, cada uno de nosotros es literalmente un infinito de combinaciones entre las diferentes variables e interacciones, y si a eso le sumas las interacciones con las demás personas, con la naturaleza, con el universo el resultado es pasmoso, ¿y cómo podría ser de otra forma?, un Dios infinito no puede estar limitado, ni siquiera en lo que crea, lo cual reflejará esa complejidad al extremo llegando a ser, literalmente, infinita. Visto de esta forma ¿cómo podría el ser humano abordar su propia 221


existencia?, la única manera es que contara con la guía, con la dirección, de Aquel que solo Él puede entender y manejar los infinitos, en este caso Dios.

Es por esto que aquellos elegidos, que han respondido al llamado del Padre para venir a salvación en el presente siglo, acuden a Su Palabra – escrita y hecha carne– para obtener esa guía, esa dirección, que les permita vivir correcta, perfecta y santamente, lo cual si se intentase partiendo desde nuestra propia naturaleza limitada sería literalmente imposible.

Es con esta esperanza, con este gozo, con lo que los elegidos deben quedarse, no con esos callejones cognitivos sin salida a donde el limitado e imperfecto razonamiento humano lleva cuando la omnisciencia del Padre se aborda. No es tanto llegar a comprender plenamente a Dios –lo cual es contrario a la propia naturaleza ilimitada de Él–, sino comprender y comprenderle en función de lo que necesitamos para nuestro vivir de manera perfecta y santa, de ahí en fuera, incluso lo que no comprendamos, no nos traerá zozobra ya que atendiendo a la máxima de que Dios no puede contradecirse a sí mismo, aquello que no comprendamos no estará en contradicción con lo que sí comprendamos.

222


Salmos 147:5 Grande es nuestro Señor, y muy poderoso; su entendimiento es infinito.

1 Juan 3:20 en cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene; porque Dios es mayor que nuestro corazón y sabe todas las cosas.

Salmos 139:4 Aun antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh Jehová, tú [ya] la sabes toda.

Mateo 10:30 Y hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.

Salmos 147:4 Cuenta el número de las estrellas, [y] a todas ellas les pone nombre.

Hebreos 4:13 Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. 223


Salmos 139:1-4 Para el director del coro. Salmo de David. Oh Jehová, tú me has escudriñado y conocido. Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos comprendes mis pensamientos. Tú escudriñas mi senda y mi descanso, y conoces bien todos mis caminos.

Salmos 44:21 ¿no se habría dado cuenta Dios de esto? Pues El conoce los secretos del corazón.

1 Crónicas 28:9 En cuanto a ti, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con ánimo dispuesto; porque Jehová escudriña todos los corazones, y entiende todo intento de los pensamientos. Si le buscas, Él te dejará encontrarle; pero si le abandonas, Él te rechazará para siempre.

Isaías 40:28 ¿Acaso no [lo] sabes? ¿Es que no [lo] has oído? El Dios eterno, Jehová, el creador de los confines de la tierra no se fatiga ni se cansa. Su entendimiento es inescrutable.

224


Isaías 46:9-10 Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios, y no hay otro; [yo soy] Dios, y no hay ninguno como yo, que declaro el fin desde el principio y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho. Yo digo: ``Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré."

Salmos 139:1-3 Para el director del coro. Salmo de David. Oh Jehová, tú me has escudriñado y conocido. Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos comprendes mis pensamientos. Tú escudriñas mi senda y mi descanso, y conoces bien todos mis caminos.

1 Reyes 8:39 escucha tú [desde] los cielos, el lugar de tu morada, y perdona, actúa y da a cada uno conforme a todos sus caminos, [ya que] conoces su corazón (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres),

Hechos 1:24 Y habiendo orado, dijeron: Tú, Señor, que conoces el corazón de todos, muéstra[nos] a cuál de estos dos has escogido 225


Todopoderoso

La última característica del Padre a comentar es aquella que señala que Él es todopoderoso, es decir, que todo lo puede. Ésta característica, al igual que la anterior relativa a Su omnisciencia, son esas dos que llevan a confusión a quienes quieren abordarlas desde la perspectiva humana.

La omnisciencia de Dios confunde a quienes la abordan desde la perspectiva humana ya que si Dios sabe todo entonces Él consciente está de todo lo que acontecería a la humanidad, por lo que es un Dios cruel e injusto, pero más grave aún: si ya sabe todo lo que va a suceder, entonces no existe el libre albedrío sino que ya todo está determinado. Esta postura, como ya se comentó, está errada desde sus fundamentos pues busca entenderse desde nuestra perspectiva, es decir, desde la visión de un ser finito, temporal, que desconoce muchas cosas y que puede hacer muy poco.

Su omnipotencia corre la misma suerte cuando desde la perspectiva humana se aborda, no sólo para entenderla sino incluso para verla procedente desde nuestro punto de vista limitado. ¿Cuántas veces hemos oído expresiones que a manera de reclamo señalan que si Dios todo lo puede porque permite las guerras, el sufrimiento, las enfermedades? Visto 226


así, de nuevo: desde la perspectiva limitada del ser humano, sin duda que la visión que viene a uno es la de un Dios cruel, injusto, pero al igual que la omnisciencia, no puede abordarse a cabalidad esta característica de Dios, así como ninguna de las otras tres que se han visto, desde la perspectiva humana, en todo caso tendríamos que ser como Él, algo imposible, para poder comprenderle. Pero ahí donde falla la razón entra en juego la fe pues de Dios podemos llegar a saber lo que Él mismo nos revela, y con base en ello avanzar a entenderle hasta donde sea posible.

Esto de que la fe permite salvar las cuestiones relativas a su omnipotencia que planteadas por quienes carecen de esta encuentran un escollo insalvable para entenderla. Para ello, Su palabra señala lo que ahorita está sucediendo con la humanidad, el plan divino que el Padre diseñó desde la eternidad para conformar Su familia, plan que tiene ciertas cuestiones que no nos parecen del todo pero que comprendidas se entienden que han sido acarreadas por la propia rebeldía humana siendo que la libertad que Dios ha conferido a sus hijos le implica reservarse cambiar condiciones que violenten esa libertad.

De igual forma, al comprender que Su omnipotencia si bien es real, plena y completa, respeta la libertad humana y permite las consecuencias de las acciones inherentes a esta, de igual forma permite entender, hasta donde 227


sea posible, la característica anterior relativa a su omnisciencia bajo el mismo argumento, a saber: que Dios permite.

La omnipotencia de Dios, plena, completa y total, relacionada con la premisa de que todo lo puede hacer, parte del mismo supuesto visto para las anteriores características: que a Dios nada ni nadie lo puede limitar, ni espacialmente –infinito–, ni temporalmente –eterno–, ni en cuanto a conocimiento –omnisciente–, ni en cuanto a capacidad –omnipotente–. Pensar que hay algo, aunque sea una cosa que Dios no puede hacer es limitarlo, es señalar que algo es superior a Su capacidad y con ello negar propiamente Su divinidad.

Esta premisa, si bien clara en la Escritura, ha generado a lo largo de la historia humana infructuosos –más bien: ociosos– ejercicios cognitivos que solamente llevan a callejones sin salida por nuestras propias limitaciones: ¿puede Dios crear un circulo cuadrado?, ¿puede Dios autodestruirse?, ¿puede Dios crear otro Dios exactamente igual que Él?, y un sinfín de etcéteras que prácticamente da lo mismo que se responda con un sí o un no pues el resultado es igual de absurdo y termina por diluir Su divinidad. De nuevo: el problema no es Su omnipotencia –así como las otras tres características ya vistas–, el problema es nuestra incapacidad para comprender plena, completa y totalmente esta característica –o las otras– 228


pos la simple y sencilla razón que nosotros no somos Él, estamos limitados en tiempo, espacio, conocimiento y capacidad.

Con todo y todo, como se mencionó antes, donde la razón falla la fe entra al quite, y en este sentido los llamados a salvación en el presente siglo, más que verse envueltos en premisas filosóficas y cognitivas que buscan entender a cabalidad las características de Dios –como si eso fuera posible de manera plena–, se allegan a lo que Dios mismo revela de sí, lo creen pues Él mismo ha dado pruebas de ello, pero se detienen donde los límites autoimpuestos por nuestra propia naturaleza impiden franquear, y es precisamente ese entendimiento el que llena de gozo, de esperanza, pues las promesas inherentes al llamamiento, venidas de un Dios que todo lo puede, llegarán a su plena realización si es que nos mantenemos fieles hasta el final.

Jeremías 32:27 He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?

Lucas 1:37 Porque nada hay imposible para Dios.

229


Salmos 91:1-2 El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré.

Jeremías 32:17 ¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti.

1 Crónicas 29:12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.

Romanos 1:20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

1 Samuel 2:7 Jehová empobrece, y él enriquece; abate, y enaltece. 230


Ezequiel 34:26 Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán.

Marcos 14:36 Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.

Romanos 8:38-39 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Ahora bien, todo lo dicho anteriormente exige extenderse en algo que se comentó, y que tiene que ver con la pregunta del presente apartado, ya que siendo Dios infinito, requiere una imagen, algo o más bien alguien, que lo refleje, que permita presentarlo y representarlo en un universo donde sí existen las limitaciones, y ese algo o más bien alguien es Jesús

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quien la misma Escritura, en este sentido, presenta como la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15)43. La lectura, el estudio y la comprensión de la Escritura forman parte fundamental de la vida cristiana, con todo y todo hay ciertas partes de la misma que representan todo un reto para el cristiano.

Juan 1:18, 5:37, 6:46 señalan claramente, por un lado que nadie ha visto u oído a Dios, al Padre, y por otro lado que es el Hijo quien lo ha revelado.

Juan 1:18 18 A

Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del

Padre, él le ha dado a conocer.

Juan 5:37 37 También

el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca

habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,

Juan 6:46 46 No

que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios;

éste ha visto al Padre. Para un mayor discernimiento de Jesús como la imagen del Padre se sugiere la obra “La imagen del Dios invisible -el Hijo unigénito como revelador de Dios Padre-”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 43

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A diferencia de otras citas que requieren interpretación, estas citas son por así decirlo muy sencillas, pero a la vez muy complejas; sencillas, sí en cuanto a lo expresado, pero complejas en cuanto a su significado, ¿por qué? Porque en el Antiguo Testamento se tienen cientos de referencias de Dios siendo visto, escuchado o ambos. Ejemplo de esto lo tenemos en Génesis 18:1, 13, 16-17, 33, Éxodo 33:11, Números 12:8, Deuteronomio 34:10 ¿Cómo puede conciliarse esto con la idea de que a Dios, al Padre, nadie le ha visto u oído?

Casi no hay libro del Antiguo Testamento que no presente alguna interacción, auditiva, visual o ambas, entre personajes bíblicos y Dios, pero si tenemos que la misma Escritura señala que a Dios, al Padre, nadie le ha visto, y que ella misma declara sobre sí que no puede contradecirse (Juan 10:35), ¿cómo podemos entender esto?

Una primer clave nos la da la cita de Números 12:8 ya mencionada que señala a Jehová reconviniendo a Aharón y María, hermanos de Moisés, cuando de Moisés se quejaban, diciendo “Cara a cara hablo con él, abiertamente y no en dichos oscuros, y él contempla la imagen de Jehová. ¿Por qué, pues, no temisteis hablar contra mi siervo, contra Moisés?”. Es interesante que en esta cita se mencione que Moisés 233


contemplaba la imagen de Jehová, una imagen es algo que representa a algo. La cita no dice que Moisés contemplaba a Jehová, sino que contemplaba la imagen de Jehová, esto es más interesante cuando Dios mismo está hablando, por lo que se esperaría la expresión estuviese en primera persona -me contemplaba, contemplaba a mí, o algo similar-, pero no es así sino que señala que Moisés contemplaba la imagen de Jehová, así que la pregunta que cabría hacerse es ¿a qué imagen de Jehová se refiere Dios en esta expresión?

Colosenses 1:15, hablando de Cristo, señala que “El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura”, ¿podría aquella imagen de Jehová que contemplaba Moisés ser esta imagen que señala Pablo escribiendo a los de Colosas referida a Cristo?, en este punto, con las citas que se tienen, no puede uno llegar a una conclusión distinta. Veamos: (1) A Dios nadie la ha visto ni oído, (2) es el Hijo quien revela al Padre, (3) la revelación en el Antiguo Testamento era dada por la imagen de Jehová, y (4) la imagen de Dios es Jesús, Su Hijo. Si se es honesto cognitivamente hablando y se ciñe uno a lo que la Escritura dice, no puede menos, en este punto, que concluirse que quien se presentaba como Jehová en el Antiguo Testamento era Jesús, quien actuaba en nombre y con la autoridad de Dios, con todo y todo esta puede ser una idea conflictiva para muchos quienes en su mente han formado dos momentos históricos 234


relacionados con el Antiguo y con el Nuevo Testamento asignado para el primero una intervención directa de Dios, el Padre, en la historia de la humanidad, y para el segundo asignando la participación activa del Hijo, ¿habrá más indicios en la Escritura que permita concluir, como ella misma lo dice, que a Dios nadie le ha visto u oído sino que es el Hijo, en todos los tiempos, Quien le ha revelado?

1 Corintios 10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.

Esta cita de la primer carta de Pablo a los de Corinto, se hace en el contexto de la reflexión que inspiradamente el Apóstol hace, donde se refiere al Pueblo de Israel en la travesía por el desierto una vez liberados de Egipto, lo interesante de Pablo es que señala como es que la roca, espiritualmente hablando, que los seguía era Cristo y no solo eso sino que el pueblo bebía de ella, es decir, se alimentaba de la verdad que a través de ella era expresada. De nuevo: la roca era Cristo.

1 Corintios 10:9 Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 235


En esa misma carta, en el mismo capítulo y en el mismo contexto, Pablo más delante exhorta a los de Corinto a no comportarse como aquel pueblo rebelde que se rebelaba una y otra vez contra Dios, la referencia explícita de la cita señala a aquel momento donde, a raíz de las habladurías y murmuraciones del pueblo, Dios les manda serpientes a que los castiguen causando gran mortandad hasta que, por mediación de Moisés, Dios le pide hacer una serpiente de bronce colocada en un mástil símbolo del futuro sacrificio de Cristo- con la condición de que quien mordido por las serpientes la viera se curaría.

Lo interesante de esta cita es el inicio de la misma “Ni tentemos al Señor…”, ¿a qué Señor se refiere? Muchos cuando leen esto deducen que ese Señor a que se está refiriendo es Dios, Jehová, esos entienden que ese Jehová era quien desempeñó en ese trance del pueblo un papel preponderante, para la cual la anterior comprensión de tal cita no representa mayor problema. Pero sí hay un problema, el problema es que en el griego original la palabra que se ha pretendido traducir como Señor es Χριστόν, Christon, Cristo.

Correctamente algunas traducciones expresan esa misma frase diciendo “Ni tentemos a Cristo…”, pero la mayoría presenta la de “Ni tentemos al Señor…”, ¿por qué si la traducción es muy clara —Χριστόν, Christon, 236


Cristo—, se fuerza la Escritura poniendo Señor donde debería decir Cristo?, por la manera tradicional, común y generalizada de entender que quien se presentaba en el Antiguo Testamento era Dios, Jehová, el Padre, no Jesús, y el poner Cristo implicaría rehacer todo ese pensamiento.

De nueva cuenta, como se señaló anteriormente: Si se es honesto cognitivamente hablando y se ciñe uno a lo que la Escritura dice, no puede menos, en este punto, que concluirse que quien se presentaba como Jehová en el Antiguo Testamento era Jesús, quien actuaba en nombre y con la autoridad de Dios, con todo y todo, esta idea ¿tiene sustento escritural?

1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre

En esta cita de la primera carta de Pablo a Timoteo de nueva cuenta se corrobora lo dicho por la Escritura en el sentido de que es el Hijo quien revela al Padre. Primero señala que existe un solo Dios, luego señala que de igual forma existe un solo mediador, por ultimo señala que ese mediador es Jesucristo.

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Esta frase es por todos conocida pero, a la luz de lo visto hasta ahorita, dado que Dios no cambia (Malaquías 3:6) y que Jesucristo es el mismo por siempre (Hebreos 13:8), uno no puede menos que deducir que esa mediación no comenzó con la venida de Cristo como nuestro redentor, sino que dadas las previas interacciones entre la humanidad y Dios, Cristo tuvo que ser quien fungiera como intermediario de ella, aun así, ¿puede encontrarse en la Escritura mayores referencias que apunten a esta idea? Veamos tres referencias: La Palabra de Dios, el rostro de Dios, y el Brazo de Dios.

Respecto de la Palabra de Dios, el Antiguo Testamento reboza de expresiones que, referidas a la intervención de Dios en la historia de la humanidad en general y de Su pueblo en específico, adjudican esto la palabra de Jehová, por ejemplo Génesis 15:1, 1 Reyes 17:2, Jeremías 1:4 y 2:1, Ezequiel 1:3 y 30:1, Hageo 1:1. Dado que a Dios nadie le ha oído ¿A qué o a quién puede estarse refiriendo las citas anteriores que presentan a la Palabra de Jehová interactuando con la humanidad?

Juan 1:1 aclara esto cuando señala “En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios”, de la lectura de todo ese capítulo la única conclusión clara y evidente es que Juan estaba refiriéndose a Cristo como la Palabra de Dios, “y aquella Palabra fue 238


hecha carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (v. 14). Esta comprensión permite corroborar que las referencias escriturales en el Antiguo Testamento referidas a la Palabra de Dios no pueden menos que referirse a eso ¡la Palabra de Dios!, Palabra que en su momento se hizo carne.

Respecto del rostro de Dios, el Antiguo Testamento reboza de expresiones que, referidas a la intervención de Dios en la historia de la humanidad en general y de Su pueblo en específico, adjudican esto al rostro de Jehová, ejemplo de esto lo tenemos en Números 6:25-26, 1 Crónicas 16:11, Salmos 4:6, 31:16, 105:4 y 102:2, Ezequiel 20:35, Mateo 18:10, Job 34:29, Revelación 22:4, Levítico 17:10 y 20:3, 2 Crónicas 7:14. Dado que a Dios nadie le ha visto, ¿a qué o a quién puede estarse refiriendo las citas anteriores que hacen referencia al rostro de Jehová al referirse a las interacciones de Dios con la humanidad?

Como ya se comentó, Juan 1:18 nos dice que "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer", de igual forma, también ya mencionado, Colosenses 1:15 dice de Cristo que Él "es la imagen del Dios invisible", así que en consonancia con lo expresado al inicio de la presente obra, las interacciones de Dios con la humanidad 239


registradas en el Antiguo Testamento referidas como el rostro de Dios, Su cara, hacen referencia a Cristo fungiendo como intermediario de ellas.

Respecto del Brazo de Dios, el Antiguo Testamento reboza de expresiones que, referidas a la intervención de Dios en la historia de la humanidad en general y de Su pueblo en específico, adjudican esto al brazo, la mano o la diestra de Jehová, ejemplo de esto se tiene en Isaías 59:16, Jeremías 16:21 y 32:17, Éxodo 3:20-22 y 6:6, Deuteronomio 5:15, 7:19, 9:29, 11:2 y 26:8, 1 Reyes 8:42, 2 Reyes 17:36, Salmos 44:3, 77:15, 89:10, 89:13, 89:20-21, y 98:1, Isaías 31:3, 33:2, 40:10, 40:11, 51:9, 52:10, 63:12 y 51:9-10, y Deuteronomio 33:1‭-‬2‬. Dado que a Dios nadie le ha visto, ¿a qué o a quién puede estarse refiriendo las citas anteriores que hacen referencia al brazo, diestra o mano de Jehová al referirse a las interacciones de Dios con la humanidad?‬‬‭

En el Evangelio de Juan se recoge el sentir de muchos que, a pesar de las señales que Cristo hacía, se negaban a aceptarlo como el Mesías, por ejemplo Juan 12:36-41, lo providencial de esta cita es que la misma contiene, refiriéndose a ese rechazo de Cristo, la referencia textual a una profecía dicha por Isaías, dicha profecía está en el capítulo 53 precisamente del libro de Isaías, el cual terminará por dar luz sobre el asunto del brazo, la mano o la diestra de Jehová, leamos del versículo 1 al

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5 poniendo especial atención en el primer versículo que habla de ese brazo de Jehová al que se refiere.

“¿Quién ha creído a nuestro anuncio?, ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, más sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”

¿A quién se refiere Isaías cuando al inicio de este capítulo menciona al brazo de Jehová?, ¿quién ese ese brazo de Jehová referenciado como “varón de dolores, experimentado en quebranto” (v. 3) que “llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido” (v. 4) y que fue “herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados [cuyo] castigo de nuestra paz fue sobre él, y [que] por su llaga fuimos nosotros curados” (v. 5)? La respuesta es Cristo. Así que esta profecía referida al brazo de Jehová es 241


una referencia al papel redentor de Cristo, luego entonces ambos términos se refieren a lo mismo: el Mesías, Jesús, nuestro Señor y Salvador, el brazo, la mano, la diestra de Jehová.

De esta forma puede entenderse que toda referencia a alguna interacción, auditiva, visual o ambas, entre personajes bíblicos y Dios, se refiere a Cristo, el Hijo, quien como revelador del Padre le representa.

Ahora bien, y para cerrar la cuestión de que dada a infinitud de Dios nunca lo alcanzaremos, si bien esta es una realidad no es un problema en sí. Uno nunca llega a comprender a cabalidad, en profundidad y alcance a los demás, ¡tendríamos que ser ellos mismos para eso!, pero esto no obsta para que no podamos relacionarnos incluso de una manera muy íntima con ellos. Lo que ahorita está pasando es que se están desarrollando en nosotros esas bases que permitirán, más delante y por toda la eternidad, seguir aprendiendo, comprendiendo y relacionándonos con nuestro Padre Dios y Su Hijo: “esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3)

Aunque alcancemos ese conocimiento perfecto del bien y el mal, tan perfecto que solo podamos optar por elegir el bien, ¿qué pasará con toda esa experiencia dolorosa que cada uno en lo personal y la humanidad en 242


lo general carga como parte del camino de la ciencia del bien y el mal, de la experiencia, que optamos? Para poder responder a la pregunta anterior –¿qué pasará con toda esa experiencia dolorosa que cada uno en lo personal y la humanidad en lo general carga como parte del camino de la ciencia del bien y el mal, de la experiencia, que optamos? – primeramente hay que entender en que consiste, una vez concluido el tiempo dado a la humanidad para que busque a través de la experiencia las verdades divinas, la realización del Reino de Dios en el mundo venidero y para ello se propone abordar esto desde dos perspectivas: fundamentos y edificación.

Fundamentos Los fundamentos del Reino de Dios requieren de cuatro cosas imprescindibles sin las cuales no puede hablarse de un reino, incluso si uno se refiere al Reino de Dios: Rey, Ciudadanos, Territorio y Ley. Ahora bien, dado que estas cuatro cosas son requisitos ineludibles del Reino de Dios, es menester abordar ellas pero desde la perspectiva de las características de las mismas que serán los fundamentos del reino cuando este venga a plena realización.

Rey Un reino necesaria y forzosamente requiere de un gobernante, en este caso el Reino de Dios estará regido por el Hijo en el nombre del Padre,

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siendo que una vez que todo haya sido puesto bajo sus pies Él también se someterá al Padre para que Dios sea todo en todo (1 Corintios 15:28).

Revelación 11:15 El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. Daniel 7:14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. Isaías 9:6-7 Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre «Admirable consejero», «Dios fuerte», «Padre eterno», «Príncipe de paz». Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto. Miqueas 4:3 Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.

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Ciudadanos Un reino requiere de ciudadanos, en el caso del Reino de Dios es igual siendo que estos ciudadanos serán aquellos que hayan calificado para ser parte del mismo, es decir, los llamados y elegidos que hayan sido considerado fieles (Revelación 17:14). En este reino el mal no existirá más y las leyes divinas habrán sido puestas en los corazones de los santos. Revelación 20 1 Vi

a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y

una gran cadena en la mano. 2Y

prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y

Satanás, y lo ató por mil años; 3y

lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que

no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. Isaías 11:9 No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar. Ezequiel 11:19 19 Y

les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y

quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, 20 para

que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los

cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios.

245


Jeremías 31 33 Pero

este es el pacto que haré con la casa de Israel después de

aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y

no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano,

diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

Territorio Un reino de igual forma requiere de un territorio. Este territorio es la tierra aunque la herencia de los santos incluye todo el universo. De igual forma, al habla de la sede del gobierno de Dios, la tierra, es menester identificar dos cosas: la primera es la capital de dicha sede, que en el caso del Reino de Dios será Jerusalén; la segunda es la tierra misma en su totalidad la cual presentará condiciones muy distintas a las actuales.

Capital Zacarías 14 4Y

se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos,

que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. … 246


9Y

Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será

uno, y uno su nombre. … 17 Y

acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a

Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. Jeremías 3:17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.

Zacarías 8:3 Así dice Jehová: Yo he restaurado a Sion, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad. Revelación 19:16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Miqueas 4:2 Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Isaías 11 247


2Y

reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de

inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. 3Y

le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará

según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; 4 sino

que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por

los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Revelación 3:21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

Mundo Isaías 11 6 Morará

el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se

acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. 7 La

vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león

como el buey comerá paja. 8Y

el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién

destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. Isaías 35 5 Entonces

los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los

sordos se abrirán. 248


6 Entonces

el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del

mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. Amós 9 He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán. Isaías 35:6-7 El cojo entonces saltará como un ciervo, y la lengua del mudo gritará de júbilo, porque aguas brotarán en el desierto y arroyos en el Arabá. La tierra abrasada se convertirá en laguna, y el secadal en manantiales de aguas. En la guarida de chacales, su lugar de descanso, la hierba se convertirá en cañas y juncos. Isaías 41 18 En

las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en

el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca. 19 Daré

en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondré en

la soledad cipreses, pinos y bojes juntamente, 20 para

que vean y conozcan, y adviertan y entiendan todos, que la

mano de Jehová hace esto, y que el Santo de Israel lo creó. Ezequiel 36 Y dirán: Esta tierra que era asolada ha venido a ser como huerto del Edén; y estas ciudades que eran desiertas y asoladas y arruinadas, están fortificadas y habitadas. 249


Ley Por último, un reino requiere de leyes, en el caso del Reino de Dios tal requisito no solo es existente sino cumplimentado de manera perfecta y santa con la Ley de Dios. 2 Pedro 3 11 Puesto

que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no

debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12 esperando

y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el

cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 13 Pero

nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra

nueva, en los cuales mora la justicia. Romanos 2:13 Porque no los oidores de la ley son justos para con Dios, más los hacedores de la ley serán justificados. Santiago 1:22 Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Isaías 2:3 (Miqueas 4:2) Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.

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Jeremías 31:33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Habacuc 2:14 Porque la tierra será llena de conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren la mar. Salmos 22:27 Todos los términos de la tierra se acordarán y se volverán a Jehová, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti. Isaías 11:9 No dañarán ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mar. Jeremías 31:34 Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo: “Conoce a Jehová”, porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande — declara Jehová— pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado. Sofonías 3:9 En ese tiempo daré a los pueblos labios puros, para que todos ellos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de común acuerdo. 251


Edificación Una vez visto los fundamentos del Reino de Dios, es decir, las características de éste cuando venga a plena realización, el siguiente punto tiene que ver con la edificación del mismo, es decir, con aquellos frutos, aquellos resultados, que serán consecuencia de los fundamentos del reino cuando éste se realice —amor, gozo, paz y abundancia— sabiendo y entendiendo que las siguientes condiciones, así como los fundamentos ya vistos, serán permanentes.

Amor Siendo Dios amor (1 Juan 4:8), la principal característica de Su reino reflejará precisamente esto, siendo que este amor estará presente en los ciudadanos del reino. Isaías 19 22 Y

herirá Jehová a Egipto; herirá y sanará, y se convertirán a

Jehová, y les será clemente y los sanará. 23 En

aquel tiempo habrá una calzada de Egipto a Asiria, y asirios

entrarán en Egipto, y egipcios en Asiria; y los egipcios servirán con los asirios a Jehová. 24 En

aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiria para

bendición en medio de la tierra; 25 porque

Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el

pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.

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Gozo Dadas las condiciones del Reino de Dios, tanto en sus fundamentos como en su edificación, otro de los resultados de esto será el gozo que en el mismo se experimentará, gozo que todos aquellos que hayan calificado para ser parte del mismo experimentarán constantemente.

Isaías 65 22 No

edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro

coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos. 23 No

trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son

linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. 24 Y

antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré

oído. 25 El

lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá

paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.

Paz Otro de los resultados visibles, palpables, experimentables del Reino de Dios será la paz, profunda y extendida que en el mismo se experimentará, paz disfrutada por los santos que lo habiten.

253


Miqueas 4 1 Acontecerá

en los postreros tiempos que el monte de la casa de

Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. 2 Vendrán

muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de

Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. 3Y

él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones

poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. 4Y

se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y

no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado. Isaías 32 17 Y

el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y

seguridad para siempre. 18 Y

mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras,

y en recreos de reposo.

Abundancia Por último, el Reino de Dios experimentará una abundancia sin precedentes, abundancia existente, sí, pero también abonada con el trabajo de los santos que sean parte del reino.

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Isaías 55 12 Porque

con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y

los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. 13 En

lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga

crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída. Isaías 11 6 Morará

el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se

acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. 7 La

vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león

como el buey comerá paja. 8Y

el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién

destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. 9 No

harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra

será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar. Amós 9 He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán.

Con todo y todo, una vez visto lo relativo a la realización del Reino de Dios, la pregunta inicial subsiste: ¿qué pasará con toda esa experiencia dolorosa que cada uno en lo personal y la humanidad en lo general carga como 255


parte del camino de la ciencia del bien y el mal, de la experiencia, que optamos? Pensemos en esto, si ahorita nos pesan muchas decisiones que hemos tomado, ¿cómo podremos estar, bajo la perspectiva de lo comentado como realización del Reino de Dios, en ese mundo venidero como hijos de Dios? La respuesta la tenemos en el capítulo 3 de Zacarías.

Zacarías 3 1 Me

mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del

ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. 2Y

dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová

que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? 3Y

Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del

ángel. 4Y

habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él,

diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala. 5 Después

dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una

mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie. 6Y

el ángel de Jehová amonestó a Josué, diciendo:

7 Así

dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si

guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré lugar.

256


8 Escucha

pues, ahora, Josué sumo sacerdote, tú y tus amigos que se

sientan delante de ti, porque son varones simbólicos. He aquí, yo traigo a mi siervo el Renuevo. 9 Porque

he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre

esta única piedra hay siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día. 10 En

aquel día, dice Jehová de los ejércitos, cada uno de vosotros

convidará a su compañero, debajo de su vid y debajo de su higuera. En esta visión profética puede entenderse que va a pasar con todos aquellos que califiquen para ser con Cristo reyes y sacerdotes en el reino venidero: serán revestidos, transformados, dejando atrás aquello que por haber seguido el camino del árbol de la ciencia del bien y el mal, la experiencia, trajo consecuencias de dolor, sufrimiento y muerte a sus vidas. Para ello véase la visión de manera personal, como si cada uno fuera representado por el Josué de la misma. Como puede verse el Josué de cada uno de nosotros, calificado para ser con Cristo rey y sacerdote, está delante de Dios, de igual forma ahí está presente el Enemigo para acusarle (v. 1). La imagen del tizón arrebatado del incendio (v. 2) es más que clara en referencia de aquellos que calificados para reinar con Cristo, han sido arrebatados de la muerte eterna que les espera a todo aquel que no acepte a Jesús como su señor y salvador. Es más que revelador como es que la visión presenta a este Josué: “vestido de vestiduras viles” (v. 3). Por lo ya comentado anteriormente, la esencia 257


de lo que somos está contenida en el ADN, más aún, en la información que el mismo contiene –recibida, percibida, contribuida e inspirada–, en tanto no cambie la contención de esa información lo representativo de la misma estará aunado a ella, pero ¿qué es lo que pasa?, el ángel habla diciendo “Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala. Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie” (vv. 45). Préstese atención a lo dicho por el Ángel: “…he quitado de ti tu pecado … te he hecho vestir de ropas de gala…”, de esta forma aquello referido a la contención de la información es cambiado, esto representativo cuando los santos sean resucitados/transformados a cuerpo de gloria; dichos cuerpos de manera evidente no tienen referencia en cuanto a la experiencia del cuerpo carnal pero la conciencia adquirida sí subsiste –información recibida, percibida, contribuida e inspirada–, pudiendo de esta forma dejar atrás lo vivido al haber nacido, con este tercer nacimiento a una nueva vida como hijos de Dios. Por eso Isaías 43:18 señala “no os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas”, no en el sentido de no tener memoria de lo vivido, si así fuera la misma Escritura tendría que ser destruida pues la existencia de ésta traería a la conciencia lo vivido, más bien debe entenderse como lo señala Isaías 65:17 “porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento”, algunas versiones traducen eso de “ni más vendrá al pensamiento” como “ni subirán más al corazón”, es decir, lo vivido, si bien será recordado, no tendrá mayor relevancia para uno salvo la experiencia referida al conocimiento de la verdad. Es como los recuerdos de aquellos errores de la infancia que uno los tiene en la mente pero que no tienen mayor relevancia para definir la vida actual aún y cuando sí coadyuvaron a llevar 258


a cada uno a ser lo que se es. Lo mismo será con los santos glorificados quienes teniendo en sí la conciencia de la información recibida, percibida, contribuida e inspirada, vivirán de manera plena, completa y total en la Verdad, lo cual está evidenciado por el cierre de la circunstancia de la visión de Zacarías 3 como la perspectiva que se abre para esos Josué restaurados, transformados, glorificados: “Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré lugar” (v. 7).

259


Al misterio de la esposa de Cristo “El misterio de la esposa de Cristo” hace referencia a lo que la Escritura revela, a la iglesia de Dios, referida a la Nueva Jerusalén. La Lectura Bíblica de Revelación 21 contiene, en el contexto de cielos nuevos y tierra nueva, la descripción de lo que se conoce como la Nueva Jerusalén. Revelación 21 1 Vi

un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la

primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2Y

yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del

cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3Y

oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de

Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará

Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá

muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. 5Y

el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas

todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. 6Y

me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin.

Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7 El

que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será

mi hijo.

260


8 Pero

los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los

fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. 9 Vino

entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete

copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. 10 Y

me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la

gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, 11 teniendo

la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una

piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. 12 Tenía

un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas,

doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; 13 al

oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al

occidente tres puertas. 14 Y

el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce

nombres de los doce apóstoles del Cordero. 15 El

que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para

medir la ciudad, sus puertas y su muro. 16 La

ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a

su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. 17 Y

midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de

hombre, la cual es de ángel. 18 El

material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro

puro, semejante al vidrio limpio;

261


19 y

los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda

piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; 20 el

quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo,

berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. 21 Las

doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era

una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. 22 Y

no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el

templo de ella, y el Cordero. 23 La

ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella;

porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. 24 Y

las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y

los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. 25 Sus 26 Y

puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.

llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.

27 No

entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace

abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero. De igual forma, el Texto Áureo de Gálatas 4:26 arroja luz sobre el tema al señalar, precisamente respecto de la Nueva Jerusalén, “más la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre”. Por lo señalado en Revelación 21:9-10 es más que claro que la esposa de Cristo es la Nueva Jerusalén: “Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del 262


Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios”. Con todo y todo esto plantea todo un reto de comprensión ¿o hemos de entender que Jesús se va a casar con una ciudad?, además de lo ilógico y absurdo que suena esto ¡en toda la Escritura no hay una referencia similar!, podemos encontrar muchas referencias a Dios viviendo con su pueblo, a Jesús a su iglesia, lo cual sería más semejante a unos esponsales, pero a Jesús casándose con una ciudad ¡no lo encontramos en toda la Biblia! Para complicar las cosas tenemos a Pablo señalando a la iglesia como aquella a la que ha desposado con Cristo: “Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo” (2 Corintios 11:2). De igual forma, En Efesios 5:2133, Pablo hablando a la iglesia diserta de la relación entre los esposos, concluyendo en los versículos 31-32 “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; más yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia”. De esta forma, si la iglesia está desposada para con Cristo, ¿cómo puede Él casarse con una ciudad, la Nueva Jerusalén?, y si alguien sostiene que la Nueva Jerusalén, la esposa de Cristo, es la iglesia, ¿por qué no lo menciona claramente así Revelación?, además, si así fuese, ¿por qué se menciona en Gálatas 4:26 que la Nueva Jerusalén es nuestra madre?, y, por último, si la iglesia fuese la Nueva Jerusalén, ¿por qué los fieles que la conformamos somos señalados como invitados a las bodas del Cordero, como señala Revelación 19:19, cuando más bien deberíamos ser la esposa misma? El principal problema de abordar esto es comprender que lo señalado en Revelación como la esposa de Cristo es, como todo ese libro profético, simbólico. Pretender tomar el libro de Revelación de manera literal llevaría 263


a que, leyendo en Revelación 6:9-11 lo relativo al quinto sello donde se presentan debajo del altar las almas de los degollados a causa de la Palabra de Dios pidiendo a Él justicia, concluir que los muertos están conscientes de alguna forma y en algún lugar, lo cual viola el principio doctrinal respecto del estado de los muertos. Tomar el libro de Revelación de manera literal llevaría a concluir, leyendo en Revelación 19:11, referido al regreso de Cristo, junto con sus santos, en la fase de guerra, que hay caballos en la Nueva Jerusalén, lo cual viola la Escritura pues Revelación 21:27 señala que nada inmundo entraría ahí y el caballo, según Levítico 11:1-8, es un animal inmundo. Tomar el libro de Revelación de manera literal llevaría a concluir, leyendo en Revelación 13:1-18, referido a las dos bestias ahí presentadas, que en un momento futuro estos monstruos se presentarán sobre la tierra y a pesar de su abominable apariencia lograrán engañar a los habitantes de la misma, lo cual es un absurdo que va contra toda lógica y sentido común. Pero entonces ¿qué es la Nueva Jerusalén? Sin duda alguna es la esposa del Cordero y si bien, como verdad de salvación apunta a una realidad, ¿qué simboliza? Como ya se comentó, Pablo presenta a la iglesia como desposada con Cristo, pero Revelación no la menciona así sino que se refiere a la esposa de Cristo como la Nueva Jerusalén. Pensemos en esto: si la iglesia fuese la Nueva Jerusalén eso querría decir que los santos y santas del Antiguo Testamento no sería parte de esta última ya que los mismos nunca fueron parte de la iglesia. Como Pablo menciona en Efesios 2:14 que de los dos pueblos, Israel y las naciones, Cristo hizo uno solo, podemos concluir que la 264


referencia a esos dos siendo uno no utilizaría ninguno de los términos usados para referirse a los mismos en forma individual, con lo que Nueva Jerusalén sería más apropiado, además, si se entiende que técnicamente quienes han conformado a Israel y a la iglesia no serán los mismos que conformen la Nueva Jerusalén, ya que todos estos serán transformados en cuerpos de gloria, es más válido referirse a ellos con otro nombre: Nueva Jerusalén. Pero entonces ¿somos o no somos la Nueva Jerusalén? Un versículo clave para avanzar en la comprensión del simbolismo relativo a la Nueva Jerusalén, tal cual es presentado en Revelación, es lo señalado en Revelación 19:8 que indica, respecto de la esposa del Cordero, la cual es la Nueva Jerusalén, que “a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos”. De esta forma, el que las acciones justas de los santos vistan a la Nueva Jerusalén es que nuestra comprensión y aplicación de las verdades divinas aporta a lo que esta ciudad es, de esta forma, sin serlos dos pueblos dicha ciudad sí colaboran para lo que ella es, pero ¿con que puede colaborarse? La cita en cuestión señala que con las acciones justas de los santos, ¿y cuáles son estas?, como ya se dijo: nuestra comprensión y aplicación de las verdades divinas. Esta comprensión y aplicación de las verdades divinas en otras partes de la Escritura, como en 1 Corintios 2:16, es mencionada como la Mente de Cristo, ¿y cuál es esa mente de Cristo?, en la profecía sobre el Mesías presentada por Isaías 7:14‬-‬15 se señala “por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno”, así que el saber desechar lo malo y escoger lo bueno es esa mente de Cristo, en otras palabras, la comprensión y 265


aplicación de las verdades divinas, ¿y cómo es que como humanidad hemos llegado a ello, sí, gracias al Espíritu de Dios, pero a través de nuestra experiencia. Desde que nuestros primeros padre en Edén eligieron el árbol de la ciencia del bien y el mal como la manera de acceder a las verdades divinas, la experiencia, con las luces y sombras que implica, con las alegrías y los dolores que tiene, ha sido la manera en que hemos avanzado a ello, de esta forma esa experiencia no puede perderse y de igual forma todos hemos de tener la posibilidad de acceder a ella pues si nos ceñimos a nuestra corta experiencia de vida quedaríamos faltos en la comprensión de las verdades divinas, en ese saber desechar lo malo y escoger lo bueno.‬‬ De esta forma esa Nueva Jerusalén puede ser presentada como ese cúmulo de experiencia humana que, a la luz del Espíritu, permite comprender las verdades divinas, de esta forma nosotros hemos aportado, cada uno con su experiencia individual y la humanidad con su experiencia comunitaria, lo que la misma contiene y, desde esta perspectiva, somos y no somos al mismos tiempo dicha Ciudad pues si bien hemos aportado para ella la misma es algo que nos excede por representar el cúmulo de la experiencia humana la cual, habiendo llegado al culmen del plan de Dios se ha perfeccionado, santificado. Nosotros, como Cuerpo de Cristo, tenemos su mente, o más bien: se va edificando en nosotros por nuestra experiencia y con la ayuda del Espíritu de Dios, de ahí que al venir Cristo se une con esa mente que hemos conformado, la cual, al ser perfeccionada y santificada ha llegado a la estatura perfecta permitiendo esa unión representada en el plano material por los esponsales. Así que la mente de Cristo conformada en toda Su iglesia, o más bien: en ambos pueblos de los cuales Jesús hizo uno, se une 266


a la Cabeza, Cristo, formando una conciencia expandida, de esta forma esa Nueva Jerusalén representaría esa comprensión y aplicación de las verdades divinas, comprensión y aplicación a la cual los dos pueblos hemos colaborado, siendo que de manera individual no somos tal Ciudad pero de manera colectiva sí en cuanto a esa mente de Cristo alcanzada. Con este entendimiento puede avanzarse en la comprensión de los símbolos usados por Revelación 21 para presentar a la Nueva Jerusalén. Por ejemplo, los 144 codos, señalados en el versículo 17 y referidos a la medida de su muralla, apuntaría a los 144,000 que como primicias al inicio de la iglesia, fueron venidos a salvación de las 12 tribus de Israel, los cuales, según señala Revelación 14:1-5, son quienes acompañan al Cordero y que ahí mismo se les menciona como vírgenes, por su pureza espiritual, lo que concordaría con el versículo 17 que señala que los 144 codos de medida de la muralla son medida de hombre, es decir, representan el ideal que todos debemos alcanzar. También las doce puertas de la ciudad que menciona el versículo 12 de Revelación 21 y los doce mil estadios que, según el versículo 16 de ahí mismo, mide la ciudad, apunta a lo mismo: un gobierno perfecto, representado por el número doce y repetitivo éste en la Escritura para tal efecto, en una organización perfecta, representada por el mismo doce multiplicado por el mil en referencia al milenio que es cuando se comienza a cumplimentar el plan de Dios. De igual forma las referencia a las doce tribus de Israel apunta a esa colectividad que conforma dicha ciudad, no en la manera de cada uno siendo ella sino en la aportación individual de la experiencia a la luz del Espíritu que conforma dicha colectividad, colectividad aún más 267


representativa por las diferentes piedras preciosas y demás materiales finos que conforman la ciudad y que apuntan a la diversidad de la experiencia humana que, a la luz del Espíritu, se ha acumulado a lo largo de la historia de la humanidad, piedras y materiales que contienen bajo esta perspectiva aún más verdades subyacentes si se estudian en cuanto a color, nobleza y uso así como en cuanto a la manera hebrea en que cada uno es nombrado, tanto en las letras individuales que conforman cada nombre como en su significado general, pero eso ya quedaría para quien quiera ahondar más en ello, baste decir que esa conciencia colectiva a la que se ha contribuido puede llamarse nuestra madre, ya que, como la cultura en las sociedades actuales que termina por formarnos, de igual forma el acceso a esa conciencia colectiva, a esa mente de Cristo, terminará conformándonos a la imagen del Hijo, el cual es imagen del Dios invisible, siendo así que podemos llamarla, como la Escritura, nuestra madre. Más puede decirse del simbolismo de Revelación 21 respecto de la Nueva Jerusalén, simbolismo que adquiere comprensión si se considera a la misma como esa mente colectiva conformada por los dos pueblos de los cuales Jesús hizo uno, a través de nuestra experiencia como humanidad a la luz del Espíritu de Dios, mente del Cuerpo de Cristo que unida a la Cabeza, Jesús, crea una conciencia expandida, perfecta y santa, a la que todos tenemos acceso.

268


Trenzando el cordón de tres dobleces

En Éxodo 12 pueden encontrarse las instrucciones relativas a la primer fiesta de las siete decretadas por Dios como parte de Su Pacto con Su Pueblo44. Éxodo 12 1 Habló 2 Este

Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:

mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el

primero en los meses del año. 3 Hablad

a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de

este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. 4 Más

si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el

cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero. 5 El

animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las

ovejas o de las cabras. 6Y

lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda

la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. 7Y

tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel

de las casas en que lo han de comer. 8Y

aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin

levadura; con hierbas amargas lo comerán. 9 Ninguna

cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada

al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. Para un discernimiento del significado de las fiestas decretadas por Dios para con Su Pueblo como parte de Su pacto esto se sugiere la obra “Las Fiestas Solemnes de Jehová -El Plan de Dios con respecto a Su familia-”. Descargar gratis sin compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 44

269


10 Ninguna

cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare

hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego. 11 Y

lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en

vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová. 12 Pues

yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a

todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. 13 Y

la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y

veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. 14 Y

este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne

para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis. 15 Siete

días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis

que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel. 16 El

primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo

día tendréis una santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer. 17 Y

guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este

mismo día saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este mandamiento en vuestras generaciones por costumbre perpetua. 18 En

el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día

catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde.

270


19 Por

siete días no se hallará levadura en vuestras casas; porque

cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, será cortado de la congregación de Israel. 20 Ninguna

cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones

comeréis panes sin levadura. 21 Y

Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y

tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua. 22 Y

tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará

en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana. 23 Porque

Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la

sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. 24 Guardaréis

esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos

para siempre. 25 Y

cuando entréis en la tierra que Jehová os dará, como prometió,

guardaréis este rito. 26 Y

cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?,

27 vosotros

responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual

pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró. 28 Y

los hijos de Israel fueron e hicieron puntualmente así, como

Jehová había mandado a Moisés y a Aarón. El versículo 8 contiene la referencia concreta a cómo celebrar la Pascua: “Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán”. Esto es sumamente revelador y permite 271


una comprensión que permitirá cerrar la presente obra con el entendimiento no solo de qué es lo que está sucediendo en el siglo presente para cumplimentar el plan de Dios para con la humanidad sino también cómo. Como dice el versículo 8 anteriormente señalado, como parte de la celebración de la Pascua, además de comer el cordero pascual, sombra del sacrificio redentor de Jesús, Dios estableció como parte del pacto con Su pueblo que de igual forma esa noche habría acompañarse aquello con panes sin levadura, matza, y con hierbas amargas. El cordero pascual, como es bien sabido, tipificaba el sacrificio redentor de nuestro Señor Jesucristo. Los alcances de este sacrificio, si bien estaban contenidos en sombra en la celebración de la pascua judía, serían claramente expuestos en los primeros años de la iglesia de Dios. Pedro hablando al respecto señalo sobre Jesús en 1 Pedro 2:24 que “llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”. Pablo escribiendo a los Hebreos señaló en cuanto a Jesús que “en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado” (Hebreos 9:26); escribiendo a los Romanos señaló que “Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos” (Romanos 5:6), escribiendo a los Corintios les dijo que “nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7) Si bien la reconciliación que el sacrificio redentor de Jesús con su muerte nos ganó ante el Padre, el efecto pleno de esto excede incluso lo que pudiéramos decir o pensar: ser parte de Su familia divina (Efesios 2:19) 272


como reyes y sacerdotes (Revelación 5:10) y coheredar con Jesús todas las cosas (Romanos 8:32). La cuestión relativa a comer la el cordero pascual implicaba ese deseo subyacente de hacerse uno con nuestro Señor aceptando Su sacrificio, pero, y aquí viene la parte interesante, ¿qué pueden simbolizar los panes sin levadura y las hierbas amargas que acompañaban la cena del cordero pascual? Pascua es la primer fiesta que abre el calendario festivo del pueblo de Dios, inmediatamente después inicia la semana que se conoce como la fiesta de los Panes sin levadura. Pascua y Panes sin levadura estaban tan íntimamente ligados que en muchas ocasiones se consideraban una sola fiesta y así se denominaba ya que Pascua era el 14 de Nisán o Abib e inmediatamente el 15 de Nisán o Abib iniciaba la fiesta de Panes sin levadura la cual se extendían por siete días. La fiesta de la Pascua, inicia el calendario de las fiestas de Dios. Esta fiesta era celebrada por el Pueblo de Israel, conforme a la ordenanza, el 14 de Nisán. Nisán era el primer mes del calendario dado por Dios a Su pueblo, como es un calendario luni-solar no corresponde exactamente con el nuestro calendario actual, por lo que el mes de Nisán cae entre marzo y abril cada año, siendo que específicamente el 14 de Nisán puede caer en Marzo o en Abril cada año. Nisán abre el calendario dado por Dios a Su pueblo precisamente cuando la vida comienza de nuevo cada año, en lo que conocemos con primavera. La Pascua, así como las restantes fiestas que caen en primavera - Panes sin levadura, Primicias, y Pentecostésmarcan, al igual que las cosechas tempranas de esa estación, ese inicio con el que Jesús abrió la consumación del plan de Dios, el resto de las 273


fiestas - Trompetas, Expiación, y Tabernáculos- de manera significativa caen en otoño, época de la recolección final de los frutos de la tierra, con lo que se cumplimenta el plan de nuestro Creador. Como ya se comentó, de manera trascendental la Pascua es una sombra del sacrificio redentor que en su momento haría por toda la humanidad. Pascua (‫פסחב‬, Pesaj), significa Pasar en referencia a cuando el ángel de la muerte pasó por alto las casas de los hebreos que habían marcado sus muertas con la sangre del cordero evitando la muerte de sus primogénitos cuando cayó la décima plaga sobre Egipto, esto es sombra del sacrificio de Cristo cuando derramando Su sangre nos libró de la esclavitud del pecado y nos salvó de la muerte. Por su parte, la fiesta de los panes sin levadura (matzot, palabra plural que deriva de matzo, ‫הָ צרמ‬, y que significa panes ázimos o panes sin levadura), era una conmemoración que iba unida a la celebración de la Pascua, la cual como ya vimos se celebraba el 14 de Nisán, y deriva su nombre de la obligación de comer en el lapso de la fiesta panes sin levadura. Los Panes sin levadura, segunda fiesta de primavera, se celebraba por siete días, desde 15 y hasta el 21 de Nisán (Levítico 23:6; Números 28:17) – Nisán, como ya se comentó, puede caer en Marzo o en Abril cada año-, aunque como podemos ver los Panes sin levadura estaban íntimamente unidos con la Pascua, en la cual también se comía junto con el Cordero Pascual panes sin levadura: “Esa noche comerán la carne asada al fuego, con hierbas amargas y pan sin levadura” (Éxodo 12:8), por eso en Éxodo 12:18 se señala que “en el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde”.

274


Si bien los Panes sin levadura se observaba como fiesta del 15 al 21 de Nisán, sólo el primer día y el último, es decir, el 15 y el 21, eran de reposo en los cuales no se hacía ningún trabajo (Levítico 23:7-8; Números 28:18-25). Como puede verse, los Panes sin levadura consistía principalmente en dos condicionantes: comer panes sin levadura y retirar de todas las casas en esos días la levadura que en su interior pudiera encontrarse. Tan importante era esto que cualquiera que comiere pan con levadura debía ser cortado de la congregación (Éxodo 12:19). La levadura es un símbolo del pecado. Mateo 16:5-12 lo explica: 5 Llegando

sus discípulos al otro lado, se habían olvidado de traer

pan. 6Y

Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de

los saduceos. 7 Ellos

pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos

pan. 8Y

entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros,

hombres de poca fe, que no tenéis pan? 9 ¿No

entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco

mil hombres, y cuántas cestas recogisteis? 10 ¿Ni

de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas canastas

recogisteis? 11 ¿Cómo

es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que

os guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos? 12 Entonces

entendieron que no les había dicho que se guardasen de

la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.

275


El no comer nada leudado y el retirar de nuestras casas la levadura es un símbolo de la vida perfecta (Mateo 5:48) y santa (1 Pedro 1:16) a la que el cristiano está siendo llamado. Esta característica de esta segunda festividad debería permitir ver la relación que existe entre ésta y la Pascua ya que en ambas se comen panes sin levadura: ambas están íntimamente relacionadas, como ya se comentó, y la relación inherente que puede verse es que la vida del cristiano nacido de nuevo, Panes sin levadura, está íntimamente relacionada, gira en torno y es posible por el sacrificio redentor de nuestro Señor Jesús, Pascua. Es por eso que comer en la Pascua los panes sin levadura establece ese enlace, esa relación entre ambas festividades, pero si esto es así ¿qué pueden significar las hierbas amargas? Tradicionalmente se considera que las hierbas amargas simbolizan la amargura y las penalidades de la esclavitud sufrida por los judíos en el Antiguo Egipto, pero no hay ninguna cita en la Escritura que apoye esta interpretación. Según la Hagadá, el texto tradicional que se recita en el Seder — (en hebreo: ֵ‫סֶ ד‬, "orden", "colocación") se refiere al ritual judío celebrado en la primera noche de la Pascua (el día 14 de Nisán)— y que define la forma y las costumbres del Seder, las hierbas amargas — en hebreo ‫ה‬, maror, "amargo"— simboliza la amargura de la esclavitud en Egipto, para ello se sustentan en Éxodo 1:14 que señala "y amargaron sus vidas con trabajos forzados, con mortero y ladrillos y con toda clase de trabajo en el campo; cualquier trabajo que les obligaran a hacer era con trabajos forzados". Pero, de nueva cuenta, no hay una cita que sustente esta interpretación, por otro lado ¿qué simbolismo habría de tener el 276


comer esas hierbas amargas?, si comer el Cordero simboliza buscar ser como nuestro Redentor, si comer los panes sin levadura simboliza esa actitud del nacido de nuevo de buscar esa vida de santidad a la que estamos llamados, ¿qué podrá significar comer las hierbas amargas si es que esas simbolizan la esclavitud de Egipto?, ¿acaso la actitud del nacido de nuevo de vivir en aquella esclavitud? No tiene mucho sentido, pero entonces la pregunta subsiste ¿qué pueden significar esas hierbas amargas que se comen junto con el cordero pascual y los panes sin levadura? Si uno permite que sea la misma Escritura la que se interprete a sí misma, muchas cuestiones que están en la Palabra adquieren significado. De igual forma esa comprensión debe ser congruente, es decir, encajar armónicamente con el todo. Sobre esto último entiéndase que una cosa es el cordero pascual y otra los panes sin levadura y las hierbas amargas que le acompañan, de hecho la manera en qué está redactada esa ordenanza así lo presenta, luego entonces los panes sin levadura y las hierbas amargas forman parte de una comprensión adicional que debe verse a la luz del cordero pascual, pero ¿cuál es esa comprensión? Como ya se comentó, los panes sin levadura representan esa actitud del nacido de nuevo de vivir conforme al llamamiento al que se ha respondido, de esa forma las hierbas amargas deben ir en la misma línea, a saber: simbolizar algo de la naturaleza de todo cristiano, algo real es decir existente, algo actual no pasado como la explicación de la esclavitud de Egipto, algo que permita entender en uno lo relativo al llamamiento al que se ha respondido cuando se ha aceptado a Cristo, nuestra Pascua, como nuestro salvador. 277


En este caso, yendo por partes, la hierba simboliza en la Escritura al hombre.

Isaías 40:6 Una voz dijo: Clama. Entonces él respondió: ¿Qué he de clamar? Toda carne es hierba, y todo su esplendor es como flor del campo. 1 Pedro 1:24 Porque Toda carne es como la hierba, Y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba: Secóse la hierba, y la flor se cayó 2 Reyes 19:26 Sus habitantes, faltos de fuerzas, fueron desalentados y humillados; vinieron a ser como la vegetación del campo y como la hierba verde, como la hierba en los techos que se quema antes de que haya crecido. Salmos 103:15 El hombre, como la hierba son sus días; como la flor del campo, así florece;

Así que ya se tiene esa primer parte del simbolismo de las hierbas amargas, ahora falta la segunda, ¿qué significará la amargura de las hierbas?

La amargura en la Escritura está relacionada con la naturaleza pecaminosa del hombre. 278


Hebreos 12:15 Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados Efesios 4:31-32 Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia. Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo. Hechos 8:23 Versículos Conceptos Porque veo que estás en hiel de amargura y en cadena de iniquidad. Proverbios 17:25 Versículos Conceptos El hijo necio es pesadumbre de su padre, y amargura para la que lo dio a luz. Así que estas hierbas amargas simbolizan la naturaleza pecaminosa del hombre, de esta forma lo que simbolizan esas hierbas amargas que acompañan la cena pascual es que al ir al encuentro de Cristo —comer la Pascua—, al aceptar el llamamiento del Padre para venir a salvación en el presente siglo, aún y cuando en nosotros existirá esa intención de vivir una vida en santidad —panes sin levadura— mientras aún militemos en esta carnalidad, en nosotros existirán esas dos naturalezas: aquella que busca vivir la vida de santidad representada como ya se dijo por los panes sin 279


levadura, y aquella que nos arrastra en sentido contrario representada por las hierbas amargas, algo así como las dos leyes que en su vida veía Pablo: Romanos 7 7 ¿Qué

diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero

yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. 8 Mas

el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en

mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. 9Y

yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el

pecado revivió y yo morí. 10 Y

hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me

resultó para muerte; 11 porque

el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me

engañó, y por él me mató. 12 De

manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento

santo, justo y bueno. 13 ¿Luego

lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna

manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso. 14 Porque

sabemos que la ley es espiritual; más yo soy carnal, vendido

al pecado. 15 Porque

lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero,

sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y

si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.

17 De

manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado

que mora en mí.

280


18 Y

yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el

querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque

no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso

hago. 20 Y

si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que

mora en mí. 21 Así

que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está

en mí. 22 Porque 23 pero

según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;

veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de

mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Miserable 25 Gracias

de mí!, ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?

doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo

con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. Póngase atención en la manera que Pablo termina la disertación anterior cuando señala que lo único que nos librara de esa situación, a saber: de la carnalidad que lucha contra el Espíritu en nosotros, es nuestro Señor realizándose esto a su venida cuando esta mortalidad sea revestida de inmortalidad y esta corrupción sea revestida de incorrupción (1 Corintios 15:53). Con esto puede entenderse el simbolismo de aquel sucedo relatado en Éxodo relativo, precisamente, a unas aguas amargas en el contexto de rebeldía, que son endulzadas por un madero que en ella Moisés hecha, símbolo del madero donde nuestro Señor expiaría nuestros pecados:

281


Éxodo 15 22 E

hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto

de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. 23 Y

llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque

eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara [Amargura]. 24 Entonces

el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de

beber? 25 Y

Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en

las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; 26 y

dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo

recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador. 27 Y

llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta

palmeras; y acamparon allí junto a las aguas. Con esta comprensión puede entenderse una cita de Eclesiastés que generalmente es abordada solo de manera natural: "Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe fácilmente" (Eclesiastés 4:12). El entendimiento natural de esto es más que evidente reflejado en aquel dicho popular de que la unión hace la fuerza, pero sobrenaturalmente apunta de manera simbólica a todo lo explicado anteriormente: Dios, como un tejedor, está trabajando en cada uno de nosotros con tres cuerdas: la pascua, es decir, el sacrificio redentor de Jesús que nos redime; los panes sin levadura, es decir esa naturaleza del nacido de nuevo que lo impele a vivir una vida de santidad; y sí: la pecaminosidad de nuestra naturaleza carnal, las hierbas amargas, pues a través de esta experiencia humana estamos aprendiendo, entendiendo y 282


comprendiendo, travĂŠs de la informaciĂłn recibida, percibida, contribuida e inspirada, a un precio muy alto relacionado con el dolor, el sufrimiento y la muerte, las grandes lecciones relativas a la vida divina epicentro de eso que llamamos la mente de Cristo.

283


Conclusión La comprensión de los orígenes de la humanidad permite entender cómo es que ésta, en la figura de nuestros primeros padres, tuvo ante sí las dos opciones, exclusivas y excluyentes, relativas a la manera de llegar a las verdades divinas; comprendiéndolas directamente de la fuente de estas, Dios mismo, o bien a través de la experiencia propia, lo cual implicaba acierto-error y los consecuencias que ello conlleva. De igual forma el entendimiento de lo que nos define como humanos permite identificar esto en la información misma que se tiene. Dicha información puede ser clasificada como información recibida —la que ya tenemos de origen y que nos da las características propias individuales y personalísimas—, información perciba —que es la que naturalmente recibimos de lo que nos rodea y de lo que somos y que nos permite entender el mundo exterior y nuestro mundo interior, información contribuida —que es aquella que requiere de nuestra capacidad volitiva para ser incorporada en nosotros—, e información inspirada —que es aquella a la que solo pueden tener acceso los elegidos que respondiendo al llamamiento del Padre vienen a salvación en el presente siglo y esto sólo por la acción del Santo Espíritu de Dios que mora en cada uno de nosotros—. Con la comprensión que deviene de aquellos cuatro tipo de información, sobre todo la información inspirada, entre todos se va configurando eso que se denomina la Mente de Cristo que no es la experiencia personal individual pero que esta sí contribuye a aquella, siendo que esa mente de Cristo es el colectivo de comprensión obtenida por la experiencia comunitaria, colectivo al que de manera individual se tendrá acceso y 284


que permitirá entender de manera vivencial, en extensión y profundidad, las verdades divinas. De esta forma puede comprenderse que esa mente de Cristo se refiere precisamente a la consecución de la meta original, a saber, comprender las verdades divinas, verdades divinas que capacitan a cada uno de los hijos de Dios para entrar en una relación con el Padre que durará por toda la eternidad mientras se sigue aprendiendo de Él y de Su Hijo.

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Paz a vos

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LA MENTE DE CRISTO -el eterno camino hacia la comprensión de las verdades divinas-

Todos los derechos reservados por el autor ©2020 Primera edición

Se permite la reproducción total o parcial de la presente obra, así como su comunicación pública, divulgación o transmisión, mediante cualquier sistema o método, electrónico o mecánico [incluyendo el fotocopiado, la grabación o cualquier sistema de recuperación y almacenamiento de información], siempre y cuando esto sea sin fines de lucro y con la condición que se señale la fuente

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