Para al espectador moderno o millennial sentado en medio de una sala de cine, ávidos de tragar litros de refrescos y engullir palomitas de maíz, mientras ven la última versión Dune, piensa que es una imitación de Star Wars como de una veintena de otros filmes y series. Cosa que hemos escuchado en más de una ocasión en los últimos meses.
Pero la realidad es totalmente distinta. Todas esas producciones que citan le deben todo a Dune, la novela de Frank Herbert. La influencia de esta obra que va desde conflictos políticos entre casas poderosas, la religión, la llegada del mesías prometido, el tema ecológico y un largo etc., ha nutrido por décadas no solo Hollywood, sino también otros medios.