Boletín Guadalupano Marzo 2013

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SUMARIO

Gracias Su Santidad Benedicto XVI

Número 144 • Año XIII • Marzo 2013.

RESUCITÓ MI AMOR, MI FE Y MI ESPERANZA Canónigo Dr. Eduardo Chávez

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OBRAS DE MISERICORDIA PARA VIVIR EL AÑO DE LA FE

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SANTA MARíA DE GUADALUPE

“GRACIAS SANTO PADRE” Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera Arzobispo Primado de México

LAS IGLESIAS CRISTIANAS SE REUNIERON EN LA BASÍLICA DE GUADALUPE Pbro. Lic. Alberto Medel Ortega y Lic. Marcela Vallecillo G.

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MUJER EUCARÍSTICA, “SU PARTICIPACIÓN EN EL TRIDUO PASCUAL” Mons. Salvador Diez de Sollano y O.

SEMANA SANTA

Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela

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21 DIRECTORIO PRESIDENTE DEL BOLETÍN Cango. Mons. Enrique Glennie Graue

BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES... Cango. Lic. Juan Castillo H.

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PARROQUIA DE INDIOS SITIO SAGRADO Cango. Lic. Juan Castillo H.

BREVES

LA FE DE SAN JOSÉ Y EL AÑO DE LA FE María de Guadalupe González Pacheco

DIRECTOR Cango. Juan Castillo Hernández COORDINADORA GENERAL Lic. María Natividad Correa Beltrán JEFE DE FORMACIÓN Cango. Dr. Eduardo Chávez Sánchez

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EDICIÓN Y CORRECCIÓN DE ESTILO Cinthia Huelgas Moreno

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FOTOGRAFÍA

Departamento de Comunicación Social Basílica de Guadalupe DISEÑADOR Pbro. Omar Sotelo Aguilar Ricardo Vázquez Hernández

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COLABORADORES

SANTA MARÍA DE GUADALUPE, SEÑALCÓDICE DEL AMOR DE DIOS Canónigo Dr. Eduardo Chávez

Cango. Dr. Eduardo Chávez Sánchez Cango. Lic. Juan Castillo Hernández Cango. Dr. Gustavo Watson Marrón Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela Pbro. Lic. Alberto Medel Ortega Pbro. Salvador González Morales Dra. Lidia Guerberof Hahn Dra. Ana Rita Valero Lic. Nydia M. Rodríguez Alatorre Lic. Marcela Vallecillo Gómez Lic. Carlos Iván Arcila Lic. Mercedes Aguilar Lara María de Guadalupe González Pacheco Arq. Oscar Jiménez Gerard Sr. Ricardo Galindo Melchor

FOTÓGRAFOS Lic. Marcela Vallecillo Cinthia Huelgas Moreno Elizabeth Moreno Trejo

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27 LAS INCÓGNITAS DETRÁS DE UNA OBRA: EL ENTIERRO DE CRISTO Lic. Carlos Iván Arcila Berzunza

Boletín Guadalupano, es una revista de publicación mensual número 144, marzo de 2013. Editor Responsable: Lic. Marintay Correa de De la Mora. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor 04-2004-102812475400-106. Número de Certificado de Licitud de Título: 12972. Número de Certificado de Licitud de Contenido: 10545 Domicilio de la Publicación: Basílica de Guadalupe, Plaza de las Américas No. 1 Colonia Villa de Guadalupe, Delegación Gustavo A. Madero, C.P. 07050 México, D. F. Imprenta: Sr. Eduardo Martínez. Calle ciruelo N. 4 Col. El Paraje Tultitlán Edo. De Mex. C.P 54900, Tel: 53535270, Distribuidor: Basílica de Guadalupe, Plaza de las Américas No. 1 Colonia Villa de Guadalupe, delegación Gustavo A. Madero, C.P. 07050 México, D. F. Teléfono 55 77 60 22 web www.virgendeguadalupe.org.mx correo electrónico: boletín@basilicadeguadalupe.mx.

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EDITORIAL

RESUCITÓ MI AMOR, MI FE Y MI ESPERANZA Canónigo Dr. Eduardo Chávez

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a Pascua Florida es central en nuestra Iglesia Católica, ya que gracias a la entrega total, plena y llena de amor de Jesucristo, en su Pasión, Muerte y Resurrección, nosotros somos salvados y redimidos, por ello, en Él pongo mi fe y mi esperanza. Este es el objetivo fundamental de la Encarnación del Verbo. Jesús ha tomado la iniciativa para encontrarse con cada uno de nosotros para redimirnos y salvarnos. Es tal la fuerza de esta verdad plena que nos abruma, pues nuestra mente no es capaz de comprender en su plenitud este inmenso amor de parte de Dios por el ser humano, como se expresa en el Salmo 8: “Señor, Dios nuestro, que admirable es tu nombre en toda la tierra, en toda la tierra. Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado. Qué es el hombre para que te acuerdes de él; el ser humano, para darle poder.”

de angustia por la enfermedad letal que destruía la vida de su tío paterno, Juan Bernardino, le expresó a la Madre del “verdaderísimo Dios por quien se vive”: “porque en realidad para esto nacimos, los vinimos a esperar el trabajo de nuestra muerte” (Nican Mopohua, v. 114). Y es en ese dramático momento, cuando la Virgen de Guadalupe le asegura: “No tengas miedo ¿Acaso, no estoy yo aquí, que tengo el honor y la dicha de ser tu madre?” (Nican Mopohua, v.119)

El beato Juan Pablo II, en 2003, estando él mismo sumamente enfermo decía: “En definitiva, la vocación del hombre es la «vocación celestial» (3,1). Dios quiere llevar «a muchos hijos a la gloria» (2, 10). Para que se pudiera realizar este proyecto divino era necesario que la vocación del hombre encontrara su primer cumplimiento perfecto en un «pionero» (Cf. Ibídem). Este pionero es Cristo […] Dios prepara para nosotros esa «corona de justicia» (2 Timoteo 4, 8) Dios nos ha creado, no para la muer- con la que recompensará nuestra fite, sino para la vida eterna. De he- delidad que le demostramos incluso cho, cuando San Juan Diego lleno en los momentos de tempestad que

sacuden nuestro corazón y nuestra mente. Pero en todo momento él está atento para ver qué es lo que le pasa a su criatura predilecta y quiere que en ella brille para siempre la «imagen» divina (Cf. Génesis 1, 26) de modo que sea en el mundo signo de armonía, de luz y de paz” Santa María de Guadalupe trae en su inmaculado vientre a su Hijo, quien es el Camino, la Verdad y la Vida; nos manifiesta, nos ofrece a su Amado Hijo, quien se ha ofrecido desde esa pasión cruel y terrible como único y eterno sacrificio, el Dueño de la vida la entrega totalmente para que nosotros tengamos vida, y la entrega en una cruz ofreciendo su sangre, carne y corazón eucarístico, por amor a cada uno de nosotros y ha Resucitado, no sólo para manifestar que es el Dueño de la vida y que ha vencido a la muerte, sino para que nosotros participáramos de esta misma Resurrección, Pascua Florida. Por ello, Santa María de Guadalupe fortalece nuestra fe, sustenta nuestra esperanza, para poder vivir en su Amor.

“Señor, Dios nuestro, que admirable es tu nombre en toda la tierra, en toda la tierra. Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado. Qué es el hombre para que te acuerdes de él; el ser humano, para darle poder.”. 4 • BOLETÍN • 2013


ESPECIAL

“GRACIAS SANTO PADRE”

“Imploramos a María Santísima de Guadalupe para que lo llene de su dulzura y consuelo, para que sepa que está en su regazo, que nada más ha de desear y que no tiene por qué temer. ¡Gracias! ¡Una y mil veces mas, gracias! Que el Señor mismo sea su recompensa y, llegado el feliz momento del retorno a la Casa del Padre, reciba el premio a todas sus fatigas y desvelos, y sean así colmados todos sus anhelos.” + Norberto Card. Rivera Carrera Arzobispo Primado de México BOLETÍN • 2013 •

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AÑO DE LA FE

LAS IGLESIAS CRISTIANAS SE REUNIERON EN LA BASÍLICA DE GUADALUPE Pbro. Lic. Alberto Medel Ortega Lic. Marcela Vallecillo Gómez

la Basílica de Guadalupe convocó a los representantes del Movimiento Ecuménico, para dar gracias a Dios por el don de la fe cristiana en México

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n el contexto del Año de la Fe, y valorando la importancia que el Santuario de Guadalupe tiene para la fe y la identidad del pueblo mexicano, la Basílica de Guadalupe convocó a los representantes del Movimiento Ecuménico, para dar gracias a Dios por el don de la fe cristiana en México y orar juntos para que el ideal de la unidad entre los cristianos sea toda una realidad. El Santuario de Santa María de Guadalupe, como la Casa Regia de México y el lugar donde se ha transmitido la fe de generación en generación, ofreció un espacio de encuentro fraterno y reflexión en el empeño común de las diferentes iglesias cristianas, por la implantación de los valores del Evangelio en nuestra Patria.

La Iglesia Católica Romana, las Iglesias Ortodoxas y las Iglesias Cristianas nacidas de la Reforma Protestante del Siglo XVI, integradas en el Movimiento Ecuménico, mantienen el diálogo teológico y durante una semana al año, en el mes de enero, oran juntos por la unidad en la fe y en el amor. En el Encuentro Ecuménico pasado estuvieron presentes: el Emmo. Sr. Athenagoras Anesti, de la Iglesia Ortodoxa Griega; el Emmo. Sr. Antonio Alejo, de la Iglesia Ortodoxa en América; Su Gracia Carlos Touché, de la Iglesia Anglicana; el Excmo. Pastor Álvaro López, de la Iglesia Luterana; el Excmo. Pastor Javier Ulloa, de la Iglesia Bautista; un representante de la Iglesia Ortodoxa Antioquena y el Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carre-

ra de la Iglesia Católica Romana, como anfitrión. El patrimonio de la Fe es ante todo un don que el Señor nos ha dado pero en la historia de la Iglesia han existido momentos en los que los creyentes en Cristo Jesús han tenido serias diferencias que les han llevado por caminos diversos. Por lo anterior y siguiendo el deseo de Jesucristo en la noche del Getsemaní: “Que sean uno, como tú y yo, Padre, somos uno, para que el mundo crea”, después del Concilio Vaticano II, con el decreto derivado del mismo denominado Unitatis Redintegratio, la Iglesia Católica en todo el mundo se ha unido al esfuerzo de las diversas confesiones cristianas para lograr la unidad deseada por el Señor. BOLETÍN • 2013 •

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En este sentido se mantiene el diálogo a nivel teológico entre las iglesias cristianas para alcanzar acuerdos en la recta comprensión de las Sagradas Escrituras y de la Venerable Tradición de la Iglesia, hasta llegar a la unidad visible en la única Iglesia de Cristo. Además, también se realizan diversos encuentros de oración para que el ideal de la unidad sea pronto una realidad. A este diálogo y a este encuentro hacia la unidad entre las iglesias cristianas es a lo que se le denomina “Ecumenismo”.

Padre Nuestro; el gesto de la Paz y la bendición y aspersión del agua que nos ha recordado el Bautismo, finalmente la bendición que pronunciaron los representantes de las comunidades eclesiales tomada del libro de los Números donde Dios le indica a Moisés como han de bendecir los sacerdotes al pueblo.

Los diferentes momentos fueron acompañados por el Coro de la Iglesia Luterana, el Coro de la Iglesia Ortodoxa en América y el Coro de la Basílica de Guadalupe quienes entonaron la alabanza a la El encuentro pasado incluyó el acto Trinidad, el Kyrie, y el canto del penitencial; la Proclamación de la Akhatistos. Palabra en donde el Evangelio se leyó en griego y español; la solem- La Homilía estuvo a cargo de ne Profesión de Fe con el canto del Mons. Carlos Ruiz y Alvarado, ViSímbolo de los Apóstoles; la Ora- cerrector de la Basílica de Guadalución Universal que concluyó con el pe. En ella destacó que la vida del 8 • BOLETÍN • 2013

discípulo es reproducir las obras del Maestro con lo cual se da gloria a Dios y hace creíble el testimonio de la fe por medio de una caridad para con todos, hacia dentro de la Iglesia y hacia el mundo. Aludió al texto de San Pablo donde llama a los cristianos a mantener la unidad en medio de la pluralidad religiosa y cultural. “En este Año de la Fe nos damos cuenta, reconocemos todos los cristianos que es la hora de la Iglesia, la hora de las iglesias cristianas que nacieron para evangelizar. Tiempo de testimoniar la misma fe en Jesucristo para evangelizar al y en el mundo de mil maneras comenzando con el testimonio personal y comunitario de las iglesias cristianas, dando razón de nuestra esperanza en Jesucristo”.


Añadió que vivimos en un mundo de cambios vertiginosos, de conglomerados humanos plurales por las migraciones internas y externas que buscan la vida no sin un alto precio de pérdida de la familia, el pueblo, la cultura y la confrontación de valores y costumbres no siempre humanizantes. “Estas migraciones configuran ya a las ciudades presentes y desafían a la evangelización de las iglesias cristianas (…) Es urgente atender a las familias y a los jóvenes, ofreciéndoles motivos para creer o volver a su fe; motivos para esperar y actuar con esperanza en medio de un mundo nihilista y relativista”. Ante el avasallante individualismo y la pacificación, dijo, necesitamos impregnar de una verdadera dignidad de la persona en el contexto de la comunidad humana, siendo más solidarios, creando culturas del compartir para generar programas sustentables, y así, por un trabajo digno, consigan los bienes suficientes para vivir dignamente”. Sin duda que el encuentro abonó a la búsqueda de la unidad y a continuar trabajando con ahínco por la consolidación de los valores del Evangelio en la sociedad mexicana. Sin duda que Santa María de Guadalupe, Madre de Dios y Madre de todos los mexicanos, intercederá para que este encuentro rinda frutos de santidad y de unidad.

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AÑO DE LA FE

OBRAS DE MISERICORDIA PARA VIVIR EL AÑO DE LA FE Enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir con amor al que hierra, perdonar las injurias, consolar al afligido, soportar con paciencia los defectos del prójimo y hacer oración por vivos y difuntos.

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as obras de misericordia son a la vida cristiana como el civismo a la vida del país. Nos llevan a la realización de los valores cristianos en la vida cotidiana. El Año de la Fe que estamos celebrando en la Iglesia Católica en todo el mundo, es un tiempo favorable para renovar estas obras, recordemos cuáles son: enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir con amor al que hierra, perdonar las injurias, consolar al afligido, soportar con paciencia los defectos del prójimo y hacer oración por vivos y difuntos. Pero recordemos que la vida cristiana sólo se puede ejercitar de la mano del Padre Bueno. Por ello, si deseamos ejercitar las obras de misericordia, es necesario e indispensable hacer oración constantemente y vivir los sacramentos como la Reconciliación y la Eucaristía de manera frecuente. Sin duda, si ejercitamos estas obras de misericordia, mejorarán nuestras relaciones con las personas próximas que son nuestro prójimo, por la presencia de Dios y el ejercicio de la fe en nuestra vida diaria. 10 • BOLETÍN • 2013


INDULGENCIA PLENARIA EN EL AÑO DE LA FE ¿PARA QUÉ? La Basílica de Guadalupe ha sido designada por el Arzobispo de México, Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera, para que los fieles puedan ganar la Indulgencia Plenaria durante el Año de la Fe (11 de octubre de 2012-24 de noviembre de 2013). Las condiciones son las siguientes: estar en estado de gracia (o acudir al Sacramento de la Reconciliación); comulgar en la Santa Misa; orar un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria por las intenciones del Papa; hacer pública y solemne la profesión de fe, es decir, Profesar la oración del Credo en la Basílica y dentro de la misa. A través de la Indulgencia Plenaria, la Iglesia condona las penas debidas por los pecados a toda persona que ha recibido el perdón de Dios con el Sacramento de la Confesión, y permite experimentar el estado espiritual necesario para la vivencia de la Fe y del amor de Dios en lo cotidiano, con la fuerza del Espíritu de Dios. La verdad originaria del amor de Dios, que se nos ha dado gratuitamente, es lo que abre nuestra vida al don y hace posible esperar en un «desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres» (Caritas in Veritate, 8)

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FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD

SEMANA SANTA

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Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela

lo largo del año, varios son los momentos que van marcando nuestro acontecer en la vida de la comunidad que celebra la fe, en especial, al celebrar la Semana Santa, entramos al vértice de la celebración de nuestra fe: la Pascua de nuestro Señor Jesucristo. Deseo hacer una presentación sencilla que, apoyada en la tradición de la iglesia, nos permite contemplar la unidad temática, tanto de la Semana Santa, como de la Pascua misma. En otras palabras, cuando echamos un vistazo a la historia y analizamos la celebración litúrgica, con sus signos y oraciones, descubrimos que la esencia celebrativa es la misma. Un documento que puede ser de mucha ayuda en esta visión retrospectiva es el “Itinerario de Egeria” que proviene del s. IV y detalla con sencillez y genialidad la vida litúrgica de Jerusalén en aquella época y que en nada se aleja de nuestra celebración. Naturalmente algunos signos y expresiones son propias del tiempo y del lugar, sin embargo, la “lex orandi” (lo que la Iglesia ora) es la misma. Hagamos, pues, un sencillo recorrido por el tiempo y por el misterio; para ello tomaré la Segunda Parte del Itinerario que a partir del capítulo XXXI ofrece noticias muy valiosas para esta presentación. Domingo de Ramos Con los oficios del Domingo de Ramos comenzaba la “Semana Mayor

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Anónimo novohispano Cristo cae en el camino del Calvario Siglo XVIII palaba Óleo sobre tela Museo de la Basílica de Guadalupe

(Mεγάλη έβδομάs)”. De este modo la “procesión de los ramos”1 el pueblo aclama al Señor que entra a Jerusalén: «Así, a la hora séptima todo el pueblo sube al Monte de los Olivos, o sea, a Eleona, a la iglesia. Se sienta el obispo y se dicen los himnos y antífonas apropiadas al día y al lugar y de igual modo, las lecturas. Cuando comienza a ser la hora nona, se asciende con himnos hasta Imbomon, que es el lugar desde donde el Señor subió al cielo, y allí se sientan, pues todo el pueblo recibe la orden de sentarse, siempre que el obis-

po está presente mientras los diáconos todos están de pie. Se dicen entonces allí los himnos y antífonas propios del día, así como las lecturas intermedias y las oraciones. Y ya, cuando comienza a ser la hora undécima, se lee aquel pasaje del evangelio, cuando los niños con ramos y palmas salieron al encuentro del Señor diciendo: “Bendito el que viene en el nombre del Señor” (cf. Mat. 21 9). A continuación se levanta el obispo y todo el pueblo, se va a pie desde lo alto del Monte de


Interior de la Iglesia del Santo Sepulcro, sobre el Monte Gólgota.

los Olivos, marchando delante con himnos y antífonas, respondiendo siempre: “Bendito el que viene en el nombre del
Señor”»2. La procesión tiene la misma significación que en la celebración actual: “aclamar al Señor que viene triunfante y entrando a Jerusalén”. Una vez iniciada la procesión se dirige al templo: «Se baja desde el monte hasta la ciudad y de allí a la Anástasis, caminando a pie todos por la ciudad. Pero, si hay algunas señoras y señores, acompañan al obispo respondiendo y así despacio, despacio, para que no se canse la gente, se llega finalmente por la tarde a la Anástasis, donde se hacen las vísperas, aunque sea tarde. Finalmente se hace la oración en la Cruz y se despide al pueblo.» Egeria hace mención de la Anástasis que ahora conocemos con el nombre

de Basílica de la Resurrección que encierra en su conjunto arquitectónico al “Santo Sepulcro”, al “Gólgota y el lugar donde el Señor fue preparado antes de ponerlo en el sepulcro. La significación es extraordinaria ya que llegar a la “Iglesia Mayor”, como también la llama Egeria, es llegar al punto culminante de nuestra celebración: entramos con Jesús al lugar de su Pascua donde victorioso vence al pecado y a la muerte y resucita lleno de gloria. Lunes Santo Este día la Iglesia pide al Señor una “nueva fuerza para no sucumbir” a las “debilidades humanas”3. Así como los siguientes días, la ritualidad propone un camino de contemplación después de las cinco semanas de preparación. Los textos son propios4 y se ora al Señor con fe para implorar su auxilio, sobre todo porque nuestros pecados han producido un daño que el Señor repara con su misericordia5.

Martes Santo La celebración de la comunidad en este día se detiene a pedir al Señor la ayuda para “celebrar los misterios de la pasión del Señor con tal fe y arrepentimiento”, que pueda merecer su perdón6 y llegue a poseer plenamente el Reino de Dios7 y participar de la vida eterna8. El Evangelio de este día (Jn 13, 2133. 36-38) centra la reflexión en torno a la pasión del Señor y enfatiza el drama de la traición de Judas y la negación de Pedro antes del canto del gallo. En la antigua liturgia los oficios tenían lugar precisamente a esta hora para favorecer una catequesis celebrativa “se hace todo como es costumbre desde que canta el gallo hasta el amanecer en la Anástasis”9. Miércoles Santo El sufrimiento y la muerte de Cristo en la cruz tiene como finalidad “liBOLETÍN • 2013 •

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brarnos del poder del enemigo”10. La consecuencia de esta entrega debe traducirse “en una vida de amor y de obediencia”11 a la voluntad de Dios. La Iglesia se detiene ya ante el misterio y ora para “creer profundamente” 12 , porque el Señor ha sido entregado a una muerte cruenta, injusta y muy dolorosa. El texto del Evangelio (Mt 26, 14-25) desarrolla la trama con fuerza. Egeria nos da el testimonio de este texto evangélico dentro la celebración en la Jerusalén del s. IV con esta narración: «En la feria cuarta todo se realiza durante el día, desde el primer canto del gallo, como en la segunda y tercera, pero, una vez se haya dicho la misa, todavía de noche, en el Martyrium y acompañado el obispo con himnos hasta la Anástasis, directamente el obispo pasa al interior de la cueva que hay allí y se queda de pie junto al cancel. Un presbítero toma el evangelio y lee el pasaje cuando Judas Iscariote se presentó a los
judíos y preguntó

cuánto le darían, si les entregaba al Señor (cf. Mat. 26, 14). Terminada la lectura, se levanta tal griterío y tales exclamaciones de todo el pueblo, que no hay quien no se conmueva con lágrimas en aquellos momentos. A continuación se hace oración, son bendecidos los catecúmenos, así como los fieles y termina la misa»13. Triduo Pascual Jueves Santo Inicia la Pasión del Señor con la celebración de cena con sus discípulos, por esta razón y de acuerdo a una antiquísima tradición “en este día se prohíben todas las misas sin asistencia del pueblo. En la tarde se celebra la misa de la Cena del Señor, con la participación de toda la comunidad local14 y con la intervención, según su propio oficio, de todos los sacerdotes y ministros” 15.

Detalle de: Anónimo novohispano La imitación de Cristo: viacrucis simbólico franciscano. Tercera caída. Siglo XVIII Óleo sobre tela Museo de la Basílica de Guadalupe

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En la oración colecta se resume, en buena medida, la naturaleza de esta celebración: «Dios nuestro, que nos has reunido para celebrar aquella Cena en la cual tu Hijo único, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el sacrificio nuevo y eterno, sacramento de su amor, concédenos alcanzar por la participación en este sacramento, la plenitud del amor y de la vida». Los signos del lavatorio de los pies y la traslación del Santísimo Sacramento al monumento, son signo del amor de Cristo por su Iglesia a la que ama profundamente, por esta razón el servicio y la permanencia resaltan extraordinariamente la fuerza de su amor16. Viernes Santo La rúbrica con la que se explica la celebración de este día dice “el día de hoy y el de mañana, por una antiquísima tradición, la Iglesia omite por comple-


se celebra la Vigilia Pascual que consta de cuatro partes: 1. Lucernario o solemne comienzo de la Vigilia. 2. Liturgia de la Palabra. 3. Liturgia Bautismal. 4. Liturgia Eucarística. En cada uno de los momentos de la celebración se canta porque el Señor ha resucitado, y venciendo al pecado y a la muerte, nos da la fuerza para llegar a la vida eterna. Son muchos, entonces, los signos que declaran lo fundamental de nuestra fe como cristianos por ello que en “esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria”21. Domingo de Pascua Después de un arduo recorrido celebrativo y anamnético la Iglesia proclama, cantando himnos22, la resurrección del Señor y la participación de este don a los bautizados:

to la celebración del sacrificio eucarístico. El altar debe estar desnudo por completo: sin cruz, sin candelabros y sin manteles. Después del medio día, alrededor de las tres de la tarde, se celebra la Pasión del Señor”17. Entramos en el momento en el que acompañamos a Cristo en su misterio de amor referido en la Pasión que lo conduce a la muerte. La Iglesia contempla en silenciosa escucha el signo poderoso de la cruz en la que el Señor derramó su sangre18 y venció a la muerte. Las lecturas, en especial la Pasión según san Juan19, ponen de manifiesto el obediente amor de Cristo al Padre que se entrega por nosotros.

En la liturgia de la adoración de la Santa Cruz, se proclama que este leño de castigo se transforma en signo de salvación, por esta razón los ministros y la comunidad pasan reverentemente a adorar la cruz20, “haciendo delante de ella una genuflexión simple o algún otro signo de veneración (como el de besarla)”. El resto de la celebración se realiza en la más parca sobriedad y concluye con un silencio sobrecogedor. Sábado Santo Después de un día sin eucaristía en el que la comunidad contemplativa acompaña a su Señor en el sepulcro,

«Dios nuestro, que por medio de tu Hijo venciste a la muerte y nos has abierto las puertas de la vida eterna, concede a quienes celebramos hoy la Pascua de Resurrección, resucitar también a una nueva vida, renovados por la gracia del Espíritu Santo»23. En las lecturas y en las oraciones se descubre el profundo gozo con el que la comunidad celebra la victoria de Cristo sobre la muerte, sobre todo porque esta victoria se verificará concretamente en nosotros en el día de la resurrección de los muertos. En otras palabras la Iglesia se ve “renovada ya por los sacramentos de Pascua, [para poder] llegar a la gloria de la resurrección”24. BOLETÍN • 2013 •

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Cincuentena Pascual En estas siete semanas la liturgia prolonga su alegría en un largo día que dura ocho días y tiene un eco celebrativo que no disminuye su 1 2 3 4

alegría. El color blanco, la presencia del cirio encendido, la intensidad del aleluya, la fuerza de los prefacios de pascua y muchos otros elementos dentro de la celebración,

EGERIA, Itinerario, cap. XXXI, 1-4. EGERIA, Itinerario, cap. XXXI, 1-2. MR, Oración Colecta del Lunes Santo. EGERIA, Itinerario, cap. XXXII, 1: “Al día siguiente, o sea, en la feria segunda, se hace todo como es costumbre desde que canta el gallo hasta el amanecer en la Anástasis; a la hora de tercia y la de sexta, igual que en toda la cuaresma. En cambio, a la hora de nona se reúnen todos en la iglesia mayor, esto es, en el Martyrium y allí se dicen himnos y antífonas hasta las horas
primeras de la noche. Las lecturas también son las propias del día y del lugar, siempre interponiendo las oraciones”. 5 Cf. MR, Oración sobre las ofrendas del Lunes Santo. 6 MR, Oración Colecta del Martes Santo. 7 Cf. MR, Oración sobre las ofrendas del Martes Santo. 8 Cf. MR, Oración después de la comunión del Martes Santo. 9 EGERIA, Itinerario, cap. XXXII, 1. 10 MR, Oración Colecta del Miércoles Santo. 11 MR, Oración sobre las ofrendas del Miércoles Santo. 12 MR, Oración después de la comunión del Miércoles Santo. 13 EGERIA, Itinerario, cap. XXXIV, 1. 14 EGERIA, Itinerario, cap. XXXVI, 1: “Hay aquí una iglesia muy bonita. El obispo pasa a su interior con todo el pueblo, dice una oración apropiada al día y al lugar”. 15 MR, Misa Vespertina de la Cena del Señor, Rúbrica de preparación. 16 Conviene analizar las antífonas propuestas para el lavatorio de los pies (Cf. Jn 13, 4. 5. 15; Jn 13, 6. 7. 8; Cf. Jn 13, 14; Jn 13, 35; Jn 13, 34; 1 Cor 13, 13). 17 MR, Viernes Santo de la Pasión del Señor, Rúbrica de preparación. 18 MR, Oración inicial del Viernes Santo de la Pasión del Señor, 19 EGERIA, Itinerario, cap. XXXVII, 7: “Con cada una de las lecturas y oraciones el pueblo se emociona y solloza de manera admirable. No hay uno siquiera, grande o pequeño, que no llore aquel día y durante aquellas tres horas tanto que no puede ni creerse que el Señor hubiera podido padecer aquellos sufrimientos tan grandes por nosotros. A continuación, cuando comienza a ser la hora nona, se hace lectura del pasaje del evangelio según Juan, cuando entregó el espíritu (cf. Joh. 19, 30)”. 20 EGERIA, Itinerario, cap. XXXVII, 3: “Así va pasando todo el pueblo de uno en uno, inclinándose todos, tocándola con la frente y mirándola con los ojos, tanto la Cruz como el título, besándola mientras pasan, sin que nadie se decida a poner su mano encima ni tocarla”. 21 MR, Prefacios de Pascua I-V. 22 EGERIA, Itinerario, cap. XXXIX, 2: “Ese primer domingo se va a la iglesia Mayor, esto es, al Martyrium; así como en las ferias segunda y tercera. Una vez celebrada la misa en el Martyrium, se va, como siempre, a la Anástasis, cantando himnos”. 23 MR, Oración Colecta del Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor. 24 MR, Oración después de la comunión del Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor.

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hacen evidente que la comunidad se llena de gozo por los méritos de Cristo y su presencia, como resucitado, en medio de ella.


FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD

SANTA MARÍA DE GUADALUPE, MUJER EUCARÍSTICA,

“SU PARTICIPACIÓN EN EL TRIDUO PASCUAL”

Mons. Salvador Diez de Sollano y Ortega

Cante la voz del Cuerpo más glorioso el Misterio sublime y elevado, y la Sangre preciosa, que amoroso, en rescate del mundo ha derramado; siendo fruto de un vientre generoso el Rey de todo el orbe, más sagrado. Dado para nosotros, y nacido de una Virgen intacta”. (DEL HIMNO EUCARISTICO “PANGE LINGUA”) Llegados a la mitad del Año de la Fe celebramos litúrgicamente en el Triduo Pascual, nuestra profesión central de Fe en la muerte y resurrección de Cristo, perpetuadas por El en el Memorial de la Institución de la Nueva y Eterna Alianza de su Amor, centro y culmen de toda la vida de la Iglesia ¿Cuál es el lugar y la misión de Santa María de Guadalupe en este Memorial? La misión primordial de Santa María de Guadalupe es “mostrarnos y darnos con todo su amor a su Hijo” (cfr. NM nn. 29-30), a Cristo Eucaristía, cuyo Cuerpo y cuya Sangre engendró en su vientre por obra del Espíritu Santo, el Evangelio encarnado en su ser maternal, y nos lo entregó al pie de la Cruz. El gran enamorado de Cristo EucaBOLETÍN • 2013 •

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ristía y de María “Mujer Eucarística”, el Beato Juan Pablo II, nos guiará en esta sencilla meditación. “La tarde del Jueves Santo, a primera vista, en el relato de la Institución de la Eucaristía, no se menciona a María. María es “MUJER EUCARÍSTICA “ con toda su vida. La Iglesia, tomando a María como modelo, ha de imitarla también en su relación con este Santísimo Misterio. (cfr. B. JUAN PABLO II, Ecclesia de Eucharistia, VI 53). La Eucaristía es Misterio de Fe, que supera de tal manera nuestro entendimiento que nos obliga al más puro abandono a la Palabra de Dios; nadie como María puede ser apoyo y guía en una actitud como ésta. Repetir el gesto de Cristo en la Última Cena, en cumplimiento de su Mandato: “¡Haced esto en conmemoración mía!”, se convierte al mismo tiempo en aceptación de la invitación de María a obedecerle sin titubeos: “ Haced lo que él os diga “ (Jn 2, 5). Con la solicitud materna que muestra en las bodas de Caná, María parece decirnos: “ no dudéis, fiaros de la Palabra de mi Hijo. Él, que fue capaz de transformar el agua en vino, es igualmente capaz de hacer del pan y del vino su Cuerpo y su Sangre, entregando a los creyentes en este Misterio la Memoria viva de su Pascua, para hacerse así “Pan de Vida” (cfr. ib. 54). María ha practicado su fe eucarística antes incluso de que ésta fuera instituida, por el hecho mismo de haber ofrecido su seno virginal para la encarnación del Verbo de Dios. La Eucaristía, mientras remite a la pasión y la resurrección, está al mismo tiempo en continuidad con la Encarnación. María concibió en la anunciación al Hijo divino, en la realidad física de su Cuerpo y su Sangre, antici-

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Anónimo novohispano El Padre Eterno pintando a la Virgen de Guadalupe Siglo XVIII Óleo sobre tela Museo de la Basílica de Guadalupe

pando en sí lo que en cierta medida se realiza sacramentalmente en todo creyente que recibe, en las especies del pan y del vino, el Cuerpo y la Sangre del Señor.(cfr. ib. 55). A María se le pidió creer que quien concibió “por obra del Espíritu Santo” era el “ Hijo de Dios “ (cf. Lc 1, 30.35). En continuidad con la fe de la Virgen, en el Misterio eucarístico se nos pide creer que el mismo Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, se hace presente con

todo su ser humano-divino en las especies del pan y del vino. En el acontecimiento guadalupano, Visitación para nuestro Pueblo, la Virgen María de Guadalupe nos ha traído a Jesucristo encarnado presente en su ser: “Cuando, en la Visitación, lleva en su seno el Verbo hecho carne, se convierte de algún modo en “tabernáculo” -el primer “tabernáculo humano” de la historia- donde el Hijo


de Dios, todavía invisible a los ojos de los hombres, se ofrece a la adoración de Isabel, como “irradiando” su luz a través de los ojos y la voz de María. Y la mirada embelesada de María al contemplar el rostro de Cristo recién nacido y al estrecharlo en sus brazos, ¿no es acaso el inigualable modelo de amor en el que ha de inspirarse cada comunión eucarística? La Virgen de Guadalupe “nos presenta y da con todo su amor” a Cristo su Hijo en su Casita, como cuando llevó a consagrar al niño al Templo de Jerusalén para presentarle al Señor (Lc 2, 22), en cierta manera como anticipo del Sacrificio de la Cruz, ofreciéndolo con toda su vida, y después junto El como lo hizo en el Calvario, haciendo suya la dimensión sacrificial de la Eucaristía. “Cuando María llevó al niño Jesús al templo de Jerusalén oyó anunciar al anciano Simeón que aquel niño sería “ señal de contradicción “ y también que una “ espada “ traspasaría su propia alma. Se preanunciaba así el drama del Hijo crucificado y, en cierto modo, se prefiguraba el “ Stabat Mater “ de la Virgen en el Viernes Santo al pie de la Cruz (cf. Lc 2, 34.35). Preparándose día a día para el Calvario, María vive una especie de “Eucaristía anticipada” se podría decir, una “comunión espiritual” de deseo y ofrecimiento, que culminará en la unión con el Hijo en la pasión. “¿Cómo imaginar los sentimientos de María, después de Pentecostés, al escuchar de la boca de Pedro, Juan, Santiago y los otros Apóstoles, las palabras de la Última Cena: “Éste es mi Cuerpo que es entregado por vosotros” (Lc 22, 19)?. El mismo Cuerpo entregado en el Sacrificio de la Eu-

Anónimo novohispano Calvario Siglo XVIII Óleo sobre lámina de cobre Museo de la Basílica de Guadalupe

caristía, Memorial de su Pasión y de su Cruz, Alianza Nueva y Eterna, ¡es el mismo Cuerpo concebido en su seno! En cada Misa late de nuevo en el seno de María el corazón que había latido al unísono con el suyo y revive lo que había experimentado en primera persona al pie de la Cruz (Cfr. ib. 56). Es de Fe que en la Comunión del mismo Pan Eucarístico y del mismo Vino de su Sangre formamos un solo Cuerpo (cfr.1Co 10,16-17), y precisamente así Santa María de

Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. (Jn 13, 34) BOLETÍN • 2013 •

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Guadalupe con el don de su Hijo nos une como una sola Iglesia en Cristo.“María está presente con la Iglesia, y como Madre de la Iglesia, en todas nuestras celebraciones eucarísticas. Así como Iglesia y Eucaristía son un binomio inseparable, lo mismo se puede decir del binomio María y Eucaristía. Por eso, el recuerdo de María en el celebración eucarística es unánime, ya desde la antigüedad, en las Iglesias de Oriente y Occidente. (cfr. 57) El Mandato del Amor que Cristo nos ha dado en la institución de la Ultima Cena, “Amense como Yo los he amado a ustedes”(Jn 13, 34-35) es realizado en amor maternal para nosotros por Santa María de Guadalupe. Y en el Testamento de Cristo en la Cena Pascual del Jueves Santo, “Haced esto en recuerdo mío” (Lc 22, 19), “Memorial” del Calvario está presente todo lo que Cristo ha llevado a cabo en su pasión y muerte. No falta lo que Cristo ha realizado también con su Madre para beneficio nuestro. En efecto, le confía al discípulo predilecto y, en él, le entrega a cada uno de nosotros: “!He

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aquí a tu hijo¡” Igualmente dice también a todos nosotros: “¡He aquí a tu madre!” (cf. Jn 19, 26.27). En toda Misa Santa María de Guadalupe nos da a su Hijo, y Cristo nos da también el don de su Madre y nos

hace hijos de Ella, de ahí al mismo tiempo, el compromiso de conformarnos a Cristo, aprendiendo de su Madre y dejándonos acompañar por Ella. En la Eucaristía, la Iglesia se une plenamente a Cristo y a su Sacrificio, haciendo suyo el espíritu de María. La Eucaristía, como el canto de María, el Maníficat en perspectiva eucarística es ante todo alabanza y acción de gracias. Cuando María exclama “mi alma engrandece al Señor, mi espíritu exulta en Dios, mi Salvador”, lleva a Jesús en su seno. Alaba al Padre “por” Jesús, pero también lo alaba “en” Jesús y “con” Jesús. Esta es precisamente la verdadera “actitud eucarística” ¡La Eucaristía se nos ha dado para que nuestra vida sea, como la de María, toda ella un Magnificat! (cfr. ib. 57.58).


FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD

LA FE DE SAN JOSÉ María de Guadalupe González Pacheco

Anónimo novohispano Los desposorios de la Virgen Siglo XVIII Óleo sobre lámina de cobre Museo de la Basílica de Guadalupe

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an José participó en el misterio de la Encarnación, el mayor hecho salvífico, como ninguna otra persona —después de la Santísima Virgen María—, como ningún otro santo en toda la historia de la humanidad.

mayor que la de ningún otro santo —a excepción de la Santísima Virgen María. Dios lo colocó en primer lugar en la “peregrinación de la fe”, siguiendo la estela de María. Y en esta peregrinación, avanzó, con absoluta fidelidad a la llamada de Dios, hasta el final de su vida. Por lo mismo su fe es también Así como la Virgen vivió hasta el

final las consecuencias del “fiat” que pronunció, San José, sin que se haya registrado una sola palabra de él, llevó a la práctica lo que se le indicó en su propia “anunciación” y en las sucesivas indicaciones de Dios para dirigir su camino. San Pablo nos ha dicho que la fe sin obras no es digna de credibilidad, y San José es BOLETÍN • 2013 •

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cia de ese Misterio sublime que “puso su morada” bajo el techo de su casa.

“La fe de San José en las palabras divinas, expresadas por medio del ángel, permitió que él se volviera la sombra de Dios Padre en esta tierra, para con Jesús.” 22 • BOLETÍN • 2013

el ejemplo más claro y eminente de esto pues él, en el silencio de su aceptación, fue un hombre de acción, un hombre que, por sus obras puso de manifiesto su fe, descartando cualquier idea u opinión propia que pudiera tener, para someter completamente su entendimiento a Dios y a sus mandatos. Su silencio es elocuente, pues es la máxima manifestación de obediencia a la Voluntad de Dios, con la que se identificó totalmente. De ahí que se le considere el “justo” (Mt 1, 19) —es decir, el que se ajusta a la Voluntad de Dios— por excelencia. Y ese silencio nos habla de la vida de profunda contemplación y meditación en su corazón (como la Santísima Virgen) que San José tuvo al vivir constantemente en la presen-

La fe de San José fue un ejercicio pleno de su libertad, por la cual desempeñó con total dedicación sus responsabilidades cotidianas, grandes y pequeñas, viéndolas como venidas de la mano de Dios y, por lo mismo, dignas de la máxima veneración y respeto. Si San José hubiera rechazado las indicaciones del ángel y no hubiera tomado consigo a la Virgen y a Jesús, hubiera alterado el plan de salvación de Dios para el mundo. Pero la fe de San José en las palabras divinas, expresadas por medio del ángel, permitió que él se volviera la sombra de Dios Padre en esta tierra, para con Jesús. La fe de San José lo llevó a una consagración total de su vida a Jesús, a saber percibir, bajo los velos de su existencia sencilla y cotidiana, al Santo de los Santos, y a dedicarle a Él todo su trabajo, sus sufrimientos, cada pensamiento, palabra y acción de su vida, como un homenaje de amor para la gloria del Verbo encarnado. San José desempeñó el papel de protector, guía y apoyo de la Sagrada Familia. Y su fidelidad en vivir en la fe este llamado como una vocación especial de Dios permitió que ésta tuviera resonancias infinitas pues él, con su vida de perfecta armonía dentro de la Sagrada Familia, estaba llamado a reflejar el misterio


Anónimo novohispano San José con el niño Siglo XVIII Óleo sobre lámina de cobre Museo de la Basílica de Guadalupe

ojos de la fe—. Para ello tenemos un modelo eminente en San José. Como él, hemos de vivir en la Presencia de Jesús, enfocando toda nuestra actividad hacia Él, buscando siempre estar atentos a su voz y ejemplo para discernir cuál es su Voluntad para nosotros en cada momento de nuestra vida. Esto implica descartar, con radicalidad, todo lo que nos aparta de Él, todo lo que no sea para su servicio. Implica aceptar todo lo que Él, en su Providencia, nos presenta en nuestro camino, sabiendo que es lo que nos ha de conducir a proporcionarle mayor gloria a su Padre y lo que nos permitirá participar activamente en el plan de salvación de Dios.

de la Santísima Trinidad y de la Iglesia. Su fe pudo ver, en la humildad de Jesús y de María, la virtud más agradable a Dios, que él practicó también toda su vida. La vida de María, como Madre del Salvador, no fue una vida de honores y gloria sino sembrada de sufrimiento. Tanto Ella, como San José, supieron, en la fe, asumirlo con total aceptación, como Voluntad de Dios. Es claro, por lo que se menciona en el episodio de la pérdida de Jesús en el Templo, que San José y la

También, a ejemplo de San José y de la Virgen, hemos de vivir en oración y contemplación de su Misterio, meditando —y admiranVirgen muchas veces no entendie- do— en nuestro corazón las interron los acontecimientos que Dios venciones de Dios en nuestra vida, permitió que vivieran, pero su fe recordando siempre que la fe es la hizo que los aceptaran con humil- respuesta de confianza del hombre dad y entrega, por una parte, y, por a la confianza que Dios pone en otra, meditando en su corazón es- él. tos misterios. BIBLIOGRAFÍA En este Año de la Fe en que se nos JUAN PABLO II, Exhortación llama a volver a vivir enfocados a apostólica Redemptoris Custos las realidades divinas, teniendo LEÓN XIII, Carta encíclica Quaen cuenta que Dios quiere que mquam pluries. vivamos en comunión con Él y consideremos nuestra vida como una peregrinación de fe que nos conduce a esta unión, hemos de procurar vivir como si viéramos estas realidades ya desde ahora con nuestros propios ojos —los BOLETÍN • 2013 •

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FORMACIÓN Y ESPIRITUALIDAD

SANTA MARÍA DE GUADALUPE, SEÑAL-CÓDICE DEL AMOR DE DIOS

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Canónigo Dr. Eduardo Chávez

a Señora del Cielo quiso entregar una señal al obispo de gran profundidad: las flores más hermosas que nunca antes se habían visto y que se habían enraizado en la tierra muerta del Tepeyac. La vida triunfaba ante la muerte. Y desde el primer momento, Juan Diego, quien pasaba por ahí el 9 de diciembre de aquel 1531, había escuchado cantos, y el 12 de ese mismo mes habían surgido estas hermosas flores; se conjuntaba pues la verdad: “flor y canto”; nada más coherente, desde la mentalidad indígena, para ser la señal perfecta entregada al obispo, cabeza de la Iglesia; pero ni Juan Diego, y mucho menos el obispo podían imaginar siquiera que Santa María de Guadalupe, plasmaría su figura, su imagen, en esa simple y blanca tilma de Juan Diego que, junto con las hermosas flores, formaría parte de la señal, tomando con ello un profundo simbolismo, ya que significaba plasmarse, estamparse, dentro de la persona misma; pues la tilma representaba parte de la identidad de este ser humano. Asimismo, todo esto resultaba profundamente vinculado al mensaje de la Virgen de Guadalupe que de igual forma pertenecía al obispo. Para la cultura indígena mexicana, como en muchas otras cultu24 • BOLETÍN • 2013

Jorge Sánchez Hernández Juan Diego mostrando el ayate milagroso 1998 Óleo sobre tela Museo de la Basílica de Guadalupe


ras, eran sumamente importante los símbolos y las imágenes que sustentaban realidades profundas; así pues, la tilma se usaba en la ceremonia “bautismal” indígena en donde al niño se le consagraba a la divinidad, por lo tanto, el hecho de que la Virgen de Guadalupe haya escogido esta prenda para plasmarse significaba la consagración del ser humano a Dios por medio de María. Por otro lado, también de la más grande importancia, Santa María de Guadalupe entregó una señal tan portentosa y tan llena de significado vital para el indígena que lo eleva dignificándolo. Recordemos que dentro de la sociedad indígena la tilma también era el indicativo del nivel y condición social de una persona, ya que solamente los nobles tenían permitido decorar o colorear sus vestimentas; san Juan Diego al ser macehual, es decir un hombre común y corriente, sus vestidos permanecían del color crudo del ixtle; Santa María de Guadalupe, al plasmar su Imagen en la humilde tilma de este macehual, está decorándola con su propia persona, por lo tanto, Ella está dignificándolo, elevando al máxi- que quedaban unidas sus vidas mo honor. en matrimonio;1 Santa María de Guadalupe, al plasmar su imagen Todavía encontramos otro pro- en la tilma de Juan Diego, simbólifundo significado si tomamos en camente, está uniendo su vida con cuenta que entre los indígenas un la del pueblo; de esta manera, la momento importante dentro del Virgen de Guadalupe realizaba un ceremonial nupcial era anudar matrimonio espiritual con el pueel huipil de la mujer con la tilma blo y, con ello, una nueva alianza del varón, simbolizando con ello de amor con Dios.

Eduardo Chávez Sánchez ¿Qué te pasa? Técnica mixta (acrílico y lápices de colores sobre tela y fibracel) Museo de la Basílica de Guadalupe

“La Señora del Cielo quiso entregar una señal al obispo de gran profundidad: las flores más hermosas que nunca antes se habían visto”. BOLETÍN • 2013 •

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Como se puede observar, la Virgen de Guadalupe, al plasmar su imagen en la humilde tilma de san Juan Diego, de una manera portentosa, logra una inculturación plena del Evangelio con infinidad de signos y bajo categorías indígenas, pero que trascienden tiempo y espacio, ya que esta imagen y mensaje evangelizador tocan la mente y el corazón de todo ser humano. La Imagen de Santa María de Guadalupe plasmada en la tilma de Juan Diego es un documento para el mundo entero, si bien está elaborado en un humilde material y desde una mentalidad indígena, contiene un mensaje integrado por medio de imágenes, y es todo un códice comprensible para los mexicanos que vivían una cultura cuya expresión era precisamente a base de imágenes. Para los indígenas era un mensaje “hablado”, plenamente comprensible e identificado. Y es desde estas categorías indias que Dios “habla” por medio de su Santísima Madre para el mundo entero; ya que, como decíamos, tanto su Imagen como su Mensaje son para toda cultura, toda tradición, todo tiempo y lugar; en otras palabras, para “todas las estirpes de hombres”. 1

“Hecho esto las casamenteras ataban la manta del novio con el huipilli de la novia [...] y luego a ambos juntos los metían en una cámara y las casamenteras los echaban en la cama, y cerraban las puertas y dejábanlos a ambos solos.” FRAY BERNARDINO DE SAHAGÚN, Historia General, p. 365. “Casamiento [...] enfrente de la chimenea o fogón, que en lo principal de la casa había, y allí sentaban a los novios, atando uno con otro los vestidos de entrambos, y estando de esta manera llegaban los principales de su reino a darles el parabién, y que Dios les diese hijos.” JUAN BAUTISTA POMAR Y ALONSO DE ZORITA, Relación de Texcoco y de la Nueva España, Ed. Chávez Hayhoe, México 1941, p. 24.

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María Luisa A. Morales Torres El encuentro de la Virgen y Juan Diego Acrílico sobre tabla entelada Museo de la Basílica de Guadalupe


CULTURA

LAS INCÓGNITAS DETRÁS DE UNA OBRA:

EL ENTIERRO DE CRISTO Lic. Carlos Iván Arcila Berzunza

Antonio de Santander (atribuido) El entierro de Cristo Siglo XVIII Óleo sobre tela Museo de la Basílica de Guadalupe

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Antonio de Santander Entierro de Cristo 1681 Óleo sobre tela Convento franciscano de San Gabriel, Cholula, Puebla.

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entro del acervo del museo de la Basílica de Guadalupe (MBG) existe una pieza titulada El entierro de Cristo, que fue restaurada el año pasado1 y a la cual se le suprimió la firma que ostentaba atribuida a Juan Correa y el año 1703, debido a que era un añadido, deducción que obedece a que ninguna de sus particularidades corresponde a las características del estilo y técnica de dicho pintor mulato novohispano, como ya había señalado el especialista Rogelio Ruiz Gomar en un análisis de otra obra, con la que comparó ésta y, al respecto, dijo que “…ostenta la firma –seguramente sobrepuesta- de Juan Correa…”2. 28 • BOLETÍN • 2013

Los artistas cristianos empezaron a representar el tema del sepelio de Jesús a partir del siglo XIV3 con base en los cuatro evangelios que mencionan el episodio (Mateo 17, 57-60; Marcos 15, 42-46; Lucas 23, 50-53 y Juan, 38-41) y entremezclando los textos, que difieren respecto a los personajes que intervinieron en dicho suceso. En esta pieza que resguarda el Museo de la Basílica de Guadalupe puede observarse que los restos mortales de Cristo son el eje de la composición y dominan el lienzo y los deudos giran a su alrededor, como un remolino de dolor y sufrimiento. Al lado izquierdo, se aprecia a un hombre joven, que representa a San Juan y quien alumbra la escena con

un gran cirio que porta en la mano derecha. Al centro, sosteniendo los brazos y el tronco de Jesús, vemos a José de Arimatea y a Nicodemo. Los pies del Redentor son uncidos por María Magdalena, quien limpia el sagrado cuerpo con sus lágrimas y los seca con sus cabellos4, mientras es auxiliada por otra mujer de espaldas, tal vez María Salomé. Al centro, la Virgen María contempla la escena con rostro desolado y marcado por la aflicción y el dolor. Junto a ella, María de Cleofás, que enjuga sus lágrimas en un gran pañuelo. En el extremo izquierdo aparece otra mujer, a un costado de san Juan, que podría ser María de Betania. Al fondo, el resplandor de la luna deja ver la silueta del Gólgota, así como de las tres cruces,


elementos protagonistas del drama humano y celestial de la Pasión de Cristo. El autor, como puede apreciarse, mezcló elementos tanto de los evangelios canónicos como de los apócrifos. Respecto a esta obra, Ruiz Gomar apuntó que podría ser de la autoría de Antonio de Santander, nacido en Málaga, España y radicado en la ciudad de Puebla, donde casó con Nicolasa, hija menor del pintor Rodrigo de la Piedra, quien podría suponerse fue su maestro en el arte de los pinceles. El mismo experto considera que Santander debió tomar como modelo una obra con similar temática realizada en 1665 para el hospital de Jesús Nazareno en Texcoco5, de Baltasar de Echave Rioja, quien a su vez se basó en

una pintura de Luis Lagarto y un grabado de Jan Sadeler6. Por otra parte, en la pinacoteca del convento franciscano de San Gabriel, en Cholula, Puebla, existe un lienzo sobre el mismo tema7, firmado por Antonio de Santander, fechado en 16818, mismo que debe ser una versión anterior a la obra que conserva el Museo de la Basílica de Guadalupe y es a través de la observación y análisis estilístico de dicha pintura que puede corroborarse la atribución hecha por el maestro Rogelio Ruiz Gomar, no sólo por la composición y la gama de colores empleados sino, sobre todo, porque contiene un rasgo singular del pintor Santander: su destreza en el dibujo, patente en la minuciosidad y realismo que imprime en las musculatu-

ras representadas, con extraordinario vigor y brío, característica que no imprimieron con frecuencia sus colegas contemporáneos en sus lienzos. La postura del Cristo yacente es casi idéntica en ambas piezas, además del vientre dilatado del cadáver de Jesús, realizado con idéntico trazo, esmerado y pulcro, en la ejecución. Esta peculiaridad de Antonio de Santander resalta también en otra pieza facturada por él y que se resguarda y exhibe en la parroquia de San José, en la capital poblana: La Piedad, obra que muestra el mismo trabajo en la musculatura abdominal y pectoral de Cristo y en el resto del cuerpo del Redentor. Algunas diferencias a destacar entre ambas obras son los personajes que aparecen en las composicio-

Panorámica de la Pinacoteca del convento franciscano de San Gabriel, Cholula, Puebla.

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Había un hombre llamado José, miembro del Consejo, hombre bueno y justo, que no había asentido al consejo y proceder de los demás. Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios. Se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús y, después de descolgarle, le envolvió en una sábana y le puso en un sepulcro excavado en la roca en el que nadie había sido puesto todavía. Era el día de la Preparación, y apuntaba el sábado. Las mujeres que habían venido con él desde Galilea, fueron detrás y vieron el sepulcro y cómo era colocado su cuerpo. Y regresando, prepararon aromas y mirra. Y el sábado descansaron según el precepto. Lucas 23, 50-53

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Trabajo a cargo del taller de José Sol Rosales. Catálogo comentado del acervo del Museo Nacional de Arte. Nueva España. Tomo II, México, Conaculta/INAH, 2004, p. 317. 3 Réau, Louis, Iconografía del arte cristiano. Iconografía de la Biblia. Nuevo Testamento. Tomo I, Vol. 2, Barcelona, Ediciones del Serbal, 2000, p. 542 4 Imagen que evoca la escena en que ella conoció a Jesús y realizó un gesto similar, por lo que se cierra el ciclo, puesto que saludo de bienvenida y despedida se funden de manera emotiva en el tiempo (Los evangelios no mencionan el nombre de esa mujer que unció los pies de Jesús en la casa de Simón, el leproso, en Betania; pero el Papa san Gregorio I, en el año 591, la identificó con María Magdalena). 5 En la actualidad, bajo el resguardo del Museo Nacional de Arte (Munal). 6 Ibid, pp. 313-319 7 Una breve, pero importante descripción de ese lienzo fue realizada por Francisco de la Maza, en La ciudad de Cholula y sus iglesias, publicado por la UNAM en 1959. 8 Nuestro agradecimiento especial al Padre Guardián Fray Federico Ramírez Moyotl, por la autorización concedida para ver la obra señalada, así como a Wendy Escalona, por su apoyo y a Fray Alberto Martínez Galindo, por su dedicación y amabilidad en la visita al recinto. 9 Toussaint, Manuel, Pintura colonial en México, México, UNAM, 1965, p. 122

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nes, mientras que en la del convento franciscano de Cholula predominan los personajes masculinos, pues se aprecian ocho de ellos y tres femeninos; en cambio, en el del MBG se observa a cuatro varones y cinco mujeres. Además, en el de Puebla, san Juan no porta una antorcha o cirio, aunque sÍ está ubicado en la misma área y con el mismo brazo extendido de forma similar al del MBG. Así mismo, en uno de los cuadros, el Calvario está localizado en el ángulo superior derecho y en el de la Basílica en el izquierdo. Otra diferencia a mencionar son las dimensiones, ya que mientras el óleo del MBG mide 180 x 151 cm, el de la pinacoteca del convento franciscano es de 215 x 300 cm. En relación a la importancia del tema del entierro de Cristo y la frecuencia con la cual fue representado, debemos mencionar que en la parroquia del mismo convento de San Gabriel existe otra versión, de grandes dimensiones, sobre tal tópico, pero es un lienzo de menor calidad, que pudo ser pintado por alguno de los dos hijos, José o Antonio, que tuvo Santander con su mujer y que se dedicaron también, pero con menor éxito, al oficio del padre y del abuelo materno. Reflexionando sobre lo antes comentado, podría considerarse como acertada la atribución hecha por Ruiz Gomar acerca de la obra que custodia el MBG, y sin excluir los estudios y análisis que pudieran realizarse a futuro, podría afirmarse que existen sólidos indicios de que corresponde a las características del estilo de An-

tonio de Santander, sobre quien el fundador de los estudios de arte virreinal, Manuel Touissaint escribió: …este artista fue bastante estimable para su tiempo…la Cruxifixión y el Descendimiento [en la catedral] son de las más notables pinturas que puedan admirarse en Puebla…9. Finalmente, es preciso valorar y comprender que en la creación artística intervienen con frecuencia las influencias de una a otra generación de autores, misma que en este caso particular del Entierro de Cristo apreciamos, ya que tanto Antonio de Santander, como Baltasar de Echave Rioja (en quien se basó para este tema), se inspiraron en el trabajo de Luis Lagarto y Jan Sadeler, quienes por su parte tomaron como referencia El entierro de Cristo pintado por Rafael Sanzio, en 1507, para una capilla de la iglesia de San Francisco, en Perugia, Italia y que ahora preserva la Galleria Borghesse, en Roma. De la misma forma, el gran pintor renacentista tomó como modelo una Piedad de Perugino y así sucesivamente. Es decir, los artistas toman como paradigma a sus antecesores, al igual que los cristianos buscan su ejemplo y prototipo en la vida de Jesucristo y sus enseñanzas. Si visitas la Basílica de Guadalupe durante el mes de marzo, no pierdas la oportunidad de visitar su Museo y conocer la obra antes reseñada, de admirarla, observando con detalle sus formas y colores, pues te enfrentarás a la experiencia de conocer una pintura llena de incógnitas, pero también plena de historia, tradición y belleza singular.


CULTURA

BASÍLICA DE

NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES DE SORIANO

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Cango. Lic. Juan Castillo Hernández

n este año la Diócesis de Querétaro, aquí en el centro de nuestra Republica Mexicana, tiene muchos motivos para celebrar y agradecer a Dios los dones espirituales recibidos durante tres siglos. Dios ha querido bendecirlos y llevarlos por el camino del desarrollo y madurez en la fe con la intervención e intercesión de su Santa Madre, la Virgen María, presente desde hace trescientos años en aquellos lugares de gran arraigo católico y mariano. Por eso, durante el lapso que va del 4 de febrero de 2013 al 7 de febrero del 2014, los fieles de Querétaro celebrarán un año jubilar. En primer lugar se cumplen 150 años de la fundación de esa Iglesia Particular, Erigida en 1864 y desmembrada de la Arquidiócesis de México, por el Papa Pio IX, por medio de la bula “Deo Optimo Maximo”; también se recuerdan el tercer centenario de la llegada de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano a la misión de Santo Domingo, junto con los 50 años de su coronación pontificia y los 5 de la erección de su Santuario como Basílica. La Diócesis está preparando diferentes eventos para conmemorar BOLETÍN • 2013 •

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nes. Mide 65 cm de alto y es de madera. Su rostro trasparenta la ternura de una madre que llora ante la muerte de su Hijo e inspira una gran devoción, confianza y deseos de amarla; es la belleza de la madre llena de dolor y esperanza en la resurrección. Vestida con hermosos atuendos bordados con hilos de oro que sus fieles le donan en sus diferentes fiestas y que a pesar de los deterioros, sufridos por el paso del tiempo, le hacen ver más bella. Porta una gran corona en la cabeza y tiene un resplandor o aureola de plata en la parte de atrás de la imagen. estos memorables acontecimien- población que en México lleva tos y vivir de manera espiritual sus su nombre. A este lugar quiso la fiestas jubilares. Providencia de Dios enviar una pequeña imagen de nuestra SeñoLa Basílica de Nuestra Señora de ra de los Dolores, posiblemente los Dolores se encuentra dentro labrada en Andalucía, al sur de de un sencillo poblado llamado España y trasladada a México por Colón, zona semidesértica, ubi- los padres de la Orden de Predicacado al centro oeste del Estado. dores o Dominicos. Una imagen El pueblo de Soriano fue funda- magistralmente esculpida con ardo desde 1687, muy cerca de otra tísticas y equilibradas proporciopoblación más antigua llamada Tolimanejo, ambos habitados por aborígenes chichimecas y después por otomíes, posteriormente se erigió en 1748 la Parroquia de San Francisco encargada a los padres diocesanos. El nombre de Soriano tiene su origen en un pueblo italiano situado al sur de ese país, en la región de Calabria, donde existía un convento de padres dominicos, que posteriormente llegaron a nuestro país para evangelizar estas zonas. En 1882 se fusionaron estas dos poblaciones y se le llamó Colón en honor al descubridor de América, única 32 • BOLETÍN • 2013

La imagen llegó primero a un pueblo del estado de Hidalgo llamado Zimapán, fue Fray Felipe Galindo, quien la colocó en esa misión hacia el año 1693. En 1703 es trasladada a Maconi, en la Sierra Gorda de Querétaro y Fray Luis de Guzmán rescata la imagen, que había traído de España y la entroniza en la misión de Santo Domingo de Soriano en 1714, ahí ha permanecido hasta


ahora. Primero en una pequeña capilla, posteriormente en 1880 por iniciativa del Padre Ramón de la Vega se inicia la construcción de la actual Basílica. Un templo estilo neoclásico con dos imponentes torres y una llamativa cúpula que se observan desde los diferentes puntos del pueblo. La fachada está adornada por columnas corintias de cantera y se observan varios símbolos de la Orden de Dominicos. Es necesario subir varias escaleras para entrar al santuario. El interior tiene la forma de cruz latina y en los cruceros hay puertas para salir al atrio a la antigua capilla. El altar mayor es de mármol de Carrara, Italia. En el retablo principal al centro se encuentra la santa imagen de la Virgen y a sus lados están las imágenes de San Juan y Santa María Magdalena. El templo fue consagrado por el cuarto Obispo de Querétaro, Don Manuel de Rivera, en 1912; la Virgen ya estaba en este lugar sagrado desde 1890. El 13 de abril de 1962, Don Alfonso Toriz Cobián nombró santuario al templo de la Virgen de los Dolores de Soriano, el año siguiente la venerada imagen visita las diferentes parroquias de la Diócesis y el 7 de febrero de 1964 es coronada solemnemente por el Señor Cardenal José Garibi Rivera en nombre del Santo Padre Pablo VI. Desde 1969 es declarada por la Santa Sede, Patrona principal de la Diócesis de Querétaro. A petición del Señor Obispo Don Mario de Gasperín Gasperín el santuario es elevado por el Papa Benedicto XVI a Basílica Menor, título que recibió solemnemente el 7 de febrero de 2009. La actual

Basílica se ha convertido en centro de espiritualidad para los fieles de esa región y se ha embellecido con múltiples detalles evangelizadores, ahí se respira el amor a la Palabra de Dios y a los diferentes misterios de Cristo y de su Venerada Madre. El camarín está decorado con bellos detalles que representan la pasión de Cristo y su Resurrección, además alrededor de una imagen del “Divino Rostro” se encuentras lienzos que recuerdan los siete dolores de la Santísima Virgen. Hay un patio dedicado al que es puente entre la Sagrada Revelación, la Palabra de Dios y la Santa Tradición de la Iglesia, fuentes de nuestra fe católica, me refiero a San Ignacio de Antioquia. También es hermosa la capilla del Apocalipsis, lugar de oración y de encuentro con el misterio escatológico de la fe católica. También vale la pena visitar el museo y el lugar de los exvotos que son constancia de la intercesión poderosa de la Virgen a favor de sus devotos.

Sin duda que este lugar tan escondido y poco conocido puede ayudarnos para la contemplación, el encuentro con el misterio y sobre todo la renovación de nuestra fe, ya desde el atrio se puede admirar el Cristo de los peregrinos, inspirado en el icono del Pantocrator, imagen para contemplar y también está una monumental estatua de la Virgen de los Dolores que recibe con cariño a sus visitantes. En este año que se conmemoran diferentes acontecimientos de esta bella basílica conviene unirnos en la alegría y regocijo de esta Iglesia Diocesana de Querétaro. Le pedimos al Señor que nos bendiga desde ese místico lugar y nos ilumine en nuestro camino como peregrinos en la fe.

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CULTURA

PARROQUIA DE INDIOS SITIO SAGRADO Lic. Gabriela Treviño

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a Parroquia de Indios, llamada así por ser ésta la parroquia designada a los indios o naturales, y que a pesar de que tanto españoles como indígenas tenían templos distintos para celebrar la eucaristía, fue en este templo donde se reunirían las dos culturas para celebrar la llegada de María a estas Tierras; por lo que resulta ser la edificación más antigua que tenemos hasta el día de hoy, dentro de la Villa de Guadalupe. También es el recinto que cobra una fuerza y simbología distinta, por ser en este lugar, donde todo inicio… Con ello me refiero a que, remontándonos en aquellas épocas de 1531 cuando nuestra amada Madre, la Santísima Virgen de Guadalupe, decidiera presentarse, elige como hogar y centro de unión religiosa y cultural el llano del Tepeyac. Hay que recordar aquellas palabras que la Virgen de Guadalupe le dice a San Juan Diego al momento de su llegada, ahora plasmadas en el Nican Mopohua: “Sábelo, ten por cierto hijo mio el más pequeño, que yo soy la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre

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del Verdaderísimo Dios por quien se vive, el Creador de las personas el dueño de la cercanía y de la inmediación, el dueño del Cielo, el dueño de la Tierra, mucho quiero, mucho deseo que aquí me levanten mi casita sagrada en donde lo mostraré, lo ensalzaré al ponerlo de manifiesto: Lo daré a las gentes en todo mi amor personal, en mi mirada compasiva, en mi auxilio, en mi salvación: Porque yo en verdad soy vuestra madre compasiva, tuya y de todos los hombres en esta Tierra estáis en uno, y de las demás variadas estirpes de hombres, mis amadores, los que a mi clamen, los que me busquen, los que confíen en mi, porque allí les escucharé su llanto, su tristeza, para remediar, para curar todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores. Y para realizar lo que pretende mi compasiva mirada misericordiosa, anda al palacio del obispo de México, y le dirás como yo te envío, para que le descubras como mucho deseo que aquí me provea de una casa, me erija en el llano mi Templo; todo le contarás, cuanto has visto y admirado, y lo que has oído.” Es así como la Virgen le pide a Juan Diego ese hogar donde se reunirían naturales y españoles para una perfecta inculturación a través de la mirada misericordiosa, compasiva y amorosa. Lugar que en sus inicios era parte de los resquicios del montecillo del Tepeyac y que gracias a la presencia divina se convertiría hasta hoy en día en un lugar sagrado.

ción sobre la tilma de San Juan Diego, es el Obispo Juan Fray de Zumárraga quién mandará edificar el primer templo dedicado a la Virgen de Guadalupe, a tan sólo unos días después de su aparición. Para regocijo de todos para el 26 de Diciembre de 1531, una sencilla ermita hecha de cantera y tezontle, se convertiría en Después de tan bello mensaje el primer hogar de la Virgen de enviado y de su perfecta apari- Guadalupe. BOLETÍN • 2013 •

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Interior de la Capilla de Indios Basílica de Guadalupe

“Es así como la Virgen le pide a Juan Diego ese hogar donde se reunirían naturales y españoles para una perfecta inculturación.” 36 • BOLETÍN • 2013

Una vez expuesta la imagen de la Amada Niña Celestial a la veneración, San Juan Diego el humilde siervo, entregado enteramente a la Señora del Cielo, se encontraba afligido por estar tan distante de la Virgen, por lo que suplicó al Obispo le autorizara, acompañar a la Virgen en su templo y servirle; a lo cual el Obispo Zumárraga accede y San Juan Diego abandona su pueblo, dejando su casa y su tierra a su tío Bernardino; para construir una casita al costado de la ermita y así poder servir a la Virgen.

Señora del Cielo invocándola con fervor; frecuentemente se confesaba, comulgaba, ayunaba, hacía penitencia, se disciplinaba o se escondía en la sombra para poder entregarse a solas a la oración durante 16 años, hasta su muerte en 1548.

Mismo tiempo en el que también la ermita cambiaría, ya que para 1533 se hace una pequeña ampliación de la misma con materiales más resistentes (adobe y piedra), y reconstruyéndose entre 1555 y 1576 para hacerle una Diariamente hacía barrido de la ampliación de aproximadamenermita, se ocupaba en cosas espi- te 15 metros; que no bastaría lo rituales y se postraba delante de la suficiente ya que para 1694 se le


agregarían 13 metros más y una decoración parecida a un templo artesonado donde también se veneraba a la Virgen; y por lo cual es que hoy en día podemos apreciar una fachada elaborada con tezontle y cantera de mayores dimensiones. En su fachada lateral una bella imagen de la Virgen María Inmaculada labrada en cantera, en la cercanía del árbol del cazahuate, llamado Árbol de la Virgen gracias a que era en uno del mismo origen en el que la Virgen de Guadalupe esperaba debajo de la gran sombra del árbol, a San Juan Diego y que se considera ahora el sitio de la tercera aparición. Es en el interior del templo donde se respira la historia y donde se vive el milagro, ya que de primera mano nos recibe en el retablo principal la imagen de San Juan Diego y da paso a un lugar místico y especial tanto para mexicanos como para extranjeros que nos se pueden perder, las ruinas que dan cuenta de cada etapa de cambio que habrá vivido el hogar de la Virgen. Los visitantes incluso pueden pasar por la lateral del altar para admirar una imagen que nos recuerda que la Tilma de San Juan Diego, estuvo es ese lugar; acompañada de una dulce ofrenda con la flor de 4 pétalos que la Virgen de Guadalupe porta en el vientre y que se pone en representación del milagro y mensaje de María de Guadalupe, su hijo Cristo Jesús y que traería consigo un ambiente de paz y armo-

nía a la población de su llegada a estas tierras. Es sin duda un lugar que hay que visitar, pero a su vez un tesoro que hay que guardar en nuestro corazón, para recordar que María llegó a darnos paz y amor a cada uno de sus hijos y que como San Juan Diego, habrá que amarla también. BOLETÍN • 2013 •

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BREVES

CIENTOS ACUDEN A LA FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

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te; a fines del siglo VII ya se había eso se llama La Presentación de Jeextendido en Roma y en casi todo sús en el templo. Este día también Occidente. aclamamos a Cristo, como Simeón en el Evangelio: “luz para ilumiHasta el siglo VI la fiesta se ce- nar a las naciones y gloria de tu lebraba a los 40 días de la Epifa- pueblo, Israel” (Lc 2, 32). Es por nía, el 15 de febrero, pero ahora ello que se realiza la bendición de se celebra cuarenta días después las candelas antes de la misa y la de Navidad. Los padres de Jesús, procesión con las velas encendidas obedeciendo la Ley de Moisés, lle- porque significan la luz de Cristo, La fiesta del 2 de febrero está fuera varon a su hijo al templo cuarenta Luz del mundo. del tiempo de Navidad pero toda- días después de su nacimiento para vía forma parte del mismo relato. presentarlo al Señor y hacer una En la Basílica, durante todo el día 02 de febrero se observaron niños, Es una fiesta antigua, la Iglesia de ofrenda por él. Jerusalén la celebraba ya en el siglo señoras, señores, familias enteras, IV y desde ahí se propagó a otras El Concilio Vaticano II rescató la que acudieron a misa y a bendecir iglesias de Oriente y de Occiden- fiesta en su origen cristológico por sus figuras del niño Dios.

ientos de familias y personas acudieron a la Basílica el día de la Fiesta litúrgica de la Presentación del niño Jesús en el Templo, así llamada en nuestra Iglesia Católica, trayendo a los niños Dios para la bendición de los mismos y sus candelas.

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126 PEREGRINACIÓN DE LA ARQUIDIÓCESIS DE PUEBLA

l menos 55 peregrinaciones de parroquias y comunidades de Puebla así como la 126 de la Arquidiócesis de Puebla, se registraron entre el 10 y el 12 de febrero pasado, con unos 80 mil peregrinos aproximadamente. Desde el 11 de febrero de 1791 el entonces Obispo de Puebla Mons. José María Biempica Sotomayor visitó el Santuario de Guadalupe, pero fue en 1887 cuando el Obispo José María Mora y Daza instituyó esta peregrinación para toda la diócesis. Cada año se observan cientos de peregrinos a pie, en bicicleta, a caballo o en autobús que vienen ante Santa María de Guadalupe a agradecer algún favor, solicitar la intercesión y unirse a las intencio- Convocó a sus feligreses a poner nes pastorales de toda la Arquidió- ante la Madre de Dios todos los cesis. proyectos y lo que somos y hacemos así como agradecer su ayuda El Arzobispo actual, Mons. Víctor por la conclusión de la primera Sánchez Espinosa, resaltó en su etapa del Santuario Guadalupano mensaje de este año que la More- en Puebla, solicitar su intercesión nita del Tepeyac nos ayuda a vivir por los frutos de la peregrinación la fe que es adhesión personal a de la reliquia de Juan de Palafox y Dios. Y la fe que actúa por el amor la visita pastoral urbana. se convierte en un nuevo criterio de pensamiento y de acción que Concluyó llamando al compromicambia toda la vida del hombre. so para salvaguardar el tesoro de la

fe, la defensa de la vida y la familia, así como en fomentar la reconciliación, la fraternidad, la solidaridad, el cuidado del medio ambiente y la paz. “Trabajemos juntos para erradicar la miseria, el analfabetismo, la corrupción, la injusticia, la violencia, la criminalidad y la inseguridad”, remató.

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BREVES

LA FAMILIA RONCANROLERA VENERA A LA VIRGEN MORENA

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on porras a Santa María de Guadalupe, cantos, tres portadas florales luciendo al centro la Virgen Morena, cuadros de la Reina de México, sus guitarras y algunos con sus particulares peinados, los 40 • BOLETÍN • 2013

guitarristas del asfalto y la familia rocanrolera se presentaron a su peregrinación a la Basílica de Guadalupe en febrero pasado.

escucharon las palabras del sacerdote quien les habló del proyecto de Dios para cada uno de sus hijos y de la responsabilidad que tenemos los católicos para asumir Unos 500 representantes de este y realizar este proyecto en nuestra singular gremio con sus familias, vida.


BREVES

SE PREPARA UN CONGRESO GUADALUPANO PARA EL MES DE NOVIEMBRE

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Cango. Dr. Eduardo Chávez Sánchez

as pasadas fiestas guadalupanas, del 9 al 12 de diciembre de 2012, tuvieron una connotación muy especial al celebrarse en esos mismos días, en la Santa Sede, el “Congreso Internacional Ecclesia in America, bajo la guía de Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de las Américas, Estrella de la Nueva Evangelización”, que tuvo una aceptación y repercusión más allá que cualquiera pudiera imaginar, no cabe duda que la Virgen de Guadalupe tocó el corazón de todos los que estábamos ahí, y puso a su amado Hijo Jesucristo en el centro de cada uno de nosotros. Los cardenales y obispos que estuvieron presentes, así como los líderes religiosos y laicales vibraron ante el mensaje lleno de amor y actualidad de la Santísima Virgen de Guadalupe, a tal punto, que ahora se está ya organizando un Congreso Guadalupano que podría ser una realidad en este año de 2013.

Tepeyac, Tierra Sagrada del Continente Americano. Igualmente, los Caballeros de Colón tendrán una destacada intervención y también el Instituto Superior de Estudios Guadalupanos volverá a participar de una manera muy especial en cuanto a los contenidos científicos guadalupanos. Una de las primeras reuniones para preparar este Congreso Guadalupano se realizó en las oficinas de la Pontificia Comisión para América Latina, en la Santa Sede, el pasado miércoles 30 de enero, la reunión se desarrolló en un clima de oración, fraterno y lleno de alegría; de parte de la Basílica de Guadalupe participó el

Rector de la misma, Mons. Enrique Glennie Graue y el Cango. Dr. Eduardo Chávez, Director General del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos. Si bien, la reunión fue muy fructífera, se necesita la participación de todos con una profunda y constante oración para el éxito de este Encuentro Internacional en donde se esperan cientos de obispos y laicos, y en donde se profundizará el mensaje guadalupano y su difusión a un mundo que tanto lo necesita hoy. Te invitamos para que participes con tus oraciones, sacrificios y ofrendas espirituales por el Congreso Guadalupano.

La Pontificia Comisión para América Latina, presidida por el Card. Marc Ouellet y con su activo Secretario General, Guzmán Carriquiry, han tenido la inspiración de realizar otro magno encuentro de gran calidad y altura, posiblemente a mediados de noviembre de 2013, pero ahora el lugar elegido es la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, tierra bendita del BOLETÍN • 2013 •

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MÁS DE 10 MIL PERSONAS DE TLALNEPANTLA EN LA BASILICA

compañados por Mons. Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla y Presidente del Episcopado Latinoamericano; Mons. Francisco Ramírez Navarro y Mons. Efraín Mendoza Cruz, Obispos Auxiliares, así como de casi 200 sacerdotes, más de diez mil feligreses de la Arquidiócesis de Tlalnepantla participaron en la peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe el 02 de febrero de este año.

actuar, al enseñarnos desde la experiencia de vida acompañada de enseñanza doctrinal y testimonio. Y tercero, no nos deja con nuestras a solas fuerzas, nos ofrece la gracia, la ayuda divina para poder realizar el estilo de vida de Jesús mientras peregrinamos en esta tierra y nos preparamos a la convivencia eterna.

Por eso, dijo a los asistentes, nunca debemos tener miedo de acercarnos a Cristo porque Él es compasivo y puede hacer que nuestro corazón de piedra se transforme en corazón de carne y así tengamos la capacidad de hacer como Jesús y empezar a vivir como Él.

En su mensaje Mons. Carlos Aguiar Retes señaló que las consecuencias de la Encarnación y el Misterio de la Redención nos pueden hacer entender en que consiste la Salvación y la Vida verdadera que Jesucristo nos ofrece. En primer lugar, añadió, Dios se compadeció del extravío de los hombres pues los había creado con proyecto concreto y el hombre lo rechazó explotándose uno al otro; el segundo elemento es que nos da un testimonio para saber nosotros cómo

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DESCANSE EN PAZ

l Venerable Cabildo de Guadalupe, los padres capellanes, agentes laicos de Pastoral, religiosos, religiosas y empleados administrativos de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, encabezados por Mons. Enrique Glennie Graue, Rector del Santuario, participan a usted y lamentan el sensible fallecimiento de:

M. I. S. Sr. Canónigo Mario Carrasco González Canónigo Emérito del Venerable Cabildo de Guadalupe A los 91 años de edad, ocurrido el pasado miércoles 13 de febrero de 2013 en México D.F.

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