JA osé
urelio
g.c.
¿Hacia dónde iré? Hay tantos caminos, tantas decisiones, tanta gente, tantas ideas... Sólo tú sabes hacia dónde dirigir tus pasos; tu instinto te guiará, tu experiencia te mantendrá alerta, lo sufrido te hará más fuerte, tu sabiduría te mantendrá orientado... Sabes que tienes la capacidad, la fuerza, la inteligencia, el deseo, el espíritu... Sencillamente eres INVENCIBLE. ¡Adelante, siempre hacia adelante!
Poemas
La gente que me gusta (Mario Benedetti)
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de Dios. Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto. Me gusta la gente que posee sentido de la justicia. A estos los llamo mis amigos. Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada. Me gusta la gente que con su energía, contagia. Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera. Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata. Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo.
La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos. La gente que lucha contra adversidades. Me gusta la gente que busca soluciones. Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen. Me gusta la gente que tiene personalidad. Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón. La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor
para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE. Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido. Gracias por ser de esa gente.
Muere lentamente (Pablo Neruda)
Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo. Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar. Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no se atreve a cambiar el color de su vestimenta o bien no conversa con quien no conoce. Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, justamente estas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones destrozados. Muere lentamente quien no gira el volante cuando esta infeliz con su trabajo, o su amor, quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir detrás de un sueño quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida, huir de los consejos sensatos.
¡Vive hoy! ¡Arriesga hoy! ¡Hazlo hoy! ¡No te dejes morir lentamente! ¡No te impidas ser feliz!
Instantes (Jorge Luis Borges)
Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios. Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría. Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres, y jugaría con más niños, si tuviera otra vez vida por delante. Pero ya ven, tengo 85 años... y sé que me estoy muriendo.
No te rindas (Mario Benedetti)
No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo. No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque te quiero, porque existe el vino y el amor, es cierto; porque no hay heridas que no cure el tiempo. Abrir las puertas, quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron, vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar un canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e
intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos. No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento; porque no estás solo, porque yo te quiero.
Después de Shakespeare)
un
tiempo
(William
Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad. Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas; comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío. Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado; aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas; aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma; descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla
y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida. Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir. Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, solo por el placer de disfrutar su compañía. Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la última vez que las veamos. Aprenderás que las circunstancias y el
ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos. Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar. Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve. Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados. Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias.
Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica. Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo has aprendido de las experiencias, que los años vividos. Aprenderás que mucho más de tus padres en ti de lo supones.
que con hay que
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza. Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel. Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no té ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben cómo demostrarlo.
No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo. Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado. Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles. Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores. Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más. Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla.
Cuando la mañana comience sin mí (Eben Alexander)
Cuando la mañana comience sin mí, y yo no esté ahí para ver, si el sol se alzará y encontrará tus ojos, todos llenos de lágrimas; yo deseo tanto que no lloraras en la forma que lo hiciste hoy mientras pensabas en todas esas cosas que no conseguimos decirnos. Yo sé cuánto me amas, tanto como yo te amo y cada vez que pienses en mí yo sé que me extrañarás también; pero cuando la mañana comience sin mí por favor, trata de entender que un ángel vino y me nombró me tomó de la mano y dijo que mi lugar estaba listo en el lejano cielo superior y que yo tenía que dejar atrás a todos aquellos que amaba profundamente. Pero a medida que me alejaba una lágrima cayó de mis ojos. Toda la vida, yo siempre había pensado que yo no quería morir. ¡Había tanto por qué vivir, tanto por hacer todavía! que me parecía casi imposible que yo te estuviera dejando.
Pensé en todos los ayeres, en las cosas buenas y malas. Pensé en todo el amor que nosotros compartimos y en toda la alegría que tuvimos. Si yo pudiera revivir el pasado tan solo por un momento te diría adiós y te besaría y quizás entonces vería tu sonrisa, pero entonces me di cuenta plenamente que esto nunca podría ser porque el vacío y los recuerdos tomarían mi lugar. Y cuando pensé en las cosas mundanas podría extrañar venir en el mañana, pensé en ti y cuando lo hice mi corazón se llenó de dolor. Pero entonces caminé a través de las puertas del cielo, ¡me sentí tanto en casa! Fue cuando Dios me miró y me sonrió desde su gran trono dorado y me dijo: "esto es la eternidad y todo lo que te había prometido." Hoy la vida en la tierra es el pasado, pues aquí se comienza de nuevo. Yo no te prometo el mañana, pero el hoy siempre
permanecerá y desde este mismo día no hay anhelo del pasado.
y por fin eres libre, así que, ¿no tomarás mi mano y compartirás mi vida conmigo?
Pero tú has sido tan fiel, tan leal y tan verdadero. Aunque hubo veces que hiciste algunas cosas que sabías no debía hacer, ahora tú has sido perdonado
Así que, cuando la mañana comience sin mí no creas que estamos separados, porque cada vez que pienses en mí, yo estoy justo allí, en tu corazón porque te quiero.
Reflexiones
Hay tres formas de tratar las emociones, en especial las que nos duelen. La primera es reprimirlas, ignorarlas, mandarlas al sótano para que no interfieran en tu camino, trabajo o vida; sin percatarnos de que así el dolor insiste con más fuerza, valiéndose de cualquier cosa que haga ruido y te recuerde constantemente su presencia. La segunda es tratarlas como a una joya; asegurar su permanencia, explotarlas, utilizarlas como medio de control. Consentirlas, regodearte en ellas por tiempo indefinido, hasta lograr que se aleje toda la gente a tu alrededor. Y la tercera, y la más saludable, es aceptarlas, darles la bienvenida y honrarlas, hasta que al sentirse reconocidas, con el tiempo se disuelven. La diferencia entonces está en atreverse a sentir lo que sientes.
No está en nosotros decidir que aprender, solo decidir si lo hacemos desde el dolor o desde el amor. Conectarte contigo consiste en hacerlo con la belleza de tu imperfección, con tus prioridades, con tu derecho a ser feliz, con lo que sientes, con tus miedos, con lo que te hace sentir bien, con lo que te apasiona y con tus propias creencias.
disponibilidad para recibirla también lo será. El tesoro de la verdadera felicidad siempre ha estado, está y estará aquí, dentro de ti. No hay que buscar la felicidad, merecerla ni pensarla. Está en tu naturaleza. Está en el ser, en el alma, en el espíritu.
Son las cosas pequeñas y simples las que nos dan esa sensación de estar contento.
Pero ojo, tu salud suele ser el indicador de lo que el alma quiere expresarte; si pudiera hablar, diría algo así como: Detente, necesitas estar más presente en los momentos importantes de tu vida y de la vida de quienes amas; conéctate con tu propia voz, se congruente, procúrate una mejor calidad de vida, es todo lo que vale al final.
Ser felices en el momento es suficiente. En cada momento… Es todo lo que necesitamos, no más, es lo único requerido para visitar la eternidad.
Para ser felices es crucial comprender la importancia de que lo que hagas y digas sea congruente con lo que piensas y sientes.
Finalmente, tenemos que aceptar que la felicidad viene de procurar antes que nada el amor propio, así como una vida equilibrada en lo emocional, en lo mental y en lo espiritual.
Lo irónico es que si tu disponibilidad para dar felicidad es limitada, tu
Eres igual que un cerillo, para que puedas vivir tienes que consumirte. ¡Vive tu vida! Siéntela, lánzate, disfrútate, equivócate pero apasiónate de ella. A ese consumirnos constantemente es a lo que llamamos vida. Qué absurdo se vuelve el hecho de que solo cuando le damos valor a la muerte, le damos valor a la vida.
La gente no te quiere por lo que tienes, por lo que logras o por el puesto que ocupas; la gente te quiere por como la haces sentir.
Cuando yo cambio, cambia todo.
Cuando te inspira un objetivo importante, un proyecto extraordinario, todos tus pensamientos rompen sus ataduras; tu mente supera los límites, tu conciencia se expande en todas direcciones y tú te ves en un mundo nuevo y maravilloso. Las fuerzas, facultades y talentos ocultos cobran vida, y descubres que eres una persona mejor de lo que habías soñado ser.
El verdadero éxito no tiene que costarte la alegría, la salud, las relaciones o la vida. El verdadero éxito es tener la inteligencia para disfrutar de estas cosas sin que “ganar” sea la prioridad. Mis enemigos no están fuera, están dentro de mí, y son mis pensamientos. Una relación amorosa solo puede nacer de la autoaceptación dentro de la pareja. Ese es el gran secreto. Lo primero es quererte, estar en amistad contigo mismo, saberte valioso; para que el otro lo pueda ver, captar y apreciar.
Baila como si nadie te viera. Canta como si nadie te escuchara. Ama como si nunca te hubieran herido y vive como si el cielo fuera la tierra.
Honro ese lugar en ti, donde reside el Universo. Honro ese lugar de luz, de integridad de sabidurĂa y de paz. Cuando estĂĄs en ese lugar en ti y yo estoy en ese lugar en mi, somos uno. NamastĂŠ
El camino del éxito "Es posible que lleves tiempo pensando que no sabes qué hacer con tu vida, que no sabes hacia dónde quieres ir, pero que pase lo que pase quieres tener éxito. Vamos a hablar sobre el éxito. Prácticamente todos los días me llegan mensajes de gente que dice: “tengo que elegir carrera y no sé qué hacer. Quiero tener un trabajo de éxito y que me dé dinero, pero no sé qué es lo que tiene más salidas…”. Este es el comienzo del camino hacia el fracaso. ¿Qué es lo que quieres hacer? ¿Qué es lo que te apasiona? Ves gente con trajes y dinero, y con trabajos estresantes y crees que eso es éxito. Eso no es éxito. Lo único que quieres entonces es dinero, y nadie va a poder ayudarte con eso porque, permíteme que te lo diga, todo el mundo quiere dinero, eso no te hace especial. A pesar de todo eso hay gente que tiene objetivos, tiene metas, sueña con cosas… Pero no paran de ponerse excusas. “No sé lo suficiente… Hay mucha crisis… No tengo dinero para arrancar este proyecto… No tengo recursos…”. Esto es todo mentira. El recurso más importante para hacer cualquier proyecto está en tu cabeza. ¿Sabes por qué se paga tanto por la gente con ideas? Porque no se pueden producir en masa. No importa cuánto dinero tenga una persona, ese dinero jamás será capaz de producir las ideas geniales que tu mente puede crear en una habitación que está vacía. Y si lo intentas, y tienes una idea, y sueñas con ella, te van a decir que es imposible. Que
seas realista. Incluso igual tú mismo te dices que seas realista, que no se puede hacer. ¿Cuánta gente que ha tenido éxito en su vida ha sido realista? La persona que decidió que iba a poner un barco de metal gigante en el agua y que iba a transportar a gente, no estaba siendo realista. La persona que inventó internet, un medio de comunicación que conecta de forma invisible a todas las personas del mundo, no estaba siendo realista. ¿Por qué querría alguien ser realista? Si en el momento en que desechas tu idea y abres la puerta a ese “ser realista” estás aceptando y haciendo posible que esa idea de imposibilidad se cumpla. Pero bueno, tampoco te engañes pensando que el éxito es tan solo una idea, solo un sueño. Alguien muy sabio dijo una vez que el éxito es un 1% de inspiración y un 99% de transpiración, es decir, de esfuerzo. Esto viene a decir con otras palabras que el trabajo duro vence al talento cuando el talento no se está esforzando. Existe un defecto generalizado y es el no saber diferenciar entre talento y habilidad. El talento es algo con lo que nacemos, la habilidad es algo que se crea con determinación y con horas y horas de dedicación a lo mismo. Y no importa cuánto talento tengas, tu talento te va a fallar como no trabajes en tus habilidades. Hay muchísima gente genial que se acomoda en ese talento y no tiene éxito en su campo, porque eso no es suficiente. Tienes que pararte y pensar: “¿cuánto deseo esto? ¿Cuánto quiero llegar a esta meta y cuánto estoy dispuesto a dar para cumplir este objetivo?” Porque esto
es lo que te vas a tener que recordar constantemente para cumplirlo. Piensa que en el camino la competencia va a ser brutal. Mientras estés durmiendo va a haber alguien que esté trabajando para ser el mejor en lo que tú quieres tener éxito. Mientras estés descansando o aireándote va a haber alguien que va a seguir trabajando en lo mismo en lo que tú quieres tener éxito. Y si no estás dispuesto a poner todo ese esfuerzo, quizá simplemente no hayas sido sincero y esa no es la meta a la que quieres llegar, quizá no es el objetivo al que querías llegar, porque si lo es te aseguro que te vas a esforzar, vas a trabajar todos los días como si fuese el último día en el que puedes trabajar en eso. Como si no tienes más tiempo y está toda la gente en tu nuca gritándote que es lo que tienes que hacer. Así que deja de culpar a toda la gente que tengas a tu alrededor de tu falta de éxito, deja de pensar que tienes mala suerte, deja de creer que el universo está en contra de que tú consigas algo o de que hay alguien que está dispuesto a hacer lo que sea para que no llegues a conseguirlo, porque sinceramente todas son mentira, y todas son verdad en la medida en que nosotros permitamos que lo sean. Si quieres algo, hazlo. Haz todo lo que esté en tu mano, cada hora, cada día, cada semana para conseguirlo. Dicen que el precio del éxito es altísimo, pero es que la recompensa también. Que si te arriesgas lo puedes perder absolutamente todo, pero también vas a ganar un montón de cosas mucho más
importantes que las que vas a perder. Deja de lado la negatividad y deja de ponerte excusas para no salir de tu zona de confort. Deja de decirte que ya lo harás, ayer era tarde. Ya tendrás tiempo después de volver, cuando lo hayas conseguido, y decirles a todos los que te están diciendo que no es posible que ya lo has hecho. Si necesitas un consejo para saber qué es lo que puedes hacer, decídelo tú. Nadie mejor que tú puede decidir qué es lo que puedes hacer y qué es lo que vas a hacer. Y sobretodo ten un montón de paciencia, siempre ten paciencia hagas lo que hagas. Las películas con sus pequeñas secuencias de 30 segundos en las que pasan meses y alguien consigue algo han hecho que tengamos la idea de que las cosas se consiguen en tres días, y que si en tres días no lo has conseguido, lo tienes que dejar porque va mal. Las cosas requieren muchísimo tiempo y muchísimo esfuerzo. Y como no estés dispuesto a hacerlo, no lo vas a conseguir, te vas a quedar en esa mediocridad de pensar que lo podrías haber hecho pero nunca llegaste. Alguien a quien admiro mucho, en una entrevista dijo que no intentes construir un muro. No te digas a ti mismo: “voy a construir el muro más increíble y más impresionante que se ha construido jamás”. En vez de eso di: “voy a colocar este ladrillo de la forma más perfecta que se puede colocar un ladrillo”. Y haz eso todos los días. Así es como se construye un muro.
Solo te hace falta un momento de locura y de decir “lo voy a hacer”, porque en el momento en que tú decidas que vas a hacer algo, es el momento en que lo vas a hacer realidad. "
Con cariño robertogmonroy