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Saber para vencer
y Leopoldo Calvo-Sotelo. Les dijo dos cosas: que la decisión de dimitir había sido aceptada pero no compartida por el rey y que no sería candidato a las próximas elecciones generales.
Con el tiempo, ambas cosas se demostrarían falsas.
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Saber para vencer
—No quiero que nadie me llame coronel, soy el director.
A Emilio Alonso Manglano no le gusta cómo está organizado el Servicio que se dispone a dirigir. Es ineficaz, carece de una estructura moderna, no tiene un adecuado sustento legal y cuenta con una excesiva presencia de militares. Y una cosa más: casi no hay mujeres. Es un hecho más que común en la España de 1981, pero el nuevo jefe del espionaje no está dispuesto a tolerarlo: quiere mujeres, quiere jóvenes y quiere civiles. Por eso pide que le llamen director y no coronel. Un cambio en el trato que supone una auténtica revolución en el Servicio.
Tampoco le gusta que las distintas oficinas dependientes del CESID estén repartidas por el centro de Madrid, y ya desde su llegada al paseo de la Castellana 5 empieza a trabajar en la centralización en un único edificio, aunque haya que alejarlo de la principal arteria de la capital. Lo que sí le gusta es el lema del Servicio: Ex notitia victoria (Saber para vencer).
Emilio Alonso Manglano es un hombre serio, incluso bronco en la expresión, pero a la vez muy cercano con sus subordinados. Los conoce a todos por su nombre y apellidos. Confía en ellos y delega. En esos primeros meses toma una decisión simbólica: nombra jefa de área a una mujer de veintiséis años con solo dos de antigüedad en el servicio. Es María Dolores Vilanova: joven, mujer y civil. «Se montó la de dios», recuerda ella años después. Manglano sabe que su sola presencia levanta recelos en el estamento militar y no solo está dispuesto a no ceder a las presiones, sino que quiere ganar terreno a los partidarios de que todo siga igual.
También estudia a fondo la arquitectura legal que sostiene al CESID y advierte que no es todo lo sólida que a él le gustaría. Eso, tal vez, lo obliga a ser más exigente si cabe con sus subordinados. Y establece cuatro prioridades:
y Creación de un servicio de Defensa similar al existente en los países occidentales, especialmente los europeos. 43
44 y Asignación de una estructura orgánica y de misiones parecidas a dicho servicio. y Creación de una estructura material y personal adecuada para aquellas misiones lo más próximas posible a países. y Profesionalización.
En esos primeros meses al frente del CESID, Emilio Alonso Manglano también ofrece asesoramiento al ministro de Defensa para profesionalizar y modernizar las Fuerzas Armadas y para establecer una adecuada relación entre el servicio de inteligencia y el Ministerio de Defensa, del que depende.
En uno de sus cuadernos, destinado a las cuestiones que afectan al Ministerio, Manglano anota una de las principales urgencias: elaborar el perfil del nuevo JEME en aras de garantizar un ambiente de «tranquilidad»: conviene «apaciguar» los ánimos. Se trata de «despolitizar al máximo, profesionalizando». Manglano conoce bien el Ejército de Tierra, y apunta a tres reformas claves extrapolables a los tres Ejércitos:
1. Ley de inversiones: modernización. 2. Estatus económico (reconsideración). Política de personal (plantilla reducida). Equiparaciones del personal militar. Se trata de mejorar las condiciones económicas de los militares. A modo de ejemplo, que un general del Ejército gane lo mismo que un subsecretario o un director general de la Administración. 3. Organización NATO del Ejército de Tierra: Divisiones NATO y unidades internas.
Es 1981 y el mundo está dividido en dos bloques: el occidental, que en la comunidad internacional se agrupa en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, o NATO por su sigla en inglés), y el soviético, agrupado en el Pacto de Varsovia. Manglano tiene ya claro que el modo de organizarse debe equipararse al modelo comandado por Estados Unidos.
El siguiente paso tiene que ver con la propia organización interna del Ministerio de Defensa. Manglano prepara un informe en el que considera que hay que «organizar un grupo para preparar las acciones a tomar ante acontecimientos relativos a: