De otro planeta, Grace Ellis y Hannah Templer

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DE OTRO PLANETA Grace Ellis y Hannah Templer

De otro planeta es tanto una carta de amor a la novela esencial del lesbianismo, El precio de la sal, como un análisis de su conocidísima autora, Patricia Highsmith. Grace Ellis y Hannah Templer se han unido para contar esta historia a través de los ojos de la propia Highsmith: han reimaginado los acontecimientos que la inspiraron para escribir el relato que se convertiría en una pieza fundacional de la literatura queer De otro planeta comienza con Pat escribiendo a regañadientes unos cómics de baja estofa. Pat, que bebe mucho, fuma mucho y odia mucho la vida, sabe que puede aspirar a más. En su mente se remueven imágenes de la gran novela que podría y debería estar escribiendo, y que al final será Extraños en un tren, adaptada más adelante al cine en el clásico de Alfred Hitchcock de 1951.

Al mismo tiempo, Pat, lesbiana consumida por el autodesprecio, sigue de forma intermitente una terapia de conversión, mientras deja tras de sí un rastro de conquistas sexuales y corazones rotos. No obstante, una de esas aventuras y un encuentro fortuito en unos grandes almacenes le darán a Pat la idea del que pronto sería su apreciado relato de amor homosexual, el primero de su género: el que daba un final feliz a sus protagonistas lesbianas.

Esta no es solo la historia de un libro clásico queer, sino también la de una artista queer que tenía unos defectos muy profundos. Es un cómic sobre cómo era escribir cómics en la década de 1950 y, además, sobre lo que significa dedicarse a escribir en cualquier momento de la historia, con esa lucha constante por encontrar una voz propia.

La autora Grace Ellis contextualiza a Patricia Highsmith como un icono queer involuntario y como una figura cu yas opiniones problemáticas y notable antisemitismo cimentaron un polémico legado. La vida de Highsmith imitó a su arte con unos resultados tan devastadores como los giros argumentales que le granjearon fama y fortuna.

ACERCA DE LAS AUTORAS

Grace Ellis se ha hecho un nombre en la industria del cómic por crear personajes que enamoran y divierten. Irrumpió con Leñadoras, serie de la que es cocreadora y coatura, consiguiendo romper moldes en el cómic juvenil y reconocimientos por doquier (premios Eisner y Glaad Media, best seller en el New York Times, etc.). Ellis es además autora y creadora de la serie Moonstruck para Image Comics y guionista de Lois Lane and the Friendship Challenge para DC Comics.

Hannah Templer ha trabajado como colorista y diseñadora de cubiertas e interiores en series y títulos como Glow, Samurai Jack, Jem y los hologramas, Capitana Marvel y Tomb Raider. Es además la creadora de Cosmoknights, una original serie de novelas gráficas publicada por Top Shelf Comics. En su cartera de clientes están Dark Horse, IDW, Valiant, BOOM! Studios, Marvel, HarperCollins y Abrams Books.

ACERCA DE LA OBRA

«Patricia Highsmith fue una artista brillante, solitaria y a menudo áspera. Acabé este libro con la sensación de haber llegado a conocer a una auténtica narradora, con toda la complejidad y la humanidad que eso conlleva.» Gene Luen Yang, autor de Chino americano y Dragon Hoops

«Hannah Templer y Grace Ellis han creado un retrato espléndido e ingenioso de la vida y la obra de Patricia Highsmith, y también de su contribución a la historia queer. Puede que Highsmith odiara los cómics, pero creo que se habría sentido honrada de que su nombre apareciese en la cubierta de esta deslumbrante novela gráfica. Me encanta este libro.»

Wendy MacNaughton, autora de Meanwhile in San Francisco e ilustradora de Sal, grasa, ácido, calor y de The Gutsy Girl

«Patricia Highsmith era un ser humano vil y miserable. Fue además una escritora llena de talento cuya obra tuvo una relevancia muy positiva para muchísima gente que la necesitaba. Soportar la tensión entre estas dos realidades, y asimilar lo que eso revela sobre el arte y quienes se dedican a él, es una tarea complicada, incó moda y vital, de principio a fin. Este libro se atreve a llegar ahí.»

Kelly Sue DeConnick, autora de Bitch Planet y Bella Muerte

Traducción de Esther Cruz Santaella GRACE ELLIS • HANNAH TEMPLER LAS INDECENTES AVENTURAS DE PATRICIA HIGHSMITH

Título original: Flung out of Space

© del texto: 2022, Grace Ellis © de las ilustraciones: 2022, Hannah Templer

Publicado por primera vez en lengua inglesa en 2022 por Harry N. Abrams, Incorporated, Nueva York con el título Flung out of Space . (Todos los derechos reservados en todos los países por Harry N. Abrams, Inc.)

Equipo editorial de Abrams: Curadora: Mariko Tamaki / Editora: Charlotte Greenbaum / Diseñadores: Andrea Miller y Kay Petronio / Editora jefe: Marie Oishi / Directora de producción: Alison Gervais

Primera edición: noviembre de 2022

© de la traducción: 2022, Esther Cruz Santaella © de esta edición: 2022, Roca Editorial de Libros, S. L. Av. Marquès de l’Argentera 17, pral. 08003 Barcelona

Dirección editorial: Octavio Botana Maquetación: Àngel Solé

Impreso en España - Printed in Spain Impreso por Egedsa ISBN: 978-84-124177-2-2 Depósito legal: B 18698-2022

Todos los derechos reservados. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamos públicos.

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NOTA DE LA AUTORA

Patricia H igHsmit H (1921-1995) fue una exitosa autora estadounidense, conocida sobre todo por lo que ella describía como «novelas de suspense», aunque incluso esa categori zación parece simplista. Creo que yo las llamaría «comedias de thriller psicológico». ¿No velas retorcidas e inquietantes? Sin duda. Pero ¿juegos divertidos? Desde luego que sí, y en mi opinión eso es una parte importante de lo que las convierte en obras de arte. Según Highsmith, todo el mundo se siente arrastrado de vez en cuando por impulsos oscuros, impulsos con los que ella jugaba para sonsacarnos el gozo enfermizo de identificarnos con personas mentirosas, delincuentes y asesinas. En su obra, el suspense no viene de pregun tarse «¿quién ha sido?», sino «¿se saldrá con la suya?», seguido por un furtivo «ojalá que sí».

Todas las novelas de Pat son así, con una notable excepción: El precio de la sal, retitula da más adelante como Carol. Decir que Carol encontró su público sería quedarse corta: su público salió a buscarla, y sigue siendo una de las obras de ficción lesbiana más relevantes y apreciadas hasta la fecha. Esta novela audaz es única en el canon de Pat y, pese a ello, en mu chos sentidos, se desvela como una historia higsmithiana clásica, en especial si atendemos a la habilidad de Pat para vincular la pasión del asesinato con la pasión del amor. ¿Se saldrán con la suya Carol y Therese? Ojalá que sí.

La biógrafa de Pat, Joan Schenkar (que tenía previsto escribir un epílogo para De otro planeta, pero, por desgracia, falleció de forma inesperada antes de hacerlo), describió el libro que tenéis en las manos como una «fantasía», término muy apropiado: esta obra es la na rración novelada de una historia real. Yo la concibo como la versión que podría contarse en torno a una hoguera. La cronología está condensada, las conversaciones son imaginadas, algunos personajes se conforman a partir de varias personas reales, pero los hechos y los sucesos más interesantes son ciertos.

Se trata de una historia que, creo, merece contarse. Dicho esto, quiero dejar clara una cosa: la protagonista no es una buena persona. A decir verdad, Patricia Highsmith era una persona horrible, profundamente antisemita, racista y misógina, incluso para los ni veles de la época. No caigo en hipérboles al afirmar que muchas de sus creencias rayaban la maldad, y sé que hablo en nombre de Hannah y del resto del equipo de este libro cuando digo que condenamos esas creencias con la mayor de las vehemencias.

Pese a que esta historia no va directamente sobre los prejuicios de Pat, sí que incluye ejemplos de su intolerancia. Tomamos la decisión bien fundamentada de recogerlos entre estas páginas porque las aversiones de Pat son un elemento importante para entender quién era ella como persona, y eso es algo de lo que hay que ser conscientes al leer el libro. No me resulta nada agradable escribir sobre sus prejuicios. Tampoco espero que leerlos sea plato de buen gusto para nadie. Recomiendo a quien tenga interés en saber más que consulte los libros indicados al final como fuentes bibliográficas. Mientras escribo esta nota, sé que existe un proyecto para publicar los diarios de Pat, textos que añadirán sin duda mayor profundidad a esta conversación.

Según cuenta todo el mundo, Pat tenía una personalidad magnética y, cuando quería, sabía ser encantadora. En este sentido se asemeja mucho a los personajes que más fama le dieron: sociópatas carismáticos a los que resulta preocupantemente fácil apoyar. El hecho de que fuese una persona terrible contribuyó a su éxito.

La historia de la humanidad está repleta de seres humanos complicados y destructivos. Creo que es importante que no olvidemos eso. No todas las figuras influyentes o relevantes merecen que se las ponga en un pedestal, lo que incluye a mujeres y a personas LGBTQ. Las hagiografías simplificadas tienen sus objetivos, pero considero que, en última instancia, nos hacen un flaco favor al mostrar a personas reales reducidas a simples héroes y villanos, cuando la verdad casi siempre es más rica y compleja. Patricia Highsmith no es ninguna heroína, y tuvo un impacto enorme y positivo en la literatura LGBTQ —por no hablar de la literatura estadounidense en general—, motivo por el cual su historia constituye una parte fundamental de nuestra historia.

Me encanta y admiro la obra de Patricia Highsmith, y estoy segura de que a la mayoría os pasará lo mismo. Mi objetivo no es disuadir a nadie de eso, sino sencillamente contar la historia de los orígenes poco convencionales (y en cierto modo sorprendentes) de un libro icónico.

Y si leéis este libro y acabáis teniendo conflictos con Highsmith y con su legado, bien estará.

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Ajj.
Perdona, ¿tienes fuego? No fumo.
Pfff
No te rías de mí, lo estoy dejando. Entonces ¿fumas?
Toma.
Genial.
¿Cómo te llamas?
Qué pregunta más estúpida.
¿Por qué? ¿Eres prófuga de la justicia?
Peor. Soy escritora.
¿Y qué escribes?
¿Otra ronda?
Gracias. Otra ronda para las dos, parece ser. clinc clinc clinc
¿Y tú qué haces? Aparte de fumar. No fumo.
¿Te gusta viajar? Sí.
¿Y adónde tienes ganas de ir? ¡Eh!

No, no. Fuera de aquí. Este sitio no es de esos.

Aquí no podéis hacer eso.

Marie me ha dado permiso para hacer lo que yo quiera. Marie no existe. Es solo el nombre del bar.

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Si estamos hablando...
¡Exijo hablar con Marie!
¡Joder, recién salido de la tintorería!
Bueno, ¿qué? ¿Te vienes a mi casa o no?
PAM
¡flic!
¿Vasatraermeloquetehe pedido?Meestáquemandoel dedoenelgatillo.
CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLAC CLAC CLAC CLAC CLAC CLAC CLAC CLAC CLAC
¡Un ataque repentino! ¡Ah! ¡PATTY!
CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC LIC CLIC
CLI¡boing! CLAC CLAC
CLAC CLAC
CLAC
CLAC CLAC CLAC

Oye, Patty, ¿es hoy cuando te despide?

¿Por qué tienes que ser tan cabrona?

Oye, Eddie, ¿es hoy cuando tu mujer se entera de tus escarceos?

Ostras, ¡cómo te pasas! ¡Era una broma!

Así soy yo, no tengo otra manera.

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Richard quiere verte en su despacho. No seas crío.
11
¡Srta. Highsmith!
¿Qué, Andy? ¿Qué?
Dos preguntas para ti:
La primera es sobre tu guion de Spy Smasher y la segunda...
Tiene toda la pinta de que puede esperar.
Bueno, sí, pero...
¡BLAM!

No, cariño. No he estado fumando. La pipa no cuenta, no es como los cigarros.

Acaba de entrar en el despacho. ¿Por qué lo preguntas?

Muy bien, cariño. Se lo digo.

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Cariño, sé que la cena es a las seis, pero...
Te
quie...
cloooooooong

Por cierto, gracias. Por sacarla, digo. Siempre se queda sola las noches que tengo liga de bolos.

Le sienta bien pasar tiempo con mujeres.

Que la otra noche se lo pasó muy bien contigo, muchacha.

Sobre todo, con un encanto de mujer como la tuya.

Tengo una cosa para ti.

¿Era Anabel?
¿Qué te ha dicho?
Ya me conoces, Richard. Yo, encantada de pasar tiempo con mujeres.

Tu historieta de doce páginas de «Judy of the Jungle», muchacha. Puedes sentirte de verdad orgullosa.

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Buen trabajo. Vaya, gracias. Suspira. ¡plonc!

Es como escribir dos pelis diarias de serie B.

Bueno, ni siquiera B.

De serie Z.

No sabía yo que fueras mi psicólogo, además de mi jefe.

¿Te gusta escribir? ¿En general?

Mucho, sí.

15
¿Te gustan los cómics, Pat?
¡Ja!
¿Qué es lo que quieres, Richard?
¿Te apetece una copa?

Nuestras cifras de ventas son malas. No catastróficas, pero sí malas.

Los padres empiezan a creer que los cómics convierten a sus hijos en homosexuales criminales adoradores del diablo.

No, no podemos.

Eso no lo podemos consentir.

Salud. Prost.

Llevo ya años leyendo tus cosas. Podrías ser una escritora magnífica.

Ahora sí. Ya toca hacer un cambio.

No sabía que «magnífico» fuese algo a lo que aspirásemos en la industria de los cómics.

Creo que es hora de que empecemos a poner tu nombre en los cómics.

Mira, tú eres siempre muy directa, así que voy a decírtelo sin rodeos.

¿Qué?

Es absurdo.

Nadie pone su nombre en un cómic.

Es un suicidio profesional.

Pero...

Acabas de decir que las ventas van MAL.

¿Por qué iba a poner mi nombre en un barco que se hunde?

¿Para salvarte tú? ¿El crucero Highsmith, naufragado antes de zarpar?

Pero ¡eres una escritora magnífica! ¡Si firmaras todo esto, podrías hacerte famosa!

¿Te lo imaginas? ¿Una escritora revolucionaria?

Prefiero ser una donnadie con el salario mínimo a poner mi nombre en algo tan humillante.

Eso no va a pasar, Richard.

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¡Échale valor!
¡BLAM!
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¡Ah!
¡poing!
¿Te han despedido o qué?
¿Cómo se llamaba tu mujer, Eddie?
¿Por?
Porque quiero matarte, pero no sin antes asegurarme de que ella no se haya pedido el turno.
¡poing!
¡Ah!
¿Srta. Highsmith?
¿Qué, Andy?

Srta. Highsmith... Creo que ya sé cómo puedes salir de este cuchitril.

He conocido a un tipo que va rumbo a las estrellas. Creo que te caería muy bien, en serio. Tiene grandes ideas, muchas.

Un montón. Es un poco abrumador.

Sí, eso.

Yo, ¿con ese... tipo?

Sí, señora.

Ah, ¿sí?
¡Por eso pensé en ti!
Perfecto.
Me da que haríais una pareja estupenda.
¿Crees que me interesaría en plan... romántico?

El tipo trabaja en Timely Comics. Podría ser un buen contacto profesional, al menos.

Sinceramente, si no quieres salir conmigo, no se me ocurre nadie mejor que él.

Timely, ¿eh? Pues...

No está nada mal.

De todos modos, que te cases será cuestión de tiempo.

Vale, tráetelo a mi casa esta noche.

Nunca vienen mal unas risas.

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¿Y qué te ha podido llevar a pensar eso?
¿Y qué tiene que ver eso con dejar este trabajo?
¡Sí!
¡ding!
CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLAC CLAC CLAC CLAC CLAC CLAC CLAC CLAC CLAC
¿Aquiénhaquerido asesinaralgunavez? comomatarunaratita encelo,soloqueera asdfjkkjkfdas ¡Eh! ¡Spider! ¡Estate quieta!
CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC CLAC CLAC LAC CLAC
CLAC CLAC

Tenemos que acicalarnos antes de que lleguen.

Vamos, bicho. Estos dos no tardarán mucho.
¡gota! ¡gota!
Podría darles en toda la cabeza mientras tú les sacas los ojos a arañazos.
¿Qué te parece el plan, preciosa?
¡muaca!

Está...

¡Buenas, srta. Highsmith!

pom pom

¡Estoy aquí!

Andrew.

¿Dónde está tu supuesto amigo?

¿Qué clase de juego es este?

Perdón, una de sus vecinas parecía necesitar ayuda para llevar la compra.

Bueno, pasad, supongo.

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clanc clanc clanc

En estos tiempos, prefiero mi seudónimo a ese apellido alemán.

¿Aquí el boy scout tiene nombre?
¡Sí, claro! Patricia
Highsmith, este es Stanley Lieber.
Stan Lee.

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