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NUESTRO RUGBY: EXPORTANDO TALENTO

EXPORTANDO TALENTO

Miguel Ángel Puerta

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No es nada nuevo que desde España se exporten jugadores a “otros” rugbys. Desde que tengo memoria rugbística son bastantes los jugadores y jugadoras que han pasado nuestras fronteras para jugar en otras ligas que les ofrecían otro nivel de competición.

Francia como destino preferente ha sido sin duda el país, que con sus diferentes ligas, ha dado mayor acogida a estos aventureros. Los caminos elegidos para jugar en el extranjero son muy diferentes, clubes que tienen convenios o contactos arraigados en colegios ingleses. Industriales es un buen ejemplo, este año militarán en Henley hasta 3 jugadores de su cantera, aunque también se nutren de otros clubes como Alcobendas, CAR Sevilla, ….

El beneficio que obtiene el rugby español es sin duda que los jugadores se integran en clubes donde la competencia es mayor para jugar, las ligas son más potentes y en la mayoría de los casos están trabajando con staff profesionales

“No es nada nuevo que desde España se exporten jugadores a “otros” rugbys, desde que tengo memoria rugbística, son bastantes los jugadores y jugadoras que han pasado nuestras fronteras para jugar en otras ligas que les ofrecían otro nivel de competición, Francia es el destino preferente”

colegio inglés. Clubes en los que militan muchos extranjeros de nacimiento pero con arraigo por residencia en España, exponentes de esta casuística pueden ser Marbella y Liceo Francés y por último la captación directa: jugadores observados en los campeonatos de Europa que llaman la atención a ojeadores de clubes que se acercan a estos. Aunque el camino sea diferente, a todos los jugadores les une una cosa, tienen pasión por el rugby y les motiva integrarlo en su itinerario, estudios + rugby.

Esta pasión en algunos casos llega hasta el interés por ser jugadores profesionales. Tenemos algunos ejemplos George Stokes, Samuel Ezeala, Angel Durango, Tomi Munilla …. . Para otros es camino de ida y vuelta, casi siempre motivado por poder continuar con su formación académica. Este viaje que emprenden algunos de nuestros jugadores jóvenes, es sin duda una buena noticia. El jugador formado en España es válido para integrarse en las academias de países con mayor tradición de rugby, sabe jugar, y en este saber jugar hay muchos agentes implicados a los que agradecer el rumbo que llevamos: Los clubes. Cada vez más clubes, y con más jugadores, aumentan en calidad los entrenamientos y las competiciones territoriales. Las selecciones territoriales y los nuevos formatos de competición más competitivos en el campeonato de selecciones autonómicas S16 y S18. La detección temprana y el trabajo en la Academia Nacional de acuerdo al plan de formación de menores de 18 años.

Por último y con una importancia vital, la confianza de las familias que apuestan por la formación integral del deportista, tanto en rugby como en estudios.

Haciendo un pequeño resumen de aquellos de los que tengo conocimiento, en la actualidad militan en clubes o academias

extranjeras ( británicas y francesas) 12 jugadores de Madrid, 6 andaluces, 5 valencianos , 5 vascos , un aragonés y un balear , todos ellos en edad SUB20 o SUB18; no están contemplados en este recuento aproximado los jugadores que militan en categoría superior. El beneficio que obtiene el rugby español es sin duda que los jugadores se integran en clubes donde la competencia es mayor para jugar, las ligas son más potentes y en la mayoría de los casos están trabajando con staff profesionales. De todas las mejoras una es la más significativa, el cambio físico. Todos, absolutamente todos los jugadores que han pasado por equipos extranjeros han mejorado físicamente, esto es sin duda porque el trabajo de rugby ( técnico-táctico-físico ) se integra perfectamente con el trabajo académico, una deuda pendiente no solo del rugby si no de muchos otros deportes en España, que desde la parte académica se pueda facilitar la vida deportiva de los jóvenes.

No todo son ventajas, alguna amenaza existe. La primera es el recelo de los clubes extranjeros para dejar acudir a los jugadores a las concentraciones de los equipos nacionales; esto de momento lo solventamos con muchas dosis de paciencia y negociación, hasta ahora hemos conseguido negociar unos mínimos. Por otra parte está la de los jugadores que optan por apostar por las selecciones de los países en los que están jugando; esta amenaza es real y ya se ha producido.

Poco se puede hacer salvo seguir generando talento y seguir teniendo unas selecciones de VII y de XV, masculinas y femeninas, desde Sub18 hasta senior cada vez más ilusionantes para que los jugadores puedan cumplir sus sueños dentro de nuestros equipos. Desde mi punto de vista y viendo las cosas con la perspectiva que da la veteranía, exportar talento es bueno, es una gran noticia que todo lo que pueda afectar a la vida deportiva del jugador, clubes, federaciones, familia… se alíe para hacer fácil este camino.

“No todo son ventajas, alguna amenaza existe, la primera es el recelo de los clubes extranjeros para dejar acudir a los jugadores a las concentraciones de la selección”

Aunque el camino sea diferente , a todos los jugadores les une una cosa, tienen pasión por el rugby y les motiva integrarlo en su itinerario , estudios + rugby , esta pasión en algunos casos llega hasta el interés por ser jugadores profesionales , tenemos algunos ejemplos George Stokes, Samuel Ezeala, Angel Durango, Tomi Munilla …. , para otros es camino de ida y vuelta, casi siempre motivado por poder continuar con su formación académica.

Este viaje que emprenden algunos nuestros jugadores jóvenes, es sin duda una buena noticia, el jugador formado en España es válido para integrarse en las academias de países con mayor tradición de rugby, sabe jugar, y en este saber jugar hay muchos agentes implicados a los que agradecer el rumbo.

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